Kuzz mlo

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Fragmentos del Kuzz-mlo (Biorema) Atríbuído, al menos en parte, a Dispa Oplvid. "Es esta la relación detallada y la transcripción aproximada de cuantos nombres y costumbres de seres, de cuantos pueblos y regiones Ieóonzo*, y la compongo durante la estación tibia de yemas dulces y flores despiertas, la quinta desde el principio del reinado de Baralvenjek, la centésimosegunda desde el principio del reinado de su padre Clovasglabhajek. No obstante he cruzado lo que un día llamé el primer Velo, y mis visiones brotan ahora de todos los manantiales. Del fin de Tumturia he oído los ecos, cuando los nietos de nuestros nietos respiren ya el polvo de nuestros huesos, de un blanquísimo Silencio seco incinerando las formas. Y de estas formas he sentido el pavor que solo el sufrimiento causa, mayor que el miedo a la muerte, mayor que el miedo al nacimiento. Yo soy Dispa Óplvid, y esto es lo que he visto." "De la forma del Mundo aún discuten los sabios, yo no diré nada, pero recordaré que en el fondo del mar hay cosas vivas que nadie puede traer a la superficie sin destruir, y de ese modo son muchas cosas. Sus habitantes mas sólidos son los Animales, las Plantas, los Humanos, luego los Faunos, Tritones, Gigantes, Pretolkos, Siamnas y Lamias, Niemándils y Duendes de hogar y de oficio. Luego los Soor y el mundo elemental, Lúdicos de todo color y velocidad, elementales del aire, Salamandras, Ninfas, Poloelias, Djins. Cada día que pasa, un naturalista encuentra otro refinado insecto elemental, o una nueva conciencia azul surgida ante los Velos. Aún no se nada sobre los enjambres de Kairitos que van al mar, ni entiendo porqué la mayoría de las personas no puede ver claramente a los Soor u otros seres difusos, y por esto nombraré a todos los seres que en aquellos planos (o planetas) donde la presencia humana es demasiado numerosa, son desconocidos o extraños. Conozco Tierra, donde no saben qué es un Prameg, e ignoran asimismo que son animales domésticos de tres patas, que en muchas regiones se crian en vez de las Vacas o las Ovejas y Chivos. En esos mundos casi todos los animales tienen número par de miembros y ojos, y por esto, algo como un Prameg o un Anugma escapa a su imaginación. Un Anugma es un reptil de dos ojos encumbrados, de boca ancha y trágica, un espanto que se apoya en siete extremidades, con su cola en espiral derecha si es un macho, en espiral izquierda si es una hembra. Siempre han vivido en los pantanos y no gustan de las aguas abiertas y rumorosas del Jabaji o de cualquier otro río. También prospera allí la mayoría de los Snufos, porque los terrenos demasiado secos no les convienen, (aunque en el pasado spiralut* se presentó prueba de que existían algunas colonias en tierras de pastoreo o labranza). Diré que los Snufos son enjambres de Gusanos ciliados sumamente voraces y rápidos, que suelen sorprender al ganado descuidado en las noches, y tienen preferencia por los tejidos y cueros, pero se vuelven de inmediato contra la carne y entonces son muy difíciles de vencer. Los domina una reina, hinchada bajo la raíz de algún arbolito, y única vulnerabilidad de estos seres. *Trataré de los spiralut mas adelante, al referirme a los orígenes del reino y de los linajes humanos que conocemos."


