DIRECTOR DE POSGRADO | INITIATIVE ESCUELA DE NEGOCIOS
Un factor clave que impulsa el valor dentro de la empresa familiar es la continua eficacia en la asignación de capital entre tipos de activos y sectores a medida que los mercados hacen la transición a tiempo.
Uno de los desafíos más importantes que enfrentan actualmente las empresas familiares es cómo mantener el equilibrio entre los objetivos empresariales (como crecimiento) y metas familiares (como mantener los valores familiares y proteger la riqueza familiar.)
Un factor clave que impulsa el valor dentro de la empresa familiar es la continua eficacia en la asignación de capital entre tipos de activos y sectores a medida que los mercados hacen la transición a tiempo. Este es un descuido común en muchas empresas familiares.
Para maximizar el valor es esencial evaluar dónde está asignado el capital del grupo y posteriormente, gestionar y monitorear ese capital a lo largo del tiempo ¿Dónde está el negocio familiar expuesto? ¿donde está sobreexpuesto? ¿Está el negocio posicionado para capturar las próximas tendencias cíclicas?
Una percepción común entre las empresas familiares es que el capital –o el valor– puede medirse adecuadamente con referencia a medidas contables como el capital contable (valor contable) o los fondos totales invertidos. En términos simples, el valor en libros es igual a los activos totales reportados menos sus pasivos totales. Por lo tanto, esta medida proporciona una perspectiva histórica y refleja más probablemente lo que recibirían los accionistas si el grupo se liquidará de manera ordenada, en lugar del valor atribuido a su poder de ganancias futuro como activo.
Las ganancias futuras (y por lo tanto el valor) se verán influenciadas por su marca, los contratos vigentes, las relaciones con sus clientes, el posicionamiento competitivo y la buena voluntad, entre otros factores, todos los cuales pueden no reflejarse en una medida del valor contable. Como tal, en la mayoría de los casos el valor contable subestima materialmente el valor de la empresa familiar y cualquier decisión de asignación de capital basada en esta medida probablemente sea engañosa.
Las empresas familiares suelen caracterizarse por tener uno (o varios) negocios operativos principales, junto con otras inversiones que se han ido añadiendo con el tiempo a medida que se ha ido acumulando la riqueza del grupo. Al evaluar el valor real dentro de una empresa familiar, normalmente se aplica un enfoque de “suma de partes”, mediante el cual cada negocio e inversión se valora por separado con el objetivo de reflejar el valor que un tercero negociaría con cada activo teniendo en cuenta su riesgo y características de crecimiento. Las partes individuales se evalúan utilizando metodologías de valoración comunes (como flujos de efectivo descontados, múltiplos de mercado, etc.) y los resultados se agregan al valor total del grupo (ajustado por costos centralizados o elementos no operativos).
Dada su naturaleza inherente, evaluar el valor de un conglomerado diverso y complejo plantea muchos desafíos adicionales en comparación con una valoración estándar que deben considerarse, que incluyen, entre otros:
1. Evaluar una estructura de capital objetivo/óptima para cada empresa y grupo dada la disposición histórica de las empresas familiares a endeudarse;
2. La relación entre las empresas dentro del grupo (por ejemplo, comercio con partes relacionadas), así como la financiación entre empresas. ¿Cómo deberían tratarse estos si uno evaluará el valor desde la perspectiva de un tercero?
3. Si el valor consolidado de las “partes” refleja lo que se puede lograr en una venta a un tercero del grupo de forma independiente. ¿Debería aplicarse una prima o descuento adicional al valor consolidado en reconocimiento de la estructura del negocio, el historial u otro factor?
Si bien existe una gran cantidad de métricas y factores que pueden monitorearse a lo largo del tiempo, es importante que se adapten al grupo en función de su estrategia, operaciones y características específicas. Desde una perspectiva financiera, los atributos que se evalúan y monitorean
para garantizar que se maximice el valor dentro de una empresa familiar pueden incluir:
Retorno: la medida del retorno a lo largo del tiempo y cómo se compara con puntos de referencia adecuados, también se monitorean con referencia a las inversiones particulares, la industria, etc.
Riesgo: Monitorear y gestionar el riesgo dentro de la cartera y/o ciertas inversiones con referencia a factores como la precisión presupuestaria, el nivel de apalancamiento financiero, la capacidad de financiar compromisos y el riesgo relativo entre segmentos de negocios (es decir, grado de diversificación).
