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DR. MANUEL LÓPEZ NICOLÁS: DENTISTA, ECOLOGISTA Y VICEVERSA

Texto: Juan Ruiz Parra destrucción que ha iniciado. Como si su supervivencia no dependiera de ello. La clave está en la educación, asegura. Esta convicción se traduce en la labor de difusión del mensaje conservacionista entre las personas de su entorno.

Confiesa que desde que descubrió el mar hace unos años no concibe su existencia sin sumergirse en los fondos de la costa murciana. Los de Cabo de Palos son sus favoritos. La paz oceánica es un buen bálsamo para el ajetreo diario.

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¿Cómo nació su amor por la naturaleza? ¿Fue un surgir espontáneo o tiene identificadas las fuentes?

La cavidad oral es el ámbito donde centra su actividad profesional el Dr. López Nicolás (profesor titular de Ergonomía de la UMU y dentista en ejercicio). Pero a este ecosistema de dimensiones tan reducidas llegó tras centrar su atención en espacios mucho más amplios.

Durante su etapa de estudiante sintió una gran atracción por la naturaleza; una inclinación que, confiesa, provino en gran medida del programa El Hombre y la Tierra de Félix Rodríguez de la Fuente. En compañía de varios amigos, también atraídos por el medio ambiente, ocupó sus horas de ocio en anillar aves, recorrer los parajes de la Región o participar en iniciativas de protección de enclaves naturales en peligro.

A la hora de elegir una carrera universitaria, este grupo de entusiastas naturalistas tuvo claro que tendrían que estar relacionadas con la biología. Él mismo confiesa que estudió Medicina por este único motivo. Varios compañeros en aquellas correrías silvestres son actualmente destacados investigadores en el campo de la ecología.

No es muy halagüeña la previsión que hace el Dr. López Nicolás del estado del medio ambiente en años venideros. Y menos sobre la voluntad que alberga el ser humano para rectificar la deriva de

Desde niño recuerdo haber tenido una especial atracción por todo lo relacionado con la Naturaleza. Todavía me acuerdo de cómo nos apretábamos en la clase del colegio (animados por maestros muy entusiastas) para poder ver los primeros programas de naturaleza, cuando comenzaban las primeras televisiones en blanco y negro (éramos muy afortunados porque un día a la semana disponíamos de una TV para todo el colegio). Y cuando aún no había TV en casa nos metíamos todos en casa de los vecinos para poder ver El Hombre y la Tierra de Félix Rodríguez de la Fuente.

Ya en el instituto, tuve la suerte de coincidir con compañeros que tenían mis mismas inquietudes, y así, en 1975, fuimos capaces de unirnos y fundar un club local dentro de la Sección Juvenil (“Club Los Linces”) de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENA), delegación española del World Wildlife Fund, que denominamos Club “Los Linces” de Murcia.

En aquella época el presidente nacional del Club (y vicepresidente de ADENA) era el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente (que supongo sabéis que era dentista).

Alternaba mis estudios, en el instituto, con las actividades medioambientales. Al finalizar el instituto, COU y prueba de acceso a la Universidad, me decanté por estudiar una carrera eminentemente basada en la biología como es la de Medicina.

Durante la carrera participaba en salidas al campo, censado de aves, campañas para proteger parajes naturales (recuerdo muy en especial la denominada “Salvar Doñana”; debido a nuestra implicación fuimos reconocidos por ello e invitados a visitar la reserva integral, creo que en 1985). Mi participación dependía de que me lo permitieran los estudios; salía al campo solo cuando podía.

En 1987 accedí a la Escuela de Estomatología de Murcia y al terminar mi formación empecé a trabajar como dentista y, por supuesto, seguí con mi afición por la naturaleza. Gracias a nuevos amigos que aparecieron en mi vida, empecé a sumergirme en los mares y contemplar esta parcela de la naturaleza denominada Mar.

Desde hace unos 15 años me he sentido atrapado por este medio y hoy es imposible de desligar de mi vida diaria.

¿Cómo ve el futuro del medio ambiente?

¿Confía en que el ser humano sabrá rectificar a tiempo antes de llegar al punto de no retorno?

Nos encontramos en un momento crítico, a mi entender. El daño que estamos infligiendo al medio ambiente está dando lugar a cambios y modificaciones de los que somos incapaces de calcular las consecuencias reales que tendrán. A nivel terrestre, la escasez de agua, desertizaciones, incendios, cultivos intensivos, emisiones que contaminan el aire que respiramos, guerras, masificación de las ciudades con falta de control de residuos y recursos, etc. Y a nivel del mar, lo mismo; seguimos sin darnos cuenta de que no es un gran vertedero. Esta sobrecarga del ecosistema marino ya está dando lugar a la desaparición de especies y mutaciones en algunas de ellas.

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