Argonauta, Revista cultural del Bajío, Año 6 nro. 18

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Fomento Cultural Irapuato A. C. EROS Revista cultural del Bajío Edición Final • Irapuato • Octubre - Diciembre • 2022 • Año 6 - Edición No. 18 - Ejemplar Gratuito

Marco Tulio Aguilera (Bogotá, Colombia, 1949)

Ha sido antologado en Penumbria Año Uno (KGB, 2013), y Una cierta alegría en no saber a dónde vamos: cuento en Guanajuato (ICL, 2008).

Ana Paulina Calvillo (Ciudad de México, 1974). Narradora, impresora y editora en tercera generación. Ha realizado pro yectos de promoción cultural en Guanajuato, donde radica desde 1996.

Ana García Bergua (Ciudad de México, 1960).

Ha sido becaria del Programa de Estímulos a la Creación Artística en 1999, 2001 y 2022. Es directora editorial de Los Otros Libros.

Licenciado en filosofía y maestro en literatura hispanoamericana por la Universidad de Guanajuato. Colabora habitualmente en la revista Nexos. Ganador del Premio Nacional de Ensayo Literario Alfonso Reyes (2015). Autor del libro Andar de espaldas: la reescritura del relato de viajes decimonónico en El viajero del siglo, de Andrés Neuman (CONARTE / CONACULTA). Ha realizado investigaciones para diferentes entidades de federales y estatales. Es profesor en activo y ha impartido conferencias en diversas universidades del país.

Jeremías Ramírez Vasillas (Ciudad de México, 1953; Celaya, 2022).

Carlos Alvear García (Ciudad de México, 1963).

Verónica Arredondo (Guanajuato 1984)

Ensayista y narrador. Radica en México desde 1977. Profesor de la UANL y de la UPN. Catedrático y colaborador de la dirección editorial en la UV. Fue director y fundador de La Ciencia y el Hombre. Colabo rador de Café Literario, Excélsior, La palabra y el hombre y Plural. Fue becario del Centro Banff para las Artes en Canadá. Ha publicado alrede dor de 40 libros y obtenido numerosos premios literarios entre los que destacan: Premio Nacional de Novela Aquileo J. Echeverría 1975, Costa Rica, por Breve historia de todas las cosas. Primer y Segundo Premio de Cuento Universidad Santiago de Cali, 1975. Premio del Sesquicentena rio de la Universidad de Cauca 1979, Colombia. Premio del Concurso de Cuento Bernal Díaz del Castillo 1988, Veracruz. Premio de la Primera Bienal de Novela José Eustasio Rivera 1988, Colombia. Premio Interna cional de Cuento otorgado por Plural y Excélsior 1989. Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí 1992. Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada 1997. Premio Internacional de Ciencia Ficción Bogotá 1997. Premio Internacional de Cuento Gabriel García Márquez 1998. Finalista en el Premio de Novela Alfaguara en España 2001 por El amor y la muerte. Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2017. Veracruz lo ha nombrado en tres ocasiones Creador Artístico del Estado y Creador con Trayectoria.

Zauriel Martínez (San Luis de la Paz, 2000)

COLABORADORES

Escribidor y poetoide. Autor de seis libros publicados en México y Argentina. Dos, tres premios por ahí, el último de ellos, el Premio de Literatura de León 2021 en la categoría de poesía, con su poemario La llaga. Autor también de la novela Díganle adiós al ratón (Tierra Adentro, 2021). Le dan miedo las avispas, mucho miedo, son del diablo.

4 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

Doctora en Artes por la Universidad de Guanajuato, es autora entre otros de Ese cuerpo no soy (UAZ/2015), Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2014; Verde fuego de espíritus (IMAC/2014), Premio Dolores Castro de Poesía 2014; Voracidad, grito y belleza animal (UAZ/2014). Poemas suyos han aparecido en el Periódico de Poesía de la UNAM, Nexos y Tierra Adentro, entre otros. Fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en la categoría de Jóvenes Creadores 2017-2018.

Jaime Panqueva (Bogotá, Colombia, 1973).

Estudió Comunicación en la UNAM. Escritor cuentos, minificciones, y director de cine. Además de una docena de libros y antologías, cuenta con varios cortometrajes y documentales. Su libro, La doncella, el guerrero y otras estatuas, obtuvo el Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández 2013. El libro tibetano fue editado de manera póstuma por ediciones La Rana. Fue colaborador habitual de Argonauta y de los otros proyectos de FCI.

Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 1988 por Ven y mira. Premio Nacional de Cuento Gilberto Owen por Los hombres del Ave María (2004). Fue artista residente en el Centro Banff de las Artes en Alberta, Canadá (2003) y del Instituto de Cultura de Yucatán (Fonca - ICY 2002). Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 2004.

Premio Juan Rulfo de Primera Novela 2009 por su obra La rosa de la China (Planeta, 2011). Autor de El final de los tiempos (NortEstación, 2013). Ganador del concurso literario del 9° Festival Internacional de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende 2014; becario de la Asociación de Escritores de Shanghái para las residencias literarias 2014 y tutor del PECDA y del Seminario para las letras guanajuatenses. Fue director de Argonauta Revista Cultural del Bajío.

Francisco Gallardo (Pénjamo, 1984).

Hijo de los escritores Carlos Alvear Acevedo y Consuelo García y Stahl. Escritor con 18 libros publicados sobre historia, educación, ética y axiología, novelas de terror y suspenso. Es también conferencista con más de 500 charlas, ponencias y comunicaciones, en México, Cuba, Colombia,España,EEUU.

Bernardo Monroy (Ciudad de México, 1982).

Licenciado en Letras Españolas por la Universidad de Guanajuato. Actualmente es pastor de cabras. Autor de los poemarios Vómito de una pistola sin gatillo (Los Otros Libros), Soy Cebra (Granuja), Ivanna Kill (La Rana), Pedacito de pastel (Frenéticxs danzantes) y Papá Fentanilo (No lo tire). Antologado en diversas publicaciones nacionales. Integrante de siete generaciones del Seminario para las Letras Guanajuatenses con tutores como Eusebio Ruvalcaba, Marcial Fernández, José Luis Bobadilla, Ángel Ortuño, Geney Beltrán, José Kozer y Rocío Cerón.

Juan José Rodríguez (Mazatlán, Sinaloa, 1970)

Autor de la novela La liga latinoamericana (Amoxco, León, 2011) y el libro de cuentos El gato con Converse (Cuatrogatos, 2011). También ha publicado tres novelas electrónicas de descarga gratuita: Slasher (Zona Literatura, 2012); W.M.D. (KGB, 2013) y El otro horror (Vozed, 2013).

Esteban Vivas García (Irapuato, 1996). Arquitecto por la universidad de Guanajuato con la tesis laureada: Ma nifiesto de la Arquitectura de la Rebeldía, Paradigmas de una Vida Líquida Cofundador y colaborador de la revista universitaria Cuadrante Blogdelerrante.com es su espacio personal donde escribe sobre arquitectura y temas afines.

Autora del libro de cuentos Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. También ha publicado los libros de poesía Quién Vive, Entre mares alados, ¿No habrá puerta de salida? y La costumbre del vacío. Obtuvo el segundo lugar en el Torneo de Poesía Adversario en el Cuadrilátero 2015, organizado por Editorial Verso Destierro. En 2017 ganó el primer lugar del Premio Nacional de Poesía Rosario Castellanos. Es directora de difusión y prensa en Ediciones Era.

José Antonio Banda (Coatzacoalcos, 1982). Premio Nacional de Poesía Bartolomé Delgado de León 2014 y Premio Ramón Figuerola 2016. Becario del PECDA en el 2013. Autor de Cua derno en ruinas (Plataforma, 2011), Teoría de la desolación (Azafrán y Cinabrio, 2012), El Pozo abierto (Cartonera La Cecilia, 2014; Quemar las naves, 2016) y Río interior (Ediciones Atrasalante / ISC, 2016). Aparece en El fragor de otras voces. Diez poetas jóvenes guanajuatenses (UNAM, 2018), número especial de la revista Punto de Partida; y en Las avenidas del cielo. Muestrario poético de Aguascalientes y Guanajuato (UAA/UG, 2018). Asimismo, también aparece con un trabajo crítico en el libro Erradumbre (Mantis, 2021), obra que reúne a los ganadores del Certa men de Ensayo Luis Alberto Arellano. Fue editor de Argonauta Revista Cultural del Bajío.

Iván Mata (Guanajuato, 1989).

Autora de novelas, entre ellas Púrpura, Rosas negras, Isla de bobos y La bomba de San José. Premio Sor Juana Inés de la Cruz de la FIL de Guada lajara 2013. Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2016 por La tormenta hindú. Colaboradora de El Obelisco, El Semanario Cultural, Este País, La Jornada Semanal, La Orquesta, Letras Libres, entre otras publicaciones. Entre sus libros de relatos y crónica figuran La confianza en los extraños, Pie de página, Edificio, El limbo bajo la lluvia Muchos de sus cuentos aparecen en antologías nacionales e internacio nales, y ha sido traducida al francés, inglés y esloveno. Forma parte del Sistema Nacional de Creadores del FONCA desde 2001.

Adriana Dorantes (Ciudad de México, 1985).

Autor del libro de relatos Con sabor a limonero, (Difocur, 1988), y las novelas El náufrago del mar amarillo (Difocur, 1991), Asesinato en una lavandería china (Tierra Adentro, 1996), El gran invento del siglo XX (Joaquín Mortiz, 1997) Mi nombre es Casablanca (Mondadori, 2003), La Casa de las Lobas (Plaza y Janés, 2005), Sangre de familia (Planeta, 2011), La novia de Houdini (Oceano, 2014), El fabricante de Tsunamis (Ediciones B Juvenil, 2016), y Lady Metralla (Ediciones B, 2018).

Contacto para Númerosrevista_argonautaArgonautawww.argonauta.com.mxwww.fomentocultural.orgPáginaedicion@argonauta.com.mxyCartascontacto@argonauta.com.mxpublicidaddeloslectorescolaboracioneswebRevistaCulturaldelBajíoanterioresdisponibles

Portada: CHULADA - EL PINCHE GRABADOR ÍNDICE 3836343229252423212018171514121187 ÍNDICE Números disponiblesanterioresenISSUU 5

JOSÉ ANTONIO BANDA ESTOY CASADO CON MI CAMA IVÁN MATA EL TÁLAMO DEL MILAGRO ADRIANA DORANTES

ELBIBLIOTECASILBIDODEL ARQUERO EL MUSEO DE LA INOCENCIA POR EL CAMINO DE SWANN

RAMOS SÁNCHEZ

es una publicación de Fomento Cul tural Irapuato A. C., sin fines de lucro. Todos los derechos reservados. Se permite la reproducción de los textos bajo autorización previa del autor. Las opiniones expresadas son responsabilidad única del autor y no reflejan necesariamente la opinión de la publicación. Registro de nombre y licencia de con tenido en Argonauta.trámite.Año6número 18. Irapuato, Gto. 2022.

José Antonio Banda Diseño

LADOSSIERTORMENTA HINDÚ ANA GARCÍA BERGUA AMOR Y FE, COMO FUNDAMENTOS PARA UNA CIVILIZACIÓN DE LA ESPERANZA. CARLOS LUIS ALVEAR GARCÍA DOS DE TRES ANA PAULINA CALVILLO ESOS POÉTICOS AMORES DE ANTES JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ MIRADORES QUE SON CASAS ESTEBAN VIVAS GARCÍA SUCEDIÓ EN SAN ISIDRO DE EL GENERAL DE LA QUEBRADA DE LOS CHANCHOS MARCO TULIO AGUILERA GARRAMUÑO

LOS DESAFINADOS JEREMÍAS RAMÍREZ VASILLAS NIÑO GENIO BERNARDO MONROY PROMETHEUS - CEREBRO, TALENTO Y LOCURA JAIME PANQUEVA

DirectorDIRECTORIOgeneral

INTERVENCIÓN POÉTICA PUNTO DE EBULLICIÓN ZAURIEL MARTÍNEZ WORDS AFTER SEX VERÓNICA G. ARREDONDO FUGAS

PREMIOARTÍCULOSFEDERICO

MIGUELPORTAFOLIOANGEL MIRELES

Paola Andrea Moreno Franco Consejo Editorial

Jaime Panqueva Director Editorial

ARGONAUTAhttps://issuu.com/fomentoculturalirapuatoen:

Alejandro Palizada Sánchez, Francisco MacSwiney Salgado, Marco Vanzzini.

EDITORIAL

Cerramos este ciclo navegante con la satisfacción y confianza de que seguirán nuevas exploraciones editoriales en otros formatos, como el audiovisual, en nuestro programa semanal, La nave de Argos, o con pequeñas ediciones que tenemos pla neadas, nacidas a la sombra de este proyecto que tanto queremos. Nos despedimos de Argonauta bajo el signo de Baudelaire, los verdaderos viajeros son los que parten por partir, aunque nos guían más las palabras de Petrarca, ch’un bel morir tutta la vita honora. Hasta siempre.

6 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

n nuestro número anterior, exploramos la muerte como uno de los grandes temas de las artes. En este número, el último de nuestro viaje por las aguas metafóricas del Bajío, exploraremos su contracara, Eros, la pulsión de la vida, la fuerza que rompe todas las cadenas y domina por entero la inteligencia de los seres, según Hesíodo, en su Teogonía.