Desempeño: medir el desempeño real y relativo de la cartera y las inversiones (o grupos) utilizando métricas financieras como la rentabilidad del capital social y el capital invertido. Evaluar el rendimiento del capital en relación con el costo del capital desplegado es una prueba importante para determinar si se está creando valor.
Gestión de liquidez y efectivo: la consideración de la posición de liquidez del grupo también es importante para evaluar la capacidad del grupo para financiar oportunidades de crecimiento, pagar dividendos y gestionar estrategias de salida.
Un método eficaz para presentar tales atributos es a través de “cuadros de mando”, mediante los cuales estos factores se miden y luego se siguen periódicamente en comparación con el desempeño histórico, puntos de referencia de mercado adecuados y objetivos internos. Estos paneles permitirían a los tomadores de decisiones identificar rápidamente cualquier desviación a lo largo del tiempo y luego tomar las medidas necesarias, ya sea un esfuerzo centrado en la mejora de los activos existentes, reequilibrar la cartera (mediante adquisiciones y desinversiones) o simplemente adaptar la estrategia general.
Medir el valor dentro de una empresa familiar ha adquirido un nivel renovado de importancia a medida que el liderazgo pasa a la siguiente generación.
En una entrevista exclusiva con 5 Días, el director del Departamento de Políticas de Empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Sangheon Lee, abordó varias cuestiones referentes al empleo juvenil, los desafíos para brindar oportunidades y la importancia de la seguridad social en nuestro país.
¿Qué políticas debe implementar el Estado para combatir el desempleo juvenil?
Estoy pensando en tres cosas. La primera es, por supuesto, la formación y la educación para acercarla a la demanda real del mercado laboral.
La segunda es en lo que se refiere al empleo juvenil, los gobiernos deberían ser un poco más proactivos a la hora de crear nuevas oportunidades de empleo, ya sea en el sector público o trabajando también con el sector privado.
En el caso del empleo juvenil, sería bueno que el sector público también fuera bastante proactivo, creando oportunidades de empleo en el sector público, pero también fomentando la creación de empleos para jóvenes en el sector privado.
Por lo tanto, ofrecer incentivos financieros a los departamentos para que contraten a jóvenes es también una de las cosas importantes. Es un plazo de tiempo limitado, como un año.
El tercer punto es que tenemos que coordinar todo esto, lo que significa que se necesitan unos servicios públicos de empleo muy buenos y activos para apoyar este proceso activo de búsqueda de empleo.
Además, las políticas económicas e industriales deben diseñarse para maximizar el futuro de la política de inversión. La política de inversión también debe contribuir a maximizar el efecto de esta política de empleo.
En Paraguay, cada vez menos jóvenes contribuyen al sistema de pensiones ¿qué se puede hacer al respecto?
Creo que esto no ocurre solamente en Paraguay, sino en todo el mundo. Los jóvenes, las ciudades y las limitaciones financieras de los sistemas de pensiones hacen que estén menos dispuestos o menos inte-
Sector público y privado deben trabajar de forma conjunta
Formación, oportunidad y servicios de calidad, claves para combatir el desempleo juvenil
El director de la OIT destacó que los problemas del sistema de pensión se dan en todo el mundo. resados en contribuir a los sistemas de pensiones
En pocas palabras, cuando se les pide que contribuyan, no saben cuánto obtendrán a cambio. Por supuesto, a veces es una cuestión de malentendidos que se pue-
den solucionar con algunas campañas públicas y de comunicación.
¿Considera usted que debe haber un sistema de pensiones más justo? Otras veces se trata de un problema sistemático. De
alguna manera, en el sistema de pensiones se da un trato un poco diferente a los distintos grupos de edad en términos de contribución, porque, por ejemplo, las personas mayores contribuyen menos, pero en realidad obtienen
un beneficio bastante significativo, pero los jóvenes contribuyen más, pero en realidad reciben beneficios menores.
Por lo tanto, en ese caso, se debe considerar la posibilidad de hacer que el sistema
EL DATO
SE NECESITAN POLÍTICAS PÚBLICAS ADECUADAS PARA MEJORAR INCURSIÓNLA LABORAL JUVENIL.
