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Junio 2016
El apicultor por excelencia de una región privilegiada
Oro vegetal ‘made in San Andres’ “Este es mi laboratorio, el de todo el departamento que es Reserva de la Biosfera. Es un laboratorio natural a donde deberían confluir muchas más personas en función de éste para que fuera más perfecto, más organizado y productivo”. César Palacio Santos se dedica a la Apicultura (crianza de abejas y obtención de miel y sus derivados); se inició en ello a raíz de su proyecto de tesis de pregrado en Economía en el año 1977 en la Universidad de Autónoma de Colombia. Actualmente coordina cuatro apiarios en San Andrés y ha recabado bastante información al respecto a lo largo de estos 40 años de actividad que le han permitido ser un referente en el gremio a nivel nacional. Por Raga Cuenta que los sinsabores se han convertido en gratas experiencias alrededor de esta práctica, que para muchos es un ARTE teniendo en cuenta el hecho de convertir las bondades de la naturaleza y del trabajo laborioso de las abejas, en productos de sabores sin igual y de beneficios irrefutables como lo son la Miel, la Jalea Real y el Propóleo, que bajo el sello ‘Honey Land comercializa en Ecuador, Panamá, Costa Rica y en la zona continental colombiana. Además de las abejas reinas, únicas en su especie. Son pocos los que se dedican a este oficio en la isla y sobretodo que han seguido capacitándose en aras de mejorarlo. Es un trabajo extenuante que requiere
esfuerzo físico y concentración; luchar contra la aversión de algunas personas por las abejas es un gran obstáculo que dificulta incluso establecer y adecuar las colmenas en un punto fijo. La oferta de personal es escasa sobre todo en épocas de cosecha (en abril y mayo sobre todo). Pese a estas condiciones adversas, le sigue apostando a esta actividad contra viento y marea, porque se reúsa a perder la oportunidad única de darle al Archipiélago un reconocimiento que no esté siempre enmarcado en el turismo; además por las ventajas competitivas que a nivel país se tienen: Evoca a ese San Andrés agrícola, a ese gran productor de coco, aguacate, naranja y no tan turismo-dependiente al cual le atribuye la actual situación de la isla que la ha convertido en un “un basurero con mar bonito”, porque beneficios reales no se han visto, ni siquiera con la medida de puerto libre. La isla está lejos de retomar su vocación agropecuaria pero, podría perfectamente
estar presentando muchos proyectos en este ámbito desde sus grupos de investigación y desde esa necesidad de diversificación de sus actividades productivas. Él mismo se declara “amante de las pequeñas economías”, produce la miel en su propia casa con ayuda de una máquina centrífuga, tanques de recepción y llenado manual. En tiempos donde se piensa que ‘todo-está-hecho’, tiene muchos más proyectos de avanzada (al menos en el Archipiélago) como el de producir miel a partir de abejas sin aguijón, producir hongos comestibles (diferentes al champiñón), y el de crear un sistema de limpieza de aceites de cocina para elaborar otros productos. “No es necesario tener grandes plantas, costosa infraestructura, las ideas se
pueden desarrollar en espacios pequeños; un ejemplo de esto son los cultivos hidropónicos que se desarrollan en la Isla”, comenta Palacio. Amor por la naturaleza Hace cuatro años mejoró notablemente su producción implementando el método del norteamericano Michael Palmer llamado Apicultura Sostenible/ Sustainable Apiculture, el cual ha denominado el señor Palacio como Método Palmer versión San Andrés y que sugiere trabajar con núcleos (colmenitas de cuatro panales) para aumentar sustancialmente el número de abejas. Con el método anterior, los desperdicios de miel y mortandad de abejas eran situaciones constantes que no permitían la eficiencia del proceso. La versatilidad y el desarrollo del método Palmer versión San Andrés busca elevar la producción con altas poblaciones y tiene un solo objetivo: que los productores apícolas puedan encumbrar
con facilidad y mejorar sus ingresos. Gracias a esta re-ingeniería en el proceso, los incrementos para él en cuanto a producción de miel son contundentes: pasó de producir máximo una tonelada de miel al año, a tres toneladas el año pasado. Para ratificar sus prácticas de producción amigable con el medio ambiente, este emprendedor utiliza aceites esenciales, tal y como se hace en los Estados Unidos, para repeler enfermedades, y garantizar que el producto final esté libre de pesticidas y sus componentes nocivos para la salud humana y para los cuerpos de agua. La Varroasis es la enfermedad más común, ataca el sistema inmunológico de las abejas y desencadena la pérdida de la totalidad de la colmena.
Entre sus “gratas experiencias” tiene el ser ganador en el año 2015 del concurso ‘Seaflower Business Challenge’ liderado por Coralina, Cámara de Comercio y el Banco Mundial y que contó con jurados internacionales, además de ser reconocido a nivel nacional como uno de los 12 personajes del Departamento al lado de figuras tan reconocidas como Lyle Newball ó Samuel Robinson. Ha sido invitado a programas especializados de televisión como ‘Camino al Agro’, así como a ferias comerciales en el continente y en Centroamérica en numerosas ocasiones. Expectativas a corto plazo: Su sueño, entre muchos otros, es poder trabajar con abejas de laboratorio, mucho más higiénicas genéticamente hablando, lo que significa que desarrollan habilidades superiores como por ejemplo, en la detección de enfermedades y mecanismos de defensa: ellas mismas combatirían la Varroasis, mordiendo el ácaro que la produce o acicalándose
para eliminarlo. Por el momento, está programando su asistencia a un curso avanzado de inseminación instrumental en México, así como la capacitación para personas de fuera del archipiélago en el Método Palmer versión San Andrés y la cría de Reinas para renovación periódica en las colmenas. Esto sería, sin duda muy rentable y atractivo para pequeños productores locales o para emprendimientos colectivos. Por eso nuestro emprendedor insiste en que los diferentes actores de este oficio, deberían aprovechar al máximo el hecho de hacer parte de una Reserva de Biosfera en aras de contribuir al desarrollo de la misma y fomentar inversión en ciencia y tecnología, índices que han
sido tan esquivos en el departamento. “Estamos frente a un producto natural precioso. Exquisito, vigorizante y terapéutico. Un producto maravilloso en su gestación genética y estética. En otras palabras: Oro Vegetal”, concluye Palacio interpretando el genuino espíritu de la grandiosa colmena. RECOMENDADOS La exquisita miel de abejas Honey Land multiplica tu sistema antigripal. La poderosa Jalea Real Honey Land, compuesta de riquísimos polisacaridos de cadena larga, contribuyen en la regeneración celular y en la supernutrición de madres en gestación para beneficio del bebé. El polen de abejas, la única proteina que consume la abeja, tiene alta concentración de micronutrientes que contribuyen en la asimilación de calcio en el organismo y el fortalecimiento del sistema inmunologico