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No cesan las extorsiones
Las extorsiones se traducen en presiones o exigencias, mediante amenazas, coacciones o intimidaciones sobre las víctimas, para que estas paguen ciertas sumas de dinero periódicamente, a cambio de no ser agredidas. Generalmente, los delincuentes atacan a sus víctimas cuando estas no ceden a sus exigencias ilícitas. Las arremetidas contra la vida, la integridad personal y los bienes de los extorsionados son constantes. Abundan los casos de salvajes asesinatos, violaciones, secuestros, lesiones gravísimas, robos y destrozos asociados a la extorsión, que ejemplifican hasta donde llegan los extorsionistas cuando los amenazados no les entregan los dineros que les son exigidos. El dinero reclamado por los codiciosos pandilleros varía de acuerdo a los recursos económicos aparentes con los que supuestamente cuentan los extorsionados. Por supuesto, los requerimientos aumentan cada cierto tiempo, al punto que para muchos extorsionados se vuelven prácticamente impagables, lo que puede traducirse en intimidaciones o coacciones en contra de los extorsionados y/o sus familiares, que puede llegar al destierro o al asesinato.
En la cadena criminal extorsiva se involucran policías corruptos, con quienes los pandilleros comparten el producto de los cobros ilícitos. A esto habría que agre- gar que las autoridades, para acreditarse “golpes de efecto”, hacen redadas de presuntos extorsionistas, pero sin pruebas que los incriminen, lo que obliga a las autoridades judiciales a liberarlos casi inmediatamente. Esto supone una suerte de “puerta giratoria” (de ingresos y egresos) que desacredita y resta credibilidad a la justicia oficial.
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Sin duda, la contaminación de autoridades causa estragos en todo el sistema de seguridad y justicia, al extremo que las potenciales víctimas no tienen más opción que defenderse por propia mano. Lamentablemente, la alegación de legítima defensa es tan controversial y difícil de demostrar que muchas veces se convierte en un “bumerang” en contra del que se defiende.
La espiral de extorsiones ha llegado a tal nivel que muchos dueños de viviendas, medios de transporte y negocios medianos y pequeños (farmacias, tiendas, librerías, talleres, panaderías, abarroterías, gasolineras, restaurantes, edificios, oficinas, etcétera) en diferentes zonas de la capital y de áreas urbanas en el interior del país, están cerrándolos o abandonándolos debido a los impagables requerimientos dinerarios que les hacen los pandilleros.
M Ndez Vides
El anuncio de Santa Catalina
Hace tres años, el 1 de marzo del 2020, primer domingo de Cuaresma, fuimos en familia al Calvario para presenciar el ingreso solemne de la procesión de Santa Catalina de Bobadilla al casco urbano de La Antigua, donde siempre buscamos la presencia del elemento que se repetirá en la mayoría de los cortejos posteriores, como la confirmación de lo que será el tema de moda. Al frente del anda destacaba una figura bizarra, diabólica, como ángel del mal, que días más tarde se convirtió en mi referencia simbólica del coronavirus anunciando la pandemia que estaba por sacudirnos. Era el mal al frente, montado en el anda del Nazareno moreno que llevaba con esfuerzo la cruz a cuestas.
Ocho días más tarde, repetimos la historia con la procesión de Santa Inés, viendo alfombras y esperando el ingreso por el puente del Matasano, preocupados porque según información que corría entonces, el lunes 9 ocurriría un terremoto. Bajamos al piso algunos chunches, y verificamos la posición de los muebles para salir corriendo en caso de actividad sísmica. A quienes no me creían, les mostraba la fotografía del anuncio al frente del anda, como figura endemoniada o Judas leproso. El anuncio del peligro no me permitió concentrarme, y la figura de la figura monstruosa persistió en mi conciencia.
No vino terremoto alguno, pero sí la pandemia. El virus chino nos arrastró, encerró, modificó la vida y transformó. Se perdió contacto social mientras se vigorizaba la tecnología, ingresando a una nueva era, donde la Inteligencia Artificial es la herramienta que transformará todas las profesiones y modos de vida. Poco espacio queda para el asombro en el campo de la Literatura, cuando la tecnología lleva tanta ventaja. Competir contra la IA es casi absurdo.
El desastre suspendió las actividades de la Semana Santa por dos años, y al tercero ya se animaron algunas hermandades a salir. Para en el 2023 ya todo está normalizado, a pesar de las ausencias de quienes se fueron y la multiplicación ciudadana.
Este primer domingo pasado de cuaresma, acudimos a recibir y despedir la procesión de Santa Catarina, experimentando la emoción de siempre, que me revuelve lo más profundo cuando escucho la combinación de la banda, campanadas, bullicio de creyentes, llanto de bebés, mientras se desliza el Nazareno con el espejo azul de fondo del cielo despejado, sin nubes. Esta vez, el elemento que más llamó la atención como posible referencia de época, fue el exceso de dorado, que denota riqueza y prosperidad con audacia y sin pena. El templo de la imagen protectora también está en construcción, elevándose altivo y tradicional. ¿Significará que hemos entrado a la era de lo grandes brillos y destellos? El dorado podría ser la constante, indicando abundancia y bienestar, pero está por verse.