LA CIFRA
13%
ES EL PORCENTAJE DEL DESEMPLEO JUVENIL
A NIVEL GLOBAL.
En el caso del empleo juvenil, sería bueno que el sector público también fuera bastante proactivo, creando oportunidades de empleo para los jóvenes del país.
sea más justo, más activo, de modo que, en algunos grupos, los jóvenes probablemente sean más receptivos en cierto sentido al sistema de pensiones.
Por último, ¿cuál es la situación del empleo juvenil a nivel mundial?
A nivel mundial creo que hay cierta discrepancia entre la retórica o la declaración política y la acción. En realidad, si se analizan las políticas actuales y los recursos y la inversión que se destinan a ellas, no se puede decir que sean muchas. En segundo lugar, tenemos que diseñar políticas más eficaces. Algunas políticas tienen buenas intenciones, pero debido a un mal diseño, el impacto no es muy positivo.
En tercer lugar, tenemos que trabajar con los jóvenes, no sólo para ellos. Como dije, hay que incorporarlos, conversar con ellos, entender qué quieren, qué necesitan y en base a eso ayudarlos. Por lo tanto, el proceso es tan importante como el contenido del proceso.
Por ejemplo, usted mencionó las pensiones. Si se incluye a los jóvenes en el diseño de los planes de pensiones, probablemente hará que el nivel de aceptación de los mismos sea mucho mayor entre los jóvenes.
Hablar de empleo juvenil es tocar un tema con muchas aristas, pero principalmente se relaciona con la falta de oportunidad y la informalidad, como bien muestran los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El director Iván Ojeda profundizó en esta entrevista cuestiones fundamentales sobre los fríos números.
¿Cuáles serían las principales causas de la falta de una mayor incursión laboral de los jóvenes? Generalmente se da en la informalidad, aquellos que consiguen por primera vez empleo están en un 90,6% de informalidad y también aquellos que son mayores de 65 años. Otra cuestión es la educación, es un factor clave para la formalización y también para acceder a un empleo.
El eje fundamental o el primer motivo es siempre la educación para la oportunidad laboral y obviamente también el rango de edad, a la gente cuando es muy joven o es muy mayor le cuesta más conseguir empleo.
¿Se puede especificar por edad el porcentaje de jóvenes que está en la informalidad en su primer empleo?
El 90,6% de los jóvenes están en informalidad en su primera oportunidad laboral, son jóvenes entre 15 a 19 años. Los que están entre 20 y 24 años de edad están en informalidad en un 70,8% y los que tienen entre 25 y 29 años de edad el 71% Cuando aumentan la edad también se van formalizando más.
¿Cuál es la situación de la seguridad social en Paraguay?
Los que tienen cobertura de seguro médico, el total país muestra que un 23,1% tiene seguro médico y no tiene el 76,9%. En cuanto a los hombres, los que sí tienen son un 24,6% y en el caso de las mujeres un 21,5% son los que tienen seguro médico.
En cuanto a la cobertura de seguro médico de la población joven por departamento, vemos que la cobertura de seguro médico en la población joven es de 46,1% para Asunción, el 33,1% para Central y el 29% para Presidente Hayes. En tanto, el 9,9% en los departamentos de San Pedro y Caazapá.
El
12,6%
no trabaja ni estudia
En Paraguay, el 90,6% de los jóvenes consigue su primer empleo en la informalidad
Todos los datos fueron revelados por el Instituto
¿Cuál es el departamento con mayor incidencia de pobreza monetaria?
La pobreza monetaria y los jóvenes, sabemos que en Paraguay los departamentos con mayor incidencia de pobreza monetaria, ahí tenemos que hablar del pobre extremo y no extremo, en la población de jóvenes está Concepción con el 34,8% de
jóvenes pobres monetarios, en Canindeyú el 32,7%, en Guairá 32,6%, y en Caazapá el 32,5%. En Central se reporta un 10% y en Asunción se registra un 10% de pobres monetarios.
¿Existen datos sobre la formación de los jóvenes? Un estudio nos permite saber que los jóvenes que no
tienen ninguna instrucción están en torno a 0,7%, los que tienen entre 1 y 6 años de estudio son el 8,4%, la mayoría está entre 7 y 12 años de estudio y los que tienen entre 13 a 18 años el 26%.
