EDUCACIÓN, EMPLEO Y PROGRESO SOCIAL
Un análisis para El Salvador con énfasis en el Área Metropolitana

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Un análisis para El Salvador con énfasis en el Área Metropolitana

Un análisis para El Salvador con énfasis en el Área Metropolitana
CENTRO DE PROGRESO SOCIAL
2025
Centro de Progreso Social
Escuela Superior de Economía y Negocios Fundación Poma
San Salvador
Equipo a cargo del documento
Investigador y autor principal: Manuel Sánchez Masferrer, Coordinador del Centro de progreso Social (2016-2025) y Decano de Ingeniería de Software y Negocios Digitales, ESEN
Corrección de texto: María Tenorio
Diagramación: Contracorriente Editores
Publicación
Centro de Progreso Social,
Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) y Fundación Poma
Abril 2025, Santa Tecla, El Salvador
ISBN:
Derechos Reservados © 2025 Forma
de citar:
y
y Fundación Poma (2025).
1.
2. Puntajes en el
AMSS por distrito (según la composición del AMSS en 2022) ............................................................................. 16
3. Nivel educativo aprobado por las personas del AMSS (18 a 59 años)..................................................................................... 26
4. Desempeño relativo de El Salvador en la Prueba ERCE 2019 .......... 29
5. Resultados de la prueba Avanzo por departamento, 2023 (todas las asignaturas) ....................................................................... 32
6. Relación entre condiciones laborales y progreso social, distritos del AMSS.............................................................................................. 40
7. Relación entre educación, situación laboral, y progreso social ....... 45
8. Relación entre educación e ingreso laboral 48
9. Porcentaje de personas con ingresos inferiores al salario mínimo del sector comercio, por nivel de escolaridad
10. Tasas de informalidad y de subempleo por nivel de escolaridad ...
11. Años de escolaridad y puntajes en las dimensiones del IPS en los distritos del AMSS
12. Ejes de intervención para potenciar el efecto de la educación en la empleabilidad y el bienestar
Tablas
I. Ranking de El Salvador por dimensión y componente, entre 170 países
3. Puntajes del IPS AMSS por distrito (composición del AMSS en 2022)....
4. Indicadores comprendidos en el IPS relacionados con educación ... 18
5. Estadísticas sobre acceso y logro educativo en América Latina, y en El Salvador, 2013 y 2022
6. Tasa de cobertura (neta) de diferentes niveles educativos en El Salvador, por región
7. Indicadores educativos en El Salvador incluyendo escolaridad, bachillerato y educación superior finalizada (población de 25 a 59 años), y deserción, por región
8. Indicadores educativos en El Salvador (población de 25 a 59 años), por área (urbana o rural)
11. Resultados de la prueba PISA 2022 para los países latinoamericanos (posición en el
12. Estadísticas generales del mercado laboral en El Salvador, por
personas de 18 a 59 años ...............
de
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana centro de progreso social , escuela
El Centro de Progreso Social de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) expresa su profundo agradecimiento a las personas e instituciones que han hecho posible la realización de este estudio.
En primer lugar, extendemos nuestro sincero reconocimiento al ingeniero Ricardo Poma, presidente de Fundación Poma, rector de la ESEN y CEO de Grupo Poma, por su invaluable apoyo y compromiso permanente con el progreso social y la educación en El Salvador. Su visión y liderazgo han sido fundamentales para el desarrollo de iniciativas que buscan contribuir al desarrollo del país y la región, así como generar evidencia para la toma de decisiones basada en datos.
Agradecemos también al licenciado Alejandro Poma, vicepresidente de Fundación Poma, por su compromiso constante y su liderazgo en el apoyo al Centro de Progreso Social. Su guía y contribuciones han sido esenciales para la concreción de este y otros proyectos de investigación.
Este trabajo no habría sido posible sin el dedicado equipo de la Fundación Poma:
> Licenciada Juanita Zelaya, directora ejecutiva
> Licenciada Nahomy Ramírez, jefe de Programas y Alianzas
> Licenciada Karla Argueta, gerente de Comunicación Corporativa.
Su compromiso, retroalimentación y apoyo constante han sido fundamentales en cada etapa del proceso.
Expresamos también nuestra gratitud al licenciado Everardo Rivera, director de la ESEN, por su respaldo institucional y acompañamiento continuo a las actividades del Centro de Progreso Social.
Finalmente, agradecemos a todas las instituciones y profesionales que han colaborado proporcionando información, comentarios y sugerencias que han enriquecido el contenido de este documento. En especial, al proyecto El Salvador Cómo Vamos, que entre 2018 y 2022 recolectó información detallada y valiosa sobre las condiciones de vida de la población del Área Metropolitana de San Salvador.
AMSS: Área Metropolitana de San Salvador
CPS: Centro de Progreso Social
ECV: Encuesta de Condiciones de Vida
EHPM: Encuesta de hogares de propósitos múltiples
ERCE: Estudio Regional Comparativo en Educación
ESCV: El Salvador Cómo Vamos
ESEN: Escuela Superior de Economía y Negocios
FES: Fundación para la Educación Superior
IPS: Índice de Progreso Social
OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
PISA: Programa Internacional de Evaluación de los Estudiantes
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
UIS: Instituto de Estadísticas de UNESCO
UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
El índice de progreso social (IPS) es una medida creada hace más de una década que permite monitorear el desarrollo de las sociedades a través de un conjunto amplio de indicadores robustos y de carácter objetivo.
La educación es la premisa del progreso, en cada sociedad, en cada familia”.
Kofi
Annan
El progreso social no es más que el proceso de construcción de sociedades prósperas donde todas las personas puedan alcanzar condiciones de vida dignas y disfrutar con libertad de su potencial como seres humanos. En su historia, El Salvador, al ser un país en vías de desarrollo, ha enfrentado numerosos retos en cuanto a la construcción del progreso social. Además de las carencias heredadas, el país ha tenido que enfrentar los obstáculos creados por diferentes fenómenos, como la inestabilidad política que condujo a una guerra civil, la violencia social que dominó la discusión sobre política pública hasta hace pocos años, las crisis económicas y financieras globales que lo han afectado con fuerza y la falta de bases sólidas para generar un proceso de crecimiento duradero y sostenido.
El índice de progreso social (IPS) es una medida creada hace más de una década que permite monitorear el desarrollo de las sociedades a través de un conjunto amplio de indicadores robustos y de carácter objetivo. Utilizando esta medida, podemos observar que El Salvador mostró avances significativos en la década posterior a la firma de la paz1. Sin embargo, este progreso comenzó a desacelerarse desde el cambio de siglo y, en años recientes, ciertas áreas del bienestar social han mostrado retrocesos.
Frente a esta realidad, es necesario identificar los fundamentos del progreso social, con el objetivo de enfocar las inversiones sociales en aquellos elementos que se constituirán en bases firmes
1. Centro de Progreso Social (2017). 25 años de progreso social.
para sostener un ritmo continuado de avances en las diferentes dimensiones del bienestar humano. Para la teoría del desarrollo humano, que motiva esfuerzos como el IPS, el progreso se construye desde las personas, a partir de sus capacidades y de un entorno favorecedor que permita a los ciudadanos explorar y aprovechar su potencial. Por tanto, los fundamentos del progreso social serán aquellos factores que construyan capacidades sólidas en los individuos, combinados con una sociedad libre y abierta, donde estas capacidades puedan ser aprovechadas para el pleno goce de los derechos sociales.
Para la política pública es crucial comprender estos factores, ya que su rol principal debiera ser “asegurar el progreso social y el bienestar de su población2”. Pero no solamente es importante que estos elementos sean los ejes centrales de la política pública, pues los recursos siempre serán limitados por la capacidad productiva del país. Las iniciativas ciudadanas, académicas y empresariales también deben comprometerse con desarrollar estas bases del progreso social.
Las capacidades humanas se desarrollan en cada ciudadano, a lo largo de su vida y en entornos particulares. Los servicios de salud, el sistema educativo y los sistemas de apoyo, como las pensiones, son clave para que estas capacidades puedan cons-
truirse, mantenerse y ser aprovechadas. Es necesario un entorno con políticas económicas que fomenten el uso productivo de estas capacidades y con las libertades sociales necesarias para que las personas exploren su potencial, de modo que los fundamentos del desarrollo puedan potenciar sus impactos y conducir al progreso social.
Este reporte se enfoca en una de estas áreas de inversión social, el sistema educativo. La educación es el proceso por el cual las personas adquieren capacidades de diferentes tipos —productivas, sociales, de decisión individual— que les permiten generar mayores ingresos, tomar mejores decisiones en la vida y contribuir a la construcción de una sociedad más próspera y con mayor nivel de bienestar.
En este documento, realizamos una mirada específica al estado de la educación en El Salvador, con un especial énfasis en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), y su relación con la situación laboral de los ciudadanos de cada municipio y con los niveles de progreso social alcanzados por los hogares. El énfasis geográfico se debe principalmente a la mayor disponibilidad de información, en especial, los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida realizada por el proyecto El Salvador Cómo Vamos, los cuales arrojan información detallada y relevante sobre la situación de los
2. Asamblea General de las Naciones Unidas (1969, 11 de diciembre). Declaración sobre el progreso y el desarrollo en lo social.
hogares de los 14 distritos (antes municipios) que conformaban el Área Metropolitana de San Salvador, previa a la inclusión de nuevos territorios en la definición oficial de este conglomerado urbano, realizada a finales de 2024.
Al comparar los datos sobre educación, mercado laboral y progreso social en general, buscamos responder a la pregunta de en qué medida la educación es una herramienta para acceder a mejores oportunidades laborales, ya sea a través del empleo formal adecuadamente remunerado, o de emprendimientos rentables y con potencial de crecimiento. Del mismo modo, podemos establecer la conexión entre la situación laboral de los ciudadanos y sus niveles de progreso social, a través del conjunto de indicadores considerados en el índice de progreso social (IPS) desarrollado para el AMSS. En particular,
presentamos una versión adaptada del IPS, a partir del marco de indicadores utilizado previamente para comparar los resultados sociales para la población de los 14 distritos del AMSS3.
En las secciones siguientes se describe la metodología del índice de progreso social y la situación relativa de los distritos (antes municipios) del AMSS. A continuación, se realiza un análisis descriptivo del logro educativo de los salvadoreños y en la sección siguiente se revisan sus condiciones laborales. En el siguiente apartado se analiza en qué medida el logro educativo se traduce en mejores condiciones laborales y en mayores niveles de progreso social, para los hogares del AMSS. Por último, se concluye con reflexiones y recomendaciones sobre cómo fortalecer estos vínculos y promover el progreso social de los salvadoreños.
3. Centro de Progreso Social (2023). Reporte de resultados y metodología del índice de progreso social para 14 municipios del Área Metropolitana de San Salvador.
El PIB no es el destino”.
Michael Porter
Existen múltiples maneras de medir y comparar el bienestar de las poblaciones de diferentes países o territorios. Durante mucho tiempo se ha utilizado el producto interno bruto (PIB), usualmente expresado en términos per cápita, es decir, por persona, para valorar el nivel de desarrollo de una población. Sin embargo, también es cierto que por parte de diferentes actores se ha reconocido las limitaciones de este enfoque puramente monetario y se ha promovido la necesidad de realizar mediciones más completas, que tomen en cuenta diferentes aspectos del progreso social4.
Un hito fue la promoción del índice de desarrollo humano (IDH), introducido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 1990. El IDH combina el PIB per cápita con los años de escolaridad y la expectativa de vida, para brindar una
perspectiva menos estrecha sobre el bienestar en diferentes países. La adopción del IDH significó un cambio de paradigma al incluir variables sociales además del ingreso per cápita. A partir de esta idea, se desarrollaron diferentes mediciones del bienestar social, como el índice Legatum de prosperidad del Instituto Legatum, o el índice sobre una mejor vida de la OCDE, aprovechando la mayor disponibilidad de información comparable para diferentes países. Un segundo cambio de paradigma es liderado por el índice de progreso social (IPS), que excluye de entrada los indicadores económicos, para concentrarse en indicadores sociales y ambientales, y así poder establecer comparaciones en términos de los niveles de bienestar experimentados por las sociedades, y no de los recursos con los que cuentan.
4. Por ejemplo, el reporte del grupo conocido como Comisión Sarkozy, elaborado por los economistas J. Stiglitz, A. Sen y J. P. Fitoussi, invita a los países a considerar tanto indicadores económicos como no económicos en sus mediciones de bienestar, y a incluir la sustentabilidad como elemento fundamental de la noción de progreso.
