CADA VERANO, el Valle de Guadalupe florece en una celebración que va más allá del vino. Las Fiestas de la Vendimia son el punto de encuentro entre historia, tradición, innovación, cultura y, sobre todo, comunidad. Esta edición que el lector tiene en manos es reflejo del esfuerzo colectivo de quienes trabajan día a día para hacer del vino un símbolo de identidad y desarrollo para Baja California. En estas páginas encontrará historias que muestran la riqueza y diversidad de esta industria. Desde la visión poética y literaria de Édgar Chávez, en Vinícola Total, hasta la innovación sin perder el origen que representa Barón Balché, uno de los pilares del ejido El Porvenir. La familia Ríos ha sabido posicionar sus vinos en México y el extranjero sin renunciar a su esencia.
Celebramos también a quienes hacen posible el vino desde lo técnico y lo invisible. Agritek, con tecnología israelí de punta, transforma el riego en una herramienta de precisión, mientras que Larson División Vinícola acompaña a productores en cada etapa del proceso, desde la cosecha hasta el embotellado, impulsando la eficiencia y la sustentabilidad.
No podía faltar un espacio para reconocer a Farmacias ROMA, cuya historia de más de seis décadas forma parte del tejido social de Baja California. Su lema, “Más que una farmacia”, resuena también en el espíritu de esta edición: más que una fiesta, la vendimia es una plata-
DIRECTORIO
Arturo López Juan DIRECTOR GENERAL alopez@elvigia.net
Enhoc Santoyo Cid DIRECTOR DE INFORMACIÓN esantoyo@elvigia.net
Gerardo Sánchez García DIRECTOR EDITORIAL gsanchez@elvigia.net
Gerardo Ortega EDITOR gortega@elvigia.net
Publicidad Socorro Encarnación COORDINADORA DE PUBLICIDAD sencarnacion@elvigia.net
Patricia Ibarra Mena EJECUTIVA DE CUENTAS pibarra@elvigia.net
Paulo César Cruz ANALISTA DE MERCADO pcruz@elvigia.net
Alejandro Barba ANALISTA DE MERCADO abarba@elvigia.net
forma que une esfuerzos, talentos y sueños. En el Museo de la Vid y el Vino, epicentro cultural del Valle, se sigue cultivando conocimiento. Este año destaca la apertura del restaurante de Diego Hernández y el fortalecimiento de su enoteca, que da voz a vinícolas emergentes y pequeñas producciones que enriquecen el panorama.
Y en esa misma lógica de diversidad y sabor, encontramos al Rinconcito Oaxaqueño, que con sus tlayudas y su nueva “Memela de la abuela”, nos recuerda que el vino también se comparte mejor cuando hay sazón, familia y tradición.
A nuestros lectores y anunciantes, gracias por acompañarnos. Cada uno de ustedes es parte esencial de esta vendimia. Que el vino nos siga reuniendo, inspirando y empujando hacia nuevas cosechas de éxitos compartidos.
Con esta edición de Fiestas de la Vendimia, buscamos no solo celebrar la temporada, sino dejar constancia de un momento vital en la historia del vino en Baja California. Cada reportaje, cada entrevista y cada página ha sido pensada para rendir homenaje a quienes construyen día con día esta industria: viticultores, enólogos, empresarios, artistas, cocineros y visionarios que están dando forma al presente y al futuro del Valle. Este documento es, también, una memoria compartida: un registro valioso y duradero de lo que somos y de hacia dónde vamos como región. Fiestas de la Vendimia Revista Especial El Vigía es editada, publicada, impresa y distribuida por Digita Media BC, SC de RL de CV, en la ciudad de Ensenada, Baja California, México, calle Ámbar 984, Fracc. Mediterráneo. CP 22818. Tel. (646) 120–55–55 y (646) 120–55–58. / Certificado de Reserva de Derecho al Uso Exclusivo: 04-2022080510194800-102 otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Julio 2025. No. 2. Tiraje 13,500 revistas. Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido, fotografías, ilustraciones y textos publicados en este ejemplar sin la previa autorización.
Ana Salgado de Anda DISEÑADORA EDITORIAL
California Estrada DISEÑADORA PUBLICITARIA
El Vigía digital Sandra Ibarra COORDINADORA EL VIGÍA DIGITAL sibarra@elvigia.net
Joatam de Basabe COORD. EDITORIAL DE EL VIGÍA DIGITAL
DIGITA MEDIA BC, S. C. DE R. L. DE C. V. Calle Ámbar 984 Fracc. Mediterráneo, C. P. 22818 Ensenada, B. C. Tel. 120–55–55 / 120–55–58
De Oaxaca, con amor
MARCO AGUILAR / FIESTAS DE LA VENDIMIA maguilar@elvigia.net | Ensenada, B. C.
En el gusto del público ensenadense desde hace 20 años, el Rinconcito Oaxaqueño ofrece lo mejor de la gastronomía del estado de Oaxaca para los paladares que disfrutan de la comida tradicional y llena de sabor.
Atendidos por Aracely López Gaspar y su familia, este próximo 5 de septiembre el restaurante cumple dos décadas en Ensenada, por lo que celebran con un nuevo platillo llamado la “Memela de la abuela”, que se realiza con masa quebrada elaborada manualmente.
Este platillo puede ir acompañado de carne de res o chorizo, o con el guisado del día. Entre los favoritos de los visitantes se encuentran las tradicionales tlayudas, un plato típico de Oaxa-
ca y que llega hasta el puerto con el sazón del Rinconcito Oaxaqueño.
Su propietaria, doña Aracely, afirma que una de las razones por la que los ensenadenses siguen eligiendo el Rinconcito Oaxaqueño es la elaboración de los platillos que aún se elaboran de forma tradicional y con técni cas artesanales.
Aunque Ensenada es cuna del vino, en este restaurante no existe venta de esta bebida tradicional, pero no descartan que en un futuro cercano se puedan ofrecer algunas etiquetas de la región.
Sin embargo, otro de los favoritos de los vi sitantes son las frutas de agua fresca natural servidas en jícaras.
Rincocito Oaxaqueño espera a locales y extranjeros en Avenida Abelardo L. Rodríguez, local 15, colonia Nueva Ensenada, en un horario de martes a domingo de 8:30 am a 6:30 pm.
Larson División Vinícola: Equipan la excelencia del vino mexicano
REDACCIÓN/EL
Ensenada, BC
VIGÍA
En Larson División Vinícola ofrecemos soluciones integrales para la industria vitivinícola, acompañando a bodegas, viñedos y productores artesanales en cada etapa del proceso: desde la cosecha hasta el embotellado. Con años de experiencia en el sector y un compromiso constante con la calidad, nos posicionamos como un aliado estratégico que impulsa la eficiencia, la innovación y la sustentabilidad en la elaboración del vino.
PONEMOS A TU ALCANCE:
» Equipos de bodega: prensas, despalilladoras, bombas, tanques, filtros, líneas de embotellado, botellas, corchos y más.
» Insumos enológicos: levaduras, nutrientes, enzimas y aditivos cuidadosamente seleccionados.
» Accesorios y repuestos: mangueras, válvulas, juntas, termómetros, hidrómetros y piezas clave para la operación diaria.
