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IV. a) La tecnología al servicio del combate de la pandemia
En este panorama mundial desatado por la pandemia COVID-19 destaca la importancia de estar al tanto de los acontecimientos, así como la información oficial, datos e investigaciones dadas a conocer por las instancias internacionales sobre todo a través de los múltiples servicios que proporciona Internet, donde las redes sociales resultan protagonistas, debido a sus características y ecosistema.
Por lo que en este apartado se aborda lo concerniente a la tecnología al servicio del combate de la pandemia, el papel de las redes sociales; los sitios Web de instancias internacionales, así como se da respuesta a la interrogante ¿De qué manera combatir las Fake News?
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IV. a) La tecnología al servicio del combate de la pandemia
Sin duda, la tecnología facilita las actividades tanto profesionales, como cotidianas. Por lo que ante una declaración de pandemia como la que actualmente vivimos es imprescindible destacar el papel que representa su incorporación y uso, sobre todo porque ayuda a reducir su propagación, debido a que –por ejemplo- a través de las redes sociales se divulga información oficial actual y oportuna para tomar acciones, lo cual tiende a mitigar y reducir sus diversos impactos.
Un modelo representativo en la utilización de la tecnología para combatir el coronavirus lo encontramos en Corea que creo una aplicación móvil para evitar el incremento del número de personas afectadas por el COVID-19, el cual se basó en dos ejes fundamentales: identificar a los afectados y su separación del resto, lo que implica un distanciamiento social para evitar una propagación masiva.
“Para lograr esto, es necesaria una coordinación público-privada entre gobiernos y empresas de tecnología, que permita, a partir de soluciones ágiles como las aplicaciones móviles, que los ciudadanos realicen (como parte de las medidas definidas por las autoridades) una autoevaluación de salud a través de preguntas sencillas, similar a lo
presentado en la siguiente figura, y tal como lo implementó Corea en el momento que alcanzó los 1.000 casos. A través de dicha aplicación móvil, los ciudadanos tenían que identificarse y responder a preguntas básicas como: ¿Ha tenido fiebre superior a 37,5º C?, ¿Tiene usted tos? y ¿Siente que le cuesta respirar?” (García, 2020)
Tratándose del caso América Latina “algunos países de la región están aprendiendo rápidamente de estas experiencias. Por ejemplo, el 20 de marzo, el gobierno de Uruguay lanzó una aplicación de este tipo y realizó una fuerte campaña de comunicación para promover su difusión y uso. Esta solución supondría, además de la instalación de la aplicación como medida obligatoria a lo largo de los 14 días de cuarentena, contar con un equipo de big data y análisis en el Gobierno, el cual realizará un seguimiento de las estadísticas y llamadas a los ciudadanos que presenten síntomas como parte del ejercicio de autoevaluación” (García, 2020)
En este sentido, es imperativo destacar como la tecnología podría ser el detonante que hagan posible no solo mitigar la curva de propagación del COVID-19, sino que una vez superada la crisis, contribuya a potenciar el tejido productivo, la integración regional y con ello mejorar la calidad de vida.
Para cerrar este punto consideramos significativo plasmar la siguiente información que buscar dar respuesta a la pregunta ¿Cómo avanza en el mundo el COVID-19? Debido a que estamos frente a una pandemia cuyos datos van modificándose de manera constante, invitamos consultar estos mapas interactivos, los cuales contribuyen a saber más:
El primero de ellos, fue elaborado por la Universidad Johns Hopkins de Maryland y proporciona un listado de países, además del número de personas que lograron recuperarse de los primeros síntomas. Consultable escaneando el siguiente código QR: