Cuentos a la venezolana vol 1

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Cuenos a la venezolana “Cuentos de Familia para disfrutar en Familia” Vol. I © Grecia L. Torres A. El libro hecho en casa. Serie Pensamiento crítico © Para esta edición: Fundación Editorial El perro y la rana Sistema Editoriales Regionales Red Nacional de Escritores de Venezuela Depósito Legal: DC2021001379 El Sistema de Imprentas Regionales es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela. Tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores.

ISBN: 978-980-14-4764-1 Plataforma del Libro y la Lectura: Jairo Brijaldo Diagramación Jesús Castillo Gráficas de: Belkis Calero – Mauricio Gutiérrez


Grecia L. Torres A.

Cuentos a la Venezolana “Cuentos de Familia para disfrutar en Familia”

Vol. I


Cuentos a la Venezolana “Cuentos de Familia para disfrutar en Familia”

Vol. I


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Prólogo El escrito armonioso con su humanidad, la magia filantrópica de la inspiración; creando experiencias a través del pensamiento creativo expresando su sentir en la palabra escrita dejando huellas, muestra de valores y símbolo de identidad. En este libro que son voces y huellas “Cuentos a la Venezolana”, la autora se sumerge con ímpetu en un rio cristalino de ensueños, donde el sutil lenguaje viaja por la vida, trepando las agujas del reloj, anunciando el diseño perfecto de la creatividad; son relatos que en tiempo y espacio reciben el calor y bendición de Dios donde sol y luna contrapuntean; aquí la narrativa se convierte en maestría, proyectando el sueño de la existencia desde la emoción mental y espiritual. Son historias que trascienden de la realidad al imaginario; arrastrando filosóficamente el follaje único de la excelsa creación. El lápiz y el papel se hacen cómplices, cual galantes y serenateros en un pentagrama perfecto, donde la tecnología es un portal al horizonte, momento de innovación de esfuerzo y tenacidad para llevar al lector el fruto de los sueños, cuya herencia y fortuna evoca historias “Cuentos a la Venezolana” un libro para obsequiar… Prof. Noris Ramos


Dedicatoria Cuentos a la Venezolana en su Volumen 1, es dedicado a todos los abuelos y abuelas venezolanos que tuvieron su tiempo para vivir y soñar, quienes son los artífices de las familias del aquí y del ahora. Merecen ser recordados por sus anécdotas y vivencias, sus experiencias los mantienen vivos en nuestros corazones. Basado en hechos reales, respetando la identidad de la persona, contados por sus propios familiares, convirtiendo cada situación en un hermoso cuento para disfrutar en familia. Grecia L. Torres A.


Agradecimientos Primeramente a Dios, creador de los cielos y la tierra quien me ha dado la imaginación para elaborar estos hermosos cuentos. A todos mis amigos y amigas Belkis, Zuraima, Noris, Mauricio, a mi esposo Angel y a Mi hijo Angel Augusto. A mis abuelos (Olga y Pedro), a mi papá Juan, a mi papá de crianza Luis, quienes me contaron muchas cosas y no podían quedar en el olvido, además de entrevistar a diferentes amigos y amigas que me confiaron anécdotas y vivencias de sus antepasados, que debían ser expresadas con respeto a través de un bello cuento que quedará plasmado para toda la vida.

A todos Muchas Gracias.

Grecia L. Torres A.


CUENTOS


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En el Mar, Cuento para Soñar...

En el mar dicen...que la vida es más sabrosa y… ¡Efectivamente lo es, aquí en Venezuela!. El sólo pensar en la extendida sabana de color azul cuando se une al cielo en el horizonte para cargar las nubes con gotitas de agua, ¡se me eriza la piel! Ver el sol desde la orilla asomarse poco a poco y bostezar


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fuertemente en la mañana, ¡es un espectáculo milagroso!, oír el susurro de la brisa marina cuando golpea mi cara con el olor del mar...es para soñar!

comer ostras con limón debajo de una palmera al ritmo del son que toquen, sean tambores, tamunangue o joropo lo único que importa es el gran zaperoco.

Su suave y cálida arena y sus imponentes palmeras de coco rallao, me trasladan sin mucho esfuerzo a ese mundo maravilloso que tenemos olvidao por esta triste pandemia.

Llegamos en la mañana alegres y bien vestíos, más blancos que leche ordeña, observamos el lugar, buscamos donde guarecernos, nos metemos en el agua y… ¿cuántas horas irán a pasar?, llega el medio día, el sol ardiente, más catire que nunca y todavía en el agua, con el estómago pegao al espinazo.

Una vez me contaron que existen las sirenas, que sus cantos embelesan a los navegantes, que viven en lo profundo del mar y que salen al exterior cuando se van de compras por el boulevard. Pero lo más rico de too es comer pescao con tostón y ensalada en el restaurant del muelle, mientras la brisa marina ventea sin parar y tu cabello se confunde con las arenas del mar. Las estrellas de noche brillan en el firmamento y en la mañana se dan un chapuzón para descansar, le cuentan sus historias a los pececitos de cómo suben y bajan sin cesar. De arriba son del viento y de abajo del agua, visten de lentejuelas de colores en la noche y de día con traje de buzo para camuflajear. En la esquina del pescao, un kiosco enmarañao, una señora gorda y prieta pregonando en alta voz - ¡empanadas de cazón, de merluza, de queso frito, de jamón con queso, refresco de papelón, con lima o con limón, vengan pa ´que las prueben, son las más ricas del malecón!. Más adelante un caminante con sombrero de palmera en pleno sol se presenta con un artículo de primera, “vuelve a la vida”, ¡señores!, un encurtido de pulpo, pescao, ostras, chipi chipi, cangrejo, camarones, calamares, zanahoria, cilantro y cebolla, que si usted se lo devora, las neuronas se despiertan con tanta fosforera, - eso dice el que lo vende. Pero lo mejor de todito,

Llega la tarde y como a las cuatros comienzan a gritar ¡que salgan de la playa, un tiburón anda cerca!, unos miran incrédulos, otros sienten el agua calientica y no se quieren salir. Pero lo más güeno de too, que a lo lejos un hombre ruso se entrompo con un pescao y no con cualquier pescao, es el más peligroso, venenoso y bien parao que se sopla como bomba y con puyas de los laos, fue una lucha cuerpo a cuerpo que ya estaban cansaos. De pronto, un baquiano è playa, pescador de profesión, que conoce el comportamiento de todo el mar en cuestión, montao en su lancha se me acercó un poco asustao y preguntándome casi a gritos: -

¿El Hombre sabe nada?

Con lo que Yo le respondí: -

Parece que no, ¡porque se está ahogando!

Y en efecto que se estaba ahogando, porque sus pies no llegaban hasta la arena del mar adentro y tenía un tobo en la mano donde pretendía meter al pescao inflao y embravecio, de pronto, el ruso cómo que reaccionó y se dio cuenta que estaba aventajao, milagrosamente el pescao siguió su camino y éste casi ahogao


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que estaba recién casao, no le quedó otra que recibir la ayuda del baquiano, que lo llevó hasta la orilla donde era hombre cansao, recibido por su esposa, casi viuda sino lo hubiesen salvao.

En Casa de Wenceslao

El que es blanco se pone rojo como un tomate y le duele hasta pa´ reírse, sabe que mañana el dolor será mayor, burbujas de aguas por todas partes por la misma quemazón y piensa ¿Quién me quita lo bailao?, al moreno ni coquito le hace y no se diga del prieto. ¡No hay duda que en el mar la vida es más sabrosa!, aunque el sol se oculte tarde quemándonos hasta la planta del pie, la luna no de calor, agua mala agarre la pata y el frio y la plaga no me deje dormir, no hay como el Mar Caribe de mi tierra, para parar de sufrir, sea en Morrocoy, Patanemo, Chichiriviche o Quizandal lo importante es disfrutar frente a las olas del mar.

Wenceslao es un viejo que le gustaba comer apurao, siempre andaba de prisa pa´meterse en cualquier lao. Tenía un bigotón bien largo, sombrero de pelo é guama y un barrigón empuntao, vestía de liqui liqui con los botones brotao, pero siempre estaba alegre con el dientero pelao. Una vez Wenceslao quería ir pa´ Caracas a arregla unos negocios, pero no conocía el camino. Habló con su vecino Ruperto que manejaba un Failan 500 y éste le dijo: - Wenceslao,


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Caracas no es ahí mismito, hay que echarle rueda! - y Wenceslao como viejo avispao le dijo;- más lejos queda en burro y sin embargo se llega.

- Vamos mañana – le dice Wenceslao a Ruperto – a penas la paraulata haga chiri chiri tamos montaos en ese carro, viajando chico pa´ Caracas a danos la gran vida, a recorré la ciudad y a llega a que la gente pa´ vendele el ganao, dispues nos dejamos vení un poquito apurao, no hay que decirle a la Filomena pa´ que sea una sorpresa.

La vieja de Wenceslao se llamaba Filomena, era barrigona y es dientá le gustaba el cambur negro y la cebolla mora, también los condimentos, las especies y las plantas medicinales, con esto curaba gripe, que estaban mal curá y en eso se entretenía en la comunidad, para no tener que oír al viejo too el día hablá, parece que le dolía la oreja cuando lo escuchaba gritar, es cómo que le fastidiaba, ¡eran tantos años ya!, y lo piquiñosa de la relación estaba cómo calmá, tenían cuatro hijos que habían volado ya, casados y con familia cada quien en su lugar. ¡A Filomena chica! ¿Dónde déjate la cajeta de chimó? Te la llévate pal campo, pa´ no perder la ocasión de comértelo soliiita, ¡Ah cosa seria muje cómo te gusta! Le grita Wenceslao. Filomena ni pendiente, a veces se hacía la sorda, otras veces se escapaba pa´ la siembra de cambur negro que tenía en el fondo del patio que daba con las gallinas y se entretenía hasta que Wesceslao se vestía con su liqui liqui y se iba pa´ la esquina a echar sus cuento de cuando era mozo y vivía en las cantinas. Al día siguiente Wenceslao fue pa´ casa de Ruperto pa´ precisa al hombre que lo llevara a Caracas: – Rupeeerto, por fin chico ¿me vas a llevar pa Caracas?, mirá que voy hacer unos negocios muy güeno con una gente que quiere compra ganao y eso es plata e´ mano. - Ah cosa chico!, le contesta Ruperto – pero… tu no me dijiste que era pa´ eso?, a nooo, así si vamos, la cosa es güena chico.

Ruperto no aguantó su lengua, fue pa´ casa é Filomena a conta toiiitico lo de Wenceslao, que quería ir pa´ Caracas. ¡A Filomena! – ¿qué te parece? Aquí entre nos, Wenceslao como que quiere ir pa´ Caracas y que hace negocio- le dice Ruperto a la Filomena, mientras ella le echa el mais a las gallinas y mantiene un cigarro prendio en la boca con el humo encendío. Y ésta le contesta - ¿Que te puedo decir, Ruperto?, Si el viejo quiere viajá, llévelo pa´ que conozca el mar y se eche su vueltica, así descanso yo, de tanta cocinadera y tanta planchadera, ¿Es que usted no ve como le quedan esos liqui liquis templaditos y blanquitos… que se vaya a ver que consigue, yo me quedo aquí atendiendo mi casa. Tempranito en la mañana, Wenceslao se ha levantao y en una maleta de cuero ha metio dos liqui liquis, un par de botas, dos franela blanca, dos sombreros pelo e´ guama, dos calzones, uno de corazones otro de muñequitos y su paño rojo. Filomena estaba dormiia no sabía que Wenceslao había determinao irse en ese instante pa´ Caracas. Llega Ruperto y estaciona el carro failan 500, le toca la puerta con el toque clave que conocen los dos, toc toc tac tac Wenceslao sale y le dice:


24 Ya esta listo too, mo nos!. Ruperto encendió la máquina y ajiló pa´ Caracas con Wenceslao siendo las 3 de la mañana, como es costumbre en el pueblo. Filomena en toavia estaba dormiia y desconocia por completo esta travesía de Wenceslao con Ruperto pa´ Caracas. Al cantar del gallo patuleco, Filomena se dispierta y se levanta pa´ hace el café de la mañana, ella está pensando que Wenceslao estaba en el campo galopando en su caballo para arria el ganao. El regreso acostumbrao del marido es como a la 7:30 de la mañana, que ella lo saca por la posición del sol, ya le tenía su par de ñemas fritas, sus dos arepas de mais pilao, su carotas bien refritas, con su queso raspao y sin faltarle por supuesto su jarro é café bien colao. Filomena se ha puesto su vestio vaporoso y floriao que al viejo Wenceslao lo deja siempre chiflao. Son las 8 y las 9 y hasta las 10 de la mañana, la vieja se desespera y sale pa´ casa de Ruperto, en eso le sale María la esposa de Ruperto que la miraba con descontento y le dice: - ¿Que querés Filomena, por que venis avisorá?-

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Filomena entonces recuerda la conversa con Ruperto y se da cuenta que se le había cumplido lo que ella tanto quiso, descansar un poco del marido, dormir hasta tarde y cocina pa´ ella no más. Filomena pasó el día cantando, le llevó comida a las gallinas, se montó a caballo pa arria el ganao y de pronto, se trasladó en su mente a los llanos venezolanos sintiéndose recia y poderosa cual Doña Bárbara, la de Rómulo Gallegos, se imaginaba con pantalones apretaos, camisa a cuadro y con un fuete en la mano pa´ castiga a Wenceslao cuando no le hiciera caso, entonces la Filomena se carcajeaba soliiita tan solo de pensarlo. Después de cumplir la faena llegó a la casa a cocina pa´ella no más e invitó a las muchachas de la cuadra que son contemporánea, pa jugar ajiley y 31, pasaron parte de la noche jugando, que hasta resolvieron irse a festíar, hizo su vida de soltera porque el viejo no estaba y era pa´descansa. Al llegar Wenceslao a Caracas con su vecino Ruperto van pasando por el litoral y desde lejos Wenceslao se queda mirando sorprendío de ve una sabana tan pela, no había ni una matica sembra, no se veía una vaquita por todo ese terrenal y le pregunta a Ruperto: - Mira Ruperto ¿Qué es esta vaina chico, porque esa sabana tan pela?