» Equipamiento de laboratorio: instrumental de precisión para el análisis y control de calidad del vino.
» Soluciones para viñedos: tijeras de poda, alambres, postes, protectores de plantas y otros elementos esenciales para el manejo del campo.
Trabajamos con marcas reconocidas a nivel nacional e internacional, seleccionando cada producto por su rendimiento, durabilidad y valor técnico. Además, brindamos asesoría personalizada, soporte técnico y capacitación continua para asegurar el aprovechamiento óptimo de cada herramienta.
Larson División Vinícola: donde la tecnología se encuentra con la tradición.
Los blancos están en tendencia
ADRIANA SILVESTRE Agencia Reforma
Su frescura, aromas y acidez realzan sabores y abren el apetito. Por eso, hoy es el día perfecto para probar todo acompañado con un vino blanco.
Antes, una frase muy común era “el mejor blanco es un tinto” y nada más falso que eso, pues sus características y su versatilidad han hecho que, desde hace algunos años, los vinos blancos sean tendencia. Esto no solo ha derrumbado varios mitos, sino que también ha aumentado su popularidad en todo el mundo. De acuerdo con la Organización Internacio -
nal de la Viña y el Vino (OIV) el consumo de este tipo de vino llegó 43 por ciento, 10 por ciento más que en las últimas dos décadas. En cuanto a los países, la lista la encabeza Estados Unidos seguida por Italia, Alemania, Francia y Rusia, además de Australia, España y Argentina.
En el caso de México, Salomón Abedrop, presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), asegura que hay una tendencia de crecimiento. De 2022 a 2024 ha ido de 13.3 a 13.9 el porcentaje de lo que se vende en los centros de consumo.
“El vino nacional se produce en 17 estados del país y, aunque no en todos se produce
vino blanco, la mayoría de las casas productoras en México que sí lo hacemos hemos estado produciendo blanco y rosado porque es lo que el mercado está pidiendo. Tiene un crecimiento y una aceptación muy importante en el mercado”, asegura.
En general, el consumo total per cápita de vino mexicano llegó en 2024 a 1.56 litros y también hay una tendencia a preferir los productos nacionales. En el caso del blanco, según registros de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) las variedades de uvas más producidas son chardonnay, chenin blanc, Fumé Blanc, French Colombard, Sauvignon Blanc y Semillón.
VARIEDADES DE UVA BLANCA MÁS FAMOSAS DEL MUNDO.
» Chardonnay
» Sauvignon blanc
» Gewürztraminer
» Moscatel
» Riesling
» Viognier
UVAS MÁS USADAS EN MÉXICO
» Chardonnay
» Chenin Blanc
» Fumé Blanc
» Colombard francés
» Sauvignon Blanc
» Semillón
MITOS Y REALIDADES
Si bien es cierto que los vinos blancos son más delicados, no todo lo que se dice de ellos es cierto, por eso la sommelier Pilar Mere, nos aclara algunos de los mitos más sonados.
1. SE MARIDAN SÓLO CON PESCADOS Y COMIDA LIGERA
Falso . “Depende de la potencialidad o la sutileza del plato y la forma de preparación. Es decir, hay vinos blancos ideales para maridar con pastas y, contrario a lo que nosotros creemos, una paella española valenciana o un fondue van mejor con un blanco que con un tinto”, asegura la experta.
2. NO DEBES GUARDARLO Falso . La posibilidad de que un vino blanco tenga una opción de guarda depende de las uvas y de la forma en la que se elaboró. Hay uvas tan delicadas que no soportan crianza en barrica, pero algunas como la chardonnay, riesling o semillón, sí.
3. SE CONSUME MÁS EN EL VERANO Falso. “El consumo de estos vinos tiene que ver con el concepto, la sutileza o la potencialidad del plato, está más relacionado con el paladar porque el clima sólo es un contexto”, asegura Pilar.
4. TIENE MENOS ALCOHOL Cierto . En general, podríamos decir que sí suele tener menos alcohol, hay que recordar que el alcohol no es otra cosa que el proceso de la levadura alimentándose con el azúcar.
5. DEBES TOMAR SIEMPRE MUY FRÍO Falso. Ningún vino debe tomarse bien frío porque inhibe su capacidad aromática y gustativa. Lo ideal es servirlo, si es muy joven o espumoso entre los 5 y 7 grados, pero ya un vino con lías, con barrica o con fermentación maloláctica, puede servirse entre 8 y 10 grados.
Agritek: tecnología inteligente para un riego de alto nivel
REDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
En el corazón de los campos que hacen posible la vendimia, donde cada gota cuenta y cada decisión incide en la calidad de la uva, empresas como Agritek están marcando una diferencia profunda. Con base en la tecnología israelí más avanzada y una visión integral de la agricultura de precisión, Agritek se ha convertido en un aliado estratégico para los productores vitivinícolas del país.
La firma se especializa en el diseño y suministro de sistemas de irrigación de alta precisión, integrando disciplinas como electromecánica, hidráulica, informática y neumática, todo conectado a la nube para una gestión eficiente y desde cualquier lugar del mundo. Con sus solucio -
nes, los productores pueden supervisar y ajustar sus sistemas de riego en tiempo real, optimizando el uso del agua y potenciando el rendimiento genético de cada cultivo.
Uno de los valores agregados de Agritek es su capacidad para ofrecer control total desde dispositivos móviles, facilitando la toma de decisiones sin la necesidad de estar físicamente en el campo. Esto ha representado un cambio radical para muchos agricultores que buscan eficiencia, sostenibilidad y resultados medibles.
La empresa es distribuidora en México de Galcon, una de las marcas líderes a nivel mundial en sistemas de control para riego y fertilización. Esta alianza permite llevar soluciones de clase mundial a viñedos, huertos e invernaderos en todo el país.
Además, Agritek ejecuta proyectos de
telemetría, monitoreo y automatización, logrando una notable uniformidad en el riego. Esto es especialmente valioso en cultivos delicados o exigentes como la vid, donde las condiciones deben ser homogéneas para garantizar la calidad del fruto.
En casos de cultivos que requieren riego por pulsos de alta frecuencia, Agritek instala sistemas con tanques homogenizadores que aseguran la mezcla y distribución precisa de nutrientes, elevando la eficiencia del riego y reduciendo desperdicios.
En un entorno donde cada temporada cuenta, y cada mejora tecnológica representa una ventaja competitiva, Agritek se presenta como una solución sólida, visionaria y necesaria para enfrentar los retos de una vitivinicultura sustentable y de alto rendimiento.
innovación sin perder el origen
ORLANDO COBIÁN/EL VIGÍA
ocobian@elvigia.net | Ensenada, B. C.
Para hablar de vino mexicano y, en este caso, leer sobre ello, es importante tomar en cuenta la labor de más de dos décadas para la reconstrucción, el desarrollo y encumbramiento de su producción, con un sentido que no envejece, sino que va más allá de la actualidad: Barón Balché.
Se trata de una de las vinícolas emblemáticas del ejido El Porvenir, en la delegación del Valle de Guadalupe, de Ensenada, Baja California, asentada en tierras bondadosas que desde el año de 1997 le ha permitido a la familia Ríos, elaborar vinos con altísima aceptación.