Sobre la Selva Primordial "Creo poder afirmar con seguridad que en todos los mundos son conocidas las Sangijuelas, las Lamias y los Avispones, todos peligros de ciénaga y charca, pero no estoy seguro de que en el devenir de las épocas futuras se guarden con tanto celo ciertas tradiciones, y por eso hablaré sobre la Selva Primordial, aún corriendo un inmenso peligro, y tal vez equivocándome sin remedio al hacerlo. Porque se ha creído siempre, que en un remoto pasado existió en estas tierras la selva mas descomunal y voraz, el mas rico núcleo de vida y evolución, y que el pantano constituye su despojo miles de veces milenario, junto a los troncos petrificados de unos árboles colosales y fuera de toda medida en este mundo, que la gente conoce en Tumturia como árboles tallados. Toda vez que continúa abierto a discusión entre nuestros hombres mas inteligentes el misterioso diseño del Tiempo, las teorias acerca de las etapas del mundo, la historia, siguen también sujetas a graves dudas, y por esto los mas jóvenes e impulsivos pueden creer fácilmente que la Selva Primordial una vez existió y ya no existe, o que existe ahora mismo y Tumturia no, o, en fin, que en un futuro pavorosamente lejano brotará de la nada y comenzará a existir. Por esto y por mejor trabajar en diseños intermedios, se guardó secreto de estas cosas. Y se guardó entre pocos. Nuestros mapas no siempre corresponden con sus regiones representadas, y esto no solo obedece a la impericia de nuestros exploradores, regiones enteras cambian de lugar y rostro, sin que llegemos jamás a darnos cuenta. Las corrientes oceánicas que depositan una y otra vez a los fabulosos árboles Laro en las playas, lo hacen siempre en distintos puntos, ni siquiera los pescadores pueden decirnos de dónde vienen estos troncos quíntuples, rosetas flotantes de madera nueva y dócil, típica de la selva pero perdida en la vieja sal plateada del mar. Tampoco son de fiar los vientos que en ocasiones traen incontables semillas aladas, que se llaman Kisotías, y que tardan en caer tantos días, porque de este modo pueden viajar cualquier distancia, y nunca ha germinado ni una sola de ellas, de modo que podamos reconocer a la planta adulta. Así que es necesario dudar de la leyenda de Grokle Gund Yéle, el primer hombre que remontó el laberinto de islas y corrientes, y un día alcanzó la desembocadura del mayor rio de aguas arcillosas que nunca hubiera visto, y cuya corriente penetraba al vientre del mundo hundiéndose en el vidrio negro del océano. Y es también dudoso que alcanzara entonces la Selva Primordial, porque el Kn kant mlo nos dice que sólo puede llegar a esta selva "quien atravesare todo cristal" o, dependiendo de la traducción "quien abarcare un cristal inclusivo". Ahora puedo confirmar esa idea tan confusa, debido a ésta mi nueva posición, y así digo que en efecto puede llegarse a la Selva Primordial cruzando muros de cristal ocultos en distintos extremos del reino, y puedo decir también que así es como los duendes y elementales viajan libremente de unos a otros mundos, en busca siempre del hogar mas armonioso y de las gamas de frecuencia mas cómodas para ellos. Se dice que la selva ordena su vida por el sol y las lluvias, y por el paso de un pequeño planeta de color verde claro, que llaman Shiá. Cuando Shiá no aparece, una clase de lúdicos sin lenguaje, los Suldilud, saltan fugazmente de árbol en árbol, escondiéndose en sus troncos, sólo se ven como unas siluetas fantasmales, y nadie sabe porqué, no soportan el aire, ni la luz verde de shiá, pero aún así no se cree que estos seres guarden parentesco con


los elementales turbios u oscuros que tanta malevolencia sienten por los hombres. Otra conocida presencia elemental conciente de la Selva son las Saro. Éstas son guardianes de los siete peores venenos. No sabemos porqué, coinciden en su delirio aquellos pobres locos que sueñan con ellas, y similares son las historias que éstos cuentan, al que quiera oírlos. Así sabemos que ellas son dulces e inocentes como Hadas, que prácticamente no tienen memoria ni conservan recuerdos nunca, y que son tan hermosas que los hombres no se resisten a desvestirlas, pero al hacerlo, las Saro lloran lágrimas que se comen todo, que reducen a ceniza seca a casi todas las cosas de la Selva, y el simple derramarse de esta tristeza es un peligro incalculable, porque también empeora entonces el tenor de las ponzoñas que ellas cuidan, y cada nuevo asalto a su pudor vuelve mas y mas venenosos sus venenos. De estas sustancias y de otras, que a su modo también forman puentes entre la vida y la muerte, hablaré mas adelante. Ahora intentaré develar el viejo misterio de las Magrinas, y demostraré que no se emparentan con Sirenas y Lamias, Niemándils y Siamnas, porque proceden de otro reino y obedecen a otros principios. Tienen conciencia multifractal, de conexión muy poderosa y cruzada con el geodiseño de cada época de aquí al futuro, por eso al ver una Magrina en el goteante laberinto negro de la selva profunda, uno puede ver una fila de doncellas perdiéndose al modo de una serpiente en la espesura, y así como la mas cercana nos parece absolutamente hermosa, y la que acecha detrás apenas un poco menos bonita, la siguiente lo será aún menos, de modo que la mas lejana representa el mayor horror que podamos concebir, ¡y todas son la misma Magrina!. Esa especial multifractalidad, causa que quien mire a la mas cercana doncella, permanezca entre nosotros, pero quien sobreponiéndose al temor decide mirar a las mas lejanas, de pronto desaparece de nuestra época, y no volvemos a saber de él, y nuestros descendientes lo encontrarán desmayado en la selva, muchas, muchas lluvias después de que todos crucemos los Velos (Aún me retuerzo de temor al no comprender porqué los humanos han perdido ciertos cristales de la sangre, al no entender porqué he tenido que cruzar un Velo para ver lo que una vez estuvo a la vista de todos, y aún mas, al notar que en todas éstas mis visiones sobre la Selva, hay una oculta presencia retumbante que no deja huella alguna en mi memoria. No son los Bosuld, ni sus celestiales instructores de civilización, eso lo sé, pero ¿que es?, ¿que?)."

