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Enfermedad Inflamatoria y obstrucción recurrente de las vías respiratorias: manejo nutricional

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ARTÍCULOS

ENFERMEDAD INFLAMATORIA Y OBSTRUCCIÓN RECURRENTE DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS: MANEJO NUTRICIONAL

BM Waldridge y PJ Huntington. Kentucky Equine Research, Versailles, Kentucky and Mulgrave, Australia

RESUMEN

El término asma equino (AE) abarca formas leves y crónicas de inflamación crónica de las vías respiratorias. Incluye la enfermedad inflamatoria de las vías aéreas (IAD) y la obstrucción recurrente de las vías aéreas (ORVA). Aunque los signos clínicos asociados a IAD son más leves, ambas patologías se caracterizan por una acumulación excesiva de mucus en las vías respiratorias. Se describe como principal factor de riesgo, la exposición a elevadas concentraciones de compuestos irritantes inhalatorios, polvo y alérgenos ambientales. Esto ocurre especialmente en caballos estabulados que se alimentan de heno y se alojan en cama de paja. La reducción de la exposición del polvo es una medida de manejo clave para el tratamiento y la prevención de AE, infecciones respiratorias e hipersensibilidad a alérgenos ambientales. Es importante diferenciar la concentración de polvo respirable (RDC) y la RCD en la zona de respiración del caballo. La principal fuente de irritantes inhalatorios presentes en el ambiente del caballo es el alimento, especialmente el forraje. Los efectos de vaporizar el heno parecen ser más prometedores al reducir la concentración del polvo sin alterar su valor nutricional, a diferencia de lo que ocurre con el remojado. Otras alternativas de forraje como el henolaje o los cubos de alfalfa reducen considerablemente la concentración de polvo en la zona de respiración. El cambio de cama no modifica significativamente la RCD de la zona de respiración del caballo. La suplementación con ácidos grasos omega 3 ha demostrado efectos beneficiosos en caballos con AE.

Palabras clave: asma equino, ORVA, IAD, heno, partículas inhalatorias, DHA, EPA.

ABSTRACT

INFLAMMATORY DISEASE AND RECURRENT AIRWAY OBSTRUCTION: NUTRITIONAL MANAGEMENT

Equine Asthma (EA) encompasses mild and chronic forms of chronic airway inflammation. This includes Inflammatory Airway Disease (IAD) and Recurrent Airway Obstruction (RAO). Although the clinical signs associated with IAD are milder, both pathologies are characterized by an excessive accumulation of mucus in the airways. Exposure to high concentrations of inhalation irritants, dust and environmental allergens is described as the main risk factor. This occurs especially in stabled horses that are fed hay and housed on straw bedding. Reducing dust exposure is a key management measure for the treatment and prevention of AE, respiratory infections and hypersensitivity to environmental allergens. It is important to differentiate between respirable dust concentration (RDC) and RCD in the horse’s breathing zone. The main source of inhalant irritants present in the horse’s environment is feed, especially forage. The effects of steaming hay appear to be more promising by reducing the dust concentration without altering its nutritional value, unlike soaking. Other forage alternatives, such as haymaking or alfalfa cubes, significantly reduce dust concentration in the breathing zone. Bedding change does not significantly modify the RCD of the horse’s breathing zone. Supplementation with omega-3 fatty acids has shown beneficial effects in horses with EC.

Keywords: Equine Asthma, RAO, IAD, hay, inhalation, DHA, EPA

El término asma equino (AE) se utiliza para designar la enfermedad inflamatoria de las vías aéreas (IAD) y la obstrucción recurrente de las vías aéreas (ORVA) en caballos. El AE abarca formas de leves a graves de inflamación crónica de las vías respiratorias. Los cuadros graves de AE se observan aproximadamente en el 1417 % de los caballos de países del norte y con clima frío. Los cuadros moderados de AE afectan al 68-77 % de los caballos de ocio en base a los resultados obtenidos por citología traqueal y hasta al 80 % de los caballos de carreras según las citologías de lavado broncoalveolar (LBA)1. Los caballos con dificultad respiratoria, incluidos aquellos con obstrucción recurrente de vías aéreas (ORVA) y ORVA asociada a pastos de verano, muestran una marcada inflamación y obstrucción de las vías respiratorias bajas asociada a tos frecuente, incremento del esfuerzo respiratorio en reposo e intolerancia al ejercicio. La ORVA afecta principalmente a caballos adultos de más de 7 años, mientras que la IAD puede afectar a caballos de todas las edades y los signos clínicos asociados son generalmente sutiles, de entre los cuales se incluyen la disminución del rendimiento y presencia de tos ocasional, aunque con respiración normal en reposo. La inflamación de las vías respiratorias en caballos con AID es moderada y resulta en una disfunción pulmonar limitada. Ambos, ORVA e IAD se caracterizan además por una acumulación excesiva de mucus en las vías respiratorias2 .