Filomena le pregunta – Donde esta Wenceslao?

Y éste le contesta asombrao:- ¿Qué sabana, Wenceslao?.

– A cosa chica…¿no te dijo?- le responde retrechera María,

–Aquella, ¡mira chico!, señalándole con el dedo.

-NO- le responde Filomena, en alta voz. - Ellos se jueron pa´ Caracas a las 3 de la mañana- le contesta María, un tanto asustada.

– A pues, Wenceslao!, de verdaita no conocéis el mar, ya te voy a acercar pa´ que lo conozcáis. Wenceslao muy sorprendido le contesta:- Así es la cosa mijo,


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¿Ese es el mar? Y yo que pensaba chico… que tanto terreno es éste? Que ni una matica tienen sembrá.

Wenceslao se despidió, más alegre que cunaguaro jartao y se fue pa´ que Ruperto a contarle lo bueno que había pasao y en el failan 500 se quita el Liqui liqui que estaba negro por dentro de tanta escupitina de chimó a parte de lo mariao que andaba por todo lo que tragó, suficiente pa celebrá el éxito que alcanzó.

Llegaron hasta la orilla del mar y Wenceslao sorprendío no lo podía creer, se quitó las botas, metió los pies en la arena, camino por la orilla, estaba muy emocionado, a los 65 años que tenía, primera vez que conocía el mar y le dijo a Ruperto: - Esto es mucha agua pa´mi Ruperto, me puedo hasta ahoga, pero de verdad te lo agradezco que me hayas acercado, y es muy bonito, esta arena suavecita y este olor a brisa marina lo llevaré en mis recuerdos… Continuaron su camino, llegaron a una oficina en Parque Central, lo invitaron a pasar, mientras Ruperto esperaba en el Carro, Wenceslao entraba en la oficina de lo más lujosa, con un piso blanco, muebles de terciopelo, aire acondicionado no se veía papelera ni nada que pareciera y mujeres bonitas por todos lados. Wenceslao preocupado porque se había metido una bola é chimó ante de entrar y no tenía pa´ escupir, se le da la reunión, comienza la negociación y mientras los empresarios hablaban de la compra del ganado, del traslado, de la matanza y la distribución, a Wenceslao se le llenaba la boca con todo lo del chimó, de pronto le preguntaron- ¿Qué le parecía la propuesta? – Y Wenceslao mariao, les acierta con la cabeza en señal de aprobación, de pronto los empresarios se descuidaron y miraron para otro lado y Wenceslao aprovecho de escupir dentro del pañuelo blanco que estaba en el bolsillo del Liqui liqui gris que cargaba bien planchao y de esa forma pudo decir con sus propias palabras que estaba de acuerdo con el negocio planteao. Como hombres de palabras, porque la palabra es un papel, tranzaron con un apretón de mano quedando de acuerdo en el precio y en toda la negociación.

Eran las tres de la tarde y había que buscar a donde dormir y descansados volver a arrancar pal´ pueblo, pero Wenceslao le dijo a Ruperto: - Mejor nos vamos y así llegamos temprano al pueblo, me hace falta mi muje y mi casa. Ruperto estuvo de acuerdo, porque no es fácil está en Caracas, y todavía estaba claro como pa´devolverse. En casa de Wenceslao la Filomena haciendo de las suyas, se fajo la barriga y se metió las dentaduras, se acomodó el cabello, se entaconó, se perfumó, se solto el moño como dicen en el pueblo, se pintó las uñas y la bemba colora y como a las 8 de la noche se fue con sus amigas pal botiquín de la esquina a baila raspa canilla. - Ah cosa la Filomena, mirá como se soltó el moño, el viejo Wenceslao no la va a conoce - decían los vecinos cuando la vieron pasar. Esa noche la Filomena apenas llegó al lugar, comenzó a bailar, naiden se le acercaba por respeto a Wenceslao, además de que sabían que era un hombre empistolao y no le temblaba el pulso de mandar a cualquiera pa´l otro lao. Las amigas de Filomena se sentaron a la mesa y después de media hora, Ermelinda tenía sueño, Amparo ya bostezaba,


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Lucrecia ya tenía las piernas hincha por lo entacona y Filomena estaba preocupa porque había dejado la casa sola. Así que las muchachas decidieron retirarse del lugar para irse acostar.

Al levantarse la Filomena se colocó la dentadura, se soltó el moño y cocino pa´ella no más. A las 7:30 de la mañana se devuelve Wenceslao que venía del campo de trabaja y cuando entra a la Casa ve una mujer bien pintaragia, con tacones, pelo suelto y el vestío floriao de la Filomena y éste le dice

De camino a sus casas, Ermelinda comentó: – Naiden nos miró, ni siquiera pa sacanos a baila

– Buenos días Moza, que Bonita se ve! De donde es usted?

– Y quién nos iba a mirá? Pregunta Lucrecia,

Se le voltea la Filomena y le dice a Wenceslao

- Si ya somos una viejas – repica Amparo cuajá de la risa

- ¿Ahora usted no me conoce Wenceslao? –

y Filomena contesta – Pero pa´diveltirnos no hay edad. Lo que ellas no sabían era que Wenceslao antes de irse pa´ Caracas tenía el pueblo amenazao, de que el que se acercará a la Filomena o alguna de sus amigas era hombre muerto, así que los celestinos, atrevios y sinvergüenzas estaban avisaos y ni de broma se acercaban. Filomena nuevamente invita a las muchachas a su casa para seguir la parranda, pero las mujeres estaban todas cansa no tenían juerza ni pa una empanada, así que se despidieron para irse acostar. Filomena estaba durmiendo cuando llegó Wenceslao sin avisá, el cual se montó en su caballo porque era de madruga, bien temprano todavía pa´ arria el ganao, en eso se recordó que de regreso a Caracas había pasao por el Arco de Triunfo de Carabobo y como buen patriota al galope, sintió en su Corazón la furia de los héroes Bolívar, Páez, Negro Primero, quienes el 24 de Junio de 1821 libraron a Venezuela del yugo español, este pensamiento hacía enorgullecer en Wenceslao el ser venezolano.

y éste responde - A broma la Filomena, que bonita se ve. ¡Ah mundo! tenía que echarme este viaje pa conoce mi mujé lo linda que es, - Perdóneme Filomena lo mal que me he portado con usted, por ser tan rustico y sin detalles, pero espérese un momento, le traje un regalo pa usted que espero que le guste. Saco un vestido bien bonito, se lo dio a la Filomena, al verlo ésta se le olvido que comenzaba la pelea y le estampo un beso al Wenceslao marcándole la bemba, desde ese momento la cosa se puso güena…


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Para que no le falte Nada!

31 primera vez se casó por poder, siendo su papá quien representaba a su esposo, puesto que el mismo trabajaba en los campos petroleros y era casi imposible poder estar presente en su propio matrimonio. Ella fue criada como una señorita de sociedad, es decir como la “nata sobre la leche” sabía tejer, bordar, coser a máquina y en oportunidades trabajó como maestra y tocaba muy bien la guitarra, era muy virtuosa. En este primer matrimonio tuvo 2 hijos. Años después se divorció de su primer esposo porque la había abandonado, este divorcio lo realizó por poder al igual como se casó y después de vivir un tiempo en los campos petroleros se vino a Yaracuy a casa de un tío materno en San Felipe a comenzar una nueva vida. Su segundo matrimonio lo hace con Alberto, maestro de obra y albañil de profesión con el que tiene 6 hijos. Dieciocho años después, se separa de su segundo esposo sin divorciarse, porque a él le gustaba ir todos los fines de semana con sus amigos a parrandear y ser el alma de las fiestas y a ella no le gustaba ese comportamiento.

Lucinda es una abuela de baja estatura, con cabellos blancos, ojos verdes, piel blanca y cuando joven tenía un cierto parecido con Libertad Lamarque, la artista argentino-mexicana más hermosa de sus tiempos. Era una mujer trabajadora, se había casados dos veces, la

Un día como en el año 1996, la Abuela Lucinda estaba observando la televisión, es decir viendo un programa científico donde explicaban como era el proceso de fecundación de los bebes y de pronto al ver esta explicación se levanta sorprendida de su mecedora de madera donde siempre se sentaba a disfrutar de la programación diciendo: -Alberto me mintió, siempre lo hizo.


32 La nieta le dice:

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El Espanto

- ¡Abuela! – un tanto sorprendida, - deja al abuelo Alberto tranquilo, ¿en qué te mintió? si ya tienes más de 18 años que no vives con él. Ella responde con cierta cara de asombro - Él me decía: Lucinda hoy hay que hacerle la cabecita al bebé, mañana el cuerpecito, pasado los pies y las manos para que el niño no nos vaya a salir un fenómeno. Y yo, para que mis bebes fueran normales, tenía que trabajar todos los días hasta que ya no le faltara más nada que hacerles, sólo esperar que los niños nacieran como lo habíamos planificado. ¡¿Y mira estos científicos?! están explicando algo acerca de un ovulo y de un espermatozoide que se unen una sola vez y que a partir de esa unión el bebé viene completo como Dios quiere, que te parece? La Nieta se quedó sin palabras y de inmediato le dio una crisis de risa que no podía parar, pensando en las travesuras del abuelo, por una parte y por la otra, la cara de asombro de la abuela que a sus 74 años ella estaba descubriendo la verdad de los embarazos. Esto no significaba que eran incultos, sino que la ciencia no estaba tan adelantada como hoy día y por supuesto para el abuelo Alberto este desconocimiento era una gran ventaja.

El Abuelo Feliciano era un hombre alto, blanco, cabello negro, liso y grueso como indio, le gustaba mucho cantar y era apasionado de la lectura, compraba periódicos todos los días y se dedicaba a leerlos, llevaba botas de cuero frazanis las del Venadito y le gustaba reunirse con sus amigos a cantar pues, tenía una hermosa voz, su canción favorita era el Bolero … Rosario… eres la luz del mundo..., que se inspiraba para cantarla y lo realizaba al son de una guitarra tocada por Felipe, un amigo que nunca faltaba en las reuniones. Toda su vida había trabajado como taxista, ese fue el oficio


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que su padre le enseñó y se sentía orgulloso de hacerlo, aunque era muy inteligente no pudo estudiar, porque era una obligación como hermano mayor ayudar a sus hermanos menores a que fueran a la universidad, sin embargo, le hubiese gustado hacerlo.

por la casa de la joven, se detiene en su puerta, toca el timbre y al rato le responde una señora como de 60 años de edad que le pregunta amablemente - ¿Qué desea? - con lo que el abuelo Feliciano le cuenta, que el día anterior había traído a una linda muchacha a esta casa y que ella, le había pedido que esperara para irle a buscar el pago. La señora lo hace pasar hasta la sala de su hermosa casa y le dice que de inmediato le va a cancelar el servicio prestado a la joven el día anterior.

Cuando joven había tenido un accidente en moto y es por eso, que tenía un andar diferente al caminar, nunca se preocupó por esos detalles, porque no era muy amigo de los médicos. Un día en el año 1992, fue a trabajar como siempre en su LTD Azul, un vehículo grande en el que podía llevar a toda la familia y con el que trabajaba de taxista y cuenta que, casi a mediodía, cuando iba de regreso a casa a llevar el almuerzo por el que había trabajado toda la mañana, lo detuvo una joven de buen aspecto y educada que vestía minifalda roja y una blusa blanca vaporosa, la cual le solicitó que la llevará a la entrada de Barquisimeto a una urbanización donde habían casas muy hermosas, él por supuesto la llevó al sitio que ella le solicitaba, en el traslado iba hablando con ella, contándole cosas de la vida, mientras la joven respondía poco a la conversación, pero a él no le importaba, pues le encantaba hablar con sus clientes, al llegar, el abuelo Feliciano se detuvo frente a una casa blanca enorme con un bello jardín y de inmediato la joven le comentó que no cargaba dinero suficiente para cancelarle el servicio y que, si por favor la esperaba, ella lo iba a buscar. El abuelo Feliciano confiando en la palabra de la dama acepto esperarla. De pronto habían pasado más de 20 minutos y la señorita en cuestión no aparecía, por lo que decidió irse a su casa y pasar después, pensando que seguramente a la joven se le había presentado un inconveniente por lo que no le había cancelado. Al día siguiente, el abuelo Feliciano decide nuevamente pasar

El abuelo Feliciano le pregunta - ¿qué es la joven de usted? y la señora responde muy nerviosa: - Es mi hija -. De pronto el abuelo Feliciano se deja cautivar por muchas fotos de familia que se encontraban sobre una mesa de vidrio y ve a la joven, comentándole a la Señora que es la misma persona que la tarde anterior había traído hasta esta casa. La Señora un poco sorprendida y algo pensativa le cuenta al abuelo Feliciano que la joven que él había traído el día anterior, tenía 2 años de muerta y que no era la primera vez que sucedía esto con los taxistas. Esta noticia impresionó sobre manera al abuelo Feliciano, que se asustó mucho, se puso pálido y nervioso, no emitió una sola palabras más y se retiró de la casa asegurándose no volver a pasar por ese lugar.