El IPS fue desarrollado por el consorcio denominado Social Progress Imperative, que desde 2013 reúne a académicos, fundaciones, empresas privadas y actores de la sociedad civil. El índice de progreso social busca ser una medida comprehensiva y objetiva del bienestar social, que permite comparar a la mayoría de los países del mundo en términos de un puntaje total, así como por cada uno de los indicadores o agregados de estos.
El IPS también puede ser adaptado para ser implementado a nivel regional o local, en función de la disponibilidad de datos y la realidad de cada territorio, como ya se ha hecho en diferentes países. En El Salvador, la Fundación Poma se incorporó en 2014 como socio local de esta iniciativa, brindando su apoyo a la creación y funcionamiento del Centro de Progreso Social, el que está basado en la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), siendo la unidad de investigación que aplica y promueve el IPS como herramienta para la generación de información y la toma de decisiones basada en evidencia.
El índice de progreso social adopta criterios específicos para realizar una medición comprehensiva del bienestar. En primer lugar, los indicadores que forman parte del índice deben ser indicadores de logro social o ambiental, por lo que no se incluyen indicadores de ingreso, inversión o gasto, sino solamente de los
niveles de bienestar. En segundo lugar, la información utilizada debe representar condiciones objetivas de bienestar. Es decir, aun cuando los indicadores pueden ser autorreportados o perceptuales, deben referirse a situaciones observables. Finalmente, se incluyen indicadores sobre los que es posible observar cambios en un plazo razonable, de modo que conduzcan a la acción.
A partir de estos criterios, el IPS define progreso social como “la capacidad de una sociedad de satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos, establecer los fundamentos que permiten a personas y comunidades construir y mantener su calidad de vida, y crear las condiciones para que todos los individuos alcancen su pleno potencial”5.
De esta definición, se derivan tres dimensiones en las que se organizan los indicadores que forman parte del IPS: necesidades básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades. Cada dimensión se divide en componentes específicos que agrupan indicadores relacionados con un aspecto particular del bienestar. La estructura del IPS se muestra en la figura 1.
Existen diferentes versiones del IPS, que reflejan la información disponible y las prioridades de cada país o región. La versión más reciente del IPS, publicada en 2025, contiene 57 indicadores que
5. Stern, S., Krylova, P. & Harmacek, J. (2020). Resumen metodológico del índice de progreso social. Social Progress Imperative. www.socialprogress.org/ global/methodology
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FIGURA 1
Estructura del IPS
(dimensiones e indicadores)
Necesidades básicas
Nutrición y cuidados médicos básicos
Agua y saneamiento
Vivienda
Seguridad personal
Fundamentos del bienestar
Acceso a conocimientos básicos
Salud y bienestar
Calidad medioambiental
Acceso a información y comuniciones
Oportunidad
Libertades
Derechos
Inclusión
Educación superior
Fuente. Social Progress Imperative 2024, https://www.socialprogress.org/methodology.
permiten comparar el nivel de logro de 170 países y su evolución desde 2011 hasta 2024. Hay también IPS regionales como los desarrollados para los países que forman la Unión Europea, para divisiones territoriales como el estado de California en Estados Unidos, para países como Costa Rica, donde se analizan los resultados de bienestar a nivel municipal, o para las ciudades de Colombia que participan en el proyecto Cómo Vamos. El IPS ha sido adaptado también a nivel comunitario, para comprender las necesidades de poblaciones específicas o monitorear y evaluar el impacto de intervenciones sociales, en diferentes países del mundo, incluyendo El Salvador.
Para este documento, se ha revisado y actualizado el modelo IPS desarrollado en 2023 con los datos del proyecto Cómo Vamos El Salvador. Este comenzó en 2018 a recolectar información social y demográfica de los hogares de la zona metropolitana de San Salvador, expandiéndose gradualmente hasta cubrir los 14 municipios del AMSS en 2022. Su objetivo es dar seguimiento periódico y sistemático a los cambios en la calidad de vida de las áreas urbanas de los municipios.
La composición del IPS utilizado en este documento se detalla en la tabla 2. Se han empleado 54 indicadores, clasificados en doce componentes y tres dimensiones. Estos indicadores provienen de fuentes oficiales actualizadas y buscan proporcionar una mirada amplia y con mucho detalle sobre el bienestar de los residentes del AMSS en diferentes aspectos de su vida.
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El Salvador en el IPS 2025
El Salvador ocupa la posición 101 entre 170 países y territorios analizados en el IPS para 2024. Dentro de la región latinoamericana, el país supera solamente a Venezuela y a los países vecinos de Guatemala, Honduras y Nicaragua, pero mantiene brechas significativas respecto a los países mejor evaluados que son Chile, Costa Rica y Uruguay.
Una fortaleza del IPS es que permite desagregar el impacto sobre el índice de cada una de sus dimensiones, componentes e indicadores. Como puede verse en la tabla 1, El Salvador posee rankings relativamente positivos en algunos componentes como acceso a vivienda y servicios (posición 42) o libertades personales y de elección (posición 59). Por otro lado, el país se ubica en rankings más bajos en los componentes de derechos (posición 138), educación superior (posición 130), oportunidad (118) y educación básica (116).
El objetivo del IPS es promover medidas de política pública y de inversión social tendientes a cerrar las brechas de desarrollo que se perciben. Por tal razón, la desagregación en componentes e indicadores es de relevancia para identificar las brechas más grandes en cada país, que pueden constituirse en las prioridades de política pública. Por ejemplo, El Salvador se ubica en las posiciones más bajas en los componentes de derechos, educación superior y básica. Esto señala que hay una brecha mayor en estas áreas, las que debieran convertirse en prioritarias para el país, ya que de lo contrario pueden convertirse en restricciones para el progreso futuro de la nación.
centro de progreso social , escuela superior de economía y negocios fundación poma
Ranking de El Salvador por dimensión y componente, entre 170 países
Necesidades básicas 81 Fundamentos del Bienestar 104 Oportunidad 118
Nutrición y atención médica básica 85 Educación Básica 116 Derechos 138
Agua y saneamiento 71 Información y comunicaciones 107 Libertades y elección 59
Vivienda y servicios 42 Salud 90 Sociedad inclusiva 75
Seguridad personal 92 Calidad ambiental 75 Educación superior 130
Fuente. Base de datos de resultados del IPS 2024. https://www.socialprogress.org/alti-global-social-progress-index
La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), conducida por Cómo Vamos, tuvo como propósito principal recoger información sobre las características de hogares e individuos, cómo evalúan su calidad de vida, cuál es su percepción y satisfacción con los servicios públicos y la gestión de sus municipios. A partir de esta información, y con datos complementarios para los distritos, como estadísticas agregadas de salud (mortalidad y retraso en talla), se construye un IPS específico, con indicadores puramente sociales y ambientales, que permite comparar el bienestar en diferentes distritos, así como para cada hogar entrevistado.
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Necesidades básicas
Salud y Nutrición
• Mortalidad de menores de 1 año (promedio móvil 3 años)
• Mortalidad de menores de 5 años Retraso en talla
• Mortalidad por enfermedades infecciosas
• Seguridad alimentaria: Inseguridad (Moderada/ Severa)
Agua y saneamiento
• Frecuencia servicio de agua: Recibe el servicio todos los días, todo el día / por horas
• Aguas grises
• Satisfacción con el servicio de agua por tubería
Fundamentos del bienestar
Conocimiento
• Tasa de alfabetismo 15 años y más
• Tasas de cobertura neta educación inicial (0-6)
• Tasas de cobertura neta en educación básica (7-15)
• Tasas de cobertura neta en educación media (16-18)
• Libertad de expresión Acceso a internet
• Frecuencia en el uso de internet: Todos los días / casi todos los días
• Lee libros (al menos una vez al mes)
• Frecuencia con la que lee el periódico digital o impreso: Todos los días / casi todos los días
Oportunidad
Derechos
• Cambios debidos a la inseguridad
• Ciudadanos con intención de migrar dentro o fuera del país debido a la inseguridad del municipio
• Considera que se garantiza su derecho a la salud
• Importancia de votar: Importante / Muy importante
• Ciudadanos que consideran que hay libertad de participar en política
• Ciudadanos que consideran que hay libertad de protestar
• Ciudadanos que consideran que hay libertad de asociarse
• Población empleada con cobertura de seguro social / Bienestar magisterial
• Subempleo
• Hogares miembros de alguna organización
• Acceso a servicios financieros
Vivienda
• Espacio vital suficiente (hacinamiento)
• Materialidad adecuado de vivienda (Techo, piso, pared)
• Recolección de desechos
• Hogares que no tienen vivienda por falta de recurso económico.
Seguridad
• Victimización
• Percepción de seguridad municipal
• Ciudadanos que consideran la seguridad como uno de los principales problemas del municipio
• Incidencia de actividades delincuenciales en la comunidad
Fuente. Elaboración propia.
Salud
• Acceso a servicios de salud
• Practica deporte o actividad física
• Valoración de su calidad de vida (del 0 al 10)
Sostenibilidad
• Satisfacción con calidad del aire
• Satisfacción con parques y plazas del municipio
• Satisfacción con la contaminación de ríos, quebradas y demás
• Satisfacción con el nivel de ruido Satisfacción con el nivel de tráfico
Inclusión
• Incidencia de discriminación
• Participación laboral femenina
• Jóvenes que no estudian ni trabajan
• Respeto por las mujeres
• Respeto por la vida
• Respeto por las personas deportadas/retornadas
Educación Superior
• Proporción con grado superior (5 años) universitario (25-59 años)
• Escolaridad promedio mujeres (18 a 59 años)
• Cobertura en educación superior (18 y más)
• Adultos de 18 a 59 años con al menos un año de educación superior
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
centro de progreso social , escuela superior de economía y negocios fundación poma
Cada uno de los indicadores que compone el IPS es estandarizado y transformado en una escala de 0 a 100, lo que permite calcular un promedio de todos los indicadores a nivel de componente. Los promedios de componente, a su vez, son utilizados para construir puntajes por dimensión, y estos permiten calcular el puntaje total del índice para cada unidad geográfica.
La tabla 3 recoge los niveles de progreso social por distrito, así como los puntajes por dimensión y componente que forma parte del IPS. El puntaje global resulta de combinar los puntajes de cada una de las tres dimensiones del índice. Pueden observarse diferencias importantes en los puntajes de cada dimensión, así como en el IPS general. Estas diferencias son más marcadas entre los distritos de la zona surponiente (Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla), y los de la zona nororiente (San Martín, Tonacatepeque, Nejapa). Distritos como San Salvador, Mejicanos y Ayutuxtepeque también presentan puntajes más altos que el promedio de toda el AMSS.
Las diferencias en la tabla 3 se originan en dinámicas sociales e históricas, así como en la inversión social y de infraestructura que se ha realizado en el pasado. Los distritos de mayor progreso social como Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla representan áreas predominantemente urbanas, con una población de mayor poder adquisitivo, donde se asientan numerosas empresas y lugares de trabajo, y donde la inversión pública es significativa. En cambio, distritos como Nejapa o Tonacatepeque incluyen
Puntajes del IPS AMSS por distrito (composición del AMSS en 2022)
Fuente. Elaboración propia con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022 y datos oficiales del Ministerio de Salud.
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FIGURA 2
Puntajes en el IPS AMSS por distrito (según la composición del AMSS en 2022)
significativas áreas rurales, así como zonas urbanas de menor poder adquisitivo. Se encuentran también más alejadas de la mayoría de las fuentes de trabajo y han recibido históricamente menor inversión.
En la figura 2 se han definido cuatro grupos en términos del nivel de progreso social en cada distrito. En la misma figura se observa un claro patrón geográfico, donde los distritos de la zona surponiente del área metropolitana poseen mayores niveles de progreso social (Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla), mientras que el nivel de logro disminuye al nororiente, alcanzando los valores más bajos en los distritos de Tonacatepeque, Nejapa y San Martín.
En una publicación previa (Centro de Progreso Social, 2023) se realizó un análisis detallado, por distrito e indicador, de los niveles de progreso social de las poblaciones del AMSS. Los lectores interesados pueden referirse a esa publicación, que presenta datos para cada distrito con un nivel de detalle superior al que se presenta aquí. En este caso, se utilizarán los resultados del IPS para establecer en qué medida el logro educativo se transforma en mejores condiciones laborales, y de esta manera conduce a un mayor progreso social.
Fuente. Elaboración propia con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022 y datos oficiales del Ministerio de Salud.
La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.
Nelson Mandela
¿Qué señala el IPS Global?