LOS EFECTOS DE LA INHALACIÓN DE POLVO Y ALÉRGENOS POTENCIALES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS DEL TRACTO RESPIRATORIO EN CABALLOS Y EL ASMA EQUINA

Los caballos estabulados están constantemente expuestos a elevadas concentraciones de compuestos irritantes presentes en el aire. Esto ocurre especialmente en caballos que se mantienen estabulados, se alimentan de heno y se alojan en cama de paja. Aquellos caballos que presenten infección del tracto respiratorio se verán beneficiados por presencia de niveles bajos de polvo en suspensión, pues poseen un epitelio respiratorio dañado y un mecanismo aclaramiento mucociliar alterado. Las infecciones del tracto respiratorio en caballos pueden verse exacerbadas y prolongadas en el tiempo por exposición concomitante de polvo en suspensión3, 4. Los caballos con infecciones del tracto respiratorio que son mantenidos en ambientes con altas concentraciones de polvo en suspensión poseen periodos de recuperación más largos debido a que se incrementa la tos, la hipersecreción de mucus y la broncoconstricción. Algunos autores especulan con que la combinación de una infección respiratoria junto con la estabulación permanente en un ambiente con una elevada concentración de polvo en suspensión, puede dar lugar a que los caballos se vuelvan sensi-

bles a alérgenos ambientales inhalatorios y al posterior desarrollo de obstrucción recurrente de vías aéreas. Es muy importante minimizar la exposición al polvo en caballos en proceso de recuperación de infecciones respiratorias.

La ORVA es una enfermedad reactiva de las vías aéreas que se caracteriza por broncoconstricción, excesiva producción de mucus y cambios patológicos en los bronquiolos5. Los caballos afectados son hipersensibles a las partículas de polvo inhaladas. Los cambios ambientales enfocados a reducir el nivel de exposición de polvo en suspensión son esenciales para que el tratamiento de ORVA sea eficaz.

DEPOSICIÓN DE POLVO INHALADO EN LAS VÍAS RESPIRATORIAS

La concentración de polvo respirable (RDC) hace referencia a aquellas partículas de pequeño tamaño (<5 μm de diámetro) con capacidad para penetrar en las vías respiratorias periféricas y de pequeño calibre que potencialmente pueden causar inflamación pulmonar6, 7. La zona de respiración se define como la región que rodea las fosas nasales del caballo8. La exposición al polvo a la que se ve sometida esta zona de respiración del caballo refleja fielmente el desafío al que se enfrentan, pues los caballos pasan la mayor parte del tiempo con los ollares en contacto directo con el heno o la cama3. Las fuentes principales de polvo a las que se expone el caballo provienen del alimento y del material de la cama3, 4. La mayor exposición de irritantes ambientales procede de forrajes contaminados por moho y del material de la cama.

Incluso en establos bien ventilados, las RDC en la zona de respiración del caballo son elevadas cuando el caballo se alimenta de pienso o de forraje9. La ventilación por sí sola no elimina las partículas de la zona de respiración del caballo3. La cantidad de polvo respirable en la zona de respiración del caballo puede ser mucho mayor que en el establo en general o en un ambiente estable. La única manera efectiva de reducir la concentración de partículas inhalatorias en la zona de respiración del caballo es alimentándolo con forraje menos polvoriento3, 8 .

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El heno de alta calidad que pasa una inspección visual aún contiene una elevada concentración de partículas que son capaces de alcanzar zonas terminales de las vías aéreas e irritar el tracto respiratorio3, 10, 11, 4, 12. El heno es la fuente principal de irritantes inhalatorios presentes en el ambiente del caballo, especialmente si se empaca en condiciones desfavorables13 . Clements and Pirie defendieron que el tipo alimento posee una mayor influencia en la concentración de polvo respirable media y máxima en la zona de respiración del caballo que el tipo de cama6. Las partículas inhaladas presentes en el heno que pueden actuar como irritantes respiratorios incluyen esporas de moho, bacterias, endotoxinas y fragmentos de insectos y plantas3, 14, 13 .