SALVADOR PAIZ
CUANDO UNA CARRETERA TIENE
OBSTRUCCIONES O DESPERFECTOS, USUALMENTE SE COLOCA UN RÓTULO QUE DICE “PROCEDER CON PRECAUCIÓN”. EL ACCIDENTADO
PROCESO QUE HA LLEVADO EL ACTUAL TRIBUNAL SUPREMO
ELECTORAL (TSE) NOS SUGIERE QUE DEBEMOS ASUMIR UNA ACTITUD
SIMILAR DE CARA A LAS ELECCIONES
GENERALES 2023. NO ES QUE
LA RUTA NO SEA TRANSITABLE, PERO NOS TOCA BAJAR NUESTRA
VELOCIDAD Y ABRIR BIEN LOS OJOS PORQUE ESTAMOS EN TRANSITANDO EN UN CAMINO ARRIESGADO.
Esta semana, la prensa guatemalteca dio a conocer la adquisición de un sistema informático por más de Q148 millones. Cabe resaltar que la empresa contratada tiene fuertes señalamientos en su contra según diversos medios internacionales. Para acabar de ponerle sazón al debate, entre apenas 2 oferentes que presentaron propuesta, se eligió la más cara.
La indignación y preocupación sobre estos hechos no provienen solo de los guatemaltecos. Luego de que esta noticia se hiciera públi- ca, la senadora colombiana, María Fernanda Cabal, le envió a nuestro propio presidente una carta de advertencia. En ella, Cabal cuestiona el prestigio y reputación de la empresa seleccionada por el TSE. Según la senadora, para cometer estos fraudes, se “cooptan a las autoridades electorales” y se promueve “la contratación de empresas informáticas que manejan sesgadamente el escaneo, transmisión, grabación, validación y publicación de los resultados preliminares de los comicios”. Ante las acusaciones tan serias que están saliendo a luz, parecería prudente que el TSE valide las credenciales de los oferentes y que potencialmente reconsidere su selección. No se trata de cancelar las elecciones o boicotearlas, se trata de velar porque se mantengan los procesos que han garantizado nuestra democracia. La responsabilidad recae en nuestras autoridades del TSE para lograr un proceso electoral transparente y confiable.
Vemos a un TSE desprestigiado, improvisación en materia tecnológica y una Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) tan enredada que, en lugar de proteger y resguardar el proceso, privilegia el financiamiento, casi en exclusiva, desde fuentes como el narco y la cleptocracia. El mismo diputado Mario Taracena, quien fue uno de los impulsores de esta ley en su momento, ha dicho que sus requerimientos son tan alambricados que es prácticamente imposible de cumplir.
Debemos exigir las reformas a la LEPP con carácter de urgencia ya que, justamente esta semana nuestra Corte de Constitucionalidad se pronunció en contra de las acciones de inconstitucionalidad que habían sido planteadas.
Mario M Rida
¿Sincretismo socioeconómico?
QUIMERA O REALIDAD.
La propuesta socio liberal de Salinas de Gortari era un “Estado promotor que aliente la iniciativa, pero con la capacidad de regular con firmeza las actividades económicas y evitar así, que los pocos abusen de los muchos”… Un “Estado, que oriente la atención a y recursos hacia la satisfacción de las necesidades básicas de la población, respetuoso de los derechos laborales, de la autonomía de los sindicatos y protector del medio ambiente”.

Los hechos demuestran, que ni el liberalismo, ni el socialismo, han encontrado la forma de converger en beneficio de la persona humana, como el centro de su concepción ideológica. Es decir más allá del conjunto de creencias y doctrinas que respaldan la ideología institucionalidad de la organización, que implica acudir a la filosofía para comprender realmente el rol de las ideologías en la conducción política.
René Villareal, otro exponente del Liberalismo social, cree que constituirá un sistema económico con un nuevo papel del Estado y del mercado, que remonta el falso dilema entre el laisser-faire y el intervencionismo estatal, y que reconoce que en la congruencia y la compatibilidad entre mercado y Estado, garantiza un desarrollo sustentable, económica, social y ecológicamente. Sin embargo, el experimento no tuvo oportunidad de hacerse realidad.
Las preguntas por resolver podrían ser, entre otras: ¿estarán los políticos dispuestos a un encuentro con los sectores de poder?
¿Entenderán las élites que la pasividad precipita su final? Y, finalmente, ¿saldrá la academia y otros actores determinantes a desempeñar su rol?
¿Hay que esperar el caos, para cambiar de raíz el presente y plantear el futuro, como se está intentando en otras naciones? Lo cierto es que la esperanza se agota.
Rosenthal creyó en ese momento que “… si los actores implicados (incluyendo el empresariado), asumían el desafió de adaptarse a las nuevas circunstancias impuestas por la globalización y los contenidos de los Acuerdos de Paz, ello podría propiciar la oportunidad para reducir la conflictividad existente y generar una mayor coincidencia de posiciones para terminar de definir un proyecto de Nación”. Y concluyó que la coyuntura de ese momento ofrecía “una excepcional oportunidad para profundizar el debate nacional en torno a los grandes temas que la sociedad en su conjunto debe abordar... Es de esperar que, a pesar de las fuertes divisiones que persisten en nuestro país, se logre aprovechar esa oportunidad”.