Teatro Luis Poma - 20 años

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Foto: René Figueroa, Archivo Teatro Luis Poma.
Foto: René Figueroa. Archivo Teatro Luis Poma.

Primera edición 2023

20 años en la escena salvadoreña

TeaTro Luis Poma, 20 años en La escena saLvadoreña

Investigación y redacción: ©David J. Rocha Cortez

Fotografía de carátula: René Figueroa Fotografías interiores: ©de los autores

ISBN: 978-99983-986-7-2

Edición al cuidado de Editorial Ojo de Cuervo @EditorialOjodeCuervo / editorialojodecuervo@gmail.com

Diseño y diagramación: Eloisa Hernández

Impreso en Talleres Gráficos

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley. Queda prohibida cualquier forma de reproducción, total o parcial, de esta obra, así como la distribución o transformación sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito.

Impreso en El Salvador Printed in El Salvador

Investigación y redacción

David J. Rocha Cortez

Pág. 09

Capítulo 1 Teatro y desarrollo local: impulso vital de Fundación Poma Pág. 21

Capítulo 2 Las formas de los clásicos Pág. 27

Capítulo 3 Artistas hablan: el Poma y la profesionalización de la escena teatral salvadoreña Pág. 45

Capítulo 4 La comedia, de ida y de vuelta Pág. 57

Capítulo 5 Artistas hablan: el Poma y la profesionalización de la escena teatral salvadoreña Pág. 71

Capítulo 6 Heridas abiertas: el drama Pág. 79

Capítulo 7 Audiencias: los otros imprescindibles Pág. 91

Capítulo 8 Economía creativa y plataformas comunicacionales Pág. 101

Capítulo 9 El telón sigue subiendo (posfacio) Pág. 111

Apéndice Pág. 117

Ricardo Poma, presidente de Grupo Poma y Fundación Poma.
Foto: René Figueroa.

Carta del presidente de Fundación Poma y Grupo Poma

En Grupo Poma tenemos la firme convicción de que una nación próspera es aquella que asegura el desarrollo económico sostenible y el bienestar de su gente. Para contribuir activamente a esta visión de país, la inversión social en áreas prioritarias como educación, salud y cultura ha sido un eje transversal a nuestra operación empresarial.

A través de Fundación Poma, nos hemos esforzado por mejorar el acceso equitativo a oportunidades con el fin de impulsar los niveles de progreso social.

El arte y la cultura son dos ámbitos vitales para el desarrollo integral y pleno de los seres humanos, porque enriquecen la mente, brindan una perspectiva amplia y diversa de la realidad, y contribuyen a estimular la creatividad y la imaginación. Reconocemos que las expresiones artísticas y culturales también son esenciales para preservar importantes principios y valores como la democracia, la libertad de expresión, la tolerancia, la solidaridad y el sentido de comunidad. Cerrar la brecha que nos impide como sociedad alcanzar la prosperidad cultural también es prioritario para consolidar un país con sobresalientes niveles de desarrollo y bienestar.

A principios de los años 2000, cuando Grupo Roble desarrollaba la décima etapa de Metrocentro, un proyecto visionario que impul-

só mi padre, Luis Poma, nos encontramos en la circunstancia de definir cuál sería el futuro de la sala CAESS. Decidimos que, en lugar de convertirla en un espacio comercial, la potenciaríamos como teatro, con el fin de ampliar nuestro impacto social en El Salvador, y la nombramos en honor a mi padre como una forma de reconocer su legado.

Primero, nos propusimos que el espacio facilitara las condiciones idóneas para montar obras de teatro de calidad; segundo, queríamos que estos espectáculos fueran accesibles al público, por lo que desde sus inicios Fundación Poma ha subvencionado el costo del boleto; y tercero, aspiramos a que este espacio contribuyera a la profesionalización de la carrera artística, a la dinamización de la agenda cultural y a la consolidación de una sociedad más crítica y democrática.

En el camino, hemos profundizado nuestra incidencia en la profesionalización de las artes escénicas. Creamos el Premio Ovación, en 2009, para incentivar la producción de proyectos artísticos creativos e innovadores; y, en 2019, lanzamos el Certamen Bienal de Dramaturgia, con el objetivo de promover la escritura de textos teatrales salvadoreños.

Ambos galardones han contribuido al crecimiento de la comunidad artística y a la diversificación de expresiones culturales.

El Teatro Luis Poma ha sido un actor importante para el crecimiento de las artes escénicas en nuestro país. Fue el primer espacio cultural dentro de un centro comercial, algo considerado insólito hace dos décadas. Ha sido escuela y lugar de profesionalización para los artistas, un espacio de entretenimiento y de reflexión para muchos salvadoreños y que, al mismo tiempo, ha inspirado el nacimiento de nuevas salas en El Salvador. Estoy convencido de que el éxito de cualquier proyecto depende de la determinación y motivación de las personas. El talento, la pasión y el liderazgo de mi buen amigo, Roby Salomón, quien ha dirigido artísticamente este programa desde sus inicios, han sido fundamentales en nuestra historia, así como el arduo trabajo, esmero y entrega de los equipos del Teatro Luis Poma y Fundación Poma.

La continuidad de nuestro teatro también se debe en gran medida a la lealtad y el respaldo incondicional de nuestra audiencia. Valoramos enormemente las historias compartidas en nuestra sala y el interés que demuestran para que el teatro sea apreciado por un público cada vez más amplio.

De cara al futuro, reafirmamos nuestro compromiso para continuar profundizando nuestro impacto en el ámbito de las artes escénicas y la cultura a través del Teatro Luis Poma. Estamos convencidos de que este proyecto estimula el progreso y el bienestar de los salvadoreños, porque fortalece el tejido social, conecta a las personas, promueve el entendimiento mutuo y estimula el crecimiento cultural.

Agradecemos a los directores, actores y actrices que confían en este espacio para convertir sus ideas en obras memorables. Reconocemos en todos ellos la determinación e ingenio para perseverar en un entorno retador, pero en el que vemos con esperanza y alegría que se abren nuevos caminos.

Ricardo Poma,
de Fundación Poma y Grupo Poma.

Preliminares

Alejandro Poma, vicepresidente de Fundación Poma y Director de Grupo Poma. Foto: René Figueroa.

Prólogo

Estar en sintonía con la gente es una cualidad esencial para todo proyecto artístico y cultural. Siempre me ha sorprendido la capacidad del teatro, un espacio donde convergen historias y visiones tan diversas, para conectar con un público que, igualmente, trae consigo puntos de vista distintos, a veces divergentes. ¿Qué tiene el teatro que logra unir a las personas?

Desde mi experiencia como espectador, identifico que lo que une a toda una sala son las emociones y el diálogo, dos atributos inherentes a la naturaleza humana. Sobre las tablas, la historia, los personajes y la visión de un director entablan un diálogo con la audiencia. Este intercambio de pensamientos y emociones provoca en los espectadores una reflexión personal que, sin advertirlo, se convierte en un diálogo colectivo cuando la sala estalla en risas o se sume en un silencio profundo y conmovedor. En el teatro, nos volvemos uno.

Como vicepresidente de Fundación Poma nos llena de mucha satisfacción que el Teatro Luis Poma sea un espacio de deleite y, al mismo tiempo, de diálogo, porque estamos convencidos de que impulsar a través del

arte la reflexión, el pensamiento crítico y la apertura es importante para el desarrollo de la sociedad.

De la trayectoria de nuestro programa, destaco el invaluable aprecio y confianza que la comunidad artística y el público sienten hacia nuestra sala. Ser renocidos como “El Poma” es un hecho que nos provoca sano orgullo, porque es una muestra de que nuestro teatro es cercano y acogedor.

Nos sentimos satisfechos de que este proyecto también sea un punto de encuentro y plataforma de reconocimiento de otras formas de expresión. El lobby del Poma le ha facilitado a diversos artistas plásticos salvadoreños exhibir su obra y le ha posibilitado a los visitantes vivir una experiencia cultural más enriquecedora.

Mi tío, Ricardo Poma, presidente de nuestra fundación, nos recuerda con frecuencia que en cualquier iniciativa las personas son lo más importante. Eso me lleva a reconocer su visión, y compromiso con este programa artístico y cultural, y su involucramiento en numerosas iniciativas sociales que están transformando positivamente la vida de muchos salvadoreños.

La pasada pandemia marcó un antes y un después en nuestras vidas, y el arte y la cultura no fueron la excepción. Por un lado, como sociedad redescubrimos el valor de las artes escénicas que se disfrutan en vivo y en comunidad; por el otro, la tecnología tomó más terreno en nuestras vidas y su instanteidad captura hoy con más facilidad a las personas, especialmente a las más jóvenes.

Ahora estamos frente a un contexto retador para hacer teatro, sin embargo, nuestra propia historia nos ha mostrado que la creatividad, la innovación y la perseverancia son aliadas en los momentos más desafiantes.

Nuestro compromiso es continuar facilitando a los artistas las oportunidades y los recursos que necesitan para crear y a las audiencias una oferta variada y de calidad con la cual puedan sentirse representadas. Como una de las salas privadas con mayor trayectoria en nuestro país sentimos un fuerte llamado a cuidar la esencia del teatro y a seguir impulsándolo como una experiencia viva, única, multisensorial y colectiva. Desde nuestra mirada, la tecnología es una aliada, no un sustituto.

En este momento en que imaginamos el futuro del “Poma”, se vuelve relevante mirar antes al pasado. Por eso, las páginas de este libro relatan la historia de las primeras dos décadas de nuestro teatro en la escena salvadoreña, una crónica minuciosa que como Fundación Poma consideramos valiosa para recordar los desafíos, celebrar los logros y trazar el sendero recorrido por todos aquellos que han sido parte esencial de este proyecto.

Alejandro Poma,

Roberto Salomón. Director Artístico, Teatro Luis Poma Foto: René Figueroa.

Introducción

La gente va y viene en un incesante movimiento, la ciudad se convierte en una cartografía llena de pasos que marcan rumbos disímiles en la cotidianidad de la gente. El movimiento urbano de cuerpos se mezcla con los automóviles que transitan en medio de ruidos, humos, lucecitas de neón que anuncian los productos en oferta. San Salvador es el incansable movimiento que se dibuja en medio de un horizonte cortado por un volcán casi siempre silente. El bulevar de Los Héroes se devela como una de las avenidas más populosas de la ciudad. Una estatua de la República nos recuerda la monumentalización del pasado bélico nacional. El cuerpo femenino sostiene una guirnalda y una bandera, a sus pies una tarja evoca la Guerra de las Cien Horas que tuvo como protagonistas a El Salvador y Honduras en 1969. Al costado izquierdo de la estatua se encuentra uno de los espacios más significativos y concurridos de esta geografía: Metrocentro. Este centro comercial, fundado por Grupo Roble en marzo de 1971, es un espacio en el que convergen más de un millón de per-

sonas al mes, tiene más de 700 espacios de uso múltiple, distribuidos en 12 etapas. Metrocentro ocupa un lugar pionero en la región y es una de los principales puntos de convergencia de San Salvador.

En una de las ampliaciones del centro comercial, Ricardo Poma, presidente de Grupo Poma, decidió integrar el antiguo auditorio de CAESS1 y renovarlo. Meses después, Ricardo Poma se reúne con Roberto Salomón y juntos imaginan y diseñan un proyecto para lo que ha sido desde 2003 hasta la actualidad el Teatro Luis Poma. Salomón se convierte, desde entonces, en el director artístico. Este espacio teatral capitalino se ha convertido en una de las plataformas más importantes de visibilización del arte escénico local. En la página web del teatro se puede leer «El Teatro Luis Poma es un hecho insólito en el mundo moderno: una sala dedicada a las artes escénicas en el centro de un gran centro comercial. Su nombre es en homenaje al gran empresario que contribuyó incansablemente al desarrollo del país»2.

1 Central de Abastecimiento Eléctrico de San Salvador 2 Recuperado en: http://www.teatroluispoma.com/quienes_somos.html

El objetivo de este estudio es, principalmente, mostrar las zonas de relevancia del trabajo del Teatro Luis Poma en dos décadas, su aporte al entramado teatral y cultural del país, los puntos de giro en el repertorio que han producido nuevas dinámicas en el contexto artístico-profesional salvadoreño, y, de forma transversal, señalar la apuesta de Fundación Poma y de Grupo Roble en el desarrollo

de la cultura local. Además, este trabajo recoge testimonios de artistas que han acompañado este proyecto artístico.

La investigación está realizada a partir de una mirada interdisciplinaria que permite abordar las distintas líneas de funcionamiento de la sala. Cada capítulo está dirigido al estudio de un aspecto fundamental del proyecto Teatro Luis Poma.

Capítulo

1

Teatro y desarrollo local: impulso vital de Fundación Poma

Desde sus inicios el Teatro Luis Poma ha estado consciente de la importancia de insertarse dentro del sistema económico nacional. Las apuestas económicas y el acompañamiento institucional de Fundación Poma permiten al Teatro Luis Poma la producción de espectáculos, la subvención del costo de los boletos para los espectadores, el funcionamiento del espacio arquitectónico y una planilla fija de colaboradores. También, la creación de los premios Ovación y Bienal de Dramaturgia, estímulos a la creación en el campo de las artes escénicas.

El Teatro Poma cuenta con una temporada anual que, además de sus propias producciones, permite la programación de grupos independientes nacionales e internacionales.

Expresa Ricardo Poma:

Creemos que este proyecto es importante porque en el país existen dos cosas que se relacionan entre sí: la pobreza económica y la pobreza cultural. La pobreza económica siempre es más dura cuando existe un alto grado de pobreza cultural y creemos que un teatro puede ayudar a crear un espacio importante para que artistas jóvenes, que no tienen otros espacios para superarse y poder desarrollar sus conocimientos, puedan hacerlo y salir adelante.3

La visión de Ricardo Poma ha impulsado el desarrollo de las artes escénicas locales, ha coadyuvado a la profesionalización del sector teatral y ha sido un motor para la producción de espectáculos locales y espacio de visibilización y encuentro con artistas internacionales.

El proyecto diseñado apuesta también por el desarrollo del talento local; Roberto Salomón comenta:

Consideramos importante tener en El Salvador un teatro que funcione a tiempo completo, que los precios sean accesibles, que las obras sean de calidad, que haya una programación amplia y diversa. Hoy por hoy, nosotros tenemos que ser todos los teatros porque somos el único que está operando a tiempo completo, el único con una programación constante durante todo el año.4

Dentro de estas visiones de desarrollo se inserta una acción concreta: El Premio Ovación, un incentivo económico de cinco mil dólares a la producción artística local. Inaugurado en el año 2009, este premio se ha convertido en el mayor aporte económico concursable en El Salvador. Desde el trabajo de la sala, se detecta que uno de los problemas fundamentales en el panorama local de las artes escénicas es la dificultad que tienen los creadores para conseguir los medios de producción de sus proyectos. En este sentido, Ovación brinda medios a proyectos a desarrollar. En el marco de los 15 años del Teatro Luis Poma (2018), Alejandro Poma, vicepresidente de Fundación Poma dice sobre Ovación:

A la fecha hemos desarrollado nueve ediciones del premio Ovación y lo hacemos porque nos interesa mucho poder identificar y también fomentar el talento salvadoreño; sabemos que aquí hay personas muy creativas, personas que también pueden contribuir mucho a la formación de la sociedad a

3 Entrevista a Ricardo Poma para el documental sobre los 15 años del Teatro Luis Poma. Recuperado en https:// www.youtube.com/watch?v=Tqxrualru0g

4 Entrevista a Roberto Salomón para el documental sobre los 15 años del Teatro Luis Poma. Recuperado en https://www.youtube.com/watch?v=sQ_g1rN1jos

Obra: La canción de nuestros días Producción Teatro Luis Poma. 2015. Foto: René Figueroa.
De izquierda a derecha: Lilibeth Rivas, Emy Stephany, Larissa Maltés

través de este tipo de espacio y a través de este tipo de actividades. Nos encanta realmente poder invitar a que haya una amplia participación en Ovación, precisamente para poder celebrar y también impulsar ese talento que existe acá.5

Anualmente se realiza una convocatoria abierta, se reciben las propuestas de creadores que residan en el país y a través de un jurado externo e internacional se nombra al ganador. Desde el año 2009 hasta la actualidad Ovación se ha otorgado a proyectos disímiles que aportan nuevas dinámicas al panorama artístico nacional. Cada proyecto ha sido en sí mismo una experiencia estética y un giro para los creadores vinculados. El Premio Ovación aporta a la profesionalización de las artes escénicas del país y al desarrollo de las capacidades de los creadores. El primer premio fue otorgado a Jorge Ávalos. Comenta: Gané el primer Premio Ovación en 2009.

Lo gané con una obra que era totalmente inesperada aquí en El Salvador, hice una puesta en escena ultra realista porque me parecía que eso era revolucionario en el país en aquellos años. Hicimos una serie de trucajes que nos llevaron a crear efectos que le daban muchísima veracidad a lo que sucedía en el escenario. Yo creo que es la obra más realista que se ha hecho en el país, se gasta mucho dinero por cierto (risas). Esta obra fue La balada de Jimmy Rosa. El Premio Ovación ha venido a ampliar nuestra comprensión de cuáles son las necesidades de nuestro teatro.6

Algo importante para los artistas premiados es que este estímulo les ha permitido dar saltos acelerados en sus trayectorias y en la consecución de su profesionalización. La actriz Alejandra Nolasco obtuvo el premio en 2011. Sobre su experiencia, dice: Gané el Premio Ovación en 2011. El proyecto con el que apliqué fue de formación en escritura dramática para teatro de jóvenes audiencias. Esta idea partió de mi experiencia como maestra de teatro a niñas y niños, y mi búsqueda como artista a partir de los relatos que salían de mis estudiantes. Mi proyecto era el proceso que yo iba a tener en Buenos Aires, en el taller del titiritero Sergio Mercurio, era el financiamiento de la residencia artística. El resultado estaba en segundo plano, de ahí surgió Escondites; sin embargo, el efecto siguió más allá del proceso mismo.

Algo importante para mí en relación a este premio es que primero hubo alguien que creyó en la posibilidad de hacer esto. Es decir, hay alguien más que cree que vos tenés la posibilidad de hacer eso, de proponer una obra, de escribirla, diseñarla, esa validación fue muy importante para mí. Y fue muy importante también porque yo empecé haciendo teatro con esta idea occidental de las jerarquías y de que solo somos buenos para hacer una cosa dentro del proceso creativo. Entonces tener la posibilidad de crear mi propio proyecto, de hacer mi propio espectáculo fue muy importante para mí. En el taller de Sergio Mercurio,

5 Entrevista a Alejandro Poma para el documental sobre los 15 años del Teatro Luis Poma. Recuperado en https:// www.youtube.com/watch?v=Tqxrualru0g

6 Entrevista a Jorge Ávalos realizada por el autor. 18 de agosto de 2020

exploré muchas formas de trabajo, desde la actuación, la plástica, la escritura, fue la posibilidad de abrirme a la integralidad del artista sabiendo cuales son los límites y las posibilidades de cada uno. Esa fue la gran ganancia que me dio el premio. A partir de ahí yo he seguido haciendo muchas otras búsquedas, estableciendo alianzas con otros artistas, de esto nace mi monólogo Los ausentes que es sobre los desaparecidos. El Premio Ovación fue un gran empuje.7 Dentro de esta línea de desarrollo de la producción de las artes escénicas nacionales se inscribe otro premio, inaugurado en 2019: La Bienal de Dramaturgia, que convoca a escritores teatrales nacionales y extranjeros residentes para presentar sus proyectos de literatura dramática. Los proyectos son sometidos bajo seudónimos y calificados por un jurado externo. El primer premio fue otorgado a Dinora Alfaro quien anteriormente ha merecido el Premio Ova-

ción. Sobre su experiencia con ambos reconocimientos dice:

Para mí el Ovación es un acto de confianza, es un capital semilla, es una forma de apoyar la producción nacional, la profesionalización; para mí es un acto de fe y es hacer lo que el gobierno debería hacer, lo que muchas otras empresas deberían hacer: apostar por nuestros artistas, apostar por ideas novedosas. Es muy importante recibir esa confianza, el apoyo y que exista esa posibilidad que brinda el Teatro Luis Poma. Para mí, haber ganado el Premio Ovación y posteriormente la primera entrega de la Bienal de Dramaturgia significó la posibilidad de llevar a cabo mis proyectos, de no ser así, de no ser por ese premio, yo me la hubiera visto de cuadritos. Para mí es un honor haber recibido estos reconocimientos. Además, me siento muy feliz que mi idea haya sido seleccionada entre muchas otras.8

7 Entrevista a Alejandra Nolasco realizada por el autor. 23 de mayo de 2020.

8 Entrevista a Dinora Alfaro realizada por el autor. 19 de agosto de 2020

Tanto para la sala de Teatro Luis Poma como para la Fundación Poma es importante el crecimiento del sector artístico del país. Las acciones que han desarrollado han sido de fondo y han tenido un impacto positivo en las dinámicas de la cultura local; ambas instituciones han sido piedras angulares para la construcción, el sostén y la renovación de la praxis escénica de El Salvador, esto es posible gracias a la visión de largo

plazo, procesual, que tienen los artífices de estos proyectos. En uno de los discursos del Premio Ovación, Roberto Salomón expresa: «En agricultura, sabemos que si no se prepara la tierra, si no se tiene buena simiente, si no se cuida el vástago con amor, dedicación, técnica, medios de producción y difusión, el esfuerzo habrá sido en vano. Bueno, lo mismo ocurre con el teatro»9

Las formas de los clásicos
9 Roberto Salomón: Discurso del Premio Ovación 2019.
Antonio Lemusimún, en El rey Lear 2008. Producción Teatro Luis Poma. Fotografía: René Figueroa. Archivo Teatro Luis Poma. Capítulo 2

10

Dentro de las producciones del Teatro Luis Poma hay una mirada estética que propone la revitalización de los clásicos. El Salvador es un país de corta tradición teatral con esporádica representación de obras del repertorio clásico universal. Dar a conocer obras clásicas en traducciones y montajes modernos ha sido una prioridad. Desde la dirección escénica, se construyen puestas en escena que ponen a dialogar las formas del teatro clásico europeo con las audien-

cias locales. Además, la construcción visual de los espectáculos hurga en estructuras de composición que conectan elementos clásicos y contemporáneos. Siguiendo estas líneas, se analizan algunos espectáculos del repertorio que toman como base textos de la dramaturgia clásica occidental. Las conjunciones de diversas formas logran vertebrar puestas en escena que dialogan con el contexto local, las audiencias y las visualidades, tejiendo puentes entre lo clásico y lo actual.

El rey Lear y Romeo y Julieta

William Shakespeare es uno de los dramaturgos fundamentales del teatro occidental, sus textos teatrales y poesía se inscriben en el marco del teatro isabelino (Inglaterra, siglo XVI); es el escritor más grande de habla inglesa, considerado por muchos el dramaturgo más grande de todos los tiempos. Por su fuerza poética, es comparable solamente con Homero; por su uso e invento de palabras, con Cervantes, (cada uno utiliza más de 20 mil); por su concepción cósmica, con Dante. Pero más que todo, como apunta el crítico Harold Bloom, Shakespeare, en pleno Renacimiento, inventa al ser humano tal como lo concebimos hasta hoy. En otras palabras, nuestra manera de concebir al otro desde la ficción teatral sería invento de Shakespeare. Antes de él, los seres humanos eran arquetipos que, si bien vivían y morían, siempre eran dependientes de una fuerza divina. Shakespeare crea el individuo moderno, ya no responsable de sus actos solo frente a lo divino, sino ante sí mismo10

Esto se debe a que las obras de Shakespeare son un espejo de la sociedad, y su relevancia se ve en todos los ámbitos: amor, política, estrategia, táctica, venganza, poder, etc. Sus temas atemporales son aplicables a todo lugar; sus personajes no están limitados por tiempo, nacionalidad o época y se pueden representar de una infinidad de formas distintas.

En su obra se mezclan y cultivan los grandes géneros del teatro: tragedia, comedia y drama; se mezclan temporalidades, universos, realidades, ficciones e historia y sentimientos diversos que empujan a los personajes por los hilos de las tramas. Sus diversas formas de construcción del lenguaje lograron conectar con las audiencias de su época, y tanto la realeza como los sujetos subalternos disfrutaron de su teatro. Su éxito fue rotundo. Cuatrocientos años más tarde, los cambios sociales, al contrario de quitarle relevancia a las obras, parecen embellecerlas, y nuevas traducciones responsables les dan mayor significado.

Obra: El rey Lear Producción Teatro Luis Poma. 2008. Foto: René Figueroa.
En escena: Antonio Lemusimún.
Véase: Harold Bloom Shakespeare la invención de lo humano. (Barcelona: Anagrama, 2019)

Tanto la importancia de este autor como los estudios que Roberto Salomón realiza sobre el teatro inglés son catalizadores para que textos shakespearianos suban al escenario del Teatro Luis Poma. En 2008, se lleva a escena El rey Lear; en 2018 se estrena Romeo y Julieta, ambas tragedias traducidas, adaptadas y dirigidas por Salomón, con diseños de vestuario de Rossemberg Rivas, y escenografías de Naara Salomón para la primera, y de Roberto Baíza para la segunda. El rey Lear, obra escrita en 1606, cuenta la historia de un rey que, en su vejez, decide di-

vidir su reino entre sus tres hijas. Esto desata conflictos, impulsados por las ansias de poder de dos de las hijas. La obra termina con un desenlace trágico en el que los familiares, entre sí, terminan matándose. Romeo y Julieta, escrita en 1597, cuenta una de las historias de amor y rivalidad más conocidas. A partir de los conflictos familiares entre Montescos y Capuletos, existe una prohibición de amor entre los protagonistas. Romeo y Julieta deciden enfrentarla, se casan en secreto y ante la imposibilidad de vivir juntos se suicidan,

envolviendo en un halo trágico a las familias enemigas, ahora unidas por la muerte.

La propuesta escénica de Teatro Luis Poma explora la dramaturgia shakespeariana y entabla diálogos con las audiencias locales a partir del vital trabajo de la traducción que, desde el texto, aporta otras luces al espectáculo. Este trabajo sobre el lenguaje acerca el texto original a formas de expresión salvadoreñas.