Sobre los Bosuld. "Los jardineros de mundos los han visitado a todos, indiferentes al poder, a las facciones, a las cosas que conforman una personalidad humana o similar, viven para impulsar la evolución y embellecer los desenlaces de las acumulaciones armónicas en cada revolución original. En la Selva Primordial la joven especie Bosuld ya cabalgaba a sus cangrejosherradura, pero estaban ajenos a la vida sedentaria y a los cultivos, a la representación gráfica y a sus consecuencias, y su cultura floreció subitamente tras la visita, como ha ocurrido en Gaflpak y en Tierra. La piel de los bosuld es como la de las boas, de un color naranja que puede ser intenso u opaco, sus brazos engañosamente delgados tienen un vigor extraordinario. Se sostienen en cuatro piernas, dos con las rodillas hacia adelante y dos con las rodillas hacia atrás. Originalmente nómades y cazadores, han domesticado a estos descendientes de los


Trilobites, que infestan como una pesadilla algunas zonas de la selva, los cangrejos herradura, que los bosuld dominan metiendo sus cuatro pies en la unión de sus placas. Solo una mente creada en esta percepción de profundidad y velocidades, formada en este mundo tan exigente, puede sobrevivir a semejante medio de transporte. (Esto es cuanto he sostenido durante los spiralut, contra el testimonio de viajeros y exploradores que nos hablan en ocasiones de seres humanos viajando a inmensas velocidades, en tal o cual región, cuando todos sabemos lo peligrosa que puede ser la mas simple caída desde un caballo.)"

Sobre los Kloate y los Trá. "De la existencia de los Trá y los Kloate no tenemos aún pruebas, lo que se dice es que son, o fueron, tribus humanas originadas en la selva, y aún los mas fieles seguidores de Sfaosfa se muerden la lengua antes que sugerir en público que su Padre Generador ha sido Grokle Gund Yéle. Veo a los Kloate, que se han vuelto los mas fieles hijos de la jungla, sus amantes, y una mas de sus fieras, renunciando incluso a ser llamados Trá (hombres). Habitantes de rutas de migración cíclica, en busca de semillas y frutas, no se visten ni se refugian mas que en si mismos, saltando de rama en rama y exhuberantes de energía, a veces corriendo como locos por toda la Selva. Sus brazos se han vuelto mas largos y fuertes, su piel blanquecina, mas poderosa y sensible, sus tabúes reducidos por la rabiosa inocencia de su forma de vivir. Un viejo secreto de raza, que ellos no revelan a ningún Trá, constituye su principal rito, su sacrificio y su bendición, el eje en el que se asienta el oscuro espíritu de su cultura. En el origen de los Trá hay leyendas de agricultura y cosechas, como si estas cosas no fueran cosa de los Bosuld, sinó provinieran de su corazón humano, y es por esto quizá que los Treno-Trá sienten este impulso que los lleva inexorablemente a servir a los Bosuld, a vivir cerca de ellos y responder a su voluntad. Los Bosuld reclaman títulos de soberanía y de autoridad sobre las forma de vida que han creado, buscando tristemente ejercer un control en las olas de conciencia nueva, y su intento ciego puede ser nuestra perdición, porque llegará el día (no hoy ni mañana, ni en el transcurso de nuestras vidas), en que los Bosuld descubrirán Tumturia, y van a encontrar también objetos provenientes de nuestro futuro, y la prodigiosa visión de Ilid y sus cúpulas resplandecientes, el ensueño de sus terrazas y basamentos, la gloria de Tumturia, despertarán su envidia y su temor. Es que en la Selva Primordial no se han visto nunca ciudades vivas. Es cierto que la vegetación a veces se desgarra dejando ver viejos muros de piedra verde, o se pierde un niño en las bocas partidas del cadáver de un templo tomado por los insectos y Corcoe. Pero una ciudad entera, gozando del sol, libre de la silenciosa guerra invisible de las raices y los tallos, libre del sofoco de mares de mosquitos, libre del roce casual a una flor de Priku o la mirada de los Anugma... todo esto es, al fin, algo mas que un sueño de civilización. Los Piten-Trá nunca se han sometido a nada, salvo al calor del sol en las copas mas altas de la selva, miles de pasos sobre el suelo, ni responden a otra cosa cosa que no sea la risa del viento y el milagro diario de las Kisotías. Los bosques de Tumturia no son más que un desierto frente a la Selva Primordial. Su prolífico vientre crea nuevas formas y seres dia tras día, tan rápido sucede esto, que siempre está descubriéndose algo nuevo, y no hay en esta


selva una sola capa de luz y sombra, porque los árboles Uglér se suspenden con sus raíces del medio cuerpo de los Gromuug y otros árboles gigantes, y así como proyectan sus copas de hojas verdes a lo mas alto de la bóveda, también proyectan un casi perfecto espejo invertido de sus copas, en color violeta. La intensa luz solar que irradian a lo profundo de los abismos vegetales, regala su prosperidad a los árboles de una segunda selva,donde crecen sus copas y tallos. Todo este entramado milagroso se mueve tangiblemente, cambiando a cada momento, enervado de grosísimas lianas interminables, llamadas Ciglure. Y muchos seres del suelo jamás han visto la verdadera luz del sol, y muchos seres de lo mas alto no saben qué es pisar la tierra. A veces sucederá que un comerciante Bosuld traerá Simanú u alguna otra ponzoña, y misteriosamente su efecto será mas devastador e inmediato de lo calculado. Algo que he presenciado en las cacerías de los Treno-Trá, puede explicarlo. Estos hombres necesitan a menudo las lágrimas corrosiva de las Saro, porque son su única manera de formar un campamento fijo en tierra firme. El fuego es incontrolable y peligroso, y la Selva no arde con facilidad, así que vuelcan las lágrimas intensas de las guardianas, creando un espacio donde levantar a toda prisa sus cabañas de caparazón de Gunurí. Deben abandonar el lugar al otro día, pero luego la vida reconquista las llagas grises y las borra sin dejar rastro."

Sobre Piten-Trá y Nómades Shilba. "Veo a los Piten-Trá, y presiento la reverberación de un particular encuentro cercano al fin del Reino, el afortunado comienzo de una amistad entre estos hombres pájaro, enamorados del vértigo, y los primeros Nómades Shilba. Ni siquiera los Piten-Trá sospecharon jamás la intervención de los Bosuld, que manipulaban a las cosas vivas, en la creación de los Nómades, así como los Bosuld creen, en su soberbia, que no se involucró otra fuerza que la de su ciencia voraz. Los ancianos Nómades que germinan en el interior de los árboles Shilba, un día despiertan y emergen de la corteza. Decrépitos y delirantes vagan por la selva, presa fácil de las fieras y los peligros. Los que alcanzan a rejuvenecer un poco, (su tiempo corre en sentido inverso), suelen sobrevivir hasta alcanzar la máxima juventud posible, y entonces la mayoría decide llegar al término de sus vidas rejuveneciendo hasta la semilla, o siendo devorados entretanto. Pero algunos emprenden un viaje ritual de inicio a la infancia, a través del cristal que su pueblo conoce. Sólo lo harán aquellos capaces de cosechar ramas verdes de Abudele, este árbol de madera naranja y propiedades eléctricas, y cruzar con ellas a la región Ante los Velos, que un dia lejano existirá sobre los huesos de Tumturia. Estos que hoy conocemos como Pretolkos serán entonces algo mucho mas funesto, de una ferocidad mucho mayor, pero los Nómades Shilba disputarán con ellos las fabulosas pieles de Soor, siempre intentando frustrar sus cacerías, y crearán una industria inimaginable de la madera naranja del Abudele y la tela semipresente de los Soor, herramientas y artilugios de vuelo mitad aquí, mitad tras el primer Velo. Así los hombres de este plano creerán en la humanidad de los Nómades, y no comprenderán la realidad del Desierto Blanco, del periódico climax de electricidad y luz, porque tampoco saben nada de los mundos en