Otro dato muy interesante es la condición de los jóvenes, si estudian o trabajan y aquí vemos que los que
solamente estudian son el 22,3%, los que solamente trabajan son el 47,6% y los que no estudian ni trabajan son el 12,6%. Los que estudian y trabajan al mismo tiempo son el 17% de la población joven.
¿Qué sector emplea más a los jóvenes en la actualidad?
CAAZAPÁ ES EL DEPARTAMENTO CON MAYOR POBREZA MONETARIA JUVENIL. EL DATO
El sector público emplea al 4,1% de los jóvenes, el empleado obrero privado está ocupando al 60,9% de los jóvenes y los que son emprendedores o empleador o patrón son el 1,4%. Los trabajadores jóvenes por cuenta propia son el 16,4%, los trabajadores familiares no remunerados son el 8,6% y los que se dedican al trabajo doméstico son el 8,6%.
También sabemos que por tamaño de empresa los que trabajan en una empresa donde hay una sola persona son el 14% de los jóvenes, los jóvenes que trabajan en empresas de dos a cinco personas son el 34%. La mayoría está en empresas de seis a 50 personas y es el 51%.
¿Cuál es el nivel de ingreso mensual de los jóvenes?
El ingreso mensual de los jóvenes a nivel país está en torno a G. 2.255.000, los hombres en 2.300.000 y las mujeres en G. 2.600.000.
En Asunción el promedio de ingreso de los jóvenes es de G. 2.845.000, en Concepción está en G. 1.700.000 aproximadamente y en San Pedro G. 2.025.000. En Cordillera G. 1.930.000, en Guairá G. 1.608.000 y Caazapá es el departamento más pobre monetariamente, donde el ingreso promedio es de 1.690.000.
En Central es de 2.472.000, donde hay más ingresos por lo menos en promedio, también Alto Paraná está en torno a la misma cifra de 2.400.000 y en el mismo promedio se encuentra Presidente Hayes.
Nacional de Estadística (INE).
El 43% está dentro de la franja de desempleado
Seis de cada diez jóvenes ocupados trabajan como empleado u obrero
prensa@5dias.com.py
En Paraguay hay alrededor de 1.500.000 jóvenes, de los cuales el 57% se encuentra ocupado. Para un mayor resultado en la lucha contra el desempleo juvenil es fundamental trabajar en una mayor formación. En esta entrevista la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, toca temas fundamentales sobre la situación y cuáles son los desafíos para buscar dar respuesta a este segmento de la población.
¿Cuá es la situación actual del empleo juvenil en nuestro país? Los jóvenes en el país son alrededor de 1.500.000 personas, de las cuales el 57%, es decir, cerca de 850.000 jóvenes cuentan con empleo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) al segundo trimestre de este año. Del total de jóvenes ocupados, cerca del 60% son hombres y poco más del 40% mujeres. Seis de cada diez jóvenes paraguayos ocupados trabajan como empleado u obrero en el sector privado y se caracterizan por desempeñarse en ocupaciones no calificadas (28% del total).
Cerca de la mitad trabaja en microempresas de 2 a 10 trabajadores (45% del total de jóvenes ocupados) y en actividades de comercio y servicios donde tienen una participación del 57%. El tiempo dedicado a la ocupación principal muestra un promedio de 43 horas semanales para la población juvenil, donde los hombres dedican 45 horas semanales al trabajo, mientras que las mujeres 39 horas semanales. En lo que respecta a los ingresos, la población juvenil percibe en promedio G 2.254.815. En términos generales, los hombres perciben un ingreso laboral promedio que supera en 16% al ingreso promedio de las mujeres.
¿Cuáles son los principales problemas para acceder al primer empleo?
Una primera barrera suele constituirse en la experien-
cia laboral. Las empresas buscan mayormente personas con cierta experiencia. Esta situación termina empujando a los jóvenes a trabajos informales o de baja remuneración.
Otro desafío guarda relación con las competencias que demanda el mercado laboral en constante cambio y en permanente avance tecnológico. Este contexto exige al joven el desarrollo de competencias digitales, habilidades blandas, manejo de idiomas, en especial del inglés, además de las capacidades de comunicación efectiva, de trabajo en equipo, entre otras capacidades muy requeridas en la actualidad.