El idioma original se traduce desde la conciencia estética de encontrar grafías

lingüísticas que traduzcan las formas originales sin perder significado. Además del texto como base estructurante del lenguaje, existe una apertura para que, durante los ensayos, el elenco proponga sus formas de decir. Cuando se logran integrar estos aportes al texto, otros matices, inflexiones, y modismos locales aparecen, sin por ello ir en detrimento de la poética de Shakespeare. Al apropiarse el verso del autor, el colectivo logra la cercanía con el público. La actriz Lilibeth Rivas, que interpreta a una

Obra: Romeo y Julieta Producción Teatro Luis Poma. 2018. Foto: René Figueroa De izquierda a derecha: Emy Mena y Pechán Osorio.

seguidora de la familia Capuleto, dice sobre la puesta en escena:

En este espectáculo tuvimos un entrenamiento físico impartido por Gerardo Osorio y Gema Dance, también tuvimos música en vivo de Francisco Huguet. Esto aportaba una dinámica especial al espectáculo. Personalmente, tuve un trabajo de diálogo con el elenco y la dirección, siempre hubo momentos para retroalimentarnos, para proponer; para mí fue fundamental estar con actrices experimentadas como Naara Salomón y Meybel Molina; ya solo de verlas uno aprende cosas nuevas11

Dentro de esta dinámica se inscribe otra línea de acercamiento: la búsqueda de símiles escénicos que conecten con realidades locales. Entiéndase como discurso la producción de sentido de la obra, la forma de construir conocimiento sobre el escenario. Por otra parte, la producción de El rey Lear alude a la guerra civil del pasado reciente salvadoreño que, por la pugna del poder y por rivalidades ideológicas, llevó a la confrontación de la familia salvadoreña. El espectáculo se nos revela como una puesta en presente de estas memorias bélicas. En el parlamento final escuchamos: «los que vivieron el conflicto fueron los que más sufrieron, los jóvenes jamás se podrán imaginar lo que fue». Es la construcción retórica que alude y encierra una de las tesis del espectáculo. Hay una clara intencionalidad de poder conectar con las heridas de una generación adulta y el olvido de una generación joven.

11 Entrevista del autor a Lilibeth Rivas 8 de junio de 2020.

Romeo y Julieta señala los caminos de la violencia protagonizada por cuerpos jóvenes. Aquí, la pasión desemboca en enfrentamientos que son expuestos desde el artificio, la coreografía y el juego escénico. Cuando Tybaldo Capuleto, primo de Julieta, se enfrenta con Mercucio, mejor amigo de Romeo, ocurre una escena clave para entender las distintas escenificaciones de violencia. Primero, movidos por su pasión exacerbada, ambos, utilizando machetes, se baten en duelo. Este fragmento del espectáculo no dura más de 20 segundos y aporta una alta cuota de realismo al espectáculo. Esta escena de violencia extrema da paso a una escena poética: la muerte de Mercucio, que contrasta con el realismo anterior de los machetes. Le sigue otra escena de violencia realista en la que Romeo venga la muerte de su amigo y asesina a Tybaldo de una puñalada. Esta escena ejemplifica las formas en que la violencia es construida en el escenario. Se alternan secuencias de imágenes violentas y poéticas, provocando el distanciamiento y, por tanto, la reflexión del público. Imprime una dinámica al espectáculo que permite una mirada crítica sobre la violencia actual. Al final de la obra, ante la muerte de los protagonistas, el dolor recae en las figuras maternas, ya que este montaje invisibiliza a los padres. Esto nos remite a la sociedad salvadoreña en la que, en la gran mayoría de casos, son las madres solteras quienes asumen el cuidado y crianza de los hijos; otro elemento que enfatiza y logra construir empatía con el público local. Naara Salomón comenta sobre su trabajo:

Cuando Roberto Salomón me propuso actuar en la obra Romeo y Julieta, traté de visualizar cuál papel me estaba ofreciendo. No entendí muy bien porque, aparte de la Nodriza, no veía bien qué otro papel de mujer de mi edad se expresaba en la obra. «La madre de Julieta» me dijo, «estoy haciendo una adaptación sin padres. Los dos jóvenes tendrán madres, no más.»

Y efectivamente, reestructuró las particiones parentales, dando a las madres los parlamentos y pensamientos de los padres. Cuando empecé a estudiar el papel, sentía que mis labios no querían pronunciar estas frases. Eran pensamientos masculinos; la forma de considerar a una hija, de ser capaz de sacrificarla por razones económicas, sin sentimientos contradictorios. Me parecían palabras difíciles para una madre; mi cultura, mi época y mi experiencia no las podían concebir.

Tuvimos pláticas al respecto, hice encuestas para comprender el nacimiento de mi personaje y sus razones de actuar de esta manera: un personaje a quien la viudez obliga asumir los papeles de madre y de padre.

En mi interpretación, fui insertando momentos de fragilidad del personaje que no me proporcionaba el texto. Fue así como se fue creando «La Montesco», endurecida para salvar a su familia y hacer perdurar «su casa».12

Algo sintomático en las producciones de Teatro Luis Poma es la construcción de un elenco de artistas heterogéneo que logra la unidad formal dentro de la puesta en escena.

Ambos espectáculos citados son ejemplos de esta premisa. La dirección artística fortalece

En El rey Lear hay un elenco compuesto por cuatro generaciones distintas de actrices y actores. El espectáculo tiene como figura central al actor Antonio Lemusimún que interpreta a Lear. Isabel Dada asume el personaje masculino de Gloucester, servidor del rey. En estos dos intérpretes, observamos la escuela de actuación de los años 50, que se sustenta en la palabra. Antonio Lemusimún, formado en la Escuela de Teatro de la Dirección de Bellas Artes de los años 50, tiene como praxis el teatro tradicional y la comedia. En esta obra, crea un personaje totalmente distinto a los personajes satíricos que acostumbra ver su público: fuerte, dramático y trágico, bufón de los dioses, el actor logra salir de su zona de confort. Lección para la nueva generación.

Isabel Dada proviene de la escuela del maestro Edmundo Barbero y el teatro universitario de los años 60, donde también predomina el arte del buen decir. Su personaje abre el espectáculo: «El rey está dividiendo su reino», sentencia, y vemos las escenas que empiezan a accionarse desde esa palabra. Isabel Dada, a pesar de ser estrella local, por su trabajo extenso en el

12 Entrevista a Naara Salomón realizada por el autor. 20 de octubre de 2020 las relaciones entre diversas generaciones de creadores locales de distintas disciplinas. Actores, técnicos, bailarines, coreógrafos, músicos, artistas visuales, todos con visiones y sensibilidades estéticas, políticas, intelectuales y emocionales aparentemente opuestas, logran convertir los espectáculos en plataformas que encuentran estas diferencias y las entregan al público como espectáculos homogéneos.

cine, la radio y la escena, también se coloca en una zona incómoda de exploración. En la obra, herederos de Lear le sacan los ojos y su personaje aparece vendado, desplazándose por el escenario, a veces guiada por su hijo y caminando a tientas. Al transitar su personaje de la seguridad de la palabra a la inseguridad de lo físico, se crea un puente entre el teatro tradicional y las recientes generaciones de actores en que imperan la acción física y lo corporal.

En contraste, el personaje de Edgar, expulsado de la corte, se transforma de un joven cortesano bien portado al ser salvaje que exige Shakespeare; esto permite al actor César Pineda hacer uso de todo el bagaje físico del teatro contemporáneo. Su composición hace eco de la violencia que vive el país. En las hijas de Lear recae un peso dramático importante para el desarrollo de la obra, a

medida que empujan a la catástrofe al padre y al reino. Estas son interpretadas por Naara Salomón, Regina Cañas y Patricia Rodríguez. Las tres provienen de escuelas distintas y nos develan otros tipos de actuaciones en las que el trabajo interior permea toda la construcción del personaje. Las dos primeras crean personajes perversos que impulsan los conflictos principales de la obra. Las vemos moverse con soltura, haciendo giros actorales, matices, transiciones, y nos percatamos de detalles que acentúan sus roles. Esto contrasta con el personaje de Cordelia, la hija menor que ocupa un espacio de contrapeso en la estructura de la obra. El personaje, interpretado por Patricia Rodríguez desde las emociones y con pulsión en el sentimiento barroco, equilibra los valores opuestos de cálculo, ambición y perfidia de las hermanas mayores. De este modo la tria-

da de las hijas de Lear quedan constituidas como un balance entre luz y oscuridad, entre el bien y el mal.

El espectáculo de Romeo y Julieta tiene un acento en la parte joven del elenco, sin dejar a un lado el trabajo de actrices y actores de otras generaciones. Aquí, el director explora en un elenco compuesto por 18 artistas que incluye un cuerpo de baile. Naara Salomón y Meybel Molina asumen personajes importantes de la familia Capuleto, la primera es la madre de Julieta y la segunda, la Nodriza. Si el primer personaje se muestra como una mujer fuerte, implacable, tenaz, la segunda tiene matices de comedia, complicidad, afecto. Ambas son figuras de poder en la historia de Julieta y simbolizan la tesis y antítesis de la figura materna. Como contrapunto, en la familia Montesco la madre es encarnada por Patricia Rodríguez que construye un personaje de carácter violento.

Entre los jóvenes, Emy Mena encarna a Julieta y Pechán Osorio, a Romeo. Ambos logran entrelazarse en la historia conocida por todos. Emy Mena construye su personaje desde la levedad de la pasión; su Julieta es sutil, suave y etérea. Con Pechán Osorio como Romeo, la puesta rompe los cánones tradicionales del físico del personaje, mostrando un Romeo cercano a los rasgos mestizos centroamericanos. Otra tipología de belleza que va en busca de la identificación y asimilación de las audiencias locales. Las capacidades físicas del actor sustentan su trabajo en elevaciones, acrobacias y una composición que deja entrever técnicas circenses.

13 Escenógrafo salvadoreño radicado en Bélgica.

De El rey Lear, hay que señalar las sutilezas sígnicas de la composición del vestuario de Rossemberg Rivas, que va revelando rasgos de los personajes a través de colores, formas o texturas; las prendas que visten actores y actrices suman a la construcción y al trabajo del actor. Un ejemplo es la transición de Lear. Al inicio lo vemos sentado en su trono vestido con ropajes lujosos, de rey. Posteriormente, mientras el personaje va cayendo en desgracia, las ropas son transformadas dejando al descubierto hasta partes del cuerpo del actor. Al final vemos a Lear imbuido en una especie de delirio, vestido con un manto de manila raído, lleno de flores. La construcción externa va en estrecha relación con la estructura interna y los giros del personaje. Otro detalle que salta a la vista son las joyas de las hijas de Lear que devienen en metáforas zoomórficas del carácter de los personajes.

En Romeo y Julieta hay una construcción por contraste en el que los colores juegan un papel fundamental. En este sentido, el trabajo del escenógrafo Roberto Baíza 13 y del diseñador Rossemberg Rivas se conjugan desde la yuxtaposición. El escenógrafo construye su trabajo desde la síntesis de fachadas de casas grisáceas mientras que el vestuario propone colores neón. Sobre el concepto del vestuario, dice Rossemberg Rivas: La vida se construye de fragmentos: emociones, experiencias, atmósferas, climas, decisiones, suspiros, etc.; es como un espejo que sigue brillando aunque esté quebrado, cada parte que confirma la vida atestigua tu presencia.

El romance no queda atrás, Romeo y Julieta es una Historia Épica en el Amor, constituida de tantas razones que una sola no bastaría para desarrollar la obra entera, por esas tantas complicidades, textos simbólicos, halos de emoción espectral, sugerencias orgiásticas, tensión sexual y subliminal en lo ingenuo del amor, hace que el diseño de vestuario tenga un proceso que va más allá de una silueta estética y la propuesta busque cargarse de semiótica óptica.14

En la propuesta de Rossemberg Rivas hay guiños a la silueta tradicional del vestuario veneciano, construido desde una visión carnavalesca a partir del uso de las texturas y los colores. Comenta Rivas: «El vestuario propone formas orgánicas y oníricas, busca romper la silueta tradicional para subrayar el romanticismo del guion. Cada pieza se confeccionó transparente y morbosa, porque lo sensual depende de las miradas fisgonas y el atrevimiento en los colores neón, tan vibrante como sus torrentes sanguíneos»15.

Ambas familias son definidas por colores opuestos del círculo cromático: los Capuleto

marcados por el rojo, los Montesco por el verde.

En esta puesta en escena, el vestuario de la madre Capuleto recibe el mismo tratamiento que el de Lear, aunque con matices específicos. El personaje aparece en el escenario con un traje que acentúa la dureza; la utilización del color negro define los hombros de la actriz en contraste con el color rojo, más el maquillaje que acentúa la profundidad de sus ojos y el peinado que deja al descubierto las expresiones faciales. La construcción visual del personaje está en estrecha relación con la interioridad del mismo. Es meritorio señalar que la construcción del vestuario de Romeo y Julieta fue un proyecto que involucró a influencers y personajes del mundo del espectáculo local. El diseñador pidió que donaran ropas de sus closets y él las reinventó para producir los vestuarios finales de la puesta en escena. Señala Rossemberg Rivas: Involucrar piezas de vestuario cotidiano, recopiladas de armarios clásicos y faranduleros, tiene el objetivo de aclarar que del amor no se exonera nadie... y que alguna de estas piezas habrá sido parte de una atmósfera propicia para el beso de nuestros cómplices16

14 Entrevista a Rossemberg Rivas realizada por el autor. 12 de octubre de 2020.

15 Ibidem.

16 Ibidem.

Natán el Sabio

Dentro del repertorio del Teatro Luis Poma hay una puesta en escena que rompe con la línea estética que aborda la teatralidad de los clásicos. El espectáculo Natán el Sabio se construye a partir de la estética del teatro de títeres animados a la vista, basándose en el arte del bunraku japonés. Esta obra con actores y títeres está dirigida al público adulto y hay un desplazamiento de la estética del cuerpo del actor hacia el cuerpo del objeto animado, siempre manteniendo el diálogo. En esta producción, se toma como punto de partida el texto original del dramaturgo alemán Gotthold Ephraim Lessing (1779), adaptado por Eric Bass y con traducción de Roberto Salomón. La historia es un drama filosófico que narra el encuentro alegórico de tres culturas que a pesar de sus diferencias logran encontrar la paz. Cristianos, judíos y musulmanes se ven entrelazados en una trama donde los aparentes opuestos se salvan entre sí. Nos habla de tolerancia, amor, amistad y solidaridad en medio de conflictos guerreros, con la religión como figura metafórica de las diferencias. En este caso, un templario, el sultán Saladino y Natán el Sabio logran una convivencia armoniosa a partir de la conciliación y el encuentro de puntos comunes en sus cosmovisiones.

La puesta en escena es codirigida por Eric Bass de Sandglass Theater (Estados Unidos) y Salomón, con música original de Scott Ainslee. Esta coproducción entre Teatro Luis Poma y Sandglass Theater pudo llevarse a cabo gracias a fondos del Performing Americas Grant. Esta

sumatoria de esfuerzos permitió que los artistas norteamericanos pudieran viajar tres veces para crear el espectáculo en nuestro país. La preparación del espectáculo empezó a finales del 2014, cuando Eric Bass e Inés Zeller Bass impartieron en San Salvador un taller de animación de títeres basado en la técnica del grupo Sandglass Theater. Este proceso pedagógico abrió las puertas a la selección y entrenamiento del elenco y permitió que actores y actrices locales tuvieran un acercamiento a la técnica de la animación de objetos, especialidad teatral que en nuestro país no tiene una línea constante. Pocos artistas y agrupaciones han dedicado su trabajo al lenguaje del teatro de títeres.

Finalmente, Natán el Sabio se estrenó en 2015. La actriz Alejandra Nolasco comenta sobre el taller y el proceso de montaje:

Me maravillaba que las primeras sesiones se basaron en hacer que ese pequeño muñeco respirara. ¡Era genial!, veías esas pequeñas cosas del manejo de los títeres. Ese taller me sirvió mucho y luego el proceso de montaje porque sentía un reto importante como actriz. Mi trabajo se basaba en cómo hacer que Rhea, mi personaje, hablara. Cómo yo le transmitía mi voz al muñeco para que el personaje sin mover su rostro pudiera tener vida, luego vienen dos actores más y le manejan el torso y los pies. Ese trabajo de manejar un títere entre tres personas va más allá de ajustar los tres cuerpos en un bloque. Es trabajar la fuerza del bloque, la fuerza del equipo.17

17 Entrevista a Alejandra Nolasco realizada por el autor. 23 de mayo del 2020.

Obra: Natán el Sabio Producción Teatro Luis Poma. 2015. Foto: René Figueroa.
De izquierda a derecha: Alejandra Nolasco, Pechán Osorio, Óscar Guardado, Dinora Alfaro, Viktorio Godoy y Naara Salomón.

Lo que explica Nolasco es uno de los elementos sustanciales dentro de la puesta en escena: el trabajo del colectivo en la animación de los objetos y el desdoblamiento del titiritero en el títere. Dentro del espectáculo hay una cohesión de las actrices y actores a través de la animación de los títeres. Esta construcción de la teatralidad está relacionada con los procesos de tradición y modernidad del teatro de muñecos. La tradición estará dada a partir de la relación con el mundo oriental del teatro de figuras, específicamente con la tradición japonesa del bunraku en la que tres titiriteros cubiertos animan un solo muñeco, dotándolo de realismo y de verosimilitud, dado que estos objetos tratan de imitar las capacidades físicas humanas. La noción de modernidad está dada a través de los diálogos estéticos que Sandglass Theater hace con la escuela de Michael Meschke. En esta puesta en escena hay una clara influencia de este titiritero europeo que asimiló la técnica asiática y la reinterpretó en un lenguaje contemporáneo que ha influenciado al universo titeril desde los años 60 del siglo pasado.

En Natán el Sabio, actores y actrices están enteramente al descubierto en el escenario.

Vemos cómo opera la coreografía y el desplazamiento de sus cuerpos en el espacio escénico para poder dar vida a los títeres.

La dramaturgia física del actor se construye desde la exactitud y la sincronía, está compuesta por líneas de desplazamiento organizadas de tal forma que la precisión es un componente esencial del movimiento. Los cuerpos del elenco se desdoblan en las posibilidades de la biomecánica del tí-

tere. En la animación del objeto se produce el encuentro de las acciones físicas del conjunto. Además, esta manipulación a la vista acentúa la técnica de la neutralidad en la interpretación de los actores y actrices, obligando a construir una actuación desdoblada enteramente en los muñecos.

Este modelo de actuación nos devela las posibilidades de los gestos del títere y la

corporalidad del elenco humano. Si bien se considera al teatro de muñecos como una disciplina escénica donde lo imposible se vuelve realidad, es meritorio decir que las técnicas de construcción tienen posibilidades e imposibilidades. Esto es visible en Natán el Sabio en la escena del juego de ajedrez. En esta escena hay un diálogo entre los personajes títeres: Saladino, el sultán y

Sita, hermana del sultán. Mientras tanto, los actores humanos mueven las fichas de ajedrez. Hay aquí una dinámica entre ambos lenguajes gestuales. Por un lado, los títeres se encuentran sentados sobre cubos grises que simulan asientos de la realeza musulmana, mientras dos actores van moviendo las fichas del ajedrez hechas a mediana escala humana. En este caso hay un

Obra: Natán el Sabio Producción Teatro Luis Poma. 2015. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: Viktorio Godoy, Dinora Alfaro, Naara Salomón, Alejandra Nolasco, Fernando Rodríguez, Óscar Guardado y Pechán Osorio.

juego semántico entre lo que dicen los títeres y lo que hacen los humanos. Los muñecos son diseñados y construidos por Inés Zeller Bass y Jana Zeller, quienes proponen figuras corpóreas, humanizadas, dejando los mandos centrales de los muñecos a la vista de los espectadores. La puesta en escena subraya esta develación del artificio titiritero: todos podemos observar la animación de los objetos. Tres actrices y cuatro actores dan vida a los personajes títeres, los primeros vestidos con vestuarios grisáceos que semejan ropa actual, mientras que el

vestuario de los muñecos recrea la época de la tercera cruzada, espacio de la ficción en la que se desarrolla la obra original. Se utilizan colores ocres, azules y verdes para contrastar con el uso del gris como color neutro. Además, la escenografía está construida a partir de la síntesis. Hay una propuesta de telones grises que toman como referente la estética arquitectónica de San Salvador de inicios del siglo XX, que producen un fondo monocromático que da realce al diseño de los muñecos. Esta síntesis construye imágenes tanto del interior como del exterior.

Un marido ideal

La exploración en la síntesis escenográfica es una constante en las versiones de los clásicos del Teatro Luis Poma. En la obra Un marido ideal (1895), de Óscar Wilde, tercera producción de la sala estrenada en 2004, se construyen los pasillos y habitaciones de una mansión a ini-

cios del siglo pasado. Esto se produce a partir de la utilización de cuatro luminarias, con estilo art decó, que serán movidas en el escenario, dependiendo de la función que vayan a cumplir. Al inicio, están en posición lineal dejando intervalos espaciales, produciendo

perspectiva y movimiento en el espacio escénico, marcando un adentro y afuera de la ficción. Además, permite el juego actoral en medio de estos objetos móviles, provocando en la audiencia la sensación de pasillos. La escenografía es propuesta de Naara Salomón. En otro momento del espectáculo, estas luminarias aparecen ubicadas en forma diagonal simulando las paredes de una habitación y enmarcando una cama, lugar en el que se desarrolla una de las escenas más importantes del espectáculo.

Aunque la obra de Óscar Wilde propone un ambiente de finales del siglo XIX, la dirección artística localiza la historia a finales de los años 20 del siglo pasado, para así lograr una identificación atávica del público. La estética art decó es el lenguaje plástico que predomina. El vestuario, sobre todo el de las mujeres, está construido a partir del diseño de las

flappers: mujeres que en esa época marcaron un estilo de vida diferente, fumaban y bebían en público, rompieron con la silueta del corsé, estilaban el cabello corto, bailaban jazz. Estas mujeres construyen un discurso generacional de ruptura con el pasado decimonónico, proponen una vanguardia en femenino que pone en crisis la moral de grandes ciudades. Este sentido de ruptura, de rechazo, de crítica a la moral es visible en la construcción visual de la Señora Cheveley, interpretada por Naara Salomón. Este personaje es el que moverá los conflictos principales de la obra producidos por el silencio del pasado turbio de Roberto Chiltern, ¿marido ideal?, interpretado por Herberth Quezada. En el espectáculo, el personaje de la Cheveley, al igual que las flappers, va a sacudir el canon moral de la época, representado aquí por el matrimonio Chiltern. En este caso, Roberto y Vanessa,

Obra: Un marido ideal, Producción Teatro Luis Poma. 2004.
Mauro Arias.

interpretada por Regina Cañas, representan ese canon inamovible que se construye a partir de la doble moral social. La Cheveley se mueve en el espectáculo, seduciendo a los personajes masculinos que tienen puestos de poder, como Arturo, el mejor amigo de Chiltern, interpretado por Leandro Sánchez.

Será él quien resuelva el conflicto y desenmascare a la Chevely.

Esta puesta en escena expone los matices entre lo público y lo privado, entre la política como escenario de transacciones turbias y el matrimonio como espacio de doble moral social. La obra teje una trama en la que la corrupción política está en estrecha relación con la moralidad social en que la mentira sostiene el equilibrio de la sociedad.

Capítulo 3

Artistas hablan: el Poma y la profesionalización de la escena teatral salvadoreña

Artistas hablan: el Poma y la profesionalización de la escena teatral salvadoreña18

El ser humano está al centro de las preocupaciones de Fundación Poma y de las artísticas del Teatro Luis Poma. Así como el público es un conjunto de individuos y no una masa, así, cada artista tiene su propia visión, compromiso y pasión; el Poma permite convertir en realidad la ficción imaginada. Por lo tanto, es fundamental contar con testimonios de artistas cuya presencia es vital en este trayecto.

Jorge Ávalos

(crítico, dramaturgo y periodista)

Algo muy importante en el proyecto Teatro Poma es la visión corporativa que tiene detrás. Nace en el seno de Fundación Poma, sostenida por una de las familias líderes empresariales del país. La Fundación Poma aporta una visión del empresariado que no se basa en asistencialismo, sino que busca soluciones de fondo a problemas, busca for-

mas de verdadera contribución a la sociedad.

Visualiza la necesidad que en ese momento tiene el sector, necesidad que no ha solucionado el Estado. Es lo que Peter Brook llama «el espacio vacío», un espacio de oportunidad, un foro, un público, el ágora; eso es lo proporciona el Teatro Luis Poma. Ese espacio vacío nos da la posibilidad de creer que algo va a suceder. Ese horizonte de expectativas las genera el público. La gente va, se sienta,

18 Todas las entrevistas fueron realizadas por el autor de esta investigación en el marco de la misma.

Obra: El rey Lear Producción Teatro Luis Poma. 2008. Foto: Mauro Arias.
De izquierda a derecha: Antonio Lemusimún, Patricia Rodríguez, Enrique Valencia
Jorge Ávalos. Foto: René Figueroa.

y espera a que algo suceda. En un espacio que de manera regular ofrece teatro, los artistas tienen que empezar a aprender las formas en las cuales llenar ese horizonte de expectativas y entender el porqué de ese horizonte.

El Teatro Poma aporta regularidad, temporadas; aporta un espacio vacío que los grupos de teatro pueden empezar a modificar; aporta una comprensión de para qué sirve el teatro, amplía el horizonte de expectativas. La regularidad crea un público que entiende la dinámica del teatro. Propicia la profesionalización entendida como suma de la estética y la ética. Aparecen nuevas dinámicas de trabajo, nuevas agrupaciones, artistas jóvenes. El Teatro Poma ha puesto sobre el escenario la visión de la necesidad de la profesionalización.

Mi texto La canción de nuestros días fue llevado a escena gracias al Premio Ovación que impulsó al grupo La Zebra Teatro, conformado por actrices jóvenes, que además de posicionarse como actrices pudieron saltar a otras disciplinas, como el cine. Cuando se creó este proyecto en el 2014 yo no tenía interés de dirigir teatro, soy escritor. Esta obra demuestra hasta dónde se movió la línea de lo permisible en el espacio público. La obra no narra la historia de las masacres, sino que se enfoca en el nacimiento de la semilla del mal que posteriormente desemboca en las masacres. Para mí fue un acto de recreación de la forma de vivir de los pueblos antes de la guerra, contado a partir de tres muchachas que veían hacia el futuro, que tenían sueños, anhelos, etc. Estas recreaciones parten de la comprensión del ser humano, de la profundidad psicológica, de entender las formas en las que

hay que hablar sobre estos conflictos sociales más allá de las narrativas dominantes.

