No hay duda de que el Tratado de Ottawa representó en su día un punto de partida muy acertado, y que la tendencia positiva continúa. Sin embargo, quedan aún muchos pasos que dar. La manera en la que se siga avanzando en los próximos años es crucial para la credibilidad y efectividad del Tratado. Es importante que los gobiernos, las organizaciones internaciones y las ONG continúen la lucha contra lo que desde hace años se denuncia como un arma de terror que aún, hoy en día, utilizan gobiernos y grupos rebeldes en algunos países del mundo, sin ser penalizados por ello.