E

Despedirse es una necesidad humana; nos hace conscientes de nuestra propia fi nitud y la de las empresas que acometemos. Durante seis años, con sus vicisitudes y alegrías, editamos una revista cultural, gratuita para todo público, con el ánimo de difundir la actividad de nuestra región. La tarea realizada hasta este número 18 de Argonauta habría sido imposible sin el apoyo desinteresado de patrocinadores, ar tistas, cómplices y amigos a quienes rendimos un homenaje en esta exploración que busca unir el principio con el final.

y quedan muy satisfechos. Gracias a ella continúan ilesos con “La Langosta” y “El Elefante”, que resultan especialmen te difíciles, pero se descuidan a la hora de “El Dragón”, la cual, para más facili dad, ejecutan en la sala. Es una desgra cia: Rebeca se tuerce el cuello y Adán se esguinza un tobillo. De camino al hos pital, Adán le dice: en cuanto salgamos de ésta, nos seguimos con “El León en Pleno Salto” y Rebeca le responde, sin volver la cabeza: qué cosas tienes.

haber quedado un poco desganados, Adán insiste en practicar la número dos, que en el libro se llama “El Caracol” y tiene la ventaja de ser lenta. Toma Viagra. Todo sale bien, pero Rebeca se luxa un codo y tiene que vendárselo. Los vecinos pre guntan qué le pasó. Estaba cocinando y me lastimé, responde, conteniendo una sonrisita. A las dos semanas, cuando practican la postura un poco más com plicada de “El Ciervo”, Adán se tuerce la rodilla. Te dije que usáramos cojines, insiste Rebeca. Otro vendaje, además de la cojera, el bastón que tenía arrumbado en el armario, pero sobre todo los veci nos. Don Adán, ¿qué andaba haciendo? Me tropecé saliendo de la bañera. Y tie ne que aguantar consejos sobre alfom bras de hule, tubos para detenerse y si llas especiales. No es que se muera por disimular, pero no les va a contar cosas tan íntimas a los vecinos.

Para practicar “El Cangrejo Boca Arriba”, Adán y Rebeca adquieren unas rodilleras y coderas especiales, por si acaso. Esta precaución es todo un éxito

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na tarde de tormenta eléc trica, Adán Gómez llega a su casa con un ejemplar del libro Veinte posturas excitantes para hacer el amor y le propone a su esposa Rebeca practicar algunas. Qué cosas tienes Adán, le responde su mujer. Adán insiste. A estas altu ras, dice –ambos rebasan los ochen ta años–, no tenemos nada más que hacer. Empiezan esa tarde, después de la merienda, con la posición que en el libro se llama “Las Ramas en el Agua”. Les sale bastante bien, pen sando que hace mucho no intentan nada parecido. Adán colecciona tim bres y es un hombre ordenado; no compró el clásico Kamasutra porque le pareció confuso, pero aquí las pos turas vienen por orden de dificultad y numeradas.Apesarde

LA TORMENTA HINDÚ

Pero Rebeca dice: patinó en la coci na. Su cuello torcido tiene también explicaciones contradictorias, de modo que los hijos creen, además, que sufren lagunas de memoria. Ellos sólo quieren que se vayan para prac ticar “El Cisne Encantado”, les dicen que sí a todo y que regresen después. Pero los hijo hacen un cónclave en un café cercano: uno de ellos se que dará a cuidarlos hasta que consigan una enfermera profesional. Cuando regresa, casi los descubre. Adán por poco y se mata por correr a la puer ta. Es el hijo más pequeño, el más irresponsable. Le insisten que se vaya, pero él trae el mandato de sus hermanos. Vete por unas cervezas, le dice Adán, para que festejemos que estarás con nosotros. El hijo va por las cervezas y tarda mucho en regresar, dado su carácter. Rebeca y Adán se preguntan cómo harán aho ra. Si traen una enfermera, comenta Adán, quizá nos pueda ayudar con “La Pirámide”. Eso ya está un poco pa sado de color, Adán, dice Rebeca.

Deciden entonces escapar de noche al parque cercano. Nadie detendrá a una pareja de ancianos que se interne en los jardines. Ahí, a solas, practicarán las posturas faltantes. Y después regresarán a casa. Sellan la decisión con un beso tembloroso. Se llevan unas colchonetas. Cuando encuentran un sitio adecuado, realizan “La Tormenta Hindú” con gran habilidad, a pesar de algunos raspones. Pero unos policías acuden a rescatarlos, convencidos de que los han atracado. No se debe pasear de noche, abuelitos, les dicen. Tras ser avisados, los hijos deci den que ambos irán al asilo. Adán está muy deprimido. Rebeca piensa que no está mal. Si nos dan un solo cuarto, ahí podremos practicar “El Templo Azteca” y “El Cometa”, le dice, mientras ven tele visión con la nieta mayor que se ha que dado a cuidarlos. El hijo que fue por las cervezas no ha regresado.

De regreso, los vecinos les sugie ren traer a una cuidadora, además de los consabidos tubos, tapetes contra los resbalones y pañales para no tener que correr al baño. Uno de ellos –el amarga do del 104– llama a los hijos y les cuenta de codos, muñecas y tobillos lastimados. Los hijos, que vienen una vez por mes, corren a pelarse frente a ellos, por ver quién los cuida o a dónde los llevan. ¿Cómo fue lo del tobillo, papá?, pregun tan. Y él contesta: bajando las escaleras.

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por: ANA GARCÍA BERGUA

DOSSIER DOSSIER

DOSSIER

La Utopía de Don Vasco de Quiroga

Apenas llegar a la nueva tierra, entra en contacto con los demás miembros de la real Audiencia y se ponen a trabajar arduamente en la enorme tarea de la aplicación de justicia. “Vasco de Quiroga de sarrolló un intenso y eficaz trabajo. Tres meses después de llegar a América, en carta dirigida a la emperatriz, le habló de su quehacer y el de sus colegas: ‘Con las visitas y ejecución de las provisiones ha ha bido y hay tanto que hacer, que sobre las horas de la mañana emplea mos la tarde y gran parte de la noche, y no será poco si este trabajo se acaba en éste y todo el año venidero’. Hernán. Cartas de relación. http://www.biblioteca.tv/artman2/publish/1522_275/Tercera_Carta_de_Relaci_n_de_Hern_n_Cort_s_455.shtml Gargollo, Quiroga, Ediciones ECA, 2014, p. 17.

8 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

1 Cortés,

AMOR Y FE, COMO FUNDAMENTOS PARA UNA CIVILIZACIÓN DE LA ESPERANZA

Don Vasco no aceptó de inmediato la encomienda pues también tenía grandes oportunidades de desarrollo en España, pero siendo hombre de fe, se dispuso a poner en manos de Dios la oferta recibida. Cuenta Cristóbal Cabrera, su primer biógrafo y compañero por casi tres décadas, que el licenciado Quiroga entró a visitar un templo y escuchó que el coro entonaba un salmo que decía: “’sacrificad sacri ficios de justicia y esperad en el señor. Son muchos los que dicen: ¿quién va a favorecernos?’ (Salmo 4, 6-7); entonces él considerando y meditando estas palabras, se dijo para sí: verdaderamente que ellas me tocan y corresponden: ‘bendigo a Dios, que es quien me adoctri na’ (Salmo 15, 7), quien me llama al camino, para que bajo su protec ción me haga a la vela cuanto antes, y atravesando el vasto Océano, pueda ayudar en la conversión de los indios a la Fe. Y como si estas palabras del salmo que se cantaban en el coro las hubiese Dios inspi rado expresamente para él, mandó que fueran dibujadas y bordadas en oro, y puestas luego elegantemente en forma circular en sus escu dos de armas y blasones”.2

Las noticias llegaron, finalmente al emperador quien dispuso que se conformara una Segunda Audiencia, que tenía que estar compuesta por personas de intachable trayectoria, con experiencia

2 Arce

espués de la caída de la gran Tenochtitlan, Cortés con solidó, por un lado las victorias obtenidas y, por otro, las alianzas con distintos pueblos indígenas, antiguos enemi gos de los aztecas; entre estas alianzas se cuenta la que consiguió de los purépechas, con quienes no tuvo ocasión de encontrarse de forma previa al enfrentamiento de los aztecas. Mas, habiendo caído el impe rio opresor, el gobernante purépecha, el Cazonzi Tanganxoan, man dó emisarios para hablar con el conquistador y éstos, constatando cómo sus grandes enemigos habían sido vencidos, ofrecieron aliarse a Cortés y su gente y aceptar de manera pacífica la autoridad del em perador de España. Los purépechas fueron así tratados no como un pueblo vencido sino como aliado y se aceptó al cazonzi como legíti mo gobernante de su gente. En su tercer carta de relación, fechada en mayo de 1522, Cortés le narra al emperador el encuentro: “…parece que vino a noticia de un señor de una muy gran provincia que está a setenta leguas de Temixtitan, que se dice Mechuacán, cómo la había mos destruido y asolado, y considerando la grandeza y fortaleza de la dicha ciudad, al señor de aquella provincia le pareció que, pues que aquella no se nos había defendido, que no habrá cosa que se nos am parase, y por temor o por lo que a él le plugó, envióme ciertos men sajeros, y de su parte me dijeron por los intérpretes de su lengua que su señor había sabido que nosotros éramos vasallos de un gran señor , y que, si yo tuviese por bien, él y los suyos lo querían ser también y tener mucha amistad con nosotros”.1

en cuestiones de aplicación de justicia en situaciones delicadas e, incluso y de preferencia, que tuvieran experiencia en asuntos inter nacionales. Así se llegó a pensar en Don Vasco de Quiroga, quien ya había tenido una misión muy exitosa en la aplicación de la justicia en Orán, en el continente africano.

P., Vasco de

La buena relación, sin embargo, no duró demasiado tiempo. Cortés sufrió de intrigas de las que tuvo que defenderse, mientras se enviaba a estas tierras la Primer Audiencia para gobernar la Nueva España. Los miembros de esta audiencia se comportaron de una manera terri blemente injusta e incluso criminal. Nuño de Guzmán, su presidente llegó a amenazar al propio obispo de México, Fray Juan de Zumárraga para que no denunciara sus atropellos; fue terriblemente violento, asoló y destruyó todas las poblaciones indígenas que encontró a su paso, esclavizó a miles de naturales y, entre otras cosas, humilló, tor turó y asesinó al gobernante aliado de Michoacán. Este hecho, con cretamente, es el que más nos interesa ahora, pues provocó un terri ble desasosiego entre los purépechas, quienes fueron despojados de sus tierras no quedándoles otra opción que refugiarse en los montes.

por: CARLOS LUIS ALVEAR GARCÍA

Esta anécdota retrata de manera especial el temperamento y el carácter de Don Vasco y el sentido con el que asume orien tar su vida. Es un hombre de fe, abierto a la esperanza, dispues to siempre a la ayuda, consciente de los dones que ha recibido y debe poner al servicio de Dios y de sus semejantes, celoso de la justicia y de la verdad. Decidido ya, pondrá todo su empeño, sus cualidades, su energía e ingenio para la misión que asume como una exigencia de su Dios y Señor y se dirige a la Nueva España en calidad de Juez Oidor.

D

Pero la obra de Don Vasco, como hemos apuntado ya, inició mu cho antes de que fuera nombrado obispo. Y parece haber un consen so al entender que precisamente la mentalidad laica de Quiroga, fue

DOSSIER

Nuestras necesidades cotidianas, nuestras circunstancias, nuestras escasas capacidades, nuestros prejuicios, nuestro inconsciente, nues tros miedos, nuestras pasiones dispersas, el egoísmo ineludible que garantiza la subsistencia, la barrera de la incomunicabilidad del alma, la incapacidad para comprender por entero la realidad profunda del otro, la consciencia de tener únicamente dos certezas en la vida hu mana: el sufrimiento y la muerte; todo ello, es la serie de obstáculos que tendrá que enfrentar el amor.

3 Ibid., p. 15. 4 Mauricio Beuchot, Filosofía social de los pensadores novohispanos, Instituto Mexicano De Doctrina Social Cristiana. México, 1990, p. 29. 9

Quiroga, el magnífico juez, trabajaba sin descanso pero constataba día a día que la justicia, valor fundamental y extraordinario, no era su ficiente, que la justicia sola no llevaba paz a los corazones, no liberaba del todo a los oprimidos, no permitía que los agraviados recobraran enteramente el sentido de su dignidad. Describió él mismo en sus reflexiones y cartas cómo recorría las ciudades con una desazón cre ciente al ver tanta pobreza, y mira a los indígenas como huérfanos, perdidos en su desventura.

¿Es el amor un sueño trágico? Habrá que sospechar sí, en el fon do, lo que hay no es un miedo a la exigencia del amor, a la deses peranza que puede traer consigo saber que nuestras propias limi taciones, son también las mismas limitaciones que tendrá nuestra versión del amor.

Carlos Fuentes, en este sentido, nos señala que “Al lado de este intenso debate en España, muchos frailes en las Américas trataron de aplicar reglas de compasión y humanidad a los pueblos indígenas. El más eminente de ellos fue Vasco de Quiroga, Obispo de Michoacán que, en la década de los 1530 llegó a México con la Utopía de Tomás Moro bajo el brazo y, ni tardo ni perezoso, se dedicó a aplicar sus reglas a las comunidades de los indios tarascos: propiedad comunal, jornada de seis horas, proscripción de lujo, magistrados familiares electivos y distribución equitativa de los frutos del trabajo”.3

La pobreza, ciertamente, existía desde antes de la llegada de los españoles pues la clase gobernante no necesariamente velaba por el desarrollo del pueblo sino que centraba su acción en las prácticas que los mantenían en el poder y sostenían un sistema teocrático de visión fatalista que no contemplaba ninguna idea sobre el progreso, sino la mera preservación de un universo perpetuamente en riesgo. Una religión que no era de ninguna manera liberadora sino esclava de la voracidad de sus deidades. Por ello, parte del desasosiego que Don Vasco percibe como orfandad, se debe al desconcierto de los indígenas que han vivido en vilo, sosteniendo con rituales de sangre la diaria salida del sol, pero que, al detenerse tales rituales constatan que el astro sigue iluminándolos cada mañana. Todo el sacrificio y el terror sostenían una mentira, pero no conocían ningún otro camino, ningún otro sentido vital.

LA CONSTRUCCIÓN DE UTOPÍA

El juez Quiroga aplicó justicia con rigurosidad, fue un factor fun damental en la restauración del orden en la Nueva España. Él, junto con el resto de los miembros de la Segunda Audiencia, lograron ir modificando la visión de los indígenas y hasta iniciaron el difícil pro ceso de ganar la confianza de los naturales. Se dispuso de la persona de Nuño de Guzmán y se le envió de regreso a España en calidad de reo y permaneció preso hasta su muerte.

