Benditos inmigrantes

Entrevista al Obispo Beckman
una iglesia que crece las misiones
Mapa de parroquias




Director: Padre Dan Dorsey
Editor: Omar Cabrera
Director de Comunicaciones: John Feister
Diseño gráfico: E + R Design Studio
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Benditos inmigrantes
La mayoría de los feligreses en las parroquias de Glenmary en Tennessee son latinos. Por eso les ofrecemos la liturgia, educación religiosa, los sacramentos y, además, asesoría de inmigración y clases de inglés gratuitas.
PÁGINAS 4 Y 5 POR OMAR CABRERA
TIERRA FÉRTIL PARA LA PALABRA DE DIOS
Mapa de los lugares donde Glenmary sirve con sus parroquias y ministerios.
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LA IGLESIA ESTÁ CRECIENDO
El nuevo obispo Mark Beckman celebra el aumento de los católicos.
editorial de la revista El Reto: Bárbara Hasbach, hermano David Henley, John David Long-García y padre Esteban (Steve) Pawelk.

FOTO DE PORTADA
El padre Neil Pezzulo bautiza a un feligrés latino en la misión en Rutledge, Tennessee. —Foto por Ashley Lodge.
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carta del editor / Omar Cabrera
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¿Por qué le puede interesar leer esta revista ahora y en el futuro? Porque en estas páginas encontrará buenas nuevas. Misioneros Católicos Glenmary lleva la presencia de Jesús y de la Iglesia Católica a pequeños pueblos y áreas rurales de Estados Unidos. Tres de nuestras misiones se encuentran en la Diócesis de Knoxville, Tennessee. Una de ellas es San Miguel Arcángel, en Erwin, zona que fue fuertemente golpeada por las inundaciones en septiembre. Nuestra misión colectó alimentos, pañales y otros objetos y los donó a los afectados por la tormenta Helene.
El contenido de esta revista le brindará esperanza, inspiración y le ayudará a conocer mejor lo que los misioneros de nuestra congregación hacen para ayudar a construir el reino de Dios.
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¿QUÉ ES GLENMARY?
La sociedad de los Misioneros Católicos Glenmary fue fundada en 1939. Es una congregación de sacerdotes y hermanos que, junto con colaboradores laicos, se dedican a establecer la presencia de la Iglesia Católica en áreas rurales y pueblos de Estados Unidos donde la misma aún no está presente.
Los latinos constituyen la mayoría de los feligreses en varias de las misiones de Glenmary, que se ubican en los montes Apalaches y el sur de EE. UU., donde:
hasta el 74% hasta el 24%
de la población no está afiliada a ninguna iglesia o religión.
menos del 1%
de la población es católica.
de la población vive en la pobreza.

Más de parroquias
han sido establecidas y entregadas por Glenmary a las diócesis, desde que nuestra sociedad fue creada, en 1939. ¡Luego nos movemos a nuevos territorios de misión!
El padre Neil Pezzulo conversa con Dianey Flores, quien da asesoría en inmigración y otros temas.

Glenmary tiende la mano a inmigrantes en Tennessee
Una asesora de inmigración
ofrece servicios en tres parroquias. En una de ellas, también se enseña el inglés.
por omar cabrera
Dos hombres llegan a la parroquia San Juan Pablo II en Rutledge, Tennessee, y saludan al padre Neil Pezzulo. Luego, toman asiento y esperan. Hoy, han venido a la iglesia no para asistir a Misa, sino para aclarar algunas dudas.
En una oficina de la parroquia, Dianey Flores habla con dos mujeres que le consultan sobre un caso migra-
torio. Cuando terminan, Dianey hace pasar a la oficina a los dos hombres, que también quieren aclarar dudas sobre migración. Durante la tarde, ella atiende a nueve personas en la misión de Glenmary en este pequeño pueblo del noreste de Tennessee.
“Hay muchos casos (de personas) que están tratando de obtener una visa de trabajo”, dice Dianey. “También, hay muchos casos de asilo”.
Ayuda en diversas áreas
Dianey trabaja desde enero de este año como defensora de la comunidad (en inglés, community advocate). Ella ha sido contratada gracias a una alianza entre Glenmary y Caridades Católicas del Este de Tennessee. Sus servicios responden a una gran necesidad que existe entre los inmigrantes en esta región, la mayoría de los cuales son originarios de México, Centroamérica y Venezuela, según Dianey.
“Inmigración es lo más importante”, explica la asesora, al referirse a los servicios que ella ofrece. “Pero, también, si alguien necesita ayuda, como una mamá que no puede llenar los papeles para un niño que va a la escuela, o para hacer una cita (...), estoy aquí para ayudar en lo que pueda”.
Eleazar Ramírez y su hermano Carlos son dos de los inmigrantes que esta tarde hablaron con Dianey. Vinieron de México a Estados Unidos hace 27 años, dice
Eleazar. Carlos ha perdido parcialmente la vista por la diabetes y se apoya en su hermano para caminar y para revisar documentos.
Eleazar explica que, hace aproximadamente un año, Carlos contrató un abogado que comenzó un proceso para solicitar la residencia legal. Pero, “no nos han mandado una respuesta de la última cita que nosotros fuimos a Nashville”. Por esa duda vinieron a consultar a la misión de Glenmary. “Ahorita, la señorita (Dianey) le aclaró esta duda y hay una esperanza”, dice Eleazar.
“Nuestra fe católica es clara en que las personas tienen el derecho humano a migrar”.
La mayoría de los feligreses en la misión de Glenmary aquí en el condado de Grainger son inmigrantes hispanos. Lo mismo ocurre en la misión Santa Teresa de Kolkata, localizada a 20 minutos, en el condado de Union, y en la parroquia San Miguel Arcángel, a poco más de una hora y media, en el condado de Unicoi.
Dianey visita estas tres misiones. En cada una, dedica cuatro horas al mes para atender a los inmigrantes. Reconoce que es poco tiempo, pero dice que si la cantidad de personas lo amerita, aumentará sus visitas.
Poco antes de que la asesora concluya su jornada, más personas llegan a la parroquia. Son los alumnos de las clases de inglés que cada jueves se imparten en San Juan Pablo II.
Sentados frente a una mesa de plástico en la nave

