4 minute read

Empata el ManUnited frente al Tottenham

La diferencia era tan expresiva en el marcador y en las ocasiones al descanso, con un 0-2 a favor del Manchester United, que el partido parecía resuelto para el conjunto dirigido por Erik Ten Hag, sin intuir la reacción del Tottenham, resurgido en la segunda parte, insistente, ofensivo y capaz de nivelar el encuentro con el 1-2 de Pedro Porro y con el 2-2 de Son Heung Min, ya en el minuto 77, para salvar un punto

Ya apuntaban los focos y las causas de la deriva del conjunto londinense, al palco, al jefe Daniel Levy, más que al banquillo, donde se estrenó su tercer técnico de la campaña, Ryan Mason, cuando el Tottenham se rebeló contra el 0-2, las circunstancias, su propia dinámica y la falta de convicción del primer tiempo. Veía incluso en riesgo competir en Europa.

Advertisement

El 0-1 lo consiguió rápido, en tan solo 7 minutos, en cuanto visualizó su primera oportunidad, cuando Jadon Sancho entró en el área, se fue para un lado y lanzó con la derecha. No marcaba desde el pasado febrero.

Para entonces, cuando se presuponía una salida voraz del Tottenham, por la vorágine de la última semana, del 6-1 contra el Newcastle, la destitución de su técnico, las disculpas de los jugadores, el conjunto local había conectado tan solo 32 pases, menos de la mitad del United. Había tenido un 33 por ciento el balón. Y no había tirado a portería.

En la reacción que se propu - so entonces el Tottenham, jugó al filo del 0-2 en unos cuantos momentos, sostenido por Forster, en un remate de Rashford, y salvado por Perisic, en un balón que era gol o gol, también a remate de Sancho. Pero también pasó de la esperanza del 1-1 al varapalo del 0-2 en un instante, en una jugada, cuando el cronómetro cruzó el minuto 43. Lo primero fue la intervención de De Gea frente al croata dentro del área. Lo siguiente el 0-2 de Rashford, que anotó su vigésimo noveno gol de esta temporada.

Con esas cifras, tal y como ha sido su ejercicio, con las cualidades que ha demostrado, no tiene mucho sentido la manera como lo defendió Eric Dier. Lo dejó demasiado espacio, lo contempló más que lo acechó y, cuando se dio cuenta de tales concesiones, de su error, ya había recibido el 0-2 con un tiro con la izquierda. Demasiado fácil -pareció- para este nivel.

Y reaccionó el Tottenham. Otro equipo surgió del vestuario. Su ambición devoró al United, que, de pronto, optó por la resistencia. El 1-2, en el minuto 56, lo marcó Pedro Porro, con una bonita volea, después de una serie de rebotes. Su segundo gol con el Tottenham. El inicio de la remontada que después culminó Son Heung Min, ya en el 78’, a pase de Harry Kane. Un frenazo para el United, más vida para el Tottenham… Y para la competencia por la cuarta posición y la Liga de Campeones. 6 puntos los distancian.

Fue el último partido del equipo femenino azulgrana en el Spotify Camp Nou, ya que el año próximo los partidos no se disputarán aquí.

Salió el Chelsea con todo. Una presión altísima, una defensa de 3 y la idea de equilibrar la eliminatoria desde el inicio. El equipo de Emma Hayes arrinconó al Barcelona, que tardó 3 minutos en poder cruzar al campo ofensivo.

No es que las londinenses tuvieran ocasiones, pero sí mostraron sus intenciones. No tenían opciones las de Jonatan Giráldez ni de pensar, no podían controlar el juego y se sintieron presionadas.

Jugó sus cartas el Chelsea, pero en cuanto el Barcelona se estiró y pisó el terreno ofensivo, las tornas cambiaron. Funcionaron las triangulaciones, apareció Asisat Oshoala al espacio y Graham Hansen, que tenía una autopista por la derecha.

La nigeriana protagonizó la primera acción de peligro en el minuto 6; la noruega anotó en el 8’, un tanto anulado por mano previa. Ya estaba el partido donde quería el Barça, que había sufrido lo justo en el inicio y puso en su sitio al Chelsea.

Keyra Walsh empezó a tener más tiempo para pensar y el Chelsea empezó a correr detrás del balón, demasiado tiempo persiguiendo sombras y eso les pesó físicamente mucho y muy pronto. Ya en el último cuarto de hora del primer tiempo, el Barça siguió controlando la situación, aunque sin generar mucho peligro. El Chelsea estaba agazapado, la defensa inicial de 3, se había convertido en una de 5, su presión no era tan alta, pero la diferencia era solo de un gol. No entró bien el Barcelona en el segundo tiempo. Más allá de un remate de Rolfo en el 47’, las de Giraldez no se sintieron cómodas. No tenía el Chelsea el control del juego, pero es que su futbol se mueve a base de destellos, de acciones individuales.

Graham Hansen tardó 11 minutos en aparecer en el segundo acto y Giraldez decidió mover ficha y puso en el campo a Engen y a Salma Paralluelo en lugar de Walsh y de Oshola.

El 1-0 llegó en el 63’, en una cabalgada de 50 metros de Aitana, que finalizó Graham Hansen, pero el Chelsea reaccionó de inmediato, 4 minutos después, con un tanto de Reiten, después de un rechace de Paños a remate de Sam Kerr.

El 1-1 atenazó al Barça, poco acostumbrado a enfrentar situaciones de este tipo, a las de Giraldez les costó a manejar la tensión. Sabía que el Chelsea, con poco, podía anotar un nuevo tanto y forzar la prórroga.

En el 84’ se retiró Aitana, por una lesión, y la tensión se mascaba cada vez más en el Camp Nou.

Al final estalló el Camp Nou. No jugó Alexia Putellas, pero lo celebró como una más. Será la cuarta Final de la Champions para las azulgranas, después de las jugadas en Budapest (19), Gotemburgo (21) y Turín (22). La próxima cita será en Eindhoven, el 3 de junio.

This article is from: