20 ECCLESIA E L S A L V A D O R DSI
Antropología Bíblica Pbro. Nelson Rodolfo Díaz
Para aplicar correctamente la Doctrina Social Cristina es necesario entender al ser humano en toda su amplitud y riqueza; y para encontrar las respuestas correctas acudimos a la sagrada escritura. ¿Quién es el ser humano? ¿De dónde viene? ¿Para qué existe en esta tierra? ¿Qué es lo esencial en su vida y qué cosas deben ser consideradas como relativas? ¿Cuál debe ser su relación con los demás, con la naturaleza y con Dios? Las respuestas las encontramos en la sagrada escritura, sobre todo en los once primeros capítulos del Génesis. Ahí encontramos una antropología completa que no debemos olvidar en ningún momento. 1. El hombre ha sido creado por Dios con cuatro finalidades muy claras. Gn 2,4-3,24 A. El hombre ha sido creado del barro, es decir pertenece a este mundo que llamamos tierra y está determinado por ella. Su horizonte temporal se encuentra ligado a ella. Es un ser en la tierra, entendido como ser en comunión con la creación no como explotador voraz de los bienes que produce la tierra sino con conciencia ecológica de comunión-administración-para todos, es decir para el bien común de los hombres. B. El hombre ha sido creado para trabajar. El trabajo es algo fundacional y fundamental en la estructura del hombre. Como Dios a dado al hombre todos los instrumentos y capacidades posibles, la comida no le caerá del cielo, ni vendrá directamente de
Dios sino que el hombre tendrá que procurárselo con su trabajo. C. El hombre no solo está hecho para trabajar sino también para vivir en comunidad. Dice el libro del Génesis 2,20-23 “El hombre puso nombre a todos… más para él no encontró una ayuda adecuada y entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una costilla y formó una mujer...ante la cual exclamó: esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. D. El hombre está invitado a mantener y sostener una relación de comunión y participación con la vida de Dios. De hecho dice el libro del Génesis que Dios bajaba cada tarde, a la hora de la brisa, a platicar con sus amigos Adán y Eva (CFr.Gn. 3, 8-14) “Dios mismo al crear al hombre a su propia imagen, inscribió en el corazón de éste del deseo de verlo. Aunque el hombre a menudo ignora tal deseo, Dios no cesa de atraerlo hacia sí, para que viva y encuentre en Él aquella plenitud de verdad y de felicidad a la que aspira sin descanso. En consecuencia, el hombre, por naturaleza y vocación, es un ser esencialmente religioso, capaz de entrar en comunión con Dios. Esta íntima y vital relación con Dios otorga la hombre su vital dignidad fundamental” (Cfr. CCEC 2)
De que no olvidemos estas primeras verdades dependerá una correcta aplicación de los principios de la DSC. Continuaremos en el próximo número hablando del pecado original.
Dios es el principio y fin del ser humano, nuestra vida debe ser un camino hacia Él.