Siempre hubo mucha efervescencia, muchos grupos independientes que trabajaban por su cuenta; la diferencia fue el gran aporte del Teatro Luis Poma en 2003: constituir una sala de teatro con actividad permanente. El Teatro Luis Poma se convierte en una sala con una cartelera constante, establece un estándar de calidad de teatro profesional, empieza a producir sus propios espectáculos y se convierte en anfitrión de lo que se produce en el medio, tanto nacional como internacional. Un fenómeno nuevo, nunca había sucedido antes. Una sala que trabaja de jueves a domingo, que en horario preciso presenta una obra. Puede ser drama, comedia,

mimo, cualquier tipo de espectáculo, pero la característica principal es la calidad. Las temporadas han formado público. Ese fenómeno de que un día jueves el teatro estuviera lleno o que la gente comprara anticipado no se había visto antes. Además, ha servido de vitrina para nuevas agrupaciones y a los artistas independientes nos contratan por temporadas, eso no lo teníamos antes. Esos han sido logros del Teatro Luis Poma.

René Figueroa (fotógrafo y poeta)

Desde el año 2011 soy el fotógrafo oficial de la sala. Esto fue a partir del proyecto personal que empecé en 2010, cuando decidí fotografiar sistemáticamente todas las funciones de teatro y de otras artes escénicas que se presentaran en el país. Mi vinculación profesional con el Teatro Poma me permitió catapultarme como fotógrafo, que mi nombre empezara a sonar como fotógrafo de artes escénicas. Esto resultó en alianzas y acercamientos con otras instituciones culturales.

Otra cosa que el Poma me ha aportado es la posibilidad de ver de cerca el proceso de montaje de las obras de teatro. En las producciones puedo ver desde las primeras reuniones en las que se les propone a los actores leer un texto. Puedo acceder a esa chispa que detona el teatro, seguir con los ensayos sin utilería, poder ver cómo se va construyendo todo, poco a poco, hasta llegar al día del estreno. Esto es una de las cosas que más me agrada, que más me llena: ver el proceso creativo.

Aunque a veces se cree lo contrario, el Poma le abre las puertas a muchos artistas y producciones y, por lo que he visto, la única premisa que se debe cumplir es que la producción sea de buena calidad. Es un oasis cultural y artístico porque los grupos teatrales, afuera, se están rebuscando las formas de hacer

A mi padre le gustaba ver teatro y me llevaba, de modo que tuve la oportunidad de estar sentado en las butacas del teatro cuando aún no era Teatro Poma. Pude vivir la transición del famoso auditorio de CAESS al Teatro Luis Poma. Gran salto: pasar de un auditorio a un teatro bien equipado, con condiciones para artistas y público garantizadas; un espacio diseñado y pensado para las artes escénicas. Fue una buena sorpresa. Se creó una mística alrededor del teatro, además que estamos hablando de un espacio que está dentro de un centro comercial y eso es algo novedoso. Desde mi punto de vista el proyecto del Teatro Poma es valiosísimo y le tengo mucho cariño.

Obra: Toc-Toc. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Juan Barrera.
René Figueroa.

su arte, y el Poma es una alternativa ante esta necesidad. Cuando cruzo la puerta de entrada del Teatro Luis Poma siento que entro a mi casa, decir más que eso sería redundar. El Poma vino a darnos en bandeja de plata un recinto teatral de fácil acceso a la población.

obligó a producir. Hubo una efervescencia de producciones, una emoción muy grande por lo que estaba pasando en el teatro salvadoreño. El Poma vino a dinamizar la escena salvadoreña y también coincidió con la creación de compañías independientes que no tenían espacios donde presentarse. Claro, uno puede actuar en cualquier lugar pero un espacio teatral, una sala como tal con todo sus aparatajes, eso lo puso el Poma. Por otro lado, el Poma da la posibilidad de diversificarte, de poder trabajar en producciones que no son tuyas. Una llega directamente a ensayos y se despreocupa de los asuntos de la producción.

¡Otra sería la historia si el Grupo Poma hubiera decidido destruir el antiguo auditórium de CAESS para agrandar Metrocentro! En vez, ha creado un teatro que es una fuerte presencia en el país. Y ha creado un público que necesita divertirse ¡Y qué bien que lo busque en el teatro!

César Pineda

(actor y director)

En sus primeros años, el Poma era la única sala, el único espacio organizado en el que podíamos presentarnos, un escaparate necesario. Al programarte y definirte fecha de estreno, te ponían una fecha límite para preparar tu proceso de creación; la sola existencia de la sala y la posibilidad de actuar en ella nos

En 2008, creé Cuentos del Decamerón con estudiantes de la Universidad de El Salvador. Roberto Salomón vio el montaje y me propuso repetir la puesta en escena con actores profesionales. Tuvimos algunas discusiones porque la puesta universitaria era de butaca caliente, tirada al teatro profano, y me hizo ver que había cosas que en el Poma no se hacen. Esto me ayudó a refinar, a ir buscando otras formas de decir lo mismo con otros signos; al final me di cuenta (de) que tenía el mismo resultado en el público. Este espectáculo fue el impulso para crear el Premio Ovación, un gran apoyo a

creadores emergentes para poder realizar sus proyectos escénicos.

Esta confianza significó una gran responsabilidad creativa para mí. Las tablas del Poma se habían convertido en una vitrina y era una gran responsabilidad –en ese momento había dos críticos importantes en la prensa escrita y podían destrozarte– a nivel creativo, el poder refinar, cuestionar, reinventar, profundizar ideas anteriores; fue una oportunidad tremenda en mi carrera profesional. El artista vive para su trabajo, para exponer sus ideas, lo que cree. El permitirme realizar una puesta en escena profesional –para sala– enteramente mía me hizo dar ese salto cualitativo.

Otra cosa que me vincula al Poma es el trabajo actoral. En el momento en que aplicaba a una beca en México, para un diplomado en Profesionalización en Actuación Dramática, con Luis de Tavira, el Poma me propone el personaje de Edgar, un papel coprotagónico en El rey Lear, de Shakespeare. El montaje me permitió seguir con mis búsquedas físicas como actor y además, como daba clases en la universidad y en el CENAR, mis alumnos pudieron ver a su maestro probándose en escena. Siempre he creído que un artista tiene que arriesgarse y nunca termina de aprender y desaprender.

En El rey Lear me gustó mucho estar con figuras del teatro salvadoreño de otra época. Somos de escuelas tan diferentes. Mi dupla con Isabel Dada está llena de tantas anécdotas, siempre nos hacíamos travesuras en el escenario, igual con Antonio Lemusimún. Yo estaba casi desnudo, con un maquillaje al estilo de la Ópera de Pekín, y

salía y entraba por otros lugares que no estaban marcados. Fue hermoso sorprenderme y sorprenderlos. Aprendí mucho.

Gocé mucho el personaje de Tartufo, de Molière. Siempre me ha chocado que haya gente que abuse del poder para subvertir las relaciones familiares. Este personaje llegó en un momento en el que yo estaba en un pleito con la religión, el fanatismo, la doble moral y agradezco que se me diera total libertad creativa para proponer el personaje. La puesta en escena fue muy provocadora para su momento, muy atrevida de parte del Teatro Poma. Era un momento en el que en el país estaban surgiendo figuras religiosas de poder y era muy transgresor ver al Tartufo sobre el escenario intrigando y separando a la familia. Para mí, fue una oportunidad creativa para profundizar en la encarnación

Alejandra Nolasco (actriz)
Obra: Natán el Sabio. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Alejandra Nolasco.
Obra: Tartufo. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, César Pineda.

y la personificación, en crear otra energía que no es mía, crear un alma corpórea en la escena y hacerlo con más madurez. Paralelo a todo esto fundé la Asociación Cultural para las Artes Escénicas. Una de las decisiones de la nueva directiva fue no enfocarnos solamente en teatro comunitario y poder invitar a directores con propuestas que permitieran a los jóvenes que se estaban formando tener otras experiencias. Roberto me propuso montar Incendios, de Wajdi Mouawad. Fue arriesgado apostarle a lo corporal y vincular a distintas generaciones de actores.

¡Ojalá la empresa privada del país mantuviera más espacios como el Poma! A falta de espacios culturales en el país, este espacio se convierte en una gotita de agua en medio del desierto. Eso lo agradezco. Puede que no me agrade siempre la programación del Poma, pero no tiene nada que ver con el agradecimiento. Incluso lo hemos discutido con Roberto porque en medio de las comedias logra meter drama, dramaturgia nacional, otras formas, otras maneras de abordar el teatro. Todos los artistas en este país de una u otra manera pensamos en el Poma cuando vamos a estrenar o queremos presentar nuestros trabajos. El Teatro Luis Poma vino para quedarse y es una oportunidad para el creador salvadoreño, igual que los premios Ovación. Ojalá la gran empresa del país tuviera la sensibilidad de mantener y sostener este tipo de espacios para la creación artística.

Fue muy importante poder entrar a trabajar en las producciones del Teatro Luis Poma. A inicios de los años 2000 proponían una forma de trabajar que en el país no se daba. Los artistas de la escena siempre trabajábamos de manera independiente, esto no es una novedad, pero que te llamara alguien, que te ofreciera un salario fijo por presentaciones, que contaras con un espacio con todas las condiciones para poder ensayar, era totalmente diferente, absolutamente novedoso. Estas condiciones de trabajo deben ser básicas para cualquier artista y el Poma las introdujo.

Yo estaba acostumbrada a hacer un taller para llegar al proceso de montaje. El Poma te contrata para hacer tu personaje, para dar resultados, no para ver tu proceso. Esto es algo que al principio cuesta. Esta forma diferente de trabajar te hace madurar, profesionalizarte, ir asumiendo el compromiso de tener tu personaje y llevar resueltas las cosas para el siguiente ensayo. La aparición del Teatro Luis Poma cambió la dinámica de producción del teatro en nuestro país.

Para los artistas de mi generación trabajar en el Poma fue aprender a amalgamar la manera que cada uno tiene de crear. No hay una manera homogénea pero al final, aunque nuestras escuelas y experiencias sean diversas, entre todos logramos llegar a la puesta en escena. Trabajar en el Poma me ha hecho crecer como artista, me ha inducido a la formación continua.

Luis Callejas

(actor y mercadólogo)

Trabajar en el montaje de Romeo y Julieta del Teatro Luis Poma ha sido, para mí, lo más alejado a producir una obra de teatro en El Salvador. Y es que lastimosamente en nuestro país, el arte suele sobrevivir en condiciones de precariedad y en la continua rebúsqueda por echar a andar los proyectos.

Por lo tanto, poder hacer teatro en condiciones tan óptimas parecería hasta inimaginable: tener un pago fijo por actor, un diseñador de vestuario, uno de escenografía, una diseñadora de luces traída de Europa y un compositor que creó la música específica para el espectáculo. Todo un montaje totalmente financiado. Así no es como usualmen-

te «funciona» el teatro acá. Fue un proceso idílico y para mí fue muy enriquecedor tener la oportunidad de experimentarlo. El Poma se siente como una casa; muchos actores y actrices lo pueden confirmar. Y no solamente los artistas, también el público lo dice. La sala tiene una atmósfera de recibimiento, de comodidad, tanto para el público como para los actores. Yo lo veo como un oasis. Como espectador, si me siento cansado y quiero irme a relajar, reflexionar, divertir, disfrutar, pienso inmediatamente en ir al Poma. Por otra parte, el Poma también ha venido a llenar un rol social, educativo y cultural de gran importancia: forma actores, construye públicos, y no necesariamente porque impartan clases sino porque las mismas tablas representan un crecimiento para el artista. Muchos de nosotros hemos desarrollado nuestras carreras en el Teatro Luis Poma más que en cualquier otro escenario nacional.

(actriz,
Obra: Por delante y por detrás. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Dinora Alfaro.
Obra: Romeo y Julieta. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Luis Callejas.

El Teatro Luis Poma significa para mí una palestra muy importante, es como una casa. Uno siente que llega y que allí puede crear. Esta atmósfera contribuye a que siga habiendo teatro. Si el Teatro Poma no existiera, seguiría existiendo la producción de espectáculos, pero el hecho de que existe y que cuenta con un público cautivo, lo hace semillero.

En el Teatro Luis Poma he podido conocer artistas de los que he aprendido, con quienes he logrado establecer buenas dinámicas, y agradezco poder decir que de alguna u otra forma es mi casa.

Ganar el Premio Ovación, el único premio en el país que tenga ese perfil, fue otra grada en el camino de profesionalización del grupo La Zebra Teatro. Ovación ha ayudado a

producir varias obras que quizás igual se hubieran producido, pero con más dificultades de financiamiento. Ganar el premio nos hizo sentir que se estaba confiando en un grupo de actrices jóvenes, aunque estuviéramos dirigidas por dos laureados anteriores. Nos dio muchísima tranquilidad poder contar con fondos para producir y espacio para presentarnos. Todo esto fue catapulta para poder presentar el espectáculo La canción de nuestros días en el interior del país.

La sala de Teatro Luis Poma es un gran aporte para el país, no solo para el arte y la cultura. Para nosotros, periodistas culturales, ha sido un espacio para conocer perfiles de grandes artistas, de gente que hace teatro, no solo de la figura del director. Por otro lado,

siento que hablar del teatro salvadoreño y encasillarlo en el Poma es limitar el asunto. Hay agrupaciones que no se presentan en la sala y están en otros espacios. Yo creo que gracias al Teatro Poma y a la actividad permanente ha ocurrido un giro en el periodismo cultural, hemos pasado de realizar notas únicamente para decir dónde, cuándo y qué grupo se presentaba, a producir reportajes sobre las obras y los artistas.

Para mí, llegar al Teatro Luis Poma es siempre descubrir cosas nuevas. A nivel personal me ha permitido ahondar en las artes escénicas y reinventarme desde las necesidades que tienen los lectores. Como periodistas culturales, nos ha permitido tener la posibilidad de escoger en medio de una variedad de trabajos artísticos y a quienes hacen crítica teatral les ha dado la posibilidad de tener un espacio con cartelera permanente al cual acudir para ejercer su trabajo.

Patricia Rodríguez (actriz)

Desde el año 2007 hasta la actualidad el Poma se ha convertido en mi casa, el Poma es mi templo, no hay un espacio donde yo me sienta tan segura, tan reconfortada como en ese teatro. Ahí me quieren, ahí puedo ser tal cual soy. Por delante y por detrás fue bien particular porque antes de trabajar en el remontaje, hice audición y no quedé (risas). Es una obra tan querida en El Salvador, recuerdo la publicidad en el periódico y decía «quiero estar en esa obra». Fue un reto, enriquecedor porque cuando entré la obra ya estaba montada; tuve que entrar en el ritmo, en la estructura del espectáculo, pero tuve la suerte de que cuando llegué había más

de una sustitución y los compañeros del elenco original nos ayudaron a todos a estar al mismo nivel. Creo que cada montaje es una familia y eso es enriquecedor.

De niña, en prekínder, bailé New York, New York en el auditorio de CAESS, quien diría que tantas décadas después ese espacio sería mi casa, un oasis, un pulmón, un fuego fatuo para muchos de nosotros. El primer recuerdo que tengo del Teatro Luis Poma viene de mi infancia cuando era el auditorio de CAESS. Recuerdo que mi mamá me llevó de niña a ver un espectáculo donde bailaba mi abuela. Era una revista donde bailaba vestida con un traje de rumbera, salía a escena con una cola larga mientras sonaba Popotitos. Nadie bailaba esa canción como mi abuela. El grupo de teatro estaba conformado por mujeres que vivían en la residencial Centroamérica. Cuando salió mi abuela me subí a la butaca y mientras bailaba le gritaba: «¡Abuelita!», euforia de momento que marcó mi vida.

Lilibeth Rivas (actriz)
Obra: Romeo y Julieta. Producción: Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Lilibeth Rivas.
Malu Nóchez (comunicadora social y periodista)
Foto de Jessica Orellana
Obra: Tartufo. Producción: Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Patricia Rodríguez.

Casi cuarenta años después yo estaba en ese escenario. La primera producción del Poma en la que participé fue en 2007: Pinocho. Era yo el Hada Azul. Ahí conocí a grandes compañeros de teatro y quedé maravillada con el talento artístico que hay en este país. Sentí que tenía tanto que aprender, al contrario de lo que muchos pensaban porque me formé en México. El proceso de Pinocho fue muy lindo. Cada espectáculo en el que he estado ha sido importante. Creo en esa mística del teatro, de la actuación, en la que los personajes lo escogen a uno y a través de ellos uno sana algo, pero eso ya es trabajo de uno. Hacer el personaje de Cordelia, la hija del rey Lear me marcó mucho porque me ayudó a canalizar

muchas cosas de la relación con mi padre, fue un proceso místico para mí.

Recuerdo que cuando hicimos El decamerón hubo todo un revuelo. Una noche estábamos en el camerino y nos dijeron que había un escándalo en la puerta porque había gente que se había quedado sin entradas y gritaban «nos están negando el derecho a la cultura». Eso es increíble en un país como este y eso lo ha logrado el Teatro Luis Poma. La gente empezó a exigir teatro.

Si el Poma desaparece, desaparece una parte de mi ser porque mi abuela estuvo ahí y hoy estoy yo, ha marcado mi vida personal y mi carrera como artista.

Capítulo 4

La comedia, de ida y de vuelta

Dentro de los géneros del teatro hay dos grandes entramados sígnicos cultivados por todas las culturas del mundo: la tragedia y la comedia. Ambas se han ido transformando a lo largo de los siglos en las distintas geografías. Estos géneros han funcionado como anverso y reverso de los sentimientos y caracteres humanos, han servido para mostrar desde el escenario las formas de relacionamiento de las sociedades. En el continente americano, desde antes de la llegada de los europeos, ambos géneros eran cultivados por los habitantes de estos territorios. Para el mundo mesoamericano el uso de la risa como medio de comunicación y entretenimiento es vital, pues no solo funciona para representar los sentimientos más grotescos de la sociedad sino que, con el paso del tiempo, ha devenido en plataforma política que critica las formas opresivas y de violencia. El Salvador, perteneciente a la gran región mesoamericana, guarda en su imaginario

atávico el goce en la risa, el disfrute de la comedia. Quizás esta sea una de las respuestas más certeras y esenciales ante las violencias sistemáticas vividas. A través del artificio cómico, los salvadoreños logran desdoblar los sentimientos y discursos censurados en el cotidiano; al mismo tiempo, asisten a estas representaciones que posibilitan la identificación con ese mecanismo de resistencia, reflexión, crítica y entretenimiento. Desde su inauguración, el Teatro Luis Poma, a través de sus producciones, ha potenciado este género artístico. En su repertorio hay distintas estéticas de la comedia. Esto ha sido un puente que conecta la sensibilidad de los espectadores con la cartelera sistemática de la sala. Como resultado de esta conexión, hay una constancia y crecimiento de las audiencias y la construcción de un repertorio heterogéneo que incluye otros lenguajes.

Toc-Toc y Arte

La obra Toc-Toc es una comedia francesa que ha tenido éxito indiscutible en diversos escenarios occidentales. En su estreno en París en 2005, se mantuvo 31 meses en cartelera. El texto de Laurent Baffie cuenta la historia de seis pacientes con trastornos obsesivos compulsivos (TOC) que coinciden en una sala de espera, aguardan por el doctor Cooper, gran especialista que cura los TOC en una sola sesión. Mientras esperan, los pacientes van entrelazando sus historias hasta que al final logran resolver sus conflictos a través de la solidaridad entre pares. Arte, obra escrita en 1994 por la

dramaturga francesa Yasmina Reza, estuvo 18 meses ininterrumpidos en cartelera. El guion de Reza ahonda en las dinámicas tensas de la relación de tres amigos. Uno ha comprado un cuadro de arte contemporáneo por una exorbitante suma de dinero, otro se opone a tal acción y el tercero se encuentra al centro del conflicto. La obra expone cuestionamientos al arte posmoderno y a la fragilidad de las relaciones humanas. Ambos son textos importantes de la comedia francesa contemporánea.

La propuesta escénica de Toc-Toc de Teatro Luis Poma subraya las destrezas de los

Obra: Por delante y por detrás. Producción Teatro Luis Poma. 2017. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: Fernando Rodríguez, Mario Guardado, Dinira Alfaro Dinora Cañenguez, José Antonio Ramírez, Karen Castillo.

intérpretes que conforman el elenco. Juan Barrera, Óscar Guardado, Naara Salomón, Dinora Alfaro, Patricia Rodríguez, Fernando Rodríguez y Susana Reyes interpretan a los personajes que van contando la historia, organizando un espectáculo equilibrado

En el trabajo actoral de conjunto hay un uso moderado y preciso de la gestualidad corporal y la máscara facial que coadyuvan a la construcción de los personajes y a detonar la risa en los espectadores. Dinora Alfaro recurre a un movimiento reiterado de su brazo; Naara

Salomón, a la tensión y distensión del cuerpo, al igual que Juan Barrera; Patricia Rodríguez, a la máscara facial como herramienta principal; Óscar Guardado se mueve con total soltura por el escenario; Fernando Rodríguez se arriesga al estar constantemente caminando

encima de las sillas y mesas, explorando posiciones corporales poco cotidianas. Si bien es cierto que actores y actrices conforman un equilibrio en su totalidad, son los personajes de Alfredo, con síndrome de Tourette (interpretado por Juan Barrera) y del taxista Camilo, paciente aritmomaníaco (interpretado por Óscar Guardado) quienes marcan los quiebres de ritmo durante el espectáculo. Estos dos personajes establecen una relación que en el diseño de la puesta en escena es aprovechada para marcar giros que imprimen una dinámica ágil a la escenificación.

La puesta en escena de Arte también descansa sobre el elenco. En este caso son tres actores quienes sostienen el espectáculo: Carlos Córdova, Pechán Osorio y Fernando Rodríguez. Construyen sus personajes a partir de contrastes. El primero se muestra siempre comedido, su fisicalidad es pausada; el segundo actor nos muestra un personaje que apuesta por elementos de la caricatura y el clown, además apuesta por el uso de algunas formas de la acrobacia que imprimen ritmo y comicidad a la obra; el tercero aporta otros tonos a la escena al proponer un personaje que se mueve con precisión e hilvana su cuerpo con la construcción interna. La escena de la pelea entre los amigos es un ejemplo que deja ver claramente la construcción de los personajes. Mientras Sergio, interpretado por Carlos Córdova, y Marcos, por Fernando Rodríguez, empiezan a acentuar los conflictos, Iván, interpretado por Pechán Osorio, procura evitar el desenlace confrontativo. Los tres terminan enredados en una pelea escénica construida desde

Obra: Toc-Toc Producción Teatro Luis Poma. 2018. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: Juan Barrera, Óscar Guardado, Patricia Rodríguez, Dinora Alfaro, Fernando Rodríguez y Naara Salomón

el artificio teatral donde el tercer actor despliega sus posibilidades acrobáticas, mientras que el primero se abalanza contra el segundo construyendo un contrapeso. La escena termina haciendo que los espectadores estallen de risa, por el uso de lo ridículo. Ambas obras ocurren en un solo espacio escénico, sin cambios. El diseño escenográfico de Toc-Toc (imaginado por Roberto Salomón) nos sitúa en la sala de espera de una clínica, puede ser cualquiera, pues no hay aquí una concepción naturalista. Son suficientes una fila de sillas, un par de mesas y un telón traslúcido que divide el escenario y nos deja ver el pasillo, lugar paralelo en el que también ocurren acciones de la obra. Nos situamos frente a la escena como espectadores de una película en la que podemos observar imágenes paralelas e ir descubriendo, al mismo tiempo, sucesos

íntimos de las vidas de esos personajes que cotidianamente creemos «el otro» pero que son más iguales a nosotros de lo que imaginamos. La escenografía de Arte, diseño de Roberto Baíza, se decanta por una propuesta minimalista: un escenario totalmente gris, encuadrado por un marco de pintura a gran escala, una alfombra gris en el suelo, tres taburetes-mesa y un pequeño marco que representa la pintura comprada por uno de los personajes. Estos elementos van a constituir un diseño armonioso que coloca el énfasis en los cuerpos de los actores y el diseño de iluminación. Las luces de César Noé González constituyen un lenguaje que suman al discurso de ambos espectáculos. Toc-Toc y Arte son diseñados a partir de la precisión y el énfasis de las posibilidades actorales del elenco. Nada sobra en estas obras, cada elemento aporta al discurso ge-

neral de la puesta en escena. A partir de una relación de colectivo, se construye la comedia ágil e inteligente. Al poner el acento en las relaciones humanas, se produce matices sociales y políticos. Toc-Toc apuesta por el

discurso de la solidaridad entre iguales; Arte, por la fragilidad de las relaciones humanas. Ambas propician la reflexión a través de la risa, develando un poco de lo que somos como sociedades modernas.

La Nonna

En el año 2013 se lleva a escena, bajo la dirección de Tatiana de la Ossa , La Nonna, de Roberto Cossa (1977), uno de los guiones más importantes de la dramaturgia argentina contemporánea. La historia nos relata los sucesos tragicómicos de una familia de barriada. Debido a la crisis económica, deben deshacerse de la abuela de la familia, literalmente una devoradora tenaz. La obra retoma elementos de la comedia criolla del grotesco argentino, tejiendo elementos del costumbrismo y el absurdo, produciendo un texto que lleva a reflexionar sobre la pobreza, la política y los conflictos generacionales.

