5DíasX Edición 17-05-2024

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La amenaza y la promesa de la IA en la nueva revolución industrial

DIEGO SAN ESTEBAN

LLa inteligencia artificial (IA) trasciende su rol como herramienta tecnológica para convertirse en un poderoso catalizador de cambio cultural y social. Ante este escenario, no podemos permanecer pasivos.

a Inteligencia Artificial (IA) está reconfigurando nuestra sociedad y nuestra esfera laboral de maneras que apenas empezamos a entender. En este artículo, quiero explorar las dimensiones socioculturales de esta profunda transformación, analizando tanto las amenazas que se avecinan como las oportunidades que se despliegan ante nosotros. Reflexiono sobre cómo la IA no solo está moldeando nuestro futuro laboral y nuestras interacciones, sino también cómo está probando nuestros valores éticos y nuestra capacidad de adaptación.

Mi análisis me lleva a considerar la importancia creciente de las habilidades blandas, como la creatividad y la empatía, en un mundo donde las máquinas pueden realizar muchas de nuestras tareas cotidianas. Además, veo la educación tecnológica como fundamental, no solo para convivir con la IA, sino para influir activamente en su desarrollo, asegurando que se alinee con nuestros ideales de justicia y equidad. A través de este ensayo, quiero delinearte estrategias proactivas para navegar esta transición hacia lo que se perfila como una nueva revolución industrial. Estoy convencido de la necesidad de prepararnos, tanto ética como prácticamente, para un futuro donde la IA será tan omnipresente como determinante en nuestras vidas.

EL IMPACTO DE LA IA EN LA SOCIEDAD Y LA FUERZA LABORAL La Inteligencia Artificial (IA) está redefiniendo el paisaje de numerosas industrias, desde el sector financiero con sus algoritmos de trading de alta frecuencia hasta la manufactura avanzada, donde la robótica y los sistemas automatizados optimizan las cadenas de producción. Este vasto espectro de aplicaciones no solo mejora la eficiencia y desbloquea un potencial de innovación sin precedentes, sino que también plantea desafíos significativos, especialmente en el ámbito laboral. Existe una creciente inquietud acerca de la automatización de tareas y la posible pérdida de empleos, particularmente en roles que implican actividades repetitivas o que requieren menor cualificación técnica. Sectores como la manufactura, la administración de datos y ciertos servicios administrativos se encuentran en el ojo del huracán, donde se prevé que la automatización podrá suplantar numerosos puestos de trabajo.

Sin embargo, es crucial reconocer que el panorama no es enteramente desalentador. La IA no solo desplaza empleos, sino que también es catalizadora de la creación de nuevos roles. Emergen oportunidades laborales en áreas que requieren el manejo y supervisión de estas nuevas tecnologías. Los expertos en IA, científicos de datos, especialistas en ética de la tecnología, y profesionales en ciberseguridad son solo algunos ejemplos de empleos que están ganando relevancia en la economía moderna. Además, la IA puede desencadenar innovaciones en sectores aún inexplorados, generando nuevas industrias y servicios que hoy no podemos ni siquiera imaginar.

NUEVAS CAPACIDADES BLANDAS Y EDUCACIÓN TECNOLÓGICA

En un mundo cada vez más mediado por la inteligencia artificial, la educación y el desarrollo de habilidades se presentan como los pilares fundamentales para navegar entre las amenazas y oportunidades que esta tecnología trae consigo. Las capacidades blandas, como la creatividad, la adaptabilidad y las habilidades interpersonales, cobran una importancia renovada en este contexto. Estas cualidades, profundamente humanas, no solo son difíciles de replicar por la IA, sino que son esenciales para trabajar de manera complementaria con ella, permitiendo a los profesionales destacarse en roles que requieren juicio, empatía y pensamiento crítico.

Paralelamente, una educación tecnológica robusta se está convirtiendo en un requisito indispensable para las futuras generaciones. Comprender y manipular la tecnología de IA no es simplemente un conjunto de habilidades técnicas; es una forma de empoderamiento que permite a las personas adaptarse y prosperar en un paisaje laboral en constante evolución. Más allá de aprender a programar o manejar herramientas específicas, la educación tecnológica debe incluir un fuerte componente de pensamiento crítico sobre cómo la tecnología afecta a la sociedad y a la ética, preparando a los individuos para tomar decisiones informadas sobre cómo y cuándo utilizar la IA.