Una sociedad nueva, una nueva oportunidad para comenzar, la emoción inigualable de un acto fundacional. Pero, ¿cómo? Vasco de Quiroga piensa en el relato de otro juez, un gran humanista como él. Unos cuantos años antes, en 1516 Santo Tomás Moro escribió uno de sus libros más conocidos, en el que relata el supuesto viaje de un ma rino a la recién descubierta América, de la que los ingleses conocían apenas algunos detalles. El marino describe una sociedad ficticia, que ha poblado una isla y se encuentra perfectamente organizada, donde todos los habitantes viven en armonía y con las condiciones más fa vorables para su desarrollo. Y no es simplemente una lista de buenos deseos, sino la relación puntual del funcionamiento del mítico país, llamado Utopía. Y, a pesar de ser Tomás Moro un católico convencido y tan comprometido con el camino de su fe que éste le condujo al martirio, la sociedad descrita en su novela, resulta no ser cristiana. Esto tiene una explicación sencilla, desde el punto de vista de la pro pia narración: Tomás Moro advierte desde el título Utopía (el lugar en ninguna parte), que todo es ficción, pero al mismo tiempo desea darle a su obra toda la verosimilitud que sea posible; él mismo apa rece en el relato como un personaje más a quien el marino le cuen ta su viaje de ultramar y, como la obra evangelizadora apenas está iniciando en América, no sería creíble que los habitantes hubieran diseñado su sociedad con las virtudes y principios del Evangelio. A los utópicos (los habitantes de Utopía) no los retrata, tampoco, ajenos a la religión, de hecho prácticamente todos tienen alguna creencia y

lo que le permitió una visión más integral desde el punto de vista de la vida social y cultural. No piensa ni actúa únicamente como un clérigo, ni siquiera como los extraordinarios frailes que en su época ayudaron a evangelizar estas tierras. Era un juez, un empresario, un estadista, un pensador humanista, que comprendía plenamente las necesidades del hombre común, de las problemáticas que presenta la vida diaria del trabajo, de la educación, de la familia, de la organización social. Su visión liberadora es integral e integradora.

Había que hacer algo distinto, algo que realmente pudiera signifi car un cambio de rumbo, así que “poco a poco, fruto de sus reflexio nes, ve claro que la solución está en la realización de lo que para él es un sueño. Se trata, dice, de constituir lo siguiente: “Pueblos nuevos donde trabajando e rompiendo la tierra, de su trabajo se mantengan y estén hordenados en toda buena horden de policía y con santas y buenas y católicas hordenanzas”.4

Es claro que el caminar de Don Vasco hacia su utopía no podía concluir en la justicia, sino marcar en este punto su inicio. Más allá vislumbra un nuevo horizonte, el del amor. Pero el horizonte siem pre es una perspectiva huidiza, que parece alejarse en tanto avanza mos hacia él. El amor, exige por ello no detenerse nunca, explorar los confines de la propia generosidad, mirar siempre más allá, superar el natural egoísmo y vislumbrar, en lontananza, el sueño imposible de la donación entera y total.

La pobreza se había agudizado por los despojos de Nuño de Guzmán y sus seguidores, fundamentado en la absurda idea de que los indígenas eran seres inferiores, irracionales. El debate sobre la ca lidad humana de los indígenas se desató y fueron muchos los que con gran sentido y conocimiento defendieron la igual dignidad de todos los seres humanos. La corona misma se preguntó, con sinceridad, por la legitimidad de sus conquistas y su expansión, en lo que ha sido tal vez el único ejemplo de un imperio que se cuestiona si actuó ética mente. El fruto de estas reflexiones dio origen al derecho internacio nal y puso las bases para entender, muchos siglos antes, el fundamen to de los derechos humanos, por centrarse en la dignidad igual de la persona, de todas las personas y su vocación comunitaria. Y no fue Bartolomé de las Casas, ni el primero, ni el único ni el más profundo en esta consideración. Desde fray Pedro de Gante, fray Julián Garcés, fray Juan de Zumárraga, Motolinía, Francisco de Vitoria, Alonso de la Veracruz y un largo etc. que incluyó al propio Papa Paulo III quien en un intento de cerrar la discusión publicó la bula “Sublimis Deus” en 1536. Las reflexiones fueron de orden filosófico y teológico. En el desarrollo de la gran comunidad hispánica, sobre todo en esta época, la cultura y el fenómeno religioso fueron continuamente de la mano.

Vasco de Quiroga, se halla en este punto. No sólo quiere tratar lo imposible como si fuera posible; quiere, efectivamente, concretar la idea de Santo Tomás y construir una nueva civilización, una cultura de la esperanza. Quiroga también es hombre de leyes, es juez y sabe que los seres humanos fallan, mienten, traicionan. Llegó a la Nueva España para detener el abuso, para castigar y hacer justicia. Pero en tiende que la justicia no basta. Toma entonces la propuesta de Santo Tomás Moro y le da vida, iluminándola con la luz del evangelio.

Desde el punto de vista humano; nosotros, seres limitados, po demos ser poseídos por el amor pero nunca poseerle por comple to. No es únicamente que el creyente identifique al amor con Dios mismo, y considere que todo cuanto es y existe es una participa ción de ese amor eterno e infinito; sino también, desde el punto de vista humano la experiencia del amor es siempre, de alguna forma, una vivencia arrobadora, inentendible que, se quiera o no, termina por desbordarnos. El amor nos confronta con la verdad, con el bien y la belleza, pone ante nosotros al descubierto nuestra grandeza y nuestra miseria. El amor es motor, es causa, es punto de partida y de

entiende desde el inicio que puede tener la clave para ha cer realidad lo que de otra manera sería un imposible: Su secreto está en no desvincular la persona con su comunidad, en una perspectiva personalista que tiene los pies bien plantados en la tierra sin dejar nunca de buscar la iluminación de la Fe, el aliento de la Esperanza y la inflamación del Amor.

Quirogallegada.

también fue especialmente reflexionada y los oficios adquirieron especialidad en cada región, con lo que se promovían, diríamos hoy, modelos de mejora continua y además de evitar la competencia depredadora, se promovía la mutua dependen cia de las comunidades, necesitándose todas, ayudándose todas con un amplio sentido de la solidaridad.

Para Quiroga, es esencial la inculturación del evangelio. Intuye una religiosidad profunda en los indígenas de Michoacán, que puede enriquecerse con la fe de Cristo. Para él es natural pensar que cultu ra y fenómeno religioso se alimentan, se recrean, se enriquecen, se entretejen para formar una sola realidad. La fuerza de la fe, transfor mada en cultura, es esencial para entender, incluso para el estudioso no creyente, que la utopía quiroguiana se mantenga viva después de más de cuatro siglos y medio.

Lo que hace prevalecer la obra de Don Vasco es la fe en el amor, humano y divino, como principio y fin de nuestro actuar; pero con una visión realista, que no deja de mirar limitaciones y defectos; lo mismo que la debilidad, el error, la maldad; por lo que también deja establecidas las disposiciones que sean una guía y que permi tirán que los mismos beneficiados se conviertan en protagonistas y coautores.Habitualmente pensamos en el amor como el más grande de los ideales, como un horizonte vital, como realidad que nos envuelve, nos antecede y nos sobrepasa. El amor, lo creemos, lo sentimos, lo sabemos, es más grande que nosotros. Y esa perspectiva amplia, profunda, inmensurable, puede implicar, al mismo tiempo, que muchos pudiéramos llegar a concebir el amor como un imposible, como realidad utópica que no podremos nunca alcanzar más que parcialmente, en momentos determinados o en ciertas etapas de la vida, cuando nos es dado gozarlo como un don. Igual que la feli cidad, el amor puede pensarse como una realidad que alcanzamos a vislumbrar, que podemos tocar pero que difícilmente abarca la totalidad de nuestra existencia. Sin embargo, el amor también es percibido como algo tan grande y magnífico, que haberlo vivido con intensidad, aunque sea por unos instantes, es capaz de ilumi nar la vida entera.

Vasco de Quiroga, además, se adhirió por tradición familiar, a la orden hospitalaria de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, que por los años en que él se va integrando cambia su sede y denominación para conocerse como de la Cruz de Malta. Y con este otro marco, pue de entenderse mejor que la propuesta fundacional de Quiroga fuera de unos Hospitales Pueblo. En los cuales los indígenas se sintieran a salvo de toda amenaza, encontraran casa y trabajo los que habían sido despojados, un remanso los enfermos para poder sanar, una escuela los que tuvieran ganas de aprender, y todos con la oportunidad de desarrollarse y progresar con sus familias y todos los que arribaran se sintieran bienvenidos. Hospital viene de huésped y una de sus pala bras derivadas: hospitalario, se utiliza lo mismo para referirse a todo lo que tiene que ver con centros de salud, como a la virtud de aquel que sabe hacer sentirse acogido al visitante. Vasco de Quiroga quiere una nueva civilización en la que sea factible creer en el otro, en la que se viva en armonía y respeto, y el amor sea la principal clave de in terpretación de todas las acciones emprendidas. ¿Sería esto factible? Después de publicada la novela de santo Tomás Moro, el término de utopía se convirtió en sinónimo de ilusorio, de imposible.

advierte que incluso hay muchas religiones, dependiendo de la región del país; sin embargo, una parte importante de la población “la más razonable también” (advierte el autor), venera a un Dios desconocido y todopoderoso.Otrovalortiene que el santo inglés, los describa ajenos a la religión cristiana y es que así da relevancia a las reales y legítimas capacidades de los hombres, todo se ordena con el recto uso de la razón, se empe ña en anotar todo lo que humanamente podría realizarse con ingenio, tesón y sensatez, con disciplina y buen juicio. Combina la propiedad particular y el trabajo personal, con un sentido comunitario perfec tamente equilibrado. Con jornadas laborales de seis horas, para dar tiempo a la vida familiar, el estudio, y la recreación; la elección libre de sus autoridades, con posibilidad de cambios cada año o cada tres años, si dicha autoridad no realiza su trabajo de manera apropiada.

Todos estos elementos los pondera Vasco de Quiroga muy inte resantes, apropiados y también factibles, puesto que los purépechas estaban acostumbrados a la vida y el trabajo comunitario.

Ladignamente.actividadeconómica

DOSSIER

honestamente humilde, pero consciente de su relevancia para co bijar y extender su obra, procuró llevar los mismos principios de vida a toda su diócesis. Y fue gran promotor educativo, como vía privilegiada para establecer cambios en la sociedad y mantener los en el tiempo. A todos los habitantes de sus hospitales pueblo y en general, de la diócesis, procuraba llevarles educación para leer, escribir, doctrina cristiana y diversos oficios que les permitieran vivir

Como complemento de esta obra extraordinaria, funda una pri mera escuela en 1538 que dos años más tarde dedicará a los futu ros ministros; aquel fue el Colegio de San Nicolás. Con esta acción se adelanta a las disposiciones del Concilio de Trento para fundar seminarios. En este colegio será rector Miguel Hidalgo varios siglos después y se transformará más tarde en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Vasco de Quiroga no impone su idea a los purépechas; descon fiados ya por los atropellos sufridos, empobrecidos y agraviados. El oidor, les propone tomar su propia cultura, enriquecerla con la pro puesta de Santo Tomás Moro e integrarlas ambas con los principios de vida cristiana, ausentes por necesidad literaria, en la Utopía.

Vasco de Quiroga no nos dejó únicamente los hospitales pue blo, también ya, en calidad de obispo, cargo que aceptó en actitud

10 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

Foto: Mónica Salazar

En la universidad resultó exactamente lo contrario: dos profesoras, siete alumnas de Otto y otras cinco estudiantes a las que él no les daba clases, pero que asistían a las prácticas de química con frecuencia y, hasta la directora de la facultad, ¡todas ellas llamadas Ana! Ana María, Ana Luisa, Ana Elena, Ana Sofía... ahora parecía que Ana servía igual que María, para cualquier combinación, por ridícula que fuera. Ante tantas posibles nuevas amantes nos pareció inútil seguir la búsqueda en el club de tenis, así que paramos por una cerveza para ajustar los planes.

DOSSIER

Estábamos perdidas, pero no podía ser tan malo; a la larga nos acostumbraríamos al nombre, aunque no tuviera rostro. Decidimos ir, cada quien a su casa y esperar un nuevo Ana en algún momento de descuido.

por: ANA PAULINA CALVILLO

Cuando salíamos del bar escuchamos al hombre detrás de la —Labarra:cuenta para la cuatro, Ana.

—¿Cómo supiste quién era yo? —le pregunté a Rosa, tratando de encontrar un hilo que nos llevara hasta la nueva amante.Pero nosotras nos conocíamos desde antes de que Otto comenzara a soltar mi nombre mientras hacían de comer o se bajaban del auto para entrar a la función de media no che. Teníamos los mismos amigos y frecuentábamos sitios

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Al principio no quise decir nada, no era que Otto lo hubiera soltado en medio de una lucha cuerpo a cuerpo entre la sábanas; no, fue tan natural que ni siquiera lo vi venir: Nos vemos, Ana, dijo antes de cerrar la puerta. ¿Que si se dio cuenta? No lo sé, cuando regresó no dio muestras de arrepentimiento, no reveló nada distinto de otras tardes. Así que traté de dejarlo por la paz.

stábamos acostumbradas a que nos llamara por el nombre de la otra. Al principio cada una lo había com batido con rabia, pero con el paso de los años perdió importancia y el efecto viró del enojo a la mofa y terminó tan solo en un gesto —una ceja levantada o una mueca, según la ocasión—. Fue por ese pacto silencioso de resignación que la entrada del nuevo nombre nos alteró por completo. ¿Ana? ¿A quién diablos puede colársele un Ana por descuido en la conversación? Ana, un palíndromo ridículo de tres elementos.

Desde la puerta, ambas volteamos al mismo tiempo buscando a la mesera. Quizá, pensamos. Después de todo el bar estaba a un par de cuadras de la universidad. Era imposible saberlo con certeza, así que salimos a la calle, resignadas, bajo el sol de medio día.