llamas, ni de la cuna de las Sicali, y su trato con los nómades en niveles de percepción fuera de nuestro alcance. Tampoco yo alcanzo a sostener tales visiones, aunque las intuya. Debió ser un hombre muy especial el Piten-Trá que un día quiso conocer las selvas inferiores y se sintió con ánimos de abandonar por un tiempo la voz del viento y la caricia del cielo abierto, para explorar las cavernosas bovedas ocultas. No se conserva su nombre, pero se sabe que encontró a un anciano Nómade recién nacido, y por piedad le sirvió de guardián y guía, ya que era incoherente y amigable, todo sucio y cubierto de nieves esponjosas que el tiempo convirtió en una vestimenta natural de su cuerpo. Lo cuidó hasta que rejuveneció lo suficiente para valerse por si mismo. Este fué el primer Nómade que encontró la salida de la selva y regresó con su obsequio único. Los Piten-Trá siempre habían deseado volar... Puedo sentir desde hace tiempo que algo horroroso va a suceder con algunos clanes de lúdicos, y las malicias de algunos líderes elementales me llevaron a proponer este Pacto, asentándolo en el poder del Cetro cuyo origen no conocemos, pero siento también oscuramente que ése ha sido un error, y que no soy mas que otro juguete en las manos del Único." Sobre los Gunurí, Sifteen, y Cipanfos. "Pero hablaré todavía de los pájaros corredores de la selva, los Gunurí, cuyas alas se han fusionado en una caparazón articulada similar a la de las Arusias, aunque mucho mayor, y que resiste la acción corrosiva de las lágrimas de Saro. Los Treno-Trá los cazan, algo muy temerario, porque estos animales son ágiles acorazados carnívoros, con un pico temible, una máscara ósea y una cresta de plumas afilada, y sus patas muy poderosas, corren por la espesura como sólo los Cangrejos Herradura y otros trilobiteos pueden hacerlo.Sus parientes, los legendarios Siftiin, son casi el único depredador que persigue a los Corcoe y Etoriles (pequeños seres con un esqueleto externo de metal, parecidos a los insectos). Los Siftiin se encuentran siempre cerca de las ágiles manadas, y acostumbran a emitir una llamada de alarma, sumamente musical, y que se oye claramente desde muy lejos,cuando perciben algún peligro. El feroz desplazamiento de los Gunurí, abriéndose paso brutalmente, espanta a estos insectos de metal, los Corcoe, que por huir trepan ciegamente los tallos resbalosos y los empinados troncos oscuros, y quedan así al alcance de los Siftiin. Los Etoriles son en general mas pequeños, y su propiedad magnética los transforma muchas veces en parásito de los Corcoe o de los mismos Siftiin. Los llamativos pájaros, han desarrollado recursos de armonía y placidez radiante, logran generar cierto entorno, lleno de brisas y melodías imperceptibles, que mantiene adormecida la acción de sus parásitos. De otro modo los convertirían pronto en una seca momia gris, desmineralizada y mustia. Y nombraré todavía a los Cipanfos, por quitar al viajero su temor si los encuentra y ellos lo topan brutalmente. No son carnívoros, comen el musgo de las raíces, y su intención al topar es simplemente echar de su territorio a cualquier intruso. Ofrecen el aspecto de serios peces del tamaño de un cerdo, cuyas aletas, abiertas en largos dedos, los sostienen tomándose de ramas y tallos, de tal manera que los Cipanfos se mueven entre los árboles como si todavía fueran peces, y parecen nadar en el aire."


Sobre las Arusias. "La Arusias, que mencioné mas arriba, son llamadas también tortugas-monito, porque viven desplazándose por las ramas altas de la primera capa de selva, persiguiendo Mariposas y tragando flores. Sus caparazones se endurecen tanto cuando mueren, que entonces se entiende que puedan confundirse con Tortugas, si bien las tortugas nunca tienen ocho manos prénsiles, sino que tienen cuatro patas. Además las diferencia su lengua, que brota como pelo negro de todo su rostro, dejando libre solo su mandíbula inferior, y que escurre una saliva acelerante sobre los alimentos mas duros, para ablandarlos en un momento y volverlos digeribles. Y obviamente su agilidad sobre los árboles, y especialmente su comportamiento defensivo grupal, las hace diferentes de cualquier otro reptil. Hemos oído de seres marinos que subitamente se dejan caer todos juntos a capas mas profundas del mar, para evitar a los depredadores. Las Arusias hacen algo similar, escondiendo sus manitos de cuatro dedos, y girando, como una lluvia de cuchillas, tronchando lirios y salpicando savia u sangre a su paso. Algunas se incrustan en un tronco y muchas veces las hormigas las encuentran antes de que logren liberarse, las demás se reagrupan, ensalivan cualquier cosa que haya muerto y la comen de prisa antes de volver arriba y virtualmente desaparecer. Poco después nadie adivinaría que están ahí, y que la menor alarma puede provocarlas. ¿Porqué los Kloate cazan Arusias? tal parece que aprovechan su saliva en la preparación de alimentos, pero no he logrado penetrar el umbral que su fuerte tabú establece, porque la cacería de Arusias también se relaciona con sus ritos de iniciación a la vida adulta, y los Kloate no imaginan o sueñan demasiado, ni son lo bastante vulnerables como para que sea fácil quebrar esa barrera y ver claramente todo el proceso."