Manuel Ríos, director general de la casa vitivinícola, indica que las etiquetas producidas en ella se distribuyen principalmente en México, aunque empresas aduaneras se hacen cargo de la tramitología, por encargo de clientes extranjeros, para importar botellas a otros países.
Dando cuenta de su seguimiento a las tendencias del mercado, muestra los dos últimos vinos emanados del trabajo dirigido por Óscar Delgado, su enólogo, quien lo acompaña en la charla: los espumosos Khi’ Chi’, un blanco compuesto de sauvignon blanc y sémillon; y un rosado de grenache y sémillon.
Y es que en los últimos años el consumo de los espumosos ha ido en aumento, mayormente por el consumidor joven, concuerda Delgado, quien en un cálculo mental indica que se han
producido alrededor de 500 ca jas de cada uno por añada, igual a unas 6 mil botellas en total.
Es casi una veintena de etiquetas que conforman el portafolio de Ba rón Balché, surgiendo las primeras en 2001, compuestas de va Especial, tempranillo, para después concretar su línea de vinos
Delgado puntualiza que la vinícola fue pionera en la utilización de cavas subterráneas para el almacenaje en barrica, compuestas por las capas originales del terreno, compuesta de sedimentos que van desde lo arci lloso a lo limoso, y de lo pedregoso al compactado calizo, que benefi cian la crianza de sus vinos.
Tienen la capacidad de produ cir hasta 50 mil litros anuales de vino, cuando al inicio sólo alcan zaban los 10 mil, aunque han mantenido una línea que ronda los 30 mil, resultado del año pa sado, y actualmente en cerca de 900 barricas, mantienen los vi nos Balché Uno, Seis, y Siete, de grenache, tempranillo, y premium,
Y así continúa su producción, ano ta Ríos, quien además comenta que el crecimiento los ha llevado a contar
Los espumosos Khi’ Chi’, un blanco compuesto de sauvignon blanc y sémillon; y un rosado de grenache y sémillon, las más recientes creaciones de Óscar Delgado.
con diversas salas de degustación, una sala privada, una terraza para eventos con capacidad para dos mil personas, salón de eventos, espacio para encuentros al aire libre, y hasta una enoteca.
También recuerda que se tiene presencia con dos cavas fuera de Ensenada, la primera en la colonia Revolución, de Tijuana, Baja California, y la otra en la colonia Las Delicias, de Los Mochis, Sinaloa, aparte de una bodega de distribución estratégica en la Ciudad de México.
Aproximadamente de 2021 en adelante, los procesos desde el campo han ido cambiando, resalta Delgado, con la finalidad de obtener vinos más sofisticados, semejante a los procesos orgánicos que también están a la vanguardia en el mundo vitivinícola. En este sentido también han hecho frente al tema del piojo harinoso y su amenaza en el plantío, lo cual ha representado una lucha de contención en todo el
Valle de Guadalupe, y del cual han aprendido a mantener las vides con mejor técnica.
Para esta próxima temporada de vendimia, explican, Barón Balché buscará recobrar el ambiente característico de sus antiguas celebraciones, posiblemente con una verbena de carácter familiar, que se pueda dar a principios de agosto.
En este sentido, Ríos destaca que la opción de hospedaje es alta en los alrededores del viñedo, lo cual es un atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros, principalmente, pues cerca de 400 habitaciones se distribuyen en la zona.
Con todo lo anterior, sus años de labor vitivinícola que ha resultado en el reconocimiento de sus vinos por expertos –como su etiqueta Balché 2012, un syrah tinto que obtuvo doble medalla de oro, por la revista El Conocedor, en 2020–, Barón Balché sigue la innovación, y si no se está convencido, sólo hace falta visitarlo para creerlo.
El enólogo Óscar Delgado (izq.) acompaña en la charla a Manuel Ríos, director general.
Viticultura regenerativa: el viñedo que cuida la tierra
REDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
Más allá de lo orgánico, más allá de lo sostenible, la viticultura regenerativa propone una nueva manera de relacionarse con la tierra: no solo evitar el daño, sino devolverle vida. En los viñedos, este enfoque agroecológico busca restaurar los ecosistemas, mejorar los suelos y fomentar la biodiversidad en cada rincón del campo.
¿Suena idealista? En realidad, es profun-
damente práctico. Al favorecer la cobertura vegetal, evitar el uso de agroquímicos y permitir la interacción de insectos, aves y microorganismos, este tipo de manejo estimula el secuestro de carbono, retiene mejor el agua y mejora notablemente la estructura del suelo. El resultado se percibe no solo en la salud del entorno, sino también en la complejidad aromática y gustativa de los vinos.
En Baja California, tierra de contrastes y creatividad vitivinícola, algunas bodegas comienzan a explorar este camino. Lo hacen
con pasos cuidadosos, adaptando prácticas como la siembra de cultivos de cobertura, la integración de animales de pastoreo o el compostaje natural, en busca de una agricultura que no solo produzca uva, sino que regenere el paisaje.
La viticultura regenerativa representa una oportunidad para cultivar con conciencia, sin perder de vista la calidad. Al contrario: muchos enólogos aseguran que un viñedo más vivo produce vinos con más carácter. Así, copa a copa, la tierra agradece.
La elegancia del vino sin alcohol
REDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
En respuesta a una tendencia global hacia un estilo de vida más saludable, los vinos desalcoholizados premium han ganado protagonismo en el mundo de la enología. Elaborados con métodos de destilación al vacío y ósmosis inversa, estos vinos pre -
servan aromas, cuerpo y complejidad del vino original, pero con menos de 0.5 por ciento de alcohol por volumen.
En 2024, destacadas casas vinícolas de España, Francia y México lanzaron etiquetas “sin” acompañadas de sugerencias de maridajes gourmet que abarcan desde quesos suaves hasta trufas y cocina vegetal de autor.
Con ello buscan atraer no solo a consumidores abstemios, sino también a un público joven que valora experiencias sensoriales sin efectos secundarios.
En el Valle de Guadalupe, vinícolas innovan con técnicas de desalcoholización para diversificar su menú sin comprometer calidad, aunque la oferta sigue siendo limitada. La expectativa es que pronto estas etiquetas se integren de manera permanen-
te en cartas de restaurantes y eventos. Según proyecciones del mercado global de vinos desalcoholizados, se espera un crecimiento rápido de 1.46 mil millones de dólares en 2024 a 1.8 mil millones en 2025, con un ritmo de expansión anual del 23.5 por ciento Esto demuestra que no se trata solo de una moda, sino de una alternativa sustentable y sofisticada para disfrutar del vino con elegancia, sin perder el placer.
Tinturas, jabones y perfumes de la vid
Hay una alquimia natural que brota de la misma planta que da origen al vino, una magia que llega a la piel y a los sentidos de forma silenciosa
REDACCIÓN EL VIGÍA
Ensenada, B. C.
En el corazón de las regiones vitivinícolas más antiguas del mundo —desde el Mediterráneo hasta América—, la vid no sólo ha dado origen al vino, sino a
de oliva, extractos de orujo y aceites esenciales derivados de las hojas de vid.
