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Un pueblo en reconstrucción
Sara Gutiérrez
Zhyca Sara gue, Cha suba gue quyca muiscague, guecha cabildo muisca suba gue
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Mi nombre es Sara, nativa de Suba, soy guardiana indígena del cabildo muysca de Suba soy. Es lo que encuentran, en lengua ancestral y tradicional del territorio, al iniciar este escrito. Desde muy pequeña pertenezco al cabildo y la verdad, no le prestaba mucha atención y me daba pena reconocerme como indígena, ya que me daba miedo decirlo y ser discriminada por serlo. A través de los años fui comprendiendo que ser diferente no es malo, sino que no era igual, en múltiples sentidos, a las demás personas. Aprendí a salir de mi zona de confort e inicié a reconocer más sobre nuestras creencias y costumbres como pueblo indígena. Empecé a entender mi cuerpo como mi territorio sagrado, gracias al empoderamiento del consejo de mujeres del cabildo. A través del tejido, por ejemplo, contamos la historia y es nuestra historia, que tarde o temprano vamos a poder compartir con las siguientes generaciones.
Todo inició un sábado de 2018, a las 9 a.m., se nos convocó a los jóvenes en la plaza fundacional de Suba para hacer una jornada de limpieza en el territorio sagrado. Desde ese momento, los jóvenes amamos la actividad que se llevó a cabo ese día. El cabildo empieza a crear espacios pensados para nosotros.
En el 2020 se dio un espacio el cual fue nombrado Guardia Indígena Muisca de Suba, el cual consiste en que, desde los jóvenes hasta los sabedores de la comunidad, ayudemos a la madre tierra y sus elementales: el viento - fiba -, el agua - xie -, el fuego - gata -, la tierra - hicha -. A partir de lo anterior, comenzamos a recorrer el territorio sagrado, no solo en Suba, sino en otras comunidades de la ciudad.
Por ejemplo, los jóvenes que fueron en pagamento a la laguna de Iguaque, me les quito el sombrero, porque aparte de ser parados, tanto a nivel cultural, como a nivel político, la están rompiendo, ya que son los que van a tomar muy pronto los saberes sobre la medicina propia, la importancia de las huertas, etc.
Son los que están recuperando el territorio sagrado, el cual ha sido urbanizado a través de los años. Es muy importante que los jóvenes permanezcan unidos en la defensa de la madre tierra y el cabildo. Nos mantenemos firmes y no nos rendimos, a pesar de que el proceso de recuperación sea largo y tedioso, no estamos dispuestos a rendirnos nunca. En la fuerza está la unión.
Los jóvenes hacemos comunión entre pueblos que nunca pierden comunicación, ya que es muy importante no dejar que mueran procesos como estos, puesto que se pueden salvar humedales que se quieren llenar de cemento y acabar con lo sagrado y con la historia. El agua, así como es tan “vieja”, tiene historias por contar.
Dejando mi palabra hasta aquí, agradezco por la lectura que se dé a mi escrito y me despido como lo solemos hacer en mi territorio: miis ichoscua. Significa, yo los abrazo en muysccubun.