Si el heno se ha empaca con un alto contenido en humedad, se produce calor y se promueve el crecimiento de hongos termotolerantes (Aspergillus fumigatus) y bacterias, tales como actinomicetos (Saccharopolyspora rectivurgula y Thermoactinomyces vulgaris)3. Idealmente, el heno se debe empacar con un 15-20 % de humedad pues la cantidad de calor que se produce es mínima y la presencia de polvo y esporas de hongos es muy baja14. El mayor crecimiento de hongos termotolerantes y actinomicetos tiene lugar cuando el heno se empaca con porcentajes de humedad del 35-50 %. Un alto grado de humedad se asocia a altas cantidades de esporas fúngicas y de actinomicetos.

“El mayor crecimiento de hongos termotolerantes y actinomicetos tiene lugar cuando el heno se empaca con porcentajes de humedad del 35-50 %.

EFECTOS DE REMOJAR EL HENO

Remojar el heno en agua ha sido el método tradicional utilizado para reducir la concentración de polvo respirable. Sin embargo, esta es una práctica dificultosa y una recomendación que no es siempre factible para los propietarios de los caballos. El impacto nutricional que tiene remojar el heno puede ser significativo y a menudo pasa desapercibido, especialmente si el heno es de baja calidad. Clements y Pirie observaron que únicamente haciendo inmersión de 5 kg de heno metido en una red en un cubo de agua y administrándolo inmediatamente después, se redujo tanto la concentración media de polvo, como la concentración respirable en la zona de respiración del caballo en comparación con las concentraciones del heno en seco7. No se observó ninguna diferencia significativa en la media de concentración de polvo respirable entre el heno que fue sumergido en agua (en un cubo de agua hasta que estuvo completamente mojado) y el que fue remojado durante 16 horas. Blackman and Moore-Colyer no reportaron ninguna diferencia en la reducción de partículas de polvo remojando 2,5 kg de heno en una red durante 10 o 30 minutos. Ambos tratamientos redujeron la concentración de polvo en al menos un 93 % en comparación con heno sin remojar9 .

Remojar el heno afecta a su valor nutricional de manera tiempo dependiente9, 13, 12. Incluso remojando el heno durante un periodo de tiempo corto de unos 30 minutos o menos, puede reducir su contenido en sodio, potasio, fósforo, magnesio y cobre9, 13. Mantener el heno en remojo durante un tiempo prolongado reduce su valor nutricional y remojarlo durante un periodo de tiempo mayor a 30 minutos tiene un impacto considerablemente negativo en lo que respecta a su composición nutricional9, 13, 12. Dos estudios9, 13 demostraron que remojar el heno durante un periodo de tiempo mayor a 30 minutos conlleva una leve mejoría en lo que respecta a la reducción del impacto en el sistema respiratorio y una significativa pérdida en lo que respecta al valor nutricional. Remojar el heno durante 30 minutos reduce eficazmente el problema respiratorio y mantiene su máximo nivel nutricional13 .

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EFECTOS DE VAPORIZAR EL HENO

El tratamiento de vaporización reduce la concentración de polvo inhalable y preserva el contenido nutricional del heno. Ambos, tanto el tratamiento de vaporización, como la inmersión o remojo han demostrado disminuir la concentración de partículas respirables en al menos un 93 %9. No se observó diferencia significativa en cuanto a las partículas respirables presentes en el heno remojado durante 10 o 30 minutos y en el heno que fue vaporizado durante 80 minutos. Comparando el heno en seco con el vaporizado, no se observó ninguna pérdida de nutrientes. Remojar el heno durante 10 o 30 minutos supuso una disminución significativa de los niveles de fósforo, potasio, magnesio, sodio y cobre. Utilizando un vaporizador comercialmente disponible (Haygain hay steamer, Jiffy Steamer Co, Union City, TN, USA), James y Moore-Colyer redujeron la presencia de elementos fúngicos en un 100 % y el crecimiento bacteriano en un 98,84 % en comparación con el heno seco11 .

“Remojar el heno durante 10 o 30 minutos supuso una disminución significativa de los niveles de fósforo, potasio, magnesio, sodio y cobre.

