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"Vivo mi vida con un corazón agradecido por los dones que me han sido regalados"
from Revista EC 117
José Miguel García. Colegio Buen Pastor (Zaragoza)
Si alguien pregunta a José Miguel con qué se identifica, él responderá sin titubear: “Con una regadera”. Y lo hará con una sonrisa, esa que siempre le acompaña. Y no es porque esté “como una regadera”, sino porque para él simboliza su vocación y propósito vital. Para él la regadera es entrega.
Reparte lo que ha recibido sin retenerlo porque su misión no es almacenar, sino compartir para hacer crecer a los demás. Se recoge vacía y se vacía continuamente. Trabaja sin ver los frutos inmediatos de su esfuerzo y se retira al final del día, de nuevo vacía, satisfecha, sabiendo que ha contribuido a que las plantas brillen.
Así es José Miguel, un maestro que trabaja sin reservas, sin esperar recompensa y siempre “con un corazón agradecido por los dones que me han sido regalados y el compromiso de ponerlos al servicio de los demás”. Pero la regadera no es el único objeto con el que se puede identificar a José Miguel.
Desde hace 25 años José Miguel es maestro de Primaria, audición y lenguaje y lengua extranjera en el Colegio Buen Pastor de Zaragoza. Este centro ha sido y es una pieza clave en su camino desde que un día, en un campamento decidiera dedicarse a la docencia cuando una persona que Dios puso en su camino le dijera que veía en él la capacidad de hacer brillar a los demás. Este maestro es, por tanto, también vela, o pila si la luz del otro es eléctrica.
Generar autoestima y seguridad es su reto y su manera de hacer brillar. Sabe que cuando un alumno se siente capaz de algo, trabajará para conseguirlo. Para García, los maestros tienen la profunda responsabilidad de cuidar la mente y el corazón de los alumnos, especialmente de aquellos que parecen no encajar en el sistema. Detrás de cada comportamiento, de cada palabra, de cada gesto, siempre hay una historia que hay que conocer y para eso hay que educar desde la esperanza, la confianza y, por supuesto, la disponibilidad.
¿Y si además de regadera y vela os decimos que José Miguel es una navaja suiza? En un solo día se le puede ver en su aula, configurando un alojamiento web, colaborando en el comedor escolar, acompañando las acciones corporativas o impulsando una estrategia de comunicación de Escuelas Católicas de Aragón (entidad con la que colabora), grabando un vídeo corporativo, gestionando homologaciones, grabando un podcast, recorriendo Aragón en bici o cantando sobre un escenario. Porque sí, también canta y compone. Su primer disco se titula, como no podía ser de otra manera, “Empapado de ti” y en su portada, por supuesto, aparece una regadera. Su voz y talento también es otro de los regalos que comparte con todos los que se acercan a sus conciertos o escuchan sus temas en las plataformas de música.
José Miguel dice “Sí” primero y luego aprende. Vocación, disponibilidad y aprendizaje son los valores de este maestro. No sabemos si es regadera, vela o navaja pero de lo que estamos seguros es de que educa con cabeza, con corazón y con una gran sonrisa, que como el agua de su regadera, da vida a los que tienen la suerte de cruzarse en su camino.