Los efectos de estos productos no son únicamente dermatológicos. Su aroma profundo y terroso, que evoca la tierra caliente y la fermentación viva, puede inducir sensaciones de calma y conexión con el entorno. Algunos perfumistas alternativos han comenzado a trabajar con la hoja de vid seca, el alcohol de vino o incluso la flor de la vid como notas base para fragancias personales. Se busca capturar el instante antes del envero, cuando el racimo aún es promesa y el aire del campo fermenta apenas, en silencio.
En Ensenada y el Valle de Guadalupe, algunos talleres independientes han comenzado a elaborar estos productos desde una perspectiva agroartesanal. No como souvenir de temporada, sino como una declaración de respeto al ciclo completo de la vid. Incluso hay iniciativas que recolectan los residuos de pequeñas vendimias familiares para transformarlos en jabones sin género ni edad, ideales para pieles sensibles o como obsequios memorables. También se experimenta con tinturas naturales para teñir textiles a pequeña escala: pigmentos rojizos y ocres que provienen directamente del hollejo, aplicados a lino, algodón o papel reciclado. Esta alquimia cotidiana es, en esencia, una forma de expandir la experiencia del vino más allá de la copa. De habitarlo con el cuerpo, la memoria y el olfato. Porque si el vino es una forma de bebernos la tierra, los jabones y perfumes de la vid son una forma de habitar su aroma.
VINOTERAPIA: el lujo saludable del vino
REDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
En el corazón del Valle de Guadalupe y en las costas de Ensenada, el vino no solo se bebe: también se respira, se siente y se aplica sobre la piel. La vinoterapia, una práctica que une bienestar y enología, se ha consolidado como una experiencia única dentro del turismo de salud y placer en Baja California.
Este tratamiento, nacido en los viñedos franceses a finales del siglo XX, se basa en los poderosos antioxidantes presentes en las uvas, particularmente los polifenoles y el resveratrol, compuestos que combaten el envejecimiento celular y mejoran la apariencia de la piel. En la región vitivinícola más importante de México, esta práctica se ha adaptado con identidad propia: tratamientos inspirados en la tierra, el vino y el ritmo pausado del Valle.
EXPERIENCIA SENSORIAL
Los spas especializados en vinoterapia combinan técnicas de relajación con los beneficios naturales de la vid. Baños en tinas de vino tinto tibio, mascarillas a base de orujo de uva, envolventes corporales con extractos de semilla, exfoliaciones con sales y aceites infusionados en vino… todo diseñado para renovar el cuerpo y despejar la mente.
Uno de los espacios pioneros en este tipo de experiencias es Viníphera Spa, enclavado en el Valle de Guadalupe, donde cada tratamiento está inspirado en el ciclo de la uva y su conexión con el entorno. Aquí, el visitante puede disfrutar de masajes con aceite de semilla de uva, faciales antioxidantes y envolturas desintoxicantes, en un ambiente natural rodeado de vides.
También en el Valle, SPA Quinta Monasterio destaca por su enfoque holístico. Situado dentro de una vinícola, este spa ofrece tratamientos húmedos y secos en cabinas con vista a los viñedos. “Buscamos que las personas se desconecten del estrés cotidiano y conecten con la nobleza de la uva. Cada masaje es un acto de ce -
lebración del vino como fuente de salud”, comenta una de sus terapeutas.
Montevalle Health & Wellness Resort, por su parte, fusiona la medicina integrativa con experiencias de vinoterapia. Su enfoque es más clínico, aunque no menos sensorial. Aquí, la uva es tratada como principio activo de una filosofía de bienestar que incluye nutrición consciente, terapias físicas y momentos de contemplación.
En Ensenada, la propuesta se extiende hasta el mar. En Hotel Punta Morro SPA, la vinoterapia se presenta como “el lujo saludable del vino”. A escasos metros del oleaje, los tratamientos combinan el poder del vino con la brisa marina, creando un ambiente que activa los sentidos y relaja profundamente. “El vino no sólo se disfruta con el paladar; también se absorbe por la piel, se respira en el ambiente,
se convierte en una medicina sutil”, afirma una de las encargadas del spa.
EL VALOR DE LA PAUSA
La vinoterapia no es solo una tendencia, sino una expresión más de cómo el vino puede estar presente en todas las dimensiones del bienestar. En un mundo acelerado, estas experiencias ofrecen una pausa, una forma de honrar el cuerpo a través de la cultura vitivinícola. Y qué mejor lugar para hacerlo que en el Valle de Guadalupe, donde cada racimo lleva consigo siglos de historia y promesas de renovación.
Durante las Fiestas de la Vendimia, sumergirse en un spa de vino es también una forma de celebrar la tierra que lo hace posible. Porque aquí, entre barricas, aromas y tratamientos ancestrales, el vino también cura.
Clos de Tres Cantos: No vendemos vino, vendemos emociones
“Yo como abogado, ordeno; pero como ente del vino, fluyo”: Joaquín Moya
MARCO AGUILAR / EL VIGÍA
maguilar@elvigia.net | Ensenada, B. C.
Dos de las mejores cosas del mundo se unen en una mismo; se funden y crean una experiencia única. Clos de Tres Cantos y Chocolart prestaron a cuatro de sus mejores representantes para que, juntos, hicieran a los paladares presentes emocionarse y disfrutar.
La primera pareja estuvo integrada por Hoja en Blanco, un vino blanco producido a través de una técnica de la edad media, que permite borrar experiencias previas y al hacerlo “mandar al demonio los prejuicios”, escribir una página en blanco y construir una nueva historia. El chocolate que lo acompañó fue una deliciosa pieza en dátil. Nada fue el segundo vino elegido, un tempranillo en el que su creador explica que con éste busca encontrar el sentido de la nada desde la física cuántica en un sentido filosófico. “¿Para qué sirve la nada? Los hoyos negros están llenos de nada, las partículas, los átomos están llenos de nada, la música hace que la nada suena y vivimos en Ensenada”. Éste fue maridado con un chocolate a base de café.
Llegó el turno de Noesis, un tempranillo 100 por ciento. El nombre quiere decir intuición en
griego, y éste fue acompañado por un exquisito chocolate de pepita y caramelo, además de una galleta de especias.
Para finalizar la experiencia, llegó el cuarto vino: un espumoso con el viejo método champenoise que toma de tres a cuatro años realizar, de una uva tinta con una base sin azúcar, entre otros ingredientes que son parte de la fórmula secreta de la casa. Este último se acompañó de una pieza de pistache con chocolate blanco.
La noche de las experiencias y este maridaje fue realizado por María Benítez y Joaquín Moya, propietarios de Clos de Tres Cantos en alianza con Yanett Guillins propietaria de Chocolart Dulces Detalles, en La Contra, una tienda de vinos en el centro de Ensenada.
“Vamos a tratar de enseñar que estamos vendiendo emociones. No es vino, el vino es un vaso conductor: emociones, experiencias, conocer cómo lo fabricamos, dónde lo fabricamos, para qué lo fabricamos, cómo le permitimos que la tierra se construye en sí misma, cómo aceptamos que en el fondo no dejamos más que la uva nos escoja a nosotros, que tratamos de influir lo menos en la naturaleza y respetando eso la uva te reconoce, acepta y fluye contigo”, expresó Joaquín Moya.