Este enfoque educativo ampliado debe ir acompañado de oportunidades de apren-

dizaje continuo y requalificación, reconociendo que las trayectorias laborales serán más dinámicas y posiblemente más fragmentadas que en el pasado. Las instituciones educativas, las empresas y los gobiernos tienen el desafío de colaborar para crear programas que no solo respondan a las necesidades del mercado, sino que también fomenten una fuerza laboral adaptable y éticamente preparada para los desafíos del futuro.

MI REFLEXIÓN

Nos encontramos en el umbral de una nueva era, una que desafía profundamente nuestras estructuras laborales, educativas y sociales. La inteligencia artificial (IA) trasciende su rol como herramienta tecnológica para convertirse en un poderoso catalizador de cambio cultural y social. Ante este escenario, no podemos permanecer pasivos. Es imperativo que redefinamos nuestro enfoque hacia la educación, el trabajo y la coexistencia social en esta era dominada por máquinas inteligentes.

Este momento de transformación requiere una acción decidida y colectiva. Debemos comprometernos no solo a adaptarnos, sino a liderar el cambio. Esto implica revisar y actualizar nuestros sistemas educativos para incorporar conocimientos sobre IA y habilidades clave para el futuro. También necesitamos rediseñar nuestros entornos laborales para que sean inclusivos y fomenten la innovación continua, asegurando que nadie quede atrás.

Hago un llamado a gobiernos, industrias y comunidades educativas para que trabajen juntos en la creación de políticas inclusivas y estrategias de desarrollo sostenible. Es crucial implementar programas de recalificación y formación continua que sean accesibles para todos, con un enfoque particular en aquellos más vulnerables a los cambios tecnológicos.

Prepararnos adecuadamente para estos cambios no es simplemente una opción; es una necesidad urgente para garantizar que los beneficios de esta revolución tecnológica se extiendan a toda la sociedad. La era de la IA nos ofrece una oportunidad única para construir un futuro más justo y sostenible. Es momento de actuar con visión y determinación para asegurar que esta nueva era sea de beneficio para todos.

2 VIERnEs, 17 DE MAYO DE 2024 COLUMNA
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En un mundo donde la demanda de alimentos se incrementa constantemente y los recursos naturales se vuelven más escasos, la sinergia entre la tradición agrícola y los avances tecnológicos emerge como un imperativo para enfrentar los desafíos a futuro. Esta fusión no solo implica la adopción de nuevas maquinarias y sistemas de gestión de datos, sino también la transformación de prácticas ancestrales mediante el uso de sensores, drones, inteligencia artificial y otras herramientas de vanguardia.

Firmas como H2O Innovation, iniciativa del Grupo Sarabia, vieron la necesidad de poder aumentar el flujo tecnológico en el campo y lanzaron la plataforma YVY Agricultura Digital, una agtech que converge en una herramienta para potenciar al máximo el trabajo del productor. Su CEO, Felipi Sarabia, quien también es CEO de H2O, explicó en una entrevista exclusiva con 5Días que uno de los pilares fundamentales de la compañía es aportar soluciones concretas para el agricultor.

¿Cómo nace la plataforma YVY? ¿Cuál es el aporte que buscan dar por medio de esta tecnología?

Dando un poco de contexto, YVY es una iniciativa de H2O Innovation, que es un centro de innovación tecnológica del agro y es una de las empresas del Grupo Sarabia. Cabe mencionar que el Grupo lleva más de 30 años en el mercado paraguayo con sus empresas Agrofértil y Tecnomyl, y uno de nuestros valores siempre fue la innovación por lo que buscamos permanentemente traer soluciones innovadoras a los productores, que son nuestros clientes.

Al mismo tiempo, entendemos que mantuvimos ese espíritu innovador a lo largo de estas tres décadas, pero comprendemos mejor que estamos viviendo en un mundo cada vez más rápido y dinámico,

“El principal desafío que tenemos

es demostrar que

la

tecnología y la innovación vienen para ser aliadas del hombre del campo”

con nuevas tecnologías y tendencias. Ante este contexto, el Grupo constituyó un centro de innovación que es H2O y fue justamente ahí que surgió la plataforma YVY Agricul-

tura Digital.

¿Cómo converge la relación de la tecnología con el campo? ¿Cuál es el potencial de este complemento?