Cuando se compara contra los otros países de la América Latina, se puede observar que los indicadores educativos de El Salvador se encuentran entre los de menor resultado, tanto en términos de calidad como de cobertura del sistema educativo. Esto se ve reflejado en estadísticas básicas de educación como las incluidas en el IPS global, que posee un componente específico dedicado al acceso a educación básica y secundaria, y otro enfocado en la educación superior. Como se muestra en el recuadro 1, de los 12 componentes del IPS, en cuatro el país se ubica en posiciones particularmente bajas entre los 170 países analizados. De estas cuatro, dos corresponden a educación. El Salvador ocupa la posición 130 en educación superior y 116 en educación básica,
un resultado más negativo que la posición general del país (101) en el IPS.
La tabla 4 presenta los indicadores educativos comprendidos en el IPS, el valor que alcanza El Salvador en dicho indicador y la posición relativa del país entre los 170 países analizados en el IPS más reciente (correspondiente a 2024). La mayor parte de los indicadores educativos incluidos en el IPS revelan un desempeño muy bajo del país. Este llega a ser menor que el de los países vecinos que en el resto de las áreas tienen peor desempeño. Por ejemplo, a pesar de que Nicaragua ocupa la posición 114 en el ranking del IPS general, supera a El Salvador en cuanto a educación básica. Algo similar ocurre con Honduras y Guatemala, cuyo componente de educación superior muestra mejores resultados que los de El Salvador.
TABLA 4
Indicadores comprendidos en el IPS relacionados con educación
Fuente. Base de datos de resultados IPS 2024. https://www.socialprogress.org/alti-global-social-progress-index. educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
Los indicadores educativos donde El Salvador registra un desempeño más bajo incluyen:
> Acceso igualitario a educación de calidad (posición 156). Este es el indicador donde el país se encuentra peor clasificado. Según su definición, señala la evaluación de expertos consultados sobre la posibilidad de que niños y niñas pertenecientes a diferentes grupos sociales (diferenciados por ingresos, región geográfica o género) puedan acceder a educación de calidad. El valor mostrado para El Salvador revela grandes brechas en el acceso a educación por grupo
social, mayores inclusive que en países con menor nivel de desarrollo. Esto se explica por dos razones principales: una, las brechas de acceso a educación secundaria y superior, que afectan especialmente a los hogares más pobres y a los de la zona rural; y dos, las diferencias significativas en calidad de la educación, donde las escuelas del sector público, en especial en áreas rurales, obtienen menores puntajes en pruebas de calidad educativa.
> Documentos citables: Este indicador pondera la cantidad de documentos de investigación generados por la comunidad
de cada país (tomando en cuenta la
población). El valor mostrado por El Salvador revela que la producción académica del país es muy limitada, inferior a lo esperado dado su nivel de ingreso y de logro en otros indicadores sociales.
> Libertad académica: Mide el grado en que se respeta la libertad académica de los docentes e investigadores. Este es un indicador donde la clasificación de El Salvador ha caído en años recientes.
> Mujeres con educación superior: Mide la proporción de mujeres jóvenes (entre 25 y 29 años) con algún tipo de educación superior. Acá, El Salvador muestra también menor logro que lo esperado para su nivel de progreso en la mayoría de otros indicadores. La clasificación de El Salvador es baja, aun si el logro educativo de las mujeres jóvenes es mayor al de los hombres, ya que el acceso a educación superior es bajo en el país para todos los grupos.
> Universidades ponderadas por calidad: Este indicador calcula el peso de las instituciones de educación superior del país según una combinación de los rankings de calidad universitaria más conocidos. La baja posición del país indica que hay muy pocas universidades incluidas en dichos rankings, y que su evaluación es baja en relación con el resto de las instituciones del mundo.
> Matrícula en educación primaria: A pesar del esfuerzo por universalizar la educación primaria en el país, la deserción escolar es todavía significativa y El Salvador obtiene tasas de matrícula más bajas que las esperadas para su nivel de desarrollo.
Si bien el IPS no incluye medidas de logros en los aprendizajes (debido a la falta de datos comparables para los 170 países), los indicadores incluidos son suficientes para mostrar que el país posee brechas significativas en su progreso educativo, específicamente en términos de matrícula, de acceso igualitario a la educación, paridad de género y calidad de su sistema de educación superior. En particular, el IPS nos dice que El Salvador no obtiene los resultados que podrían esperarse dado su nivel de ingreso per cápita y de logro en otros indicadores sociales. Este rezago educativo podría indicar la necesidad de reforzar la inversión en el sector, de identificar las barreras fundamentales a la retención escolar y a la mejora de la calidad en educación superior para poder abordarlas, y de reducir las brechas de género.
La tabla 5 compara las estadísticas básicas de logro y acceso educativo para El Salvador con las de la región latinoamericana, usando los datos disponibles en el Instituto de Estadísticas de la UNESCO (UIS) y en la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Se han seleccionado los años 2013 y 2023 como puntos de comparación para poder evaluar tanto la posición de El Salvador con respecto a América Latina, como la trayectoria durante el período comprendido entre esas fechas. Tanto El Salvador como
la región latinoamericana y caribeña han mostrado importantes mejoras en los indicadores educativos, particularmente en los años de escolaridad de la población joven, la finalización de la educación primaria y el aumento en la matrícula en la mayoría niveles educativos.
Al enfocarse en los datos para el año 2022 o 2023 (según esté disponible el dato más reciente), se observa que El Salvador se encuentra por debajo del promedio de la región en casi todos los indicadores. Estos incluyen la escolaridad de la población joven (de 15 a 24 años), así como el logro (finalización) de la educación primaria, secundaria inferior (noveno grado) y secundaria superior (bachillerato). También se notan brechas en cuanto a la deserción en los niveles de primaria (de primero a sexto grado), tercer ciclo (de séptimo a noveno grado) y bachillerato, y la matrícula en educación temprana, parvularia y superior.
La población salvadoreña posee un menor nivel de logro educativo (medido como años de escolaridad) comparado con la región. Si bien la tendencia ha sido positiva, El Salvador ha avanzado al mismo ritmo que el resto de los países analizados, por lo que la brecha se ha mantenido constante.
El Salvador muestra una diferencia negativa frente a la región con respecto al porcentaje de jóvenes con sexto grado completo; dado que el avance ha sido más rápido en El Salvador que
en el resto de naciones, la brecha se ha reducido levemente. En cambio, mientras que América Latina y el Caribe han continuado aumentando el porcentaje de jóvenes que culminan la educación secundaria, en El Salvador ese porcentaje, que ya era significativamente más bajo en 2012/2013, se ha reducido todavía más, por lo que la brecha de 12 puntos porcentuales se ha ampliado hasta 26.2 puntos porcentuales. Este indicador es el único de los incluidos en la tabla 5 que ha mostrado un retroceso entre 2013 y 2023, lo que sugiere la necesidad urgente de desarrollar políticas que aumenten la retención en secundaria.
El Salvador se encuentra por debajo de la región en cuanto a matrícula en educación temprana y parvularia. Sin embargo, en estos indicadores el progreso del país ha sido más rápido que en el resto de la región, por lo que las brechas se han reducido, si bien aún falta un esfuerzo sustancial para alcanzar al promedio regional.
La matrícula en educación superior ha aumentado levemente en El Salvador entre 2013 y 2023. Sin embargo, el progreso regional ha sido mucho más fuerte, aumentando en 11.1 puntos porcentuales en el mismo período, contra 2.7 puntos en el caso de El Salvador. Por este motivo, la brecha del país con respecto a la región se ha ampliado significativamente, pasando de 17.2 % a 25.6 %, lo que indica un rezago cada vez más importante en el acceso a educación superior en el país.
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
centro de progreso social , escuela superior de economía y negocios fundación poma
Estadísticas sobre acceso y logro educativo en América Latina, y en El Salvador, 2013 y 2022
Años de escolaridad, población de 15 a 24 años
Tasa de logro, educación secundaria completa (bachillerato), 20-24 años
Tasa de logro, 6.° grado completo, población de 15-19 años
Fuente. CEPALSTAT, Comisión Económica para América Latina, https://statistics.cepal.org/portal/cepalstat/dashboard.html y UIS, https://sdg4-data.uis.unesco.org/. América Latina incluye los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela.
En cuanto a las tasas de deserción, se observa que en el nivel de educación secundaria inferior (tercer ciclo), El Salvador ha progresado más rápidamente que el resto de la región al reducir el porcentaje de niños y adolescentes que se encuentran fuera de la escuela en el rango de edad de 13 a 15 años. Si bien la brecha con el resto de la región no se ha cerrado, las diferencias se han reducido a casi la mitad de lo que era en 2013 (3.5 % frente a 6.9 %).
Por el contrario, la deserción en bachillerato se ha incrementado de 32.5 % a 44.4 % entre 2013 y 2023. Este valor corresponde al porcentaje de jóvenes entre 16 y 18 años que no está asistiendo a la escuela y que no ha completado el bachillerato. Este dato es preocupante, por lo se debe determinar si es un efecto temporal derivado de la pandemia o si refleja una situación estructural. Al analizar los datos, se descarta que esta tendencia sea atribuible totalmente a la pandemia de COVID-19, ya que en 2019 la deserción en secundaria superior era ya de 41.2 %, más alta que el valor correspondiente en 2022, y refleja más bien una tendencia sistemática que emerge en los datos desde 2013. En efecto, para 2023, la deserción sube hasta 44.4 %, según los últimos datos publicados por UIS.
Dentro del país, la población de la zona metropolitana de San Salvador presenta los niveles educativos más altos, como podría esperarse, ya que la región concentra la mayor actividad económica y los ingresos promedio más altos en el país. Esto evidencia la necesidad de invertir en otros centros urbanos del país, en especial las ciudades de Santa Ana y San Miguel que constituyen polos de desarrollo de las regiones occidental y oriental, respectivamente, así como en otras poblaciones del territorio.
Un elemento que debe tomarse en cuenta al interpretar los indicadores de matrícula es el posible sesgo generado por el uso de proyecciones de población del país basadas en el censo realizado en 2007, las cuales poseen algún nivel de desactualización que podría conducir a sobreestimar la población total fuera de la escuela. Si este fuera el caso, los indicadores de deserción y matrícula podrían presentar una tendencia más adversa de la real. Se espera poder resolver esta preocupación al actualizarse los datos de las encuestas de hogares a partir de los resultados del Censo de Población de 2024.
La tabla 6 presenta las tasas de cobertura por nivel educativo, y puede observarse que el AMSS posee tasas similares a las del resto del país en primaria y tercer ciclo, pero diferencias sustanciales en secundaria superior (bachillerato) y en educación superior (tanto universitaria como técnica). Esto muestra que las brechas más grandes de acceso ocurren en estos niveles, lo que señala la necesidad de expandir la oferta educativa de bachillerato y educación superior fuera de la zona metropolitana de San Salvador.
La cobertura en educación inicial es todavía extremadamente baja, y el país está lejos de universalizar la educación parvularia, si bien ha habido avances recientes en la cobertura de estos niveles. Se debe también expandir la cobertura en estos niveles, ya que el desarrollo temprano de niños y niñas se ve potenciado por el acceso a actividades educativas en las edades de 0 a 6 años. educación , empleo y progreso social un análisis para
Tasa de cobertura (neta) de diferentes niveles educativos en El Salvador, por región
Fuente. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
En la tabla 7 se observan los niveles de escolaridad por región, y el porcentaje de la población de 25 a 59 años con bachillerato y universidad completos, así como las tasas de deserción en los niveles de primaria, tercer ciclo y bachillerato. En casi todos los indicadores de dicha tabla, la región metropolitana alcanza los valores más favorables (con la excepción de la deserción en primaria). En algunos casos, como los porcentajes de finalización de bachillerato y educación superior así como en los de deserción en bachillerato, las diferencias son muy grandes; estas reflejan mayor acceso a educación y condiciones más favorables para la población del AMSS.
Para los distritos del área metropolitana, la proporción de jóvenes en edades de bachillerato que no asisten a la escuela es
de solamente 10.3 %, un porcentaje mucho menor que el del resto de regiones. Esto conduce a que la tasa de finalización de bachillerato sea superior en esta región, alcanzando 59.6 % entre los jóvenes que tenían 20 a 25 años en 2023, según la EHPM de ese año.
La suma de las tasas de deserción implica que, salvo para el caso del área metropolitana, la expectativa de graduación de bachillerato es baja para todos los jóvenes. Considerando que el acceso a empleo formal y a mejores oportunidades laborales está dado por contar con un nivel educativo de por lo menos secundaria, este patrón tiende a perpetuar las diferencias de ingresos y de progreso social entre regiones.