Recientemente, en una noche de las experiencias, se gozó de un maridaje fue realizado por María Benítez y Joaquín Moya, propietarios de Clos de Tres Cantos en alianza con Chocolart Dulces Detalles.
El vino mexicano toma fuerza
MARICHUY GARDUÑO Agencia Reforma
El consumo crece, las bodegas se multiplican y el orgullo por lo local redefine la escena vitivinícola.
En la última década, el vino ha ganado visibilidad en las mesas mexicanas. Aunque sigue por debajo del consumo europeo, ha crecido de 250 mililitros a 1.2 litros per capita. Luis Gómez, sommelier y fundador de Vid Mexicana, considera este avance innegable.
El auge se debe, sobre todo, a consumidores más informados, una oferta nacional más sólida y el aumento de bodegas en diversas regiones. Aunque el número de bebedores sigue siendo limitado, los que consumen lo hacen con más frecuencia, interés y conocimientos de la vid.
“Los gustos han cambiado. Hace años, pedir vino mexicano no era común. Hoy, las etiquetas nacionales compiten en calidad y valor con las importadas”, afirma Gómez. Recuerda cómo sólo se conocía al Padre Kino, famoso por su botella llamativa, y cómo esa percepción ha desaparecido.
El experto agrega que actualmente, nuestro país ocupa el primer lugar en el consumo de sus vinos de calidad. Para él esto refleja no sólo un aumento en volumen, sino un mayor aprecio por lo local.
“Primero fue el vino español, luego llega-
ron los argentinos y chilenos con precios bajos. Lo emocionante es ver cómo el público se ha volcado hacia las bebidas nacionales”, destaca.
RIQUEZA NACIONAL
La industria vinícola mexicana sigue obteniendo éxitos. Existen más de 400 productores en 17 estados, con Baja California y Coahuila a la cabeza, y Querétaro, Guanajuato y Chihuahua creciendo rápidamente.
“México no tiene que producir vino barato. Puede hacer vino de calidad, incluso premium. Monte Xanic lo demostró hace 30 años, cambiando todo”, comenta Gómez, quien ha vivido la evolución del sector desde sus años en consumo, hasta su formación como sommelier y emprendedor.
“Actualmente, manejamos más de mil 600 etiquetas mexicanas. Lo que ocurre en eventos de vino es impresionante. Ya no es una categoría pequeña: la oferta es enorme y diversa”, expresa el sommelier.
Por ejemplo, agrega, Querétaro se ha consolidado como clave en la producción de blancos y espumosos, impulsado por Freixenet. Guanajuato también destaca con proyectos como Cuna de Tierra y Guanamé, y Chihuahua empieza a tener su propio espacio.
CULTURA Y TERRITORIO
El vino en México ha trascendido lo pro -
ductivo: el enoturismo también ha crecido. “No solo se trata de beber, sino de entender lo que hay detrás: la tierra, el clima, las personas que lo hacen posible”, explica el experto en vinos.
Regiones como Valle de Guadalupe, San Miguel de Allende y Querétaro ofrecen experiencias completas, donde el vino se disfruta dentro de un entorno cultural y turístico cada vez más apreciado y que muchas personas se interesan en conocer.
Sin embargo, el cambio climático es un reto. Heladas, lluvias inesperadas y calor extremo han afectado las cosechas. A pesar de los desafíos, el futuro del vino mexicano es prometedor.
“Aprendemos más, producimos mejor y el consumidor lo reconoce, eso es un hecho. Por ello, cada vez habrá más viñedos, etiquetas y precios competitivos”, concluye. Por ello, para Luis Gómez, el vino nacional ya no es una promesa, es una realidad que está en constante movimiento y maduración. Así que hay que seguir aprendiendo y consumiéndolo.
CRECIMIENTO DEL CONSUMO
Aunque el consumo de vino en nuestro país ha mostrado un enorme crecimiento en los últimos años, sigue siendo bajo comparado con el de Europa, lo que refleja un mercado en expansión, pero aún en desarrollo.
De botellas de vidrio a joyería
TONATIÚH RUBÍN Agencia Reforma
Crear productos artesanales, como artículos de joyería, con vidrio reciclado es una oportunidad de emprendimiento.
A decir de María Isabel de Jesús Téllez, directora de la División de Arquitectura, Arte y Diseño del Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato (UG), se trata de un material con potencial de ser un básico para cualquier persona que diseña y crea este tipo de objetos, pues conseguirlo es barato y su manipulación resulta sencilla.
“En el caso del sílice, que es en realidad lo que es el vidrio, su material principal, puede derretirse completamente y generar un nuevo producto”, resaltó la diseñadora industrial.
Animada por explorar cómo reciclar residuos que suelen acabar en los botes de basura, la docente de la carrera de Diseño Industrial se unió a una colega, Alma Pineda, y dos de sus estudiantes para investigar la creación de productos decorativos personales con vidrio. Los conocimientos y hallazgos del grupo fueron publicados en un artículo científico.
María Fernanda Noriega y Juan Ignacio Gómez, alumnos de Téllez, elaboraron aretes y collares a través de un proceso sencillo. Primero cortaron las botellas hasta obtener las formas deseadas del vidrio. Después, suavizaron los fragmentos con lijas de agua y engarzaron las piezas con alambre sin ocupar productos químicos.
“Hicieron joyería muy bonita a partir de un proceso que no requiere horno ni ningún tipo de material extraordinario, sino que simplemente es cortar y lijar, además de envolver de manera novedosa la pieza”, destacó la académica.
“Podrían hacer sin problemas su mar-
ca y sacarla al mercado”, agregó. La preparación de los vidrios consta de tres pasos: lavarlos, eliminar cualquier etiqueta o pegamento y dejarlos secar. “La oportunidad (de emprender) existe y creo que compradores siempre va a haber. Más cuando las piezas son interesantes”, afirmó Téllez.
MÚLTIPLES USOS
Alcancías, ceniceros y jarras son otros productos que pueden derivar de hacer cortes a botellas de diferentes tamaños, de acuerdo con RetroTrash, taller artístico de Tlaxcala. Un horno es necesario para elaborar piezas decorativas más grandes, como accesorio del hogar, puntualizó Téllez, cuyos alumnos probaron la técnica de termoformado (moldear vidrio a altas temperaturas) en la elaboración de una bandeja para anillos.
Los bazares o mercados de diseño sustentable representan una vía para dar a conocer y vender joyería con vidrio reciclado si fueron producidos artesanalmente, pero a mayor escala la académica consideró viable abrirse puertas en establecimientos exclusivos.
“Me parece un material muy limpio y que debería ser mucho más reciclado porque no sólo tiene funciones decorativas, sino también en la construcción: en la realización de pisos que quedan muy interesantes”, expresó.
Escarola, restaurante ubicado en Guanajuato capital, usó botellas para crear vitrales sobre adobe por su aislamiento térmico y atractivo visual, ejemplificó el equipo en su investigación.