La escenografía del costarricense Ronal Vilar gira en torno al comedor de la familia. Construye una metáfora escénica que nos muestra el catastrófico deterioro de un sistema familiar. A través de una escenografía construida con materiales de desecho, vemos el comedor, la cocina y una habitación de la casa de cualquier barriada, de cualquier época. Los elementos escénicos irán desapareciendo mientras los personajes van cayendo en desgracia producto de la insaciable hambre de la abuela y la crisis económica que atraviesan. En este espectáculo hay una relación intrínseca entre los elementos visuales y las acciones del mis-

mo. Además, el espectáculo integra otros lenguajes como la radio y la televisión, utilizados en las transiciones de las escenas. La directora pone a dialogar un elenco de actores y actrices que irán tejiendo la trama a partir de personajes contradictorios. Todos quieren salir de la pobreza, pero ninguno aporta soluciones, más bien enredan la historia a partir de situaciones cómicas en la que unos conspiran contra otros teniendo la eliminación de la abuela voraz (José Antonio Ramírez) como objetivo principal. En este tejido radica el sentido tragicómico del espectáculo. Mientras Carmelo (Fidel Cortez) quiere hacer prosperar su negocio y mantener a flote a la familia, Chico (el actor chileno Merlo Mondongo) se opone rotundamente a trabajar. La tía Anyula (Ana Ruth Aragón) encubre a Chico y esto la lleva a enfrentarse con María (Patricia Rodríguez), esposa de Carmelo. Mientras tanto, el personaje de Marta (Alejandra Nolasco) busca un trabajo sexual para así evitar ser fiscalizada por la familia. A este núcleo se suma don Francisco (Juan Barrera), el tendero del barrio. Todos los personajes quieren deshacerse de La Nonna y ninguno lo consigue. Al final, terminan siendo devorados por ella.

Obra: Arte. Producción Teatro Luis Poma. 2017. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: Pechán Osorio, Carlos Córdova y Fernando Rodríguez.
Obra: La Nonna Producción Teatro Luis Poma. 2013. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: José Antonio Ramírez, Merlo Mondongo, Ana Ruth Aragón, Fidel Cortez, Patricia Rodríguez.

Por delante y por detrás

Por delante y por detrás del dramaturgo inglés Michael Frayn (1982) es una de las obras más exitosas del repertorio de Teatro Luis Poma; ha sido representada con distintos elencos desde su estreno en 2004 y ha colocado al teatro en las primeras planas de los periódicos locales. La obra revela los enredos de un grupo de actores y actrices y su incapacidad de representar el espectáculo ensayado. Nicolás

Menjívar escribe al respecto:

Por delante y por detrás está dividida en dos partes: la primera trata sobre el ensayo general de una obra y la segunda muestra lo que sucede después de un mes de gira (muestra entre bastidores que los actores no se soportan, hay deslices y equivocaciones).

La obra es considerada por muchos críticos como excepcional, porque todo lo que sucederá en el segundo acto está calculado en el primer acto, para luego provocar la risa. «Él va construyendo su castillo, para que el castillo tenga las ventanas donde tienen que estar y esto es lo admirable, no hay ninguna improvisación en la escritura de la obra», comentó Salomón sobre estas catalogaciones.19

Una de las particularidades que sostiene este espectáculo es el sentido del ritmo. Hay un entramado que combina palabras, cuerpos y argumentación que permiten el desarrollo progresivo del espectáculo. El elenco imprime un ritmo ágil a la obra basándose en el diálogo picado y el uso del gag como retórica del cuerpo. Además, se utiliza el espa-

cio de las butacas como lugar expandido de la presentación. De tal modo que los espectadores y el elenco se encuentran vinculados activamente a través del espacio.

Es una comedia de puertas en la que los actores y actrices constantemente están dialogando con un andamiaje de 7 puertas. La escenografía define el elemento rítmico de la puesta en escena. Las puertas permiten un juego escénico que le imprime dinamismo a la entrada y salida de actores, además propone una suerte de musicalidad que deviene en construcción y, posteriormente, develación de la artesanía teatral.

19 Nicolás Menjivar, «Por delante y por detrás» lista para saltar al escenario del Poma (El Salvador: La Prensa Gráfica, 18 de octubre de 2017) recuperado de https://www.laprensagrafica.com/farandula/Por-delante-y-por-detraslista-para-saltar-al-escenario-del-Poma-20171018-0067.html

Baby Boom en el paraíso, El cavernícola y Lisístrata

Baby Boom en el paraíso, comedia de la costarricense Ana Istarú (1996), entra al repertorio de Teatro Luis Poma en 2006. El unipersonal interpretado por Regina Cañas aportó al repertorio un espectáculo de fácil movilidad. Luego de girar por el interior del país, la obra fue invitada por el Teatro GALA, de Washington D. C., EE. UU., para una serie de funciones en marzo de 2017. La obra nos lleva al encuentro de los cuestionamientos sobre la maternidad con una actuación de elaborada técnica interpretativa. La puesta en escena le da un giro a la propuesta textual. La dramaturga propone escenificar la historia sobre un diván en medio de una terapia psicológica, la puesta salvadoreña transcurre mientras el personaje principal prepara un pastel de manzana a su hija, a la vez que cuenta la historia de su embarazo. Regina Cañas comenta sobre el proceso de trabajo:

Lo que más me gustó fue ver cómo la obra se transformó en las manos del director.

Porque si usted toma el texto original, la tipa está contando toda esta historia desde un diván en una consulta psiquiátrica. Roby me llevó a una cocina a cocinar un pastel.

Me dio mucho miedo no tener el apoyo de otros actores en escena; miedo de saber que durante una hora tendría que sostener sola todo este texto. Pero ese miedo se diluyó con las acciones físicas. Esa era la clave: por ejemplo, Roby me dijo que empuñara el cuchillo en la frase donde hablo de la cesárea.

Y así, con cada frase apoyada por una acción, se me fue yendo el miedo. Al final, mi mayor

20 Entrevista realizada a la actriz Regina Cañas en 2021.

miedo era hacer un pastel, porque la cocina de postres no se me da muy bien. Y hasta eso me enseñó: cómo hacer un pastel.20

El artificio teatral se va construyendo desde el tejido entre acciones físicas de la actriz y el argumento de la obra. Palabra y cuerpo van suturados en la puesta en escena, lo que nos permite presenciar un espectáculo que tiene como centro medular el trabajo de la actriz. Es importante señalar que esta obra es parte de una trilogía de puestas en escena de unipersonales de pequeño formato que completa Ángel de la guarda, del salvadoreño Jorge Ávalos (2006), y El cavernícola, del estadounidense Rob Becker (1991). Estas obras nacen por la necesidad de construir espectáculos de fácil movilidad, además de permitir a los intérpretes poder presentarse en diversos espacios no-teatrales. Cumpliendo así una apuesta por llevar las producciones a otros espacios. El cavernícola entra al repertorio del Teatro Luis Poma en 2009. Este primer acercamiento con franquicias internacionales de producción de espectáculos es, sin duda, el éxito taquillero de los 20 años de la sala. La obra, iniciada como un stand-up comedy, nos divierte, a través de la metáfora del matrimonio, con signos de la cultura patriarcal. Fernando Rodríguez interpreta al personaje con inteligencia, dando prueba que mantenerse en cartelera durante catorce años consecutivos también puede contribuir a una formación profesional.

Lisístrata: la huelga del sexo, texto clásico de Aristófanes escrito en el 411 antes de la era

Foto de la obra Por delante y por detrás en la primera plana de El Diario de Hoy. 5 de marzo de 2004.
Obra: El pájaro de la felicidad Producción Teatro Luis Poma. 2010. Foto: René Figueroa.
De izquierda a derecha: Regina Cañas, Alicia Chong, Omar Renderos, Fernando Rodríguez, Karen Castillo y Marvin Pleitez.

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cristiana, es producido por el Poma en 2006 con la invitación de una directora internacional: la suiza Marianne de Pury. Así como para varias obras del repertorio, el elenco de esta se hizo a partir de casting abierto a artistas locales. La obra explora la construcción de la paz en un contexto de guerra, cuando las mujeres de una ciudad deciden hacer una huelga sexual para que los hombres renuncien a la guerra. Es una puesta en femenino del poder político de las mujeres.

La comedia produce reflexión, critica las pasiones humanas e incluye al público como cómplice de la ficción. Con sus tintes, sus ires y venires, la comedia es el género más recurrente dentro de las producciones de Teatro Luis Poma. Si bien es cierto que las producciones del Poma exploran la comedia como género puntero, este no es un recurso facilista; la comedia funciona como reflejo de la crisis de valores sociales que permite la reflexión del público. La risa es el medio que produce la catarsis y posteriormente, la

crítica. La inclusión de la comedia dentro del repertorio nace de la constante relación con el público local y de la visión clara de que el teatro, arte social por excelencia, es, ante todo, entretenimiento.

El psicólogo, actor y director, Boris Barraza, integrante de varios elencos del Poma, expone que la función de la risa en nuestra sociedad es vital:

Creo que la necesidad social de reírse es un paso hacia la salud mental, pero no puedo decir que reírse sea más importante que la memoria histórica de los procesos dolorosos. Son dos cosas que deben ir de forma equilibrada. Reírse es importante, es necesario, pero sin olvidar los procesos traumáticos.21

Siguiendo esta idea, podemos constatar en el repertorio del Poma un equilibrio entre escenificaciones de comedias y dramas, de todo lo que nos atañe de cerca como sociedad. En el siguiente acápite exploraremos el anverso de la comedia.

Capítulo 5
Artistas hablan: el Poma y la profesionalización de la escena teatral salvadoreña
Entrevista a Boris Barraza realizada por el autor. 12 de junio del 2020.

Óscar Guardado

(actor y productor teatral)

Obra: El avaro. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Óscar Guardado.

El Teatro Luis Poma nace en una época de crisis; se clausuraba el Festival Centroamericano de Teatro y el Teatro Nacional estaba dañado debido a los terremotos del 2001. Estos dos componentes se conjugaron por muchos años, la gente acudía al Teatro Nacional cuando se desarrollaba el festival. Entonces el Poma viene a llenar ese vacío que deja la desaparición del Festival y la clausura por siete años del Teatro Nacional.

El Poma no es una sala que arquitectónicamente tenga las mejores condiciones para las artes escénicas, pero es el lugar donde podemos contar con un técnico de luces que ha aprendido muchas cosas gracias al trabajo continuo y diversidad de los espectáculos que ahí se presentan, con un juego de luces

que constantemente se renueva, donde hay un telón que se puede cerrar y abrir, tenemos piernas de escena, un proscenio. Todas estas cosas, por muy pequeñas que parezcan, nos brindan la posibilidad de seguir haciendo teatro en condiciones dignas. El Teatro Luis Poma se convirtió rápidamente en un pulmón para el teatro salvadoreño.

Hay algo que distingue al Teatro Luis Poma en el medio centroamericano y es que cuenta con un financiamiento importante. En nuestra región ha habido muchas salas de espectáculos que han sucumbido ante la falta de financiamiento. Esta sala de teatro no hubiera logrado lo que ha hecho sin el respaldo y el prestigio de la Fundación Poma. Por otro lado, la figura del director ha sido muy importante porque es un hombre que ha hecho cosas importantísimas para el teatro salvadoreño, tiene una carrera de peso y prestigio, además experiencia dentro y fuera del país. Estos componentes son la clave del éxito del Teatro Luis Poma.

Creo que es importante mencionar que el Teatro Luis Poma ha representado durante todo el tiempo de su funcionamiento un espacio que brinda calidad profesional para los grupos que son programados. La cartelera es muy variada y no se casa con un estilo, discurso o género.

Nelson Portillo (actor y director)

En el Poma se hace arte con cuatro letras. El Poma le permite a uno trabajar de una manera tranquila. A menudo a uno le toca repicar y dar la misa, pero en ese teatro se trabaja diferente. Hemos visto una cantidad de muchachos que se han presentado en las

Escenografía de la obra: Al otro lado del mar Producción Teatro Luis Poma. 2012. Detalle de foto: René Figueroa.

tablas del Poma, incluso actores mayores que siempre hemos mantenido el teatro. Otra cosa beneficiosa es que ha mantenido accesible el boleto para el público.

La aparición del Teatro Luis Poma en el año 2003 significó una esperanza para el movimiento teatral salvadoreño, fue saber que había un apoyo grande para el arte y la cultura por parte de la Fundación Poma; significó la aparición de un espacio alternativo en el que pudimos desarrollarnos. El Poma significó un espacio necesario para todos los que se dedican al teatro. Y la repercusión que ha tenido no ha sido solo nacional, también a nivel centroamericano se valoriza mucho presentarse en esas tablas. Además, la conducción de Roberto Salomón ha logrado crear un público que gusta del teatro.

Aunque nosotros, Teatro Hamlet, hacemos un teatro más conservador, siempre, desde que se fundó, el teatro me abrió las puertas.

Para el aniversario 15 programamos la comedia De qué se ríen las mujeres. Tuvo tanto éxito que tuvimos que hacer una función adicional.

Regresar al escenario del Poma fue una cosa maravillosa, diferente del auditorio

CAESS que no tenía el eco que hoy tiene la sala. El Teatro Luis Poma fue una evolución que ha venido a caer de una forma milagrosa en el teatro salvadoreño.

Mi reconocimiento a la Fundación Poma y un abrazo al Teatro Luis Poma y a su director.

Fernando Rodríguez (actor y encargado de comunicaciones TLP)

El Teatro Luis Poma no se puede concebir sin el financiamiento de Fundación Poma y sin la visión, claridad, apertura, capacidad de escucha

Los valores intangibles de la sociedad han sido las principales víctimas de los desastres sociales y políticos de los últimos treinta años: La educación, la ecología y la cultura. Antes y durante la guerra civil, paradójicamente, era más favorable hacer arte. Florecieron varios festivales de arte, en especial el teatro, una rama del arte, de suyo deficitaria, disfrutó de algunos espacios; cabe mencionar Festival Goldtree y Gran Teatro Rex. Sin embargo, con la desaparición del Festival Centroamericano Creatividad sin Fronteras y proyectos como El Carromato, todo ese espacio se fue reduciendo, a medida que prevalecieron los intereses del mercado. En este marco, en 2002, nace el Teatro Luis Poma, un espacio dedicado, prioritariamente, a las artes escénicas. Una casa donde desarrollar, un oasis cultural. Se nos invitó, a todo el universo teatral, a trabajar producciones, con la seguridad de tener un respaldo, no solo del espacio, sino también de la publicidad, principal debilidad de las producciones. Es encomiable que empresarios tan importantes para el desarrollo económico del país y de la región muestren sensibilidad hacia la cultura, el arte y la educación en los lugares más pobres. Es un ejemplo a seguir.

Nelson Portillo en escena. Foto: René Figueroa.
Obra: Al otro lado del mar. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Mercy Flores.
Carlos Velis (actor y escritor)
Obra: La Señorita de Tacna Producción: Proyecto Sueño. Foto: Herberth Quezada. En escena, Carlos Velis.
Obra: El avaro. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Fernando Rodríguez

a nuevas propuestas de su director al tomar riesgos y apostarle a proyectos originales. Es importante señalar el compromiso del equipo que trabaja en el teatro y se dedica a que todo marche bien, que los artistas se preparen a tiempo, que el público pueda sentirse cómodo.

El Teatro Luis Poma es un ejemplo no solo para El Salvador sino para toda Centroamérica. El trabajo realizado durante todos estos años ha hecho que los artistas que se presentan aquí tomen en serio su profesión. Se visibilizan sus trabajos en esta plataforma de gran alcance; pasar por el escenario del Poma te da un plus para poder acceder a otros espacios de la región.

Lorena Juárez (actriz y directora) y Ricardo Barahona (creador audiovisual)

Nosotros tenemos experiencia en proyectos con distintas entidades centroamericanas. Eso nos permitió tener las posibilidades de aplicar al Premio Ovación. Nos motivó la idea de hacer un espectáculo que vinculara el videomapping con el teatro. Teníamos varias historias en el cajón y fuimos dándole forma. La idea inicial era más modesta pero poco a poco fue creciendo. Entonces decidimos aplicar al Premio Ovación con el espectáculo Tamborina. Y ganamos.

La historia es la de una niña que se queda sola porque su padre se ha ido de viaje y ella queda en su mundo de fantasía. El proceso de montaje fue complejo, un aprendizaje para todos porque había muchos hilos narrativos. La gente joven se identificaba más, mientras que las personas mayores no, porque hay mucha información sobre el escenario. Había como tres niveles narrati-

vos. El proceso nos llevó a experimentar con el elenco porque algunas escenas estaban pensadas para el teatro convencional y otras hechas para el cine, entonces era difícil que el elenco interpretara cuando no teníamos la animación. Potenciamos mucho lo visual.

Este montaje nos permitió muchos aprendizajes porque venimos de disciplinas distintas y eso nos llevó a aprender uno del otro y del colectivo. Estar en el Poma a uno lo establece, lo ubica profesionalmente. Ganamos un fondo que permite crear redes de trabajo con otros artistas, contratar a los artistas necesarios para el proceso creativo, para poder crear. Normalmente uno se proyecta lentamente pero el premio nos hizo subir rápidamente los escalones. Hoy, gracias a la visibilización que nos dio Ovación, tenemos nuevas oportunidades de trabajo.

El Poma es importante incluso para la cultura capitalina. Abre las posibilidades a que los artistas puedan visibilizar sus trabajos. Todos los grupos importantes y los que empiezan se han presentado en el Poma. Tener la posibilidad de una cartelera permanente también da la posibilidad de ver un sinnúmero de formas, de estéticas.

Regina Cañas (actriz)

El Poma es para mí una escuela. Desde que tengo memoria, el teatro siempre estuvo en mi vida, pero sin ninguna instrucción formal. A pesar de que existió un Bachillerato en Artes, no llegué allí. En ese tiempo, estaba en otro tipo de burbuja. Siempre tuve la inquietud de actuar, siempre. Con el Teatro Luis Poma, era como una esperanza de que habría continuidad, era como una residencia artística, era mi casa. Es mi casa. Poquito a poco, sin necesidad de libros ni de clases formales, fui aprendiendo, de la mano de Roberto Salomón. Nunca busqué otro director. Cuando oía hablar de otro tipo de dirección, no quería estar allí. No creo en dictadores ni en imposiciones. Con él, me sentía libre de decir lo que pensaba. A veces costaba un poquito, a veces, en un gran acto de fe, tenía que aceptar cosas con las que no estaba de acuerdo; siempre, siempre salía perfecto. Quizás, lo que más me costó de todos los papeles que he interpretado hasta ahora fue la abogada en Incendios, de Wajdi Mouawad. Había pensado que este personaje sí iba a ser un personaje de lo más serio de la vida y, de repente, la dirección me marca un tono cómico; sentí por dentro que me moría. Pero era lo correcto. En medio de

todo aquel drama que ahogaba, mi personaje era como un oasis para el público. El Poma es una escuela en la que uno aprende a ser humano. Una escuela en la que uno se puede atrever a cuestionar la dirección. He oído a otros actores que han tenido otro tipo de dirección donde solo el hecho de cuestionar el criterio del director ya es una afrenta.

¡Baby Boom en el Paraíso! Yo quería un monólogo, y apareció esta propuesta y me encantó. Llevar esta obra de gira a Washington D. C. ha sido una de las experiencias más lindas de mi vida. Me encantó saber que podía, de alguna manera, representar a El Salvador con una obra que significa tanto para mí. Aquí no tenemos marquesinas con luces. Y de pronto, llegar a Washington y ver el nombre del Poma, ver nuestros nombres en una marquesina con luces… era mi sueño

Ricardo Poma, Lorena Juárez y Ricardo Barahona en la entrega del Premio Ovación. Foto: René Figueroa.
Obra: Baby Boom en el paraíso. Producción Teatro Luis Poma. Foto: René Figueroa. En escena, Regina Cañas.

de niñita hecho realidad. La gente que llegó al Teatro Gala, tan amorosa, tan necesitada de ver pedacitos de El Salvador; y qué galán poder llevarles algo bueno, de calidad y algo que hace reír. Es importantísimo que la gente se ría. En la comedia, logramos meter a la gente en una burbujita y es importante salirse un momento del mundo cruel.

Élmer Menjívar

(periodista cultural y crítico)

El Teatro Luis Poma se convirtió en un pivote para el entramado cultural salvadoreño por varias razones. La primera es que puede presumir de haber llegado a su mayoría de edad siendo constante, con temporadas sostenidas; segundo, porque demuestra los resultados que puede dar la inversión privada en un proyecto cultural. Visto desde la perspectiva de las industrias culturales, el Teatro Poma se ha convertido en un espacio laboral para artistas dedicados a las artes escénicas. Gracias a este modelo económico empresarial que invierte en cultura se han generado nuevos talentos, nuevas dinámicas de producción, inclusive satélites importantes, a veces frutos de la discordia, puesto que hay gente que ha hecho sus propios proyectos para diferenciarse del Poma, y eso es importante porque genera competitividad y oferta.

El Teatro Luis Poma es una experiencia profesional, tanto para mí como para otros periodistas culturales, porque tiene una cartelera permanente y a partir de ese modelo permite desarrollar la especialidad y querer especializarse más. Claramente no todos los periodistas lo han hecho, sin embargo, periodistas con ambición cultural tienen ahí un espacio donde

pueden navegar. No necesariamente mostrando solo las luces del teatro sino también mostrando las fisuras, las cosas que son criticables, no para deslegitimar, sino para crecer.

En mi caso, yo pude ejercer la crítica teatral porque existió el Poma y esto lo digo en dos sentidos, porque la sala monopolizaba la crítica. El mea culpa permanente es que el 90 % de mi trabajo como crítico ha sido sobre la cartelera del Poma cuando en los últimos ocho años han surgido otros proyectos, otras escenas a las que yo no les presté la atención que debía y siento que es irresponsabilidad de mi parte. El Poma tiene condiciones de logística que permiten acceder con mayor facilidad en varios sentidos. También es importante decir que el Teatro Luis Poma nos educó con un estándar de alta calidad a partir de la estrategia de programación, y eso hace que uno reaccione desde ese estándar. Esto tiene un peso muy importante porque se convierte en una especie de status quo del teatro salvadoreño, sin olvidar lo que eso implica, lo bueno y lo no tan bueno. Yo me atrevo a decir que para todos los periodistas culturales el Teatro Luis Poma ha sido una fuente que enseña mucho y al mismo tiempo reta.

Capítulo 6

Heridas abiertas: el drama
Élmer Menjívar

Desde sus inicios el Teatro Luis Poma se ha inscrito dentro de la vida y el desarrollo social, cultural y político del país. Al revisar el recorrido de espectáculos, podemos observar que existen espacios en los que afloran de forma directa o sutil los conflictos y traumas sociales, las heridas abiertas de El Salvador.

Las puestas en escena de dramas, tanto de autores nacionales como de textos clásicos y contemporáneos, nos acercan a realidades que confrontan directamente al especta-

dor. A diferencia del mundo de la comedia que busca otras formas de diálogo, el drama como género escenificado muestra tensiones sociales, revela la acción en el aquí y ahora; el espectador se ve inmerso en la puesta en escena y se vuelve consciente de conflictos que no le son ajenos, aunque la temporalidad en que se representan sea otra. En este tratamiento del drama también existe una intencionalidad política al presentar valores humanos universales.

Obra: El chico de la última fila. Producción Teatro Luis Poma. 2022. Foto: René Figueroa. En escena: Elliot Martínez, Óscar Guardado y Dinora Alfaro.
Obra: La señorita de Tacna Producción Proyecto Sueño. 2003. Foto: Herberth Quezada. De izquierda a derecha: Naara Salomón y Juan Barrera.

Diatriba de amor contra un hombre sentado, La señorita de Tacna y Sabor a miel

En un país sin una marcada tradición teatral constante y luego de una guerra civil que deja sin formación a una generación de artistas escénicos, se toma la decisión de iniciar las producciones propias de Teatro Luis Poma con dos escritores latinoamericanos que pudieran captar la atención del público. Esta decisión permitiría irrumpir en la escena local con dos nombres conocidos que asegurarían cierto éxito de público. Además, los diseños de las puestas en escena permitirían terminar de organizar el proyecto de la sala. Por estas razones se llevan a escena en 2003 Diatriba de amor contra un hombre sentado (1987), de Gabriel García Márquez, y L a señorita de Tacna (1978), de Mario Vargas Llosa. Roberto Salomón explica: Creo que esas fueron las motivaciones y además vehículos para dos actrices experimentadas y al cénit de su arte que pudieran con la carga de los personajes inmensos de ambas obras: Ana Ruth Aragón, para Diatriba de amor…, y Naara Salomón, para La señorita de Tacna. Además de actores que ya habían trabajado conmigo en el Bachillerato en Artes (Juan Barrera, Meybel Molina, Dinora Cañénguez y Carlos Velis), invitamos a otros actores (Mercy Flores, Regina Cañas, René Lovo, Tony Perdomo), así como actores debutantes (Alicia Chong, Carla Sánchez, José Amaya, Iván Lemus) para, desde un principio, mezclar las generaciones. La idea era marcar territorio con dos obras.22

22 Entrevista a Roberto Salomón, 14 de mayo de 2020.

En Diatriba de amor contra un hombre sentado, Ana Ruth Aragón asume con toda su experiencia actoral el papel de una mujer que se acerca a los cincuenta años dándose cuenta de que su matrimonio es un fracaso rotundo debido al control exacerbado y a las infidelidades repetidas de su marido. De entrada, en su primera temporada, Teatro Luis Poma aborda problemas que atañen a la sociedad actual.

A diferencia del guion original en el que el marido está sentado, leyendo un periódico a la manera de El bello indiferente, de Jean Cocteau, en esta primera producción, la diatriba es lanzada directamente al público, creando así la distancia necesaria para que la audiencia reflexione sobre el rol de la mujer en la sociedad y la necesidad de cambios. Deconstruyendo el texto original, un coro de tres mujeres representan a la protagonista en distintas etapas de su vida, a la vez que asumen personajes femeninos que la contradicen y apoyan la tesis machista.

La señorita de Tacna cuenta la historia de un novelista que reconstruye la memoria familiar a partir de su tía Elvira. El centro es una historia de amor en medio de un conflicto bélico. La narrativa del espectáculo usa el flashback como recurso fundamental. Durante la representación, estamos yendo y viniendo desde el presente de los personajes hasta la Guerra del Pacífico entre Perú y Chile. El contexto en que se desarrolla la obra conecta con el espectador local; basta recordar que

el espectáculo se estrena en 2003, once años después de la firma de los Acuerdos de Paz en El Salvador. Hay que notar que 2003 también marca el inicio de varios proyectos artísticos de gran alcance y vigencia, como el Museo de Arte y los grupos independientes que han nutrido el teatro salvadoreño actual.