Indicadores educativos en El Salvador incluyendo escolaridad, bachillerato y educación superior finalizada (población de 25 a 59 años), y deserción, por región
Fuente. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
Las brechas regionales se ven con mayor claridad al contrastarse los indicadores educativos entre las áreas rural y urbana, como se hace en la tabla 8. Se observa una brecha significativa en todas las variables analizadas, incluyendo un mejor nivel de escolaridad y de permanencia en el nivel educativo que se cursa.
La tabla 9 muestra las diferencias por género. Se observa que las mujeres, en la población de 25 a 59 años, poseen un menor
logro educativo, lo que a su vez implica menores oportunidades laborales y de generación de ingresos. En la población joven, sin embargo, la tendencia se revierte y la deserción es mayor para los hombres. En particular, para la población de 19 a 24 años, es mayor el porcentaje de mujeres que ha logrado terminar el bachillerato (42.5 %) que el de hombres (40.0 %). Asimismo, en la población de 26 a 35 años, es mayor el porcentaje de mujeres con educación superior completa (12.1 %) comparado con el de hombres (10.5 %). educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
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TABLA 8
Indicadores educativos en El Salvador (población de 25 a 59 años), por área (urbana o rural)
Región
Años de escolaridad
Fuente. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
TABLA 9
Indicadores
Género
en El Salvador por género
escolaridad
Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
Las cifras de escolaridad corresponden a la población de 25 a 59 años. Las cifras de deserción corresponden a la población de niños y jóvenes en edades de cursar cada nivel.
Dentro de la población del AMSS, la distribución del nivel educativo de los individuos de 18 a 59 años se muestra en la figura 3. Se observa que el grupo poblacional más numeroso es el de quienes completaron bachillerato, que alcanza casi el 45 % de la población total, mientras que el 39 % no han completado la secundaria. Por otro lado, el 16.3 % de la población de ese grupo de edad cuenta con un grado universitario.
FIGURA 3
Nivel educativo aprobado por las personas del AMSS (18 a 59 años)
Menor a 6.0 grado
Menor a 9.0 grado
Fuente. Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
La tabla 10 presenta, para cada distrito del AMSS, un conjunto de indicadores representativos del acceso a educación. Se observan brechas significativas por municipio, en especial en educación media y superior. Sin embargo, en cuanto a la matrícula neta en primaria, que en todos los distritos está por encima de 90 %, las diferencias son menores y no están relacionadas con lo observado en el resto de los indicadores.
Pueden resumirse los resultados de la tabla 10 creando cuatro grupos de municipios, de la forma siguiente:
> Grupo 1 (logro alto). Antiguo Cuscatlán obtiene los mejores resultados en cuanto a acceso y matrícula en educación media y superior, así como en años de escolaridad y proporción de la población con bachillerato completo; le sigue Santa Tecla, que se diferencia del resto de distritos sobre todo en los indicadores de escolaridad y de finalización de bachillerato.
> Grupo II (logro medio alto). Está compuesto por distritos que incluyen a Mejicanos, San Salvador, Ayutuxtepeque y Soyapango, los que obtienen resultados en general superiores a los del promedio del AMSS.
> Grupo III (logro medio bajo). Incluye distritos que obtienen valores inferiores al promedio, incluyendo Ciudad Delgado, Cuscatancingo, San Marcos, San Martín e Ilopango.
> Grupo IV (logro bajo). Está conformado por los distritos con los resultados menos favorables en acceso a educación, estos incluyen a Nejapa, Tonacatepeque y Apopa.
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y negocios fundación poma
Grupo I (logro alto)
Grupo II (logro medio alto)
Grupo III (logro medio bajo)
IV (logro bajo)
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
La división en grupos recién expuesta se corresponde en buena medida con las diferencias en progreso social de cada distrito. Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla representan los distritos de mayor ingreso per cápita, son también distritos con presencia de numerosas empresas, y mayores recursos disponibles a nivel local para la inversión social. Le siguen los distritos de San Salvador, Mejicanos, Soyapango y Ayutuxtepeque, que representan el núcleo central de población y actividad económica del país. La población de estos distritos, si bien mantiene una diversidad de condiciones de vida, tiene mayor acceso al mercado de trabajo y oportunidades de desarrollo, comparada con la de los distritos de los grupos III y IV.
El grupo III está compuesto por distritos que rodean al núcleo compuesto por el grupo II. Acá se presentan mayores retos en términos de acceso a servicios sociales y mercado laboral, si bien poseen una actividad económica importante de tipo industrial, o bien son distritos donde residen quienes laboran en las empresas del grupo II.
Finalmente, el grupo IV incluye los distritos de la zona norte del AMSS, que poseen mayor porcentaje de población rural y también mayores costos de movilidad hacia las áreas con más actividad económica.
Las diferencias educativas entre distritos generan retos como la migración interna, en especial desde las zonas rurales hacia
las urbanas, así como desde el interior del país hacia el AMSS. También pueden incentivar los desplazamientos largos hacia distritos con mejores resultados educativos.
Las comparaciones sobre calidad de educación, tradicionalmente, son más difíciles de realizar debido al mayor costo y esfuerzo requerido para este tipo de mediciones. Esto hace que el IPS no pueda incluir mediciones de calidad de educación, ya que no hay información comparable para los 170 países incluidos en el índice.
Durante la década de 2010, El Salvador dejó de participar en esfuerzos internacionales de medición de la calidad educativa, lo que limitó todavía más la posibilidad de analizar objetivamente este aspecto del progreso social. Sin embargo, en años recientes, El Salvador participó en dos mediciones de aprendizajes: la prueba ERCE (Estudio Regional Comparativo en Educación) en 2019, que abarca a la mayoría de los países hispanoamericanos, y la prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes) en 2022, que realizó mediciones de los aprendizajes en 81 países, incluyendo 37 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En el país, la prueba Avanzo mide los aprendizajes de los estudiantes de segundo año de educación media (onceavo grado)
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Desempeño relativo de El Salvador en la Prueba ERCE 2019
Mejor desempeño: Cuba, Uruguay, Costa Rica, Brasil, Argentina, México, Perú y Colombia
Desempeño intemedio: Panamá, Paraguay, Ecuador, El Salvador, Honduras
Menor desempeño: República Dominicana, Guatemala, Nicaragua
Fuente. UNESCO (2022), El Salvador, resumen nacional de resultados.
en las asignaturas de Matemática, Estudios Sociales, Lenguaje y Literatura, Ciencias Naturales e Inglés; asimismo, las pruebas “Conociendo mis Logros”, que tienen finalidad diagnóstica, constituyen esfuerzos valiosos de medición de la calidad educativa. Sin embargo, estos esfuerzos de medición no publican sus resultados a nivel de municipio o distrito. Por tal razón, en este documento solamente se presentan comparaciones de calidad educativa entre naciones.
En la prueba ERCE, que mide el desempeño en lectura y matemática de los estudiantes de tercer grado, y en lectura, matemática y ciencias de los estudiantes de sexto grado, El Salvador se posicionó en el grupo intermedio de América Latina, como se observa en la figura 4. El desempeño de los estudiantes salvadoreños fue muy similar al promedio regional en las asignaturas de Lenguaje (3.º y 6.º grado) y Ciencias (6.º grado). Por otro lado, los resultados de los estudiantes salvadoreños fueron inferiores al promedio regional en Matemáticas.
El Salvador decidió participar por primera vez en la prueba PISA en el año 2022. Esta evaluación mide las competencias en las asignaturas de Matemáticas, Lenguaje y Ciencia, de los estudiantes de secundaria (con edad de 15 años), de los países miembros de la OCDE y otros que deciden sumarse al ejercicio de medición. Entre los 81 países participantes, El Salvador ocupó la posición 78, justo por detrás de Guatemala y apenas encima de Paraguay, República Dominicana y Camboya. En particular,
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los resultados en matemáticas obtenidos por el país equivalen, según las métricas usadas en el análisis de dicha prueba, a seis años de rezago en escolaridad respecto al promedio de la OCDE.
Un dato preocupante es que el 89 % de los estudiantes salvadoreños evaluados no alcanzaron el nivel mínimo de competencia en matemáticas , un porcentaje muy superior al 31 % como promedio de la OCDE. En lectura y ciencia, el porcentaje de salvadoreños sin las competencias básicas alcanza 72 % y 71 % respectivamente, comparado con promedios de 26 % y 24 % en la OCDE6. Todos estos porcentajes ilustran la significativa brecha en calidad de educación del país con respecto a los países desarrollados, y dan una dimensión del reto que se debe enfrentar para que el país sea competitivo en sectores productivos de alto valor agregado, los que requieren de una fuerza laboral altamente calificada.
Los resultados de la prueba PISA son en general negativos para los países latinoamericanos (cuatro de los cinco últimos lugares en la edición 2022 corresponden a países de la región), por lo que El Salvador no representa una excepción a esta tendencia. Los países de América Latina que muestran sistemas educativos con mejor logro se sitúan siempre en la mitad inferior de
los resultados. Por ejemplo, Chile y Uruguay, los países mejor posicionados en esta edición, ocuparon la posición 52 y 53 del ranking, seguidos de México (posición 57) y Perú (posición 59)7.
Este ranking está definido por los resultados de los estudiantes en el dominio principal de la prueba, que son las matemáticas. La prueba también evalúa el dominio en ciencias y en lectura.
La prueba PISA reporta, en particular, el porcentaje de estudiantes con un nivel bajo, es decir, aquellos que no alcanzan las competencias básicas en matemáticas. En toda América Latina, más de la mitad de los estudiantes evaluados no alcanza dichas competencias, llegando hasta 92 % de los estudiantes con bajo nivel en República Dominicana. El Salvador ocupó el segundo peor resultado de la región, pues 89 % de los estudiantes evaluados no logró aprobar las competencias básicas en la disciplina.
El Salvador también participó en 2019 en la prueba ERCE, otro estudio internacional de calidad educativa, enfocado en los países latinoamericanos. En esta prueba se ubica en el promedio de la región, con puntajes en lectura idénticos al promedio (697 puntos) y en matemáticas, levemente por debajo del promedio, sin constituir una diferencia significativa (7 puntos menos que
6. OECD (2023), PISA 2022 Results (Volume I): The State of Learning and Equity in Education. PISA, OECD Publishing 7. Arias Ortiz, E., Bos, M. S., Giambruno, C. y Zoido, P. (2023, 5 de diciembre). PISA 2022: ¿Cómo le fue a América Latina y el Caribe? [entrada de blog]. Enfoque Educaión. BID. https://blogs.iadb.org/educacion/es/pruebas-pisa-2022-america-latina-caribe/
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
Resultados de la prueba PISA 2022 para los países latinoamericanos (posición en el ranking de 81 países y regiones)
de
el promedio de 698). El 56.4 % de los estudiantes salvadoreños no alcanzó el nivel mínimo de competencia en lectura, y 50.1 % tampoco lo hizo en la prueba de matemáticas. Estos resultados ponen a El Salvador como el segundo mejor sistema educativo de Centroamérica, solo por detrás de Costa Rica, que se encuentra significativamente por encima del promedio latinoamericano8.
En el país, los resultados de calidad educativa disponibles para los departamentos son los puntajes promedio de la prueba Avanzo 2023. En estos, los departamentos con los mejores puntajes son San Salvador, La Unión y La Libertad9, lo que ilustra de nuevo las diferencias regionales en el país, donde la zona metropolitana presenta mayores niveles de logro. Los resultados del departamento de La Unión, sin embargo, rompen esta tendencia y presentan un caso de estudio interesante para futuros análisis.
Para un país que intenta ser más productivo, atraer inversión extranjera y generar empleos de mejor calidad, la combinación de las brechas de acceso a la educación en los niveles de bachillerato y educación superior, junto a los bajos resultados en
Fuente. OECD, 2023.
8. UNESCO (2022). Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019). Resumen nacional de resultados El Salvador. https://unesdoc. unesco.org/ark:/48223/pf0000382864
9. MINEDUCYT (2023). Informe de resultados Avanzo 2023. Capacidades y competencias. https://www.mined.gob.sv/evaluacion/publicaciones/2023/VF_Informe%20de%20Resultados%20AVANZO%202023.pdf
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5
Resultados de la prueba Avanzo por departamento, 2023 (todas las asignaturas)
San Salvador
La Unión
La Libertad
Santa Ana
Morazán
Chalatenango
Cabañas
San Miguel
Sonsonate
La Paz
Ahuachapán
Cuscatlán
San Vicente
Usulután
Fuente. MINEDUCYT (2023). Informe de resultados AVANZO 2023. Capacidades y competencias. https://www.mined.gob.sv/evaluacion/publicaciones/2023/VF_Informe%20de%20Resultados%20 AVANZO%202023.pdf
pruebas internacionales de calidad educativa, señalan un obstáculo que se debe superar. Si bien hay múltiples estrategias para lograr la competitividad y atraer inversiones (como la inversión en infraestructura, los incentivos a la inversión o la facilitación del comercio), para el caso de El Salvador, las calificaciones de su fuerza laboral podrían ser la limitante más considerable en el momento actual.
