
Hace mucho tiempo, había una chica británica con mucho dinero, llamada como la ciudad italiana en donde nació - Florencia. Pronto, sus padres se dieron cuenta que su pequeña hija no era sólo una mente brillante sino el corazón más amable del mundo.

Su papá era un hombre adelantado a su tiempo y le dio a sus hijas la mejor educación. Él las llevo por todo Europa y cada vez que llegaban a una nueva ciudad, Florencia se fascinaba con los hospotales que encontraba a su alrededor.

Florencia creció y se convirtió en una extaordinaria jovencita que prefería visitar a las personas pobres y enfermas de su ciudad que asistir a un lujoso baile paa buscar un esposo. Pronto se daría cuenta que cuidar de los demás era lo que más la apasionaba.

Cuando Florencia le dijo a su familia que quería convertirise en una enfermera, nadie estuvo de acuerdo. En ese tiempo nadie quería trabajar en un hospital. Todo lo que se esperaba de ella era que se casara y viviea una cómoda vida para siempre

Pero ese no era el plan de Florencia, ella seguía estudiando a escondidas. Cuando fue lo suficientemente mayor, se fue a Alemania donde aprendió muchísimo del pastor Theodoro y su equipo comprometido sobre enfermería. Ella tomaba notas de cada descubrimiento.

De vuelta en Londres, Florencia obtuvo un trabajo como jefa de enfermería en un hospital paa mujeres. En pocas semanas, ella mostró que estar a carga no se trataba sólo de dar lo mejor de uno mismo sino de ayudar a que los demás hicieran lo mismo.

Nada había preparado a Floencia y sus enfermeras paa lo que encontraron. El hospital era el lugar más oscuro y sucio en el que habían estado. Estaba en terribles condiciones, los soldados lastimados en lugar de mejorarse se enfermaban más.