E

DOS DE TRES

Pero a la mañana siguiente llamó Rosa y me preguntó sin tapujos: ¿Quién rayos es Ana? Así comenzó nuestra búsqueda. Para seguir los pasos de Otto, iniciamos en el laboratorio, pero no había ninguna Ana entre las químicas, farmacéuticas, bió logas, bacteriólogas, parasitólogas, asistentes o recepcionistas. Tal vez alguna enferma crónica que debía acudir con frecuen cia para hacerse pruebas, pero esa era información confiden cial y no tuvimos respuesta.

en común, así que sólo fue cuestión de que Rosa asociara el nombre con mi persona.

Foto Mónica Salazar

12 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

ntes se decía que las mujeres de provincia se casaban sólo por aburrimiento. Con resignación, aceptaban que al fin su vida asumía un destino, un rumbo, una brújula hacia un nuevo continente impreciso pero vivo.

Un mundo lejos de mantillas, tardes de café urgiendo a tías solteronas que dejaran de soltar indirectas a cualquier visitante masculino. Tanto ir y venir a misa y tanto tiempo quitándole el polvo a los chécheres y luego, a los santos, especialmente al tan socorrido San Antonio.

lejos, escapar con algún conductor de diligencias o al menos un vendedor de remedios para el hipo e irme a los confines del mundo, lejos, muy lejos, a algún lugar donde nadie pronunciase o supiese el significado correcto de la palabra chécheres. "Me lleva la tristeza con sus chécheres", se repetían cada vez cuando anunciaba la tía Agueda, con gran eco triunfal, el inicio de la larga tarde: niñas vamos a la plazuela a tomar una nieve, hay que salirnos un rato de estos

DOSSIER

vírgenes vestales del Alto Imperio Romano atrapadas en una cripta.

ESOS AMORESPOÉTICOSDEANTES

por: JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ

Objetos viejos, cómodas manchadas de humedad, pianos desafinados y desafiliados, roperos con la llave de fierro siempre colocada en la cerradura, inútil llave que nadie pulsaría, jamás ningún hombre tocaría o simplemente tendría acceso a esa habitación, a ese santuario de la reclusión femenina, para abrir el ropero y toparse con las sábanas de invierno, ropa interior de mujer pudorosamente doblada, el paciente vestido de novia colgado de la percha. Sólo chécheres y más chécheres.

¿Qué pasaba en secreto por la mente de aquellas damas arrebujadas en casas de amplios corredores y macetas descomunales? Maldición de los mil demonios. Ojalá algún día pudiese huir

A

De noche tras noche, tarde tras tarde, Semana Santa tras Semana Santa, sus amigas, tías y sobrinas usaban la palabra chécheres como una insignia del mundo al cual se encontraban condenadas. Veneraban esa soledad y retiro como

Porchécheres.esorecibían con emoción la cita del sacristán casamentero o la prima alcahueta que venía a avisar que pronto llegarán de visita sus primos que viven en la ciudad o en el Puerto. Nada como la posibilidad del fuereño como válvula o llave de escape de la asfixiante cotidianidad.

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No hay loco que no sea un enamorado, suele decir la gente en Sinaloa, y aunque uno ve al amor como un accidente que perturba nuestras vidas, para algunas personas es una necesidad básica.

Mi novela favorita de amor es Tom Sawyer. Ya sé que no es novela de amor, pero yo era un niño romántico y tímido y esa historia me revelaba que era po sible que se diera el amor entre infan tes. La moda de releer a Jane Austen y adaptar sus obras proviene quizá de una excéntrica nostalgia por ese mundo del pasado donde la mujer solo podía espe rar para recibir la posibilidad de recibir el amor o un simple cambio de vida. Qué bueno que eso es tiempo ido y sólo material de nostalgia, recreación y di vertimento.Elamores

Tanto le agradó ese gesto a Yahvé que le pareció bien que su hijo Jesucristo descendiera de esa familia, a pesar de que Ruth era moabita, tribu despreciada por los judíos, porque eran producto del incesto de las hijas de Lot, según registran los cronistas de la época.

que el autor no necesita llamarlos por su nombre.Es

Por cierto, San Pablo era soltero y a Ocampo le fue muy mal en el matrimonio. De ahí que digan que esa carta es un secreto deseo suyo, basado en la frustración de su vida personal.

Hay un poema en que Propercio describe las sandalias en forma de delta de su amada Cynthia y al final del libro veremos que describe un río que será recordado sólo porque está junto a la tumba de esa misma Cinthya que antes vimos caminando.

De ahí, el amor se quedó en la poesía hasta llegar a Francois Villon, Giacomo Leopardi, Gustavo Adolfo Bécquer, José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel y Pita Amor.Nuestras vidas no son más que un cortocircuito entre dos eternidades de oscuridad. Tantos mundos, tanto espacio y coincidir en este tiempo por un instante, como dice la canción de mi amigo Alberto Escobar.

Los bailes y verbenas eran un mayor acontecimiento que hoy en día. Ahí una vida podría definirse a través de un encuentro casual o la persistencia del caballerete que, precisamente, insiste en violar la regla de no bailar dos veces con la misma señorita a la que se acaba de

La poesía amorosa surge en el Cantar de los Cantares, pero más bien es un poema celebrando las bodas del alma con el misterio de lo divino.

En el Nuevo Testamento se menciona al amor con más certeza en los evangelios. El mismo Jesucristo lo menciona, especialmente en la parte final del evangelio de Juan, cuando en la resurrección camina con los discípulos junto al lago en un pasaje bastante onírico.

El gran problema es que el amor destruye lo que inventa, lo que infesta y lo que infecta. Pero siempre todos esos momentos son una gran fiesta para el espíritu. A veces es tan grande esa alegría que permite soportar la inevitable decepción posterior.

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También está el famoso versículo de Juan 3:16, que dice en la versión Reina Valera "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".

un fantasmal sentimiento inconsciente que nos invita a no estar solos y que, gracias a la naturaleza, esa omnipresente alcahueta, hace que nos reproduzcamos y sigamos caminando esteEnplaneta.laBiblia aparece poco, comparado con tanto texto: por todo el Antiguo Testamento se nos dice que el personaje "conoció mujer" o "engendró a" pero nos dan pocos de los detalles románticos que hicieron brotar ese dilatado censo milenario.Sinembargo, se nos cuenta de manera muy romántica como Jacob se enamora de Rebeca al verla caminar con el cántaro en el hombro. Moisés conoce a Séfora de manera más cinematográfica cuando la defiende de unos pastores en medio del desierto. Booz se enamora de Ruth, la joven viuda, cuando la ve recogiendo trigo para darle de comer a su suegra, a la que no quiso abandonar.

Algunos teólogos afirman que ese versículo es la síntesis de los cuatro evangelios. Usted seguramente lo ha visto en espectáculos deportivos en alguna pancarta o algunos episodios de losSanSimpson.Pablo en sus cartas menciona muchas veces el amor, tanto a la pareja, como Cristo y a la divinidad. No pocos le reclaman que diga que la mujer deba ser sumisa, al igual que también Melchor Ocampo lo hace en su famosa epístola, pero ni modo, eran hombres de su tiem po y ambos trataban de educar a sus con vulsivas y respectivas sociedades.

San Pablo deja muy claro que, si uno siente el repentino llamado de Dios, no debe abandonar a la familia. Eso es muy importante, como un llamado a la cordura y evitar fanatismos.

La poesía amorosa surge con más brillo en los antiguos poetas romanos, Catulo, Sexto Propercio y Marcial, que hacían epigramas cariñosos o venenosos a las sonrientes muchachas romanas del siglo I antes de Cristo.

Lasconocer.etapas y edades del amor quizá sólo las podemos percibir con fuerza desde de la edad media del ser humano. Confundir el amor con el romance es el error más peligroso que cometemos. Eso era el riesgo que se corría en ese pasado de relaciones vigiladas y encerradas tras un claustro de prejuicios.

No aparece casi en la Ilíada ni en mu chas otras obras clásicas, quizá por el mismo motivo que aparecen pocos ca mellos en El Corán: están tan presentes

una palabra cursi, gastada por los boleros y las telenovelas, que aún nos estremece.

Más omnipresente que sillas y baranda, estaba el suelo de barro. Una plancha con un patrón cuadrado de piezas distin tas en relieve y color. Eran muchas formando un tapete unido solo por una masa ya dura, un elemento que todo lo tocaba. El suelo sentía sin parar el peso de las sillas, el bailoteo, los mo vimientos, los pasos, los ecos y los secretos. Por más omnipre sente que sea su cuerpo, era posiblemente el más ignorado, por la vista al menos. Aquel día, como el dulce sabor de una cereza, sintió pasos descalzos una cosa nueva para nuestro inquebrantable suelo.

Las horas pasan y pasan en una cita dedicada a la pasión, la amistad y descubrimiento mutuos. La arquitectura de esa charla es una maraña de hilos tejidos entre miradores algunos presentes, cercanos y lejanos; otros, conectados a recuerdos y unos más lanzados al futuro. Esta es la historia de un mirador que ve y es visto.

La arquitectura es un hilo invisible, infinito e inabarcable como la imaginación. El testimonio de lo que veían es el hilo que los conecta con el resto del mundo, y porque no, más allá. A partir de aquí comienza la compilación. Ahí, cerca, se cuen ta la trama de la casa vecina con otro mirador sombreado con tablones de madera. Un poco más lejos y abstracto, está el relato de un hipotético futuro “¿a poco no se te antoja una terraza así?” Más lejos, quizá hasta donde la vista alcanza a tocar, hay otro mirador mirando, una antigua mina en el cerro de enfrente “Te voy a llevar a ese lugar ¡te va a encantar! ¡tie ne una vista! ¡uf!” Justo a un lado aparece el jardín de la casa vecina “Me gusta la fuente de en medio, aunque ni funcione”, junto a una confirmación y alguna otra apostilla.

por: ESTEBAN VIVAS GARCÍA

Ocurrió bajo un cielo azul, con un par de algodones de co lor blanco. Una casa estudiantil. Un área montañosa con un río bajo sus faldas y una ciudad construida entre callejones, túne les y escaleras. En aquel lugar las casas son miradores y los mi radores son casas. El relato sucede en uno de ellos, sobre un tercer piso o tal vez cuarto, según donde lo mires. Una baranda gruesa de ladrillo y concreto, un par de sillas blancas de plás tico, un piso de barro y solo dos personas desde un mirador.

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La historia continúa. Veo ventanas que ven a través de ellas, puertas resguardándoles, o hasta un foco incandescente iluminándoles. Podría haber un libro de los relatos que cada uno cuenta sobre aquella conversación. Como más, escoge remos a otro personaje pendiente, el más “lejano” de ellos y quizá el más presente: lo que miraban.

Las sillas, cómo olvidarlas. Sacaron un par, las sacudieron y las acercaron a su compañero barandal. La pareja hablaba con ellas en una conversación muy distinta. A diferencia del murete blanco, estos pedazos de plástico moldeados se mue ven con facilidad, son ligeros y adaptables. En principio, las apuntaron hacia la esquina del mirador, después ella dirigió la suya hacia él, recargando piernas sobre rodillas. Creó casi un mueble a partir de plásticos y sus cuerpos. De vez en vez se levantaban. Las dejaban solas por momentos hasta regresar y sentarse de nuevo. Cuanto más juguetones se volvían, contra indicaban su estructura bailando ellas y la gravedad.

Ese murete los veía muy de cerquita, comenzando con los pies de cada uno recargados en él, descalzos. Tocar algo es hablarlo y pensarlo, recargar la piel descalza sobre el muro es por sí mismo una conversación. También retumbaban delica damente sus ecos, sus secretos. Ese muro era un escondite y una linterna, una esquina secreta y suya donde guarecerse y desde donde mirar. Para aquella pareja la baranda era un ho gar donde su conversación sería solo de ellos, donde el fuego de sus palabras era su calor, su pequeño pedazo de mundo.

MIRADORES QUE SON CASAS

14 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

Fotos: Esteban Vivas

¿Qué ve un muro con dos enamorados recargados en él? ¿Qué cosas ve una mesa con dos personas ansiándose la una a la otra? ¿Qué ilumina la luz de una vela entre la mirada tensa de dos enamorados? ¿Qué les dice su casa a cada uno de ustedes? Intervengamos en la conversación de una pareja en el mirador de una casa. Esta será la historia de esa charla. Entre tantas formas de relatarla, hará la crónica y testimonio de los personajes que estuvieron junto a ellos ese día, personajes con un silencio que desconocemos y con una voz que solemos ignorar: la casa misma.

No hay registro de cuántos hume decieron con sangre la tierra de los Acuña. En San Isidro de El General de la Quebrada de los Chanchos no llegaron la ley ni las memorias notariales sino veinte o treinta años después de la desa parición de los cuatro.

El que quiera llevarse a la India, que así le decían los hermanos, tiene que saltar cuatro trancas.

Y eso, la prueba de las cuatro trancas, era sabido por todos en la región de El General.

SUCEDIÓ EN SAN ISIDRO DE EL GENERAL DE LA QUEBRADA DE LOS CHANCHOS

DOSSIER

Se explica fácil, dicen los conocedo res, el carácter duro de la gente de La Quebrada de Los Chanchos. Gente de difícil, casi imposible trato.

Era comprensible que los hermanos cuidaran a la mujer y que la acecharan como cuatro maridos celosos. No falta ron pretendientes que se atrevieran a presentarse en el rancho de los Acuña con intenciones honestas o retrecheras.

A la hermana de los Acuña se la veía como a la imagen segura de una patrona perfecta: atendía a sus cuatro hermanos, lavaba ropa, preparaba la tierra, cose chaba ella sola y se empujaba los bultos al hombro. Se decía (decían los malna cidos o los envidiosos, también los ar didos por sus desprecios), que la mujer atendía a sus hermanos no sólo en la cocina sino en la cama o en cualquier arrumbe pasajero en el monte. Eso ya nadie puede saberlo. Ya ninguno de las Acuña conserva el aliento.

Nota del autor: cualquier parecido con un cuento de Jorge Luis Borges no es pura coincidencia.

Losmuñequeada.treshermanos

Todas las intenciones eran recibidas como afrentas.