Según el INE, el 90% de los jóvenes está en la informalidad en su primer empleo ¿Cuál sería la causa de esto?
Los datos que tenemos del INE en realidad nos revelan que la informalidad afecta al 64% de los jóvenes ocupados. Una primera causa se relaciona con la imposibilidad de cumplir con la experiencia laboral que requieren muchos empleos formales.
Otra causa que podemos considerar es la desconexión que hay entre la educación y las necesidades reales del mercado laboral. También existe una ausencia de la cultura pre-
visional. Muchos jóvenes al iniciar su historia laboral centran su interés en el salario del presente y no en la necesidad de aportar a una caja jubilatoria para una vejez digna.
¿Cuáles son las políticas públicas que se necesi-
tan para que los jóvenes consigan un empleo digno?
El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, considera prioritario el acceso a empleos de calidad, y en especial para nuestros jóvenes. Una
de las soluciones para facilitar la conexión entre los buscadores del primer empleo formal y las empresas ha sido el desarrollo de la plataforma EmpleaPy, que está teniendo una notoria incidencia en la población joven, al punto de que siete de cada diez intermediacio -
nes laborales propiciadas a través de la mencionada plataforma involucran a jóvenes de entre 18 y 29 años.
También estamos reenfocando nuestra política de formación y capacitación para el trabajo, de modo a que respondan a las demandas reales del mercado laboral.
Igualmente, hemos propiciado una serie de medidas de simplificación y modernización de trámites laborales que permitan reducir los costos de la formalización, para que más trabajadores estén protegidos en sus derechos y sobre todo por la seguridad social. Adicionalmente, hemos aprobado un nuevo reglamento para la inspección y fiscalización del trabajo, siempre en la línea de reducir la precarización laboral.
Una política innovadora que estamos considerando es la incorporación de incentivos para fomentar la generación de primer empleo en el país.
Se habla mucho de la falta de mano de obra de calidad ¿Cómo se puede mejorar este aspecto fundamental? Mediante una fuerte conexión entre la educación y el trabajo. Como nunca antes, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Educación estamos impulsando medidas de manera coordinada para que el joven que llega a la edad de trabajar tenga las herramientas para insertarse en el mundo laboral, más ahora que el país, con el grado de inversión obtenido recientemente, está en condiciones de atraer un importante flujo de capitales que van a requerir capital humano capacitado.
También estamos trabajando coordinadamente con el Ministerio de Industria y Comercio y con el sector empresarial para identificar las cualificaciones profesionales que demandan las nuevas unidades productivas que se instalan o se irán instalando en nuestro territorio, para orientar nuestros servicios de formación y capacitación laboral hacia esas demandas.
La juventud y su futuro de vida
RICHARD E. FERREIRA-CANDIA
DOCENTE Y ANALISTA SOCIAL. ESPECIALISTA EN COMUNICACIÓN Y PERIODISMO.
Debemos preguntarnos en qué situación y, sobre todo, hacia dónde van los cerca de 1,5 millones de jóvenes de los cuales una gran franja no accede a una educación formal; en qué tipo de seres humanos se están convirtiendo y cómo se están haciendo para enfrentar la vida”.
Comenzar un artículo suele ser bastante complicado, sobre todo cuando te sorprenden pidiéndote uno según la lógica de los medios periodísticos que se resume en algo así como “es para ayer”. Gratamente, la semana pasada recibí un mensaje consultando si me gustaría escribir una columna para este espacio que usted está leyendo en este momento. Sin dudar, respondí que sí, aunque luego con las dos manos me tomé de la cabeza con una pregunta interna diciéndome “¿qué estás haciendo?”. Pero acá estamos, de nuevo, de vuelta.
Hace unos años colaboré con varios artículos en 5Días, a modo de conversaciones con un personaje conocido como el Comandante, que antes recorrió otros medios. Este estilo narrativo lo comencé a usar en setiembre de 2008, hace exactamente 16 años, pero en esta ocasión -para este espacio- no me acompañará, aunque no faltará el café negro, sin azúcar, mientras se escriban estas columnas.
Aquí la idea es desarrollar de manera directa temas que nos permitan analizar, interpelarnos como sociedad, como individuos, como personas. Se expondrán diferentes enfoques que irán desde los problemas sociales, aspectos económicos desde una mirada no tan técnica, la política, la educación, la innovación, los eternos procesos, la juventud, la vida misma. Les invito, entonces, a mirarnos internamente para intentar salir de esa caverna mental que generalmente nos tiene atrapados viendo solo sombras, sin ver la luz, sin saber lo que pasa afuera, sin dimensionar ni comprender la realidad.