A manera de resumen, puede concluirse que El Salvador presenta brechas significativas de acceso a la educación secundaria y superior, reflejadas en una alta tasa de deserción y baja tasa de finalización en bachillerato. También presenta bajas evaluaciones de calidad educativa, tanto para las instituciones de educación superior, como en las mediciones de aprendizajes en la educación secundaria y primaria. En particular en el acceso a educación secundaria, y el acceso y la calidad de la educación superior, el país presenta rezagos significativos inclusive respecto a naciones con su mismo nivel de ingreso y/o progreso social.
Si no creamos una fuerza laboral educada y capacitada, no hay manera concebible de llegar a ser económicamente competitivos”.
Mitch Kapor, empresario estadounidense
El mercado laboral salvadoreño se caracteriza por la prevalencia del empleo informal y el trabajo por cuenta propia o emprendimiento de subsistencia. Lo anterior es determinante para que los ingresos laborales de las personas sean relativamente bajos. Se estima que, en El Salvador, el factor trabajo recibe entre el 35 % y el 50 % del valor agregado generado por las actividades productivas10. Esto, aparte de factores relacionados con la estructura de mercado, refleja también una productividad relativamente baja, similar a la de otros países latinoamericanos de ingresos medios y bajos, e inferior a la de los países desarrollados o la de los miembros de la OCDE.
El IPS global incluye, como parte del componente de libertad y elección, un indicador sobre empleo vulnerable, que suma los porcentajes de trabajadores por cuenta propia y los conocidos como trabajadores familiares no remunerados. En este indicador, El Salvador se ubica en la posición 84 de 170 países a nivel mundial, y en la posición 7 de 17 países dentro de la región latinoamericana. Esto indica que la informalidad y el trabajo por cuenta propia de subsistencia son fenómenos muy persistentes en América Latina, siendo El Salvador parte de dicha tendencia.
10. Guerriero, M. (2019). The labor share of income around the world: Evidence from a panel dataset. Asian Development Bank Working Paper Series No. 920.
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
Definiendo la informalidad y el subempleo
La definición operativa de informalidad adoptada en las estadísticas oficiales de El Salvador y usada a lo largo de este documento define al sector informal como “el segmento del mercado de trabajo compuesto por: asalariados y trabajadores familiares ocupados en establecimientos de menos de cinco trabajadores; trabajadores por cuenta propia y patronos de empresas con menos de cinco trabajadores en ocupaciones que no son profesionales, técnicas, gerenciales o administrativas”.
Una forma alternativa de medir la informalidad es examinando la cobertura de seguridad social. Aquellos trabajadores que son cotizantes o beneficiarios del Instituto Salvadoreño del Seguro Social u otra organización pública de cobertura en salud, y que cotizan a pensiones, pueden considerarse como trabajadores formales, aun si son independientes o emprendedores.
El subempleo es un concepto vinculado a la subutilización de la capacidad productiva de una persona y, en El Salvador, se define a partir de dos criterios: el subempleo visible o por insuficiencia de horas, cuando una persona desea trabajar a tiempo completo, pero no encuentra un trabajo que se lo ofrezca, y subempleo invisible o por ingresos, cuando estos no alcanzan el salario mínimo vigente, a pesar de que la persona trabaja a tiempo completo. La suma de los trabajadores que cumplen con alguno de los criterios constituye el número de subempleados. Históricamente, las estadísticas nacionales en El Salvador solo han calculado el subempleo para la población urbana.
Fuente. Naciones Unidas (2021). Ingresos, vulnerabilidad y protección de los hogares en El Salvador. San Salvador.
La encuesta de hogares de propósitos múltiples permite obtener estadísticas más detalladas sobre el mercado laboral de El Salvador. En particular, es posible calcular las tasas de participación laboral de diferentes grupos poblacionales, así como la tasa de desempleo, subempleo, la formalidad, y los ingresos promedio de los individuos en cada territorio, como se muestra en la tabla 12.
En cuanto a participación laboral, en la zona metropolitana se observa una mayor tasa de participación global, debido a una mayor participación de las mujeres en las actividades económicas remuneradas, aun si la participación de los hombres es menor, debido sobre todo a mayor tiempo dedicado a los estudios superiores.
El desempleo, subempleo e informalidad son también menores en la zona metropolitana, mostrando diferencias sustanciales en los dos últimos indicadores. El subempleo se define como el porcentaje de trabajadores que quisiera trabajar más horas y no puede, o que gana menos que el salario mínimo. La tasa de subempleo para la población ocupada de la zona metropolitana es levemente menor a 30 %, mientras que supera 40 % en el resto de las regiones, llegando a 51.1 % en la zona occidental. Hay que notar que este indicador se calcula solamente para la población urbana. En cuanto a la informalidad, esta supera 55 % en promedio para todas las regiones del país, mientras que, en la zona metropolitana, se limita a 37.7 % de la población ocupada.
Estadísticas generales del mercado laboral en El Salvador, por región (población urbana de 18 a 59 años)
Ingreso promedio mensual por trabajo
Fuente. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
La cobertura de seguridad social, definida como la cobertura en salud y pensiones, es también significativamente más alta entre quienes están ocupados en la zona metropolitana de San Salvador, alcanzando el 47.2 %, mientras que en la zona oriental es de solamente el 17.9 %.
Si bien la zona metropolitana presenta los mejores indicadores laborales, existe diversidad en las condiciones de trabajo por distrito. En la tabla 13 se describen las mismas estadísticas laborales, pero esta vez para de forma desagregada para los distritos que conformaban la zona metropolitana hasta 2024. Pueden observarse diferencias significativas, en especial relacionadas con la participación laboral de las mujeres, las tasas de subempleo e informalidad, y la proporción de personas que trabajan que obtienen ingresos inferiores al salario mínimo. educación , empleo y progreso
Al examinar el ingreso promedio mensual de las quienes trabajan, la zona metropolitana presenta el mayor valor, llegando a USD 355, comparado con el promedio nacional de USD 265, y más de USD 100 por encima del resto de regiones.
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Estadísticas laborales del AMSS, por distrito
Distrito
Bloque I: mejor desempeño del mercado laboral
Bloque II: desempeño levemente por encima del promedio
Bloque III: desempeño levemente inferior al promedio
Bloque IV: distritos de menor desempeño del mercado laboral
Fuente. Encuesta de Condiciones de Vida 2022, Como Vamos.
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
Los distritos que muestran mejores estadísticas laborales son Antiguo Cuscatlán, Santa Tecla, Mejicanos y San Salvador. En un segundo bloque, con estadísticas mejores al promedio, estarían distritos como Soyapango, Ayutuxtepeque, Ilopango y Cuscatancingo. Por debajo del promedio se encuentran San Marcos, Apopa, Ciudad Delgado y San Martín. Los indicadores laborales menos favorables se encuentran en Nejapa y Tonacatepeque.
Para que el trabajo sea generador de progreso social, debe tomar la forma de una ocupación creadora de valor agregado y capaz de producir ingresos suficientes para los trabajadores. En
TABLA 14
Tipos de trabajo de la población ocupada, por región
El Salvador, una cantidad elevada de sus habitantes son trabajadores por cuenta propia. Esta categoría laboral incluye tanto a aquellos emprendedores que han elegido voluntariamente montar un negocio como proyecto para generar mayores ingresos o mejorar su calidad de vida, como también a quienes, al ser excluidos de los mercados laborales, se ven llevados a emprender en actividades de subsistencia.
La informalidad laboral y el trabajo independiente o por cuenta propia están asociados a una menor cobertura de seguridad social y a menor estabilidad de los ingresos. Esto afecta la calidad de vida y la capacidad de los hogares de hacer frente a riesgos como enfermedad o accidente, así como el acceso a servicios financieros, entre otros.
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
de progreso social , escuela
fundación poma
La tabla 14 muestra que en la zona metropolitana de San Salvador la proporción de trabajadores asalariados es mayor, llegando a 68.9 % de la población ocupada (que incluye 60.7 % de empleados permanentes y 8.2 % de empleados temporales). En otras regiones del país, el porcentaje de asalariados es menor, y la proporción de asalariados temporales es el doble o más de lo observado en la región metropolitana.
Tipos de trabajo de la población ocupada, por región
Para dar una mirada más detallada a la distribución del empleo en los diferentes distritos del AMSS, se utilizan los datos de la ECV de Cómo Vamos. En la tabla 15 se observan los tipos de trabajo predominantes en los diferentes distritos del AMSS.
Los distritos con mayores niveles de progreso social y mejores indicadores educativos también presentan tasas más altas de
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
población con trabajo como asalariado permanente. Esto incluye a distritos como Santa Tecla, Mejicanos y Ayutuxtepeque. En cambio, los distritos de progreso social inferior al promedio, como Nejapa, Tonacatepeque, San Marcos, Ilopango y San Martín, presentan mayor proporción de trabajadores por cuenta propia. Una excepción a esta tendencia es el distrito de San Salvador, donde el trabajo por cuenta propia es alto, si bien los indicadores educativos y de progreso social son superiores al promedio.
La proporción de trabajadores por cuenta propia es elevada en todos los distritos y se encuentra en un rango de 32 % a poco menos de 40 % de la población ocupada. Los distritos con mayores ingresos y progreso social suelen presentar tasas mayores de población asalariada, y menores tasas de empleo temporal y trabajo por cuenta propia. Como se discute en la sección siguiente, los niveles educativos de la población ocupada también se relacionan estrechamente con las condiciones laborales, así como con los ingresos y niveles de progreso social en diferentes indicadores.
Como se observa en la figura 6, los indicadores laborales están estrechamente asociados a los puntajes del IPS en cada distrito. En dicha figura, cuatro gráficos relacionan el puntaje del IPS con sendos indicadores laborales: las tasas de informalidad y de subempleo, el porcentaje de trabajadores con ingresos infe-
riores al salario mínimo, y la participación laboral femenina. La relación entre progreso social y mercado laboral es estrecha, y variables como la informalidad y la participación laboral femenina son excelentes predictores del nivel de progreso social de cada distrito.
Los datos presentados anteriormente se refieren a tasas agregadas para toda la población de 18 a 59 años. Sin embargo, esto puede ocultar una marcada diversidad en el acceso a empleo para diferentes grupos poblacionales. Por esta razón, se analizan acá los datos desagregados para diferentes poblaciones.
En la tabla 16 se observa que las mujeres , en todo el país, presentan mayores tasas de subempleo y de informalidad, y que el ingreso laboral promedio para ellas es significativamente menor que para los hombres (esto se debe tanto a menores salarios como a menor cantidad de horas trabajadas). Es clara la brecha entre la situación laboral de las mujeres respecto a la de los hombres. Esto no puede atribuirse a diferencias en los niveles educativos, ya que incluso entre las personas de 35 años y menos, se observan peores condiciones laborales entre las mujeres, a pesar de que en este rango de edad los hombres tienen menor nivel educativo.
San Martín
Tonacatepeque Apopa
Cuscatancingo Ciudad Delgado
Ilopango San Marcos
Soyapango Ayutuxtepeque
San Salvador
Mejicanos Santa Tecla
Antiguo Cuscatlán
Nejapa
San Martín
Cuscatancingo
Soyapango Ilopango Ciudad Delgado Apopa
San Marcos Ayutuxtepeque
San Salvador Mejicanos
Antiguo Cuscatlán
Santa Tecla
San Martín
Apopa Ciudad Delgado
Cuscatancingo Ilopango
Soyapango
San Marcos Ayutuxtepeque
San Salvador Mejicanos Santa Tecla
Antiguo Cuscatlán
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
San Martín Apopa
Antiguo Cuscatlán
Santa Tecla
Soyapango Ayutuxtepeque
Cuscatancingo Ciudad Delgado Ilopango
San Marcos
San Salvador
Mejicanos
Nejapa
Indicadores laborales por sexo
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
En cuanto a las diferencias por edad, en la tabla 17 se comparan los indicadores de mercado laboral para diferentes grupos: jóvenes (18 a 25 años), adultos jóvenes (26 a 35 años), adultos de 36 a 45 años y adultos de 46 a 59 años. El grupo con los menores resultados laborales son los jóvenes, quienes presentan una tasa de desempleo significativamente más alta que la del resto de personas, y también reciben los ingresos laborales más bajos. Por otro lado, el grupo de edad de 26 a 35 años presenta los mejores indicadores laborales, a excepción del desempleo que es de 5.1 %. En particular este grupo posee las menores tasas de subempleo e informalidad, así como ingresos laborales de USD 299 mensuales en promedio, cercanos al valor más alto de USD 303 que corresponde al grupo de trabajadores de 36 a 45 años.
