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V. Notas finales: derroteros y oportunidades

V. NOTAS FINALES: DERROTEROS Y OPORTUNIDADES

A lo largo de esta serie de entregas de los Cuadernos de Investigación dedicados a analizar la crisis sanitaria provocada por COVID-19 –los cuales dieron comienzo cuando hablé en uno de ellos acerca del panorama internacional; seguido de otros cuatro de estos Cuadernos donde abordé temáticas clave del Poder Legislativo en época de pandemia, hasta llegar a este, orientado a escudriñar a dicho poder público en época de postpandemia- hemos visto como la actividad legislativa tuvo que adaptarse a la nueva realidad que supuso la emergencia sanitaria, para la que nadie estaba preparado, pero todo teníamos que enfrentar.

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Superar desafíos, implementar nuevos esquemas, hacer las reformas legales correspondientes e implementar el trabajo a distancia, fueron parte de los desafíos vividos durante esta época. Por fortuna, la pandemia va en franco descenso, pero no debe ser así tratándose de bajar la guardia. Debe tenerse presente que aunque aparentemente todo regresó a la normalidad, debemos estar conscientes que ya nada debiera ser como antes de la pandemia; situación que supone una nueva normalidad.

Así surgieron múltiples recomendaciones para fortalecer el rol de los Congresos en contextos de crisis, unas de las cuales se enlistan a continuación: (Torrecilla, s/f: 73 y ss)

1. Institucionalizar los mecanismos virtuales de reunión, deliberación y votación en previsión de situaciones de emergencia futuras.

2. Mejorar la accesibilidad de la información parlamentaria y administrativa.

3. Disponibilizar datos parlamentarios y administrativos en formatos abiertos.

4. Promover más y mejores mecanismos de participación ciudadana en los procesos de debate.

5. Implementar un registro público de reuniones y todo tipo de interacción entre grupos de interés y legisladores/as.

6. Informar activamente, en lenguaje claro y por una diversidad de canales cuando se modifiquen los procesos y modalidades de funcionamiento del poder legislativo.

7. Transmitir en tiempo real las sesiones de pleno y de comisión.

8. Digitalizar y normalizar los procesos de solicitud de acceso a la información pública, aviso de recepción y respuesta a término.

9. Habilitar mecanismos de reporte de irregularidades por parte de la ciudadanía.

10.Promover la co-creación, implementación y co-evaluación de compromisos de parlamento abierto.

Algunas de ellas fueron implementadas, otras deberán fortalecerse; todo esto a través de un análisis objetivo y profundo acerca de las acciones y todo aquello que sea por falta de tiempo o disposición no se llevó a cabo.

Para cerrar estas notas finales de este Cuaderno de Investigación cuyo objetivo central es aportar elementos para el debate e intercambio de ideas, respecto al papel del Poder Legislativo post-pandemia; presento a continuación un esbozo de los derroteros y oportunidades que es importante observar y atender:

Hicieron falta campañas de sensibilización acerca de las medidas sanitarias, así como la importancia de la vacunación (capacitación o sesiones informativas); por lo que una vez pasada la pandemia, se sugiere se lleve a cabo una divulgación de los puntos que

deben atenderse en la nueva normalidad, lo cual tiene que ver con no bajar la guardia, seguir cuidándonos para evitar contagios y mantener esquemas de atención y prevención.

Considerar la posibilidad de establecer las jornadas laborales híbridas lo cual debe ir concatenado con establecer estándares de productividad medibles, alcanzables y adecuados para cada puesto de trabajo.

Revisar y presentar un informe –por cada área involucrada- de la resonancia que tuvieron los diversos canales de comunicación con los que cuenta el Congreso para mantener el acercamiento con los representados (área de comunicación, canal parlamento, informática, parlamento abierto)

De toda la vorágine que vivimos durante la pandemia deben rescatarse las experiencias, de tal forma que conduzca a generalizar y homogenizar los criterios y medidas adoptadas, mismas que deben tenerse correctamente detectadas para posibles nuevas contingencias, ya que algunas dependieron de la disposición de los jefes inmediatos.

Debe perderse el temor a plantear nuevas reglas de funcionamiento para el restablecimiento en el ritmo de la actividad legislativa. Sin duda, los derroteros y las oportunidades están ahí, observémoslas para transitar hacia una necesaria e inaplazable modernización parlamentaria.

Los invito a intercambiar puntos de vista acerca de estos tópicos. Entre letras, con mi café y a un tweet de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera