Toque final
Fernando-Alonso Ramírez
E
22
Septiembre, 2011
Entre pendejones s suficiente con levantar la cabeza en cualquier calle de nuestra ciudad para ver la invasión al espacio público. El folclor, propio de los carnavales, se vive en todo su esplendor en el colorido de los pendejones, perdón, de los pendones de los señores políticos. Si usted aún no entiende lo que es una microempresa electoral, fíjese bien en estos elementos que estorban por toda la ciudad para que vea cómo cada uno de los candidatos promueve su propio mensaje y a ninguno se le ocurre exponer las ideas de los partidos a los que dicen pertenecer por esta vez. Dentro de cuatro años seguramente aparecen bajo el paraguas de otro muy diferente. Tengo que hacer excepción del MIRA, pero de cofradías prefiero no hablar, pues eso de política y religión de la mano ya le hizo mucho daño a este país en el pasado y mucho más al Partido Conservador. Es difícil que el voto de un individuo en las corporaciones colegiadas pueda hacer algo. No obstante, aquí se siguen vendiendo los aspirantes con mensajes individuales y no como proceso de partidos. Ellos van a defender una causa: por los animales, por la transparencia, por la honestidad, por los necesitados, por los más pobres, por el campo, y al final tendrán que tomar decisiones para todos: POT y Plan de Desarrollo, para mencionar solo dos en Manizales. Es así como de un mismo Partido aparecen candidatos con mensajes contradictorios, otros ni siquiera señalan con quién están y para acabar de completar en ocasiones ni se dignaron escoger la mejor foto.
Asesoría de imagen: cero. A otras se les fue la mano en photoshop, tanto como a las modelosperiodistas de 'Julito' que se empelotaron en Soho y que gracias a los magos de este programa les mejoraron unas cuantas curvas. Unos de estos políticos creen que está de moda el saco de lana colgando de los hombros. Alguien les metió el cuento de que eso les da frescura, los hace ver jóvenes, así en las canas y algunas arrugas se les note que no es sino impostura. Unos más ponen el corazón, la mano, la sonrisa de reina de belleza, a ellos los problemas no los tocan. Como la vieja canción protesta: "De qué se ríe". Otros tratan de emular a viejos líderes. Afiches que en otra época cumplieron su cometido, entonces quieren parecerse a Noemí, a Gaitán, a Galán, válgame Dios. Es decir que tenemos una pléyade de copiones. Adiós a la originalidad, por fortuna unos cuantos sí se le midieron a marcar diferencia y se nota. Y ni hablar de las frases. Algunos se ponen su apodo, convencidos de que así como lo llaman en el barrio o en el salón de clases, todos lo reconocerán. Entre todas las incoherencias típicas de los políticos me llama, por ejemplo, mucho la atención ver a los que se han rasgado las vestiduras por el trapo rojo, y ahora se encuentran acomodados debajo del árbol que mejor cobijo da. Ese que defendió alguna vez a nombre del Partido Liberal la urbanización La Linda, en donde ese movimiento cometió tantos atropellos que sus líderes a la cárcel fueron a dar. Ese personaje hoy es "gente buena, como usted", gracias a Dios, no como yo