Revista Dimensión Misionera N° 344

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ISSN 0122-2333

Nº 344 TPR148. CALLE 24C NO. 81-27. AÑO MMXXI. MAYO - JUNIO, 2021

MILAGRO EN EL MUNDO YANOMAMI PANDEMIA EN LA FRONTERA ESPIRITUALIDAD EN 4 PASOS


de la Misión Escanea el código e inicia tu acompañamiento vocacional

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EDITORIAL DIRECTOR P. Salvador Medina,IMC COMUNICADORA SOCIAL Paula Andrea Martínez CORRECCIÓN DE ESTILO P. Salvador Medina, IMC y Paula Andrea Martínez. COLABORARON EN ESTE NÚMERO Jorge Iván Romero; Jorge Andrés González; Red de Dibujantes Latinoaméricana - Pablo Alejandro Grando, Mendoza Argentina FOTOS Archivos Consolata Colombia; Michelangelo Piovano; Gianantonio Sozzi DIAGRAMACIÓN Y ARTES: DISEÑO Francisco Martínez edfranmarlop@gmail.com IMAGEN Y FOTOMONTAJES Francisco Martínez edfranmarlop@gmail.com VERSIÓN DIGITAL Issuu VERSIÓN IMPRESA Panamericana Formas e Impresos S.A. REVISTA EDUCATIVA CULTURAL DE LOS MISIONEROS DE LA CONSOLATA Calle 24 C No. 81 – 27 Barrio Modelia Teléfonos: 295 62 51 - 295 63 73 PBX 429 65 11 – Fax 263 14 72 Bogotá - Colombia Año: 2021 No. 344 Mayo - Junio 2021 ISSN 0122-2333 Reg. Propiedad Intelectual No. 002797 Tarifa postal reducida No. 148 Servicios Postales Nacionales S.A. Correos de Colombia Vence: Diciembre 2021

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Dimensión Misionera de la Existencia El nacer a la vida no es una opción, ni mucho menos una decisión. Se trata de algo que ninguno de los seres vivos, como persona, puede entender, a no ser desde la gratitud y la gratuidad. Desde la gratitud con quienes nos engendraron, gestaron, parieron, como obra de amor, generalmente querida, esperada y amada. En realidad, no exactamente, como una obra de ellos, al estilo de los artistas, pintores o escultores, sino como una prolongación de la vida en ellos, acogida y servida, cuidada y promovida. Somos el resultado de una relación y, tal vez por eso mismo, somos relación, al interno de cada ser y afuera de él, pues es eso, la relación, lo que permite que la vida sea. Somos, de alguna manera, como diría un sabio caminante, todos los que fueron, para que seamos y todos los que somos, para que sigamos siendo. No somos el resultado de una confrontación sino, más bien, el fruto de una comunión. La vida, en su esencia, no excluye, integra, no se opone, acoge. Es el resultado de la armonía y de la comunión, construida en el diálogo y la interacción entre iguales o contrarios. La vida no es para la violencia bélica, sino para la felicidad pacífica. Por eso la agradecemos, por su gratuidad. Gratis la recibimos y gratis la donamos, en esa reciprocidad fraterna que nos hace humanos. Ahí está la grandeza, la divinidad, de la dádiva, en la reciprocidad. Por eso salgo de mi y me dirijo al Otro, a los otros, a lo otro y, con todos ellos, me construyo, soy feliz y hago feliz, plena, la “comunidad de la vida”. Esa es la Dimensión Misionera de mi vida, de tu vida, de la vida en su totalidad. Suena a utopía ante la cruel realidad y, por eso mismo, vale la pena ser propuesta. Nos sirve como luz para caminar con dirección, sentido y meta. Mi nombre, Salvador, así lo expresa: Sal, elemento básico para dar sabor y conservar, imperativo del verbo salir; va, imperativo del verbo ir, sal tú, orden, envío, misión: va al mundocultura del “otro”, diferente de ti, y sé Sal, sana el dolor (dor, en portugués). Esto es la misión, salir como enviado, ir al mundo del otro y compartir el “sabor” de la buena noticia que somos, encontramos y portamos, dando sabor, saboreando, sanando y siendo salvados. Tú, como yo, en nombre del Salvador, podemos salvar, sanar, consolar, ayudar a liberar y ser salvados. P. Salvador Medina,IMC dimisionera@gmail.com


Dimensión Dimensión Misionera Misionera Sumario

Sumario 5

¿Quién soy yo, hoy?

