Ernesto Viamonte Lucientes El calendario civil como estímulo lector
LEVÁNTATE CONTRA LA POBREZA
¿SERÁS CAPAZ DE ACABAR DE LEER ESTE PRIMER APARTADO? Si todo sigue como hasta la fecha, si no ponemos remedio, hacia el 2015 morirán en el mundo 8,700.000 niños.
Son
transcurren
niños en
la
cuyas
vidas
pobreza,
el
abandono, la falta de educación, la discriminación y la ausencia de protección. Para ellos vivir supone intentar
sobrevivir.
Son
chicos
como tú, pero que no viven su edad como tú. Carecen de servicios esenciales como poder acudir a hospitales, a la escuela, que no tienen la protección de su familia o de su comunidad, y que están amenazados de sufrir malos tratos y explotación. Para ellos crecer, aprender, jugar y sentirse seguros no significa nada. ¿Te parece triste? Piensa que el que tú no seas uno de ellos sólo ha sido gracias a haber nacido en el tiempo y en el lugar en el que lo has hecho. Si en lugar de haber nacido en España lo hubieras hecho en Somalia, El Salvador o la India, tú serías uno de esos chicos. Esta situación ha preocupado en el pasado y preocupa hoy a los gobiernos, que han intentado garantizar una serie de derechos del niño. En 2002 la Asamblea General de la O.N.U. (Organización de Naciones Unidas) produjo un documento titulado <Un mundo apropiado para los niños>. En él se recogían una serie de objetivos que se deberán cumplir para que todos los niños tengan algo de lo que tú
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gozas: una infancia normal. Los objetivos hablan de lograr algo tan evidente como que los niños no pasen hambre, que puedan acudir a la escuela primaria, que se reduzca su mortalidad o que se acabe con enfermedades que hoy en día los matan. Evidentemente a ti no te afectan esos problemas. Tú tienes la comida cuando vuelves a casa, vas a estudiar y recibes vacunas y atención médica cuando lo necesitas. De tal manera que esto no tiene nada que ver contigo. ¿O sí? ¿Sabes que si todos ayudamos, si todos somos conscientes de que nada puede seguir igual, en vez de los 8,700.000 millones de niños que morirán en el 2015, de los que hablábamos al principio, <solo> morirán 3,800.000 niños? Te habrás fijado que he entrecomillado ese <solo>, ya que, aunque ayudemos, todavía fallecerán en el mundo un población equivalente a la de todos los ciudadanos de Madrid y Zaragoza juntos. ¿No es una barbaridad? Pero piensa que si no movemos un dedo, ¡morirán 5 millones de niños más! Es deprimente. ¡Mejor no sigas leyendo! Mira hacia otro lado, al fin y al cabo tú estás estudiando, tienes la comida en casa, una buena cama, todo lo que necesitas. Así que ¿para qué seguir? Si piensas así. Hasta luego. Ve a lo tuyo. Si lo que hasta ahora has leído te interesa, sigue adelante y gracias.
¿NO SERÁS TÚ TAMBIÉN POBRE? No sé si te has dado cuenta de que la pobreza tiene que ver con la economía, pero no solo con ella, y de que es algo muy relativo. Me explico: un chico pobre de España no lo sería si fuese trasplantado, con lo que aquí tiene, a Etiopía. La pobreza, pues, está sujeta a muchos valores y alcanza a todo el mundo, pero fundamentalmente está unida a los valores de tiempo y lugar. Además un niño puede ser rico o pobre respecto a su amor familiar y a la seguridad en que se mueve, a su educación, a como está de asentado en su comunidad, en fin, se puede carecer de muchas cosas o tenerlas, como ves. ¿Qué país dirías que tiene una mayor tasa de pobreza infantil, Méjico o Estados Unidos? Estoy seguro de que todos habremos contestado, Méjico. Sin embargo ambos estados tienen la misma: de cada 100 niños, tanto en Méjico como en EE.UU., 20 se pueden considerar pobres. ¿No es tremendo en ambos países, pero en especial al hablar de la primera potencia económica del mundo? Y lo terrible es que si se hacen reuniones y se aprueban documentos, como el titulado <Un
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mundo apropiado para los niños>, es porque se ha observado que la pobreza infantil ha crecido en el mundo durante los años noventa. Hay que levantarse contra la pobreza, porque está comprobado que hay una relación directa entre ella y tener un peor rendimiento en los estudios, mayores problemas de salud, embarazos no deseados, abuso de sustancias nocivas, comportamientos criminales y antisociales, salarios bajos, paro, etc. Esto no quiere decir que tales problemas los tengan y los provoquen quienes sufren la pobreza, sino que es más probable que surjan entre ellos.