ALTERNATIVAS PARA ADMINISTRAR FORRAJE

HENOLAjE El henolaje es un forraje fermentado que posee un mayor contenido en humedad y una menor concentración de polvo y esporas de moho que el heno, siempre y cuando se haya procesado correctamente. Clements and Pirie investigaron el efecto de suministrar heno o henolaje y utilizar cama de paja o de viruta en la RCD7 . Los resultados de este estudio indicaron que el tipo de forraje suministrado posee un impacto mayor en la RCD que el material de la cama y que es preferible suministrar henolaje a heno para favorecer la salud respiratoria del caballo. Utilizar henolaje en lugar de heno reduce la RCD media en un 60-70 % y la máxima en un 76-93 %. Cambiar el tipo de cama de paja a viruta también reduce la RCD, especialmente el valor máximo, sin embargo, los resultados obtenidos demostraron que la RCD de la zona de respiración del caballo se ve más influenciada por el contacto directo con el alimento que por el tipo de cama.

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CUbOS dE HENO Suministrar heno en cubos en lugar de heno convencional reduce significativamente la exposición del caballo al polvo. Raymond et al. investigaron los niveles de polvo respirable a los que se expone el caballo cuando se le suministran cubos de alfalfa, así como heno convencional de alta y de baja calidad4. Alimentar el heno en forma de cubos redujo significativamente la concentración de polvo en la zona de respiración del caballo en comparación con el heno convencional. A diferencia de los cubos de alfalfa, el heno de buena y de mala calidad contiene una concentración mucho mayor de alérgenos potenciales tales como materiales vegetales, esporas fúngicas, granos de polen, ácaros de polvo y sus excrementos. En contraste con el heno, la alfalfa en cubos contiene una insignificante cantidad de esporas fúngicas y ausencia de polen.

PELLETS Woods et al. redujo la concentración de polvo en la zona de respiración de los ponis solo en un 3 % cambiando el tipo de alimentación de heno con presencia de polvo a pellets y el material de la cama de paja a viruta8. A su vez, la concentración de polvo inhalable en suspensión en la cuadra cambio considerablemente al establecer estos cambios en el manejo. El polvo inhalable duplicó aproximadamente su concentración cuando los ponis se alimentaron con heno y se utilizó paja como cama en comparación con cuando se les suministraron pellets y se utilizó viruta. La presencia de alérgenos clave tales como S. rectivurgula, A. fumigatus, así como de ácaros de polvo, fue considerablemente mayor cuando a los ponis se les suministró heno y se utilizó paja como material para la cama.

SUpLEMENTOS dE ÁCIdOS gRASOS OMEgA 3 La concentración de eritrocitos presentes en el fluido broncoalveolar se vio significativamente reducida en caballos suplementados con ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA) durante 83 y 145 días y que fueron ejercitados en una cinta estática de alta velocidad14. No ser observó ningún cambio en caballos que fueron suplementados solo con DHA. El aceite de pescado (KER EO-3) es una excelente fuente de ácidos grasos omega 3 como son el DHA y EPA. La suplementación con DHA y EPA incrementa la fluidez de membrana del eritrocito y su movilidad a través de los capilares sanguíneos, lo que reduce la probabilidad de aparición de sangrado pulmonar. Los ácidos grasos omega 3 poseen efectos antiinflamatorios que a su vez reducen la posible inflamación de las vías respiratorias y, en consecuencia, la predisposición a rotura capilar.

“Alimentar el heno en cubos redujo la concentración de polvo en la zona de respiración del caballo en comparación con el heno convencional.

Zulfiska/shutterstock.com Nogradi et al. llevó a cabo un ensayo clínico aleatorio y controlado en 35 caballos con ORVA e IAD15 . Los caballos recibieron una dieta a base de pellets sin heno y se les asignaron de manera aleatoria de 1 a 3 tratamientos diarios durante dos meses: 1,5 o 3 g de DHA o suplemento placebo. Aunque se observó mejoría clínica en todos los caballos que participaron en el estudio, esta fue mucho más relevante en aquellos caballos que fueron suplementados con ácidos grasos polinsaturados (PUFA) en comparación con los que recibieron el suplemento placebo, pues se resolvieron los cuadros de tos en 6 semanas, se produjo una disminución del esfuerzo respiratorio en un 48 % y la concentración de neutrófilos presentes en el lavado broncoalveolar (LBA) disminuyó de un 29 a un 9 %. Suministrar a los caballos con ORVA y AID un suplemento de PUFA con un contenido de 1,5-3 g de DHA, lo que equivale a 15-30 ml de aceite de pescado, durante 2 meses incrementa los beneficios de suministrar una dieta baja en polvo. •

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