Medicina e Historia nº 4 2017

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Marc Ribas, Elena Guardiola, Carles Hervás y Josep-Eladi Baños

hospitales: dos en Barcelona (la parte correspondiente del Hospital de la Santa Creu y otro en la Ciudadela), el de Girona, que había sufrido un intento de cierre en 1750 y que disponía de un médico y un cirujano, y el de Tortosa11. Puede concluirse que, a lo largo del siglo XVIII, Barcelona nunca dispuso de un hospital militar independiente, a pesar de albergar una importante guarnición11.

Figura 2: Imágenes del interior del Hospital después de ser desalojado (1942-43)31

tropas borbónicas que cercaban Barcelona dispusieron de un hospital estable en Balaguer y dos volantes: uno en Tortosa y otro cercano a la ciudad condal. Al finalizar aquella proliferaron los hospitales dedicados a la milicia en Cataluña. En 1737 se contabilizaban los de Tarragona, Girona, Vic, Tortosa, Hostalric, la Seu d’Urgell, Lleida, Cardona, Puigcerdà y Roses, además de los servicios concertados con el Hospital de la Santa Creu de Barcelona. Cuatro años más tarde la mayoría de ellos fueron suprimidos. En

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1741 sólo se mantuvieron el de Girona y la parte contratada con el Hospital de la Santa Creu, que ese mismo año fue objeto de importantes mejoras. De la misma época es un proyecto consistente en la creación de un gran hospital de campaña adscrito al Ejército de Cataluña, que había de contar en su nómina con un protomédico, dos cirujanos consultores, un cirujano mayor y un boticario mayor. Lamentablemente, este proyecto nunca llegó a ser una realidad11. En 1792 funcionaban solo cuatro

Loa hospitales militares de Barcelona La información sobre los hospitales militares de Barcelona es fragmentaria, dispersa y, a menudo, inaccesible. Probablemente Parrilla Hermida haya sido uno de los autores que más se ha interesado por el tema y a sus contribuciones nos remitimos en las próximas líneas.1,12 La primera referencia proviene de un proyecto de 1716 tras la ocupación militar de la ciudad por las tropas de Felipe V sucedida dos años antes. Parrilla Hermida1 ha señalado que la importante guarnición, cercana a 4.000 hombres, llevó a un proyecto de un hospital con capacidad para 1.000 hombres, aunque nunca llegó a construirse. Así, el Reglamento para el Gobierno del Cuerpo de Cirugía Militar del Ejército editado en 1805, que relacionaba los hospitales militares peninsulares, no incluía ninguno de Barcelona.1,12 Por ello, la atención médica del personal militar de Barcelona era realizada en el Hospital General de la Santa Creu ya desde su creación. Así, en los archivos del centro ya existía un libro específico para anotar el ingreso de los militares enfermos. Cuando en 1760 se creó el Real Colegio de Cirugía de Barcelona, se utilizaron las salas de dicho hospital para entrenar a los cirujanos militares y los maestros del Colegio atendían al personal militar en las salas del hospital de acuerdo con las Ordenanzas13. Así seguía la situación cuando se inició la ocupación de la ciudad por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia en 1808. Este hecho marcó un cambio importante en la atención sanitaria de los militares, que conllevó la constitución de un hospital militar estable por primera vez, localizado en el popular barrio del Raval.


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