La obra tiene un trasfondo que ubica el tema de la posmemoria, término acuñado en 1992 por Marianne Hirsch (La generación de la posmemoria) para definir a una generación joven que se acerca al pasado reciente y hurga en el archivo familiar para encontrar respuestas. La académica se refiere a las relaciones con la memoria y el archivo que sostienen los descendientes de las víctimas y de los sobrevivientes del Holocausto, relaciones mediadas por el trauma. Para el académico

Ernst Van Alphen ( Atrapados por la historia), «el vínculo que liga a la segunda generación con ese pasado que precede su nacimiento, se rige, forzosamente, por principios semióticos diferentes»23. Es en consonancia con esta idea de las representaciones semióticas del pasado que podemos leer la relación de los personajes en la obra. La figura de Belisario, el escritor, se acerca al legado de sus abuelos a partir de la construcción de la ficción. La metáfora de la familia será el escenario que visibiliza los estragos de la guerra. Nos encontramos ante una reescritura de la historia nacional que pone a dialogar los conflictos morales.

En el personaje principal de la tía Elvira, Naara Salomón demuestra sus habilidades interpretativas al pasar de joven a anciana y viceversa, a plena vista del público y en tan

La puesta en escena está sostenida por los artificios del flashback. El tiempo de ficción de la obra es marcado por escenas simultáneas en las que se ve a todo el elenco y sus personajes dobles en el presente de la ficción (ancianos) y el pasado (jóvenes), mientras que, en tercer plano, el sobrino escritor va reconstruyendo la historia que vemos. Es meritorio señalar que el recurso del video ya aparece en este montaje y será recurrente en el repertorio del Poma.

La obra nos deja ver las construcciones sociales de los roles de género de sociedades tradicionales como la nuestra. Las mujeres cuidan a los ancianos y, como en la escena en la que Elvira y su hermana Carmencita (Dinora Cañénguez) preparan la boda, el público está colocado frente a lo que significa ser mujer en una sociedad patriarcal.

Esta idea de la familia y la mujer como centro de la escena tiene otra cara en 2006 con el espectáculo Sabor a miel (1959), obra escrita por Shelagh Delaney, una de las dramaturgas que revitalizó la escritura escénica inglesa. La obra nos muestra la relación tensa entre una madre alcohólica y su joven hija. El espectáculo pone el acento en las relaciones humanas de las otredades sociales. Asistimos a la solidaridad, las violencias y las realidades del mundo marginal.

23 Laia Quílez Esteve, Hacia una teoría de la posmemoria: Reflexiones en torno a las representaciones de la memoria generacional (España: Historiografías, 2014) p. 62. Recuperado en http://www.unizar.es/historiografias/ numeros/8/quilez.pdf solo unos segundos. Su construcción del personaje, hecha por contrastes que le permiten desdoblarse en ambas temporalidades con total soltura, se basa en detalles corporales, la máscara facial y cambios dramáticos de la voz.

En este sentido el peso del espectáculo se sostiene en la relación de la madre (Regina Cañas) y la hija (Karen Castillo). El equilibrio entre ambos personajes es vital. Ambas actrices logran tejer trabajos interpretativos elaborados, poniendo mucho énfasis en la construcción interna de sus personajes. El alcoholismo de la madre y su violenta despreocupación llevarán a la hija por una serie de peripecias que resultará en un embarazo prematuro, fruto de un encuentro casual con un joven que emigra (Fernando Rodríguez).

Dentro de la obra aparece un personaje abiertamente homosexual, que deviene en mejor amigo de la hija, «hermana mayor»

le dice el personaje. Este se convierte en una pieza clave que subvierte la construcción pública del homosexual al mostrar una cara humana, desligada de los estereotipos discriminatorios. El actor Leandro Sánchez lo encarna y, en un papel poco convencional en su trayectoria, crea un personaje trabajado desde la fraternidad y la incondicionalidad, ampliando así la noción de familia. La visualidad del espectáculo es una intervención plástica de la artista Negra Álvarez. Observamos una escenografía que simula el hacinamiento de cualquier caserío popular de nuestras ciudades. La artista plástica deja en evidencia el material y su precarización,

utilizando puertas, maderas y láminas para construir la poesía visual. Además, deja intervalos en blanco que producen una desnudez en el escenario. El diseño escénico está en estrecha relación con la concepción del espectáculo ya que refleja la desnudez de la marginalidad, la vulnerabilidad y el desmoronamiento de las relaciones humanas.

Ángel de la guarda y Al otro lado del mar

En el repertorio del Teatro Luis Poma aparecen dos dramaturgos contemporáneos salvadoreños: Jorge Ávalos, con Ángel de la guarda (2005), y Jorgelina Cerritos, con Al otro lado del mar (2009). Ambas obras presentan temas que parten de la realidad local. Abordadas con estéticas diferentes, pero similares en el uso de la poesía y la desestructuración del lenguaje, estos espectáculos ocupan lugares especiales dentro de la dinámica de producciones del Poma. La obra de Ávalos es el primer montaje basado en un texto de dramaturgia nacional (2006) y el de Cerritos constituye la primera escenificación del mismo después de haber merecido el Premio Casa de las Américas en 2010.

El primer texto toma la estructura del monólogo interior y del poema dramático; no hay acotaciones para su escenificación. A través de los ojos de su ángel de la guarda, Angélica (Naara Salomón) cuenta la historia del despertar a la consciencia y a la sensualidad de una niña, que luego es víctima de incesto. El segundo texto ubica a dos personajes en un espacio metafórico para tratar problemas y conflictos de la identidad. Dorotea (Mercy Flores), una oficinista del censo, y Pescador (Francisco Cabrera), un hombre que rara vez pone pie en tierra, son personajes alegóricos que encarnan metáforas sociales de la otredad.

La puesta en escena de Ángel de la guarda se sostiene en el trabajo actoral. El personaje del ángel va encarnando las distintas voces que representan la historia. En este caso, la propuesta escénica se vale del teatro de objetos como lenguaje visual y narrativo, con guiños al mundo lúdico infantil. La actriz, sola en escena, representa la historia del despertar a la vida y luego a la violencia sexual a través de una casa de muñecas, el hogar familiar. Algo singular de esta escenografía, diseño de la actriz, es que en ella hay un tratamiento de instalación, pues cada espacio existe en simultáneo en todo el escenario y va siendo accionado con las intervenciones de la actriz. Así se van relacionando un columpio, un saco con las medallas del padre victimario, la fotografía que este tomó de su hija, la casa de muñecas y una pantalla blanca en la que se proyectan unas figuras que representan a la niña. En Al otro lado del mar hay un escenario prácticamente vacío y el espacio metafórico se materializa en una escultura del artista visual Luis Lazo Chaparro. Hecha de hilos, metales, cartón y plástico, materiales que simulan un oleaje marino. Esta escultura, así como la casa de muñecas, están en estrecha relación con los diseños de luces de César Noé González, que insufla vida a los conjuntos.

Regina Cañas y Karen Castillo.
Obra: Ángel de la guarda. Producción Teatro Luis Poma. 2006. Foto: René Figueroa. En escena, Naara Salomón.
Obra: Al otro lado del mar Producción Teatro Luis Poma. 2012. Foto: René Figueroa. En escena, Francisco Cabrera.

transcurrir de los días que se escenifican con una voz en off

Para el dramaturgo Jorge Ávalos, la experiencia del montaje de su texto marca un giro en la producción del Poma. Comenta: «a partir del montaje de Ángel de la Guarda, siento que la línea temática del Teatro Luis Poma logró expandirse. A partir de este texto que escribí, que Roby dirigió y Naara actuó, siento que se empezaron a tocar temas que eran muy necesarios en el teatro salvadoreño.»25

Esta necesidad inferida por Ávalos es un uso político del teatro, en tanto que las puestas en escena muestran problemáticas locales. Estas obras hurgan en la memoria y en el cotidiano de la sociedad salvadoreña, aportan otros matices al repertorio del Poma tanto a nivel estético como temático; dejan ver una búsqueda constante y la apertura a visibilizar la creación dramatúrgica local.

En ambos espectáculos, el uso de la palabra es la acción fundamental del desarrollo dramático. Ambas tienen el recurso de la narraturgia como elemento retórico. Entiéndase narraturgia como «la fusión entre el género dramático y el narrativo: narrativa y dramaturgia, que es el modo correcto de nombrar a los textos hechos para la escena.»24 En la puesta en escena de Al otro lado del mar, los personajes de Dorotea y Pescador tienen monólogos en los que narran acciones difíciles de escenificar, dada la concepción poética de la escritora, mientras que en Ángel de la guarda el elemento narrativo recae sobre el personaje del ángel de la guarda. Otro elemento que une ambos espectáculos es la progresión del tiempo por capítulos. Mientras que Ángel de la guarda utiliza la frase «hubo un tiempo», reminiscente del Eclesiastés, Al otro lado del mar está marcada por el 24 s/a: Entendamos a la narraturgia en Metrópoli Digital. Recuperado en https://metropolidigital.com.mx/?p=775

En este texto también aparece una explicación de José Sanchis Sinisterra: «El término «narraturgia » cuya invención se me atribuye, nació probablemente de un lapsus en alguno de mis seminarios, en los que, efectivamente, me refiero muy a menudo a las fértiles fronteras entre narratividad y dramaticidad. Y muy especialmente cuando me ocupo de la ‘dramaturgia de textos narrativos’, que constituye no sólo uno de mis temas preferidos, sino también un segmento considerable de mi propia práctica autoral».

25 Entrevista a Jorge Ávalos realizada por el autor. 18 de agosto del 2020.

Capítulo 7

Audiencias: los otros imprescindibles

El arte teatral es, dentro de muchas otras cosas, un espacio humano, afectivo, con un sentido efímero y de relación particular entre artistas, técnicos y espectadores. Nos sentamos frente al escenario, en el theatron, el lugar desde donde se ve, para presenciar situaciones que son encarnadas en cuerpos iguales a los nuestros. Sin la experiencia del convivio, de reunión humana, el entramado de la teatralidad es inexistente. Jorge Dubatti, filósofo teatral argentino, dice que «la base de la teatralidad debe buscarse en las estructuras conviviales. Sin convivio –reunión de dos o más hombres, encuentro de presencias en una encrucijada espacio-temporal cotidiana–no hay teatro»26.

Como espectadores nos dejamos estimular por la puesta en escena. Música, palabras, cuerpos, iluminación, formas y colores van tejiendo frente a nuestros ojos un mundo de ficción que asumimos como nuestro para luego abandonarlo en el momento en que las luces se apagan. La teatralidad, el espacio de artificio, cobra vida en la relación intrínseca con los espectadores. Vivimos el mundo en dos planos: uno ficcional y otro cotidiano. En estos dos extremos oscilantes vamos diseñando una serie de mecanismos y acciones que construyen nuestra experiencia como receptores y, posteriormente, productores de sentido, sobre el hecho teatral.

26 Jorge Dubatti, Filosofía del teatro. Tomo I. Convivio, experiencia y subjetividad. (Buenos Aires: Ed. Atuel, 2010) p. 43.

27 Elmer Menjívar, Un artista se hace frente al público (El Salvador: La Prensa Gráfica. 25 de marzo de 2004.) p. 80

28 Nota: estas estadísticas se hicieron con el corte del año del final del primer acto del 2023. Llega el sábado y poco a poco la gente entra a la sala a la presentación de Toc-Toc. El lleno es total. El espectáculo los lleva a conocer los enredos de pacientes con trastornos obsesivos compulsivos (TOC), la trama de la obra está llena de situaciones cómicas que hacen que todos los presentes estallen de risa. El elenco se ve interpelado por los momentos donde el sonido de las carcajadas del público les obliga a hacer pausas, en otros los mismos ejecutantes se ríen al ver a sus otros compañeros. La risa se contagia en todo el espacio del Luis Poma. Se ha producido el efecto del convivio: yo conmigo mismo y yo con otros seres humanos. Este efecto es como un eco que viaja por el lugar y produce la multiplicación de vínculos afectivos que se transforman en compañía, en complicidad ante el hecho escénico y con el mismo. Dice Roberto Salomón: «Si hago teatro es para mostrárselo al público, si no es así, no se está haciendo teatro, se puede estar realizando una investigación teatral, un laboratorio, pero no teatro, porque teatro es el encuentro con el público, y debemos pensar en que el público nos venga a ver»27. Esta premisa ha sido un pilar fundamental en la visión de las producciones del Poma y de las temporadas en las que disímiles grupos presentan sus propuestas. Desde 2003 hasta 2023, las producciones en el Teatro Luis Poma han tenido un total de 916 funciones y aproximadamente 159 089 espectadores28

Obra: Romeo y Julieta Producción Teatro Luis Poma. 2018. Foto: René Figueroa. Archivo En escena, de izquierda a derecha: Emy Mena, Meybel Molina, Lilibeth Rivas.

Número de funciones y cantidad de espectadores de las producciones de Teatro Luis Poma.

Para el año 2013, cuando la sala cumplía su primer decenio, la cantidad de boletos vendidos había sido de ciento sesenta mil. El periódico digital El Faro hizo un artículo en el que se compara tal cantidad con los datos demográficos del departamento de San Vicente en el año 2007, además se lee lo siguiente:

Tania Escobar se declara poco fanática de los centros comerciales, pero desde hace cuatros años pasa por alto su desagrado para atender a los espectáculos que pasan por esta sala. Confiesa, incluso, que aunque se ha quedado sin boletos para ver algunas obras, no duda en repetir las que en años anteriores la han impresionado: «Los precios son accesibles, tomando en cuenta el talento humano, el montaje y todo lo que se necesita para brindar una presentación de calidad ».29

En la cita, llama la atención como una espectadora asidua a la sala expresa su sentir. En este caso se anota la contraposición que hay entre la extensa geografía de Metrocentro, con su más de un millón de visitantes mensuales, y la espectadora del Teatro Luis Poma que ha puesto

su gusto por esta sala por encima de la incomodidad que le puede generar caminar en medio de tantos cuerpos. La sala de teatro se ha convertido en un espacio en el que se han seducido nuevas audiencias. Por otro lado, aunque ella es espectadora asidua, existe la posibilidad de quedarse sin boletos dada la rapidez con que se mueve la venta del producto escénico en este local. Es importante anotar que el teatro cuenta con la posibilidad de comprar boletos en línea y en la taquilla, lo que facilita el acceso a los espectadores y les asegura un espacio. En las palabras de la entrevistada, también se infiere la importancia de la construcción de un gusto estético por ciertas formas de representación que hacen que el espectador pueda y quiera repetir los espectáculos que más dialoguen con ellos. Por último, y no menos importante, la relevancia que tiene la subvención de los boletos y otros costos por parte de la Fundación Poma y el Grupo Roble que facilita uno de los locales más grandes de Metrocentro. Este componente es de vital importancia, pues al mantener estables los precios de las entradas se propicia que las personas con distintos niveles de acceso puedan acudir a los espectáculos presentados. Esto resulta beneficioso, por ejemplo, para estudiantes de arte en el desarrollo de su formación a través de la posibilidad de presenciar puestas en escena heterogéneas.

La dirección del teatro y el equipo de trabajo de la sala se han propuesto ir creciendo junto al público. Al referirse a la construcción paulatina de los espectadores, Salomón dice: «alguna gente intelectual me decía en los inicios de la sala ¿por qué no hacen Beckett?, respondía que el público es como un atleta que tiene que

29 María Luz Nóchez, Los 160 mil hinchas del Teatro Luis Poma. (El Salvador: El Faro 22 de julio de 2013.) Recuperado en https://elfaro.net/es/201307/el_agora/12721/Los-160-mil-hinchas-del-Teatro-Luis-Poma.htm

ir poco a poco saltando vallas, si tiene dos años no puede saltarlas, tiene que aprender a caminar primero. Entonces la idea siempre fue que público, actores y producciones camináramos juntos»30. Esta metáfora es fundamental para entender la construcción tanto del repertorio de producciones del Poma como la relación y afluencia de público.

Cada año se diseña una temporada que está dividida de distintas maneras, a veces en dos etapas u otras en tres. La curaduría de los espectáculos se realiza investigando y observando las producciones del movimiento teatral salvadoreño, invitando a quienes tengan la

calidad suficiente. También se reciben solicitudes de artistas para presentarse en la sala. Sumado a esto, cada año hay como mínimo dos producciones propias del Poma. Así se va construyendo una oferta heterogénea durante el año. Esta sistematicidad también ha ido en aumento, pues la primera temporada del año 2003 duró tres meses. Posteriormente, debido a la demanda y la afluencia del público se extendió tres meses más. En la actualidad la sala de Teatro Luis Poma ofrece al público una oferta variada de teatro salvadoreño e internacional y la oferta de producciones ha crecido tanto que se programa hasta con un año de antelación.

El año 2009 estuvo dividido en dos temporadas que duraron desde los inicios de febrero hasta inicios de noviembre, hubo un total de 13 grupos, con un total de 105 funciones y un alcance de 19 192 espectadores. La gráfica muestra las cinco obras más taquilleras de aquel año. Las dos primeras y la última son producciones del Teatro Luis Poma. El cavernícola tuvo un total de 21 funciones y 5249 espectadores, Tartufo se presentó 23 veces en las dos temporadas de ese año alcanzando a 4409 personas; Decamerón, con ocho funciones y 1334 espectadores. Siguiendo el gráfico, el grupo Vivencias presentó al final de la segunda temporada el espectáculo Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos, tuvo ocho funciones y un total de 1727 espectadores. Después La balada de Jimmy Rosa con ocho funciones y 1402 espectadores.

30 Entrevista a Roberto Salomón. 14 de enero de 2020.

Número de funciones de las producciones de Teatro Luis Poma en 2009. Gráfica construida a partir de las bases de datos de la taquilla de TLP

Número de funciones de las producciones de Teatro Luis Poma en 2012. Gráfica construida a partir de las bases de datos de la taquilla de TLP

En el 2012 hubo una única temporada que abarcó desde el 12 de abril hasta mediados de diciembre, hubo un total de 16 agrupaciones, 132 funciones y un alcance de 26 869 espectadores. Siguiendo la misma lógica de análisis tenemos en primera instancia la obra Por delante y por detrás con 14 funciones y 3501 espectadores, luego El cavernícola con 12 funciones y 3302 espectadores, ambas producciones de la sala Poma. Los melindres de Belisa ocupa el tercer lugar, producción del grupo MobyDick Teatro, con 12 presentaciones y 2425 espectadores. El avaro con 12 funciones y 2320 espectadores, producción del Luis Poma. Por último, Ladrón de sueños de Teatro Estudio San Salvador, con ocho funciones y 2024 espectadores.

Número de funciones de las producciones de Teatro Luis Poma en 2019. Gráfica construida a partir de las bases de datos de la taquilla de TLP

El año 2019 fue dividido en dos temporadas, Acto I y Acto II, que se desarrollaron desde el 14 de febrero hasta mediados de noviembre. Hubo un total de 182 funciones

y un alcance de 27 551 espectadores. La infografía nos muestra que las producciones del Teatro Luis Poma fueron las que tuvieron más público, a excepción de Cleopatra puesta en escena del Teatro Hamlet con 15 funciones y 2817 espectadores. La obra Toc-Toc

tuvo 21 presentaciones y 4728 espectadores, El cavernícola alcanzó 20 funciones y los 3788 espectadores, Romeo y Julieta abrió el Acto I con 15 funciones y 1870 espectadores y El avaro abrió el Acto II con 10 funciones y 1674 espectadores.

Número de espectadores que han presenciado las producciones del TLP.

Número de funciones de las producciones del TLP

Gráfica construida a partir de las bases de datos de la taquilla del Teatro Luis Poma

Dentro de las producciones de Teatro Luis Poma la puesta en escena El cavernícola es la más taquillera. Esta obra es un fenómeno social más que una obra de teatro y ha permitido servir de modelo para ampliar audiencias. Durante catorce años se ha mantenido en cartelera constante. El texto de Rob Becker llegó en 2023 a 45 652 espectadores en 220 funciones, sin tomar en cuenta presentaciones en escenarios de Honduras y Nicaragua. El espectáculo representa los problemas, tensiones, avatares de las relaciones matrimoniales desde diversos puntos de vista que toman, en este caso, a una pareja joven como centro. Fernando Rodríguez encarna los distintos papeles dentro de este unipersonal perteneciente al género de la comedia. La idea de montar esta obra parte de la nece-

sidad de mantener en cartelera espectáculos diversos que puedan encontrar anclajes de comunicación con el público local. Es importante señalar que este texto de Rob Becker ha logrado fama internacional al tener puestas en escena en más de 45 países en el mundo, obtuvo el récord de presentaciones en el sistema de espectáculos de Broadway en el año de 1996, ha sido traducida a 16 idiomas y ha llegado a más de ocho millones de espectadores desde su estreno en 1991. Roberto Salomón dice sobre el impulso del montaje:

Vi el espectáculo en Suiza, en dos versiones dirigidas por dos amigos. Decido que el texto es perfectamente representable para la sociedad salvadoreña. Entonces me doy la tarea de rastrear las posibilidades de montarla como producción del Teatro Poma y me doy cuenta de que la obra de Becker es una

franquicia. Ellos te dicen todo lo que tenés que hacer y cómo tenés que hacerlo. Estuve gestionando los derechos de montaje por dos años y al final me enviaron un manual de instrucciones de cómo debía ser el decorado, la publicidad, en fin, todo. Yo me dije: bueno, hagamos el ejercicio. Al final ha sido un éxito para la sala de Teatro Luis Poma.31 El montaje salvadoreño pone el acento en la relación humana de un matrimonio joven. Al ser representado por un actor de avanzada edad el texto se torna oscuro, esto tomando en cuenta que la comedia de Becker oscila en estadios liminales con el grotesco. Sobre la experiencia de esta puesta en escena Fernando Rodríguez dice: Roby no me dejó ver los videos que la franquicia envió porque quería que yo hiciera mi propia propuesta actoral, me dio un guion

31 Entrevista a Roberto Salomón realizada por el autor. 14 de mayo de 2020

Obra: El cavernícola. Producción Teatro Luis Poma. 2014. Foto: René Figueroa. En escena, Fernando Rodríguez.

original y posteriormente una versión adaptada por él. En este había algunos cambios, por ejemplo quitó una escena en la que el personaje principal habla sobre la familia, los hijos y se convierte en un momento muy introspectivo. Esto quitaba ritmo a la puesta en escena que estábamos haciendo.32

Fernando coincide en que uno de los aciertos es que la producción del Teatro Luis Poma es concebida desde la sorpresa y no desde el cansancio y la queja. La frescura del asombro, de la sorpresa con la que se asume el matrimonio tiene una repercusión alta en la identificación de las audiencias con el espectáculo.

Apunta Rodríguez: «El cavernícola pertenece a una época pasada y la gente se identifica con la obra porque fueron educados bajo ese sistema de relaciones»33. Esto es medular para construir los puentes comunicacionales con la sociedad salvadoreña, pues la comedia se burla de las situaciones matrimoniales arraigadas en los cánones patriarcales productores del machismo. Fernando explica: «La gente que viene a ver el espectáculo en la sala se contagia. Una vez un espectador me dijo que había asistido doce veces a ver el espectáculo. Y le encantaba tanto que siempre venía acompañado por personas diferentes»34. El actor concluye que esta comunicación boca a boca y que la posibilidad de vivenciar un espectáculo como este, que entabla diálogos con las formas de relacionamiento locales, produce que la gente asista nuevamente a esta representación

y que, además, se convierta en espectador asiduo de las producciones de la sala y de la cartelera de grupos invitados. Es importante señalar que los resultados expuestos demuestran un crecimiento en el número de espectadores asiduos al Poma, indican la heterogeneidad de grupos y presentaciones que han pasado por su escenario e infieren la constancia del equipo de producción de la sala en la curaduría de las temporadas. Volviendo a la noción de que público, artistas y puesta en escena deben caminar juntos, se retoma lo expresado por los directores teatrales Santiago Nogales y Tatiana de la Ossa en el periódico El Faro:

Para el director español Santiago Nogales, a la cabeza de MobyDick Teatro, el Poma ha significado una vitrina importante para construir su público; otros, como Tatiana de la Ossa35, prefieren ser más neutrales: «Es una sala que nos ha permitido el encuentro permanente con el público, fortaleciendo la investigación de los lenguajes. Pero independientemente de si sigue existiendo o no la gente va a seguir trabajando en teatro».36

El Teatro Luis Poma se ha convertido en un espacio medular para el teatro salvadoreño; propicia el encuentro entre productos artísticos y espectadores, es decir entre oferta cultural y demanda. Los resultados expuestos, que dibujan los movimientos de audiencias de la sala, abren distintas posibilidades de análisis, comprobando que en 20 años se ha logrado construir un público.