Finalmente, la tabla 18 compara los indicadores laborales por área de residencia. En este caso no se usa el indicador de
subempleo ya que, por su definición oficial, no es aplicable al área rural. Puede verse que los indicadores de informalidad y desempleo son más altos para los trabajadores del área rural que para sus contrapartes urbanas. En particular, la tasa de informalidad es mucho más alta en la zona rural, alcanzando 78.3 % de la fuerza laboral ocupada. Como consecuencia, en esa zona es mucho menor la cobertura de seguridad social. Los ingresos promedio son también significativamente menores que en la zona urbana.
Los datos presentados en las tablas 13-18 revelan un patrón claro que, además de ilustrar las variaciones regionales, permite vincular directamente los indicadores educativos con las condiciones laborales en el AMSS. Los distritos que muestran mejores resultados educativos (Antiguo Cuscatlán, Santa Tecla, Mejicanos y San Salvador) también presentan indicadores laborales más favorables:
educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
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menores tasas de informalidad y subempleo, mayor participación laboral femenina y salarios promedio más altos. Esta correlación es consistente con lo observado en la sección anterior, donde es-
tos mismos distritos presentaban mayores niveles de escolaridad, tasas más altas de finalización de bachillerato y mayor acceso a educación superior.
TABLA 17
Indicadores laborales por rango de edad
Rango de edad
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
TABLA 18
Indicadores laborales por área de residencia (rural o urbana)
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
La distribución geográfica de oportunidades laborales sigue un patrón similar al de las oportunidades educativas, con una clara tendencia surponiente/nororiente. Las brechas de género observadas en el mercado laboral (mayor informalidad, menores ingresos y menor participación femenina) contrastan con la tendencia reciente en educación, donde las mujeres jóvenes están alcanzando mayores niveles educativos que los hombres. Esto sugiere la existencia de barreras estructurales que impiden que el mayor logro educativo femenino se traduzca plenamente en mejores condiciones laborales. Por otro lado,
las diferencias urbano-rurales y las brechas por grupo etario confirman que tanto la calidad del empleo como el acceso a educación de calidad siguen concentrados en zonas urbanas y presentan desafíos particulares para los jóvenes. Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que, si bien la educación es un factor determinante para mejorar las condiciones laborales, su impacto está mediado por factores territoriales, de género y estructurales del mercado laboral. En la siguiente sección se establece la conexión entre el logro educativo, la situación laboral y el logro del progreso social.
Las libertades no son solamente el objetivo principal del desarrollo, sino también están entre los principales medios para alcanzarlo”.
Cuando se habla de educación, mejores condiciones laborales y mayor progreso social, puede pensarse que la conexión entre estas tres dimensiones es evidente y lógica. Esta vinculación se ilustra en la figura 8, resaltando además algunos factores internos y externos al proceso educativo y al mercado laboral que median la relación entre esas dos dimensiones y el bienestar.
La figura 7 plantea que el logro educativo, entendido como completar de manera exitosa los ciclos de educación obligatoria (primaria y secundaria) y posiblemente la educación superior, conducen a una mejora en la empleabilidad de la gente. Sin embargo, esta relación depende de que el proceso educativo logre establecer aprendizajes significativos, es decir, ser una educación de calidad. Y más allá del aprendizaje de contenidos
concretos en disciplinas tradicionales, requiere ser una educación pertinente, que reconozca las necesidades del mercado laboral y construya las competencias requeridas para acceder a mejores oportunidades de trabajo. Por ejemplo, la literatura y la evidencia recolectada desde el mercado laboral señalan la relevancia de las competencias socioemocionales (como la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la comunicación, la resiliencia, entre muchas otras) para la empleabilidad y la trayectoria laboral de las personas.
La empleabilidad es un potencial, que se ve transformado en mejores condiciones laborales siempre que no existan factores de exclusión que limiten o bloqueen el acceso de los individuos a mejores trabajos. Entre estos factores se encuentra
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FIGURA 7
Relación entre educación, situación laboral, y progreso social
Logro educativo
Empleabilidad
Calidad educativa. Pertinencia de la educación
Inclusión y no discriminación, estructura del mercado
Condiciones de trabajo
Servicios públicos. Calidad ambiental. Derechos y libertades
Calidad de vida
Fuente. Elaboración propia.
la discriminación o exclusión de ciertos grupos. Por ejemplo, quienes residen en áreas rurales o pertenecen a grupos étnicos específicos podrían ser excluidos en función de sus características personales. También puede darse exclusión contra las mujeres, las personas discapacitadas o contra la diversidad sexual. Los datos presentados en la sección anterior evidencian un grado de discriminación contra las mujeres, que obtienen peores indicadores laborales aun cuando su nivel educativo es más alto que el de los hombres, entre las cohortes más jóvenes.
La estructura del mercado laboral, en sociedades donde no se reconoce el derecho de asociación de los trabajadores o la posibilidad de negociar las condiciones laborales, también puede ser un obstáculo para la obtención de mejores trabajos. Cuando no existe competencia entre empleadores, no hay incentivos para ofrecer mejores salarios o beneficios laborales.
Finalmente, los mejores empleos son una dimensión del bienestar, que puede conducir a una mejor calidad de vida siempre que exista posibilidad de disfrutar del potencial de cada uno. Esto se logra en sociedades que reconocen los derechos y libertades individuales, donde los servicios públicos son de buena calidad y poseen una cobertura satisfactoria, donde los mercados privados de bienes y servicios son competitivos y eficientes, y donde la calidad del medio ambiente no pone en riesgo la salud o la seguridad de la gente.
Diversas justificaciones explican por qué el logro educativo se traduce en mejores condiciones laborales. La más conocida y aceptada es la teoría del capital humano11, que sostiene que la educación permite que las personas desarrollen competencias y adquieran herramientas para ser más productivas y eficientes, lo que a su vez las capacita para alcanzar mayor empleabilidad e ingresos. El capital humano se adquiere en el sistema educativo, entre otros mecanismos, como la familia, la sociedad, los medios de comunicación y la experiencia de vida.
Asimismo, el logro educativo puede funcionar como una señal, es decir, como un mecanismo que certifica la capacidad de las personas para ser productivas, permitiéndoles lograr mejores condiciones laborales. Según esta teoría, incluso si el sistema educativo no desarrolla competencias útiles para la productividad, sirve como filtro para que el mercado laboral pueda identificar a los trabajadores más capaces y productivos.
Una visión alternativa del rol de la educación es la teoría de la reproducción social. En este modelo, el sistema educativo permite que las personas con diferentes dotaciones de capital puedan construir el capital social necesario para asumir el rol correspon-
diente a su posición social. De este modo, los comportamientos, la cultura y las relaciones sociales adquiridas en la escuela son una forma de perpetuar la estructura social. La implicancia de esta teoría es que el logro educativo en sí mismo es insuficiente para obtener mejores condiciones laborales y de vida, si no se cuenta con el capital social y cultural necesario para ello.
La educación no solamente impacta los ingresos y las condiciones laborales. Una educación completa permite a la gente tomar mejores decisiones de vida, contribuir de manera informada a la política pública, prevenir riesgos personales y, en general, alcanzar un mayor nivel de progreso social para un mismo nivel de ingresos. Al universalizarse y expandirse, la educación también se constituye en una ventana para la movilidad social, lo que genera sociedades más abiertas y equitativas.
Ciertamente, en el caso de muchas personas , la conexión entre mayor educación y mejores condiciones de vida y de trabajo puede no llegar a establecerse. Esto puede deberse a factores específicos como la calidad de la educación o la falta de equidad en el sistema; a factores externos relacionados con las dinámicas
(1964). Human capital: A theoretical and empirical analysis with special reference to education. NBER Books, National Bureau of Economic Research.
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sociales y económicas, como la estructura del mercado laboral, la falta de infraestructura, la vulnerabilidad ambiental, la inestabilidad política, la discriminación o persecución de ciertos grupos, entre otros.
Estudios previos apuntan que, en El Salvador, la relación del nivel educativo y el mercado laboral no siempre es la esperada.12 Por ejemplo, mucha gente con educación superior trabaja en posiciones donde se encuentra sobrecalificada. La encuesta de
hogares de propósitos múltiples también muestra que porcentajes altos de la población con secundaria o universidad completas se encuentran trabajando en la informalidad o en el subempleo, como se observa en la tabla 19.
Si tanto la teoría como los datos indican que hay una fuerte, pero no directa relación entre educación y mejores oportunidades laborales y de vida, cabe preguntarse en qué medida la educación es una herramienta de progreso y movilidad social, que permite a los individuos y hogares mejorar sus condiciones de vida.
TABLA 19
Porcentaje de la población ocupada en áreas urbanas en condición de informalidad y subempleo, personas de 18 a 59 años
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023
12. FES (2018). ¿Y si termino la escuela? Fundación para la Educación Superior.
Una primera manera de explorar esta relación es develar la relación entre los años de escolaridad y los ingresos laborales. Esto se presenta en la figura 8, donde el ingreso laboral promedio en el país para diferentes niveles de escolaridad, correspondientes a la finalización de cada etapa del proceso educativo. La tendencia es claramente creciente y muestra que un mayor nivel educativo se asocia con mejores ingresos. Sin embargo, puede notarse también que el incremento entre el tercer grado y el noveno grado es relativamente bajo, solamente USD 30 adicionales de ingreso mensual. La rentabilidad de la educación secundaria es más alta, permitiendo llegar a USD 310 en promedio como ingreso mensual, y este casi se duplica al completar una formación universitaria de 5 años . De estos datos, podemos concluir que hay una relación positiva entre nivel educativo y salarios.
FIGURA 8
Relación entre educación e ingreso laboral
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023. educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
9
La tendencia positiva mostrada en la figura 8 esconde una marcada variabilidad de los ingresos laborales. Una manera alternativa de explorar la relación entre escolaridad e ingresos es calcular el porcentaje de ocupados que generan ingresos menores al salario mínimo vigente. Para propósitos de análisis, se ha elegido como parámetro de comparación el salario mínimo del sector comercio y servicios (USD 365 mensuales). La figura 9 muestra el resultado de este ejercicio. Es notable que incluso para personas con un título universitario de 5 años, un porcentaje alto (21.8 %) declara que su ingreso laboral está por debajo del salario mínimo.
Además de vincular el logro educativo con los ingresos, podemos también relacionarlo con la formalidad y el subempleo. La figura 10 presenta el comportamiento de estas dos variables por nivel educativo. Si bien hay una marcada tendencia descendente, sobre todo después de alcanzar noveno grado, es también cierto que hay alrededor de uno de cada seis graduados de la universidad que están en situación de informalidad y subempleo.
Para estimar los determinantes de la informalidad y del subempleo, incluyendo entre estos el logro educativo, se utiliza un modelo de regresión, cuyos resultados se muestran en la tabla 20. En todos los casos, se observa que residir en el área rural tiene un efecto negativo en las condiciones laborales, con mayor probabilidad de informalidad y menores ingresos. En cambio, los residentes en el AMSS tienen menores tasas de informalidad y
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10
Tasas de informalidad y de subempleo por nivel de escolaridad
Subempleo Informalidad
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2023.
subempleo, así como mayores ingresos, controlando por otros factores como escolaridad, sexo o edad.
La escolaridad tiene una relación positiva con las condiciones laborales. Completar la educación secundaria reduce significativamente la probabilidad de tener un trabajo informal (23.8 % menor probabilidad) y de caer en el subempleo (19.5 %). El efecto sobre los ingresos es de USD 123.87 mensuales de ingreso adicional, respecto a una persona que no posee bachillerato. Esto hace que los graduados de bachillerato tengan 22.2 % menor probabilidad de ganar menos que el salario mínimo.
La educación universitaria también posee una rentabilidad privada positiva. Un grado universitario (sea técnico o de 5 años) está asociado a USD 247.74 dólares adicionales respecto a alguien que no completó el nivel superior (pero sí posee secundaria). La probabilidad de tener un empleo informal es menor en 18.3 %, y la de estar subempleado/a se reduce en 13.8 %.
El efecto de la escolaridad es positivo sobre los ingresos. Sin embargo, como se veía en la figura 8, es más marcado para los años superiores, mientras que el logro en primaria tiene efectos menores sobre el salario.