principal de la iglesia, con Jesús sacramentado a la vista en el altar, tres adultos prestan atención a la profesora.
“Estoy aprendiendo un poquito”, dice Reyna Ramírez, una de las alumnas, al terminar la clase. “A veces, yo no puedo venir (...) siempre fallamos unos cuantos días. Pero, estoy agradecida por esto (las clases), porque sí he aprendido un poquito más”.
Glenmary ofrece el programa de inglés gracias a una alianza con Hola Lakeway, una organización sin fines de lucro que trabaja con inmigrantes y refugiados.
Todos somos hijos de Dios
El padre Neil Pezzulo, párroco de San Juan Pablo II, destaca que en Glenmary y Hola Lakeway “compartimos el deseo de que la población latina tenga igual acceso y oportunidades, particularmente con el aprendizaje del idioma inglés”.
Preguntado por el sentimiento antiinmigrante que abrigan algunas personas en Tennessee, el padre Neil tiene una respuesta. “Nuestra fe católica es clara en que las personas tienen el derecho humano a migrar. Todos somos hijos de Dios”.
“Como parte de nuestra fe, llevamos en nuestro corazón la dignidad de todos los seres humanos”, dice el padre Neil, quien también dirige la misión de Glenmary Santa Teresa de Calcuta, en un condado vecino.
El párroco añade que hay conversaciones con Caridades Católicas con miras a ofrecer en el futuro un programa para mujeres embarazadas. Los beneficios incluirían alimentos y cuidado de salud, entre otros. Aunque este proyecto aún está por definirse, Glenmary siempre está dispuesta a tender la mano a los inmigrantes y a los pobres en general.


Ubicación en el mapa

Montaña Joppa, condado de Grainger, Tennessee. Programa de Voluntariado

Cuthbert, condado de Randolph, Georgia. Iglesia San Lucas

Blakely, condado de Early, Georgia. Iglesia la Sagrada Familia
Misiones y ministerios
ACTUALES DE GLENMARY
Condado de Overton
Condado de Clay
Condado de Macon
Condado de Smith


Williamston, condado de Martin, Carolina del Norte Programa de Evangelización
Condado de Union Condado de Unicoi
Condado de Grainger

Livingston, condado de Overton, Tennessee. Nueva misión
Condado de Bertie
Condado Washington
Condado de Martin

Condado de Randolph
Condado de Early

Celina,
condado de Clay, Tennessee.
Iglesia Divino Salvador

Maynardville, condado de Union, Tennessee. Iglesia Santa Teresa de Kolkata

Lafayette, condado de Macon, Tennessee.
Iglesia la Sagrada Familia

Erwin, condado de Unicoi, Tennessee. Iglesia San Miguel Arcángel


Rutledge, condado de Grainger, Tennessee.
Iglesia San Juan Pablo II

Carthage, condado de Smith, Tennessee
Iglesia San Pedro Apóstol

Plymouth, condado de Washington, Carolina del Norte.
Iglesia Santa Juana de Arco

Familia Misionera Tavares
Familia evangelizando familias a lo largo y ancho de Estados Unidos

Mark Beckman asumió como obispo de Knoxville el 26 de julio, ante unos 4,000 asistentes a su Misa de Instalación.
“Hay un montón de nuevos católicos en esta diócesis”
omar cabrera “¿
Qué es lo que más aman de la diócesis?” Es la pregunta que el nuevo obispo de Knoxville, Mark Beckman, le ha hecho a los sacerdotes durante sus visitas a las parroquias. La respuesta que ha recibido, dice el obispo: “que hay un montón de energía y un montón de nuevos católicos”.
La mayoría de estos nuevos católicos son latinos. Lo mismo ocurre en las parroquias de los Misioneros Católicos Glenmary en Erwin, Maynardville y Rutledge. Y lo mismo ocurre en toda la región del sur de los Estados Unidos, que incluye: Mississippi, Alabama, Georgia y Kentucky, entre otros estados. Conversamos con el obispo Beckman en septiembre, cuando tenía menos de dos meses de haber asumido su posición. A continuación, les presentamos una versión editada de la entrevista. Continúa en la página 10.