Sobre Ninfas y Poloelias, Sirenas y Niemándils, Lamias y Siamnas. "Es universal la presencia de las Hadas y las Ninfas, hasta donde Sabemos, porque están inextrincablemente ligadas a la vida vegetal. Las Poloelias Fulgurantes tal vez sean menos conocidas, bastará decir que se mueven siempre como bailando, vestidas con pollerones de anchísimo ruedo, y no siempre pisan el suelo al hacerlo. Cantan y rien casi de modo permanente, y son un auténtico dolor de cabeza. Hay multitud de elementales de polaridad femenina, casi todas muy sutiles, la inmensa mayoría enraizadas en el estado líquido, y por esto la nefasta afinidad sinérgica de los cuerpos humanos y los cuerpos de las Sirenas... El rastro de la presencia de las Sirenas y Lamias es claro en Tierra, incluso parece que llegaron a ese mundo en una súbita invasión, desde nuestros mares, sin que sepamos porqué, (y con las dudas que se generan siempre por esos sospechosos desfasajes en la sincronía de algunos hechos, resulta que no sabemos tampoco cuándo) Tal vez estas aparentes anomaliás se explican por las desconocidas leyes naturales que gobiernan estas conexiones, es preciso reconocer nuestra ignorancia. He dicho que a todos nos son familiares las Hadas y Sirenas, y que en todas las regiones se lucha contra las repugnantes devoradoras de niños, las Lamias, pero sólo en Gáflpak y Etzné se conoce la faceta despierta de las Siamnas, y sólo en esos planos una Siamna es un ser bondadoso Ante los Velos.


Aquí, como en todo el resto de los mundos conocidos, una Siamna parece una estatua helada ligeramente cubierta de escarcha, ofreciendo ciegamente sus palmas de las manos abiertas al cielo, y tomar sus manos responderá por siempre toda pregunta o cuestión, como un oráculo, sólo que al precio del agotamiento, ya que el infeliz que se arriesga a tomar las manos de una Siamna se hunde en un plano de música y danza infinitos, de tanto goce y resolución, que jamás puede dejarlo por si mismo, y así se encuentra a veces el cuerpo de un viajero, seco como un higo, helado y quebradizo, abandonado junto a un rastro de agua que nunca nos revela porqué nadie ha podido ver alguna vez a una Siamna en movimiento. Las Sirenas, al decir de los pescadores, no son algo tan terrible, y sus Tritones por lo general las acompañan, cuidandolas para evitar que se acerquen a los barcos y provoquen accidentes, pero sólo los reyes y sus linajes auténticos son invulnerables al encanto fatal de las Siamnas, así como sólo ellos pueden sobrevivir al sueño que induce el Loto negro. Una Niemándil es algo único. No sabemos cuántas hay, pero son pocas, eso es seguro. Casi siempre viven apartadas de la gente humana, en los manantiales de cada hilo de agua que brota y se vuelca en los valles desde las montañas. En vez de cabello sólido, una fuente incontenible nace en sus cabezas, empapándolas siempre, mojando a perpetuidad su vestido transparente, y empapando todo a sus pies, volviendo indiscernibles sus rasgos, así como no puede verse nada al otro lado de una catarata. Hay quienes dicen que ellas viven al principio de los arroyos por mejor sentir lo que sea que sienten alcanzando al mar lejano con el extremo de sus cabellos. O quienes afirman que el mismo rio Jabaji nace y se nutre de las Niemándil, y que las aguas de deshielo no aportan tanto a su caudal como ellas. Y ellas no dicen nada, uno juraría que sonríen cuando no contestan a ciertas preguntas y no quieren dar detalles sobre algo. Por lo demás, el fuerte lazo de Isuá Pné con el linaje tumturiano de reyes, nos muestra el inmenso amor inteligente que las Niemándil son capaces de canalizar para los hombres, y para muchas otras criaturas... Isuá Pné es la primer Niemándil que tenemos oportunidad de conocer y tratar. Sus consejos son sabios, sus poderes de visión superan lo humano, ella pronto sabe mas de nosotros que nosotros mismos, y en cambio el abismo que la separa de lo humano es tan inmensamente frio y devastador, que simplemente no podemos conocerla tal como es. La sexualidad y el erotismo del mundo elemental son algo que el hombre de buen sentido no querrá explorar, no hay nadie en su sano juicio que pueda decirnos que sintió con una Sirena, sencillamente porque su humanidad se ha disluelto en un vasto orgasmo del cual nadie regresa, y no queda nadie allí para relatarnos la experiencia. La escepción son los Faunos, tal vez los únicos capaces de esperar al borde de los árboles, y acechar las ventanas para cortejar y amar en secreto a las mujeres de los hombres. Sabemos tan poco de esto que aún se discute si los Akliebos son una variedad más de Duende, con rasgos particularmente infantiles, o son en realidad Duendes niño. Muchas Hadas nacen del corazón de una flor, los Gigantes se organizan en familias, los Hipoglifos han existido siempre. En algunos casos el Pulso de vida que dió origen a una raza vino del mar, en otros, vino del Vientre del Mundo, pero qué es lo que en verdad está pasando... ¡eso nunca lo sabremos!" "En el Biorema original, que ahora sostengo en mis manos, están consignadas algunas cosas que no puedo reproducir aquí. Desde que inició mi búsqueda de este original, mantuve mi firme propósito de descubrir lo que Borombé Oit, o Borommé Oít, de seguro


había cifrado y oculto en él. Quise hacerlo, pero esta misma pavorosa sensación que me persiguíó en la Selva Primordial, me enceguece y entorpece cada vez que lo intento. Escribiré con mayor fervor, al Ver que esta simple tarea que me impuse tiene al parecer un lazo tan estrecho con mi muerte..."