El principal desafío que tenemos es precisamente demostrar que la tecnología y la innovación vienen para complementar y ser aliados del hombre del campo. Siempre digo que

Uno de los principales beneficios consiste en poder integrar los datos agrícolas para facilitar la toma de decisiones en el campo”.

la agricultura va evolucionando a lo largo del tiempo, cuando miramos al pasado vemos que teníamos una baja productividad, pero luego pasamos por grandes evoluciones y avances como la biotecnología, maquinarias, mejoramientos genéticos, mejor utilización de defensivos agrícolas, entre otros factores.

Entonces, ahí es donde entendemos que estamos llegando a una nueva era, la era de la inteligencia de datos, de la inteligencia artificial aplicada a la agricultura, con la utilización de sensores captando datos del campo para generar un procesamiento inteligente de esa información. Entender este escenario y utilizar

este tipo de herramientas con certeza va a permitir cosechar buenos frutos en el futuro.

¿Cómo funciona YVY?

¿Qué ventajas o beneficios ofrece para el productor?

Uno de los principales beneficios consiste en poder integrar los datos agrícolas para facilitar la toma de decisiones en el campo. Facilitando esta toma de decisiones, consecuentemente vamos a tener una mejor gestión, eficiencia, mayor productividad y rentabilidad para el productor rural. La herramienta cuenta con dos módulos, uno más agronómico, donde el productor va a poder digitalizar su estancia, pudiendo recibir desde ese momento imágenes satelitales cada dos o tres días para acompañar su ciclo de producción; además de esto, tendremos una aplicación donde el mismo podrá monitorear su trabajo e identificar todo tipo de situaciones, como plagas o enfermedades. Asimismo, el módulo tendrá un segmento de suelo, donde el productor podrá agregar los indicadores químicos, físicos y biológicos de sus áreas, para que la herramienta procese inteligentemente esos datos. No menos importante, un módulo climático para comprender el comportamiento del clima a través de la instalación de estaciones meteorológicas.

El otro módulo es el de gestión, donde el cliente va a poder organizar y administrar toda su propiedad por medio de la misma herramienta. Sabemos que dentro de una propiedad agrícola generamos muchísimos datos que muchas veces se pierden a lo largo del tiempo, por lo que con YVY el productor podrá administrar, controlar el stock, llevar a cabo el manejo de las operaciones agrícolas, entre muchas otras posibilidades, todo en un mismo lugar.

INNOVACIÓN
@_davidchamorro
H20 INNOVATION FUE LANZADO EN EL 2022 PARA SATISFACER LA DEMANDA TECNOLÓGICA. EL DATO 4 VIERnEs, 17 DE MAYO DE 2024
Felipi Sarabia, CEO de H2O Innovation y de YVY Agricultura Digital.
AGRIBUSINESS

Uno de los temas más debatidos e, incluso, polémicos en la actualidad es el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que finalmente va a llegando a su etapa más clave de consolidación de pareceres. Este tratado de libre comercio, que pretende eliminar aranceles, facilitar el acceso a mercados, brindar beneficios económicos y superar desafíos ambientales, genera bastante dualidad de posturas en los gremios productivos de ambos bloques y muchos de ellos exigen modificaciones o mayor claridad con relación a determinadas normativas, como es el caso del reglamento 1.115.

En entrevista con 5Días, el exministro de Producción y Trabajo de Argentina, Dante Sica, quien también es fundador de Abeceb, una consultora líder en economía y negocios de la región, explicó las implicancias del acuerdo que traerá más beneficios a la región, amén de estimular las inversiones en ambos bloques. Durante la gestión de Mauricio Macri, el referente formó parte del equipo negociador del acuerdo.

¿Qué sucede actualmente con el acuerdo? ¿Por qué hay tanta divergencia de posturas? En los años que hemos llevado negociando el acuerdo UE – Mercosur ha habido muchas opiniones, pero muy pocos sectores o gremios que se metieron en serio para poder saber lo que está pasando con el acuerdo. En mi carrera me tocó participar en el inicio de las negociaciones en el año 2000 y formar igualmente parte del equipo que estuvo en el cierre del 2019, por lo que puedo asegurar que es un acuerdo muy equilibrado.

Cuando digo equilibrado no me refiero a que se tuvo que pagar para poder exportar más alimentos, a que entregamos la industria o pagamos con la misma, al contrario, se buscó el mayor margen de equilibrio y se respetaron todos los condicionamientos que puso la industria del Mercosur, lo mismo que sucedió con el sector agropecuario. Hubo acuerdo y negociaciones fuertes, pero cuando uno mira el documento no es un acuerdo que genere muchísimo comercio, es más, hoy para los países del Mercosur el comercio y la demanda están en el Asia.