En los ranchos cercanos, que en ver dad estaban asentados en lejuras que se medían por leguas o por días de camino, sólo se veía a indias sin amansar o a mu jeres de mala vida que ejercían su traba jo a cambio de la comida, una blusa vieja o un trato no tan poco amable .

La primera tranca era Crisanto Acuña, una bestia con pecho de buey, que tenía la mano derecha, la del puñal, paralizada por un buen golpe con daga bien

E

ran los tiempos en los que un hombre, antes de salir a cazar o antes de ir al pueblo más cercano (distante a cientos de kilómetros de selva, ríos tumultuosos y montañas sin horizon te), hacía subir a su familia a una tarima de un árbol muy alto. Subía a su mujer y a sus niños en la tarima y ahí los dejaba días y hasta semanas con suficiente bastimen to. Las fieras merodeaban día y noche. Año 1909. Si había algo que abundara en la Quebrada de los Chanchos eran fieras salvajes y tierra fértil. Tan fértil que los que sembraban poco cosechaban mucho: maíz, arroz y frijol. Suficiente para comer, regalar y hasta tirar lo sobrante. Había muy poca gente, poquísima. Y muy cerril. Miraban con recelo a los fuereños (escasos y espaciados).Paraapersonarse en la Quebrada de los Chanchos había que pasar por el Cerro de la Muerte. Una travesía que gastaba se manas y hasta meses y que con dificulta des se podía cumplir en los pocos días de verano. Sólo los aventureros imprudentes, los aventados y los perseguidos se atrevían a desafiar las nieblas inmóviles y los fríos congelantes del Cerro.

De los más rústicos y huraños eran los Acuña. Vivían al otro lado del río General, subiendo por trochas imposi bles en mulas flacas y fuertes que pare cían cabras montescas.

DOSSIER

Los Acuña era cuatro hermanos y una hembra. Padre y madre muertos, el uno por una víbora Cuatro Pasos; la otra por una avenida, muy de pronto y casi inexpli cable, del Río General, siempre traidor.

menores le ponían la faca en la mano, le cerraban los dedos, le arrollaban una cobija en el otro brazo y listo, que venga el que quiera a la India.

por: MARCO TULIO AGUILERA GARRAMUÑO

Los Acuña eran hombres grandes, sucios, trabajadores como bestias. El menor, Chico, se comunicaba por señas. Nunca aprendió a hablar. Sus hermanos decían que no lo necesitaba. Casi toda su vida la pasaba en el monte. Agarraba los animales con las manos y se los co mía crudos. La hermana era una mujer hermosa como no había otra, pero tan desaseada como sus hermanos. Y más cerril. Dicen que se bañaba sólo una vez al año, en lo más crudo del verano.

Lo que sí se sabe es que ninguno de los pretendientes pasó siquiera la pri mera tranca. Cuándo iban a pasar las otras tres.

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Sólo hay una mujer de verdad en la Quebrada de Los Chanchos, la India, pero ésa no es de nadie sino de sus her manos. Decían los maloras.

De todos modos la fama de la India, por poco discreta, por blanca, como de piel de azucena, y por atrevida, movía a muchos a imaginarla con malicia.

Hay quien dice que ella misma ponía todos los cepos para que al guien se la robara. Pero pocos se atrevieron y terminaron mojando la tierra con pozos de su sangre.

El asombro no dejó que los machos se Vengomovieran.en

Con el primer sol comenzó el voleo de cuchillos.

Y esa era la primera historia con que se recibía a los fuereños que venían bus cando mujer que no fuera para ayunta miento nada más.

Los cinco Acuñas estaban arrimados al fuego.Vengo por la india, dijo con la tran quilidad del que tiene oculto el último as y tres sobre la mesa.

Todo plazo se cumple. Llegaron las habladurías a oídos de Pedrarías Ceciliano, uno de esos hombres que iban dejando un reguero de hijos y de histo rias tristes por todo en sur del país: San Vito de Java, Dominical, Buenos Aires de Puntarenas, Palmar Sur.

pues en el rancho de los Acuña cuando ya los búhos estaban ulu lando. Espantó a los siete perros a puras coces de su caballo cerrero y a planazos de su machete contra las perneras de cuero.

Sin mediar una palabra supieron que las otras tres trancas eran una nadita para un hombre como Pedrarias y que ya la India merecía tener a un macho que no fuera de su Vieronfamilia.al

Acabaron el guaro, durmieron un par de horas, al despertar comieron gallo pinto y tomaron café como hermanos.

Acuñas que seguían vivos, más que sufrir la muerte del hermano, parecieron admirar la tranquila impie dad con que el hombre cor taba una vida como quien revienta un hilo de araña.

Se le metió en la cabeza al hombre que la India de los Acuña era lo que necesitaba para ama rrarse a la tierra y dejar de andar trastumbando. Una mujer dura, que res pondiera bien en la cama y en el monte. Porque eso quería el macho: una hem bra para refundirse en la montaña, lejos de la ley y de su gana de andar mojando susSepuñales.apersonó

Se bañaba desnuda una vez al año, en el río General, no sin antes anunciarlo a todos los que no fueran sus hermanos hermanos.Yaunque

hombre limpiar el puñal con un ala de su ca misa. Lo escucharon decir le a la india, ya vente, india pendeja, que nos espera la jodida montaña.

En un lance a fondo el cuello del Acuña mayor se encontró imprudente con el filo de Pedrarias y poco faltó para que se le desprendiera la cabeza de su basamento natural.

hermanos enterraron sólo la ca beza del Acuña mayor y dejaron el resto para los perros de monte.

La subió a la grupa de su caballo. Y así se fueron. Sin un trapo de más.Los

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16 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

buena ley, dijo Pedrarias Ceciliano, pero si hay que saltar cuatro trancas, les aseguro que tengo buenas piernas. Y dijo más: traigo una botella de guaro de Palmar Sur y les propongo amistad de una noche.

Los cuatro Acuñas, que eran conoci dos por respetar temples de valientes,

supieron que ese hombre era de los su yos y aceptaron liquidar la botella sin rencor y sin memoria del día siguiente.

Luego salieron al patio.

Y mañana nos matamos a gusto si es que hay menester del perjuicio.

No esperó a que le abrieran. Se metió con todo y bestia hasta la cocina.

Desmontó. Y terminó diciendo:

Tal era la fuerza del brazo del preten diente.Loscuatro

Duró poco el entrevero.

Al mayor le pusieron el puñal en la mano tiesa, le cerraron los dedos en tor no al pomo, le arrollaron un trapo en torno al otro brazo.

Después ya no se supo nada ni de los tres Acuñas restantes ni de Pedrarias y la india.Lostiempos han cambiado: hoy por San Isidro pasa una autopista que mata media docena de cristianos al mes.

se sabía espiada y se quería espiada no tenía recato alguno.

No habiendo tregua o concilia, Ceciliano tomó la inicativa casi con pena.

Y si duró algo fue porque Pedrarias quiso dejar respirar al Acuña mayor un tramo más de vida o porque quizás es perara un arreglo sin que tuviera que anotar uno más en su lista.

INTERVENCIÓN POÉTICA

Nos Vamos...

Vocho - El Pinche Grabador

- mi taza es el lugar al que muchas moscas van a morir –

Cuando bebo agua de la llave me consuela pensar que estoy fortaleciendo mis defensas aunque no sea cierto, hay algo en mi piel que es como si siempre estuviera tocando un aroma en constante fuga, ¿cuándo fue la última vez que pude decir “cámara te me cuidas” sin romperme?

¿cuál fue el punto exacto en el que me rompí por vez?primera

INTERVENCIÓN POÉTICA

Una de esas hormigas aprenderá teoría musical y formará un grupo de rock progresivo anarcosentimentalista que se volverá un éxito mundial, la gente creerá entonces que las hormigas han hecho un pacto con el diablo.

Lucifer pesca almas para librarlas del aburrimiento que supone la gloria eterna, solo podemosdesgarrándonosseguirexistiendo.

18 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

PUNTO DEZaurielEBULLICIÓNMartínez

cada grieta es un camino por donde deambularán hormiguitas blancas que construyen sus hogares cerca de la migaja dejada por los suspiros de la gente.

- radiografía -

¿Cómo se convierte un cadáver en el templo al que todos mis chales irán a rezar? tengo 21 años y nunca he estado internado en el aunquepsiquiátricoganasyrequisitos no me falten, a los 17 fui adicto al grillo y mi jefe nomás no me anexó para que no me fuera a volver cristiano; para él las adicciones y las enfermedades mentales se curan a base de chingadazos.

- cada sílaba de mi nombre es un incendio –

No existe cura alguna para la podredumbre que cargo bajo mis párpados, he intentado golpearme desde todos los ángulos posibles y sigo enfermo, soy un elefante blanco sin alguien que lo mire con lástima, soy la bala en el revólver que mató el canto nocturno de los grillos.

Miro al mundo y no me reconozco en él, buscar los latidos que produzco es un constante juego de encuentra a Wally donde Wally se fue de vacaciones; si me ven temblar en realidad estoy arrullando a lo que no puedo ser.

INTERVENCIÓN POÉTICA 19

Te beso en este silencio el mismo que atravesó nuestros cuerpos al hacerlos llover

WORDS AFTER SEX

Measí gustas No te vayas Me gustas No ¿Volveremosquiero a vernos? AhoraDime comienzo a extrañarte y lo Yoagradezcotambiénte quiero

20 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

INTERVENCIÓN POÉTICA

Verónica G. Arredondo

INTERVENCIÓN POÉTICA

FUGASJoséAntonioBanda

más de una ocasión he pensado en una escena de la película Ben–Hur, protago nizada por Charlton Heston. La vi por televisión hace muchos años y la volví a ver en DVD y, luego, en Netflix, hace poco. La escena donde los galeotes amarrados a los remos, sentados en sus bancos, en largas filas a cada lado de la embarcación, mueven sus brazos a un ritmo constante; suben y bajan sus remos bajo la orden del tamborilero en turno. Con un cansancio enorme a cuestas, reman a lo largo del mediterráneo, de puerto en puerto, guiados por ese soundtrack esclavista y horroroso. Hace tiempo, justo al lado de la casa de mis padres, se instaló una pequeña maquiladora

21

Es1 noviembre de 1995. Acaba de terminar la clase de biología más aburrida de la historia. Estoy cansado de voltear hacia la ventana, dibujar en mi libreta Scribe, pensar en cuentos de fantasmas y ovnis. Apenas presto atención a la voz chillona de la Ángelprofesora.mepregunta si quiero fugarme de la escuela. Iremos a jugar a las canchas de la Primero de mayo, una colonia aledaña a la secundaria, o al campito de fútbol de la Guerrero, donde pusieron una Farmacia Guadalajara. Todo el grupito de Ángel, o mejor dicho, el grupito en el que Ángel y yo nos integramos, piensa que es mejor idea fugarnos a la matiné. Hace un par de meses, Cinemark abrió sus puertas en Irapuato. Las salas nos quedan a tiro de piedra. Se proyecta una película de Schwarzenegger. Todos pensamos que ahí pasaremos un mejor rato y evitaremos a Miyagui, un profesor de cuyo nombre no me acuerdo y que suele patrullar en su vocho blanco por los alrededores de la secundaria, siempre a la caza de estudiantes en fuga. Ángel, Balandrán, Belmonte, César y yo caminamos casi de puntillas hasta la biblioteca, un pequeño edificio cúbico, gris, de arquitectura funcional, que se halla al fondo de un corredor. Aquel día, el profesor de historia, apodado el dólar, nos negó el permiso para saltar por la ventana de su salón hacia el patio trasero de la escuela. Así que ahí estábamos, arrastrándonos por el patio trasero como novatos de una armada juvenil, rumbo a la biblioteca, hacia la otra salida posible y más peligrosa, porque frente a ella, el dueño de las maquinitas, los videojuegos de entonces, solía vigilar y telefonear a la escuela cuando algún estudiante saltaba las bardas.

Cuando2 cursaba la secundaria, solía fugarme con frecuencia. Saltaba la barda o engañaba a los prefectos y salía triunfante por la entrada principal. Era una acción que me gustaba mucho. De ahí me iba a recorrer los estantes de Soriana, o de plano volvía a mi casa, a oír música y leer las enciclopedias que me habían comprado mis padres desde que era niño. Ambos trabajaban en su oficina. La casa, pues, permanecía sola la mayor parte del tiempo, y yo podía volver al hogar sin levantar sospecha alguna. Es curioso que ahora, al recordar aquello, caiga en cuenta lo mucho que gusta el silencio. Lo digo porque durante mi adolescencia solía oír los discos de mis padres a todo volumen, mientras fingía realizar mis labores escolares. ¿Qué nos hace volcar hacia el silencio? ¿Por qué se dice que la soledad debe tolerarse con ruido o con algún instrumento musical?

En3

de música aligera el tiempo. Los ritmos convocan en nuestros ojos todo lo vivido. Una caminata en el parque, una conversación en una banca, una fuga, una forma de pensar, de proyectarse hacia el futuro. La música también forja nuestras identidades. Todavía es posible formular viejas preguntas con nuevos matices. ¿Tienes Spotify? ¿Puedo ver tus playlist?

Los6

En Ben–Hur, Charlton Heston cambia su condición de galeote por el del hijo adoptivo de Quinto Arrio, primer cónsul de Roma, gracias a un golpe de suerte. Gana riquezas, pero no su libertad. Mis antiguos vecinos, en casa de mis padres, también cambiaron su condición cuando la economía del país empeoró a mediados del sexenio de Peña Nieto. De un ritmo frenético de música y producción, pasaron al silencio sólido del desempleo. No ganaron riquezas, pero tampoco su libertad financiera.

INTERVENCIÓN POÉTICA 22 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

de ropa. Fabricaban pantalones de mezclilla. Día y noche los trabajadores llegaban pun tuales a su cita con la aguja y el hilo. Como en Ben–Hur, una música —no sé si llamarla esclavista—, se colaba por los diminutas ventilas de la bodega. Imagino que apenas los trabajadores se sentaban en sus puestos, amarrados a un salario diminuto y efímero, subían y bajaban la lanza de acero inoxidable que batía la mezclilla. Con altos volúme nes de ruido, la producción siempre iba en aumento. Desde el pop más cursi hasta el reggaetón contemporáneo, los trabajadores —aunque debería escribir, mejor, las traba jadoras— cosían y cortaban las hebras sobrantes de los pantalones. Los 40 principales sustituyó por un tiempo a Amor 90.3, que fue sustituida por La Picosa, y más tarde por La Lupe.