Reseña historica y de seres de Tumturia. "Para empezar diré lo que sé sobre los Flautistas y sobre los Búhos. Es por su música y su presencia en los bosques que Tumturia goza de una gracia especial, porque tiene un clima bendito, y las tierras mas lejanas, donde no llega el suave trino de los invisibles, suelen ser atormentadas por vientos incontenibles o soles sin piedad. Los Búhos de estrella tal vez provengan de la tierra, donde sabemos que viven otras especies de Búho. Pero la vida en la Tierra es ambiguamente sólida siempre, al menos para la Visión humana, (lo que no presagia nada bueno para su futuro). Las flautas tocan de manera constante, apenas debajo de nuestro umbral de percepción, y es por la sensibilidad de nuestros místicos que las descubrimos en primer lugar, cuando las caravanas de guerreros sobrevivientes, atravesando las montañas, muriendo de a cientos en los pasos congelados del techo del mundo, llevando semillas y mujeres, pero siempre conducidos por pastores de hombres, se volcaron desesperadas en los valles fértiles de las Tierras Tiernas y se sintieron en su hogar, disputándoselo a las serpientes. Se fundó Tumturia y nuestro primer monarca reinó, ordenando en primer lugar borrar de las crónicas nuestro lugar de origen, la historia de nuestra guerra y nuestra derrota. Fundó una nueva dinastía, cuyos tres primeros reyes no tendrían nombre alguno, y asentó las primeras piedras de Ilid, terminando en un tiempo prodigioso la construcción y gloria de la ciudad mas hermosa que pueda verse. Ordenó la destrucción de armaduras y armas, y redujo el oficio de herrero a la producción de herramientas. Para el fin del segundo de estos reinados, el pueblo interrumpió la tradición oral sobre el pasado de nuestra raza, y el estrecho vínculo que se formó con los elementales y lúdicos del reino contribuyó no poco a desdibujar en la memoria colectiva ese conocimiento tan primordial. Por supuesto que no todo lo que encontramos fué hermoso y entrañable. Los Gigantes Cíclopes merodeaban en gran número las aldeas y lugares humanos, los osos cavernarios y felinos enormes que cazaban en la noche eran siempre una preocupación. Los Arqueros de Tumturia, Unicos que conservaron una tradición marcial, aparte de la guardia de palacio, se transformaron en los mejores cazadores, sirviendo fielmente a los reyes en el control de las plagas y peligros." Sobre Soor y Pretolkos "Nuestros antepasados ya conocían a los Soor, pues contaban hermosas leyendas donde estos inmensos seres semidifusos se comunicaban con la gente humana, leyendas relacionadas con la montaña central del mundo, el Maish-Pathal, adonde se decía que confluían todas las rutas de migración de los Soor, pero tan confusas eran estas historias, y tanto se contradecían, que han sido descartadas como tema de estudio histórico, y ya no se cree en ellas con tanta simpleza como antaño.