REGIONAL

Dante Sica, exministro de Producción y Trabajo de Argentina

“Este gran acuerdo entre la UE y el Mercosur nos dará prestigio y traerá muchas inversiones”

Entonces, ¿cuál es el beneficio de acceder al acuerdo? ¿Por qué nos conviene?

La principal ganancia del Mercosur es que nos da prestigio. Nos hace tener un acuerdo con la segunda y a veces primera región en términos económicos con un alto valor de ingreso; consideremos que el ingreso promedio en Europa es de US$ 12 mil a 14 mil frente

al ingreso nuestro, por lo tanto, no compite mucho, pero nos da bastante credibilidad y nos permite captar inversiones.

Todo esto, en un mundo que ha cambiado tanto en los últimos años a partir del efecto de la pandemia, de la invasión de Rusia a Ucrania y otras situaciones, que han generado impactos económicos donde ponen de

nuevo al Mercosur como un gran proveedor de bienes y servicios para la próxima década. Así que, es un gran acuerdo que va a traer muchísimos beneficios porque va a capturar un gran flujo de inversiones, al tiempo de terminar de solidificarnos como un grupo confiable, con reglas de juego a nivel internacional, y eso es confianza para las inversiones y nuestros países.

¿Por qué entonces vemos tantas manifestaciones de gremios productivos, tanto de la región como de Europa, que protestan en contra del tratado?

Esto mismo te demuestra lo equilibrado que fue el acuerdo. Cuando Francia protesta, lo hace porque tiene miedo a los productores de alimento del Mercosur que son más competitivos;

Hemos logrado en estos últimos seis meses que los cuatro países tengan la lapicera en la mano para poder firmar”.

PARA SICA, LA ADENDA PERMITE SALVAR REQUIRIMIENTOS DE PAÍSES.ALGUNOS EL DATO

lo mismo le pasa los holandeses. Entonces, creo que esa resistencia de ciertos sectores te demuestra lo equilibrados que han sido los términos del acuerdo.

Hoy tenemos que hacer un esfuerzo, ya que en los últimos cuatro años perdimos el tiempo por culpa del gobierno de Argentina, que por cuestiones de política nacional decidió no firmar el acuerdo porque lo había cerrado Macri en su momento; lo mismo pasó con Lula que quería volver a abrir la negociación. Hemos logrado en estos últimos seis meses que los cuatro países tengan la lapicera en la mano para poder firmar, pero ahora el que tiene inconvenientes es la comunidad europea. No son las autoridades comunitarias, que son las autoridades supranacionales y ellos están listos para firmar el acuerdo, pero creo que se deben de dejar pasar las elecciones que son el mes que viene, donde se elijan nuevas autoridades y me parece que a partir de ahí vamos a tener de vuelta una ventana de oportunidad que no tenemos que perderla para firmar el acuerdo. Ese acuerdo es ganancia para nuestros países, más inversiones, más trabajo y más bienestar.

Dante Sica, de Producción y Trabajo de Argentina.
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OPORTUNIDAD

Agronegocios

“La lechería paraguaya es súper competitiva y vamos por buen camino”

En los últimos años, la industria láctea y el sector de los tambos en Paraguay han experimentado una evolución significativa, impulsada por cambios en las políticas agrícolas, inversiones en tecnología y una creciente demanda tanto a nivel nacional como internacional. A pesar de que tradicionalmente Paraguay no es considerado un gran productor lácteo en comparación con otros países de la región, como Argentina o Brasil, sí experimentó un aumento constante en la producción de leche y en el número de tambos, convirtiéndose en un sector cada vez más relevante.

Este crecimiento ha sido facilitado por una mayor inversión en infraestructura y logró abrir una ventana de oportunidades para muchos productores que hoy ven a la lechería paraguaya con ojos de gran potencial de renta crecimiento económico. El consultor en agronegocios, Karl Buttner, señaló que la lechería se encamina hacia una consolidación en consumo, respaldada por una gran inyección tecnológica en el segmento.

¿Hacia dónde va el sector lechero paraguayo?

Por el tiempo que llevo trabajando en el rubro puedo ver que hay un gran desafío en el Paraguay con relación a la producción de leche. En la época de pandemia todos fueron afectados de alguna manera, y en aquel entonces muchos tambos y pequeños emprendimientos lácteos tuvieron que cerrar lastimosamente.

