Especial aniversario La Calera

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Viernes 8 de mayo de 2015

ESPECIAL ANIVERSARIO LA CALERA

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Las tres edificaciones en pie más antiguas de La Calera Estos edificios no sólo tienen valor por su longevidad, sino además guardan parte de la historia de la ciudad

1891:

Instalaciones de la Cervecería y Maltería La Calera El alemán Jorge Fuchs Treiber creó la cervecería La Calera, Planta antigua Cervecería La Calera S.A. en el año 1891, en el fundo Artificio, entregado por la familia Huici. Es en este lugar donde, a pesar de los diferentes cierres que tuvo durante su larga historia, fue parte de la actividad industrial más importante de la zona. El crecimiento de esta planta cervecera fue exponencial hasta el terremoto de 1906, donde sus instalaciones sufrieron graves daños. Para mitigar las consecuencias, Fuchs incorporó capital mediante un socio, generando un gran salto entre los años 1908 y 1915, periodo en que se la conoció como “Compañía Cervecera Fuchs y Plath”. Ya en 1906, la fábrica quedó en manos de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) y, dentro de sus inversiones, se construyó una maltería en las bodegas de Cervecera La Calera, realizando diversos ensayos para la producción de cebada, para autoabastecerse de su propia cerveza. Sin embargo, en 1946, esta historia es interrumpida por el traslado de la empresa a las plantas de Limache y Santiago. Con el pasar de los años e intentos de producción de diversos dueños, en el año 1953 la edificación fue transformada en “Maltería Aconcagua”, por el empresario Miguel Erlwein Schleyer. Después de un poco más de treinta años, en 1985, se produjo una quiebra financiera y, nuevamente, surgió el nombre de Cervecerías Unidas CCU; adquiriendo la propiedad como filial de la empresa, mediante su división agrícola, denominada “Agrícola Victoria Ltda.”. En 1998 fue vendida a la Familia Chadwick, pasando a llamarse “Agroindustrias del Pacífico”, operando así hasta el año 2000, donde fue cerrada producto de una quiebra bancaria. Actualmente, la empresa sigue produciendo cebada malteada, con el nombre de “Cervecería y Maltería La Calera S.A.”, albergando las mismas edificaciones en calle JJ Godoy, en el distrito de Artificio.

Maltería de La Calera, estado actual de su edificación.

Las casonas o construcciones emblemáticas de La Calera, traen consigo los recuerdos de los orígenes de una ciudad que aún se guarda en los relatos de muchas familias. Varias casas, eso sí, han desaparecido, por lo que “El Observa-

dor” fue detrás de aquellas edificaciones más antiguas de la ciudad, que están aún en pie. Acá hay tres de ellas, que simbolizan no sólo el valor histórico, por su longevidad, sino además por el legado que hasta la fecha representa a la población calerana.

1883:

1934:

La historia de la Casona de los Arecco proviene del año 1850, cuando llegó a Chile Antonio Arecco Rosatti. Proveniente de Génova, sus descendientes cuentan que llegó a nuestro Casona Familia Arecco, que aún mantiene su país aparentemente desahucia- fachada como el momento en que fue edificada. do. Sin embargo y conforme a lo que explica su bisnieta, Marcela Arecco Concha en una entrevista de “El Observador”, “mi bisabuelo debió haber llegado en perfectas condiciones, porque la casa enorme que construyó era un lujo para la época y debió haber tenido dinero para eso; trabajando por lo menos unos 20 años”. En efecto, en 1883 se construyó la edificación donde funciona actualmente la Ferretería Arecco, en calle “J.J. Pérez”, siendo uno de los edificios más antiguos de La Calera. Y no sólo eso, sino además es uno de los negocios del antiguo barrio calerano que mantiene su rubro, con muy pocos cambios, tanto en mercadería como en la construcción y mobiliario. Dos mil 200 metros de terreno albergan, hasta la actualidad, una edificación de 1.800 metros cuadrados de dos pisos, donde sus cimientos son de ladrillos muy resistentes. “Algunos dicen que los cimientos son de cal, con una argamasa que parece cemento. Sobre los cimentos están los adobes, que soportan el segundo piso que, esencialmente, está hecho de maderas y vidrios y que tiene unas veinte habitaciones. Los corredores que llevan a las piezas son enormes y tiene unas hermosas galerías vidriadas, que le dan mucha claridad. Aún conservamos cosas de la época o de cuando partió el local. Hay cuadernos, sujetadores de bronces, en los que se anotaban lo pedidos de las personas, de las haciendas y las minas”; dice Marcela Arecco. En su planta baja, el edificio tenía bodegas internas y externas y, en el segundo, las habitaciones para la familia. Todo, sujetado con vigas de pino oregón. Sin embargo, Marcela Arecco Concha dice que “es extraño que las murallas de las supuestas bodegas hayan estado tapizadas con papeles murales. Aún hay huellas de ellos, por lo que deduzco que aquí, detrás del negocio y abajo, también vivió gente. En mi familia se hablaba que hubo empleados que vivieron aquí”. Actualmente, Ferretería Arecco mantiene su fachada casi intacta. En su interior conserva muebles y vitrinas de la época, finas cajoneras y estanterías, siendo hasta la fecha un referente del comercio local de la zona.

Quizás hoy las edificaciones de la primera estación de ferrocarriles de La Calera, no son más que un recuerdo para muchos de sus habitantes que se trasladaron por medio de esta vía férrea, que tenía en la comuna una suerte de corazón de Chile, pues era el punto de partida de la Red Norte de Ferrocarriles del Estado. Fue inaugurada en 1863, con el inicio del servicio entre Valparaíso y Santiago. Luego se incorporó la vía férrea hacia el norte y, en 1934, se construyó la Estación, una edificación en hormigón que albergó a sus pasajeros hasta el año 1995. Sus dependencias eran utilizadas para estacionar centenares de carros de carga. En el mismo recinto, tenía una maestranza, de la que hoy no queda absolutamente nada. Fue tan moderna para la época, que llegó a tener un tramo de vía métrica electrificado, que servía para realizar maniobras ferroviarias más complejas, algo impensado para esos años. Sus andenes arrastran largas historias de miles de pasajeros que comenzaron sus viajes en los míticos trenes, arrastrados por locomotoras a vapor, que tenían una demora de tres días para llegar a Iquique. Desde hace algunos meses, el recinto de la Estación de Ferrocarriles de La Calera está a cargo de la Municipalidad de La Calera, y fue declarada Monumento Nacional.

Casona antigua de la Ferretería Arecco

Estación de Ferrocarriles

Claudia Arecco Concha, a cargo de la tradicional ferretería Adecco, junto a sus trabajadores.

Autocarril en Estacion La Calera c.1950, de la colección de fotos de la revista “LIFE”. Desde este lugar salían viajes hacia el norte del país.


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