Definir un tema para este primer artículo no fue tarea fácil. Giré sobre varios focos. Mientras daba vueltas para encontrar un eje recordé que uno de los temas preferidos de análisis en los últimos años fue el sentido humano que debemos dar a la vida. Y así, revisé algunos artículos pasados y seleccioné parte de uno de ellos para rememorar algo que debemos tener presente siempre.
EL HOMBRE SE ESTÁ HACIENDO
En el prefacio de su novela “Madama Sui”, Augusto Roa Bastos menciona una frase de la gran Josefina Plá: “El hombre no está hecho, se está haciendo”. El Premio Cervantes escribió, además: “Lo esencial para un ser humano es convertirse en un ser humano, en el equilibrio de la igualdad y respeto de las diferencias, cualesquiera sean sus razas, sus costumbres, sus religiones, sus ideas”.
Dicho esto, pensé en tratar de ahondar un poco sobre la juventud, la llamada eterna promesa de transformaciones que, en realidad, ya está ejerciendo un importante rol en la sociedad, sobre todo con su desesperado reclamo de lograr un mejor futuro, sin saber incluso cuál será. Y cae bien hablar de este tema, creo, atendiendo a que el sábado 21 recordamos el “Día de la juventud”.
LA JUVENTUD EN PARAGUAY
De acuerdo con los resultados finales del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, aunque aún discutidos porque nos hicieron saber que somos menos de lo que se pensaba y estaba de manera oficial, Paraguay solo tiene una población de 6.109.903 habitantes, siendo la edad mediana 29 años. Se detalla que, de este número, 3.057.674 son varones, y 3.052.229 mujeres. El departamento Central es de mayor población con 1.883.927 personas. La población joven llega a unos 1,5 millones.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) lo explica así: La población juvenil es considerada de 15 a 29 años de edad. Del total de la población, el 25,4% son jóvenes, que equivale a 1,5 millones de personas en la franja de edad mencionada. Por grupos de edad, el 34,4 % (510 mil) tienen entre 15 y 19 años; 33,2 % (492 mil) están en el grupo 20 a 24 años, y 32,3 % (479 mil) entre 25 a 29 años. Del total de la población juvenil, 733.640 son hombres (49,6%) y 746.835 son mujeres (50,4%). Alrededor de 952.346 jóvenes viven en áreas urbanas del país (64,3%), y 528.129 en áreas rurales (35,7%).
Se detalla que los jóvenes de 15 a 24 años de edad (51,6%) asisten a una institución
de enseñanza formal, siendo la tasa de asistencia superior en áreas urbanas en relación a las rurales (55,7% vs. 44,7%). Entonces, esa franja no es parte del sistema educativo. Del total de la población de 15 a 29 años de edad, alrededor de 6 de cada 10 jóvenes realizan actividades económicas; es decir, están clasificados dentro de la Población Ocupada. O sea, viendo de otra manera, 4 de cada 10 no tiene empleo.
Partiendo, entonces, de lo planteado por Roa Bastos sobre que “lo esencial para un ser humano es convertirse en un ser humano, en el equilibrio de la igualdad y respeto de las diferencias, cualesquiera sean sus razas, sus costumbres, sus religiones, sus ideas”, y lo dicho por Josefina Plá sobre “el hombre no está hecho, se está haciendo”, debemos preguntarnos en qué situación y, sobre todo, hacia dónde van los cerca de 1,5 millones de jóvenes de los cuales una gran franja no tiene empleo y otra no accede a una educación formal; en qué tipo de seres humanos se están convirtiendo y cómo se están “haciendo” para enfrentar la vida.
FUTURO INCIERTO
No entramos siquiera a analizar si los empleos de los 6 jóvenes de cada 10 que están en la Población Ocupada son los ideales en cuanto a garantías laborales y salariales, o si están en situaciones precarias, lo que nos lleva a preguntarnos qué tipo de futuro les espera en las condiciones actuales. Y más, qué pasará con quienes no tienen empleo y los que están fuera del sistema educativo. Es, sin lugar a dudas, un aspecto de análisis que debe ser puesto entre los principales temas nacionales si realmente pretendemos que cada paraguayo y cada paraguaya esté mejor.