Pero, hay muchos productores resilientes que supieron reestablecerse. Hoy, el desafío es grande ya que el consumo de leche en el país va en aumento; según un reciente informe de la Capainlac se puede ver que el consumo per cápita de leche en el Paraguay es de 135 litros al año, pero con una tendencia a la suba, sin considerar siquiera el impacto de subproductos

lácteos, por lo que abre un abanico de oportunidades para el sector.

¿Qué oportunidades se presentan para el inversor o el mercado con este nicho?

Hay muchas oportunidades y trabajo por sobre todas las cosas en el sector tambero, pero no se trata solo de la producción de leche, sino que se trata de generar alimentos seguros porque hoy el consumidor demanda y exige eso, en armonía con la naturaleza y cuidando siempre la preservación de los recursos disponibles.

En cuanto a la producción a nivel país, no tenemos mucho que envidiar a otros países. Yo tuve la oportunidad de recorrer tambos en Corea del Sur y conocer sus realidades y estructuras productivas; la verdad es que el nivel de tecnología que hoy tenemos en Paraguay no está lejos de lo que ellos manejan, la lechería paraguaya es súper competitiva y vamos por buen camino. Hay dos cooperativas grandes que producen y exportan, marcando un poco el paso a seguir.

¿Cuáles son los principales obstáculos que se presentan en este segmento?

Las dificultados o desafíos que se presentan en el sector podríamos clasificarlas de acuerdo con el tamaño de los establecimientos. Podemos ver que se da un margen de informalidad trabajando en el campo con los pequeños productores, que muchas veces no tienen la

cultura de registrar y llevar un monitoreo del negocio.

Me tocó visitar pequeños establecimientos donde tenían importante flujo de trabajo, pero no tenían

registros, y como el tambo es un negocio que durante todo el día te da un flujo de dinero da muchas veces la sensación de ganancia. Sin embargo, al concretar los números finales en varias

ocasiones nos percatamos de que hubo más pérdidas que ganancias.

Entonces, uno de los principales obstáculos radica en la falta de organización,

Pude ver establecimientos de primera línea de confort para los animales, con sistemas y software de medición, yendo desde la producción hasta la actividad ruminal, que permiten ser mucho más eficientes”.

ya que en los tambos todo cuenta, cada detalle y cada dato que se pueda obtener es válido. A partir de ahí es donde el productor debe ir construyendo o desarrollando estrategias operativas, con el fin de llegar a una eficiencia técnica y económica.

¿Cuáles son los principales diferenciales entre tambos locales y extranjeros?

Una gran diferencia que se observa, por ejemplo, frente a Corea, son las dimensiones, ya que allá no podemos ver grandes fincas o territorios como en el Paraguay; son en su mayoría lugares con proporciones pequeñas donde se trabaja mayoritariamente con el confinamiento. Ellos tienen asistencia robotizada en lo que refiere a la distribución del alimento.

Lo que me tocó ver es a un solo productor haciendo prácticamente todo con ayuda de robots y tecnología de punta. Sin embargo, el Paraguay tampoco queda atrás, ya que pude ver igualmente establecimientos de primera línea de confort para los animales, con sistemas y software de medición muy puntual, yendo desde la producción, hasta la actividad ruminal, entre otros indicadores, que permiten con esa información lograr ser mucho más eficientes.

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Karl Buttner, consultor de Agronegocios.
AGRIBUSINESS

Ante la crisis climática, la cohesión del agro de las Américas

MANUEL OTERO

DIRECTOR

GENERAL DEL INSTITUTO INTERAMERICANO DE COOPERACIÓN PARA LA AGRICULTURA (IICA)

La agricultura puede trazarse el objetivo no solamente de ser carbono neutral, sino de tener un balance negativo de gases de efecto invernadero que contribuya a los esfuerzos globales de mitigación del calentamiento global.

La magnitud del impacto del cambio climático sobre la producción y el comercio de bienes de origen agrícola exige actuar con un sentido de responsabilidad y urgencia. Enfrentamos también un contexto marcado por cambios drásticos en la globalización y escepticismo en torno al multilateralismo, en el que desafíos ambientales pueden convertirse en una nueva generación de barreras al comercio.