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El Penao de la Celda 16

de trabajar como mercenarios a las órdenes del gobierno y de esa manera demostrar que no estaban en contra del régimen, por lo que el Abuelo Juanucho decide entregarse al Gobierno Español en calidad de mercenario debido a la habilidad de ser Francotirador. Es el caso que el Abuelo Juanucho por llegar tarde a una de las prácticas y misiones, lo mandan a arrestar y él cuenta que lo amarraron por las manos con los brazos extendidos hacía arriba y que estaba muy incómodo con la posición, así que decidido a no aburrirse, por lo que comienza a cantar una hermosa canción gallega que se había aprendido en los meses en que sólo andaba emparrandado por las tascas y bares de Galicia, su voz era muy melodiosa, su canción recordaba los paisajes de la hermosa Ciudad Gallega. El Abuelo Juanucho había procurado aprender a cantar como un buen gitano, con una voz de lamento y quebrada. Al instante el Capitán que comandaba la cárcel, sorprendido de oír aquella melodía que le recordaba su infancia, su familia, sus amigos, sus amores, pregunta: -¿Sabéis quien canta?- Dirigiéndose al guardia que esta de turno, y éste le responde:

En el año 1954 aproximadamente, el Abuelo Juanucho era un joven de veintiún años, que había tenido la oportunidad de salir de Venezuela a recorrer el mundo con la herencia paterna que su madre en vida había repartido a todos sus hijos, y él en busca de nuevos horizontes y emociones decide ir a España. En ese tiempo, ese país estaba bajo el mandato de Francisco Franco una dictadura bastante férrea. A los extranjeros, que llegaban a España para ese entonces, les ofrecían la oportunidad

- El Penao de la celda 16 que ha llegao tarde- el Capitán dice: Traédmelo de inmediato. De pronto, -cuenta el abuelo Juanucho-, los guardias subieron a la celda le soltaron los brazos que al momento cayeron debido al peso sostenido por más de 24 horas, lo bañaron con agua muy fría, le dieron ropas limpias y los llevaron ante el Capitán, el cual, al verlo le pidió que volviera a cantar aquella misma canción, que le había traído los más bello recuerdos. El Abuelo Juanucho volvió a hacerlo y el Capitán en su emoción


38 no pudo aguantar una lagrima que indeteniblemente bajaba por su mejilla, lo abrazo, en muestra de agradecimiento por haberle recordado sus orígenes y a partir de ese instante lo dejó en libertad, pero con la condición de que todas las noches salieran a cantar juntos. De ésta manera el Abuelo tuvo la oportunidad de librarse de esa terrible situación, que sin duda alguna, hubiese sido una etapa muy dura en su vida, pero gracias a su ingenio y su vocación para el canto logro cambiar su destino.

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La Leyenda Salvaje

La Abuela Cristina era una hermosa mujer rubia, sus ojos azules como el mar a pleno mediodía, blanca, ella era una mezcla de alemana con aborigen, una mujer que tenía sus encantos, luchadora, ¡eso sí! como las buenas, no le gustaban los oficios del hogar pero le encantaba ir a un buen restaurant a degustar lo mejor del menú. La Abuela Cristina era toda una leyenda en las montañas de Sorte en Yaracuy, para ella era un ritual siempre ir a visitar, pues era costumbre en sus tiempos pasar el fin de semana en aquellos parajes de aguas cristalinas, de vegetación exuberante, rodeada de fauna silvestre junto a su familia.


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Un día la Abuela Cristina estando en plena montaña, sintió que la miraban profundamente y con pasos sigilosos sentía que se acercaban a ella, se colocó en alerta máxima, de pronto, giró rápidamente y vio que era un tigre cunaguaro que venía al acecho. La abuela con la sangre aborigen corriendo por sus venas, al tener el animal de frente, realizó movimientos rápidos, introduciendo la mano en la boca del animal, llegándole hasta la cola y en un santiamén pudo voltear al tigre con tanta precisión que los espectadores quedaron boquiabierto y sorprendidos de ver tamaña hazaña a lo cual no pudieron pronunciar ni media palabra y de esta forma la Abuela Cristina se convirtió en una leyenda salvaje que hasta la fecha nadie ha podido superarla.

Abuela Chiquita

Nos Cuenta la Abuela Celia que por las Sierras de Aroa, vivía una hermosa niña, de estatura muy baja, cabello rubio, ojos azules como el cielo y blanca como la nieve, hija de españoles que llegaron y se instalaron por esos lugares desde tiempo de la colonia. La niña se dedicaba a los quehaceres del hogar, sabía tejer y bordar, le encantaban las flores y de tarde iba de paseo por el


42 espacioso jardín de la casa grande donde vivía. Un día la niña se levantó muy temprano a llevar el sol de la mañana como siempre, mientras sus padres desayunaban y de pronto en un abrir y cerrar de ojos la niña, luz de la casa desapareció. Sus padres afanosamente la buscaron por el jardín, dentro de la casa, preguntaron a sus vecinos más allegados y no dieron con el paradero de la niña. Fue una hora cruel para aquella familia donde sintieron en su corazón el dolor de la pérdida. Don Eutimio fue al pueblo en busca de la colaboración de la Autoridad Civil para comenzar la búsqueda de su pequeña hija, y de inmediato comenzaron a buscar entre las haciendas, ríos, quebradas, sin poder dar con el paradero. Muchos en el pueblo comentaron que seguramente la niña se había escapado con su novio, el cual no tenía, porque apenas contaba con 12 años y no estaba en edad de casorio, o que había sido secuestrada estando ella de acuerdo, o que simplemente se la había tragado la tierra. Pasaron muchos años desde la desaparición de la niña, su madre sufrió mucho esa pérdida y su padre estaba amargado de tanto dolor y desespero, hasta que un día en el mercado del pueblo alguien comento al pulpero Don Gerardo, que habían visto a la niña en una finca, allá a lo lejos en la montaña más alta de Aroa con el Negro Colmenarez un hombre de casi 2 metros de altura, que siempre andaba armado con escopeta y un machete a la cintura, mujeriego y parrandero, y que a la niña la había hecho su mujer. Cuenta este viajero que anduvo por esos lugares de la sierra, que la niña ya tenía 3 hijos del Negro y que cada vez que la preñaba la maltrataba, la dejaba sola y ella tenía que sembrar y trabajar la tierra, también contó, que a la niña en una oportunidad, se le presentó la hora de parir en medio de la montaña y que no tuvo miedo de lanzarse sobre la sombra de un árbol de apamate

43 que estaba floreado y con mucho dolor dio a luz a un bebé y así mismo en medio de la nada lo tomo entre sus brazos le hecho la bendición, le besó la frente y se levantó para ir a limpiarse la sangre que corría entre sus piernas. Cuando el Negro volvió a los tres días y vio que la niña había parido, otra vez a la fuerza la hacía su mujer, dejándola nuevamente preñada y de esta manera la historia se repetía hasta que la niña pario 8 hijos del Negro Colmenarez. Los Padres de la niña supieron del paradero de su hija, pero no encontraron forma de buscarla por lo lejos y peligroso que era el lugar, así que más nunca pudieron verla. Un día el Negro Colmenarez bajó al pueblo y comenzó a beber y beber licor, de pronto, se prendió una pelea y él para dársela de guapo comenzó a lanzar pescozones, uno de los que estaban peleando agarro y lo macheteo quedando el negro largo a largo en el piso. De esta manera el sufrimiento de la niña que medía un metro veinte de alto, que había sido secuestrada por éste negro fue cobrado con su propia vida. Lo hermoso de esta historia es que la niña amo sobre manera a sus hijos y que a pesar de que fueron productos de violaciones tras violaciones, ella sabía que sus criaturitas no tenían la culpa de tanto dolor, así que sola decidió dar la vida por ellos para no dejarlos morir de hambre y que crecieran buenos y sanos. Transmitió sus conocimientos en cuanto al tejido y bordado a sus hijas y enseño a sembrar a sus hijos varones, los ayudó a ser hombre y mujeres de bien. La niña después fue llamada por sus nietos la Abuela Chiquita. Mucho tiempo después la Abuela Chiquita en medio de esa tragedia que vivía, se enteró que el Negro Colmenarez antes


44 de llevársela la vigilaba todas las mañanas, hasta que vio la oportunidad de robársela y que había hecho eso en venganza por todo el dolor que sufrió su madre cuando era esclava de manos de los españoles quienes la torturaban y violaban tratándola como un animal.

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Métele Candela al Rancho

La Abuela Chiquita fue una mujer, valiente y fuerte, pagó por algo que ella obviamente no tuvo la culpa, sin embargo, ella a pesar de ese sufrimiento fue una tierna y cariñosa mujer.

En un pueblo de Yaracuy cuyo nombre significa “Lugar de la Bora”, Boraure, vivía una sensual y hermosa india descendiente de los Guayones de cabellos largos, ojos saltones y de piel color canela. Ella era libre como el viento, disfrutaba de ríos, quebradas y montañas. Siempre inquieta e indomable no había nada, ni nadie quien tuviera la fuerza para detenerla. Cuenta la Abuela Gumersinda que en el pueblo había un Jefe Civil, un hombre que no le tenía miedo a nada, decidido y aguerrido. Era blanco, alto,


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de ojos azules, catire, como le dicen a los rubios en el pueblo, descendiente de una familia que venía de los Andes, que a su vez descendían de una casta alemana.

La India comenzó a vigilar a Don Bernardo sin que él se diera cuenta, hasta que se quedaba dormido, observaba de cómo dormía y que movimientos hacía Don Bernardo durante la siesta, vigilaba hasta su forma de respirar. Así lo hizo por un buen tiempo.

Un día la India desapareció y nadie sabía dónde estaba, la familia fue en su búsqueda y no lograban encontrarla. Hasta que una vez en el pueblo se enteraron quien la tenía y nadie decía nada por miedo a la retaliaciones que pudieran sufrir, si soltaban la lengua. El caso es que la india había sido secuestrada y la tenían encerrada en un rancho a lo lejos del pueblo para que no pudieran encontrarla. Muchas personas sabían quién la tenía, pero nadie era capaz de hacer algo, puesto que las manos negras en este delito eran del mismo Jefe Civil, que se había enamorado perdidamente de ella, así que no les quedo otra cosa que callarse la boca. Poco tiempo después al parecer, la India se enamoró de su secuestrador porque se mostraba comprensiva y benevolente, eso pensaron todos en el pueblo, puesto que le parió una hermosa niña. Un día Don Bernardo viendo los cambios en la india que se tornaba más cariñosa, amable y amorosa comenzó a tener cada día un poco de más confianza en ella. Iba con más frecuencia a visitarla y ver de su hija, le llevaba provisiones, le daba dinero y él notaba según su percepción que parecía que en verdad, ella estaba como enamorada, así que decidió comenzar a quedarse en la casa y mando a guidar un chinchorro en el rancho para hacer sus siestas todas las tardes mientras la visitaba. Así pasaron muchos meses y cada día la confianza crecía más y más entre la pareja.

Un día como todos los días, Don Bernardo volvió y en efecto fue a hacer la siesta, la India como todos los días comenzó a observar sus movimientos y cuando estuvo segura de que estaba profundamente dormido coció el chinchorro dejando a Don Bernardo atrapado y echo kerosene por todos lados como loca, envolvió a su hija entre sabanas para llevarla consigo y prendió fuego, salió corriendo por todo aquello y en un momento el rancho se encendió en llamas. Don Bernardo aún estaba dormido y de repente despertó desesperado por el humo y el ruido que hacían los palos al crujir por el fuego, rápidamente buscó su navaja rasgando el chinchorro y de una vez agarrando su escopeta que la tenía a un lado, comenzó a dispararle a la india hasta que no la vio más y desde ese momento se separaron.


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La Tía Pérdida

49 quedará intensamente enamorada al punto de tomar la decisión de huir con él, por eso hay un dicho en estas zonas que la mujer cuando se enamora no le importa darle una patada a la madre, al padre e irse con el hombre. El asunto, cuenta la abuela, es que ella se fue a vivir a una finca con el enamorado y desde ese momento en adelante no volvió a ver más a su familia. El padre se enteró de su paradero, pero su madre no quería ir a buscarla, esperando que ella recapacitara y viniera a su encuentro, según cuentan, que su Mamá Doña Matilde vivía orando, bendiciéndola y llorando esperanzada en volverla a tener entre sus brazos y así pasaron muchos años y más nunca volvió a saber de aquella hija. Doña Matilde falleció pronunciado el nombre de su hija. Por su parte, la hija perdida siempre tuvo miedo de volver, pues no tenía la valentía de enfrentar y recibir de parte de su familia el rechazo, la crítica y hasta la burla de haberse ido con aquel de quien se enamoró.

Hace muchos años…, comienza contando la Abuela Eloisa, ella tenía una hermana muy linda que se enamoró de un español recién llegado a Salom, era un muchacho de buen parecer y cariñoso, lo que fue motivo suficiente para que su hermana

Un día la nieta mayor de Doña Matilde va saliendo de la casa camino al Liceo y de pronto queda sin habla, cuando ve a una mujer idéntica a su abuela, pensando que era un espanto que tenía parado frente a la reja de salida a la calle, de pronto, logró esbozar un grito de llamado a su mamá, quien estaba en los quehaceres del hogar, ésta sale despavorida al encuentro con su hija y de inmediato se da cuenta lo que estaba pasando. La mujer también asustada las tranquiliza diciéndoles quién es ella y de inmediato entran en calma, al punto de que la nieta de doña Matilde le dice: ¿Y hasta ahora es que te presentas? Mi abuela sufrió mucho tu partida y siempre esperaba algún día verte. ¿Y ahora porque te


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apareces y nos das este susto? – Ella les responde que su esposo ha fallecido y que para poder tener derecho sobre los bienes de él, necesita su documentación, pues, en tantos años no ha tenido ni partida de nacimiento y menos cédula de identidad.

El Roba Gallinas

En todos los pueblos de Venezuela siempre había uno de la comunidad que se robaba las gallinas, por lo general, no lo descubrían, pero cuando lo hacían de seguro pagaba por todos sus antecesores.


