Místicas

MÍSTICAS

Brujas, diosas y ocultistas en los arquetipos del tarot

Parra

Josefina Schargorodsky

Mara

Parra, Mara

Místicas : brujas, diosas y ocultistas en los arquetipos del tarot / Mara Parra ; Ilustrado por Josefina Schargorodsky ; Prólogo de Tamara Grosso. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : FERA, 2025.

264 p. : il. ; 22 x 16 cm.

ISBN 978-631-6541-24-6

1. Misticismo . 2. Brujería . 3. Mujeres. I. Schargorodsky, Josefina, ilus. II. Grosso, Tamara, prolog. III. Título.

CDD 158.1

© FERA, 2025

Av. Callao 1660

1024, Ciudad Autónoma de Buenos Aires www.fera.com.ar

Primera edición

Edición: Mara Parra

Curaduría: Victoria Benaim

Ilustración: Josefina Schargorodsky

Diseño editorial: Belén Rigou

Impreso en Argentina en abril de 2025

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma o por cualquier medio, idéntica o modificada, sea electrónica o mecánicamente; mediante fotocopias, digitalización u otros métodos sin previo permiso expreso de la editora.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

Índice

¿Quiénes son las místicas?

El miedo oculto en la fe

Personalidades místicas

Arcanos mayores

Arcanos menores

Cartas de la corte

Bibliografía

Créditos

Otro caso similar es el de Juana de Arco, cuya historia podemos leer asociada al arcano de La Fuerza. A los diecisiete años, Juana tuvo una visión en la que supo que ella tenía que luchar por la libertad de Francia. Por eso acudió a la corte del rey para pedir un ejército. Los consejeros del rey no dudaron acerca de las visiones de Juana. Lo que no sabían era si provenían de un contacto con Dios o con el diablo. Y de lo que sí desconfiaban, era de que se vistiera como un varón. Por esto nunca dejaron de hostigarla hasta que terminó en la hoguera.

Estas historias nos aportan un nuevo punto de vista: las mujeres que a lo largo de la historia fueron “condenadas por brujas” no estaban siendo juzgadas por sus poderes o porque se dudara de ellos, como a veces se cree, sino por desviarse de la conducta esperada para una mujer.

Podemos encontrar casos similares en las historias de los juicios de la Inquisición: las “brujas” destinadas a la hoguera terminaban confesando, probablemente bajo tortura, haber realizado crímenes que ahora cualquier juez dudaría que realmente pudieran haber cometido: volar, modificar la dirección del viento para desviar un barco, o transformar en una bestia con cuernos a un perro.

Cada una de las historias que Mara Parra asocia en este libro a un arcano mayor o menor nos muestra múltiples dimensiones y capas de sentido del arcano. Las lecturas se alejan de una interpretación lineal en la que una carta “significa” una cosa. Son vidas que en toda su complejidad iluminan los símbolos presentes en diferentes mazos y tradiciones que interpretaron a cada arcano del tarot antes. Los arcanos mayores y menores ilustrados por Schargorodsky, que colocan a estas mujeres en la acción, también hacen justicia sobre la forma en que siempre se narró la historia.

A este libro se puede llegar desde el interés en el tarot, y entonces descubrir un mundo de historias, o desde el interés en las vidas de mujeres y diosas como Hécate, Juana de Arco, Safo, Cleopatra y Sylvia Plath, cuyas historias ya se han visto desde diferentes perspectivas y ahora podemos ver desde una nueva: la del halo místico que las envuelve. De cualquiera de esas maneras, este libro es una caja de ideas y herramientas para apropiarse y enriquecer con ellas la lectura del tarot, o cualquier otra práctica.

Tamara

Grosso

En este libro hay:

• 22 arcanos mayores que siguen la numerología del tarot de Marsella. Cada uno está asociado a perfiles de artistas, poetas, médiums y deidades que tuvieron experiencias místicas. En los relatos hay una sección llamada “Variaciones de un mismo tema”. Ahí se comparan distintas barajas y los significados que aporta su simbología.

• 56 arcanos menores inspirados en las ilustraciones del mazo

Rider Waite Smith. Cada carta se explica a partir de una escena o actitud puntual en la vida de los primeros veintidós personajes místicos.

• 16 cartas de la corte que presentan otros personajes enigmáticos a lo largo de la historia. Ellos también han tenido contacto con lo sobrenatural.

Hacer este libro me permitió encontrar el misticismo en lugares inesperados. No es la vela rosa, aunque se queme de una forma extraña, no es el ritual de pasos que encontramos en internet.

Místico es el tiempo interrumpido; la duda que asoma en la contemplación de algo inutil; el miedo oculto en la fe, minutos antes de que empecemos a creer.

Mara Parra

DEIDADES Y CRIATURAS MITOLÓGICAS

Hécate p. 22

Sirenas p. 100

Medusa p. 114

Pachamama p. 188

• Atenea | p. 208

ADIVINAS

Marie Anne Lenormand | p. 76

La Voisin p. 122

RELIGIOSAS

María Jesús de Ágreda p. 92

• Hildegarda de Bingen p. 250

CURANDERAS Y HECHICERAS REINAS

María Sabina p. 156

Brujas enjuiciadas p. 180

Marie Laveau p. 36 Cleopatra p. 52

• Nzinga Mbandi | p. 241

• Isabel I de Inglaterra | p. 246

ACTIVISTAS

• Robert Billot | p. 235

• Maud Gonne | p. 242

• Harriet Tubman | p. 252

EMPRESARIA

• Madam C. J. Walker | p. 254

0 · EL LOCO

Hécate

Diosa de la brujería · Grecia · Antigüedad

Todos los caminos son mi camino

El mito del origen de Hécate es incierto. Lo mismo sucede con el origen del tarot; hay distintas teorías (que viene de China, que viene de Egipto, que surgió en Italia en el siglo XV) y ninguna tiene la evidencia suficiente como para anular a las otras. Cada tarotista elige qué creer o si prefiere el misterio.