Las mujeres en promedio obtienen ingresos inferiores a los de los hombres y tienen más probabilidad de encontrarse en condiciones de informalidad y subempleo. Controlando por nivel
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educativo, edad y lugar de residencia, las mujeres reciben en promedio USD 101.78 menos que los hombres. Ser mujer también está asociado a 9.9 % mayor probabilidad de ser informal, a 13.8 % mayor probabilidad de estar en subempleo y a 18.9 % mayor probabilidad de tener ingresos menores al salario mínimo. Los menores ingresos de las mujeres se deben a una combinación de factores que incluyen mayor prevalencia de informalidad y subempleo, y mayor prevalencia de trabajos por cuenta propia y servicio doméstico.
Finalmente, la edad se asocia a mejores resultados laborales, pero el efecto es decreciente y puede ser negativo para edades más avanzadas. En promedio, cada año reduce la probabilidad de
encontrarse en la informalidad en 0.7 %, y aumenta USD 0.88 al ingreso mensual. Este efecto comienza a reducirse para edades superiores a los 45 años.
Para la política pública, se debe reconocer la existencia de las diferencias de género en el mercado laboral, y fomentar mecanismos para reducir las brechas observadas que afectan negativamente a las mujeres. Por ejemplo, la necesidad de conciliar trabajo y familia suele ser una limitante significativa para las carreras profesionales de las mujeres. Regular las jornadas laborales y proveer de oportunidades de educación temprana y servicios de cuido puede ser muy relevante para que las mujeres puedan acceder a mejores empleos y abandonar la informalidad.
TABLA 20
Efectos estimados de diferentes variables sobre los indicadores de mercado laboral
Fuente. Elaboración propia a partir de datos de la EHPM 2023. Todas las variables son estadísticamente significativas al 1 %.
Los impactos positivos de la educación media y superior también señalan aspectos que se deben considerar para la política pública. Es crucial promover la universalización de la educación secundaria, ya que esta es, según los datos, requisito fundamental para el empleo formal y salarios que alcancen o superen el salario mínimo legal. Igualmente relevante es ampliar el acceso a la educación superior, siempre que esta sea de calidad, ya que las ventajas salariales y de condiciones laborales de una educación universitaria son muy significativas. Sin embargo, también existe evidencia de personas con educación superior que no poseen empleabilidad, por ello es necesario reconocer las especializaciones y los programas con mayor demanda en el mercado laboral, así como formar las competencias y las habilidades requeridas por el mercado. La calidad de la educación superior es un reto para El Salvador, como lo muestran los datos del componente respectivo dentro del índice de progreso social.
El objetivo último de la educación y las oportunidades laborales es el desarrollo de las personas y el logro de una mejor calidad de vida. El índice de progreso social mide de manera comprensiva la
noción de calidad de vida a través de un conjunto de indicadores que cubren los aspectos relevantes del bienestar para los cuales existe información objetiva y confiable. Es natural entonces contrastar los resultados en el IPS con los niveles de escolaridad y con la calidad del empleo.
Un primer acercamiento se obtiene al comparar los datos agregados por distrito, como se hace en la tabla 21. Acá se muestran los indicadores de escolaridad, ingresos y los puntajes de las tres dimensiones del IPS, a partir de los datos de la ECV. Claramente, existe una relación positiva entre la escolaridad, los ingresos y los niveles de bienestar.
La figura 11 ilustra esta relación de forma más clara. Cada punto representa un distrito. El eje horizontal representa los años de escolaridad promedio de la población del distrito, y el eje vertical, el puntaje en cada una de las dimensiones del IPS, así como el puntaje total del IPS. Se observa una relación positiva entre la educación y cada una de las dimensiones del IPS. Esto incluso en dimensiones como necesidades básicas, que no contienen ningún indicador relacionado con la educación (las dimensiones de fundamentos del bienestar y oportunidad sí contienen un componente —de cuatro— relacionado con la educación).
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Indicadores educativos y de progreso social por distrito
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
FIGURA 11
Años de escolaridad y puntajes en las dimensiones del IPS en los distritos del AMSS
Fuente. Elaboración propia a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida Cómo Vamos 2022.
Desde la perspectiva del capital humano, para que la educación tenga el mayor impacto en el progreso social, deberá aportar de la mejor manera posible a la productividad y empleabilidad. Esto no debe interpretarse de manera estrecha como que la única misión de la educación es formar las competencias que el mercado laboral demanda en un momento determinado. Si bien esto es esencial, la educación debe encontrar un balance entre maximizar la pertinencia educativa y, al mismo tiempo, formar individuos capaces de promover el progreso social en sus diferentes dimensiones y aspectos. Por ejemplo, que tengan interés en promover la sostenibilidad ambiental, en alcanzar y defender mayores niveles de libertad, en respetar los derechos de sus conciudadanos y exigir el respeto de los suyos, y que apoyen la tolerancia y la inclusión de todos los miembros de la sociedad.
Un primer eje para potenciar el efecto de la educación es lograr que todas las personas puedan acceder a ella. El Salvador aún
muestra tasas de cobertura educativa muy bajas, si las comparamos con el resto de la región. Es necesario expandir la cobertura de la educación secundaria (en especial, en bachillerato) y desarrollar mecanismos para que más gente acceda a la educación superior.
Sin embargo, expandir la cobertura de la educación sin mejorar su calidad no es una buena estrategia de inversión. Si bien en décadas anteriores se priorizó la expansión de la cobertura sin tomar medidas para mantener o mejorar la calidad, los resultados de esa política muestran que obtuvo bajos retornos, ya que la empleabilidad de los graduados de educación secundaria y superior es relativamente baja. Para expandir la cobertura con calidad se requiere pensar en mecanismos novedosos como la incorporación de profesionales con experiencia práctica en el mundo laboral, o mecanismos de gestión escolar diferentes y escalables que permitan una ampliación relativamente rápida de la oferta educativa.
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FIGURA 12
Ejes de intervención para potenciar el efecto de la educación en la empleabilidad y el bienestar
Mejorar los aprendizajes
Aumentar la cobertura educativa (secundaria y superior)
Fuente. Elaboración propia.
Aumentar la pertinencia de la educación
Es fundamental contar con mediciones de la calidad educativa mediante la participación en pruebas internacionales de aprendizajes. Los datos existentes sobre El Salvador revelan que posee rezagos significativos, incluso si se compara con la región latinoamericana. La brecha es mucho mayor al compararse con países de la OCDE o del Sudeste asiático. Estas brechas en calidad educativa dificultan la inserción en la economía global y la atracción de inversiones que requieran de una fuerza laboral bien formada.
La educación debe poseer calidad y también pertinencia, es decir, ser adecuada al contexto de los diversos estudiantes y a la utilidad esperada para la misma. Esto incluye aumentar la empleabilidad y productividad de las personas, así como su capacidad de contribuir a la sociedad y convertirse en ciudadanos responsables, colaborativos y propositivos. Un aspecto de la pertinencia es responder a las necesidades de los mercados laborales. Esto no implica solamente la adquisición de las competencias técnicas en los campos de mayor demanda laboral, sino también el desarrollo de las competencias socioemocionales que permitan a la gente desempeñarse exitosamente en equipos de trabajo en empresas y organizaciones públicas y privadas, comunicando adecuadamente, resolviendo problemas, respetando y promoviendo el crecimiento propio y de los demás, y gestionando proactivamente su tiempo, su esfuerzo, y generando aprendizajes continuos. Estas competencias o habilidades socioemocionales han demostrado ser clave para
incrementar las posibilidades de una inserción plena en el mercado laboral, como lo revelan entrevistas realizadas a los encargados de la contratación en empresas del país, en especial las de sectores de alto valor agregado.
Ejemplos de mecanismos para promover el desarrollo de las habilidades socioemocionales son los modelos educativos que adoptan el aprendizaje basado en problemas, que dan mayor protagonismo a la iniciativa de los estudiantes, y que enfatizan el trabajo colaborativo y el autoaprendizaje. Estos modelos requieren de un cambio profundo de los paradigmas pedagógicos, aun basados en el modelo de clase magistral y en técnicas anticuadas como el dictado, la copia textual y la memorización que, si bien tienen una utilidad específica, no deben ser las herramientas principales de las metodologías de enseñanza.
Una educación de calidad puede promover la empleabilidad, pero para que esta se dé es necesario que el mercado laboral reciba a los graduados del sistema educativo con la apertura suficiente para que ellos muestren su potencial. Esto implica buscar mecanismos para romper la reproducción social en la contratación, atraer inversiones suficientes para generar los puestos de trabajo que serán llenados por los graduados, y establecer canales de comunicación y encuentro que permitan la coincidencia de trabajadores y empleadores. En particular, se debe abordar las causas de que las mujeres se encuentren en desventaja en términos laborales, aun cuando poseen las mismas o mayores calificaciones educativas que los hombres.
Finalmente, mejores ingresos y empleos no conducen necesariamente al progreso social. Algunos servicios deben ser proporcionados por el gobierno local o central, ya que los mercados carecen de los incentivos suficientes para proporcionarlos. Otros son potestad exclusiva del Estado según la legislación (como es el caso de la seguridad pública), por lo que la eficiencia de la gestión pública es clave. El respeto a los derechos y libertades de la gente depende de la institucionalidad vigente y de las políticas públicas adoptadas en estos temas. La regulación puede ser una herramienta poderosa para el logro del progreso social, por ejemplo, fomentando la sostenibilidad ambiental, la inclusión en entornos laborales y culturales, y el respeto a la dignidad de las personas y a su propiedad.
Con base en los resultados discutidos en esta investigación, es posible promover políticas concretas que aborden las necesidades inmediatas con relación al sector educativo y al mercado laboral. Estas recomendaciones incluyen:
Abordar la deserción en educación secundaria:
> Implementar un sistema de alerta temprana para identificar estudiantes en riesgo de abandono
> Desarrollar programas de becas o transferencias condicionadas específicas para la finalización del bachillerato
> Crear modalidades flexibles de educación secundaria que permitan combinar trabajo y estudio
Mejorar la calidad de la educación:
> Fortalecer la formación inicial y continua de docentes
> Actualizar el currículo para enfatizar competencias clave demandadas por el mercado laboral
> Implementar un sistema de monitoreo continuo de aprendizajes que permita intervenciones oportunas
Fortalecer la conexión educación-empleo:
> Desarrollar un sistema de pasantías y aprendizaje dual en coordinación con el sector privado
> Crear un observatorio del mercado laboral que proporcione información actualizada sobre demanda de habilidades
> Establecer mecanismos de retroalimentación entre empleadores e instituciones educativas
Reducir las brechas de género:
> Implementar políticas de cuidado infantil que faciliten la participación laboral femenina
> Desarrollar programas de mentoría y apoyo para mujeres en campos no tradicionales
> Establecer incentivos para empleadores que promuevan la igualdad salarial y de oportunidades
Reducir las brechas territoriales:
> Invertir en infraestructura educativa y tecnológica en zonas rurales y municipios con bajos indicadores
> Alinear las reformas curriculares con el potencial de los territorios y las actividades económicas predominantes o en proceso de expansión
> Desarrollar programas de atracción y retención de docentes calificados en zonas menos favorecidas
> Implementar políticas diferenciadas según las necesidades específicas de cada territorio
Formalizar el empleo:
> Simplificar trámites y reducir costos de registro para pequeñas empresas
> Desarrollar un sistema gradual de incorporación a la formalidad
> Flexibilizar los aportes a la seguridad social, para que trabajadores como los afiliados a plataformas o los técnicos independientes puedan contribuir a través de pagos parciales.
> Poner en marcha mecanismos digitales de cotización que reduzcan el costo de cumplir con las obligaciones laborales
> Fortalecer los mecanismos de inspección laboral con enfoque en sectores con alta informalidad
Apoyar el emprendimiento productivo:
> Desarrollar programas de formación en gestión empresarial para emprendedores
> Facilitar el acceso a financiamiento para emprendimientos con potencial de crecimiento
> Establecer incubadoras y aceleradoras de empresas en sectores estratégicos
Fortalecer las habilidades socioemocionales:
> Integrar el desarrollo de estas habilidades en el currículo educativo desde edades tempranas
> Capacitar a docentes en metodologías para fomentar estas competencias
> Desarrollar sistemas de evaluación que consideren tanto habilidades cognitivas como socioemocionales
Los resultados de esta investigación confirman que existe una relación robusta entre el nivel educativo de la población, las oportunidades laborales a las que accede y los niveles de progreso social que alcanza. En los distritos del AMSS donde la población presenta mayor escolaridad, particularmente con educación secundaria y superior completa, se observan mejores indicadores laborales, incluyendo menor informalidad, mayor participación laboral femenina y salarios más altos. En estos mismos distritos el progreso social es mayor en las tres dimensiones del IPS: necesidades básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades.