Acompañarse5

días de secundaria son ahora lejanos. También lo es el ánimo que me arrojaba fuera de las bardas de la escuela. No sé si Ángel, Balandrán, Belmonte o César recuer dan nuestras correrías. Yo aún las tengo presentes. Pero, pensándolo por segunda vez, quizás el ánimo aventurero de ese entonces no lo sea. Quizás, ahora, esas ganas de fugarse a otros sitios son más fuertes. Cuando saltaba las bardas no me iba al parque, o a las canchas de la Primero de mayo, sino que caminaba rumbo a mi casa, a la casa de mis padres, a ese espacio donde el ruido de una maquiladora de ropa me era fami liar. Quizás sólo ahí, no en otra parte, me era posible el trabajo escolar. Quizás sólo ahí lograba aprender algo en la compañía inaudible de mí mismo, bajo el ritmo de las máquinas que hilaban sin cansancio su lanza de acero inoxidable sobre la tierra fértil de la mezclilla.

¿Es4 imposible trabajar en silencio? Ahora mismo, mientras escribo, oigo una playlist en Spotify. Acompañarse de ruido, de música, pareciera que es necesario, porque olvidarse de uno mismo y reafirmarse como trabajador impenitente es lo nuestro. En la Cuba de Batista, por ejemplo, los trabajadores de la industria tabacalera solían elaborar los famosos habanos al ritmo no de la música, o de un tamborilero, sino de la conversación. Mientras enrollaban las hojas de tabaco, una sobre otra, con parsimonia monacal, un trabajador —alto en la jerarquía— leía en voz alta distintas obras escritas. Por su boca pasaban el periódico, la novela, los cuentos y la poesía. En Contradanza del trabajo y el azúcar, se dice que también se leían obritas de temas filosóficos. Es posible que el germen revolucionario hallara su tierra fértil en esos sitios. Sin embargo, cuando la gritería intempestiva cesó, cuando —como en el poema de López Velarde— la fusilería terminó de grabar en la cal de los muros el nombre de los nuevos tiempos, llegó la radio, la música, la modernidad y el fin de la lectura, pero no el esclavismo monocorde de la fábrica.

Iván Mata

ESTOY CASADO CON MI CAMA

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Estoy casado con mi cama y mi gata es testigo.

INTERVENCIÓN POÉTICA

Si me preguntan si soy feliz sí, lo soy y estoy vestido de blanco, tengo un velo de croché larguísimo en la cabeza, un anillo de diamantes, y esperanza por el futuro; llevo la sonrisa más amplia del mundo en el rostro.

Por fin encontré el verdadero amor. Esto es a perpetuidad. Este matrimonio es auténtico. Una fotografía de nosotros enmarcada en un divino cuadro de marfil.

Estamos solos.

La mirada culmina en la forma de la ausencia. David Huerta

EL TÁLAMO DEL MILAGRO

El amor es una gotera que alimenta los frágiles umbrales de nuestras disertaciones. Sabemos que esta primavera es breve, que no se extiende más allá de estas paredes. En los muros ya resuena el espeso andar de los relojes; algunas aves dictan el paso de la madrugada. Despacio, él se sacude el secreto, el fin se asoma con la luz que se cuela por los ojales de su Lascamisa.consignas de filósofos se escurren por los espacios más cóncavos de los recuerdos. A la par se pierden las promesas, se agota el ímpetu de victoria que las bañó en el pasado y una última vez esta noche en el tálamo del milagro.

Entre nuestros cuerpos se iza un oleaje de espera; sus ojos me saludan con asombro como si se toparan con lo primigenio, soy observada cual maravilla descubierta con la tintura dulce de la extrañeza.

Dueños de la noche, balbuceamos un conjuro que nos regaló unas horas, ganamos espacio para unirnos alegres como arcilla que se amolda al ritmo de una respiración.

Él termina de ataviarse de día, lento, se introduce en la callada materia del abandono.

Adriana Dorantes

24 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

INTERVENCIÓN POÉTICA

Hemos entrado en los fértiles terrenos de la realidad, el asombro se transformó en una yegua nocturna que con pasos intempestivos desaparece a lo lejos.

Con el trabajo de Miguel Ángel Mireles, uno de los artistas con mayor proyección del estado, despedimos esta primera etapa de portafolios de la revista Argonauta.

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Licenciado en Artes Plásticas de la Universidad de Guana juato, Mireles hace también parte de su profesorado en el de partamento de artes visuales y en los programas de extensión cultural. Aunque no debe sorprender a nadie encontrarlo en alguna calle de las ciudades del estado durante la ejecución de un mural o en un encuentro de Madonnari, donde ha obteni do numerosos premios.

MIGUEL ÁNGEL MIRELES Honrar los orígenes

R

omitense, aprendió desde chico las tradiciones de su tierra, cuando todos los chavos querían aprender a bailar el torito o desgajar a cuchillo el patol para engendrar las máscaras que caracterizan a sus danzantes. El baile del torito, centenario y popular, con su alegoría de las vi cisitudes de la vida y su innevitable final, nutre de ideas el tra bajo de Miguel Ángel Mireles (1991) y ha quedado plasmado en las diferentes técnicas que ha decidido abordar a lo largo de su fructífera carrera. Platicamos en su estudio, a medio ca mino entre la escuela de idiomas del la UG y estacionamiento de las Huertas en la capital del estado, donde alterna la vista de los campanarios de la ciudad con las máscaras tradiciona les que ha tallado y pintado.

La investigación y combinación de diversas técnicas se suma a su curiosidad y formación en diversos oficios. Desde la infancia, cuando no estaba en la escuela, trabajaba con su padre o tíos en fábricación de adobes, herrería, carpintería o fontanería. “Hay arte en todo ello, soy un artista muy técni co”, sostiene. Así mismo, rememora el apoyo familiar desde sus primeros trabajos de escultura en yeso en la primaria has ta el momento en que su abuela lo presentó con el maestro Tito Serrano López para que fuera su ayudante.

Junto al tórculo que él mismo construyó, Mireles desvela los pliegos grabados mientras comenta algunas técnicas empleadas para su elaboración, los materiales, las herramientas. También platica sobre la reutilización de las placas metálicas tras haber impreso las series de grabados, “me gusta pulir las placas, las intervengo, me gusta como queda su textura. Me dije, por qué no usarlas.” Trance (2020) confirma las posibilidades de esta exploración, obtuvo el primer lugar en el Premio Federico Ra mos Sánchez de Artes Plásticas 2021, con una pieza que conju ga de forma excepcional fragmentos de placas empleadas para aguatintas y aguafuertes con los retratos al óleo, la máscara de

la Maringuia y citas textuales de El Quijote. “—Acorredme, se ñora mía, en esta primera afrenta que a este vuestro avasallado pecho se le ofrece; no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo.”

PORTAFOLIO

PORTAFOLIO

28 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

El premio consta no sólo de un estímulo en efectivo a los primeros lugares, también de la exhibición de la selección de las obras participantes en galerías de nuestro estado. Para la segunda edición del certamen se realizaron exposiciones en Irapuato (Octubre/2021), Salamanca (Enero/2022) y Celaya (Agosto/2022), con un cierre previsto en octubre en las casas de la Cultura Diego Rivera y Efrén Hernández, en León. La se lección incluye, además de las obras ganadoras y las menciones honoríficas, más de 40 piezas.

Primer lugar $35.000

Omar Alejandro Morales Barbosa – Bdp Menciones honoríficas Juan Carlos Guerrero Hernández Autocontemplación abrasiva Luis Antonio Medina Medina Un final distinto para Sísifo Pablo Ayala Rodríguez El terrao

ARTÍCULOS ARTÍCULOS

Eva Talavera – La curva Tercer lugar $15.000

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Compartimos con ustedes las imágenes de las obras partici pantes y ganadoras, además de los espacios en donde se han ex puesto. También, aprovechamos esta ocasión para agradecer a las personas e instituciones que han hecho posible este evento a lo largo de su segundo año de existencia: a la familia Sánchez Delgado, encabezada por la señora Marcela Delgado, viuda de Sánchez; Fomento Cultural Irapuato A. C.; CREA, Centro Cul tural; y a la Librería del Fondo de Cultura Económica Emma Godoy. Así mismo, a los encargados de las Casas de Cultura de Salamanca, Celaya y León, al Museo de Arte e Historia de Gua najuato, y al IEC, por medio de la Licenciada Adriana Camare na de Obeso. Damos también la bienvenida a la Galería 12.tres dirigida por el Arquitecto Antonio Beltrán, quien se ha unido a la tercera edición. De esta forma buscamos instituir el premio como una celebración anual para promover y profesionalizar la plástica regional, y afianzarlo como un estímulo real y eficaz, además de ser un evento abierto a la vinculación de más insti tuciones privadas y públicas.

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PREMIO FEDERICO RAMOS DE ARTES PLÁSTICAS

Trance 2020 Miguel Angel Mireles Primer Lugar

Miguel Ángel Mireles – Trance Segundo lugar $25.000

GANADORES DEL SEGUNDO PREMIO FEDERICO RAMOS DE ARTES PLÁSTICAS

Jurados: Jazzamoart y Jorge Vallejo Murillo Preselección y Curaduría: Patho Villagrán/Omar Padilla Hidrogo

La convocatoria para la tercera edición se encuentra abierta hasta finales de septiembre de 2022, con el fin de iniciar un nuevo ciclo, con la premiación y las exposiciones a partir de octubre de 2022.

entro de los proyectos que Fomento Cultural Ira puato lleva a cabo en alianza con otras agrupaciones culturales del estado, el Premio Federico Ramos de Artes Plásticas llegará este año a su tercera edición. Creado en plena pandemia de Covid-19, de manera autogestiva y con apo yo en su itinerancia por distintas instituciones de los niveles municipales y estatales de gobierno, cumplimos un doble pro pósito: promover la profesionalización de las artes mediante un estímulo económico y homenajear la labor del gestor de innu merables exposiciones, y la mente detrás de grandes proyectos en nuestro estado, Federico Ramos Sánchez. El amor por su tierra, manifiesto en su ejercicio y visión, influyó de forma di recta o indirecta en el imaginario, la formación y la producción actual de muchos artistas.

Curvas Eva Talavera Segundo Lugar

Luis MenciónUnMedinaAntonioMedinafinaldistintoparaSísifoHonorífica

30 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

GANADORES

Omar Alejandro Morales Barbosa BDP Tercer Lugar

Juan Carlos Guerrero AutocontemplaciónHernándezabrasivaMenciónHonorífica

Sala San Juan de SahagúnCasa de la Cultura Centro Salamanca

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ARTÍCULOS

Galeria Jorge Alberto ManriqueCasa de la Cultura Celaya

—Oiga su sonido. No joven, esta gui tarra es una joya. Sus amigos se la envi darán y ya verá como hará vibrar a las muchachas que lo oigan. Tóquela, sin compromiso. Las guitarras como a las mujeres, hay que sentirlas.

N

32 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

Una tarde que regresaba a su casa oyó en un puesto de discos pirata el bolero preferido de su abuelo. En vez de entrar al metro Balderas, se dirigió al mercado de artesanías de la plaza de la Ciudadela donde, le había dicho su abuelo, vendían buenas

—Joven,guitarras.yolerecomiendo esta de palo escrito, es una de las mejores que tengo.

No lo convenció el discurso del vende dor o el sonido, pues aún no entendía de guitarras ni de la delicadeza de sus aca bados; sin embargo, podía apreciar que la

La contempló como quien observa una pintura abstracta por primera vez.

LOS DESAFINADOS

por: JEREMÍAS RAMÍREZ VASILLAS

o hay mejor forma de conquis tar a una mujer que con una buena serenata, le había dicho su abuelo reiteradamente. El viejo fue un seductor hasta su muerte. Pero Saúl no había tenido necesidad de usar ese mé todo; además, no sabía tocar la guitarra. Tampoco se había sentido intimidado por mujer alguna, por hermosa que fue se… hasta que llegó Claudia.

ARTÍCULOS

Oh, Claudia, era una de las empleadas que acababan de contratar en el departa mento de relaciones públicas y comunica ción. Era muy joven, pero —decían— tenía mucha experiencia. Cuando se la presen taron intentó llamar su atención. Ella lo ig noró. Buscó algunas otras estrategias, pero ella seguía ignorándolo. Tal vez fueron los rechazos los que hicieron que ella se fuera convirtiendo en una obsesión. Finalmente tuvo que aceptar que estaba enamorado

de Claudia. Era una experiencia que nun ca había sentido, es decir, esa mezcla de euforia y vulnerabilidad e impotencia. Cada que la veía se estremecía con su for ma su caminar, su manera de sonreír, de mover su pelo, de su exquisito gusto en sus atuendos. Y hablaba de diversos temas de manera natural y realizaba su trabajo de forma eficiente. E incluso tenía una voz linda. Decían que sabía cantar porque había estudiado canto. En una reunión lo comprobó: tenía una voz hermosísima que acompañaba con un ukulele. ¡Qué mujer! Era imposible que pudiera entablar una plática con ella, aun de aspectos labo rales, pues se sentía torpe y sus palabras, elocuentes con otras mujeres, eran como corderos amedrentados por un lobo. Y se llenaba de rabia cuando la veía platicar ca riñosamente con algún compañero de tra bajo y reír de bromas que le decían y que él calificaba de estúpidas.

ARTÍCULOS

Ambos rieron. La luz de la tarde, que ya declinaba, fue tibiamente iluminando las esperanzas de Leo.

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—Tú no te preocupes Leo, con estos acordes sencillos se pueden tocar mu chas canciones bonitas, como Corazón de roca. ¿Si quieres la ensayamos y yo toco el requinto?Perosisus manos eran torpes, su voz era terrible. Nunca acertaba a las notas.

