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Muchas historias, muchos territorios. Comunidades ancestrales
El taller, en el marco del proceso de formación “La grieta”, lo vivimos en tres momentos:
Primer momento: por medio de mi propia experiencia con personas y vivencias que marcaron mi vida, llevo a los chicos a un viaje por la comunidad indígena Embera, les cuento cómo los conocí, sus historias, dónde habitan en Colombia, sus muchos años resistiendo frente a problemáticas políticas, sociales, ambientales, convirtiéndose en el grupo indígena más numeroso y firme en la lucha de su territorio y de su grupo étnico. Hablamos de la forma en que se organizan sus costumbres y cultura.
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Segundo momento: por medio de un ejercicio de interiorización “Sé como José”, nos acercamos a los sentimientos de un joven Embera, que después de vivir una vida feliz y en armonía con la montaña, el agua, la tierra y su familia, es desplazado de su territorio, de sus raíces, de forma violenta y forzada. Llega a Bogotá a vivir por meses en unos cambuches desprotegidos, en pleno centro de la capital: hostil y agresiva, donde la historia no termina.
Tercer momento: compartí, para trabajar desde sus celulares, un documento guía para el ejercicio práctico. Un mapa de Colombia que bajamos de manera digital e intervenimos con color y pinceles. Les mostré el lenguaje gráfico y pictórico de la comunidad y fotos de la situación específica de desplazamiento y toma del Parque Nacional en Bogotá.
Sobre cartulina blanca, los pigmentos, acetatos y los elementos que teníamos, sensibles, racionales, visuales comenzamos a transmitir y crear libremente en la superficie. Se generó un espacio de experimentación con diferentes materiales y pigmentos. A partir de la intervención digital, realizada en el celular, y la intervención de acetatos, reflexionamos sobre cómo las cosas que nos pasan en la vida nos afectan, mientras intentamos abordar algunas cuestiones sobre ilustración digital.
Terminé el taller muy contenta de trabajar con un grupo numeroso de chicos sensibles, curiosos, interesados en el saber, abiertos al conocimiento y a experimentar. Chicos, en su mayoría, críticos, inquietos por estos temas que marcan la historia y construyen la memoria de nuestra cultura, de lo que somos.
Son chicos interesados en saber más sobre nuestros ancestros, sus luchas, sus vidas. Chicas sensibles ante las problemáticas sociales y políticas que han afectado y afectan nuestra historia. Surgieron composiciones bellas e interesantes que pueden llegar a exponerse en diferentes escenarios.