32 Entrevista a Fernando Rodríguez realizada por el autor. 26 de febrero de 2020

33 Entrevista a Fernando Rodríguez realizada por el autor. 26 de febrero de 2020

34 Entrevista a Fernando Rodríguez realizada por el autor. 26 de febrero de 2020

35 Directora teatral costarricense.

36 María Luz Nóchez: Ob. Cit.

Capítulo 8
Economía creativa y plataformas comunicacionales

Uno de los distintivos del Teatro Luis Poma es su capacidad comunicacional dentro del modelo de economía creativa. La sala ha construido una serie de estrategias que vinculan medios masivos como la televisión, la radio y la prensa escrita y otros como las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram. Además, cuenta con una página web y un archivo audiovisual de los espectáculos presentados en las distintas temporadas. Estrategias y recursos giran en torno a las acciones de difusión, marketing y construcción de memoria de la sala y de los trabajos de diversas agrupaciones que ahí se presentan. La inserción dentro del sistema económico local va en la línea de la profesionalización de los artistas escénicos. En este sentido, se utiliza el concepto de economía creativa definido por Claudia Meyer: las industrias creativas se refieren a todos aquellos sectores que basan su operación en la creatividad y en la propiedad intelectual. Como cualquier otra industria, estos sectores desarrollan su propia cadena de valor a partir del ciclo de creación, producción, difusión, exhibición y consumo de contenidos creativos, requiriendo cada una de esas etapas actores y recursos especializados.37

La artista y funcionaria de cultura costarricense Sylvie Durán, problematiza el contexto

regional en el que emerge el concepto de economía creativa, partiendo de la diversidad cultural y los derechos culturales como espacio de formación de valores e identidades: Para empezar, un reto específico para Centroamérica es que un entorno tan cambiante como el que presenta actualmente la cultura requiere de habilidades en las que se ha invertido escasamente en las instituciones oficiales y los agentes del sector en general: pensamiento estratégico, análisis de nuevos entornos, cultura organizacional de aprendizaje, innovación y negociación y capacidades de gestión. Esto, sin mencionar que no hay información sistematizada de los subsectores de actividad ni conocimiento sistemático sobre sus condiciones de competitividad o sus mercados. Por otro lado, debe considerarse que, en la mayoría de los países en los que la relación entre cultura y libre comercio se ha analizado a fondo y se cuenta con estos instrumentos, el acento ha estado puesto en las industrias culturales y creativas –es decir las actividades vinculadas a los medios masivos de comunicación, a los derechos de autor y a las nuevas tecnologías. En nuestros países, los actuales motores económicos (el turismo, la maquila) apuntan más bien a la puesta en valor en el mercado

37 Meyer, Claudia: Las artes escénicas como economía creativa. Texto inédito. En dicho escrito explica la autora: Dada esta concepción, la UNCTAD (2010), en el informe antes citado, propone para su estudio y abordaje la clasificación de las industrias creativas a través de cuatro grandes áreas: lo patrimonial (sitios culturales y expresiones culturales patrimoniales, las artes visuales y artes interpretativas, estando el teatro en esta última), los medios (editorial y medios impresos; medios audiovisuales), y las creaciones funcionales (diseño, nuevos medios y servicios creativos), que vendrían a ser estas últimas áreas relacionadas o de apoyo a las tres primeras, o de autónomo desarrollo por sí mismas. Siete años después, el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- (2017), apuntala un nuevo concepto, el de economía creativa o economía naranja, que vendría a ser «el grupo de actividades a través de las cuales las ideas se transforman en bienes y servicios culturales y creativos, cuyo valor está o podría estar protegido por derechos de propiedad intelectual (DPI)» (p. 9). La misma institución define el alcance de las actividades a ser consideradas como parte de esta economía, siendo a grosso modo: «(i) las actividades tradicionales y artísticas, (ii) la industria creativa y (iii) las actividades que brindan apoyo creativo a las industrias tradicionales» (p. 9).

Obra: Rosa mexicano Producción Teatro Luis Poma. 2015. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: Óscar Guardado, Karen Castillo y Henry Urbina.

del patrimonio intangible y a la transformación de las prácticas y los espacios culturales de carácter más tradicional y oral: artesanías, turismo cultural y patrimonio, conocimiento tradicional, cultura productiva, formas de creación de capital social.38

En el inicio del Teatro Luis Poma, en 2003, se conjugaron varias circunstancias para diseñar e impactar en el ámbito comunicacional y económico del país: el prestigio y el trabajo social ininterrumpido de Fundación

Poma y Grupo Roble; la novedad de inaugurar un espacio teatral con una cartelera sistemática; Metrocentro, como arteria urbana de San Salvador. La acción catalizadora que fue el taller de periodismo cultural con comunicadores de La Prensa Gráfica, impartido por Roberto Salomón, contribuyó a imbricar la atención de los medios de comunicación escritos y televisivos de la época.

Las primeras estrategias se diseñan en consonancia con las producciones. Se escogen a dos nombres reconocidos de la literatura latinoamericana para ir construyendo un público: Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Estrategias de comunicación, mercadeo y creación de audiencias empiezan a caminar de la mano. Primero, a partir de cultivar la cercanía con los periodistas, se crearon las condiciones humanas que permitieron que estos entendieran paulatinamente el funcionamiento del teatro, además la ética para abordar los espectáculos, las diferencias entre promocionar productos industriales y productos artísticos. Esto fue motivado desde el Teatro Luis Poma.

En los primeros diez años se focalizan los esfuerzos en los medios de comunicación escrita dado que eran los que predominaban en el ámbito de las comunicaciones del país. Además, se cubren espacios televisivos y radiales para lograr proyectar el trabajo de las temporadas. También se contrató a la agencia APEX BBDO que dio un giro más estructurado al momento de presentar las propuestas de notas de prensa, conferencias, afiches, temporadas, etc. Otra estrategia importante hacia adentro fue lograr insertar a los artistas teatrales en las dinámicas institucionales, paulatinamente se fueron encontrando equilibrios entre las normas de la institución empresarial que sostiene a la sala Poma y las rupturas de la praxis empírica y profesional de los artistas escénicos del país.

Es meritorio señalar que en estos primeros nueve años, Teresa Huezo jugó un papel fundamental dentro del funcionamiento de la sala hasta su deceso por enfermedad. Huezo había sido propuesta por la Fundación Poma para que asumiera la parte administrativa, en ella descansaban muchas responsabilidades que tenían que ver con las relaciones con proveedores, audiencias, artistas, equipo técnico y comunicadores. Teresa tenía una larga trayectoria en la organización de eventos culturales y en instituciones como Concultura. El trabajo de Huezo fue fundamental en esta década puesto que era necesaria su visión y trabajo desde la producción y gestión cultural. Según Claudia Meyer, es importante tener en cuenta que la economía creativa como sistema cobija:

38 Durán, Sylvie. 2017. Cafta y la Cultura en Centroamérica: Algunas complejidades y retos. ÍSTMICA. Revista de La Facultad de Filosofía y Letras, n.º 9-10 (septiembre), San José, Costa Rica. p.18. https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/istmica/article/view/9761.

tanto las industrias creativas, las actividades tradicionales y artísticas (como las artes escénicas), e inclusive actividades de apoyo creativo como el marketing, diseños de productos o de empaques. Es importante acotar el determinante componente cultural de esta economía, dadas las expresiones artísticas a las que alude en su puesta en marcha, lo cual, como muchos pudieran pensar o inclusive preocuparse, no va en detrimento de lo económico; más bien se vuelca en la oportunidad de visibilizar y comunicar globalmente distintivos propios de una región, estando ahí la oportunidad diferenciadora: una mirada global desde las diferencias locales.39 En el artículo citado Meyer expone que, para el año 2009, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en El Salvador (PNUD) dedicó su Cuaderno de Desarrollo Humano N°9 al estudio de las contribuciones económicas de la cultura al país. En este caso se tomaron como referencia datos del Ministerio de Economía, el Banco Central de Reserva y la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC). Explica la autora que: el estudio registra un primer cálculo de cuánto contribuye la cultura (lo creativo) a la economía nacional, es decir su perspec-

39 Meyer, Claudia: Ob. Cit.

40 Meyer, Claudia: Ob. Cit. La autora profundiza que para el caso salvadoreño: El recorrido histórico nos dice que ha existido un interés gubernamental por el tema de industrias creativas y/o culturales (percibidas como tales), además de un trabajo en virtud de su sistematización; sin embargo, los esfuerzos no han sido sostenidos o han sido desvirtuados, retomándose bajo otras perspectivas.

Y se cuestiona: ¿Qué podemos decir acerca de las artes escénicas? (…) podemos dar un vistazo a lo realizado, por ejemplo, desde el sector público, a partir de las actividades realizadas por el Ministerio de Cultura (antes Secretaría de Cultura). Algunos datos son los siguientes: La Dirección General de Artes (2018) reporta para las salas nacionales de exposiciones el ingreso de 80 433 personas de 2014 a 2018; en el caso de los teatros, de 2014 a 2018 registra el ingreso de 914 463 personas.

La misma Dirección reporta que se han realizado las siguientes actividades respecto a labores de archivística y preservación: referido a correspondencia y al cuido conservación y preservación tanto de salas y teatros, como de obras alojadas en ellos; actividades de educación: los espacios como infraestructura para realizar actividades educativas, desde funciones pedagógicas, hasta charlas, exposiciones, conversatorios y talleres didácticos. (p.12) tiva económica como generadora de empleo y fuente de riqueza. Es importante destacar que el estudio además subraya el potencial de este sector para generar desarrollo local y nacional, a través de actividades netamente culturales y relacionadas a estas, es decir, un sector productivo que a su vez suma a la solidificación de la identidad y el sentido de pertenencia. Ya en 2009 se estimaba en un 1.4 % el aporte al PIB por parte de la cultura, destacando en este rubro con un mayor aporte el subsector de radio, televisión, cine y multimedia (39 %). Dentro de ese 1.4 % global, las artes de la representación figuran con una participación del 0.3 % de aporte al PIB, empleando al 1.3 % de los ocupados del sector cultural 40 La estructura comunicacional del Teatro Luis Poma se dinamiza en el año 2013 con el nombramiento de Fernando Rodríguez como encargado de la misma. En primera instancia, surgió la necesidad de poder tener a alguien dentro del equipo de planta de la sala que entendiera el funcionamiento de las nuevas herramientas tecnológicas de comunicación, a la vez de la praxis teatral. Se inician una serie de acciones que generan nuevas dinámicas en el entramado comunicacional de la sala y que repercuten en la vida profesional

de las agrupaciones. Una de las primeras cosas fue mantener las buenas relaciones con los medios de comunicación tradicionales, esto se hizo a través del proceso de vocería.

Fernando explica:

Había que hablar de las producciones en cartelera en el teatro. Esto, importante, forma parte de lo que ofrecemos a los grupos que se presentan. Además del manejo y publicidad desde nuestras redes, ofrecemos espacios en canales de televisión y estaciones de radio con las que ya tenemos un trabajo sistemático y que siempre nos abren las puertas.41

Se realizan estrategias enrumbadas a la homogenización de los diseños de las temporadas, a buscar soluciones técnicas que abonen al diseño gráfico para lograr que la sala pudiera realizar sus propios materiales de publicidad. Se empiezan a hacer afiches con un elemento propuesto desde la dirección de la sala y que tuviera relación con los diseños de la temporada. Se utiliza el afiche que el grupo proporciona; para la publicación en redes se propone un afiche que aporte unidad al carrusel de la página web.

Otra estrategia que coadyuvó al ordenamiento y al manejo institucional de la programación de la sala y su relación con los medios de difusión fue dividir la temporada anual en actos. Esto se hizo para lograr dosificar la información para espectadores y comunicadores. De esta forma se mantiene la atención y la información no desaparece en el flujo de materiales comunicacionales. Un tercer punto clave de esta dinámica es

mantener presencia en las redes sociales. Esto se convierte en una acción vital porque permite interacciones disímiles con las audiencias. En los proyectos culturales el uso de redes como Facebook, Twitter, Instagram, entre otras, abona a la creación de comunidades y flujo de información. El comunicólogo José de la Peña Aznar dice sobre el uso de estas plataformas en proyectos culturales: Su potencial realmente aparece cuando se utilizan para lo que de verdad es su esencia: crear comunidades de interés, permitir la participación, la conversación, la colaboración. Las redes (…) son solo herramientas, pero lo que de verdad cambia el mundo, lo que lo ha cambiado siempre, son las comunidades, los grupos de interés comunes que encuentran en las redes el modo de organizarse, comunicarse y multiplicar el intercambio de ideas y conocimientos.42

Las estrategias comunicacionales del Teatro Poma utilizan los medios virtuales para seguir creando puentes de comunicación con las audiencias. Dentro de las redes sociales de la sala hay una distinción en su uso y se han creado dinámicas específicas de relación, difusión y organización de los productos artísticos que se presentan en las temporadas.

Para el Teatro Luis Poma, Facebook es, hasta la fecha, la plataforma de mayor uso, en ella se encuentra la interacción más rápida por parte del community manager de la sala. En este espacio se concentra la mayor interacción con los espectadores. Además, este espacio propicia el encuentro con

41 Entrevista a Fernando Rodríguez, realizada por el autor. 18 de mayo del 2020.

42 José Peña Aznar, ¿Sirven para algo las redes sociales en el sector cultural?. (Anuario AC/E de cultura digital Revista Colombiana de las Artes Escénicas, 2014) p. 103. Recuperado en https://www.accioncultural.es/media/ Default%20Files/activ/2014/Adj/Anuario_ACE_2014/8RedesSociales_JPen%CC%83a.pdf

otros artistas, con profesionales de otras disciplinas y también hacia el entramado cultural internacional. Esta red social se ha convertido en una de las caras más importantes del Teatro Luis Poma.

En Twitter hay pocas interacciones con las audiencias, sin embargo, dadas las características de la red y de su uso local, se convierte en un espacio informativo. Este medio se utiliza solo con texto, se hacen campañas informativas, de contenidos de autores y de publicidad de ciertos espectáculos. El anverso de esto es Instagram, en la que predomina la narrativa visual. Tener esta aplicación dentro de los medios de la sala tiene como resultado la atracción de nuevos públicos. En este espacio hay algunas acciones que se realizan como la publicación del registro visual que hace de las obras René Figueroa, fotógrafo oficial de la sala. También se crean videos de agradecimiento de parte de los artistas hacia el público, creando una forma original de interacción con los usuarios de esta red social. Además, se abre la posibilidad de que las agrupaciones puedan multiplicar la información sobre sus trabajos y redes sociales. Si bien ya existía un sitio web, el giro que se ha realizado es el trabajo de detalles como la reorganización de la galería fotográfica tanto de las producciones del Teatro Luis Poma como de los grupos independientes que se presentan; también se concreta la propuesta de realizar un blog que tuviera como fin la creación de un historial del teatro y que se escribieran artículos de opinión y notas periodísticas para la consulta pública. El blog ha dado otra perspectiva al periodismo cultural producido desde la sala. Se realizan

adecuaciones al sitio web para que pueda ser visto desde distintos dispositivos móviles y se reorganiza el acceso a través de un menú de más fácil acceso.

Sumado a esto, desde las primeras producciones de la sala se ha mantenido un presupuesto para grabar los espectáculos y así crear un archivo audiovisual de las puestas en escena del Teatro Luis Poma. También, desde la Fundación Poma se invierte en un trabajo de relaciones públicas y pautas publicitarias en medios de comunicación y se cuenta con un archivo dividido en libros con recortes de prensa escrita que difunden el trabajo que se realiza desde la sala.

Desde hace cinco años la Fundación Poma, a través de Karla Argueta, ha tenido otra incidencia en el ámbito comunicacional de la sala. Hay una centralización más marcada por parte de la Fundación y esto ha impactado de forma positiva en el devenir del Teatro Luis Poma. Se han establecido nuevos protocolos y normas tanto en el funcionamiento interno como en la relación hacia el exterior. La visión institucional aporta otros matices a las dinámicas de relacionamiento y diálogo con los medios de comunicación.

Todo este aparataje comunicacional permitió que el Teatro Luis Poma mantuviera su cartelera activa ante la crisis por el COVID-19, en este caso utilizando transmisiones virtuales a través de Facebook. Es importante decir que en 17 años de vida orgánica activa es la primera vez que la sala cerró sus puertas. En este contexto de crisis global, los gobiernos de cada país implementaron cuarentenas que imposibilitaron las dinámicas sociales cotidianas.

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En El Salvador tanto edificios como espacios al aire libre quedaron clausurados ante el «Quédate en casa», la regulación de desplazamiento humano y el distanciamiento social. Esto suscitó diversos debates en los medios artísticos, mostró las distintas percepciones de corrientes filosóficas del arte escénico, enfrentó las miradas generacionales entre artistas y puso sobre la escena pública las políticas culturales que los estados han construido desde la desigualdad.

Claudia Meyer expone que:

El teatro fue uno de los primeros sectores en bajar el telón por la pandemia del Covid-19, mucho antes que el comercio, es decir, que su cadena de producción y el personal empleado en ella no perciben ingresos desde hace tiempo. La incertidumbre ha sido la regla en este periodo, desde no saber cuándo podrán abrir de nuevo al público y de qué formas y bajo qué requisitos deberán hacerlo; la espera motivó, más bien urgió, a pensar en soluciones para el presente inmediato y no para la «nueva normalidad»: desde la transmisión de grabaciones de presentaciones anteriores, hasta la transmisión vía streaming de presentaciones en vivo cobrando la tarifa de acceso a través de medios electrónicos; siendo, por el momento, la única posibilidad del arte escénico de permanecer en contacto con sus audiencias y seguir relatando historias.43

En primera instancia, el cierre de los espacios de representación escénica puso en crisis tanto las formas de vivir los fenóme-

En este sentido, la obra teórica del filósofo teatral argentino Jorge Dubatti aporta distintas luces que abonan a entender las dislocaciones de la representación teatral entre una y otra experiencia. Para Dubatti, «el convivio es un paradigma de las relaciones humanas que determina diferentes formas de lo artístico. (…) Lo opuesto al convivio es el tecnovivio, es decir, la cultura viviente desterritorializada por intermediación tecnológica»44. Añade que la experiencia presencial (convivial) es un elemento ontológico del teatro y que el tecnovivio tiene diversas formas de instrumentalización e interacción con las audiencias. Además, explica que hay posibilidades de cruce productivo entre ambas formas de experiencia de los fenómenos teatrales.

Las estrategias del Teatro Luis Poma dieron un rápido giro al ser el primer espacio cultural del país en ofrecer 18 transmisiones de sus puestas en escena, de forma gratuita, a través de las redes sociales. Comenta Claudia Meyer que en el país, desde el 2015 hasta la fecha, «menos de un millón de salvadoreños han ido a teatros nacionales. Contar con este tipo de datos nos lleva a plantear-

9, 2015) p. 46. nos artísticos y las formas de representación y producción. La tecnología actual impulsada por el internet ha sido la punta de lanza de los medios de escenificación virtual de diversos fenómenos teatrales. La experiencia de los espectadores de artes escénicas se vio mediada por la tecnología, el convivio teatral fue trasladado al tecnovivio.

nos diversas inquietudes desde el consumo cultural (…) ¿serán pocos o será mucho público?, ¿cuáles obras habrán preferido?, ¿son consumidores frecuentes de obras teatrales?, ¿qué pudiera pensarse y hacerse para aumentar esa cifra?»45. El teatro Poma optó por construir una temporada de teatro virtual de forma gratuita, ya que su misión es promover el arte escénico, y en este momento de crisis era fundamental acercar estos espacios a los salvadoreños.

Se conjugaron las posibilidades comunicacionales, el registro audiovisual de la sala, la oferta nula de otros espacios culturales y la necesidad de audiencias. Esto propició un desplazamiento de lo convivial a lo tecnovivial en aras de seguir comunicándose con el público y mantener viva la emoción del teatro. Se empezó a realizar un trabajo de visualización de materiales grabados que posteriormente fueron transmitidos los viernes y sábados en horario nocturno, reorganizando así la temporada truncada por la crisis del COVID-19. Esto mantuvo a las audiencias cautivas en medio de la pandemia y el encierro. Si bien, las personas no podían desplazarse hasta la sede del teatro, el teatro pudo entrar a las casas a través de las plataformas virtuales. Por solo mencionar un dato: la transmisión de Romeo y Julieta llegó a 900 espectadores.

La cartelera virtual del Poma tuvo el mismo sentido que la presencial: mostrar una

diversidad de espectáculos que abonaran al entretenimiento y la educación. Con esta lógica se fueron transmitiendo espectáculos clásicos como El rey Lear o Romeo y Julieta, ambos de Shakespeare; de dramaturgia latinoamericana como La señorita de Tacna, de Mario Vargas Llosa, y La extinción de los dinosaurios, de Luis Ayllhón; Ángel de la guarda, de Jorge Ávalos, y Al otro lado del mar, de Jorgelina Cerritos, ambos de dramaturgia salvadoreña; Un marido ideal, de Oscar Wilde y La gata sobre el tejado ardiente, de Tennessee Williams. Durante todo el desarrollo de la cartelera virtual se llegó a un total de 11 061 espectadores. Se realizaron dinámicas en las redes sociales para saber cuáles eran las obras que el público quería ver o volver a ver; esto mantuvo viva la dinámica de la sala. También se realizaron talleres virtuales de crítica, interpretación y voz que coadyuvan a la profesionalización del medio teatral salvadoreño.

Gracias a todas estas acciones, y al trabajo sistemático en las estrategias comunicacionales y de mercadeo, la sala de Teatro Luis Poma se mantuvo durante todo el contexto de la pandemia por el COVID-19 en constante relación con el público. Se logró visibilizar el teatro, ampliar la experiencia artístico-cultural de las audiencias, prolongar el alcance de las puestas en escena y continuar aportando al desarrollo de la sociedad.

45 Meyer, Claudia: Ob. Cit.

Meyer, Claudia: Ob. Cit.
Jorge Dubatti, Convivio y tecnovivio: el teatro entre infancia y babelismo. (Revista Colombiana de las Artes Escénicas,

Capítulo 9

El telón sigue subiendo (posfacio)

En el año 2021 el mundo artístico enfrentó un reto: volver a la escena, al encuentro con el público después del confinamiento. El Teatro Luis Poma no fue la excepción. En este sentido, se tomaron medidas sanitarias y se reabrió la sala con aforo limitado. Además, la temporada se diseñó a partir de la selección de espectáculos con elencos pequeños. Solo era posible tener de dos a cuatro personas sobre el escenario dadas las restricciones por la pandemia. Para salvaguardar la salud de artistas, espectadores y staff, los elencos pasaron por un proceso de prueba de Covid antes de que la obra se presentara. Por otro lado, el aforo fue reducido en un 50 % y se fue ampliando paulatinamente. Todos estos elementos fueron fundamentales para retomar con todas las fuerzas el trabajo sistemático y vital de la sala. Fundación Poma y Teatro Luis Poma eran conscientes de la crisis económica que supuso la pandemia para el gremio teatral, más que nunca era de mucha importancia relanzar las bases de los premios Ovación y Bienal de Dramaturgia. Así se hizo. El primero fue ganado por Óscar Guardado y Astrid Francia, con el incentivo económico pudieron desarrollar un proyecto de teatro comunitario; el segundo fue ganado por Carlos Santos con el texto Reina Vitalicia. Otra acción de impacto fue la creación de la Escuela de Espectadores, que es un espacio de diálogo entre audiencias y creadores de la escena. En cada sesión el público tiene la posibilidad de aprender sobre el teatro conociéndolo desde dentro; esto se logra a partir de la conversación con los artistas y el desmontaje de sus propuestas escénicas. Es un proyecto internacional que tiene origen en Buenos Aires, Argentina, con el filósofo y teatrólogo Jorge Dubatti. Este hecho logra conectar a El Salvador con 56 Escuelas diseminadas en toda Latinoamérica y Europa. Desde el TLP, este proyecto tiene la función de: 1- continuar acercando a los artistas a las audiencias, 2- coadyuvar a la construcción de pensamiento crítico en la sociedad salvadoreña, 3- aportar a la construcción de un archivo audiovisual de la memoria del teatro salvadoreño. La Escuela de Espectadores del Teatro Luis Poma funciona en formato híbrido (presencial/virtual), se hacen ocho sesiones al año y desde 2021 hasta la fecha ha llegado aproximadamente a 1300 personas, tanto presenciales como virtuales. En 2022 y 2023 las producciones del Teatro Luis Poma suman dos espectáculos a su lista: El chico de la última fila, de Juan Mayorga y La más sola y la más fuerte, con textos de varios autores. El chico de la última fila nos enfrenta con el conflicto entre lo íntimo y lo público a partir de las metáforas del teatro. Es importante señalar que Juan Mayorga es uno de los dramaturgos iberoamericanos más importantes en la actualidad, ha sido premiado internacionalmente. El texto logra dialogar con las audiencias locales a través de la puesta en escena de Roberto Salomón. Como público, nos sumergimos en la historia de los seis personajes. Nosotros también formamos parte de ese mundo con fronteras difusas. A través de la mirada de un joven, el chico de la última fila, nos adentramos en la vida íntima de una familia. El chico, empujado por

Obra: La más sola y la más fuerte Producción Teatro Luis Poma. 2022. Foto: René Figueroa. De izquierda a derecha: Regina Cañas y Naara Salomón.

su maestro de Literatura, nos narra detalle a detalle los conflictos ajenos a su mundo y al nuestro. Paulatinamente la obra nos hace partícipes de la invasión. Ni el personaje ni nosotros podemos poner un alto y vamos cuesta abajo a un final inesperado. Elliot Martínez, Gabriel Pinto, Patricia Rodríguez, Dinora Alfaro, Henri Urbina y Óscar Guardado van representando la historia frente a nosotros. Dan vida a los seis personajes que nos sumergen en una historia que de pronto nos puede parecer muy cotidiana y que nos empuja al peligroso placer de asomarse a las vidas ajenas.

La relación que el personaje principal construye con los demás personajes y con la historia misma, es una metáfora de esas fronteras difusas de nuestras sociedades actuales.

La obra nos muestra los riesgos cotidianos de que nuestras historias, nuestra información íntima, pueda ser expuesta por cualquiera y a través de cualquier medio. El personaje logra construirse a partir de giros que se acentúan en la dosificación de la información. Es decir, al iniciar la puesta en escena no dimensionamos las torsiones que tiene este personaje. Se muestra como cualquier chico tímido, de cualquier secundaria básica, se nos muestra como uno más. No nos percatamos de que él tiene un poder crucial: la información. La más sola y la más fuerte, a partir de textos de Strindberg, Darío Fo, Tennessee Williams y Alfonsina Storni, se construye narrativamente a partir de la historia de una mujer, que puede ser una o muchas en distintas temporalidades. La mirada del director, Roberto Salomón, propone develar los mecanismos de la ficción teatral y aprovecha todo el espacio escénico para construir el ensam-

ble. Los personajes femeninos entran y salen del escenario, los mecanismos de los telones acompañan algunos movimientos y todo se torna ficción. Pasamos de un espacio a otro, casi revelados ante nuestros ojos. La audiencia comprende la ficción y se deja interpelar.

Regina Cañas y Naara Salomón demuestran sobre el escenario el dominio de la técnica actoral producto de los años de experiencia. Sin duda alguna, estamos ante una clase magistral de actuación. Cañas logra desplegar un registro de posibilidades que nos lleva desde los artificios cómicos hasta una actuación más seria, más sobria, con tonos melodramáticos. Salomón propone un personaje hilvanado con un hilo interior profundo, pasa del verso a la prosa y de la prosa al completo silencio haciendo del gesto corporal su mayor herramienta. Ambas construyen una actuación por contrapesos que le imprime un ritmo oscilante a la puesta en escena.