Sin embargo, la educación por sí sola no garantiza el progreso social. Las marcadas brechas territoriales, de género y entre grupos etarios evidencian que factores estructurales del mercado laboral y del entorno socioeconómico condicionan fuertemente el impacto que el logro educativo puede tener en la calidad de vida. La elevada informalidad, el subempleo persistente y las desigualdades en acceso a servicios básicos limitan la capacidad de la educación para generar movilidad social, especialmente en los distritos periféricos del AMSS y, aún más, en las zonas rurales del país.
Por tanto, El Salvador requiere una estrategia integrada que aborde simultáneamente los desafíos educativos, laborales y de progreso social. Esto implica ir más allá de las políticas sectoriales aisladas, desarrollando intervenciones coordinadas que mejoren la calidad y pertinencia de la educación, fomenten la creación de empleos formales con condiciones dignas, reduzcan las barreras para grupos vulnerables, y fortalezcan las instituciones que garantizan derechos y libertades fundamentales. Solo mediante este enfoque sistémico, basado en evidencia y orientado al largo plazo, se podrá potenciar el efecto multiplicador de la educación en el bienestar y asegurar que todos los salvadoreños tengan la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial, independientemente de su lugar de residencia, género o condición socioeconómica.
Mortalidad en menores de 1 año: muertes en niños y niñas menores a un año, expresada por cada 100,000 nacidos vivos.
Fuente: Ministerio de Salud, Unidad de Información en Salud.
Mortalidad en menores de 5 años: Muertes en niños y niñas menores a cinco años, expresada por cada 100,000 nacidos vivos. Fuente: Ministerio de Salud, Unidad de Información en Salud.
Mortalidad por enfermedades infecciosas: Muertes ocasionadas por diferentes enfermedades infecciosas, por cada 100,000 personas. Fuente: Ministerio de Salud, Unidad de Información en Salud.
Retraso en talla: Porcentaje de niños y niñas con baja talla para su edad, según el IV Censo Nacional de Talla y I Censo Nacional de Peso en Escolares de Primer Grado de El Salvador del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de mayo 2016.
Todos los indicadores que se describen a continuación provienen de la Encuesta de Condiciones de Vida conducida por El Salvador Cómo Vamos.
Seguridad alimentaria: Inseguridad alimentaria (moderada/ severa) es el porcentaje de hogares que presentan inseguridad alimentaria moderada o severa. Inseguridad moderada: Además de la calidad de alimentos se limita la cantidad. Los adultos se ven afectados antes que los menores de edad. Inseguridad severa: Se experimenta hambre y hasta un día sin comer. Se afecta la calidad y cantidad de los alimentos consumidos por los niños.
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Frecuencia del servicio de agua: Recibe el servicio todos los días, todo el día / por horas: Porcentaje de hogares que reciben el servicio de agua por cañería todos los días, todo el día o por horas (incluye hogares que no cuentan con el servicio de agua por cañería).
Aguas grises: Porcentaje de hogares que cuentan con el servicio de alcantarillado.
Satisfacción con el servicio de agua por cañería: Porcentaje de ciudadanos satisfechos con el servicio de agua por cañería. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Satisfecho y muy satisfecho=1, Ni satisfecho ni insatisfecho=0.5, Insatisfecho y muy insatisfecho=0, No sabe / no responde =.
Espacio vital suficiente (hacinamiento): Porcentaje de hogares que viven en condición de hacinamiento (tres o más personas por dormitorio).
Materialidad adecuada de vivienda (techo, piso, pared): Porcentaje de hogares con materiales adecuados de techo, piso y pared. Un hogar posee materiales inadecuados de vivienda
si su techo, pared o piso presenta las siguientes características: Materiales inadecuados de techo: Paja, palma, cartón, plástico o materiales de desecho. Materiales inadecuados de piso: Tierra. Materiales inadecuados de pared: Lámina metálica, madera, paja, palma, materiales de desecho, cartón o plástico.
Recolección de desechos: Porcentaje de hogares con el servicio de recolección de basura.
Hogares que no tienen vivienda por falta de recurso económico: Porcentaje de hogares que no tienen vivienda por falta de recursos económicos.
Victimización: Porcentaje de hogares donde al menos un miembro de su hogar fue víctima de un delito en los últimos 12 meses.
Percepción de seguridad municipal: Porcentaje de ciudadanos que se sienten seguros en su municipio. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Seguro y muy seguro=1, Ni seguro ni inseguro=0.5, Inseguro y muy inseguro=0, No sabe / no responde =.
Ciudadanos que consideran la seguridad como uno de los principales problemas del municipio: Porcentaje de ciudadanos que
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considera la seguridad como uno de los principales problemas que afectan al municipio.
Incidencia de actividades delincuenciales en la comunidad: Porcentaje de hogares donde algún miembro del hogar fue víctima de delitos de vandalismo o daño deliberado a la propiedad.
Tasa de alfabetismo 15 años y más: Porcentaje de la población de 15 años y más que sabe leer y escribir.
Tasas de cobertura neta educación inicial y parvularia (06): Porcentaje de la población escolarizada que cursa educación inicial y parvularia según edad oficial (de 0 a 6 años).
Tasas de cobertura neta en educación básica (7-15): Porcentaje de la población escolarizada que cursa educación básica según edad oficial (de 7 a 15 años).
Tasas de cobertura neta en educación media (16-18): Porcentaje de la población escolarizada que cursa educación media según edad oficial (de 16 a 18 años).
Libertad de expresión: Porcentaje de ciudadanos que opina que existe libertad de expresión. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Mucha o bastante=1, Algo=0.5, Poco o nada=0, No sabe / no responde =.
Acceso a internet: Porcentaje de hogares con acceso al servicio de internet residencial.
Frecuencia en el uso de internet: Todos los días / casi todos los días: Porcentaje de ciudadanos que utiliza internet todos los días o casi todos los días.
Lee libros (al menos una vez al mes): Porcentaje de ciudadanos que lee un libro al menos una vez al mes.
Frecuencia con la que lee el periódico digital o impreso: Todos los días / casi todos los días: Porcentaje de ciudadanos que lee el periódico digital o impreso todos los días o casi todos los días.
Acceso a servicios de salud: Porcentaje de hogares con acceso a servicios de salud. Un hogar está privado si al menos una persona que requirió atención médica no tuvo acceso a atención en el sistema público; o si el hogar, no habiendo requerido atención
médica en caso de necesitarla, no acudió al sistema público por considerar que no había acceso al servicio.
Practica deporte o actividad física: Porcentaje de ciudadanos que practica deporte o actividad física.
Valoración de su calidad de vida (del 0 al 10): Media de valoración de calidad de vida en una escala de 0 al 10 donde 0 es la peor vida posible y 10 la mejor.
Satisfacción con calidad del aire: Porcentaje de ciudadanos satisfechos con la calidad del aire en su municipio. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Satisfecho y muy satisfecho=1, Ni satisfecho ni insatisfecho=0.5, Insatisfecho y muy insatisfecho=0, No sabe / no responde =.
Satisfacción con parques y plazas del municipio: Porcentaje de ciudadanos satisfechos con los parques y plazas del municipio. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Satisfecho y muy satisfecho=1, Ni satisfecho ni insatisfecho=0.5, Insatisfecho y muy insatisfecho=0, No sabe / no responde =.
Satisfacción con la contaminación de ríos, quebradas y demás: Porcentaje de ciudadanos satisfechos con la contaminación
de ríos, quebradas y demás. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Satisfecho y muy satisfecho=1, Ni satisfecho ni insatisfecho=0.5, Insatisfecho y muy insatisfecho=0, No sabe / no responde =.
Satisfacción con el nivel de ruido: Porcentaje de ciudadanos satisfechos con el nivel de ruido en el municipio. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Satisfecho y muy satisfecho=1, Ni satisfecho ni insatisfecho=0.5, Insatisfecho y muy insatisfecho=0, No sabe / no responde =.
Satisfacción con el nivel de tráfico: Porcentaje de ciudadanos satisfechos con el nivel de tráfico en el municipio. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Satisfecho y muy satisfecho=1, Ni satisfecho ni insatisfecho=0.5, Insatisfecho y muy insatisfecho=0, No sabe / no responde =.
Cambios debidos a la inseguridad: Porcentaje de hogares que modificaron sus hábitos debido a la inseguridad: Salir de noche, dejar que los niños y las niñas salgan a jugar, dejar sola la casa, poner un negocio o transitar con libertad. educación , empleo y progreso social un análisis para el salvador con énfasis en el área metropolitana
Ciudadanos que quieren migrar a otro municipio o a otro país debido a la inseguridad: Porcentaje de ciudadanos que quieren migrar a otro municipio o a otro país debido a la inseguridad.
Considera que se garantiza su derecho a la salud: Porcentaje de ciudadanos que consideran que se garantiza su derecho a la salud.
Importancia de votar: Importante / Muy importante: Porcentaje de ciudadanos que considera importante o muy importante ir a votar.
Ciudadanos que consideran que hay libertad de participar en política: Porcentaje de ciudadanos que considera que hay libertad de participar en la política. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Mucha o bastante=1 Algo=0.5 Poco o nada=0 No sabe / no responde =.
Ciudadanos que consideran que hay libertad de protestar: Porcentaje de ciudadanos que considera que hay libertad de protestar. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Mucha o bastante=1 Algo=0.5 Poco o nada=0 No sabe / no responde =.
Ciudadanos que consideran que hay libertad de asociarse: Porcentaje de ciudadanos que considera que hay libertad de asociarse. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Mucha o bastante=1 Algo=0.5 Poco o nada=0 No sabe / no responde =.
Población con cobertura de seguro social / Bienestar magisterial: Porcentaje de la población que posee Seguro social ISSS cotizante, beneficiario o jubilado. O Bienestar Magisterial Beneficiario o cotizante.
Subempleo: Porcentaje de ocupados que trabajan involuntariamente menos de 40 horas a la semana o trabajan 40 horas o más y perciben ingreso menor al salario mínimo.
Hogares miembros de alguna organización: Porcentaje de hogares donde al menos un miembro del hogar pertenece a una organización, espacios o redes (junta comunal, asociaciones, sindicato).
Acceso a servicios financieros: Porcentaje de ciudadanos que tienen al menos un servicio financiero (Cuenta en un banco o institución financiera a su nombre, tarjeta de crédito a su nombre, crédito en un banco o institución financiera, cuenta de dinero electrónico (Tigo Money, Momo, etc.), billetera digital o Wallet para criptomonedas.
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Incidencia de discriminación: Porcentaje de ciudadanos que se ha sentido discriminado.
Participación laboral femenina: Porcentaje de población femenina que es económicamente activa en las edades de 18 a 59 años.
Jóvenes que no estudian ni trabajan: Porcentaje de personas de 18 a 25 años que no trabajan ni estudian.
Respeto por las mujeres: Porcentaje de ciudadanos que creen que los habitantes de su municipio se comportan bien ante el respeto por las mujeres. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Bien y Muy Bien=1 Ni bien ni mal=0.5 Mal y muy mal=0 No sabe / no responde =.
Respeto por la vida: Porcentaje de ciudadanos que creen que los habitantes de su municipio se comportan bien ante el respeto por la vida. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Bien y Muy Bien=1 Ni bien ni mal=0.5 Mal y muy mal=0 No sabe / no responde =.
Respeto por las personas deportadas/retornadas: Porcentaje de ciudadanos que creen que los habitantes de su municipio se comportan bien ante el respeto por las personas deportadas/ retornadas. Para el cálculo del indicador se realizó un promedio ponderado. Bien y Muy Bien=1 Ni bien ni mal=0.5 Mal y muy mal=0 No sabe / no responde =.
Proporción con grado superior (5 años) universitario (25-59 años): Porcentaje de personas de 25 a 59 años con estudios universitarios completos.
Escolaridad promedio mujeres (18 a 59 años): Años de escolaridad promedio en mujeres de 18 a 59 años.
Cobertura en educación superior (18 y más): Porcentaje de personas de 18 años y más que estudian en un centro de educación superior.
Adultos de 18 a 59 años con al menos un año de educación superior: Porcentaje de adultos de 18 a 59 años con al menos un año de educación superior.
Este reporte se enfoca en una de estas áreas de inversión social: el sistema educativo, en tanto que la educación es el proceso por el cual las personas adquieren capacidades de diferentes tipos: productivas, sociales, de decisión individual, que les permiten generar mayores ingresos, tomar mejores decisiones en la vida y contribuir a la construcción de una sociedad más próspera y con mayor nivel de bienestar.
En este documento, realizamos una mirada específica al estado de la educación en El Salvador, con un especial énfasis en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), y su relación con la situación laboral de los ciudadanos de cada municipio y con los niveles de progreso social alcanzados por los hogares”.
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