Por eso, la gravedad del momento exige respuestas certeras y una articulación decidida e inteligente para enfrentar acciones unilaterales que pueden significar nuevos obstáculos a nuestros productores agropecuarios, en especial los más pequeños.

El continente americano responde por 31% de las exportaciones alimentarias mundiales. Es por tanto el garante de la seguridad alimentaria global. A la fuerza de sus modelos productivos debe agregarse la enorme dotación de recursos naturales que tenemos que preservar.

Esa riqueza conlleva la responsabilidad de ser custodios de la sostenibilidad ambiental global: 16% de las tierras arables del mundo, 50% de la biodiversidad, 23% de la superficie boscosa y 30% del agua dulce están en América Latina y el Caribe.

Sobre la contundencia de estos datos, es preciso exhibir de modo positivo las exitosas experiencias y los variados esfuerzos de nuestros países hacia una agricultura sustentable, productiva e inclusiva, con fuerte interrelación con la ciencia, la tecnología y la innovación, todos requisitos indispensables para combatir el cambio climático, contribuir al desarrollo sostenible, llevar prosperidad a nuestra ruralidad y luchar de forma eficaz contra la pobreza. Con toda esa impronta, el agro de las Amé-

ricas dio en la COP28, la cumbre ambiental que finalizó en los Emiratos Árabes Unidos, una demostración de su rol irreemplazable para fortalecer la respuesta global a la amenaza del cambio climático y contribuir al mismo tiempo al desarrollo y a los esfuerzos para erradicar el hambre.

Esta es una hoja de ruta que tendrá como nuevos hitos las COP29 y COP30 -está última la cumbre climática de la Amazonia y de América Latina y el Caribe, por realizarse en Brasil- y requerirá nuevos acuerdos multilaterales, fortalecer los cambios que ya implementa el sector privado y el establecimiento de políticas públicas de largo plazo.

Mientras tanto, en Dubái, la ciudad emiratí que albergó el encuentro organizado por la ONU, ministros y altos funcionarios de Agricultura de los países americanos, productores grandes, pequeños y medianos, líderes de la industria agroalimentaria y expertos del sector académico hicieron oír su voz con el propósito de influenciar las decisiones sobre el futuro de los modos de producción y consumo, y para que el sector agropecuario nunca más esté ausente en estas discusiones.

Existe un consenso que debemos celebrar y convertir en acción: la necesidad de poner fin a la era de las energías fósiles y profundizar en un camino que nos lleve al uso masivo de energías renovables, para ingresar en el tiempo de la economía circular y la bioeconomía.

En las más de 60 conferencias realizadas en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, el pabellón que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) instaló en la Expo City de Dubái junto a sus 34 Estados Miembros y aliados del sector privado, productores

agropecuarios del continente mostraron su progreso en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, evidenciaron que el sector es el único que puede secuestrar carbono a través de prácticas de agricultura regenerativa, que incluyen la conservación de la salud de los suelos, el buen manejo del agua y el cuidado de la biodiversidad.

También cumplimos el objetivo de que en los documentos oficiales de la COP se reconozca que los sistemas agroalimentarios de las Américas resultan particularmente vulnerables al impacto del cambio climático. Se demostró también el fuerte compromiso con los esfuerzos de mitigación y adaptación y que, en base al esfuerzo de los productores y al aporte de la investigación y a las nuevas tecnologías, avanzamos para producir más alimentos con menor utilización de recursos naturales. Quedó claro, en síntesis, que los sistemas agroalimentarios del continente no son fallidos, como sostiene cierta narrativa, aunque por supuesto que pueden ser mejorados.

Como planteó también Rattan Lal, Premio Mundial de la Alimentación 2020, Embajador de Buena Voluntad del IICA y considerado la máxima autoridad en ciencias del suelo, la agricultura puede trazarse el objetivo no solamente de ser carbono neutral, sino de tener un balance negativo de gases de efecto invernadero que contribuya significativamente a los esfuerzos globales de mitigación del calentamiento global.

Así, el sector agropecuario mostró cohesión en defensa de intereses comunes y compromiso con la agenda global de mitigación y adaptación al cambio climático. Y dejó en claro al mundo que juega un rol estratégico en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, dada la magnitud y diversidad de sus recursos naturales.