Y AHORA... ¿COMPARAMOS? Seguramente tienes la suerte de tener todo lo que necesitas. Si lo dudas te recomiendo que leas este apartado con atención y que pienses si tienes dónde vivir, si estudias, si visitas al médico cuando caes enfermo y si tu familia, tus amigos y la sociedad en la que habitas te protegen. Si es así te lo tengo que decir: ¡eres rico! Si te faltaran algunos de los bienes descritos quizás se pudiera decir que vives en un estado de pobreza. Porque piensa que no todo es la pobreza económica de la que voy a hablarte, que, por cierto, es muy importante. Muchas veces la pobreza para los niños es todo aquello que no les deja desarrollarse. Por ejemplo el sentirse excluido. Un niño que no siente que forma parte de su familia, de su comunidad, de su grupo, es un niño pobre, porque al compararse con los demás siente que algo le falla. Pero vamos a hablar de lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de pobreza: de lo económico. El no tener suficientes recursos hace que la tasa de mortalidad suba. Es así. Las estadísticas dicen que en niños peruanos menores de 5 años, hay un 20% de posibilidades más de que mueran si son pobres que si son ricos. Se calcula que en el mundo más de 5,500.000 niños menores de 5 años mueren al año por desnutrición, es decir, por falta de una adecuada alimentación. A lo que hay que añadir que muchos de ellos, aunque no fallezcan, quedan afectados de enfermedades y malformaciones de por
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vida. Se estima que un 55% de la población de África occidental y central vive con menos de 1 dólar al día. Para hacerte una idea aproximada de lo que aquí se habla mira esta tabla. Se comparan cuatro países del mundo: Sierra Leona, Camerún, Islandia y España. Dos países pobres y dos desarrollados. Fíjate en las diferencias. Año 2004. Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años. Sierra Leona
283 niños mueren de cada1000 que nacen
Camerún
149 niños mueren de cada 1000 que nacen
Islandia
3 niños mueren de cada 1000 que nacen
España
5 niños mueren de cada 1000 que nacen
Años de media que se vive en esos países. Sierra Leona
41 años
Camerún
46 años
Islandia
81 años
España
80 años
Chicos que cursan educación secundaria por cada 100 habitantes. Chicos
Chicas
Sierra Leona
31
22
Camerún
34
28
Islandia
84
88
España
94
98
Personas que pasan cada día de su vida con menos de 1 dólar. Sierra Leona
57 personas de cada 100
Camerún
17 personas de cada 100
Islandia
0
España
0
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A CLASE POR CASTIGO. ¿Cómo se llega a ser pobre? Lo cierto es que son muchos los factores que entran en juego, pero quizás haya detalles en los que no te has fijado, que ayudan a vivir o a no vivir en la pobreza. Vamos a centrarnos en uno. La mayor parte de los días tu principal trabajo es ir a estudiar. Es cierto que a menudo puede resultar pesado. Tenerse que levantar temprano, estar un montón de horas atento, o hacer como que lo estás, sin apenas moverte. Y lo malo no es eso, lo malo es que esto hay que hacerlo día tras día, mes tras mes, año tras año. En España por lo menos hasta que cumplas los 16. Pues fíjate: uno de los objetivos, esos de los que hemos hablado arriba, consiste en que todos los chicos del mundo logren terminar la escuela primaria. Piensa que los países pobres, los que están en conflicto, o los chicos con discapacidades de algún tipo o los que viven en zonas alejadas, no pueden recibir educación alguna.