Mientras nos interpelemos para considerar que este es un aspecto central a atender, finalmente, en este primer artículo, quisiera contar que cuando comenté que volvería a escribir alguien me dijo “hacía falta leerte de vuelta en los medios”, a lo que debo responder que, en verdad, a mí me hacía falta volver a escribir, porque andaba caminando en silencio.
El Observador, Uruguay
La demanda de puestos laborales crece en lo que va del año y acompaña la estimación de creación de empleo. Más allá del dato positivo se observa una menor solicitud de profesionales para trabajar.
La última actualización del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el mercado laboral registró que la tasa de empleo se ubicó en julio en 58,8%. El porcentaje equivale a 1,7 millones de personas ocupadas.
Luego de conocido el dato, el economista Aldo Lema señaló que la tasa desestacionalizada en julio había alcanzado su mayor nivel desde mediados de 2015 cuando fue de 59,5%. Estimó que el número de ocupados en 2024 crecería en torno a 40 mil personas.
Además, el economista de CPA Nicolás Cichevski indicó que en los primeros siete meses de 2024 se habrían creado unos 20 mil empleos.
En coincidencia con los datos oficiales, la consultora Advice señaló que la demanda laboral registró en agosto el máximo anual y acumuló cuatro meses de crecimiento. En el mes se publicaron 6.863 oportunidades de empleo con crecimiento intermensual de 3,5%. El informe añadió que el nivel de dinamismo no se observaba desde 2022 en un contexto de recuperación y crecimiento pospandemia.
En la comparación interanual la demanda creció 28,4%. Advice expuso que entre enero y agosto de 2024 se publicaron 47.171 solicitudes de trabajo con un saldo positivo de casi 3.500 con respecto al mismo período del año pasado.
Con ese registro, la variación interanual acumulada es otro indicador que reafirmó el crecimiento de los últimos meses en los que la demanda se apartó de la relativa estabilidad de la primera parte del año. Entre enero y abril la cantidad de
TASA DE DESEMPLEO SE UBICÓ EN 58,8%
Uruguay
Pese a creación de empleo, hay una menor demanda de profesionales en el año
solicitudes disminuyó 1,2% en relación con los mismos meses de 2023. Pero entre mayo y agosto la demanda laboral creció 17,2% en la comparación interanual.
DEMANDA DE PROFESIONALES
La consultora explicó que
la demanda de profesionales universitarios y técnicos siguió, en líneas generales, la misma tendencia que la global, pero con algunas diferencias clave. Añadió que desde el inicio de 2024 la demanda de profesionales y técnicos creció a menores
tasas en comparación con el empleo en general.
Eso se explica por la incidencia de factores estructurales que vuelven a reflejarse en la demanda de trabajadores una vez superados los efectos de la pandemia que intro -
dujo ciclos excepcionales de contracción en 2020, recuperación en 2021 y 2022 y normalización en 2023.
El informe expresó que en condiciones normales los empleos de nivel técnico y profesional
muestran tasas menores de contratación porque se caracterizan por una menor rotación de personal y una mayor estabilidad laboral. Eso ocurre porque tienen procesos de selección más extensos y especializados en los que los empleadores suelen encontrar algunas dificultades para detectar candidatos calificados.
En el segmento de los profesionales las carreras tradicionales continúan liderando las solicitudes de los empleadores. Allí destacan los contadores, arquitectos, ingenieros, licenciados en enfermería, médicos, abogados, psicólogos y licenciados en laboratorio clínico.
Advice complementó que la capacidad de innovación es una de las cualidades más buscadas. También las habilidades de liderazgo y comunicación ya que, en su mayoría, las posiciones de jerarquía se asocian a perfiles universitarios.
La demanda de cargos técnicos estuvo volcada a electricistas, mecánicos, prevencionistas y técnicos en telecomunicaciones y logística.
En este caso los empleadores buscan adaptabilidad y resolución de conflictos. Esas dos características se vinculan con la naturaleza de los roles que los trabajadores deben realizar, como enfrentarse a problemas urgentes y a la interacción con clientes en contextos de tensión que necesitan gestionarse de manera efectiva.