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El robo de gallinas no tenía perdón, fuera quien fuera, porque este espécimen siempre ha sido parte de la dieta diaria del venezolano, más aún en tiempo de nuestros abuelos.

bien y sin regaños, en eso la mamá de Eulogio una Señora de aspecto sencillo y un poco asustada, le pregunta: -Don Julian, ¿Dónde está Eulogio?, Con lo que el Prefecto le responde: - Ese sinvergüenza, está preso en Guama. - ¿Cómo que está preso en Guama? Responde la Señora y éste le contesta: - Por robar Gallinas ¿Y es que usted no lo sabía?, la Señora le pregunta muy nerviosa nuevamente: Pero…¿Y porque en Guama, si él vive aquí?, y Don Julián le dice: Porque aquí no tengo espacio.- ¿Y cómo llegó allá? Pregunto la Señora, - Con los pies, porque yo mismo lo mandé – le responde el prefecto.

Cuenta la Abuela Susana, que un día en su pueblo, se formó una sampablera, un grupo de personas llegaron hasta la Prefectura a llevar al criminal que años tras años venía azotando al pueblo con el robo de sus gallinas y el Prefecto para que no fueran a linchar al delincuente, calmo los ánimos de los presentes aceptando la denuncia y encerrando al susodicho, de esta manera, las personas se fueron poco a poco hasta que nadie quedó en el lugar para formar un alboroto. El Prefecto conocía bien a la familia del interfecto Eulogio, puesto era hermano de una de las florecitas que él tenía en el pueblo y para no tener que dar explicación a la familia decidió hablar con él y pedirle un favor, le dijo: - Eulogio vaya a Guama y lleve esta carta al Comandante de la Policía. El hombre sorprendido le pregunta: - ¿Y no me va a meter preso, Don Julian? Y éste le responde con cierta picardía: Nooo, de ninguna manera Eulogio, yo no lo voy a meter preso, lo que si le digo es que pórtese bien, deje de cometer ese delito, no se robe las gallinas, tenga juicio y fundamento, evíteme problemas en el pueblo, así que vaya, lleve ese recao al Comandante de la Policía y después se viene ligero. Eulogio le responde: Esta bien Patrón, me voy a pie y apurao así llego ligero pa` está aquí como a la 6 de la tarde. Eulogio emprende la caminata desde Boraure hacía Guama para hacerle el mandao al hombre. Pasaron tres días desde que Eulogío salió para Guama y la mamá preocupada porque no daba señales de vida se acercó a la prefectura acompañada de la hija mayor, quién le pelaba el diente al prefecto para que éste tuviera compasión de atenderlas

La cuestión es que Eulogio no sabía leer, ni escribir y al llegar a Guama, le entrega la nota firmada y sellada por el Prefecto al Comandante que decía: “MÉTANME PRESO A ESTE SINVERGÜENZA UN MES, POR ROBAR GALLINAS, SE NOS HA CONVERTIDO EN UN AZOTE DE BARRIO”. El Comandante rápidamente y sin tocar tablita mando a los policías a agarrar al sinvergüenza, le mandó a dar una paliza y lo metió en el calabozo hasta que cumpliera con el tiempo establecido por el prefecto, de esta manera no se volvió a perder una gallina más, debido a que el ladrón de gallinas había sido atrapado por el pueblo y puesto a las órdenes de la Autoridad Civil.


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¡Que Vuelvan Las Pulperías!

es decir, desde una aguja hasta un elefante si era preciso, se consideraban los Abastos de la época. En las pulperías se reunían los paisanos, donde podían tomar y compartir unas copitas de licor, comprar cigarros, pan, queso y muchas cosas más, además de enterarse de los chismes y acontecimientos pueblerinos, también improvisaban cantos y contrapunteos acompañados de guitarra, cuatro o bandolina, juegos de naipes, dominó, entre otros, para disfrutar del tiempo y descansar de la jornada de trabajo. A través del licor podían ahogar sus penas, conversando acerca de política, religión, de las mujeres y demás temas. Si uno como niño o niña lo mandaban a escuchar para conocer la vida y obra de cualquiera en el pueblo, se iba a la pulpería y disimuladamente oía los cuentos de los viejos, con mucho cuidado para que no se dieran cuenta de que andabas en eso, porque si se daban cuenta, te metías en un problema al punto de crear un gran alboroto que te podían sacar por una oreja y no dejarte entrar más.

La Abuela Mercedes cuenta que en Venezuela, al igual que en otros países de Latinoamérica existían las Pulperías y quienes las atendían se les llamaban pulperos, las cuales se conocieron hasta mediados del siglo XX.

Estas pulperías aplicaban técnicas de mercadeo para impulsar los productos que allí se expendían y es por lo que cuando se realizaba una compra de 1 Bolívar en adelante, el pulpero colocaba un granito de caraota o cualquier otro grano en un taturo (vasija hecha de tapara que servía para beber o lo utilizaban para almacenar los granos de los premios), cada taturo era identificado con el nombre del cliente, después contaba los granito y dependiendo de la cantidad de granos que representaban las compras que había hecho algún cliente en el transcurso del día o quizás de una semana se le daba un caramelo, un pan o una chupeta de obsequio.

Eran sitios donde se vendía de todo, ropa, zapatos, herramientas, alimentos, remedios, telas, kerosene, velas, objetos para el hogar,

En estas pulperías se podían hacer compras tales como: 1 real de queso (0,50 Bs.), real y medio de Caraota (0,75 Bs.), medio de


56 arroz (0,25 Bs.), una locha de café (0,125 Bs.), y un Bolívar de kerosene para prender el fogón.

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El Gallo Calimero y La Jarra Roja

La Abuela Mercedes comenta que tú podías comprar lo que quisieras en las pulperías y la cantidad que necesitaras, no era obligatorio llevar cierta cantidad para que te pudieran vender, y decía además, que cómo hacen falta estas pulperías en estos tiempos de pandemia, debido a que eran negocios que estaban en los pueblos y las personas no tenían necesidad de movilizarse para otros lugares a comprar, lo cual facilitaría la erradicación de la enfermedad.

El tío Abuelo Guillermo, era un hombre que siempre tenía buen humor, difícil verlo bravo o molesto y cuando algo le pasaba siempre tenía una buena actitud para todo. Le gustaba emprender negocios y en una oportunidad junto a su cuñado el Abuelo Don Pedro tuvieron una funeraria en la que trabajaban todos los días.


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A esta funeraria iban muchas personas a buscar precios o a solicitar el servicio que ellos prestaban y muchos se asustaban pues, a la hora del mediodía o antes del almuerzo, el tío Abuelo Guillermo y su Cuñado el Abuelo Don Pedro se acostaban dentro de las urnas a descansar de la faena y parecían que estaban muertos, muchos salían corriendo del susto cuando alguno de los dos se levantaba a atenderlos.

Los gritos eran despavoridos de pequeños y grandes, si lograba darte un picotazo te podía sacar sangre, ya no tenían manera de hacer que el Gallo cambiara de opinión, cada día era peor y mientras más viejo se ponía más molesto estaba.

El tío Abuelo Guillermo se caracterizaba por su jocosidad, era normal en él hacer bromas y chistes para hacer reír a las personas. La funeraria era su trabajo habitual que junto con el Abuelo Don Pedro realizaban como un trabajo comunitario, dándoles los mejores precios a sus clientes y el mejor trato y así la satisfacción estaba garantizada. Cuenta el Tío Abuelo Guillermo, que una vez le dieron un hermoso pollito de raza como parte de pago por el servicio prestado y le colocó por nombre Calimero, el cual él quería mucho, lo alimentaba, le daba cariño y estaba pendiente de darle buen trato. El animalito fue creciendo y su color era blanco perla, tenía unas plumas hermosas que cuando le pegaba la luz del sol se volvían tornasol, una cresta grande y roja, unas grandes patas, era gordo y presumido, además de ser el único gallo para todas las gallinas del corral. Una vez por cuenta propia, el Gallo Calimero comenzó a picotear a todo aquel que iba al patio a hacer cualquier actividad, bien sea a lavar, guindar la ropa o buscar alguna cosa y el gallo perseguía a cualquier persona que se atreviera a pisar por su territorio.

Una vez era tanto el cansancio de parte de la familia, que estaban pensando en hacerlo sancocho, pero el Tío Abuelo Guillermo le tenía ley al Gallo, así que de la nada salió la respuesta. En un santiamén el Tío Abuelo Guillermo iba hacía el patio a buscar huevos de las gallinas y de pronto el gallo salió a su encuentro cual vaquero a enfrentar al enemigo, el tío no encontraba que hacer, miraba para todos lado como buscando escapar del ataque del gallo, así que en un momento de desesperación agarró una jarra roja que estaba sobre la mesa de salida al patio y comenzó a perseguir al gallo por todas partes, no lo podía creer había encontrado un objeto al cual el gallo le tenía miedo y desde ese momento la jarra roja se convirtió en el arma mortal para combatir el carácter agresivo del animal, de esta manera la familia descanso de sus ataque y ahora en adelante el Gallo nunca más volvió con sus ataques y rabietas, eso sí era obligatorio ir al patio con la jarra roja de lo contrario el gallo no tendría piedad.


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No se metan con Mi Compadre

61 El pavo fue creciendo y convirtiéndose en un lindo ejemplar y los niños a igual que los jóvenes de la casa lo trataban con cariño y respeto, le abrían la puerta de la cocina para que entrara, pues al pavo le era permitido ir a la sala y sentarse a ver televisión junto al grupo familiar, además de compartir con él cotufas, dulces, tortas mientras disfrutaban de las comiquitas y dibujos animados. Los niños jugaban con él y el pavo parecía que entendía todos los juegos que hacían, estaba ya casi aprendiendo a saltar la cuerda y a jugar el escondido. Era una fascinación para los niños el compartir con el animal, pues era considerado uno más de la pandilla.

En casa de Doña Belinda habían traído a principios del año 1982, un pichón de pavo, con el fin de que para Diciembre fuera el plato principal de la cena de noche buena de ese año. El asunto, es que al pavo lo comenzaron a alimentar con lo mejor del menú de casa de Doña Belinda, las mejores comidas se la daban a él, puesto que la familia quería vigilar todo lo que el pavo ingiriera, no iban a comerse un pavo que se hubiese alimentado de basura y es por lo que la primera comida servida era para el animal.

Así pasaron los meses y el pavo cada día se fortalecía más y más hasta que faltando poco tiempo para que llegara la navidad, Manuelito uno de los niños de la familia comenzó a llorar contándole entre dientes a su hermano mayor Jorge que tenía 22 años: - Ya se acerca Diciembre y mi abuelita dice que para noche buena Claudio va estar bien preparado y puesto a la mesa para que todos los disfrutemos…y eso no me gusta me da mucho miedo y sentimiento-. Con lo que el hermano mayor le pregunta: ¿Muchacho y quien es Claudio? ¿De quién estás hablando?Manuelito responde con los ojitos llenitos de lágrimas: - Del pavo, así se llama, ese fue el nombre que entre mis amiguitos y yo le colocamos. Jorge, al oírlo, trago grueso al pensar que efectivamente al pavo le quedaba poco tiempo de vida y que pronto iba a ser parte de la cena de navidad, él no lo había pensado de esa manera, pero sí, efectivamente no era broma, la Abuela Belinda había que detenerla, pues ella, no tendría piedad en descuartizar al pobre animal que ya contaba con todo el cariño y consideración tanto de niños como de grande, y Jorge en ese preciso momento había descubierto que existía en él un sentimiento sincero por el animal, es decir también lo quería mucho.


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Un día antes de noche buena, la algarabía no se hizo esperar en casa de Doña Belinda, hijos, nietos y amigos más allegados colaboraban haciendo las hallacas, el pan de jamón y demás. El tío Andrés que venía de Barquisimeto todos los años, a él lo habían comisionado para la compra de todo el relleno que llevaría el pavo, cuando llego comentó:

escondía, pero Manuelito se le había adelantado, porque después de esconderlo en su cuarto, con la ayuda de los muchachos de la cuadra, lo había sacado para la calle y estaban todos sentados en la acera frente a la casa. Jorge los vio e inmediatamente se unió a los niños.

- Buenas tardes Familia, Dios los Bendiga, aquí les traje todos los ingredientes para el pavo, papas y zanahorias para el guiso y los vegetales verdes, pimentón y ajíes, cilantro y ajo porro, también las aceitunas, alcaparras y bastante cebolla para que las gratinen antes de colocar el relleno y también traje el hilo para cocerlo no podía faltar!. Manuelito, al oír senda atrocidad, sale en busca del pavo donde quiera que estuviera y al encontrarlo se lo llevó a su cuarto y lo escondió entre sabanas, después fue en busca de sus amigos de la cuadra para contarles lo sucedido y José, Juan y Pedro comienzan a pensar en una posible solución para salvarle la vida a Claudio. En casa de Doña Belinda estaban todos ignorando lo que Manuelito y los niños de la cuadra estaban planeando en favor de evitar el asesinato de Claudio, sí el ¡asesinato!, porque para una criatura cómo ésta era un crimen lo que pretendían hacer. En eso la Abuelita Belinda que tenía unas ganas locas de comerse el pavo, que por tantos meses había alimentado con lo mejor de su cocina, mando a Jorge a buscarlo, pero antes, monto una olla en el fogón con bastante agua para dejarla hervir, ya que después de muerto el animal, había que pelarlo y la única manera era con agua hirviendo. Cuando Jorge vio esa maniobra de la Abuela Belinda salió buscando desesperadamente a Claudio para ver donde lo

En la casa, la Abuela Belinda, esperaba por el animal para darle un machetazo certero en la cabeza y salir de ese compromiso rápidamente, pues ella también estaba sintiendo el frío de cometer ese vil asesinato, sin embargo, parte de la familia que no se había encargado de la crianza del animal, esperaban con ansias probar esa carne de pavo relleno. Al ver todos que no aparecía el pavo salieron en busca del mismo y de repente se dieron cuenta que Manuelito, Jorge y los niños estaban todos en la acera del frente protegiéndolo, Jorge se estaba bebiendo una botella de licor que compartía con el pavo el cual también tomaba y cuando el resto de la familia se acercaba, Jorge muy decidido les dijo en voz alta: - NO SE METAN CON MI COMPADRE- Mi compadre es amigo de todos nosotros y es por lo que no permitiremos este vil asesinato, así que vayan buscando que otra cosa comer pero de mi compadre ni una pluma, ¿está claro?. Con lo que el Pavo acertando lo dicho por Jorge, bien plantado y mirándolos fijamente respondió con Gallardía:- ¡Gluglugluglu! Todos al ver la acción que había sido tomada por Manuelito, Jorge y los niños de la cuadra no les quedó otra que perdonarle la vida al animal y desde entonces Claudio paso a formar parte importante del seno familiar en la Casa de la Abuela Belinda, así que cada año si querían comer pavo relleno tenían que comprarlo directamente en la carnicería, porque Claudio era intocable.