Y no hablemos de la educación
secundaria. En los países como España, un 92% de niñas y un 91% de niños estudian secundaria; en los países no desarrollados el porcentaje es de un 26% de niñas y un 30% de niños. No sé si te habrás parado a pensar en esto: ¿para qué estudias? Tú lo haces para mejorar como persona, para tener unos conocimientos y una preparación con los que, el día de mañana, tener un futuro mejor, mayores posibilidades a la hora de encontrar un empleo digno. Para eso estudias, sí. Tú y todos tus compañeros, y todos los chicos del mundo. Seguro que te has dado cuenta de adónde pretendo llegar. Un chico que no tiene acceso a estudiar es un chico que va a tener muy difícil mejorar en la vida; es un chico que tiene un futuro complicado. Y no digamos si eres una chica. Mira: hay 54 países en el mundo en los que no se da la misma educación a los chicos que a las chicas, es decir, se les discrimina por razón de su sexo. Los factores que hacen que los niños no puedan estudiar son diversos. La pobreza es fundamental, pero también el que en sus países haya conflictos armados o que sufran alguna enfermedad que los discrimine. La pobreza les lleva a tener que trabajar, a veces a edades muy tempranas, a los cinco años, por ejemplo. Y está claro que si trabajas difícilmente puedes estudiar. Y ahora puedes pensar, ¿pero eso afecta a tantos chicos? En la mayor parte de sitios hay paz y no parece que se viva mal. Pues bien, resulta incalculable saber
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los millones de niños que sufren privaciones de algún tipo: falta de una nutrición adecuada, agua potable, vivienda digna, educación o atención a su salud. Para que lo veas más claro: de cada 1000 niños menores de 5 años, en los países más pobres mueren 155, mientras que la media mundial es de 79. Esto supone, aunque parezca increíble, que en 2004 murieron 4,300.000 niños antes de cumplir los 5 años.
LOS NIÑOS INVISIBLES. Tal vez no hayas oído hablar de los niños invisibles, pero es una manera de nombrar que debes recordar. Ya verás como son tres palabras que escucharás a menudo. Se llama niños invisibles a aquellos que no existen para sus familias, sociedades y gobiernos. Piensa en ti. Cuando te sucede algo, son tus padres y familiares los que en principio te cuidan. Te llevan al médico, pasan las horas junto a ti, te ayudan en lo que necesitas. Pero también la sociedad en la que vives te cuida: una enfermera, un policía, tu profesor, tus vecinos... Todos, de una manera u otra, estamos pendientes de ti. Y si algún día sufrieras algún percance mayor, hay un paraguas protector más grande, que podemos decir que depende del gobiernoestado, que te protegería: ante alguien que te agreda las leyes te protegen, por ejemplo. Pues bien, hay chicos como tú en todo el mundo a los que les fallan tales protecciones. A ellos los llamamos invisibles; parece que nadie los vea, o que no los quiera ver. Estos chicos a menudo no tienen ni identidad oficial: no se sabe ni dónde ni cuándo nacieron, y a veces se desconoce hasta su nombre. Tampoco tienen la ayuda de unos familiares que o no viven o lo hacen en penosas condiciones. Suelen ser explotados en trabajos no adecuados a su edad y asumen papeles que son los
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de una edad que no les corresponde. Además de trabajar antes de hora los hay que se casan siendo niños o que incluso sirven como soldados. Son unos chicos tan invisibles que ni aparecen en las estadísticas. Se calcula, pero solo se calcula, que solamente en 2003 se inscribieron en el mundo un 36% de los niños nacidos. Tú sabes que cuando un niño nace una de las primeras obligaciones de los padres es inscribirlo en el Registro Civil: es el comienzo de la existencia ciudadana del niño. Pues bien, ya ves que en el 64% de los casos no es así. Y esto no es un simple papel. Sin ese registro es como si el niño no existiera: no se tiene acceso a la educación y a la sanidad, por ejemplo. Ese importante papel te señala como miembro de una sociedad, con una nacionalidad, y te hace poder acceder a servicios como los dichos. Sin saber la edad exacta de alguien es más sencillo casarlo prematuramente o hacerlo trabajar pronto. Además cuando crezca no podrá votar, conseguir pasaporte e incluso no podrá acceder a ciertos trabajos. Hay países en los que se llega a esclavizar a esos niños, siendo esto tan habitual que se ha tenido que legislar para intentar acabar con esa esclavitud. Es lo que han tenido que hacer en la India, donde unos 20 millones de menores trabajan en puestos callejeros, restaurantes, hoteles y similares. Trabajan más de diez horas diarias por unos diez euros al mes.