Según la mitología griega, los primeros dioses fueron los titanes Gea (Madre Tierra) y Urano (dios del cielo). Tanto ellos como su descendencia se caracterizaban por su gran tamaño y fuerza. Gobernaron la llamada “Edad de Oro”, en la que ya se registra la presencia de Hécate. Hay versiones que la ubican como una titánide que ayudó a Zeus en la guerra contra los gigantes porque consideraba que el rey Cronos era un tirano. Así fue como se ganó un lugar en el Olimpo cuando Zeus asumió el poder.

Hécate es una deidad anterior a los dioses del Olimpo. De la misma manera, El Loco antecede a El Mago, la carta que lleva el número uno en tarot.

Hécate era venerada como una guardiana de los hogares; su imagen se veía en las puertas de las casas y no en los templos. Algunos la llamaron una “diosa menor”, aunque la gente pedía su asistencia en momentos trascendentales como partos y entierros. Además, era la diosa de las encrucijadas. Llevaba antorchas para iluminar el camino a los errantes que deambulaban de noche y protegía a personas en situaciones de vulnerabilidad. Hasta el día de hoy, sus devotos dicen que la presencia de

Hécate puede sentirse en esos puntos místicos, intersecciones o bifurcaciones del camino, que se consideran un umbral entre la Tierra y otros planos de existencia donde habitan los espíritus.

En tarot, El Loco es quien rompe el umbral entre la cotidianidad y el despertar del viaje del héroe. Es el arcano que inicia el recorrido del tarot y, como todo inicio, requiere un gran caudal de energía. Esta potencia no tiene un rumbo marcado; arranca y no sabe cómo va a continuar. Por eso se la considera fresca, espontánea y libre, a riesgo de volverse caótica y escurridiza. Según Alejandro Jodorowsky una frase que sintetiza la energía de este arcano es “Todos los caminos son mi camino”. Eso coincide con el espíritu andariego y sin ataduras de Hécate.

Al igual que El Loco, la diosa viaja con perros. Esto indica varias cosas: por un lado, simboliza la desvinculación de la pura racionalidad y el poder de lo instintivo; también nos habla de la nobleza de ser amiga de los perros, como sinécdoque de ser amiga de la naturaleza. Por último, en el tarot tradicional, el perro es quien empuja al personaje a seguir avanzando. Los perros de la diosa se consideran guías de los caminos oscuros, que vuelven a aparecer en la carta de La Luna, pero también son garantes de que el viaje continúe.

Con el correr de los siglos, la figura de Hécate se fue demonizando. Se comparaba con mujeres que tenían dominio sobre las fuerzas sobrenaturales e interés por la necromancia (adivinación a partir de cadáveres). Hécate adquirió características de Lilith, diosa de la noche y la lujuria, que fue considerada un demonio que devoraba bebés. Se sacrificaban perros en honor a Hécate y se colgaban máscaras con tres cabezas en los postes de los cruces. Su representación con tres cabezas tiene diversas explicaciones. La convencional es la asociación con la Triple Diosa, figura que encarna tres momentos en la vida de la mujer –la joven, la madre y la anciana– y el poder en cada una

fue secuestrada por Hades en el Inframundo, Hécate ayudó a su madre, Deméter, a encontrarla. Esto la consagra como una deidad capaz de transitar con fluidez tanto el mundo de los vivos como el de los muertos.

A pesar de que muchos teóricos han asociado a Hécate con el camino que conduce al infierno, su veneración en las nuevas generaciones demuestra la capacidad de albergar múltiples significados y de trascender cualquier etiqueta.

Con ese eterno merodear, la diosa de la brujería teje las sombras y enigmas que resurgirán a lo largo de todo el camino del tarot. Apenas creamos que el viaje se ha vuelto seguro, la irracionalidad de El Loco y el magnetismo de Hécate irrumpirán para recordarnos que nada es lo que parece.

Variaciones de un mismo tema

En el tarot renacentista Visconti Sforza, El Loco aparece como un vagabundo con plumas en la cabeza y un garrote. Muestra una versión más primitiva de esta carta que no solo nos habla de ir livianos por la vida, sino que su cabeza también está libre de ideas. No es alguien astuto, como El Mago. A su vez, el basto que tiene en la mano enfatiza la rusticidad de sus herramientas defensivas.

A lo largo de los siglos, esta carta ha evolucionado hasta llegar a asociarse con la idea de un flaneur, un paseador urbano que recorre las calles de forma contemplativa buscando inspiración. No hay que perder de vista que vivir con tanta libertad requiere, en cierto modo, adoptar una actitud de austeridad. El Loco no acumula conocimiento ni bienes materiales, como lo harán más adelante La Papisa y El Emperador. La pregunta cuando sale esta carta es: ¿qué estás dispuesta a soltar para iniciar un viaje más liviano?