VIERNES, 17 DE MAYO DE 2024 7 COLUMNA

COMMODITY

Ing. César Hannich, docente y asesor agrícola

“Los precios últimamente no están acompañando la producción de trigo”

La situación del trigo en Paraguay enfrenta desafíos significativos que han llevado a una disminución en su producción y cultivo. A pesar de su potencial para el desarrollo agrícola del país, varios factores han contribuido a esta merma, como las condiciones climáticas adversas o enfermedades de la Pyricularia, que han afectado negativamente el rendimiento de los cultivos. Todo esto, amén de los precios que no van acompañando los costos y el desplazamiento por otros cultivos de renta, facilitaron la merma en los envíos.

El ingeniero César Hannich, quien es profesor universitario de la Facultad de Ingeniería Agronómica en la Universidad Nacional del Este (UNE) y asesor agrícola en Paragrain, detalló a 5Días la situación del cultivo en el país, que más allá de los problemas vinculados a la infraestructura y la logística, preocupa a un gremio que busca estrategias para revitalizar la industria del trigo y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

¿Qué sucede con el trigo? ¿Por qué se observan tantas mermas en varios indicadores?

Primero, tenemos que entender que el trigo es el tercer cultivo en importancia a nivel país, donde primero está la soja con 3,5 millones de hectáreas con la zafra y la zafriña. En segundo lugar está el maíz zafriña, que presenta una reducción de siembra y se encuentra cercano a las 750 mil hectáreas, y en tercer lugar está el trigo, que analizando las semillas certificadas disponi-

bles alcanzarían para cubrir unas 180 mil hectáreas, el resto se cubre con semillas propias del productor, y las expectativas finales apuntan a las 400 mil hectáreas. Ahora se está sembrando a medida que las condiciones ambientales se van mostrando favorables, pero podemos estimar que se da un 15% de avance en la siembra general a nivel país. La reducción en el cultivo se da principalmente porque le vemos al trigo como una alternativa dentro del esquema de rotación de cultivos, no solo con el objetivo de rastrojo de abonos verdes, sino con el objetivo de renta, mientras que los precios últimamente no están acompañando la producción y esto limita el avance.

¿Cómo se encuentra esa correlación entre los precios y costos productivos?

Si puntualizamos el factor precio, tenemos referencia de un trigo que va de US$ 235 a US$ 240 liquidando en la zona de Campo 9, lo que comparando con un costo de producción promedio de US$ 500 por hectárea arroja la necesidad de llegar a 2 mil kilos por hectárea para poder cubrir los costos mínimos. Entonces, este es el análisis que normalmente el productor hace y obliga a elevar la inversión para alcanzar esos niveles promedios que generen un margen de rentabilidad para el mismo.

Ahora, en cuanto a la caída de rendimiento observado y con mayor énfasis en la última campaña, podemos decir que se dio una epidemia de un hongo, específicamente la Pyricularia, que con mayor intensidad tomó a variedades susceptibles. Por otro lado,

también se suelen dar rendimientos magros cuando no se aplican los conceptos agronómicos, como es la rotación de cultivos, la fertilización adecuada, el manejo de nitrógeno tanto en base como en cobertura, siendo que el trigo es recurrente y exigente en ese aspecto, amén de las condiciones ambientales pesadas que term inan afectando los rindes.

¿Cómo avanzará la siembra en las próximas semanas? ¿Cómo se presta el clima?

Existen variedades de ciclos medio tardíos, medios, precoces y súper pre-

Un trigo que va de US$ 235 a US$ 240 en la zona de Campo 9, comparando con un costo de producción promedio de US$ 500/ hectárea, arroja la necesidad de llegar a 2 mil kilos”.

coces, lo que nos permite arrancar una siembra en algunos casos a inicios de abril. Ahora, si pensamos en variedades resistentes a la Pyricularia y con condiciones ambientales que acompañen, podríamos inclusive pensar en siembras a fines de marzo. El límite máximo de siembra podría darse hasta mediados de junio, de acuerdo con cada región en particular.

Normalmente, las primeras siembras se van dando en la región norte, sea Amambay, San Pedro, Concepción o norte de Canindeyú, a la altura del mes de abril; la zona centro va para los primeros días de mayo. A partir del 10 o 15 de mayo en adelante, y hasta los primeros días de junio como mencionamos, se da la siembra en la zona sur del país. Todo esto tenemos que asociar al mismo tiempo con las diversas variedades que se plantan en el Paraguay, siendo que en términos de ciclo algunas van desde los 100 días hasta los 140 días, inclusive.

Ing. César Hannich, docente y asesor agrícola.
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