Y los Pretolkos siempre han sido la contracara de los Soor. Es tan sublime la sensación del paso de una manada de Soor, y tan aterrador el ataque de los Pretolkos, que se han desatado interminables controversias, poco prácticas, acerca de la existencia del infierno, y de una improbable gama de vibraciones que no obstante tender a la desunión parece agruparse como la misma vida lo hace, resultando en la creación de torturadas conciencias, como si el fino ajuste sutil del entramado mas delicado, de ese orden tan intrincado, pudiera sostener ocasionales "imprevistos". Asi que los Pretolkos, contra la creencia popular, no son demonios ni cosa parecida, sino los depredadores naturales de los Soor, que, estos si, no sabemos qué son. Porque los Soor ofrecen el aspecto de las ballenas del mar, son brillantes y semitransparentes, y no es posible enfocar sobre ellos una mirada clara, ni puede verse entero su cuerpo. Van nadando silenciosamente, a veinte, treinta pasos del suelo, y los mas brillantes vuelan mas alto, pero son tambien mas pequeños. De sus flancos surgen larguísimas nervaduras como látigos en el agua, festoneado de vaporosas telas que parecen carcomidas. Estas alas aparecen y desaparecen, y se cuenta que su caricia, cuando alguien ha tenido la fortuna de ser rozado por ellas, se reconoce como si uno ya la hubiera sentido antes, y a veces provoca la melancolía de un anhelo desconocido, de algo inalcanzable. Isuá Pné nos ha enseñado a pedir con dulzura a sus Hadas guardianas, el polen de algunas flores, que fortalece y reanima al espíritu frágil, salvándolo de esta tristeza tan hermosa, así como nos instruye en mil maneras y gracias del mundo elemental, mil medicinas lúdicas y difusas. No hubiéramos prosperado de otro modo." Los Spiralut "El abanico de percepciones nuevas que desmadraba el cauce humano demarcó la ciencia de relativo consenso que dió origen a los spiralut, donde las personas mas sabias o conocedoras compartían o disputaban sus sabores o Visiones de este nuevo lugar Ante los Velos, donde se estudiaban los restos del pasado y las tendencias de Lo Organizante hacia el futuro. Posicionados en espiral, y siguiendo un complejo orden, las exposiciones y noticias se suceden a veces por días enteros, y no obstante esto, hay grandes silencios en los spiralut. Nos acompaña siempre Isuá Pné, y a menudo el propio Baralvenjek se acerca, casi siempre a escuchar, muy rara vez a dar una opinión, porque siempre quiere saber mas sobre todo, y suele repetir: "mientras aprendo crezco, mientras crezco no cruzo (tras los Velos), mientras no cruzo aprendo"" Meseta de Baord, Transparentes, Hipoglifo "Mientras Ilid crecía y los caminos mas transitables se abrían paso en los valles, fue explorada la meseta de Baord, y los bravos arqueros de Tumturia, que traían orden de investigar si el lugar se prestaba para construir un puesto que dominara los valles camino al mar, y una torre que pudiera comunicarse con la mas alta del palacio, hallaron sorprendidos los cimientos erosionadas de un edificio antiquísimo. Pronto despertó el interés de un grupo de naturalistas, que halló en el lugar pruebas de una serie de hechos, la mayoria comunicados a la gente común, algunos guardados en riguroso secreto. Sobre esas mismas


piedras, y de acuerdo a planos que muy pocos vieron, se levantó un gran edificio que no solo cumpliría con estas precauciones necesarias, sino que serviría como un centro de estudios y una biblioteca, en un principio bajo la responsabilidad de Sfaosfa, luego, cuando se le desterró, bajo la del anciano Canckret Eyeó, y su familia. Fueron los primeros en acercarse con cierto éxito a los valles interiores ocultos en el regazo de la robusta cadena montañosa cuyos picos mas altos llamamos Montañas Sonantes. Algo modificaba el agua de ciertos torrentes, algo que la sobrevibraba y alivianaba, un principio desconocido cuyo efecto se perdía con la distancia, pero que explicaba la prodigiosa fertilidad de las Tierras Tiernas, y que era la primera evidencia de la posibilidad de la igniclosión, esto es, un proceso de súbito desarrollo individual, o evolución, del potencial con que está dotada cada vida. Teóricamente un ser vivo podía saltar adelante miles de generaciones en su especie, y eventualmente convertirse en algo mas, en otra cosa. Con el paso del tiempo llegó a correr entre la gente un rumor, una historia que hablaba de una raza de seres transparentes, que condensaban la luz del sol y la transducían en cierta clase de vibración, una frequencia que derramaban en su ambiente, volviéndolo de alguna manera inaccesible para los humanos. Los pocos elementales que se hallaron viviendo en el viento de las cumbres eran demasiado hilarantes para hablar con ellos, los duendes domésticos no se sienten cómodos a cuatro mil pasos de altura, con las estrellas al alcance de la mano, y no fueron de utilidad. Los lúdicos, esa clase de elementales particularmente molestos y camorreros, son muy buenos camaradas de guerra, pero no tienen mucha conducta, y no se desafía al vacio helado de los huesos expuestos del mundo, sin conducta. Cuando el soberano de Tumturia en persona condujo una caravana al corazón de las montañas, regresó a su palacio con un silencio que nadie osó quebrar, y mas tarde, bajo la luz de Nurú, recibió en sus terrazas dormidas la visita de un Hipoglifo. Este prodigio del reino viviente, una conciencia telepática de alto grado, y a su manera, servidor del Pulso, forjó con el rey un pacto honesto y duradero, que ordenó de manera armoniosa muchos desfasajes entre planos, causados por esta nueva convivencia entre humanos y elementales. Pero el misterio acerca de los Transparentes persistió, y lo sucedido con Sfaosfa nos muestra que la familia real aún mantiene en secreto muchas cosas, que algunos creemos deberían ser dichas abiertamente a los hombres del spiralut."


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