LOS NIÑOS DE LA CALLE. A veces tenemos una vida tan monótona que no nos damos cuenta de la suerte con la que contamos. ¿Cuántas veces no te enfadas con tus padres y hermanos por cualquier tontería? Y, sin embargo, ¿te has parado a pensar lo que pasaría si ellos no estuvieran? Cuando la familia falla, nos encontramos desamparados. Es cierto que es los países desarrollados como España, el Estado se ocupa de apoyar a todos aquellos a los que la protección primera, la de la familia, les falta. Pero hay otros muchos lugares en el mundo en el que si se carece de parientes, los menores han de buscarse la vida como puedan . No es infrecuente, en los países no desarrollados, que los chicos hayan de salir adelante por sus propios medios, y es más, tampoco es infrecuente que hayan de sacar adelante a hermanos más pequeños. Se estima que en 2003, solo ese año, quedaron en el mundo huérfanos 16 millones de niños. Niños que tienen que
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ocuparse de su hogar y, por lo tanto, no gozan de una educación adecuada. Y al tener que salir adelante como se pueda son chicos más expuestos a los malos tratos y a la explotación. Un caso extremado, pero no infrecuente, lo constituyen los llamados <niños de la calle>. Son chicos como tú, pero que trabajan y viven en la calle. Por cierto, a esta clase de chicos los podemos encontrar en cualquier parte del mundo. También en los países más avanzados.
A
menudo
los
consideramos
como
delincuentes y su número es imposible de calcular. Se ocupan en cualquier trabajo. Hay lugares en los que con la excusa de <limpiar la ciudad> se les ha llegado a exterminar. En otros se les detiene y se les encarcela y allí, desde luego, no suelen ser tratados como lo que son, como muchachos, sino que sufren todo tipo de maltratos. Lee con detenimiento el artículo de la escritora mejicana Elena Poniatowska para hacerte una idea.
Niños de la calle por Elena Poniatowska Según el “Estudio de Niños Callejeros”, hay 11.172 niños de la calle en la ciudad de México, que tiene el dudoso privilegio de ser la ciudad más grande del mundo. “Trabajar” significa lavar carros y camiones, hacer mandados, cargar refrescos. Odian ser cargadores porque acaban con una lesión en la espalda o arrollados por un carro. Además de la violencia, la desintegración, el smog, el tráfico, el origen de todo es la extrema pobreza, y las drogas y la delincuencia su manera de sobrevivir. En las calles limpian parabrisas y tragan fuego. Casi todos [los transeúntes] son indiferentes a la magia en su cara y en sus manos. Aguardan a sus clientes con sus instrumentos en los brazos y en la oscuridad relumbran los adornos en su traje de charro, sus amplios sombreros galoneados. Son guitarras, son violines, trompetas de Jericó, voces en busca del oído. La luz roja nunca los detiene y la función continúa hasta las tres o cuatro de la mañana, sobre todo los viernes y sábados, cuando alguna pareja se siente romántica y les da a unos cuantos pesos de más. Todos los que pasan los ven y son invisibles. No existen. La policía los mira sin
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mirarlos. Todo los aísla y los señala. La escuela es el coco de los niños, hasta de los más intocados. Los humilla. Les cuesta mucho trabajo retener y han perdido su capacidad de concentración. Nada quieren saber ni de techo ni de paredes. ¿Te haces una idea de sus vidas? La primera etapa de la vida de un hombre ha de estar dedicada a crecer, jugar, descansar y aprender. Vamos, a hacer lo que tú haces. Sin embargo ya ves que no siempre es así. Se cree que en 2003 unos 246 millones de chicos, entre 5 y 17 años, trabajaban, y unos 8,400.000 menores lo hacían en trabajos forzosos. Con esa edad las lesiones y enfermedades son más frecuentes, al tener que realizar unos esfuerzos para los que el organismo no está aún preparado. Lesiones que pueden desencadenar con facilidad en la muerte. Aunque parezca increíble, en pleno siglo XXI, hay miles de niños que participan en conflictos armados. Combatiendo, como mensajeros o porteadores, y con frecuencia como esclavos sexuales. Y hay muchas niñas a las que se le acaba su infancia con un embarazo no deseado, o con un matrimonio a una edad inadecuada. Un matrimonio temprano se considera aquel que se realiza antes de los 18 años. Es más frecuente entre las chicas que entre los chicos. Ese tipo de enlace supone que la niña ha de hacer funciones de adulta. En muchos pueblos es difícil de erradicar ya que es algo tradicional para ellos. Otras veces la pobreza conduce a <soluciones> de ese tipo. En el caso de que lleve a embarazos prematuros también es muy peligroso. Fíjate: la primera causa de mortalidad de jóvenes de 15 a 19 años está relacionada con problemas de embarazo. Todos los niños tienen derecho a crecer en un entorno protector, que les aleje de la violencia, malos tratos, abandono y discriminación. Y para lograr eso hemos de conseguir acabar con conductas discriminatorias. Algo en lo que todos los estados, ciudades y pueblos, sociedades, familias y personas como tú hemos de trabajar día a día.