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Te Entrego Mi Vida, Para Que Comas

65 gallitos de la roca, canarios, palometas, hurones, cunaguaros bebes, dantas, venados, paují copete e´ piedra, único en su especie, serpientes como la traga venado entre otros. Además también tenía vacas, toros cebú, chivos, cabras y ovejas. En una oportunidad Andrenilda e Ildefonso visitaron a Don Martín. Ildefonso le vendía alimentos para animales de buena calidad y a buen precio y es por lo que habían hecho una bonita y sólida amistad. Andrenilda, por su parte, solo acompañaba a su hermano, así que con el permiso de Don Martin se dedicó a pasear por toda la finca admirando el lugar y observando a los animalitos. De pronto, Ildelfonso se le acerca a Andrenilda y le comenta: - Don Martín me quiere regalar un ovejo para que nos lo comamos en mi cumpleaños, ¿Qué te parece? – Andrenilda le contestó: - ¡Qué bueno! Sorprendida por el regalo que recibiría su hermano, - ¡un ovejo completo!, me parece bien, así compartimos con toda la familia.

Don Martín era un hombre muy trabajador y bondadoso, sobre todo con sus amigos, el venía de la Isla Canarias y llegó a Venezuela hace bastante tiempo. Él tenía una finca muy hermosa en Yaracuy y se había dedicado a tener todo tipo de animalitos, sobre todo si estaban en peligro de extinción. En su pequeño Zoológico habitaban cada quien en su lugar,

Lo que sucedió a continuación fue impactante y creo que el más valiente de los hombres hubiese doblado las rodillas y haber pedido a gritos que no sacrificaran al animal, pero como Andrenilda e Ildelfonso no sabían lo que iba a suceder, ellos simplemente observaron todo el ritual que Don Martín realizó ante sus ojos. Don Martín tomó un ovejo blanco del rebaño, lo monto en un mesón de cemento que esta fuera de la casa, tomó su cara, le miró a los ojos y comenzó a hablarle al animal, le dijo:


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-Sabes, ellos son mis amigos y yo les tengo mucho apreció, así que te pido permiso para que me entregues tu vida, en función de que ellos puedan alimentarse, te agradezco enormemente el sacrificio que vas a hacer, sabes que te amo con todo mi corazón y no te pediría esto si no fuera importante para mí, va a ser rápido - al terminar de hablarle, inmediatamente lo abrazó y le dio un beso en la frente y con la misma el ovejo dobló sus patas delanteras arrodillándose, al tiempo que le corría una lagrima por su rostro y de un solo golpe fuerte y preciso Don Martín le dio al animal dejándolo muerto de inmediato.

hablaran de cómo prepararlo, que ingredientes usar y de lo sabroso que seguramente quedaría, además de agradecerle a Dios y al animalito por ese enorme sacrificio.

Andrenilda e Ildefonso se miraron y ambos tenías los ojos llenos de lágrimas, no podían digerir lo que habían visto, tragaban grueso y el corazón de Andrenilda se acongojó en ese mismo instante. Don Martín tomó al animalito muerto entre sus brazos y lo degolló, luego lo colgó en un pequeño arbusto y dejo que se desangrara, le quitó la piel para luego dividirlo y entregárselo a Ildefonso bien limpio como regalo de cumpleaños. Asombrada, Andrenilda y con los ojos llenos de lágrima comenta: - Con todo respeto, de verdad, con lo que acabo de ver, no tengo fuerzas para comérmelo, y Don Martín le respondió: No digas eso, porque corres el riesgo de que se ponga la carne amarga por tus comentarios, además tienes que comerlo porque en vano habría sido el sacrificio del ovejo. Ildefonso agradeció a Don Martín por el regalo y lo acepto con mucho cariño a pesar de que también para él fue traumático el episodio. Don Martín antes de salir les recomendó que durante el viaje


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A Ponerse Las Alpargatas Que Llegó Burrilinda

69 de que Burrilinda hiciera un descanso en cada parada de subida hacía las montañas, consideraba que se lo merecía por ser muy noble y trabajadora. Ernesto estaba bien consciente que “poco a poco se llega lejos” y por eso se daba la oportunidad de disfrutar los parajes que le ofrecían los imponentes y hermosos caminos, además de gozar del sonar del rio contra las piedras, el cantar de los pájaros, el exquisito frío y el olor a humedad, todo este compendio de eventos naturales despertaban en él los sentidos y lo hacían amar su trabajo. Burrilinda sabía que “chivo que se devuelve se desnuca” y por eso no pensaba en devolverse, al contrario, soñar con los niños le imprimía fuerza en su corazón, saber que ellos, los estaban esperando para preparar los más ricos y esponjosos panes, la hacían esforzarse para lograr la meta, por otra parte, estaba deseosa de recibir todos los abrazos y apapachos de los niños en la cumbre por el deber cumplido.

“A ponerse las alpargatas que lo que viene es joropo”, así pensó Burrilinda cuando vio que su dueño se aproximaba con una carga de trigo para trasladar hacía las montañas, sin embargo, ella se sentía feliz de poder ayudar a todos los niños con sus familiares que vivían en las cumbres. Aunque la travesía era un poco incomoda, Burrilinda disfrutaba de los hermosos paisajes que se abrían a su paso. Su dueño Ernesto era un hombre muy cariñoso y tenía cuidado


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En el Espejo

71 luna se posicionaba justo al medio día, el sol amanecía de noche, los peces volaban en el cielo, las aves nadaban en el mar, las estrellas brillaban en el suelo como hojalatas, era todo un mundo al revés y Juanito no lo podía creer. Su vecina se dedicaba a hablar con las flores, limpiar cada uno de sus pétalos y peinar las nubes como oveja que pasaban frente a su casa. Su abuela cenaba todas las mañanas con su gato y al mismo tiempo le rizaba los bigotes y le pintaba las uñas. Su mamá se quedaba a ver televisión y a comer helados de aguacate y tomate con chispas de lechuga que olía muy bien y que le hacían crecer el cabello y las uñas. Todo era distinto pero igual, todo era bonito pero feo, era una sensación algo extraña pero conocida. Así que Juanito pensó – Que todo era posible, que nada faltaba y que mientras estuviera detrás del espejo sería todo muy serio.

Juanito no tenía pensamientos, su mente no le proporcionaba ideas para crear, todo era confuso y desesperante. Quiso hablar consigo mismo colocándose frente a un espejo y antes de que Juanito pronunciara media palabra, fue absorbido por el huracán del tiempo, siendo trasladado a su mismo mundo, pero dentro del espejo. Juanito conocía muy bien los lugares en los que se encontraba, sólo que todo era al revés, las personas caminaban al contrario, la

De pronto, Juanito sintió que dormía despierto y de un salto estaba en su cama, con los ojos bien abiertos y el corazón saliendo por su boca. Así que se levantó y con sumo cuidado miró por la ventana y todo seguía igual, las aves nadaban, los peces volaban en el cielo azul y ya nada había que cambiar.


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Volando Entre El Bosque

73 donde nadan peces de colores, arena de rio suave a la planta de los pies, olor a vegetación, grandes ciempiés, flores exóticas como el rinqui rinqui, bastón del emperador, péndulo y muchas más, únicas en el mundo y la reina del lugar la Mariposa Azul. Este hermoso ejemplar parece un ángel, su color azul brillante hace palidecer a las flores del lugar, su andar es sigiloso y elegante, es curiosa, solitaria, prudente, mimosa y libre. A ella le gusta posar en las flores y se deja fotografiar, también se presenta ante las personas que llegan de visita al parque dándoles la bienvenida y sirviendo de guía turística. Es una Mariposa muy especial, traviesa, amigable e inteligente. Cuenta la leyenda que la Mariposa Azul concede deseos y que representa el alma de una persona. Es símbolo de cambios, su proceso de metamorfosis habla por sí misma, ella es ejemplo de que sí podemos hacer de este planeta un mundo mejor y que se puede lograr una transformación a pesar de las circunstancias. Cuando veo su volar me traslado sobre sus alas, sintiendo el viento en mi cara y disfrutando a través de sus ojos de mariposa las bellezas naturales que conforman mi querido estado Yaracuy.

En el Municipio San Felipe del Estado Yaracuy existe un bello Parque llamado “Leonor Bernabó”, con muchos árboles ancestrales e imponentes, indios desnudos, pardillos, jabillos, ceibas, apamates, araguaneyes que conforman parte del ecosistema que brinda éste inigualable lugar, un rio de agua fresca y cristalina que brota de la montaña en pequeñas cascadas


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Amigos en el Parque

contra las montañas y se desaparecían en millones de burbujas de agua que volvían al río comenzando nuevamente el ciclo. Lo que sí les interesaba era lo ágil y trabajadora que era Brizarra quien se encargaría de fotografiar muy de cerca las flores y dibujarlas al público con colores y aroma muy exquisitos al paladar. Osarra era muy veloz y de seguro llegaría a tiempo para recorrer los caminos y disfrutar junto a Tlaposa todo el encanto del rio; rio que Tlaposa llevaba en el mapa de su corazón volador. Todos comenzaron a enviar mensajes por celular y de ésta manera ballodermo quien corría como el viento, escribía con mucha precisión el momento en que las nubes lanzaban las lluvias de colores tan dulces que provocaban pintar y comer hasta saciar.

Zanarro, Cunali y Toguro eran muy buenos amigos, a pesar de las diferencias evidentes que existían entre ellos, no dejaban de ir al Parque Yurubi a pasar el día en la Florasa un lugar encantado y mágico cerca de pistadin, amplio terreno en el que se cultivan mariposas y piedras esponjosas. A ellos no les impresionaba la Boleja por su gran tamaño y su risa estruendosa, ellos sabían que era divertida pero nerviosa, el batir de sus alas formaba vientos huracanados que golpeaban


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El Edificio

pasó vendiendo collares para perros con un dispositivo que emitía una carga eléctrica y es por lo que los caninos pillaban, pero no sólo eso, las dueñas de los perros que estaban pollos, cada una de ellas estaban tigras, porque los demás vecinos estaban molestos y se quejaban del ruido que causaban los perros que estaban pollos. Era una guerra campal donde el eco del edificio aumentaba la gritaría. La vocera del edificio también estaba plancha, por no poder detener las vecinas que estaban tigras y es por lo que tuvo que llamar a la policía para restablecer el orden y de esta forma todo quedo en silencio.

Hoy estuve mirando por mi ventana desde el tercer piso y apenas salió el sol pude darme cuenta que mi vecina está viento porque corría sin cesar por todo el estacionamiento. De pronto, escuche voces fuertes y extraños sonidos y es que los perros que viven en el edificios estaban pollos, parecen que habían sido hipnotizados por un hombre que, la tarde anterior,


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Búscame la Vaina

Juan Vicente Gómez persiguió duramente a sus opositores, a algunos los apresó en la llamada Cárcel La Rotunda, a otros los sometió al trabajo forzado colocándoles grillete en los pies para que trabajaran en la construcción de las vías férreas y a otros los condenó al exilio. Es el caso de Don Ataulfo, hombre recio, valiente y a caballo que se sumó a la lucha contra las violaciones de los derechos de los venezolanos de ese momento. Ataulfo era un hombre de buen parecer alto, delgado con mucho carisma, llevaba su pistola siempre a la cintura, así como también su navaja y el machete. Su esposa Doña Brigida era una mujer que siempre estaba dispuesta a cumplirle a Don Ataulfo, puesto que sabía que en cualquier momento quizás no volviera a ver a su esposo por éste andar en la lucha social contra la dictadura gomecista y del cual ella se sentía muy orgullosa, pues también compartía sus ideales por ser una guerrera. Don Ataulfo como siempre le dijo una tarde a su mujer: - ¡Mujer búscame la vaina!, y ella sabía que cuando el Don le decía eso, era porque tenía que cumplirle religiosamente, puesto que al día siguiente, era viaje seguro para encontrarse con sus compañeros de lucha en cualquier parte del país con el objetivo de planificar cada movimiento estratégico en contra del gobierno.

En la época de Juan Vicente Gómez, muchos hombres de familia estaban en contra de la dictadura llevada por este Caudillo, así que se sumaban a movimientos contrarios al régimen, dejando esposas, hijos y demás familiares para ir al combate en favor de sus ideales de libertad, igualdad, distribución de las riquezas, estado de derecho, entre otros beneficios sociales en función de la patria.

