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Quién
con quién E
scribir de política se ha vuelto muy complicado en Caldas. No por la soberbia de los políticos, que les sobra. Tampoco por la violencia que cundió durante años para amedrentar y luego cobrar en las urnas. Nada de eso, simplemente porque se ha convertido en un reto explicarles a los lectores quién es quién y con quién está. El mínimo contexto para que alguien entienda es imposible hacerlo mínimo.
El MIRA, esa combinación de política y religión, le dio la bendición a Gutiérrez a cambio de una oficina de asuntos religiosos. Así como hizo el actual alcalde, que se inventó una secretaría de Ambiente para lograr el apoyo de un concejal Verde y garantizar la mayoría, que hoy no tiene en el Concejo. A Rojas, en su momento, lo apoyaron Adriana Gutiérrez, Luis Roberto Rivas y Octavio Cardona. Ayer fueron los mejores amiguis, hoy ni se sabe.
Intentemos, por ejemplo, hablar del candidato de la Unidad Nacional a la Alcaldía de Manizales, Luis Roberto Rivas: avalado por el conservatismo, pero solo el de Luis Emilio Sierra, porque ni siquiera el de Arturo Yepes que se declara santista. También lo apoya Cambio Radical y las dos vertientes del Partido de la U, la del senador Mauricio Lizcano y la del representante a la Cámara Hernán Penagos, que antes era de Jaime Alonso y más antes de Óscar Iván y de Adriana Gutiérrez, quien ahora es rival de Rivas, no solo en la aspiración a la Alcaldía, sino porque sus familiares salieron afectados y dolidos por aquello de Integramos, que el superintendente descartó como pirámide, pero que los afectos a Gutiérrez siguen llamándola así, aunque ya están retornando a sus bolsillos la platica.
Cuando Gutiérrez fue candidata a la Gobernación de Caldas en 1990, contra Pilar Villegas de Hoyos, empezó su cantinela contra el entonces senador Ómar, que ahora la acompaña, pero a pesar de esto a ella no le dio para acompañar a otro Yepes a la Gobernación, Jorge Hernán, el médico. Ella se inició en la política con Luis Guillermo Giraldo, a quien acompañaba su esposo, Fortunato Gaviria, y por él llegó a ser gobernador de Caldas.
Y no he hablado de los liberales, que tuvieron que importar senador de Antioquia, para sentirse con mayoría de edad. Aunque se dicen de la Unidad Nacional no apoyan a Rivas, por no estar con Guido Echeverri a la Gobernación. Decidieron jugársela con un repatriado a sus toldas, José Octavio Cardona León, que hasta hace un año fue concejal por el Partido de la U y el más enconado trabajador por los votos de Penagos y antes, por los de Gutiérrez. Por ahora aspira a la Alcaldía, pero muchos creen que tira la toalla en favor de Rivas y a cambio de unos puestos para él y el Partido que sigue debiéndole disculpas muy grandes a Caldas por tanto condenado en sus filas. Pasemos a hablar de Adriana Gutiérrez, uribista purasangre, avalada por el Centro Democrático en esta ocasión, pero hace cinco años hizo mucha fuerza para que se eligiera a Santos en la Presidencia, como todo el uribismo. La apoya nada más y nada menos que el conservatismo yepista, pero el de Ómar, no el de Arturo, que como Hamlet sigue diciendo: “ser o no ser...” conservador o de Cambio Radical, donde quiere llegar, pero no lo aceptan.
Entonces se hablaba de la coalición A, de la que formaba parte Ómar, y de la coalición B, de la que era líder indiscutible Gutiérrez. O sea que hoy viene a ser como un tipo de sangre, coalición AB, luego sabremos si positivo o negativo, aunque debemos reconocer que de transfusiones sí saben. La fórmula de Gutiérrez a la Gobernación era, hasta el momento en que se terminó de escribir esta columna, Diana Lorena Gómez, zuluaguista de pura cepa pensilvanense, pero que se esperaba adhiriera a Carlos Uriel Naranjo, hasta hace un año congresista por Caldas por el conservatismo de Luis Emilio Sierra, pero inscrito como precandidato con la coba del Centro Democrático, aunque se dice del sector del yepismo de Ómar Yepes. Turno para alguien sin pasado político, Luis Fernando Acebedo, quien está casi en ruegos para que el Partido Verde le otorgue un aval. El problema de los partidos pequeños es que todos creen mandar, y como se creen muy democráticos todos deciden, por tanto, nadie decide, hasta el punto que negaron el apoyo al candidato a la Gobernación Jorge Eduardo Arbeláez, quien se quedó solito con la ASI. Así como les digo. Si alguien entiende, que me lo explique, porque esto me quedó grande.