El 2023 fue sin duda un año festivo. Se cumplieron 20 años desde que la sala abrió sus puertas en 2003. Fundación Poma y Teatro Luis Poma diseñaron un programa de celebración que ponía el acento en ese compartir entre artistas y audiencias. La temporada estuvo conformada por producciones propias y por artistas nacionales e internacionales. A la escena subieron obras que siguen siendo éxitos de público como El Cavernícola, Toc-Toc y Por delante y por detrás; además nos acompañaron grupos de artistas entrañables que han transitado con nosotros en estas dos décadas. Las celebraciones incluyeron una triple premiación.

Este año Fundación Poma otorgó dos premios Ovación, un hecho no menos importante pues este incentivo económico sigue

siendo el único en el país que brinda los medios de producción a proyectos artísticos específicos. Además, se entregó el premio Bienal de Dramaturgia. Los proyectos ganadores del primero buscan, por un lado, reavivar la zarzuela como género popular en el país y, por otro, coadyuvar al desarrollo de una gira teatral centroamericana.

Los 20 años de Teatro Luis Poma son la evidencia de lo que el trabajo conjunto puede hacer en pro del desarrollo artístico y la transformación de un país. Grupo Poma y Fundación Poma han demostrado su compromiso con la economía creativa y con el desarrollo humano al contribuir a la construcción de un ecosistema creativo que ha sido de beneficio para la ciudadanía salvadoreña. El staff de Teatro Luis Poma ha posibilitado que la sala sea un espacio inclusivo, democrático, abierto a las propuestas de grupos y artistas consagrados y a la creación de jóvenes talentos; esto es evidenciable en los archivos de las temporadas anuales. Además, la sala ha sido el espacio más importante de presentaciones escénicas durante muchos años en El Salvador; por otro lado, se ha convertido en un modelo de funcionamiento para otros proyectos que han aparecido después en el país y en la región centroamericana. Los artistas han te-

nido en el TLP un espacio para visibilizar su trabajo, han tenido un refugio de creación y han aportado una variedad de estéticas y posibilidades cimentadas en la escena. Por último, pero no menos importantes, las audiencias han sido protagonistas clave para que el teatro siga existiendo.

El Poma, es como popularmente artistas y audiencias llaman a la sala de teatro ubicada en Metrocento, hoy es uno de los espacios medulares de la vida artística y cultural del país. Han pasado 20 años desde aquella reunión entre Ricardo Poma y Roberto Salomón, 20 años de teatro, de encuentros, de aprendizajes y de frutos. Hoy un busto de Luis Poma nos recibe en la puerta principal, un espacio que nos recuerda el legado del empresario y filántropo que apostó por el desarrollo humano del país; las puertas de vidrio se abren, el staff del TLP nos recibe, el lobby exhibe una exposición de artes visuales; a la izquierda la entrada a la sala, las butacas semioscuras nos permiten ubicar nuestros asientos acompañados de las voces de los acomodadores. Se anuncia la tercera llamada, detrás del telón rojo los artistas tomados de las manos respiran profundo antes de salir al escenario, en las butacas las audiencias esperan atentas. Las luces disminuyen, la magia del teatro empieza a suceder. Se abre el telón.

Sala del Teatro Luis Poma durante el distanciamiento social por el COVID-19. Foto: René Figueroa. Archivo Teatro Luis Poma

Ricardo Poma

Presidente, Grupo Poma y Fundación Poma

Alejandro Poma

Vicepresidente, Fundación Poma

Juanita Zelaya de Müller

Directora Ejecutiva, Fundación Poma

Roberto Salomón

Director Artístico, Teatro Luis Poma

Karla Argueta

Gerente de Comunicación Corporativa, Fundación Poma

Fernando Rodríguez

Jefe de Comunicaciones, Teatro Luis Poma

Ana Cuéllar

Coordinadora Administrativa, Teatro Luis Poma

César Noé González

Jefe Técnico, Teatro Luis Poma

Héctor Vázquez

Galería y Mantenimiento, Teatro Luis Poma

Nahomy Ramírez

Coordinadora de Alianzas y

Desarrollo Comunitario, Fundación Poma

Évelyn Linares

Coordinadora de Comunicaciones, Fundación Poma

Agradecimiento especial para:

René Figueroa

Fotografía, Teatro Luis Poma

Antonio Romero y Mauricio Kabistán

Curadores, Teatro Luis Poma

David Rocha

Escuela de Espectadores, Teatro Luis Poma

Óscar Guardado

Programa Primera Fila, Teatro Luis Poma

Obra: Oyarkandal Foto de René Figueroa.

Repertorio: Producciones propias del Teatro Luis Poma de 2003 a 2023

Desde un principio, fue creada una unidad de producción para que Teatro Luis Poma pudiera producir sus propios espectáculos, a la vez de ser el escenario para espectáculos invitados. Se ha apostado a la construcción de un repertorio y alentado a los grupos independientes a que cada uno construya el suyo propio.

Un repertorio de obras presenta varias ventajas que contribuyen a mejorar la calidad del teatro: el público se renueva, siem-

pre hay personas que no han visto la obra; el trabajo para mejorar la obra continúa luego del estreno; el elenco realiza ajustes en la producción y esto consolida los grupos. Para un país que había estado acostumbrado a que las obras se presentarán pocos días, las ventajas de un repertorio fueron múltiples y compensaron las dificultades. Las dificultades consisten en mantener fresca la obra, en tener donde guardar decorados y atrezo y en mantener unido al elenco.

2003

Diatriba de amor, de Gabriel García Márquez (Colombia) primera producción propia del Teatro Luis Poma

Dirección: Roberto Salomón.

Intérpretes: Ana Ruth Aragón, Mercedes Flores, Carla Sánchez y Alicia Chong.

Esta obra estrena el XI Festival Centroamericano de Teatro «Creatividad sin fronteras»

La señorita de Tacna, de Mario Vargas Llosa (Perú)

Dirección: Roberto Salomón.

Intérpretes: Naara Salomón, Juan Barrera, Dinora Cañénguez, Meybel Molina, Carlos Velis, René Lovo, Regina Cañas, Antonio Perdomo, José Amaya e Iván Lemus.

2004

Por delante y por detrás, de Michael Frayn (Reino Unido)

La obra fue invitada a participar en el Festival Paiz de Antigua, Guatemala.

Traducción y dirección: Roberto Salomón.

Producción: Juan Miguel Molina, César Noé González, Héctor Vásquez

En cartelera: 2004, 2005, 2008, 2012, 2017, 2018, 2023.

Intérpretes: Dinora Cañénguez, Regina Cañas, Meybel Molina, Francisco Cabrera, Juan Barrera, Leandro Sánchez, Karen Castillo, Herberth Quezada, Fernando Rodríguez, Salvador Solís, Yasmín Chahín, Dinora Alfaro, Óscar Guardado, José Antonio Ramírez, Patricia Rodríguez, Mario Guardado.

Un marido ideal, de Óscar Wilde (Irlanda)

Traducción y dirección: Roberto Salomón

escenografía: Naara Salomón.

Intérpretes: Naara Salomón, Leandro Sánchez, Regina Cañas, Herberth Quezada, Ana Ruth Aragón, Karen Castillo, Juan Barrera, Antonio Perdomo, Elizabeth Guzmán.

Escenografía: Naara Salomón, luces: César Noé González

2005

La gata sobre el tejado ardiente, de Tennessee Williams (EE. UU.)

Traducción, adaptación escenografía, vestuario y dirección: Roberto Salomón.

Intérpretes: Antonio Lemusimún, Naara Salomón, Leandro Sánchez, Mercy Flores, Rubidia Contreras, Herberth Quezada, Juan Barrera y Antonio Perdomo.

2006

Baby boom en el paraíso, de Ana Istarú (Costa Rica)

Dirección: Roberto Salomón.

Intérprete: Regina Cañas.

En cartelera: 2006, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2023

Lisístrata - La huelga del sexo, de Aristófanes (Grecia)

Dirección: la directora suiza Marianne De Pury.

Intérpretes: Dinora Cañénguez, Meybel Molina, Ana Ruth Aragón, Carlos Velis, Juan Barrera, Jennifer Valiente, Regina Cañas, Óscar Guardado, Herberth Quezada.

Ángel de la guarda, de Jorge Ávalos (El Salvador)

Dirección: Roberto Salomón.

Diseño de escenografía e intérprete: Naara Salomón

Video: Tom Guevara

Muñecos: Licry Bicard

Modelo: Maura Mendoza

Luces: César Noé González

En cartelera: 2006, 2010, 2014. En gira por Argentina: 2014.

Sabor a miel, de Shelagh Delaney (Inglaterra)

Traducción, adaptación y dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Negra Álvarez

Intérpretes: Regina Cañas, Leandro Sánchez, Karen Castillo, Herberth Quezada, Fernando Rodríguez

2007

Pinocho, de Carlo Collodi (Italia)

Versión: Philippe Morand

Dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Naara Salomón

Luces: César Noé González

Intérpretes: Jaime Ruano, Ana Ruth Aragón, Leandro Sánchez, Patricia Rodríguez, Regina Cañas, Oscar Guardado, Viktorio Godoy, Dinora Alfaro, Aquiles Hernández.

En cartelera: 2007, 2008

2008

El rey Lear, de William Shakespeare (Inglaterra)

Traducción, adaptación y dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Naara Salomón; vestuario: Rossemberg Rivas

Luces: César Noé González

Intérpretes: Antonio Lemusimún, Isabel Dada, Naara Salomón, José Antonio

Ramírez, Boris Barraza, César Pineda, Leandro Sánchez, Regina Cañas, Patricia Rodríguez, Enrique Valencia, Viktorio Godoy, Aquiles Hernández.

en cartelera: 2008, 2009.

Cuentos del Decamerón, de Boccaccio (Italia)

Un proyecto nuevo para darle los medios de producción a jóvenes directores.

Adaptación, escenografía y dirección: César Pineda

Intérpretes: Meybel Molina, Leandro Sánchez, Regina Cañas, Patricia Rodríguez, Enrique Valencia, Viktorio Godoy, Ana María Sorto.

En cartelera: 2008, 2009.

2009

Tartufo, de Molière (Francia)

Traducción, adaptación y dirección: Roberto Salomón

Vestuario: Rossemberg Rivas

Luces: César Noé González

Intérpretes: César Pineda, José Antonio Ramírez, Regina Cañas, Naara Salomón, Patricia Rodriguez, Ana Ruth Aragón, Boris Barraza, René Lovo, Alejandro Lemus, Fernando Rodríguez, Omar Renderos, William Castillo.

En cartelera: 2009, 2009, 2015, 2023

El cavernícola, de Rob Becker (EE. UU.)

Intérprete: Fernando Rodríguez

Dirección: Roberto Salomón

Luces: César Noé González

Video: Andrés Alfaro

Modelo: Patricia Larín

Franquicia de Theater Mogul International

En cartelera: 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2021, 2022, 2023

2010

El pájaro de la felicidad, de Carlo Gozzi (Italia)

Versión: Coline Serreau

Traducción y dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Naara Salomón

Vestuario: Rossemberg Rivas

Luces: César Noé González

Asistente de dirección: Víctor Candray

Intérpretes: César Pineda, Omar Renderos, Naara Salomón, Alicia Chong, Regina Cañas, Karen Castillo, Fernando Rodríguez, Jorgelina Cerritos, Viktorio Godoy, Marvin Pleitez, Alexander Córdova, Rafael Pineda, Geovani Alvarado.

En cartelera: 2010, 2011

2011

Al otro lado del mar, de Jorgelina Cerritos (El Salvador)

Ganadora del Premio Casa de Las Américas, 2010

Dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Luis Lazo Chaparro

Luces: César Noé González

Intérpretes: Mercy Flores, Francisco Cabrera

En cartelera: 2011, 2012

El avaro, de Molière (Francia)

Escenografía y dirección: Enrique Valencia

Traducción: Ricardo Lindo

Producción: Cuevas Álvarez, Juan García

Intérpretes: César Pineda, Dinora Alfaro, Fernando Rodríguez, Patricia Rodríguez, Juan Ramón Galeas, José Rodríguez, Alicia Chong, Tito Murcia, Fidel Cortez, Juan

García, Óscar Guardado, Karen Castillo, Juan Barrera, José Rodríguez, Marvin

Pleitez, Julie Pimentel, Roberto Salomón, José Carlos Ramos

En cartelera: 2011, 2012, 2019

2012

Cuento de Navidad, de Charles Dickens (Inglaterra)

Dirección: Roberto Salomón

Escenografía y vestuario: Rossemberg Rivas

Luces: César Noé González

Intérpretes: Juan Barrera, Fernando Rodríguez, Omar Renderos, Dinora Alfaro, Jaime Ruano

En cartelera: 2012, 2013

2013

La Nonna, de Roberto Cossa (Argentina)

Dirección: Tatiana de la Ossa

Escenografía: Chumi

Intérpretes: José Antonio Ramírez, Juan Barrera, Ana Ruth Aragón, Fidel Cortez, Patricia Rodríguez, Merlo Mondongo, Alejandra Nolasco

En cartelera: 2013, 2014

2014

La extinción de los dinosaurios, de Luis Ayhllón (México)

Dirección: Roberto Salomón

Escenografía y vestuario: Rossemberg Rivas

Intérpretes: Antonio Lemusimún, Roberto Salomón, Óscar Guardado

En cartelera: 2014, 2015

2015

Natán el Sabio, de Gottfried Ephraim Lessing (Alemania)

Coproducción: Sandglass Theater, Putney, Vermont, EE. UU., y Teatro Luis Poma

Versión: Eric Bass

Traducción: Roberto Salomón

Música: Scott Ainslee

Puesta en escena: Eric Bass, Inés Zeller Bass, Roberto Salomón

Escenografía y vestuario: Inés Zeller Bass

Títeres: Jana Zeller

Coreografía: Didine Ángel

Intérpretes: Dinora Alfaro, Alejandra Nolasco, Naara Salomón, Viktorio Godoy, Óscar Guardado, Pechán Osorio, Fernando Rodríguez

En cartelera: 2015, 2016

2017

Arte, de Yasmina Reza (Francia)

Dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Roberto Baíza

Luces: César Noé González

Construcción: Edwin Cruz

Intérpretes: Carlos Córdova, Pechán Osorio, Fernando Rodríguez

En cartelera: 2017, 2018, 2020

2018

Romeo y Julieta, de William Shakespeare (Inglaterra)

Traducción, adaptación y dirección: Roberto Salomón

Escenografía: Roberto Baíza

Vestuario: Rossemberg Rivas

Luces: Danielle Milovic

Música: Francisco Huguet

Coreografía: Gerardo Osorio

Construcción: Edwin Cruz

Intérpretes: Emy Stephany, Pechán Osorio, Meybel Molina, Naara Salomón, Omar Renderos, Luis Callejas, Henry Urbina, Patricia Rodriguez, Wiliam Castillo, Liliana Andrade, Roberto Medrano, Ivonne Veciana, Larissa Maltez, Lilibeth Rivas, Juan Amaya, Elizabeth Valdez, Walter Marín, Liliana Gómez, Adonay Osorio

En cartelera: 2018, 2019

Rosa mexicano, de Luis Ayhllón (México)

Dirección: Roberto Salomón

Música: Francisco Huguet

Máscaras: Aquiles Hernández

Pintura: David Duke Mental

Intérpretes: Karen Castillo, Óscar Guardado, Henry Urbina, Naara Salomón

Producción: César Noé González, Héctor Vásquez, Cuevas Álvarez

En cartelera: 2018, 2019

Toc-Toc, de Laurent Baffie (Francia)

Dirección y escenografía: Roberto Salomón

Intérpretes: Dinora Alfaro, Juan Barrera, Óscar Guardado, Fernando Rodríguez, Patricia Rodríguez, Naara Salomón, Susana Reyes

En cartelera: 2018, 2019, 2021, 2022, 2023

2022

El chico de la última fila, de Juan Mayorga (España)

Dirección y escenografía: Roberto Salomón

Luces: César Noé González

Intérpretes: Dinora Alfaro, Juan Barrera, Óscar Guardado, Patricia Rodríguez, Elliot

Martínez, Gabriel Pinto, Henry Urbina, César Pineda

En cartelera: 2018, 2019

La más sola y la más fuerte, de August Strindberg, Darío Fo, Tennessee

Williams y Alfonsina Storni.

Dirección y escenografía: Roberto Salomón

Luces: César Noé González.

Intérpretes: Regina Cañas y Naara Salomón.

En cartelera: 2022, 2023

2009 Jorge Ávalos

Premio Ovación: ganadores

Creación de un drama de migración: «La balada de Jimmy Rosa»

2010 Eunice Payés

Proyecto de fusión entre danza y teatro: «Las Ofelias del mundo»

2011 Alejandra Nolasco

Beca para estudiar dramaturgia para público joven en Argentina

2012 Catalina del Cid

Escenificar «Oyarkandal», de Salarrué en una estética steam-punk

2013 Lorena Juárez Saavedra y Ricardo Barahona

«Tamborina»: multimedia sobre la separación de la familia

2014 Lilibeth Rivas y Emy Stephany Gira de «La canción de nuestros días», por el interior del país

2015 Omar Renderos y Blanca Rubio Producción del teatro-cabaret «El bolero de Cristal»

2016 Julio López y Teatro del Azoro

«Polvo de gallo» Fusión de lenguajes teatral y cinematográfico

2017 Sara Sol y Mariam Santamaría

«Yo Lucía»: proyecto teatral infantil

2018 Dinora Alfaro Creación de «Cámara Negra», canal YouTube sobre el teatro

2019 Tatiana Orellana y Valeria Barrios «Feas y condenadas»: roles de género al estilo bufonesco

2020 se declara desierto por motivo de la pandemia.

2021 Oscar Guardado y Astrid Francia «Proyecto Alcapate. Teatro comunitario»

2022 Hugo Mata Parducci. video «Un personaje para Barbero. Resistiendo al olvido»

2023 María Eugenia Gálvez y Luis Callejas «La esposa del general”, gira centroamericana de teatro»

2023 Mauro Iglesias y José Guerrero “La gloria de la zarzuela”, proyecto musical Premio Bienal de Dramaturgia: ganadores

2019 Dinora Alfaro

Texto: Así-calados

2021 Carlos Santos

Texto: Reina Vitalicia

2023 Carlos Cordova

Texto: Casi humanos

El teatro se materializa a través de una conexión inquebrantable entre la interpretación en el escenario y la audiencia. Es un proceso de comunicación donde desde las tablas se proyecta el discurso del autor, respaldado por la visión del director y la fuerza interpretativa del elenco. Este mensaje es recibido por los espectadores, quienes, al sumergirse en el acuerdo ficcional, encienden sus imaginaciones, emociones, sensaciones y recuerdos personales para darle significado a la historia representada.

La luz artística que emana del escenario puede encender la chispa en los espectadores dispuestos, provocando que esa energía creativa sea compartida en el momento presente de la representación teatral.

Diseño y fotografía: René Figueroa.

Temporadas del Teatro Luis Poma 2003 a 2023

A continuación y en orden cronológico se presentan los espectáculos que han subido a las tablas del Teatro Luis Poma en estos 20 años. En el listado se pueden apreciar la variedad, longevidad y popularidad de los espectáculos.

1.ª temporada y 1.ª temporada extendida 11 de junio al 6 de diciembre de 2003

Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos de Martín Descalzo Vivencias

La historia del huevo perdido Teatro de títeres Ocelot

El Señor de los Ensueños de Salarrué Oyarkandal

La necesidad de ser polígamo Camaleón

La burra de Suchitoto de Ricardo Lindo El Atrio

La mujer sola, de Franca Rame y Darío Fo Academia William Shakespeare

Diatriba de amor, de Gabriel García Márquez Proyecto Sueño

La balada de Martín Requena de Saúl Amaya Teatro Sol del Río

Danza contemporánea Varios coreógrafos

La señorita de Tacna de Mario Vargas Llosa Proyecto Sueño

Luminarias, de Emilio Carballido Vivencias

Matando horas, de Rodrigo García Moby Dick Teatro

La pluma que araña el corazón de la vida Patricia Astrada

400 ojos de agua, de Ricardo Lindo El Atrio

Mirandolina, de Goldoni Teatro Estudio de San Salvador

2.ª Temporada 4 de febrero al 29 de mayo de 2004

Rosa de dos aromas de Emilio Carballido Vivencias

El ciego y la tullida, de Darío Fo Teatro Nuevos Tiempos,

Vida de perros Proyecto El Círculo

Por delante y por detrás de Michael Frayn Producción Teatro Luis Poma

Madama Butterfly, de Puccini

Coreógrafos salvadoreños

ALISA

Escuela Nacional de Danza

Mirandolina de Goldoni

Teatro Estudio de San Salvador

Cena para dos de Santiago Moncada Vivencias

3.ª Temporada 25 de agosto al 4 de diciembre de 2004

Un marido ideal de Óscar Wilde

Producción Teatro Luis Poma

Danza contemporánea Varios

Divorciadas, evangélicas y vegetarianas de Gustavo Ott Moby Dick Teatro

La otra estación, de Anton Chéjov Proyecto El Círculo y La Bocha Teatro

El médico a palos, de Molière

Teatro Estudio de San Salvador

Festival Universitario de Teatro Varios países

Festival de Teatro Infantil FITI Varios países

4.ª Temporada 26 de enero al 28 de mayo 2005

Por delante y por detrás, de Michael Frayn Producción Teatro Luis Poma

El titiritero de Banfield, En camino, de Sergio Mercurio Cía. Sergio Mercurio

Esta calle en la que vivo yo de José Luis Ayala Vivencias

Érase una vez un rey, de Fernando Aguilera Teatro Nuevos Tiempos

Aurora, de Juan Fernando Fajardo

Diálogo Sostenuto Academia William Shakespeare

Tengamos el sexo en paz, de Darío Fo y Franca Rame Teatro Nuevos Tiempos

El médico a palos, de Molière

Teatro Estudio de San Salvador

De la sal y de la rosa, de Francisco Andrés Escobar Vivencias

Divorciadas, evangélicas y vegetarianas de Gustavo Ott Moby Dick Teatro

5.ª Temporada 1 de septiembre al 6 de diciembre de 2005

La gata sobre el tejado ardiente, de Tennessee Williams Producción Teatro Luis Poma

Conciertos de jazz

Joel Barraza Jazz y O Jazz

Íngrimo de Salarrué Artteatro

Criaturas, de Belbel, García, Mir, Mollà, Ollé, Plana y Pere Moby Dick Teatro

Concierto navideño Big Band

6.ª Temporada 15 de febrero al 9 de abril 2006

El asesinato de Óscar Wilde, de Ricardo Lindo Francisco Borja

Dos flores, o sea Rosa y María de Francisco Esteban Galindo Teatro Luis Poma

Noche de jazz latino

Baby boom en el paraíso, de Ana Istarú y Títeres, de Sergio Mercurio

El Salvador Jazz

Producción Teatro Luis Poma y Sergio Mercurio

Lisístrata: La huelga del sexo de Aristófanes Producción Teatro Luis Poma

Como si fuera esta noche, de Gracia Morales Teatro 50 al Sur

7.ª Temporada

6 de julio al 15 de octubre de 2006

El diario de Ana Frank, de Frances Goodrich y Albert Hackett Teatro 50 al Sur

Festival Centroamericano de Teatro Creatividad sin Fronteras

Los monólogos de la vagina, de Eve Ensler Marcia Saborío Teatro

Ángel de la guarda, de Jorge Ávalos

Sabor a miel de Shelagh Delaney

Producción Teatro Luis Poma

Producción Teatro Luis Poma

Concierto de boleros Terpsis

Petición de mano: 2 versiones, de Anton Chejov Vivencias y La Bocha Teatro

Esta dichosa clase media, de Eugenio Acosta Rodríguez Camaleón

Festival de Poesía Concultura

8.ª Temporada

13 de marzo al 8 de julio 2007

Los monólogos de la vagina de Eve Ensler Marcia Saborío Teatro

La marioneta malabarista Teatrío

Criaturas, de Belbel, García, Mir, Mollà, Ollé, Plana y Pere Moby Dick Teatro

De Banfield a México En camino y El titiritero de Banfield, de Sergio Mercurio Sergio Mercurio

Nuestra amante de Álvaro Ahunchaín La Bocha Teatro

Pinocho, de Collodi

El diario de Ana Frank, de Frances Goodrich y Albert Hackett

Producción Teatro Luis Poma

Teatro 50 al Sur, de Costa Rica

9.ª Temporada 14 de septiembre al 18 de noviembre de 2007

El jardín de los reyes Teatro de la Calle 24

Festival de Cine

Documental Glass House sobre la gesta del Cnel. Arturo Castellanos

Tebas, Collage de tragedias clásicas

Brad Marlowe y Leonor Ávila Marlowe

Teatro Estudio de San Salvador

Dolores en “la” mayor, de Silvia Barreiros Compañía Apsara

Gorditas, de Gustavo Ott Moby Dick Teatro

10.ª Temporada 27 de marzo al 31 de agosto de 2008

Cuentos del Decamerón, de Boccaccio

Producción Teatro Luis Poma

El coleccionista de Jorgelina Cerritos Los del Quinto Piso

El casamiento forzoso de Molière TIET

Voces íntimas

Ópera de El Salvador

Ñaque, de José Sanchis Sinisterra Teatro de los Sinvergüenza

Arritmia, de Leonel Giacometto Vivencias

Por delante y por detrás de Michael Frayn

El agua nuestra de cada día

Producción Teatro Luis Poma

Teatro Estudio de San Salvador

El rey Lear, de William Shakespeare Producción Teatro Luis Poma

La lección, de Eugène Ionesco

La Bocha Teatro

El asesinato de Óscar Wilde, de Ricardo Lindo Francisco Borja

1.ª y 2.ª Temporada 2009 5 de febrero al 1 de noviembre

Juan Padán descubre América de Darío Fo Compañía Alberto García Sánchez

El secreto más terrible, de Eduardo Pavlovsky la Galera Teatro

Vecinas, de Santiago Nogales

Tartufo, de Molière

Moby Dick Teatro

Producción Teatro Luis Poma

Ñaque, de José Sanchis Sinisterra Teatro de los Sinvergüenza

Cuentos del Decamerón, de Boccaccio

El cavernícola, de Rob Becker

Producción Teatro Luis Poma

Producción Teatro Luis Poma

¡Lazarillo!, de Ricardo Lindo Escena X Teatro

La fiesta, de Spiro Scimone La Bocha Teatro

Misterio de bruma, creación colectiva La Bocha Teatro, Tiara

La balada de Jimmy Rosa, de Jorge Ávalos Escena X Teatro

Tartufo, de Molière

Producción Teatro Luis Poma

Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos, de Martín Descalzo Vivencias