Viene de la página 8.
¿Cómo le va en su rol como nuevo obispo de Knoxville?
Han sido unas semanas increíblemente maravillosas. Hasta ahora, el enfoque principal ha sido visitar parroquias y escuelas en toda la diócesis. Tenemos dos escuelas secundarias y ocho escuelas primarias. He estado en cinco de ellas hasta ahora, y luego en muchas de las parroquias. Noté que en muchas de las parroquias hay una población hispanohablante muy grande, por lo que en mis misas de decanato originales, tuvimos intérpretes en varias de ellas.
Los latinos son la comunidad que más está creciendo en la Iglesia Católica en Estados Unidos. Algunas estimaciones señalan que un 60 por ciento de los católicos de 18 años o menos en este país se identifican como latinos. ¿Está Dios diciéndonos algo con esta tendencia?
Sí. Yo lo pondré en estas palabras. Creo que es muy importante ser conscientes de que tenemos muchos recién llegados de América Latina a nuestra tierra, de habla hispana, y que nosotros como Iglesia -porque la mayoría de ellos provienen de un entorno católico- debemos estar presentes y ayudar a su crecimiento total en la vida de fe. Y eso se aplica al culto, a la educación, a la formación y, por supuesto, a todas las necesidades humanas. Creo que es muy importante que reconozcamos que se están produciendo grandes cambios demográficos y que estamos preparados para responder.
¿Cuál es su enfoque pastoral hacia los católicos hispanohablantes? ¿Deberían las parroquias ofrecer misas en español?
Creo que donde haya suficientes católicos hispanohablantes para celebrar una Eucaristía, sería ideal que eso ocurriera, si tenemos sacerdotes que tengan la capacidad de hacerlo. Tenemos una limitación general en términos de personal sacerdotal, pero los sacerdotes hispanohablantes son la gran oportunidad, diría yo, en el futuro. Sé que en los seminarios se ha hecho hincapié durante años en tratar de asegurarnos de que nuestros seminaristas hablen español con fluidez. Obviamente, algunas personas tienen una mayor capacidad lingüística que otras.
¿Cuál es su evaluación general de las comunidades religiosas misioneras como Glenmary, que llevan la presencia de Jesús y de la Iglesia a pequeños pueblos y zonas rurales de EE. UU.?
Creo que es muy importante porque la Iglesia Católica siempre ha tenido una dimensión misionera. Estamos llamados a vivir y proclamar la buena noticia de Jesús dondequiera que vayamos. En el sur rural, especialmente, hay muchas áreas que aún no han experimentado el testimonio de una comunidad católica vibrante. Creo que el papel que desempeña Glenmary al llevar esa presencia a las áreas rurales del sur es muy importante, y especialmente aquí en la Diócesis de Knoxville.
¿Cómo ve este trabajo relacionado con el llamado que hace el Papa Francisco de que debemos ser una Iglesia misionera?

El nuevo obispo Mark Beckman nos llama, a católicos y no católicos, a "construir en este mundo un anticipo del banquete celestial".
El Papa Francisco ha sido muy claro en que la Iglesia está llamada a salir siempre de sí misma. Por lo tanto, no nos quedamos centrados en aquellos que ya están dentro de la comunidad, sino que la Iglesia misma siempre tiene que salir de sí misma y tender la mano. Me encanta el énfasis de Francisco en tender la mano a los que están en los márgenes. Creo que podríamos decir que quienes viven en las zonas rurales de Estados Unidos, y en particular en el sur, en cierto modo son personas que viven al margen. La mayor parte de nuestro país se concentra en grandes centros urbanos. Creo que es importante no olvidar esas hermosas zonas rurales de nuestro país.
¿Le gustaría aprovechar esta entrevista para enviar un mensaje a los lectores en general, y en particular a la gente que vive en las zonas de misión de Glenmary aquí en su diócesis?
Sí. ¡Ustedes son importantes!
Disculpe que le interrumpa. Asumo que usted incluye en este mensaje a católicos y no católicos, ¿correcto?
Exactamente, sí. Todos ustedes son importantes para nosotros. Pertenecen a esta gran y hermosa familia humana que Dios ha creado. Y el deseo de Dios, creo que en última instancia, es que algún día todos compartamos juntos un banquete en el Reino de Dios. Por eso es importante que permanezcamos juntos, que trabajemos juntos y que tratemos de construir en este mundo un anticipo del banquete celestial, donde todos son bienvenidos a la mesa y todos pueden compartir sus dones y ayudarse mutuamente. Creo que esa imagen del apóstol San Pablo, de que todos somos parte de un solo cuerpo, y que a todos se nos han dado dones, y que todos estamos invitados a compartir esos dones por el bien común, es muy importante. Eso incluye a todo el mundo.

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