Otro caso es el de la Fundación Cerrando el Ciclo, con sede en la CDMX, que diseñó su propia cortadora con el fin de transformar las botellas en floreros, macetas, portavelas y vasos, entre otros objetos. Además, ofrece cursos de emprendimiento con reciclaje de vidrio.
Produce Baja California 18 M de botellas al año
BREDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
aja California está llamada a consolidarse como la región vinícola de mayor crecimiento en México de cara al periodo 2025–2030. Actualmente concentra entre 70 y 80 por ciento de la producción nacional, con alrededor de 4 mil 500 hectáreas cultivadas, principalmente en el Valle de Guadalupe, donde operan unas 150 bodegas.
La región genera una derrama estimada en 3 mil 600 millones de pesos y emplea directa e indirectamente a más de 10 mil 500 personas. Para dimensionar el reto: produce unas 18 millones de botellas al año, de las cuales 17.1 millones se comercializan en el mercado nacional y 0.9 millones se exportan.
Las proyecciones elaboradas por analistas del sector, basadas en la tendencia de crecimiento anual entre 5 y 7 por ciento, estiman que para 2030 la producción se ubicará entre 24 y 27 millones de botellas. Esto significaría una derrama económica de 4 mil 600 a 5 mil millones de pesos, así como la consolidación de un sector dinámico y atractivo para la inversión y el turismo enológico. No obstante, dichos pronósticos dependen de que se mantengan e incrementen las políticas de apoyo a la industria y se controlen los retos fiscales y medioambientales.
La exportación de vinos mexicanos también muestra señales de aceleración. En 2023 las exportaciones alcanzaron 9.94 millones de dólares, con Estados Unidos como principal destino absorbente (6.3 millones de dólares), mientras que Baja California figuró como clave en la fabricación de vinos espumosos vendidos a Japón.
PAGO DE IMPUESTOS
Dada la proximidad geográfica y los efectos del T–MEC, el potencial de estas exportaciones es considerable, sobre todo si se mejora la competitividad fiscal y logística.
En un evento reciente del Foro Internacional Agroindustrial, Víctor Manuel Torres, enólogo con 43 años de experiencia en la Vinícola Torres Alegre y Familia, expuso un dato relevante: “En el caso de una botella de vino nacional, del total de su valor, 46 por ciento es pago de impuestos. No es posible generar una estrategia
nacional que permita incrementar la producción y un mayor consumo nacional per cápita”
Torres resaltó la desigualdad fiscal frente a otros países como Francia, donde el impuesto equivalente es casi simbólico, lo que pone a los productores locales en desventaja, encareciendo sus vinos hasta en 2 o 3 veces comparado con importados.
Por su parte, Rocío Amador Rodríguez, Representante del Comité Estatal Sistema Producto Vid BC para el periodo 2022–2024, señaló que aunque la calidad del vino mexicano está a la altura, su precio muchas veces lo aleja del consumidor.
“De cada 10 botellas que se consumen en el país, tres son de vino nacional… debería ser mucho más, el mexicano sí quiere consumir el vino de su país, pero cuando llega al supermercado encuentra un vino de la misma calidad y le cuesta de dos a tres veces más”
Amador también advirtió sobre una reducción en el consumo entre las nuevas generaciones, lo que sumado a los altos impuestos, limita el desarrollo y la modernización de las bodegas, dificultando la inversión en tecnología sostenible y en riego eficiente
A pesar de estas barreras, el enoturismo emerge como una fuente sostenible de crecimiento. Con 800 mil un millón visitantes al año y aproximadamente 120 mil asistentes a las Fiestas de la Vendimia, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo de Baja California, la región obtiene ingresos adicionales que incrementan el valor del vino. Además, el impulso a prácticas sustentables está consolidado: más de 70 por ciento de las bodegas afiliadas a Provino han adoptado técnicas ecoamigables, como el riego por goteo y tecnologías de ahorro de agua.
En conclusión, la industria del vino en Baja California podría estar produciendo hasta 27 millones de botellas anuales en 2030, con una derrama de cerca de cinco mil millones de pesos, si se logra una reducción fiscal significativa y se mejora la eficiencia hídrica. Además, potenciar la promoción en el mercado interno y las exportaciones, especialmente hacia Estados Unidos, sería decisivo. Si se logran los ajustes adecuados, Baja California no solo mantendría su liderazgo nacional, sino que consolidaría una presencia robusta en el escenario internacional.
Estamos casi obligados a conocer la cultura del vino
REDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
En el corazón del Valle de Guadalupe, el Museo de la Vid y el Vino se ha convertido en un espacio único donde la historia y la cultura vitivinícola se entrelazan para ofrecer una experiencia completa. Patricia Rodríguez, directora del museo, nos comparte los proyectos y novedades que definen esta temporada de vendimias, así como
la visión que mantiene viva la esencia de este recinto.
Una de las novedades más importantes es la apertura del restaurante Diego Hernández, que complementa la oferta gastronómica ligada al mundo del vino. Además, la enoteca del museo, que ya funciona con más de 50 etiquetas diferentes, ofrece una experiencia donde la degustación y la venta de vinos de la región se combinan con una selección especial de tabacos y otros productos. Esta enoteca se perfila
como un escaparate para vinícolas emergentes, muchas de ellas pequeñas producciones que, gracias al museo, encuentran un espacio para dar a conocer su trabajo.
En cuanto a exposiciones, la sala temporal se renueva constantemente para albergar muestras de arte que, aunque no estén directamente relacionadas con el vino, forman parte de la cultura que el museo busca difundir. Actualmente, destaca una exhibición sobre Georgia, país reconocido como cuna del
Patricia Rodríguez, directora del Museo de la Vid y el Vino
vino, que se inauguró hace apenas diez días y que ha tenido una gran aceptación. Esta exposición se suma a las cinco salas permanentes dedicadas a la historia, procesos, industria, identidad y arte del vino, renovadas recientemente con un nuevo mapa y fichas técnicas actualizadas para brindar una experiencia más completa a los visitantes.
En el ámbito educativo, aunque no se ofrecen talleres o cursos específicos, Patricia señala que el museo centra su misión en difundir la historia poco conocida de la llegada y desarrollo de la cultura vitivinícola en México y, particularmente, en Baja California, uno de los estados con mayor aportación a la producción nacional anual.
El crecimiento cualitativo del museo en el último año se refleja no sólo en sus renovaciones y aperturas, sino también en la planificación de nuevos espacios, como una terraza con barra y futuro espacio de alimentos, que abrirá en octubre para ofrecer a los visitantes un lugar al aire libre donde disfrutar del vino y alimentos ligeros como sándwiches, paninis y ensaladas, ideales para un ambiente relajado y contemporáneo.
Patricia también destaca los retos financieros que enfrenta el museo, una asociación civil sin fines de lucro que no recibe recursos guberna-
mentales y que depende exclusivamente de sus propios ingresos, generados a través del patronato y la renta de espacios.
Mantener operativo un espacio de esta magnitud implica gastos significativos en mantenimiento, servicios y seguridad, lo que hace indispensable buscar estrategias para au-
mentar ingresos sin perder de vista la esencia cultural.
“El museo debe permanecer abierto y vigente, cumpliendo con su misión original”, señala Patricia, quien explica que, a diferencia de otros museos estatales que cuentan con subsidios públicos, este espacio se sostiene gracias al apoyo privado y el compromiso de su equipo.
En cuanto a la oferta durante las Fiestas de la Vendimia, el museo mantiene su horario especial y amplía el tiempo de atención hasta las seis de la tarde, ofreciendo una selección de vinos regionales en la enoteca, que privilegia las etiquetas locales, muchas de ellas de producción limitada. Aunque no hay eventos especiales confirmados para agosto, el museo se mantiene como un punto clave para quienes buscan conocer la historia y cultura del vino a través de exhibiciones, pantallas, fotografías y documentos.
Finalmente, Patricia invita a conocer tanto las nuevas exposiciones de arte como la colección histórica, además de disfrutar del ambiente único que el Museo de la Vid y el Vino ofrece en esta temporada. “Como mexicanos, estamos casi obligados a saber sobre esta cultura”, concluye, recordándonos que detrás de cada botella hay siglos de historia y tradiciones por descubrir.
barricas y literatura
GERARDO ORTEGA/EL VIGÍA
gortega@elvigia.net Ensenada, B. C.
Su gusto por la literatura y por la escritura lo llevó a nombrar a la vinícola de su creación como Total, en alusión a la biblioteca total de Borges. No sólo sus etiquetas aluden a obras literarias (Kafka en la orilla, La dama de las camelias; Rayuela, Pedro Páramo), sino que el lenguaje que usa para expresar el proceso tiene una fuerte carga poética. Es en ese mismo tono que se le pregunta a Édgar Chávez, quien comenzó la fabricación de vino en 2018, si un vino empieza en la uva, en una idea o en la palabra.
“Antes de la idea que lo imagina o la palabra que intenta apresarlo, el vino ya es voluntad”, señala. Y explica en un tono sacado de una novela de José Lezama Lima: “Una pulsión en la uva por absorber la tierra, por ser la memoria líquida de su paisaje”.
Y le da una dimensión sobrenatural al camino de elaboración cuando comenta que “su nacimiento no es un proceso, es una revelación: el instante en que su espíritu, ya libre en la copa, se impone al nuestro. En ese momento comprendemos que no fue creado. Tan solo se ha cumplido”.
Sobre su decisión de abrir una vinícola, cuyos vinos empezó a vender en 2020, explica que no fue una decisión en sí, sino una consecuencia.
“Fue un acto inevitable”, asegura.
Entre sus mayores satisfacciones señala en sus palabras el gesto fugaz, casi secreto que representa el asombro. Detalla el gusto que siente al ver a alguien quien llega “por compromiso”, pero que sus defensas caen en el primer sorbo de vino.
Aquí es donde dice que los ojos se abren con una sorpresa genuina “como si descubrieran el paisaje oculto en la copa”.
Chávez menciona que el origen de la vinícola surgió como nacen las conversaciones profundas, de una simple curiosidad. “Hacíamos nuestros vinos en espacios prestados, con herramientas ajenas.
“Éramos nómadas persiguiendo una querencia. Cada barrica, cada fermentación, era como encontrarse con un viejo amigo en un lugar público, un saludo afectuoso y una promesa de volver a verse. Pero la amistad se hizo profunda, la conversación se alargó y el parque ya no era suficiente”.
Menciona que la decisión más difícil es renunciar al control teniendo la fe para dejarlo ser. En sus propias palabras, el mejor vino no es el que se hace, sino el que se permite.
En cuanto a la variedad de uva que más lo ha asombrado menciona la sauvignon blanc, pues comparte para Fiestas de la Vendimia que esta uva de aspecto verde claro es una maestra del
disfraz, como si adoptara múltiples personalidades.
“La hemos visto presentarse como un vino blanco de modales finos, cítrico y elegante, casi aristocrático. Y esa misma uva, con el mismo origen, ha sabido ser un vino naranja, salvaje y exuberante; un estallido de fruta tropical que te toma por asalto y te deja una memoria áspera y profunda en la boca.”
Para Édgar Chávez, esta versatilidad no es docilidad, sino más bien es una prueba de su inmensa libertad.
Por otra parte, la uva que considera más indomable es la durif. La considera una uva lenta, que mira con recelo y que exige pruebas del compromiso. “No admite prisas”, detalla.
“Mientras otras se entregan al año, ella nos pidió más tiempo, nos obligó a dudar de nuestro propio calendario”.
Y reconoce que no fue una especie que se logró domar, sino que él se ganó el derecho a que finalmente se dejara querer.
FASES DEL PROCESO
Y en el mismo tono literario, comparte con Fiestas de la Vendimia su versión de los hechos, explica cuál etapa le parece la más poética.
Cada etapa es un verso de un mismo poema, dice en ese lenguaje evocador de imágenes. La fermentación es un grito, asegura, el milagro ruidoso de la vida que se enciende.
Por su parte, el embotellado es un adiós, la promesa de un viaje solitario. Y el descorche, puntualiza, es la palabra final, la voz que finalmente se entrega al mundo.
“Pero si debo elegir el latido más profundo, el momento donde la poesía se respira en el aire, es la crianza.”
DIÁLOGO CON LOS LIBROS
Si el vino también cuenta historias, habrá uno más confesional. De acuerdo con Édgar Chávez, es una pregunta cruel. La respuesta, dice, cambia de color con el estado de ánimo o con la memoria.
“Hay días en que la historia más clara la susurra el Durif, con su silencio denso y su peso de tierra antigua. Beberlo es caminar por los murmullos de Comala.
“Otras tardes pertenecen al nebbiolo, un relato que se bebe a saltos, como se lee Rayuela. No es una historia lineal; es un archipiélago de sensaciones, una invitación a encontrar tu propio orden, tu propio mapa.”
Y en ese complejo mapa de naturaleza y sensaciones, de páginas que se mezclan con el silencio de las barricas, Édgar Chávez ve crecer el vino.
Viticultura con sentido
FERNANDA GUTIÉRREZ Agencia Reforma
En los años 50, los padres de la enóloga Natalia Badan, él suizo y ella francesa, llegaron al Valle de Guadalupe, en Baja California, donde fundaron Rancho El Mogor.
Lo que comenzó como un proyecto romántico, evolucionó décadas después en una propuesta vitivinícola singular en la que priorizan el cuidado de la naturaleza y el entorno al producir vino, relata Natalia, propietaria del viñedo Mogor Badán.
“En los años 80, cuando la mayoría de quienes cultivaban uva en la región lo hacían para producir brandy, mi hermano Antonio apostó por algo distinto; vino mexicano hecho para México”, recuerda Natalia.
Tras el fallecimiento de Antonio, ella tomó las riendas de la vinificación y, desde entonces, ha sido la responsable de continuar la tradición familiar bajo una filosofía que privilegia la baja intervención y el respeto absoluto por el terruño.