Una mañana que llegó tarde a su tra bajo, al pasar donde estaba Claudia, oyó una voz como un canto de ángeles: “Hola Leo”. Se detuvo. Ahí estaba ella sonrién dole. “Espero que tengas un lindo día. Chao”. Cuando llegó a su escritorio esta ba feliz. La energía que le inyectó el salu do se notó de inmediato en su guitarra. Ahora, después de la clase con don Cuco, se quedaba hasta muy tarde practicando y practicando en su recámara hasta que los dedos le dolían.

—Deenseñe.cuándo acá te ha dado por la

Leo se agachó pensativo, preocupado.

—Qué pasó don Cuco, sólo dígame

[Aquí se interrumpió la escritura del relato]Elpasado 19 de junio, Jeremías Ramírez Vasillas falleció por desór denes metabólicos ocasionados por el Covid-19. El texto que publicamos aquí quedó inconcluso entre otras ficciones que estaba preparando para un libro fu turo que tituló Los Desafinados. Nos so lidarizamos con el sentimiento de pér dida de su familia y agradecemos haber nos permitido integrarlo a este número de despedida, que sirve también como un homenaje al amigo, cómplice y gran creador de ficción.

—Ya ves. No hay mejor elixir para el amor que la música. Ahora, hay que pre parar la —PeroserenatadonCuco, mi voz, ahí no ten go remedio, y ella canta muy bien. No voy a poder, y ella se va a dar cuenta. Ahí voy a perder lo que he ganado.

Al otro día, cuando entró a su oficina y caminaba hacia su escritorio, ella venía hacia él con una taza de café. Le sonrió.

Todos los días, durante un mes, traba jó con don Cuco, pero por más que se es forzaba no había un gran progreso. Él era una tabla, una piedra, un hueso duro de roer. En ese tiempo solo había aprendido a tocar los círculos más sencillos: Do y Sol, y con torpeza. Y odiaba los acordes que llevaban cejillas.

—¿Y esa guitarra, Leovigildo?

—¿ALeo. cómo la vendes?

—Tú no te desesperes, lo que importa es el gesto, el símbolo. Si quieres yo can to, pero se tiene que notar que al me nos abres la boca. Vamos a ensayar para ver dónde te desafinas y yo cantaré más fuerte en esas notas.

—Leo, no sabía que eras un artista. Te dejé un café en tu escritorio. Gracias por el concierto de ayer. Eres un buen guitarrista. Algún día me gustaría que tocáramos juntos… También cantas, ¿verdad?Leodijo

—Tranquilo Leo. Total —afirmó don Cuco— como dice la canción esa de bos sa nova: “Los desafinados también tie nen un corazón”. Y en el amor eso es lo más importante: el corazón.

Me sorprendes Leo, ya tocas muy bien, le dijo un día don Cuco. Animado por el comentario, arremetió el requinto de Corazón de roca y le salió completo y limpio. Sonrió triunfante. Algunas per sonas que se habían detenido a la puerta de la peluquería empezaron a aplaudir. Se sonrojó. De pronto se dio cuenta que atrás del grupo de espectadores estaba Claudia. Casi se cae del susto. Cohibido, bajó la mirada y cuando la volvió a levan tar ella había desparecido.

un sí tímido, luego ella se acercó y le dio un beso en la mejilla. Por la tarde le contó a don Cuco su logro.

Cada que oía las grabaciones que hacía le molestaba su voz chillona, como la de un gato maullando, y fuera de tono. Desesperado, un fin de semana estuvo a punto de hacer astillas la guitarra y meter al boiler los pedazos. Pero la guitarra so naba bien y en la peluquería muchos se la envidiaban. Quizá sería mejor venderla a alguien que la aprovechara mejor, se dijo con amargura. El recuerdo de Claudia lo detuvo. No, no iba a bajar la guardia tan rápidamente. Cómo podría soportaría ver todos los días a Claudia si claudicaba. Se río de la coincidencia verbal: “Claudiaclaudicar”. Le contó sus penas a don Cuco.

guitarra era tan hermosa como Claudia. La compró y esa misma tarde buscó a don Cuco, el peluquero, un viejo amigo y compañero de parranda de su abuelo. El viejo don Cuco, como su abuelo, era guitarrista y todas las noches, al final de su jornada, se la pasaba tocando boleros en la entrada de su negocio. Tocaba bien el viejo. Presumía haber trabajado con el trío Los Fantasmas. No formó parte permanente de ellos —le dijo un día su abuelo—, pero participó en algunas de sus grabaciones y los acompañó en va rios conciertos y hasta en la tele salió en algunos programas como guitarrista agregado. Cuando don Cuco lo vio llegar con la guitarra le dijo:

—No te desanimes Leo, yo me tardé como seis meses. Si te dijera: estos dedos no daban para nada. Y luego, ya ves, has ta con Los Fantasmas pude tocar.

—No, no la vendo, vengo a que me

—Ah,Leomúsica.seruborizóyaentiendo.

Quieres seguir el ejemplo de tu abuelo. Ah, viejo raboverde, cuántas muchachas hermosas conquis tó con su guitarra. Y yo no te cuento mis aventuras porque aquí hay demasiadas an tenas conectadas a las orejas de mi mujer.

Don Cuco sonrió.

El agente hizo caso omiso a mis bromas. Fue a Sbarro’s y pidió una rebanada de pizza y un refresco para mí. Dejó la comida en la mesa. Carraspeó y comenzó a hablar. Mientras, la grabadora reproducía Smooth operator

34 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

—Iré al grano, Benjamin: queremos que dejes de estarte haciendo el gracioso con el gobierno. Son tiempos difíciles, te ofrecemos trabajo y una vida a cambio de tu obediencia. Tienes 17 años, no tires todo a la mierda. Se presume que en dos años caerá el muro de Berlín y con ello, la Unión Soviética. Hay mucha tensión.

La verdad es que no estaba nervioso. Cargué mi grabadora en el hombro y escuché Material Girl de Madonna. En las televisiones de todo el mall, de todo el país, de todo el planeta, se proyectaba el momento en el que el presidente Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov firmarían el tratado INF, o Intermediate-Range Nuclear Forces, con el fin de eliminar los misiles de corto y medio alcance. No sabía qué me provocaba más hilaridad, si la mancha en la frente del soviético, el copete de actor barato del gringo o toda la bola de micos amaestrados que creían en la paz mundial.

El agente me estaba esperando sentado frente a un Sbarro’s. No parecía el villano de película: usaba un horrible traje blanco y camisa rosa neón. Se presentó ante mí como Jeffrey Smith, de la Agencia Nacional de Seguridad. Aquello parecía una puta novela de John Le Carré o de Tom Clancy.

—Benny Robles. Así que tú eres el niño genio, gifted boy chicano que nos está provocando dolores de cabeza.

En realidad lo que les debo estar provocando son derra mes cerebrales –dije sonriendo, en la mixtape de mi graba dora que dejé sobre la mesa sonó Heaven is a place on earth

El agente Smith –vaya apellido cliché- abrió su portafolios y sacó un folder color manila. Lo arrojó sobre el escritorio como si se estuviera incendiando. Lo abrió. Dentro había fotografías, documentos… todos relacionados conmigo.

—No me interesa. Ya he recibido invitaciones de otras uni versidades y así soy feliz. Ustedes no saben nada de mi vida.

E

Mientras tanto, en las televisiones exhibidas en el aparador de una tienda de electrónicos Reagan hablaba con Gorbachov.

por: BERNARDO MONROY

—Veo que hicieron su tarea. ¿Dónde estudiaste? ¿En la es cuela Sarah Connor?

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—Sabemos más de lo que te imaginas, Benjamin.

ra 8 de diciembre de 1987, uno de los momentos más importantes del siglo XX. El agente del gobierno gringo me citó en el área de comida del centro comercial Sherman Oaks, en Los Ángeles para negociar el destino de mi último invento: un control remoto que podía disparar todos los misiles nucleares del planeta.

—Tú nombre completo en Benjamín Augusto Robles. Originario de Nuevo Laredo. Tus padres decidieron venir a vivir a América a raíz de la crisis económica de tu país. Eres hijo único y bastante especial, pues naciste con un coeficiente

NIÑO GENIO

—Ante la falta de oportunidades y tu evidente desinterés y soberbia adolescente, entraste a trabajar en un Mac Donald’s. Pudieras estar preguntando a Stephen Hawking sobre tu tesis, pero prefieres preguntarle a un gordo si quiere papas grandes con su Big Mac. Es lo malo de ser un inmigrante ilegal, ¿No? Sin oportunidades en la tierra de las oportunidades. Con in somnio en el sueño americano.

Grité. Arrojé la rebanada de pizza a su cara. Di un golpe a la mesa. La grabadora cayó al suelo y se apagó. Por fortuna, la gente que visitaba el mall no nos hacía caso pues estaban muy ocupados viendo en la televisión la firma del IRM treat. Le dije a Smith que era un mentiroso hijo de puta, que el sida era un invento del gobierno y los putos de la CNN. Que sólo les daba a los homosexuales. Que solo existía en África...

—Sabemos dónde encontrarte, no te preocupes.

—Lo voy a pensar—dije, aunque todos sabemos que “lo voy a pensar” es un eufemismo para decir “no tengo más opción”.

En las televisiones continuaba la programación habitual. Ronald y Mijaíl habían firmado el tratado. Mi muerte empeza ba, la Guerra Fría concluía.

—Benny… eres un orgulloso portador del virus del sida –el culero sonrió, mostrando una dentadura que mis padres ja más hubiesen podido pagar.

—¿O qué? ¿O me echarán a la migra? Pues me vale mierda. Mi familia tiene que aguantar a esos cabrones a diario. Yo ten go que aguantar a diario que me digan frijolero. ¿Me pagarás una carrera universitaria? No me interesa. Lo único que quie ro es tener un trabajo, vivir con mis padres, tirarme gringas y tomarme una Budweiser al final del día… y divertirme con mi joystick de nintendo jodiéndoles la vida a los militares y republicanos como tú.

—En mexicano se le dice chingaquedito.

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Me puse de pie, cogí mi grabadora, mientras el agente tam bién se levantaba, me estrechaba la mano y decía, con esa sonrisa de gringo perfecto:

intelectual de 175 cuando la media de la población es de 80 y 120. A los seis meses ya mantenías conversaciones y al año hacías multiplicaciones. Para ti era frustrante la vida. Después de todo, ¿qué podían ofrecerte como padres una sirvienta y un jardinero? Creciste en escuelas públicas y ganabas unos dolari tos por arreglar aparatos electrónicos. Eras un genio de la física. Con tus ahorros compraste una consola de nintendo que, por cierto, no usaste para Pac-Man, sino para crear tu propio juego: un control remoto que domina los misiles nucleares de la URSS y América. Curiosamente, sólo lo usas para molestar al gobier no, no quieres amenazar ni volverte terrorista. Solo molestas, cual mosquito en la madrugada a un soñador.

Me le quedé viendo a sus ojos azules de gringo estereotipado. Había logrado llamar mi atención. Hizo una pausa dramática

Recogí mi grabadora y la encendí. Sonó Sweet dreams, de Eurythmics. El agente Smith sonrió como Kasparov al ganar una partida de ajedrez. Todo el mundo busca algo. Alguien quiere usarte, tú quieres usar a alguien, cantaba Annie Lennox.

Smith suspiró. Del folder extrajo unas fotografías que mostraban hombres y mujeres cadavéricos: piel pegada al cuerpo, cuencas oculares visibles y manchas por doquier que se convertían en agujeros. Le pregunté si eran extras de Los Cazafantasmas.

—A eso quiero llegar. A que has perdido la cuenta de todas las mujeres con las que has tenido sexo. No, no son fantasmas las personas de las fotografías, aunque lo serán muy pronto. Y tú estarás igual que ellos.

—Yaagente.llegaremos a esa parte –suspiró. Reagan y Gorbachov firmaban unos papeles, y mi mixtape reprodujo The glory of love- Tu ídolo es David Lightman, el protagonista de esa pe lícula, War Games sobre un muchacho hacker que se involu cra en un conflicto mundial. Pero te informo que la vida en las películas no es como la real: queremos que dejes de joder con tu control remoto. Nos has provocado unos momentos de tensión increíbles no sólo a nosotros sino al presidente. Queremos que trabajes para nosotros.

—No es tan malo ser moreno, me he cogido a muchas gringas —le guiñé el ojo y le sonreí, coquetamente. No sabe cuántas,

Agaché la cabeza para pensar en mi vida que estaba por extinguirse sin ni siquiera tener la mayoría de edad. Recordé esas películas que veía en Betamax: Juegos de guerra y The last Starfighter: trataban sobre adolescentes con inteligencia privi legiada reclutados por gobiernos para luchar de guerras de tras cendencia épica. La diferencia era que David Lightman y Alex Rogan tenían toda su vida por delante. No pude razonar, ni pre guntarme cómo era posible que los agentes del gobierno supie ran todo, ABSOLUTAMENTE TODO sobre los ciudadanos que vivían en Estados Unidos. La paranoia en su máxima expre sión. No existía la intimidad, ni tampoco la libertad. Recordé mi niñez arreglando aparatos electrónicos y mi vida repleta de hamburguesas y sexo casual. Sólo a eso podía acceder un ciuda dano ilegal en Estados Unidos con coeficiente de genio.

de un minuto mientras que en la televisión Reagan y el tipo con la mancha en la cabeza se sonreían mutuamente. Sonó The final countdown.