Temporada 2010 26 de marzo al 19 de diciembre

El ogrito de Suzanne Lebeau Teatro La Calle 24

El jardinero y la oruga, de Alejandra Santander y Didier Boyat Cía. Sueño en la Fábrica

Los rieles de Enrique Valencia Acento Escénica

La balada de Jimmy Rosa, de Jorge Ávalos Escena X Teatro

Ángel de la guarda de Jorge Ávalos Producción Teatro Luis Poma

El rastro de Enrique Valencia Acento Escénica

Tres viejos mares, de Arístides Vargas Coproducción centroamericana

El cavernícola de Rob Becker Producción Teatro Luis Poma

El horla, de Guy de Maupassant

Última Calle Poniente de Santiago Nogales Moby Dick Teatro

Divertimento, réquiem para un malabarista Jaime Ruano y Viktorio Godoy

Respuestas para un menú de Jorgelina Cerritos Los del Quinto Piso

Viejos, de Sergio Mercurio Cía. Sergio Mercurio

Don Quijote de la Mancha, musical ALISA

El pájaro de la felicidad de Carlo Gozzi Producción Teatro Luis Poma

Temporada 2011

12 de mayo al 6 de noviembre

Las Ofelias del mundo, Danza-teatro Escena X Teatro

Viejos y El titiritero de Banfield, de Sergio Mercurio Sergio Mercurio

El pájaro de la felicidad de Carlo Gozzi

Al otro lado del mar, de Jorgelina Cerritos

Producción Teatro Luis Poma

Producción Teatro Luis Poma

Closet, A puerta cerrada, de Jean-Paul Sartre Escena X Teatro

La isla de la pólvora negra, de Santiago Nogales Moby Dick Teatro

La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca ESARTES

Encarnación, de Mercedes Farriols Vivencias

Marx ha vuelto, de Howard Zinn Teatro de los Sinvergüenza

El avaro de Molière

El cavernícola, de Rob Becker

Producción Teatro Luis Poma

Producción Teatro Luis Poma

Temporada 2012 12 de abril al 16 de diciembre

Los melindres de Belisa, de Lope de Vega Moby Dick Teatro

Al otro lado del mar de Jorgelina Cerritos

Por delante y por detrás de Michael Frayn

Producción Teatro Luis Poma

Producción Teatro Luis Poma

Ladrón de sueños, de Truman Capote Teatro estudio San Salvador

La visita de la vieja dama de Friedrich Durrenmatt Teatro Memorias

Monólogos de la vagina, de Eve Ensler Teatro Memorias

Marx ha vuelto, de Howard Zinn

Humanum Tempore, Danza

Mientras más se grita menos se mata, de Lauri García Dueñas

Teatro de los Sinvergüenza

Humanum Tempore

Mirateatro, de México

La fiesta, de Spiro Scimone La Bocha Teatro

Toros, de Aitor Mazo y Patxo Tellería Oveja Negra teatro

El avaro de Molière

Producción Teatro Luis Poma

Closet, A puerta cerrada, de Jean-Paul Sartre Escena X Teatro

El cavernícola, de Rob Becker

Producción Teatro Luis Poma

Incendios de Wajdi Mouawad Escena X teatro

Cuento de Navidad, de Charles Dickens

Producción Teatro Luis Poma

Temporada 2013 14 de febrero al 22 de diciembre

Escondites de Alejandra Nolasco Acento Escénica

Beatriz, una mujer inventada, de Laura Pagés Sergio Mercurio

Los más solos, Creación colectiva Teatro del Azoro

Marx ha vuelto, de Howard Zinn Teatro de los Sinvergüenza

Celebrando la danza Gema Dance Ballet

Baby Boom en el paraíso, de Ana Istarú Producción Teatro Luis Poma

Desplazados, de Las Hijas del Otro

Delirio

Compañía Nacional de Danza

Compañía Nacional de Danza

¿Quién dijo que Dios dijo?, de Jesús Díaz Ermis Cruz

Incendios, de Wajdi Mouawad Escena X Teatro

Carburo Clown La Compañía Ariel Zuria

¡Ay, Carmela! de José Sanchis Sinisterra Moby Dick Teatro

Anafilaxis de Jorgelina Cerritos Escénica

La culpa la tuvo el tranvía, de Cristina Merelli La Bocha Teatro

La Nonna, de Roberto Cossa Producción Teatro Luis Poma

El cavernícola, de Rob Becker Producción Teatro Luis Poma

Oyarkandal, de Salarrué Catalina del Cid

Viejos de mi…, de Sergio Mercurio Sergio Mercurio

Cuento de Navidad de Charles Dickens Producción Teatro Luis Poma

Temporada 2014 Marzo 13 al 21 de diciembre

La extinción de los dinosaurios de Luis Ayhllón Producción Teatro Luis Poma

Pareja abierta, de Franca Rame y Darío Fo Teatro Memorias

La razón blindada de Arístides Vargas 24th Street Theatre

La Nonna, de Roberto Cossa Producción Teatro Luis Poma

No Yo Tú

Compañía de danza 3 Hermanos

Butacas trémulas, de Santiago Nogales Moby Dick Teatro

¡Ay, Carmela! de José Sanchis Sinisterra Moby Dick Teatro

Baby Boom en el paraíso, de Ana Istarú Producción Teatro Luis Poma

¿Quién dijo que Dios dijo?, de Jesús Díaz Ermis Cruz, de México

Roberto Zucco de Bernard-Marie Koltès Teatro Estudio de San Salvador

Carburo Clown

La Compañía Ariel Zuria

Bandera negra, de Horacio Luis de la Fuente Teatro Hamlet

Nuestra amante, de Álvaro Ahuchaín La Bocha Teatro

La fiesta, de Spiro Scimone La Bocha Teatro

La culpa la tuvo el tranvía de Cristina Merelli La Bocha Teatro

Las voces del tiempo, de Jorgelina Cerritos Teatro al Sur

El resplandor del anónimo, de Enrique Valencia Acento Escénica

Tamborina de Lorena Juárez Saavedra

Ángel de la guarda de Jorge Ávalos Teatro Luis Poma

El cavernícola, de Rob Becker Teatro Luis Poma

Temporada 2015 5 de marzo al 22 de noviembre

Tartufo, de Molière Teatro Luis Poma

Festival de Comedia Centroamericano Comedia ES

Sin tiempo

Coreografías varias

Como quisiera decirles Gema Dance Ballet

Se busca

Humanum Tempore

Baby Boom en el paraíso de Ana Istarú Teatro Luis Poma

Made in El Salvador Creación colectiva Teatro del Azoro

Los más solos Creación colectiva Teatro del Azoro

La guerra de nuestros antepasados, de Miguel Delibes Operación Hormiga Teatro

Las partículas de Dios, de Luis Ayhllón Moby Dick Teatro

El atravesado de Andrés Caicedo Teatro Taller Tegucigalpa

El loco y la muerte, de Darío Fo Teatro Taller Tegucigalpa

Tengamos el sexo en paz, de Franca Rame y Darío Fo Teatro Memorias

Festi-Clown Varios países

La canción de nuestros días de Jorge Ávalos ZebraTeatro

El titiritero de Banfield Sergio Mercurio

Natán el Sabio, de Gottfried Ephraim Lessing Teatro Luis Poma

Versus Stand up comedy Marvin Murillo

Carburo Clown La Compañía Ariel Zuria

Caracoles estresados de Luis Ayhllón La Bocha Teatro

La Audiencia de los Confines, de jorgelina Cerritos Los del Quinto Piso

El cavernícola, de Rob becker Teatro Luis Poma

¿Quién dijo que Dios dijo?, de Jesús Díaz Ermis Cruz

Algún día Creación colectiva La Cachada Teatro

Temporada 2016 27 de febrero al 13 de noviembre

Glamour y pasión Gema Dance Ballet

La bruta espera, de Julio Chávez Yicrá y Teatro Nacional de Costa Rica

Cena de idiotas, de Francis Veber Teatro Memorias

Legado inútil, de Margarita Kenefic Laboratorio de Teatro Landívar

Dos viejos pánicos, de Virgilio Piñera Asociación Escena Norte

Festival Centroamericano de Comedia Comedia ES

Sesión Cirku, de Viktorio Godoy Sesión Cirku

El último bolero, de Cristina Rebull Operación Hormiga Teatro

Vecinas, de Santiago Nogales Moby Dick Teatro

Baby Boom en el paraíso, de Ana Istarú Teatro Luis Poma

Sueño de robot, de Isaac Asimov Deux Ex Machina

La canción de nuestros días, de Jorge Ávalos ZebraTeatro

Los monólogos de la vagina, de Eve Ensler Teatro Memorias

Si vos no hubieras nacido, Creación colectiva La Cachada Teatro

La edad de La ciruela, de Arístides Vargas Circus Contemporaneum

Festi Clown Varios países

El cavernícola, de Rob Becker Teatro Luis Poma

Natán el Sabio, de Gottfried Ephraim Lessing Teatro Luis Poma

El show más franco, Stand up comedy Grupo Caverna

La fiesta, de Spiro Scimone La Bocha Teatro

Nuestra amante de Álvaro Ahuchaín La Bocha Teatro

Festi Clown Varios países

Al otro lado del mar de Jorgelina Cerritos Los del Quinto Piso

Fui, de César Brie

120 kilos de Jazz, de César Brie

Arti e Spettacolo

Arti e Spettacolo

Temporada 2017

Marzo 2 al 5 de noviembre

Arte de Yasmina Reza Teatro Luis Poma

Anafilaxis, de Jorgelina Cerritos Asociación Escénica

Renovo Gema Dance Ballet

Vivrart Vivra Studio

Los de allá Stand up comedy Grupo Caverna

Festival Centroamericano de Comedia Varios países

Ay, amor, ya no me quieres tanto de Lucero Millán Teatro Justo Rufino Garay

Baby Boom en el paraíso, de Ana Istarú Teatro Luis Poma

Cuerdas, de Bárbara Colio La TraKa Teatro

Sueño de robot, de Isaac Asimov Deux Ex Machina

El bolero de Cristal, cabaret, de Omar Renderos Escena Norte

Superman, todas son mis hijas de Mariela Asensio

Producción simultánea en varios países

Lo que crece en mi jardín, de Dinora Alfaro La Bocha Teatro

Antígona, Jean Anouilh y Sófocles Acento Escénica

El cavernícola, de Rob Becker Teatro Luis Poma

Piedra en los bolsillos de Marie Jones Cía. Sonámbulos y La Maison Papier

Soloni de Ricardo Cornelius

Cía. Sonámbulos y La Maison Papier, de España

Las criadas, de Jean Genet Deux Ex Machina

Los ausentes, de Alejandra Nolasco, Tatiana De la Ossa y Didine Ángel

El show de comedia ES, Stand up comedy Grupo Caverna

Bandada de pájaros, de Jorgelina Cerritos Moby Dick Teatro

IV Festival Internacional de Clown Escénico Varios países

Por delante y por detrás, de Michael Frayn Teatro Luis Poma

La huida, de Dinora Alfaro Punto de Giro, Arte y Cultura

Temporada 2018 Febrero 22 al 18 de noviembre

Festival Nómada Varios países

Romeo y Julieta, de William Shakespeare Teatro Luis Poma

El rastro, de Enrique Valencia Acento Escénica

Antígona, de Jean Anouilh y Sófocles Acento Escénica

El médico a palos de Molière Acento Escénica

Festival Centroamericano de Comedia Varios países

Por delante y por detrás de Michael Frayn Teatro Luis Poma

¿De qué se ríen las mujeres? de José Antonio Ramírez Teatro Hamlet

El bolero de Cristal, cabaret, de Omar Renderos Escena Norte

El vals de la rosa, Creación colectiva Circus Contemporaneum

La huida de Dinora Alfaro Punto de Giro, Arte y Cultura de Costa Rica

El cavernícola, de Rob Becker Teatro Luis Poma

Superman, todas son mis hijas, de Mariela Asensio Producción simultánea en varios países

Arte, de Yasmina Reza Teatro Luis Poma

Narcoteatro, Creación colectiva Proyecto Dioniso

¿Yo, loca? Stand up comedy Grupo Caverna

Polvo de gallo, de Julio López Teatro del Azoro

Rosa mexicano, de Luis Ayhllón Teatro Luis Poma

Los ausentes, de Alejandra Nolasco, Tatiana De la Ossa y Didine Ángel

Bandada de pájaros de Jorgelina Cerritos Moby Dick Teatro

Toc-Toc, de Laurent Baffie Teatro Luis Poma

Temporada 2019 Febrero 14 al 18 de noviembre

Romeo y Julieta, de William Shakespeare Teatro Luis Poma

Querencias, de Dinora Cañénguez y Laia Ribera Madrija

La construcción del muro, de Robert Shenkkan Teatro Espressivo

Toc-Toc, de Laurent Baffie Teatro Luis Poma

El médico a palos de Molière Acento Escénica

Centroamérica Ríe Stand up comedy Varios países

Narcoteatro, creación colectiva Proyecto Dioniso

Festiclown Varios países

El bolero de Cristal, de Omar Renderos Escena Norte

Cleopatra de José Antonio Ramírez Teatro Hamlet

La tempestad de William Shakespeare Teatro Memorias y Muskitia Sinka

Rosa mexicano, de Luis Ayhllón Teatro Luis Poma

El fenómeno creación colectiva Teatro Del Azoro

Nusiwapltzin, creación colectiva Las Prietas Teatro

El avaro, de Molière Teatro Luis Poma

Stand up Comedy Comedia ES

Yo, Lucía, creación colectiva Teatro Al Viento

A trago lentos, de Santiago Nogales Moby Dick Teatro

Ín-timos, de Óscar Guardado y Dinora Alfaro La Bocha Teatro

El cavernícola, de Rob Becker Teatro Luis Poma

El titiritero de Banfield, en camino de Banfield a México Sergio Mercurio, de Argentina

TEMPORADA 2020

Toc-Toc, de Laurent Baffie Teatro Luis Poma

Arte, de Yasmina Reza Teatro Luis Poma

Temporada virtual producciones Teatro Luis Poma:

Arte, de Yasmina Reza

Rosa mexicano, de Luis Ayhllón

Al otro lado del mar de Jorgelina Cerritos

Romeo y Julieta, de William Shakespeare

Incendios de Wajdi Mouawad

Tartufo, de Moliere

La canción de nuestros días, de Jorge Ávalos

La Nonna, de Roberto Cossa

Natán el Sabio, de Gotthold Ephraim Lessing

Homenaje a Shakespeare

La extinción de los dinosaurios de Luis Ayhllón

El rey Lear, de William Shakespeare

Ángel de la guarda de Jorge Ávalos

Un marido ideal, de Óscar Wilde

La gata sobre el tejado ardiente, de Tennessee Williams

Sabor a miel, de Shelagh Delaney

TEMPORADA 2021

Arte, de Yasmina Reza Teatro Luis Poma

Ín-Timos, creación Colectiva La Bocha Teatro

El arte de la comedia, creación Colectiva Teatro Conjunto

Las 7 vidas de Olivia de Lorena Juárez Dos o Tres y Deus ex Machina

El cavernícola, de Rob Becker Teatro Luis Poma

La noche de Molly Bloom de James joyce Escénica

Comedia ES Comedia ES

El médico a palos de Moliere Acento Escénica

Lonra, de Salarrué Caja Negra

Camino al cielo, de Juan Mayorga Proyecto Dioniso

Toc-Toc, de Laurent Baffie Teatro Luis Poma

La niña de los cuchillos de Luis Ayhllón Mobydick Teatro

El loco, de Jesús Martínez Grupo Tablas y Galera Teatro

TEMPORADA 2022

El amor en tiempo de ópera varios compositores OPUS 503

El chico de la última fila de Juan Mayorga TLP

La más sola y la más fuerte, de Strindberg, Darío Fo, Tennessee Williams y Alfonsina Storni TLP

El rastro, de Enrique Valencia Acento Escénica

El cavernícola , de Rob Becker TLP

El ritmo de tu cuerpo, de Luis O’Malley Teatro Conjunto

El cinturón de castidad, de J. Ballesteros Teatro Hamlet

Ricardo III, de William Shakespeare La Galera Teatro

Edipo rey, de Sófocles Acento Escénica

Comedia ES Comedia ES

La más sola y la más fuerte, de August Strindberg, Darío Fo, Tennessee Williams y Alfonsina Storni

Teatro Luis Poma

El pastel de zarzamora de Jesús González Dávila Escénica

Una pareja real, de Charlie Gerbaldo, Jero y Fernando Freixas

Toc-Toc, de Laurent Baffie

Teatro Luis Poma

Los niños perdidos de Laila Ripoll Escena Norte

Dekamerón, Giovanni Bocaccio Proyecto Dioniso

Ópera, varios autores

OPUS 503

TEMPORADA 2023

Tartufo, de Molière

Teatro Luis Poma

Viejos, de Sergio Mercurio Sergio Mercurio

El chico de la última fila de Juan Mayorga Teatro Luis Poma

La más sola y la más fuerte, de August Strindberg, Darío Fo, Tennessee Williams y Alfonsina Storni

Teatro Luis Poma

La fiesta, de Spiro Scimone La Bocha Teatro

Ín-timos creación colectiva La Bocha Teatro

El cinturón de castidad, de J. Ballesteros Teatro Hamlet

El cavernícola, de Rob Becker

El hotel de las maravillas de Jorge Ávalos

Teatro Luis Poma

Mascarada Shakespeare de Emiliano Dionisi Teatro Conjunto

Edipo rey, de Sófocles Acento Escénica

El médico a palos de Molière Acento Escénica

Festival Centroamérica Ríe Comedia ES

Por delante y por detrás de Michael Frayn Teatro Luis Poma

Baby Boom en el paraíso de Ana Istarú Teatro Luis Poma

Una pareja real, de Charlie Gerbaldo, Jero y Fernando Freixas

Festival de Teatro Universitario CONUT

El amor en tiempos de ópera 2

Toc-Toc, de Laurent Baffie

OPUS 503

Teatro Luis Poma

Los siguientes directores han puesto en escena sus obras en el Teatro Luis Poma

El Salvador: Eugenio Acosta Rodríguez, Dinora Alfaro, Saúl Amaya, Didine Ángel, Jorge Ávalos, Dorita de Ayala, Boris Barraza, Francisco Borja, Víctor Candray, Dinora Cañénguez, Ermis Cruz, Isabel Dada, Catalina del Cid, Tatiana de la Ossa, Joseph Karl Doetsch, Marcel Douglas, Héctor Estrada, Eduardo Fuentes, Mauricio González Nieto, Óscar Guardado, Isabel Guzmán Payés, Egly Larreynaga, Antonio Lemusimún, René Lovo, José Raúl Martínez, Estela Mena, Santiago Nogales, Alejandra Nolasco, Gerardo Osorio, Eunice Payés, César Pineda, Nelson Portillo, Omar Renderos, Fernando Rodríguez, Jaime Ruano, Roberto Salomón, Leandro Sánchez Arauz, Óscar Suncín, Fernando Umaña, Enrique Valencia, Jennifer Valiente, Carlos Velis.

Internacionales: Marianne de Pury (Suiza), Sergio Mercurio (Argentina), Jorge Hugo Carrillo Padilla (Costa Rica), Marcia Saborío (Costa Rica), Gabriel Álvarez (Colombia), Alberto García Sánchez (España), Jesús Castaño Chima (EE. UU.), Eric Girard (Francia), Arístides Vargas (Ecuador), Viktorio Godoy (Chile), Tito Ochoa (Honduras), Julio Perea Guillén (México), Luis Felpeto (España), Mario Jaen (Honduras), Marvin Murillo (Costa Rica), Claudia Barrionuevo (Costa Rica), Patricia Orantes (Guatemala), César Brie (Argentina), Arnoldo Ramos (Costa Rica), Raúl Martín Ríos (Cuba), Mariela Asensio (Argentina), Raxá de Castilla (México), Charo Francés (Ecuador), Natalia Mariño (Costa Rica), Tatiana Chaves (Costa Rica), Jeremías Gutiérrez (Argentina), Patricia Astrada (Argentina), Charlie Gerbaldo (Argentina).

Mural de Gabriel Granadino. Foto René Figueroa.

Exposiciones en el lobby del Teatro Luis Poma

El programa de exposiciones del Teatro Luis Poma se desarrolla desde el espacio estrecho y alargado de su lobby para generar no una “galería” al uso, sino un “Project Room” que permita buscar soluciones narrativas y “subtextos” desde áreas verticales definidas y una circulación concreta, un maravilloso reto que genera procesos de pensamiento. El proyecto y programa curatorial de exposiciones que se desarrolla en el Lobby del Teatro Luis Poma se encuentra liderado desde 2018 por Antonio Romero con el apoyo de Mauricio Kabistán y se sustenta en tres acciones:

1. Gravitar en torno al trabajo de personas artistas jóvenes que tienen un currículo en construcción a través de exposiciones individuales o colectivas para aprovecharlas como procesos de pensamiento y desarrollo de lenguaje que permita generar una metodología creativa y abone al desarrollo artístico.

2. Ofrecer una conexión directa con la educación artística mediante la realización de una “Exposición Didáctica” anual, que se define y empalma con la Historia del Arte, presentando al público estudiantil, universitario y general obras de difícil acceso como facsimilares y carpetas gráficas de artistas internacionales.

3. Generar una red que trame líneas transversales para soportar narrativas con personas artistas con propuestas definidas que abonen a la sintaxis artística y conocimiento del contexto salvadoreño.

2003-2004

Cornelis de Buck, Pierre Neumann Grafismo

Madeleine Spierer Pintura

Rikki Asher Pintura y objetos

Gabriela Vega Artesanía intervenida

Giovanni Gil Grabados

2005

Cordelia Dilg Fotografía

Juan Miguel Molina Pintura

Balmore García Pintura

Oscar Soles Pintura

Rosario Moore Monotipos

Romeo Galdámez Serigrafía

2006

Licry Bicard Dibujo y pintura

Boris Gabay Fotografía

Carlos López Fotografía

Eduardo Poma Fotografía

Ana Urquilla Instalación

2007

Teyo Orellana Fotografía

La Fabri K (Luis Lazo, Mayra Barraza, Amber Rose

Romeo Galdámez, Giovanni Gil, Alexia Miranda, Fredis Monge, Baltasar Portillo y Francisco Zayas) Pintura, escultura y arte objetiva

Tatiana Gámez Objetos

Salvador Choussy Dibujos

David Méndez Fotografía intervenida

2008

Sarbelio Henríquez Objetos

Ronald Morán Pintura

Sandro Stivella Fotografía

2009

Ricardo Lindo Acuarelas

Fredis Monge Pintura

Rossemberg Rivas Diseño

Colectiva HELIO Objetos

Luis Lazo Pintura

El Faro Fotografía de migraciones

Juan Jorge Villareal Fotografías de actrices

2010

Edwin Soriano Escultura

Romeo Galdámez Pintura

Negra Álvarez Fotografía intervenida

Sarbelio Henríquez Objetos

Maria S. Kahn Pintura

José Rodriguez Pintura

José Balmore García Pintura

Amber Rose Grabado

René Figueroa Fotografía 2011

Carmen Elena Trigueros Pintura

Salvador Llort Pintura y escultura

Francisco Zayas Pintura

Elisa Archer Pintura

Fredis Monge Pintura

2012

Moby Dick Memorabilia

Luis Lazo Pintura

Renacho Melgar Pintura

Gustavo Urrutia Pintura

Jorge Ávalos Fotografía

Felipe Keta Dibujo

Carlos Hurtado Fotografía

Rossemberg Rivas Diseño 2013

35 artistas de El Salvador Open Edition

La Bocha Teatro Fotos y objetos

Colectivo Land art

Beatriz Álvarez Fotografía

Miguel Ángel Avilés Pintura/ escultura

Regina Cañas y Patrick Keough Fotografía

David Duke Mental Pintura

Walterio Iraheta Pintura, fotografía

Miguel A. Servellón Fotografía

Museo de la Palabra y la Imagen Salarrué

Catalina del Cid Diseño

2014

Carolina Olmedo y Catalina del Cid Diseño gráfico, 10 años de TLP

René Figueroa Fotografía

2015

Alex Cuchilla Pintura

Otto Meza Caricatura

David Duke Mental Pintura

Francisco Zayas Pintura

Renacho Melgar Pintura

Mauricio Linares Aguilar Pintura

2016

Rolando Monterrosa, Saúl Ayala y Hugo Rivas Dibujo y pintura

Gabriel Granadino Mural

Otto Meza Caricatura

Lorena Juárez, Ricardo Barahona y René Figueroa Fotografía y diseño gráfico

Patty Larin, Moon-Dreamer, Jaka, Carlos Guardado, Ulises “Uliel”, García Kadejo, Daniel Alejandro, Monika Viktorie, Gris, Daniele Barone, Violeta Valiente, Kenia Rubio Comic

Foro Centroamericano de Periodismo. Foto. Data Art

2017

René Figueroa Fotografía

2018

Francisco Huguet Instalación sonora

Antonio Cañas Pintura

René Figueroa Fotografía

Vladimir Renderos Pintura, dibujo, instalación

Antonio Romero y Dany Zavaleta Técnicas varias

Colectivo EWXZ Audiovisual

2019

Bernardo Ortiz Pintura

Orlando Villatoro Pintura

Miguel Servellón, René Figueroa, Mauricio Barrera, Raúl Arce y Wilber Calderón Fotografía

Mario López Vega Instalación

Juan Carlos Lazo Tablas Pintura

2020

Dany Zavaleta Pintura

Laura Ortega pintura

2021

Carmen Elena Trigueros Intervención, bordados

José Cabezas Fotografía

Walter Iraheta Dibujo

Rodrigo Guardado Pintura

2022

Vincent van Gogh. Dibujo

Francisco “Paco” Hidalgo Fotografía

2023

René Figueroa Fotografía

Denisse Reyes y Andrés Torres Grabado

Ludwing Lemus Pintura

Kathe Kollwitz Litografía

Omar Carbonero Fotografía

Guillermo Araujo Grabado y mural histórico

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