“Yo creo que la parte de campo es extremadamente importante. Es el inicio del proceso y si tú trabajas la agricultura con respeto a la naturaleza, vas a tener un muy buen producto y eso se refleja en nuestros vinos, un buen inicio que genera una muy buena fruta”, explica la experta que también es defensora del oficio agrícola en el Valle, principal productor de vino en México con más de cuatro mil 500 hectáreas de vid plantadas.
Una expresión del terruño es lo que Badan busca al momento de hacer vino, que sean realmente originales, de producciones pequeñas y de baja intervención.
“No buscamos estandarizar nuestras producciones, el cuidado que le ponemos al proceso nos permite realmente observar los matices y hacer pequeños cambios al año siguiente, si los queremos”, agrega Badan.
PROTEGER EL VALLE
Fluir con lo que da el entorno ha sido la forma en que Natalia Badan ha aprendido a hacer vino.
Aunque reconoce que el Valle de Guadalupe cuenta con una ubicación privilegiada por su
clima mediterráneo, largos periodos de sequía en verano e inviernos fríos que permiten descansar a las vides, también señala con preocupación las amenazas que lo rodean: escasez de recursos, crecimiento de desarrollos inmobiliarios y poca consciencia por el cuidado de las zonas agrícolas.
Cree firmemente que hacer vino en México es también una forma de cuidar la tierra y de apostar por un legado que trascienda, haciendo del oficio agrícola una actividad de paciencia, generosidad y visión de futuro.
“Cuando eres viticultor no puedes ver las cosas a corto plazo. Mi viñedo tiene 70 años, yo tengo 72, y todos los días aprendo. Si tú dejas un campo fértil con biodiversidad, con flora y fauna nativa, dejas una riqueza que perdura para los que vienen”, comparte.
EL RENACER DE LA VID
Variedades como Garnacha, Misión, Palo -
» 4 vinos produce actualmente la bodega, Mogor Badán es una de las etiquetas insignia del proyecto.
» 36 mil botellas son las que vinifican de forma anual
» Son 260 proyectos vinícolas en el Valle de Guadalupe
» + 4 mil 500 hectáreas plantadas de vid en el Valle de Guadalupe
*Con información del Consejo Mexicano Vitivinícola.
mino y Chardonnay fueron las primeras que los padres de Natalia sembraron de forma experimental en los años cincuenta. Para el año 98, Antonio Badan, hermano de Natalia, decide injertar vides con Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc y Chasselas ante la poca eficancia que comenzaron a tener las anteriores.
Actualmente, Natalia está experimentando y retomando el cultivo de Garnacha y Palomino dentro de las cinco hectáreas que conforman el viñedo, variedades que sus padres sembraron en el Valle y que durante décadas no se cosecharon en Mogor Badan.
“Debido al cambio climático, hemos tenido que regresar a estas variedades más fuertes, más adaptables con las cuales se hacen muy buenos vinos si sabes hacer vino”, expresa la experta.
PRÁCTICAS QUE REGENERAN
Parte de la filosofía en la que la bodega Mogor se basa para hacer vino nace de nutrir y regenerar, no de explotar.
“Nosotros no aramos, no agredimos el suelo, no lo volteamos. Lo dejamos tal cual es y vamos creando una capa vegetal encima como una esponjita vegetal que absorba la lluvia, que alimente los microorganismos que están en el suelo”, explica Natalia.
Paja, madera, hierbas silvestres y toda la masa vegetal que generan el hacer del vino, es transformada en composta. El orujo y las ramas, son trituradas para regresar al suelo.
Su enfoque de observar el propio ciclo de la naturaleza, les ha dado guía para alimentar al suelo, para apoyarlo, para generar evapotranspiración y producir nubes.
“Me queda claro que el ser agrícola ya es una agresión para la naturaleza pero lo vas a tratar de hacer de la manera más suave y menos agresiva posible”, dice Natalia.
Observar la naturaleza, nutrirla y respetar sus ciclos, son los pilares en los que la enóloga Natalia Badan se basa para producir vino en Valle de Guadalupe.
La historia que sigue escribiendo ROMA
REDACCIÓN/EL VIGÍA
Ensenada, BC
En las calles de Baja California, incluso cuando cae la noche o es un día festivo, hay luces que nunca se apagan. Son las luces de Farmacias ROMA, una empresa nacida en esta tierra hace más de seis décadas y que hoy es parte de la vida cotidiana de miles de bajacalifornianos. Con más de 140 sucursales distribuidas en Tijuana, Rosarito, Ensenada, Mexicali y Tecate, ROMA se ha consolidado como un emblema regional de salud, servicio y cercanía. Desde sus inicios, la empresa ha construido una historia guiada por valores como la honestidad, la responsabilidad social, la perseverancia y la pasión por servir. Lo que empezó como una farmacia tradicional, ha evolucionado hacia un concepto integral bajo la consigna que hoy define su identidad: “Más que una farmacia”.
CERCANÍA Y CONFIANZA
ROMA no sólo ofrece medicamentos. Lo que distingue su modelo es una combinación de servicios diseñada para facilitar la vida de sus clientes: consultorios médicos de calidad a precios accesibles, servicio a domicilio, minisúper con productos
regionales —incluyendo vinos de Baja California—, venta de boletos para espectáculos, pago de servicios, comercio electrónico, y una atención presencial disponible los 365 días del año, las 24 horas en muchas de sus sucursales.
Este enfoque integral no sólo responde a necesidades de salud, sino también a las dinámicas diarias de sus comunidades. El objetivo, explica Claudia Castro Munguía, directora de Mercadotecnia y Expansión de Farmacias ROMA, es estar disponibles cuando y donde más se necesite, y si algo no está en inventario, ROMA se compromete a conseguirlo —o incluso entregarlo a domicilio—, como parte de su promesa de valor.
EL CORAZÓN DE LA EMPRESA: SU GENTE
Detrás de cada mostrador, consultorio o entrega, hay una red de más de 2 mil 800 colaboradores que, como ellos mismos dicen, forman parte de la “Gran Familia ROMA”. Para la empresa, el bienestar y la satisfacción de su equipo son condiciones esenciales para brindar una experiencia de calidad. Colaboradores motivados y capacitados son, al final del día, quienes generan la confianza y la lealtad de los clientes. Este compromiso con las personas —internas
y externas— es también una forma de contribuir al desarrollo económico de la región: generando empleo, formando redes de proveedores y fortaleciendo el tejido comunitario.
SALUD CON ROSTRO HUMANO
Una pieza clave en su propuesta de servicio son los consultorios médicos Inmédica, adyacentes a cada sucursal. Con atención de calidad, horarios extendidos y un expediente médico electrónico que puede consultarse en cualquier punto del estado, esta red de atención se ha vuelto un recurso accesible para familias enteras. La salud, como señalan desde la empresa, no tiene horario.
INNOVACIÓN CON RAÍCES LOCALES
La capacidad de reinventarse también ha sido parte del ADN de ROMA. Desde los años noventa, cuando introdujeron el modelo de farmacia + tienda de conveniencia, hasta hoy, la empresa ha apostado por la innovación sin perder su arraigo regional. La presencia del minisúper con productos del día a día, el impulso del comercio electrónico a través de su App, y la expansión continua hacia comunidades como el Valle de Guadalupe, son parte de una estrategia que piensa en grande, pero actúa local.