Los vecinos conocían de la lucha de Ataulfo y tenían claro que el Don solicitaba ser atendido a cuerpo de rey de esa manera, sabían que era un pecado molestar a Doña Brigida en esos momentos tan íntimos, pues era imprescindible despedir al soldado para que fuera a la contienda sereno. En una oportunidad Don Ataulfo volvió después de dos meses


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de estar al frente de la lucha, pero esta vez debía devolverse a la brevedad y cuando entra apresuradamente a la casa, desesperado le dice a Doña Brigida, sin saludarla, pues era costumbre que su presencia fuera rápida en función de proteger a la familia, le dijo:

Culturosa “La Vigilante Divertida Más Eficiente De La Biblioteca”

Mujer me andan persiguiendo así que por favor ¡búscame la vaina!. Doña Brigida que ya estaba entrenada para que Don Ataulfo tuviera su goce repentino, rápidamente se levantó la falda, con los que Don Ataulfo le dijo: ¡No, vieja esa vaina no es!, en lo que Doña Brigida reacciona, y de inmediato fue en busca de las morocotas escondidas bajo el colchón que ella cuidaba con recelo puesto que cada moneda representaban 20 Dollares americanos y con esto podían aportar para la compra de armas y demás al movimiento de liberación al cual pertenecía Don Ataulfo, sin embargo para no perder la oportunidad le dijo en un tono de voz cariñoso: - ¡Brigida! Vieja en lo que ella, buscando azarosa las morocotas le responde: Dime Viejo. -

Igualmente mujer ¡Búscame la Vaina!

-¡Mira mamá! ¡Qué lindo los perritos!, -si hijita muy lindo los animalitos. -¿Será que nos podemos llevar unos? -No, hijita unos no, quizás uno o una. -Está bien. Señor, ¿me puede regalar un perrito?


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- Si puedo, pero ya casi todos están regalados, sólo me queda una perrita.

La perrita, ya tenía cierta edad y durante más de 5 años había estado defendiéndose en la oscuridad de la calle, ¡siempre lo mismo!, llevando el peso de la culpa de todo lo que pasaba en el vecindario, pero ella había sido tan inteligente que se había mantenido viva entre esa gente.

- Y ¿cuál? - La negrita con pelos blancos. - Ay no, no me gusta. Bueno será en otra oportunidad. Dijo la niña desencantada. Todos los perritos se fueron a sus nuevos hogares, sólo la perrita negrita con pelos blancos tuvo la mala suerte de que nadie se la quería llevar, ella por su físico perruno aparentaba más edad de la que tenía, así que, esta perrita no fue querida por nadie y el dueño no le importó el futuro de la misma, por lo que ya crecida dejaba que permaneciera en la calle y se juntara con todo perro que encontraba. De esta manera, la perrita se convirtió en callejera, su dueño se mudó de la casa y se fue a otro vecindario dejándola a su suerte. La perrita desde entonces pasó a formar parte de la larga lista de perritos de raza abandonados en el pueblo. Ella quizás tenía nombre pero, nadie le dijo cómo se llamaba, así que le daba igual, siempre andaba jugueteando por todo el vecindario, que no era cualquier vecindario, era de gente pudiente, sin embargo, no tenían corazón para protegerla, la veían como un problema y hasta habían pensado todos los vecinos en envenenarla, pues lo que hacía la perrita por hambre era meterse y husmear entre la basura y por supuesto regarla, después salir corriendo cuando era descubierta, y ya todos sabían que ella era la que fomentaba aquel desorden, pero nadie, nadie tenía buen corazón para entenderla y acercarla a su hogar.

Una vez se atrevió a entrar a un sitio perteneciente al gobierno local y al entrar fue tratada con respeto, algunos trabajadores comenzaron a compartir sus alimentos con ella, hacerle cariños y a llamarla con el silbido característico con que se llaman a los perros, para que siempre estuviera y poderle dar de comer. La perrita estaba un poco confundida porque siempre había sido tratada con indiferencia y a los palos, aunque fuera un canino con cierto pedigree, eso no la salvaba, sin embargo, en esta oportunidad había algo distinto, en este lugar que tenía aspecto de casa de familia, donde la trataban de una forma particular, así que decidió mantener aquella relación con sumo cuidado, buscando portarse bien, comer agradecida por lo que le daban y sobre todo comenzó a desarrollar ese sentimiento de protección por aquel lugar en donde era tratada con amor, así que ella decidió que hasta con su propia vida la defendería. Un día llegó Alejandra una mujer muy trabajadora y cariñosa, que durante su vida había desarrollado mucho amor por los perros, quizás porque cuando pequeña ella había visto una atrocidad de parte de su abuelo, el cual había estado en la Primera y Segunda Guerra Mundial, español de nacimiento pero venido a Venezuela para comenzar una nueva vida y hacer familia, aunque este Abuelo era cariñoso y buen padre, él no tenía ningún remordimiento en sacrificar perritos recién nacidos cortándoles la cabeza con un machete y así ahorrarse el trabajo de repartirlos o regalarlos, también pensaría que aquellos animalitos vendrían


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a sufrir a este mundo, pues este abuelo había visto de cerca la miseria humana, las desgracias y maldades inimaginables de hombres sin escrúpulos, que quizás el abuelo quedo un poco trastornado por tanta maldad que él vivió de cerca, así que sacrificar un animal apenas nacido no era para él algo de lo que pudiera arrepentirse, sin embargo, había estado formando en su pequeña nieta, un sentimiento de culpa por lo que su instinto por defender a los animalitos como perros y gato era muy grande, al punto que era capaz de entregar lo que no tuviera si era preciso, para salvarle la vida a cualquiera de estos pequeños.

Esta noticia llegó a oídos de Alejandra que sin pensarlo fue en busca de su noble amiga. Culturosa al verla llegar ¡no lo podía creer! Alejandra estaba de vuelta, pero esta vez Culturosa no tenía mucha fuerza para recibirla con la alegría con la que siempre le manifestaba su amor y sin pensarlo, Alejandra se la llevó para curarla, sin antes ir al veterinario quien muy consternado le pronosticó que no duraría mucho, que Culturosa estaba a punto de morir, estaba muy débil.

Su primer encuentro con aquella perrita fue muy cariñoso pues, inmediatamente se encargó de atenderla, de ayudarla, de bañarla y también de colocarle un nombre. Así que Alejandra decidió pensar en un nombre para ella, que quizás no era muy agraciada la perrita pero sí era muy trabajadora, alegre y divertida. Por lo que decidió llamarla Culturosa debido que precisamente se encontraba en un lugar que tenía que ver con las manifestaciones culturales del hombre, un lugar donde cada trabajo es realizado con el alma, el pensamiento y las manos. Por lo que la perrita que había sido ignorada por muchos, en este sitio tenía importancia, así que su nombre sería Culturosa, nombre que sin pensarlo, la perrita aceptó muy convencida y de inmediato obedeció a ese llamado. El tiempo fue pasando y Culturosa había desarrollado un instinto de protección por todo y por todos, ¡se sentía muy agradecida!, sin embargo, algo no muy bueno estaba por ocurrir. Alejandra fue trasladada a otro lugar donde le era imposible ver a Culturosa y compartir con ella. Fueron muchos los meses que ya no era tratada igual, no había nadie quien se dedicara a ella con amor, así que en un descuido Culturosa estaba embarazada y enferma.

Alejandra no aceptó este diagnóstico, así que decidió curarla e invertir todo el tiempo necesario para salvarla. Muchos amigos al darse cuenta de lo importante de esta perrita para Alejandra ayudaron en su recuperación. Pasaron varios meses y Culturosa con los cuidados de Alejandra más su amor, restableció su salud, ahora se podía ver un hermoso animalito lleno de vida que entendía que era importante para alguien, que era su amiga, su mamá y su todo. Culturosa vivió entonces una nueva vida junto a Alejandra entre libros y niños amorosos en la Biblioteca, una vida que no cambiaba ni por el más jugoso bistec. Era libre y querida. Culturosa era la Vigilante de ese lugar de ensueños, la cual cuidaba todas las noches con mucho amor, nunca hubo en su expediente nada irregular que pudiera manchar su reputación y mientras ella cuidó de la Biblioteca nunca, nunca faltó nada, siempre estaba alerta ante el menor ruido, no tuvo tregua con los malhechores, ni permitió injusticia alguna, su trabajo era impecable y oportuno. Culturosa quedó y quedará en el recuerdo de todos para siempre, murió como un héroe anónimo que dedicó el resto de su vida a cuidar de la Biblioteca en la que Alejandra trabajaba con mucha pasión, pasión que Culturosa comprendió muy bien,


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sus restos fueron enterrados en este lugar donde Alejandra ha colocado un jardín para recordarla y aunque ella no aprendería a leer y a escribir, cuidó cada libro como un gran tesoro, pues entendió que en ellos se escondían las más valiosas historias jamás contadas en las que algún día su espíritu recorrería cada página en busca de increíbles y nuevos amigos y en el que daría honor a su nombre CULTUROSA.

Bosques de chocolate Una experiencia grandiosa y especial

En el Estado Yaracuy existe un hermoso pueblo llamado la Marroquina. Lugar donde sus habitantes han decidido ser, hacer y compartir un sueño, que junto a las flores, los pájaros, el sol, las nubes y los árboles forman la realidad para disfrutar y sentir. Al llegar, la expectativa y la curiosidad no se hacen esperar en niños y adultos, la pregunta ¿Cómo será? revolotea en nuestras mentes y de inmediato comienza la Aventura a través del lenguaje del amor, pues al caminar por su calle vemos con asombro que


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cada hogar se ha convertido en una muestra de lo que existe en la naturaleza, ¡parece que los animales y las flores se van a salir de la pared!, los que han sido plasmados con vivos colores por artistas locales quienes presentan una semejanza de la inventiva de Dios, nos asombramos ante tal creatividad, por lo que no se hacen esperar las fotos junto a la alegría de posar en estos murales que cobran vida en nuestra dimensión.

Los invitados tenemos el privilegio de apreciar a través de nuestro paladar el más exquisito sabor, su suavidad y su aroma.

En este espacio comenzamos a dedicar tiempo de calidad con nuestros niños y con nosotros mismos, pues nos dejamos llevar por la magia y el encanto del lugar. Sólo a un paso, estamos cerca de nuestro objetivo ¡Al fin hemos llegado al Bosque! ¡Al Bosque de Chocolate!, unos ángeles nos dan la bienvenida, y de inmediato nos instruyen acerca de los misterios que debemos saber para poder disfrutar plenamente la visita. En un acto de servicio nos involucran en su cotidianidad y nos trasladan por el tiempo, el conocimiento y las emociones que genera el Chocolate en los seres humanos desde la antigüedad. De pronto, fuimos absorbidos por el bosque y sin darnos cuenta estábamos entre árboles milenarios y majestuosos, flores de diversos colores, la mariposa azul volando a nuestro alrededor y un camino acolchado de hojas, que nos llevó ante la protagonista de todo lo que nos rodea, se trata de la hermosa Planta de Cacao. Ante nuestros ojos curiosos y con un brillo singular se presenta tierna y tímida, su flor delicada de un color amarillo suave, parece insignificante, pero al verla en detalles es muy bella, su mazorca amarillo oro esconde dentro el sabor sublime, el alimento de Dios.

En esta travesía, los ángeles nos piden respirar profundamente, sentir cada rayo de sol en nuestra piel, la fresca brisa, el aroma mañanero que nos conecta con un Dios presente que nos ama, pudiéndolo tocar con nuestro corazón. A mi mente vienen afirmaciones que realzan el espíritu “estoy bien”, “soy feliz”, “me divierto y disfruto cada momento” y a mi lado una niña que resplandece en su rostro la alegría de sentir que es parte de todo aquello que la rodea. El cacao es el secreto mejor guardado de Bosques de Chocolate de él saldrá la cremosidad que dará origen a la bebida ancestral a degustar y los exquisitos bombones a saborear. Fuimos invitados a la Quinta Choco, donde degustamos el sabor anhelado. Doña María nos preparó con sus propias manos y secretos la bebida de Chocolate rica, especita y sabrosa, éste fue nuestro primer obsequio, un segundo obsequio, un bombo relleno de miel, pero para comerlo era preciso verlo cuidadosamente, observando su forma y color, olerlo es decir, captar el aroma en la nariz, sentir en nuestros dedos su suavidad, escuchar el snap del bombón al romperse y por último probar, dejando que se derrita en la boca y masticarlo un par de veces hasta sentirlo en el alma. El disfrutar cada momento en el Bosque de Chocolate fue un placer para niños y adultos quienes tuvimos la oportunidad de estar en este extraordinario lugar hecho por la mano del creador, además de lo hermoso que fue el contacto físico de corazón a corazón, donde sin tocarnos las manos, ni rosar nuestra cara, pudimos sentir el latido del corazón de la otra persona haciéndonos reflexionar que estamos vivos, que existimos… Bosques de Chocolate un secreto escondido del Yaracuy…que nos espera para disfruta y soñar…


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Frente al Muro

91 Soy trasladada por lugares recónditos en centésima de segundos, mostrándome paisajes de montañas y valles hermosos con lagos cristalinos y un sinfín de aves con vistosos colores que dan la sensación de un sueño, también se encuentran pueblos escondidos casi nunca vistos, en los que alguna vez desarrollaron industrias para generar prosperidad y bonanza, que luego por desconocidas razones, fueron abandonados. El tren iba a toda velocidad marcando el rumbo del tiempo y la distancia sobre rieles direccionados hacía destinos distintos. Cada parada es la encrucijada de la alegría, de la tristeza y la algarabía, de encuentros amorosos y familiares, es donde converge la multidimensionalidad del pasado y del presente, por lo tanto, es frecuente escuchar el sonar de los tacones, de las personas al caminar de forma rápida y ligera para alcanzar lo que tal vez, sería su destino.

Me desperté muy temprano en la mañana, me levanté, tomé una taza de café y como siempre fui a mi computadora a trabajar sobre una historia en la que pudiera ser libre y expresar cualquier situación fuera de contexto, en algo que todo el mundo cree que existe, pero que nadie se atreve a hablar o comentar por miedo a la crítica. Me imagine ir sobre un tren que recorría cualquier parte del mundo, el que deseara en ese instante, conocido o desconocido, un lugar existente o no sobre la faz de la tierra.