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—Es muy real, muchacho. Podemos comprobarlo con unos análisis. El año pasado hubo 11,932 muertes. Estamos haciendo lo que podemos, pero ya hay muchos infectados. Hay medicamentos, pero no son nada baratos. Quiero decir que el sueldo de una criada, un jardinero y un empleado de Mac Donald’s no pueden pagarlos. La opción es fácil: traba jas para nosotros, tienes una vida de americano de clase alta, un seguro para tus padres y todo el medicamento que puedas necesitar. Pasarás el tiempo que te quede de vida sirviendo a nuestro país. Al país de los americanos: the land of the free and the home of the brave.

por: JAIME PANQUEVA

Sheila y Juan Carlos Díaz Garmendia, este último CEO de Inbiodroid, empresa que abandera el proyecto. Me conducen al taller donde Carlos Hernández, uno de los cerebros detrás de Prometheus, revisa algunas rutinas del brazo mecánico. Me comentan que tras clasificar a las semifinales en abril del 2021 decidieron concentrarse en esta casona donde también tienen sus recámaras y lugares de esparcimiento. La suma de esfuerzos y la dedicación del equipo, liderado por Ismael Sánchez y asesorado por

as mayores gestas empresa riales que dominan el mundo tecnológico y de los negocios a comienzos de este siglo nacieron en un humilde garaje. Quizás los ejemplos más socorridos correspondan a Apple y a Microsoft, pero compañías que les disputan el primer lugar desde hace al gunos años, como Amazon y Google, tuvieron un origen similar. Aunque esta última nació en el dormitorio de Larry Page, él y su socio Sergey Brin, rentaron en 1998 la cochera de la señora Susan Wojcicki por 1.700 dólares mensuales, cuando se vieron obligados a tener una sede social para poder cobrar un che que que les permitiría continuar con su proyecto. En 1994, Jeff Bezos inició un proyecto llamado cadabra.com, una librería online, y usaba un garaje como bodega de los ejemplares que comercia lizaba. El negocio creció rápidamente hasta ser rebautizado años más tarde como Amazon.

mundial ANA Avatar XPrize 2022. Esta competición, lanzada en marzo del 2018, puso a competir a más de 150 equipos de diferentes países en tres fases eliminatorias para seleccionar a 20 que contenderán en unos meses en Los Ángeles. Entre los finalistas, de 9 países que llamamos con envidia de primer mundo, se suman dos latinoamericanos, y uno de ellos tiene su base en esta edificación con gradas de cantera flanqueada por la aguja en ladrillo de su capilla. Como si el desarrollo tecnológico de punta del siglo XXI rehuyera de los costosos y ultramodernos laboratorios citadinos y hendiera sus raíces en la provincia mexicana. Suena extraño, tanto como que un monstruo tecnológico multinacional haya nacido en unaMecochera.reciben

36 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

L

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Si bien camino sobre verdes prados a través del Colegio del Bosque, y no me dirijo precisamente a una cochera, siento que la analogía no es tan descabellada cuando ingreso al casco de la antigua hacienda de San Antonio de Ayala, donde habita la inteligencia que concibió al primer robot mexicano de telepresencia que clasificó a las finales del concurso

Juan Carlos Orozco, permitió superar problemas técnicos y sacar el robot en tiempo récord para presentarlo en Miami en septiembre del mismo año. Equipos con muchos más recursos de Alemania o la India se quedaron en el camino. Y cuando hablamos de más recursos nos referimos a asimetrías que parecen insalvables. Comenta Díaz Garmendia, “Un equipo coreano con un robot antropomórfico perfecto recibió 15 millones de dólares (unos 300 millones de pesos) de su gobierno para poder realizar el proyecto en 2018. Nosotros gastamos cinco millones de pesos y estamos en la final.”

CEREBRO,PROMETHEUS:TALENTOYLOCURA

Aunque, también puntualiza sobre el concurso: “Es el mayor concurso de robótica que se ha hecho en el mundo, el anterior tuvo una bolsa de tres millones de dólares, los X-Prize ofrecen diez. No es un tema de robótica de estudiantes universitarios, es algo empresarial, de centros de investigación o de alianzas entre éstos e incluso entre instituciones plurinacionales. Somos de los pocos equipos que carecen de alianzas, de apoyo gubernamental: todo ha sido corazón y Preguntolocura.”porel tan cacareado slogan del Valle de la Mentefactura y el impulso gubernamental que según la publicidad

El ambiente en el taller parece dis tendido, pero todos saben bien que el reloj sigue su marcha e Inbiodroid debe continuar en el desarrollo de la segunda generación de Prometheus, un robot bí pedo que retroalimente al operador con

“El tiempo que nos han dado -comenta Díaz Garmendia- lo hemos empleado en obtener un robot más robusto, confiable y seguro que nos pueda llevar a un primer lugar. Nos vamos a morir en la raya con esa meta.”

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del estado debería recibir un proyecto como Prometheus. La respuesta es poco optimista en este sentido: “Se habla mucho del valle de las ideas, pero no sé qué pasa.” Menciona los contactos y reuniones con diversos organismos y estamentos políticos, y resume: “le he perdido la fe a Guanajuato, Querétaro parece tener más interés.” Menciona que ni siquiera los de Innovatec quisieron otorgarle una prórroga para entregar un biorreactor en desarrollo, otro de los proyectos de Inbiodroid que tuvieron que aplazar para concentrarse en el robot y acceder a la siguiente fase.

Por encima de las estrecheces económicas, de la pandemia y la miopía de las autoridades, el Prometeo del Bajío avanza. Nunca el futuro de la humanidad, y en particular el de este valle, ha dependido tanto del conocimiento, de la capacidad que tengamos para generarlo y, a través de él, solucionar nuestros problemas sin recurrir a soluciones fabricadas en otros lados a precios exorbitantes.

La ausencia de apoyos a este tipo de proyectos revela la desconfianza que aún tenemos en nuestras capacidades y las de nuestra gente; es la cadena que nos mantiene, como al Prometeo griego, presos a la roca. Ojalá estas líneas sirvan para reflexionar y muevan a la acción a quienes deseen aportar.

la experiencia de la caminata. Además de la nada sencilla labor de juntar más talentos y recursos para poder sufragar el proyecto. En agosto, se lanzó una con vocatoria a través de Kickstarter y otras plataformas para recaudar fondos me diante el micromecenazgo. Quien desee sumarse puede hacerlo a través de las redes sociales de Inbiodroid. “También buscamos patrocinios para poder fon dear el proyecto, empresas que quieran invertir en innovación, en talento. Para las empresas que compran publicidad, esta es una gran oportunidad de proyec tar su marca.”

Pienso en la misma pasión e ingenio que hizo crecer a los gigantes que mencioné al inicio de este artículo y veo las caras decididas del CEO y su equipo, evoco unas palabras de Díaz Garmendia casi al inicio de nuestra charla: “El que no arriesga no gana. Es muy fácil pasar por la vida sin dejar huella.”

http://www.inbiodroid.com/ Inbiodroid Inbiodroid_Oficial 37

Las exigencias del concurso en cada nivel son cada vez más altas: el robot debe operarse a distancia y transmitir visión, tacto, olfato, además de tener una apariencia amigable y sortear diversos obstáculos. En resumen, transportar la presencia humana a un lugar remoto en tiempo real. La ANA (All Nippon Airways), patrocinadora del evento, quiere sumar a su oferta un nuevo tipo de transporte que no sea físico: viajar a través de un robot avatar.

Las aplicaciones de la tecnología de telepresencia son muy diversas y el mercado crece a pasos agigantados. “Si ganamos el concurso, los 5 millones de dólares, podríamos desarrollar productos nuevos y acceder a créditos para desarrollarlos en muy corto plazo.” Eso sin contar el impacto que puede tener en posibles nuevos inversionistas de otros países.

La pasión por el proyecto contagia, los retos tecnológicos son grandes, ade más de conjuntar talentos e investiga ciones sobre el olfato o transmisión del tacto en México o en otros países del mundo, han sorteado la compleja inte gración de tantos sistemas.

Eneida, piedra angular de la literatura clá sica latina y, a través del personaje de Virgilio en La divina comedia, pionera de la literatura en lengua italiana, es retomada en esta novela breve que dialoga entre épocas, entre exiliados y vidas que recomienzan, entre dioses y hom bres. En términos del cine contemporáneo, El silbido del arquero es el remake polifónico de un clásico, escrito con prosa expresiva y muy cuidada, que nos brinda pasajes profundos, como los pensamientos del dios Eros mien tras apunta sus dardos hacia Eneas y Elisa, los amantes.Vallejo quien saltó a la fama hace unos años por su extraordinario ensayo El infinito en un junco, demuestra con esta novela que es una notable fabuladora. JP

nocidos, plenos de matices nuevos y frescos, de sonoridades familiares, incluso, que se ocultaban en las profundidades calcáreas de la memoria du rante nuestra primera visita a sus páginas.

38 OCTUBRE * DICIEMBRE 2022

BIBLIOTECA

EL SILBIDO DEL ARQUERO DE IRENE VALLEJO

bien, adopta diferentes morfologías, las imita. Hay novelas que simulan ser, por ejemplo, expedientes policíacos o corres pondencias privadas, diarios personales o crónicas antiguas y modernas, relatos de viaje o recetarios de cocina.

DELBIBLIOTECAPROUSTARGONAUTA

Volver a los clásicos de la literatura moder na puede llevarnos por caminos, aunque cogran texto fundacional para el naciente impe rio romano. Irene Vallejo lo imagina recorrien do las calles de la Roma, en su afán de huir de tan monumental encargo, mientras lo persigue un misterioso viejo que no deja de observarlo con ojos amenazantes. Aquellas piedras que su patrón, el futuro emperador Augusto, recubri rá a lo largo de las décadas que durará su rei nado con el más reluciente mármol, serán tes tigos también del encuentro con el gran poeta Horacio y de los amigos que se acercan a pedir le consejo o recomendarle visitar a los podero sos de entonces. Virgilio duda de su capacidad para realizar la tarea, vacila si acometerla en prosa o verso, e incluso se niega enviarle a su patrón algunos avances.

POR EL CAMINO DE SWANN DE MARCEL

Publio Virgilio Marón recibe hacia el año 29 a.C. la misión de escribir una

Pero el mito está allí, la llegada de Eneas, príncipe de Ilión e hijo de Afrodita, a las pla yas de Cartago huyendo de la Troya en llamas. Gracias a las artes de Eros, Dido (también co nocida como Elisa), reina de Tiro y fundadora de Cartago, se enamorará del troyano; mien tras su hijo, Yulo o Ascanio, será cuidado por la hermana de ésta, Ana. Las intrigas palaciegas, los enemigos de los cartagineses y el destino reservado al héroe en las tierras del Lacio, for zarán la partida que culminará en la fundación de Alba Longa, y el inicio de una estirpe que dará origen a Rómulo y Remo, a su vez funda dores de Roma.

Uno de esos clásicos, sin duda, es la mo numental obra proustiana En busca del tiempo perdido, obra tantas veces citada y pocas veces leída, que comienza su andadura en Por el ca mino de Swann, que contrasta con el camino de Guermantes, el otro camino de la vida. Uno de ellos es más largo, pero más placentero de reco rrer, por sus jardines, sus lilas, sus nenúfares y la visión del primer amor; otro es familiar y mun dano, el típico camino de río, con sus muelles y el sonido del agua corriendo entre las piedras. Pero el camino de Swann, la ruta principal de Combray, es el camino de la seducción no sólo fí sica sino vital. El narrador, un hombre incapaz de dormir por muchas noches, no oculta su fascina ción por Charles Swann, hijo de un corredor de bolsa judío, quien oculta a ojos ajenos a los suyos su faceta como dandy exitoso en las altas esferas de la sociedad parisina.

Pervigilium Veneris, poema anónimo latino del siglo IV d.C.

Al salir de esta casa de las musas, de más de medio millar de páginas, uno se pregun ta, ineluctablemente, si el amor está en las cosas o, más bien, en lo que éstas evocan. FG

EL MUSEO DE LA INOCENCIA DE ORHAN PAMUK

El de El museo de la inocencia es, debido a su constitución interna y a su estructura, un “lector-visitante”. Arquitecto de profe sión, conviene añadir, Pamuk fundó en el año de 2012, en la esquina donde se inter secan las calles Dalgiç Sk y Çukurcuma Sk, el Masumiyet Müzesi, una extensión del homenaje literario de Kemal a Füsun al mundo real.

Incluso existe una que, construida con los preceptos de la arquitectura, se hace pa sar por un museo: El museo de la inocencia (2008), de Orhan Pamuk. La línea argu mental trata sobre un joven con compro miso, Kemal, quien se enamora de Füsun, una prima lejana. Ambos viven en la ciu dad de Estambul, a mediados de la década de los setenta; como sucede en gran parte de la obra del autor turco, desde Cevdet Bey e hijos (1984) hasta Las noches de la peste (2021), éste es un mundo que oscila entre dos extremos temporales y dos espaciales, que realiza un movimiento pendular de la Antigüedad a la Modernidad y uno más del Oriente al Occidente. Protagonistas de una relación condenada de antemano, Füsun desaparece misteriosamente y Kemal, en un esfuerzo por recuperarla, cuenta su his toria compartida a partir de los objetos per sonales de ella (faldas, blusas, aretes, colla res, brazaletes, etcétera), los cuales exhibe en capítulos que hacen las veces de galerías.

Que ame mañana quien nunca ha amado y quien ha amado, que ame mañana.

La novela, se ha dicho, no tiene una forma propia; antes

En este libro genésico encontramos dos esce nas célebres que marcan la andadura del narra dor a través de su memoria: la magdalena empa pada en té de menta y la frase de Charles Swann cuando descubre el engaño de su mujer, Odette de Crécy, una demi-mondaine típica de finales del siglo XIX: “¡Pensar que desperdicié los mejores años de mi vida, que quería morir, que tenía mi mayor amor, por una mujer que no me gustaba, que no era mi tipo!”. Es decir, hallamos el me canismo de la memoria involuntaria, el hallazgo que libera de su particular nudo gordiano a los recuerdos: el sabor de una magdalena, el sonido de una frase musical, el color de unas flores; y el desengaño del mundo, cuando éste muestra su realidad atroz, aplastando todo ideal, toda cons trucción artística. Dos caminos, dos mundos, dos formas de la memoria que colisionan en un solo flujo

¿Anarrativo.dóndeconvoca la búsqueda del tiempo perdido? ¿Qué camino elegir? ¿En qué sitio se podrá recobrar el sentido del tiempo? Pareciera, pues, que volver a los clásicos es también volver a la memoria y que volver a la memoria es una forma de reconocernos, de sentirnos y sabernos vivos. JAB

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