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¿QUÉ TAL LEJOS DE CASA? Seguramente tú vives desde que naciste en el mismo lugar. Conoces tu pueblo o tu ciudad como la palma de tu mano. Allí tienes a tu familia, a tus amigos, tu casa y tus cosas. Figúrate que en un momento determinado tienes que dejar todo, sin
posibilidad
de
volver.
Tienes que irte sí o sí. Es más que posible que entre tus compañeros los haya que conozcan bien este situación, porque
hayan
tenido que
abandonar su tierra. Pero aquí no estoy hablando de ellos. Aquí se trata de miles y miles de chicos, como tú, que por conflictos bélicos o por correr su vida peligro han de desplazarse y pedir refugio en
otra
muchachos perder
su
tierra. que
Son pueden
familia,
sus
hogares, su derecho a la educación y a una atención médica, que corren peligro de ser reclutados o de sufrir abusos sexuales. Además su regreso al hogar es muy problemático: primero, porque se tiene que acabar el conflicto que les echó; segundo, porque pueden encontrarse su hogar ocupado por otros, familiares fallecidos, etc. Otro caso de alejamiento del hogar, todavía más terrible si cabe, es el que tiene que ver con la trata de niños. Hablamos de trasladar a menores a un sitio donde lo ilegal es lo que manda. Se les separa de su familia y entorno, con lo que carecen de protección, y suelen trabajar en labores en las que se les explota, ocupándose de sol a sol por salarios de miseria, o, también con frecuencia, dentro del comercio sexual. Se estima que hacia 2003, 1,200.000 fueron víctimas de trata de niños.
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Son chicos maltratados, porque cuando hablamos de violencia de inmediato pensamos en lo físico: golpear, pegar, matar... Pero la violencia no es solo una cuestión física. También hay violencia psicológica, y también entran dentro de comportamientos violentos la discriminación, los malos tratos y el abandono. La violencia se puede sufrir dentro del hogar o en las escuelas, con los castigos corporales y humillaciones que quizás no nos son tan desconocidos. Para muchos chicos sufrir actos violentos es algo que forma parte de su vida diaria. Forma parte de la sociedad en la que viven de una manera que hace que ni siquiera se den cuenta de ella, ya que la sociedad la permite. Aquí todos tenemos que actuar. Desde los gobiernos, que han de prohibir todo tipo de violencia, ocurra donde ocurra y la haga quien la haga, hasta cada uno de nosotros, que hemos de ser responsables de los actos que hagamos y de los que no hagamos, ¡ojo! Tan culpable es el que pega o discrimina a un compañero, como el que lo permite, como el que no hace nada y lo conoce. No es un dato a olvidar. Se cree que hay unos 2000 millones de niños en el mundo, de los cuales un 80% han recibido algún tipo de castigo físico. De ellos un tercio ha recibido castigos severos y se calcula que unos 53.000 niños han hallado la muerte de esta forma cada año.