Contaré este relato donde los tiempos pasado y presente se cruzan en un solo lugar, en donde la estación de trenes es el escenario perfecto para eventos misteriosos, puesto que el tren ha formado parte importante en la evolución de la historia contemporánea del mundo. En una parada de éstas, desembarque y me ubique justo en la sala de espera para tomar otro tren que me conduciría por otros lugares de ensueños, sin embargo no pude evitar quedarme enganchada en este lugar donde percibía un posible misterio, sentía miedo, puesto que mi adrenalina se esparcía por mi cuerpo, era cómo un presentimiento que me detenía allí. Mientras se espera el tren del presente o la locomotora del pasado, para una viajera del tiempo como yo, recostarse sobre las butacas de madera es un placer y escuchar cada palabra


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que brota de los labios del protagonista sobre su historia, me revela el inmenso cúmulo de vivencias humanas, sus miserias sentimentales y sus virtudes espirituales, sus aciertos y desaciertos, se podía llorar con cada gesto de tristeza y reír con cada gesto de alegría, sin poder emitir una sola palabra para no perturbar el encuentro de las épocas, pues daba lo mismo quien se sentará a mi lado, podía ser una dama o un caballero de épocas antiguas, o una mujer o un hombre del presente, que conversaba consigo mismo esperando alguna respuesta de mi parte, mientras yo descansaba con los ojos cerrados volando en mis pensamientos, evitando emitir una palabra y confundirlos con mis ideas, de esta manera, no intervenir en la historia de cada ser, aun sabiendo la necesidad de cambios que ellos procuraban.

y determinado objeto, los hogares en los que fue útil y quizás la tristeza que debe sentir al no estar con sus dueños, pero me di cuenta que estaba hundiéndome en el apego a lo material, que muchas personas practican acumulando recuerdos y perdiéndose entre ellos para no ser encontrados, al igual que dándole vida a lo inanimado. Sin embargo, una pregunta me rondaba en mi cabeza ¿En verdad estos objetos son inanimados?, no del todo sus átomos están compuestos por un núcleo con protones, neutrones y electrones alrededor, que están llenos de vida.

El tren me podía llevar a ese pasado remoto de cada uno de ellos y hacerles un dossier de sus vidas, pero, ¿me estaba permitido? Era relativo, puesto que una vida podía haber tenido muchos caminos que recorrer, pero la libertad de albedrio le otorgaba el poder de decisión al ser, por lo tanto, cualquier camino se disipaba en la inmensidad del universo. Sin embargo, había una oportunidad, trasladarse justo en el momento de la toma de decisión pero ¿quién soy yo para cambiar esto? ¡No me interesa cambiarlo!.

En la estación, el mármol color nácar brillaba hermosamente, butacas de madera con terciopelo rojo, cómodas y confortables, todo era pulcro y ordenado, el tren cumplía con sus horarios puntualmente y los empleados tanto del pasado como del presente compartían sus labores, se cruzaban entre sí, pero no se encontraban, sólo la línea divisoria de los tiempos me permitía disfrutar de cada instante, parecía un sueño poder encontrarme en esta ventana visualizando las vidas, en un espacio donde no existe el tiempo.

Los mismos rieles conducían hacía las diferentes épocas, el tren actual y el tren del pasado se cruzaban en la inmensidad del espacio sin notarse y la vida continuaba como siempre en un abrir y cerrar de ojos.

El misterio se albergaba hasta muy entrada la noche, todo, absolutamente todo se paralizaba, las ondas de sonido del pito que anunciaba la llega del tren, quedaban esparcidas y suspendidas en el espacio, al igual que las gotas de agua, burbujas de gaseosas, espuma de café, humo de cigarrillo todo quedaba inmóvil, el silencio y la inactividad se apoderaba de la estación de trenes y del pueblo.

A las afueras, los vendedores pregonaban sus mercancías a todo pasajero que le tocaba de vez en cuando visitar el lugar, era un mercado a cielo abierto donde podías encontrar objetos antiguos y variados que guardaban para sí una experiencia de vida, de pronto, me imaginaba las manos por las que paso cierto

Las personas que no podía tomar el tren a tiempo se quedaban esperando en las butacas hasta que llegará el próximo, ellos igualmente, con la entrada de la noche quedaban paralizados y atrapados en esta dimensión, hasta sus pensamientos se podían ver brotando desde sus cabezas como espejos partidos.


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En cada pensamiento sus tristezas, miedos, alegrías, rabias y angustias estaban presentes, al igual que sus necesidades, eran evidentes, podías notarles tranquilidad, algo que realmente no existía en ellos, porque sólo era una apariencia física para esconder lo que realmente vivían en el plano mental, su negatividad, maldad, agresividad, codicia y depresiones eran sus enemigas a muerte, la paz estaba ausente en cada uno de ellos aunque trataban de aparentarla y sobre todo, en su mayoría, no se encontraba el amor.

De noche después de las diez, la estación y el pueblo se convertían en sitios tenebrosos, oscuros llenos de pasadizos secretos y ventanas dimensionales, animales rastreros merodeando por doquier, malos olores y arañas.

Siempre ha sido así, las personas del pasado al igual que las del presente mantienen un patrón de conductas y emociones que los hacen esclavos de una realidad aparente.

La oscuridad les daba rienda suelta a sus mentes maléficas, hasta aquel que parecía bueno se transformaba, dejaba salir de sí todo aquellos que estaba reprimido, desde su pasado en su familia, la agresividad y el desamor no habían sido detenidos y viajaban libremente a través de sus miembros, no todos se dejaban dominar por esos sentimientos, pero aquel que había sido víctima sabía cómo ser malo, sin embargo, había hecho conciencia y procuraba detenerlos cortando las cadenas para evitar una posible fuga al corazón de la nueva generación.

Los actores de las diferentes épocas manejan los hilos de la historia y se inventan tabúes, vicios y perversidades para de esta manera, lograr someter al hombre a una vida de infierno. También se inventan leyes para someter al hombre a lo bueno, pero esta fuerza, que nos aplican, tanto para lo bueno como para lo malo, de todas formas nos hace esclavos, porque no podemos decidir armoniosamente cómo queremos vivir. En el presente la vida es dura, llena de desamor, ausencia de paz, tristezas por doquier y es que desde el pasado, no hemos podido detener la agresividad y la hemos dejado correr como un rio cuando lleva piedras que suenan pero nadie se atreve a callarlas, como un tren a toda máquina sin importar lo que pueda haber en el camino. De generación en generación ha viajado la agresividad, pero el amor es tan fuerte que se ha mantenido con la misma energía a través del tiempo esperando ser descubierto.

Todos los pensamientos unidos de aquellos seres atrapados en la dimensión desconocida de la estación y del pueblo formaban una coraza impenetrable, ellos con sus locuras, eran capaces de transformar lo que era hermoso de día en algo horrendo de noche.

En el horizonte cuando comenzaba a morir la oscuridad y a nacer el día, todo comenzaba de nuevo, yo estando presente me di cuenta que nadie era consciente de la suspensión del tiempo durante la noche en la estación, había un continuar de los eventos, solo aquel que estaba como testigo era capaz de percibir esta realidad. Al salir de la estación decidí recorrer el pueblo y lo que alguna vez eran galpones y depósitos industriales al igual que las viviendas estaban habitados por la soledad y el abandono. De pronto vi venir una lluvia fuerte que se aproximaba rápidamente, olía a tierra mojada, tanto que provocaba tomarse


96 un café con leche caliente y panes dulces caseros, crujientes y dorados, lo que me hizo volver a la estación de trenes para protegerme del clima que severamente arremetía contra la sequedad que se sentía por los caminos del lugar. Mientras corría para protegerme de la lluvia, pude ver que el abandono era cómplice y se prestaba para dejar salir la creatividad de personas ociosas o simples artistas que plasmaban en el muro toda su rebeldía, con combinaciones de colores, letras grotesca que poco se entendían, pero el mensaje estaba claro el de ser libres en pensamientos y acción.

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El Despertar

Un temblor recorría todo mi cuerpo y escuche que me llamaban por mi nombre varias veces, abrí mis ojos, me incorpore, probé mi café el cual estaba muy frio y luego entendí que me había quedado dormida frente a mi computadora, justo en el momento en que pretendía escribir un relato basado en una realidad aparente. Pronto sentí dudas en todo lo que había vivido o soñado, no podía distinguir entre la realidad o el sueño, me pareció increíble que no había escrito nada y entonces comprendí que lo vivido o quizás soñado era el comienzo de mi nueva historia.

Desvanecida en el espacio, donde sólo ella sabía de su existencia y en la que su energía luchaba incansablemente por su cuerpo, 2000 años han pasado desde que se convirtió en desolación, en un organismo inerte, frágil y desvalido producto de tanta maldad y egoísmo. A sus pies, una antigua estrella que carecía de lágrimas pero con mucho amor en su corazón para hacer que la vida volviera, al levantar el tiempo que cubría la ventana que daba hacia el


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jardín en el que las flores estaban marchitas y esperanzadas en el sublime momento del despertar.

pies y comenzó a rodearla, cubrió su cuerpo, la elevó como un capullo de rosas y la hizo dormir profundamente entre oscuridad y destellos.

Lentamente su corazón palpitaba. Pronto Terra se miraba en el espejo perpleja ante su apariencia débil, que poco a poco cambiaba a la vez que tomaba un sorbo de agua. Su piel se suavizaba como la arena del mar, sus cabellos largos y blancos brillaban en tornasol y sus ojos profundos llegándoles la vida se confundía con las estrellas. ¿Qué me ha pasado? – Pregunta angustiosa – ¿Por qué no recuerdo nada? – ten calma- le responde la estrella, como tratando de esconder su rostro de ella, mientras ésta insistía en escuchar algo que convenciera su espíritu. No entiendo, ¿por qué me tranquilizas?, cuando acabo de volver de un sueño profundo del cual no recuerdo nada. Expresó en un acto de desesperación. Sin embargo, la estrella le dice –salga al jardín universal y con sus pies toque el lugar. Al posar sus pies sobre el lugar sus dedos se enterraron. Ella sorprendida ante la reacción de su cuerpo, gritó -- ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Por qué mis pies se agarran como raíces?! La Estrella, en su desespero, trató de explicarle lo que le sucedía, sin embargo, Terra no escuchaba la voz de la estrella, que simplemente le dijo –no está pasando nada-. Estira tus brazos hacía el infinito y profundamente toma de la energía para que pueda llegar la vida a todo tu cuerpo… Y ¡cálmese!, le decía la estrella pacientemente. Una tarde en el jardín, Terra no dejaba de acariciar con sus pies el lugar, colibríes, abejas y un sin fin de insectos rondaban, al mismo tiempo estaban maravillados por la dama azul que suspiraba como esperando una respuesta desde su corazón. En instantes, una enredadera se arrastró hasta llegar a sus

Terra comenzó a soñar que volaba sobre las nubes y que flores de todos los colores caían sobre ella. Los rayos del sol eran como caminos burbujeantes de luz que la guiaban hasta llegar a un castillo de cristal en lo profundo de la mar. Al llegar a la puerta, colocó su fuerza sobre una piedra preciosa que se encontraba al lado de la entrada y al empujar, la puerta se abrió dándole paso a un salón de agujeros negros. Al fondo, un elegante piano de meteoritos y sobre él, un jarrón de oro que llevaba impreso constelaciones de delfines azules y una cúpula por donde entraba toda la luz del sol, al mismo tiempo, se observaba a través de las paredes del castillo, un ecosistema acuático. Terra no quería salir de este sueño pero debía colocarse debajo de la cúpula que estaba sobre el piano y con un respirar profundo la misma se abrió absorbiéndola hacía el mar lácteo donde comenzó a nadar y a nadar. Al salir a la superficie, se dio cuenta que había estado lloviendo y no había ningún rayo de luz que pudiera hacer su camino de regreso, siguió nadando hasta que se consiguió con el origen del arco iris que nacía desde el mar y se agarró de él consiguiendo el sendero hacía su realidad. En el jardín todo estaba en silencio, la brisa suave y un fresco olor a flores. De pronto, la enredadera volviéndose a su lugar, dejo ver a Terra suspendida y dulcemente cayendo sobre su órbita. La estrella la encontró en lágrimas, éstas formaban un hilo que recorrían el jardín donde plantas y flores rejuvenecían en silencio y Terra no se daba cuenta del bienestar que se proporcionaba. Mientras lloraba, el jardín se convertía en un paisaje, pues la naturaleza crecía desde ella, tanto que nacieron ríos, se elevaron


100 tierras para convertirse en montañas, crecieron árboles de diversas especies y se formaron muchas nubes en el cielo. Terra tenía la vida por dentro y de ésta manera desahogó su tristeza.

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La Navidad De Mi País

Dormida ante el silencio de la noche, ella dejaba desvanecer su cuerpo el cual se fundía con el viento y el agua. De sus pies brotaban raíces, que se alimentaban con la alfombra vegetal que formaban los árboles, para luego, al día siguiente renacer como la aurora en el firmamento. Se elevó su cuerpo con el poder del viento y se dejó llevar por las alturas, en un cerrar de ojos aparecía una imagen angelical que le pedía liberación. Con un grito desde su corazón, dejo escapar lo que le angustiaba, de sí brotaba un alma que no era la de ella, era como si emanaba de su cuerpo otro cuerpo fundido en su piel y en su alma, era cuando se le daba vida a otra vida pero sin saber que estaba dentro y que tenía la potestad de dejarla existir. La Esperanza estaba en ella, el animal, la mujer, el hombre y los ángeles estaban dispuestos a convivir. El animal hermano inferior y la compañía más digna, la mujer el sublime espíritu, la energía pura y la más amada por el mundo, el hombre el ser más fuerte, el luchador y el guardián de titanes y los ángeles fieles mensajeros de Dios. Se podía sentir en la piel la paz que todos esperábamos. Terra suspiró ante tal visión, era indescriptible la sensación de amor y de tolerancia que se sentía en su alma ¿Era solo una visión o en verdad esperamos todo esto? – Se preguntó – Y su corazón con humildad le contesto: -“Soñar, es tener el mundo a salvo”.-

En un país donde las flores nacen como ramilletes, los ríos son corrientes de aguas cristalinas que corren sobre piedras preciosas de variados tamaños y formas, donde árboles milenarios cuentan historias fantásticas sintiéndoseles cómo fluye la savia por su interior, el sol brilla tan intensamente que los colores saltan a la vista y al compás de la música. En este país donde lo increíble es común, donde las ranas y sapos cantan y cantan al son de los alegres pájaros, grillos y cigarras parecen llevar el ritmo armonioso de una orquesta dirigido por


102 un gran director, en este país que parece de otro mundo sacado de la fantasía infinita donde se puede viajar en el espacio sobre una cama y disfrutar del sueño más profundo, pero somos de aquí mismito, la navidad es tan normal como comerse un cambur cuyacos bajo la luz de la luna o cantar hermosos boleros frente a la danza de las olas del mar. En este país la navidad resplandece cada año, pinta de colores nuestras casas y viste de nuevo a nuestros niños, donde la abuela con su delantal tradicional de flores, una mesa bien vestida y en sus manos una sinfonía de sabores hace de nuestros platos un poema de gustos, hallacas, dulce de lechosa, majarete, pernil, ensalada de gallina, pan de jamón y leche de burra hacen de nuestro paladar un tiempo para disfrutar. Donde nos esmeramos por decorar y recordar el nacimiento del niño Jesús con cánticos y aguinaldos dedicados a él, que expresan todo nuestro amor por ese niño que se convirtió en hombre, que no vimos nacer, pero que ha colocado una luz fuertemente encendida en nuestros corazones. En este país que con un cuatro, arpa, maracas y tambor podemos hacer una fiesta a lo largo y ancho de una noche estrellada y amanecer para esperar una puesta de sol. En este país donde los niños y niñas son felices al esperar con ansias locas el regalo de navidad que nuestros papas con la ayuda de Dios nos puedan obsequiar. En este país cuando llega octubre se comienzan a escuchar las gaitas y a sentir la emoción de que se acerca la noche buena, llega marzo y todavía está presenta esta hermosa navidad, pues la brisa fría nos recuerda que siempre ésta, aunque por el tiempo

103 tengamos que volverla a esperar. En este país un abrazo en navidad es más bonito que una estrella fugaz, pues transmitimos toda la esencia de nuestro ser y comer una hallaca nos transmite todos los sentimientos ancestrales que podemos recibir de nuestros familiares porque está hecho de puro amor. Este país es Venezuela que no es de éste mundo, el segundo Edén creado por Dios, donde las rosas cantan, la luna y el sol se dan la mano y la vida florece todos los días sin parar…


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El Libertador y Yo

Ensayo

En un éxtasis de universalidad, Bolívar irrumpe de un sueño profundo, escribiendo “Mi Delirio sobre el Chimborazo”, sus pensamientos al compás de la energía cósmica, su magnanimidad vibraba en su alma liberando sus ideas. En instantes la puerta de Cronos abrió y en espíritu me encontré frente a él, levantó su mirada, sentí que podía verme, vi sus ojos negros profundos desbordando una luz que no era de este mundo, descubrió mi presencia, ya sabía que no pertenecía a su época, hui delante de su espíritu superior y él hablando a lo desconocido enfrentó lo irracional permitiéndose fusionar el tiempo…


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Leer, Soñar, Vivir Es un sueño, ¡sí, quizás es un sueño!, pero tengo muchos amigos que me hacen pensar, crear, vivir y viajar. Me he sumergido en el profundo mar, explorado galaxias, he conocido muchas personas que me cuentan sus historias, no he viajado por muchos países, pero conozco el mundo, he vivido muchas épocas pero estoy en el siglo XXI. Sé de muchos amores y los he llorado junto a sus protagonistas por que los he vivido, cómo quisiera cambiar la historia para unir esos amores de Manuela Sáenz y Bolívar, amores en tiempo de guerra, de lejanía, pero de una gran madurez para enfrentar su realidad, soñarlos felices y en vida. En su primer encuentro en la Ciudad de Quito, la Caballereza del Sol quedó extasiada e impregnada del Libertador, sus dotes de gran caballero, su humildad, su educación y su pronunciación del latín, dejaron en ella la huella imborrable de un amor eternizado que ni la muerte ha podido separar. Vi cómo en sus ojos centellaba el fuego del amor, cada mirada, cada gesto hacía temblar el alma. Cartas de Manuela Sáenz y Bolívar fue una pequeña ventana que me permitió sentir esa realidad del pasado. Donde Manuela con profundo amor y admiración comenzaba sus cartas con “Muy Señor Mío” y las culminaba con “Tu Manuela”, convencida de que en el Corazón del Libertador sólo estaba ella, ocupándolo. Bolívar esperaba con ansiedad sus cartas y aunque sus batallas le robaban tiempo para el amor, algo escrito le enviaba, era su loca, su hermosa dama, su amada, sólo ella tenía el poder para levantarlo de sus tristezas y decepciones. Sus encuentros eran como el nacimiento de una estrella, donde se podía sentir que alcanzaban el infinito y que nunca era suficiente. Cada amigo tiene algo distinto que contar, pedacitos de historias, fábulas, cuentos y leyendas. Mis amigos los libros aunque no tienen vida, vienen cargados de una energía y una


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magia espectacular, sus páginas revelan verdades, tristezas y alegrías. En ellos cobran vidas personajes, paisajes y países. Cuando quieren llamar mi atención brillan en la oscuridad, cual luciérnaga fulminante, mostrando su contenido y revoloteándolo en el espacio, me convencen de tal manera, que los tomo entre mis manos y finalmente mis dedos comienzan a deslizarse por sus páginas dejándome absorber por sus palabras, trasladándome entre sus líneas y viviendo sus experiencias.

tales sensaciones, es como abrir una puerta del tiempo de par en par por donde puedes asomarte y vivir.

Una tarde conocí a un gran científico que descubrió la fórmula más esperada y deseada por el hombre, fórmula que cambiaría el mundo, fórmula que sería la causante de que el ser humano pudiera vivir por más tiempo en buen estado de salud física y mental. Este científico cuya identidad no quiero revelar por seguridad a su persona, se encontraba en un lugar remoto de la antigua Unión Soviética, él después de obtener sus resultados, decidió huir para mostrar su descubrimiento ante un congreso internacional de medicina que sería realizado en Paris- Francia, sin embargo sólo pudo conseguir viajar en avión hasta Venecia donde fue perseguido y atrapado por agentes Soviéticos, encarcelándolo en un monasterio ubicado en una isla frente a la ciudad de las palomas como es conocida Venecia, y fue precisamente una paloma que al posarse sobre los barrotes de su cautiverio, ayudó a este honorable personaje alertar de su destino, a partir de este momento comenzamos a vivir muchas aventuras al tratar de huir de sus desgracias. De ésta manera conocí Venecia, Ciudad sobre el mar, sus habitantes, sus casas y palacios, esculturas y pinturas, sus góndolas guiadas por gondoleros vestidos con suéter a rayas, pantalones blancos y sombreros de marineros que entonaban exquisitas operas a la luz de la luna. Totalmente trasladada a Venecia sentí en el espíritu su humedad, lo irregular de sus calles y sus hermosos puentes en forma de arco, pronto estaba dentro del libro experimentando

Un día esperando a alguien que no recuerdo, en un sitio que no conozco llegó a mi ALEPH, es como si hubiese aparecido de otra dimensión, quien me mostró una historia de Paulo Coello, viajando en tren por Rusia donde él conoció a una mujer que había sido su esposa en otra encarnación, el encuentro fue tan impactante que sabiendo de su vida matrimonial en la actualidad, no podía diferenciar en que época estaba, era un dejavú, juntos podían detener el tiempo y todo a su alrededor flotaba como gotas de agua, se podía sentir una inmensa energía cálida y al mismo tiempo un frío aterrador. El tren a toda velocidad, era como viajar a través de un agujero negro, todo estaba suspendido, no había gravedad, pero el amor era tan inmenso que no podías evitar llorar. Cerré sus páginas y comencé a imaginar ¿cómo sería si éstos protagonistas olvidaran sus vidas actuales y continuaran viviendo lo que una vez quedo atrás?, en ese pasado remoto escrito en la historia espiritual de cada ser, mis emociones se mezclaban con las de ellos, podía sentir cómo el amor estaba presente, mi corazón palpitaba y se aceleraba como una enamorada adolescente, cual amor platónico que se estrecha junto al pecho, que no podía hablar, sólo soñar despierta, esperando que algún día él diga que sí. La lectura te eleva por lugares inimaginables, los autores y personajes te hacen vivir los acontecimientos. Mi amigo El Búho que no sabía Ulular, era muy diferente a los demás búhos de su comunidad, nadie lo aceptaba, así que se fue a otros lugares lejos de su familia, para emprender nuevas aventuras, viviendo interesantes acontecimientos, cambiando el paradigma de su especie. Hay muchas personas distintas a las demás que pagan su precio con la indiferencia, burla y negatividad de sus más


110 allegados, pero cuando demuestran que su diferencia es su éxito, son respetados y aceptados por aquellos que una vez fueron sus detractores. Este personaje es uno de mis mejores amigos por que fue muy valiente al enfrentar su realidad y no sólo enfrentarla, sino aceptarse tal como es, siguiendo su destino. Una vez pude conocer a un niño que me confió su historia llena de aventuras, me dijo que venía de muy muy lejos, de un planeta llamado B612 donde vivía con dos volcanes miniaturas que limpiaba todos los días por el hollín que expulsaban y una rosa hermosa pero muy vanidosa a la que no entendía su orgullo, pero que amaba con todo su corazón protegiéndola bajo una campana de cristal. Este niño al quien llaman El Principito, me enseño lo bueno de disfrutar la vida en los detalles más simples y de contar con buenas amistades, siendo honesto consigo mismo y con los demás. Cada libro expresa la forma de pensar de cada autor, su creatividad, entusiasmo, amor, tristezas, alegrías, cada cabeza es un mundo, sus personajes son el reflejo de sus más profundo pensamientos, leer es conversar con ese autor, es vivir la realidad de sus protagonistas…

Índice

Cuentos Pág. En el mar, cuento para soñar......................................…......17 En Casa de Wenceslao............................................................21 Para que no le falte nada.......................................................30 El Espanto.................................................................................33 El Penao de la Celda 16…………………...........................36 La Leyenda Salvaje……………………................................39 Abuela Chiquita……………………….................................41 Métele candela al Rancho……………..................................45 La Tía pérdida………………………....................................48 El Roba Gallinas……………………....................................51 ¡Que vuelvan las pulperías!....................................................54 El Gallo Calimero y la Jarra Roja…….................................57 No se metan con mi Compadre…………............................60 Te entrego mi vida para que comas………….....................64 A ponerse las Alpargatas que llegó Burrilinda……...........68 En el Espejo………………………………...........................70 Volando entre el Bosque…………………….......................72 Amigos en el Parque…………………................................74 En el Edificio……………………………….........................76 Búscame la Vaina……………………………......................78 Culturosa “La vigilante divertida más eficiente de la Biblioteca”............................................................................................81 Bosque de Chocolate. Una Experiencia grandiosa y especial….........................................................................................87 Frente al Muro……………………………..........................90 El Despertar………………………………...........................97 La Navidad de mi país…………………………...............101 El Libertador y Yo……………………………..................104 Ensayo Leer, Soñar, Vivir…………………………….....................107


Grecia Lucila Torres Ávila

Versión digital septiebre 2021 Sistema de Editoriales Regionales Yaracuy - Venezuela

Nace en Barquisimeto Estado Lara, el 5 de Diciembre de 1974. Hija de Juan Bautista Torres Nexans, Escritor e Historiados caraqueño y de Yaritza Coromoto Ávila Rodríguez, yaracuyana, Ama de Casa. Desde muy pequeña le atrajo la lectura y la escritura, por lo que siempre tenía un cuaderno en sus manos. A los 11 años escribió su primera novela “Camino hacía el Vacío”, la cual su mamá guarda hasta ahora como un gran tesoro. Estudió la secundaria en el Liceo José Manuel Siso Martínez de la ciudad de Barquisimeto, sus profesores siempre vieron en ella el talento por la escritura y su amor por la lectura. Egresada del antiguo I.U.T.Y. y de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, obteniendo los títulos de T.S.U en Administración mención Gerencia de Empresas y Licenciada en Administración Mención Recursos Humanos, respectivamente, docente universitaria y escritora. Ha concursando en diversos eventos a nivel nacional e internacional. En el 2017 obtuvo el 7mo. Premio Regional “Manuel Rodríguez Cárdenas”

con el Ensayo Leer, Soñar, Vivir, dándole este premio a la Biblioteca Comunitaria Ciudadela de San Felipe. Entre las composiciones literarias que posee se encuentran un sin número de poemas y cuentos basados en experiencias reales e imaginarios, y ensayos sobre diversos temas. Cuentos a la Venezolana, nace en momentos difíciles por los que está pasando la humanidad “La Pandemia”. En este libro se expone una serie de cuento y anécdotas basados en entrevistas a diversas personas (familiares y amigos) que sin pensarlo permitieron que la autora escribiera sobre sus familias, respetando identidades, la gran mayoría de nuestro Estado Yaracuy


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