TODOS SOMOS TODOS. Cuando observas que a un compañero se le deja de lado, no se le incluye en los juegos o en las conversaciones, se le está discriminando. No se le trata igual que al resto. Evitar que eso se produzca, hacer que un chico al que no se le acoge participe de los juegos como lo haces tú, es el grano de arena que puedes poner para ayudar a acabar con la discriminación. Uno de los objetivos de los que aquí estamos hablando. La discriminación se puede dar por muchas causas. Cuando se quiere apartar a alguien es fácil encontrar algo que lo diferencie para no aceptarlo en el grupo. A veces se discrimina por ser chica: por cada 100 niños sin educación primaria hay 117 niñas que no la tienen. También se discrimina por pertenecer a otra etnia. Es la discriminación más generalizada en el mundo. Piensa que en todo el globo hay unas 5000 diferentes. Basta con estar en un lugar donde se sea minoría para sentir la
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discriminación. Se calcula que unos 900 millones de personas la sufren en el mundo, y que ese trato les priva de acceder a puestos de trabajo y a una buena educación. Entre los pueblos más discriminados están los indígenas. Se estima que hay unos 300 millones en todo el mundo. Incluso hay países, como Bolivia y Groenlandia, donde son mayoría. Sin embargo suelen estar privados de la posibilidad de acceder a la educación o a una sanidad adecuada, o lo que te puede parecer más curioso, suelen <no existir>. Sí, porque un niño al que no se registra su nacimiento, es como si no existiera. Y eso, hemos visto, puede ser muy complicado para él. Otro grupo de chicos discriminados son aquello que sufren algún tipo de discapacidad. Figúrate si a tu alrededor puede resultar complicado vivir con problema de visión, oído, mental o de otro tipo, lo terriblemente difícil que tiene que ser si se vive en condiciones de pobreza. Se calcula que hay 150 millones de niños en todo el mundo con algún problema de discapacidad. Incluso hay comunidades que por el hecho de tener algún tipo de minusvalía maltratan y marginan a ese miembro. Muchos de ellos son chicos que viven en países donde hay o ha habido conflictos armados. No es infrecuente salir a dar una vuelta o a jugar y tener que ir con cuidado para no pisar alguna mina enterrada. En los países pobres los casos son más numerosos. Piensa que muchas veces esos problemas nacen de que, durante los embarazos, las madres no tienen las condiciones adecuadas, o debido a alimentaciones deficientes o a cualquier falta de recursos que es abono de enfermedades. Fíjate qué dato tan terrible como curioso: entre 250.000 y 500.000 niños pierden al año la vista por falta de vitamina A. Sin embargo eso podría evitarse si tomasen una cápsula al año que viene a costar alrededor de 5 céntimos de euro. ¿Qué podemos comprar con ese dinero? Nada, ¿verdad? Pues no, ya ves que sí se puede comprar algo: la vista de un niño.
PERO ¿ESTO VA CONTIGO O NO? Para acabar con la pobreza y los problemas de todos los chicos del mundo se pueden tomar todo tipo de iniciativas. Iniciativas que habrán de tener carácter universal, es decir que lleguen a todos los rincones del mundo, y que no discriminen
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a nadie a causa de su género, color, religión, ideas, idioma, nacimiento, discapacidad o raza. Desde luego que a los gobiernos les incumbe, principalmente, la toma de medidas.
En
ese
documente aprobado en la O.N.U. titulado <Un mundo
apropiado para
los niños> se pretende eso precisamente. Pero en
un
ámbito
más
cercano
también
nosotros,
nuestras
familias, compañeros y amigos podemos hacer algo al respecto. Cerca de nosotros hay organizaciones no gubernamentales (ONG’s), organizaciones locales y religiosas que luchan todos los días contra la pobreza. Todos podemos ver a nuestro alrededor que otros chicos como tú tienen necesidades o son discriminados o aislados. Ayudar a acabar con eso, sí que está en tu mano. Sois vosotros los que veis más de cerca las necesidades de los que son como vosotros. Hacer que esos problemas salgan a la luz, que no sean <invisibles>, ayudar a acabar con ellos es tu labor, vuestra labor, nuestra labor, la labor de todos. Esa debería ser tu colaboración a la hora levantarse contra la pobreza.
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