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Entre la incertidumbre y la esperanza

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“El gusano que le muerde a uno el corazón, es la vocación”

10 12 15

"Ver la vida desde otras vidas"

La revista y sus lectores agradecen su colaboración en: Banco de Bogotá cuenta de ahorros: Nº 023019078 A nombre de : Instituto de la Consolata

Más Información comunicacion@consolataandina.org DIMENSIÓN MISIONERA | 4 | JULIO - SEPTIEMBRE 2017

3219420514

Ética y política del voluntariado “Quiero vivir”. Milagro en la selva MisionArte

16

Misión de frontera en la frontera Lo que la Covid 19 nos va dejando

20 22

Vida, trabajo y vocación

24

Científicos y Misioneros al servicio de la VIDA

26 28 32

Espiritualidad para la vida y la misión

34

Entre la utopía y la esperanza La forja de un mundo nuevo

36

La misión en pascua, venciendo las tinieblas de la apatía

De espaldas al mensaje de Jesús

La Iglesia es Misión ¡Siquiera vino!


Altibajos

¿Quién soy yo, hoy?

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avid Brooks anuncia en el New York Tiems una revolución de datos. Su anuncio es tan profético como el libro de Chris Anderson The End of Theory. Esta nueva creencia se llama “dataismo”:

Foto: Cottonbro

“Si me pide que describa la filosofía emergente al día de hoy, diría que es el dataismo. Ahora tenemos la capacidad de acumular enormes cantidades de datos. Esta capacidad lleva consigo un cierto presupuesto cultural – que todo lo mensurable debe ser medido, que los datos son lentes transparentes y fiables que nos permiten filtrar todo emocionalismo e ideología; que los datos nos ayudarán a hacer cosas significativas como predecir el futuro, … La revolución de los datos nos está proporcionando caminos formidables para comprender el presente y el pasado” (The New York Times, 4/2/2013). El dataísmo entra en escena con el énfasis de una segunda Ilustración. En la primera Ilustración se creyó que la estadística era capaz de liberar el conocimiento del contenido mitológico. A la narración mitológica opone el conocimiento objetivo, fundamentado por números y movido por números. Transparencia es la palabra clave de la segunda Ilustración. Los datos son un medio transparente … El imperativo es: se ha de convertir todo en datos e información. El dataísmo, que pretende superar toda ideología, es en sí mismo una ideología. Conduce al totalitarismo digital. Por eso es necesaria una tercera Ilustración que revele que la Ilustración digital se convierte en esclavitud. El medio de la primera Ilustración es la razón. Pero en nombre de la razón se reprimieron la imaginación, la corporalidad y el deseo. En virtud de una dialéctica fatal de la Ilustración, esta acaba convirtiéndose en barbarie. La misma dialéctica amenaza a la segunda Ilustración, que apela a la información, los datos y la transparencia. La segunda Ilustración genera una nueva forma de violencia. El dataísmo se muestra como un dadaísmo digital. También el dadaísmo renuncia a un entramado de sentido. Se vacía a la lengua totalmente de su sentido. Los datos y los números no son narrativos, sino aditivos. El sentido, por el contrario, radica en una narración. La creencia en la mentalidad de cuantificabilidad de la vida domina toda la era digital. El Quantified Self. Se equipa el cuerpo con sensores que registran datos de forma automática. Se miden la temperatura corporal, la glucosa en sangre, el aporte calórico, el consumo de calorías, perfiles de movimiento o partes adiposas del cuerpo. En la meditación se miden las pulsaciones. Incluso en la relajación lo que cuenta es el rendimiento y la eficiencia. Se toma nota de las sensaciones, de los estados de ánimo y de las actividades cotidianas. A partir de la automedición y del autocontrol se han de incrementar el rendimiento corporal y espiritual. Sin embargo, la mera multitud de datos que se acumulan no responde a la pregunta ¿quién soy yo? El Quantified Self es también una técnica dadaísta que descompone el yo en datos hasta vaciarlo de sentido. DM Tomado de Byung – Chul Han, Psicopolítica, Herder,2014, pp 87-91 MAYO - JUNIO 2021 | 5 | DIMENSIÓN MISIONERA


Actualidad Misionera

i padre comentaba esto para señalar que, a pesar de todo, especialmente de los temores y dudas de su abuelo por su futuro y los de su generación, logró construir un proyecto de vida con sentido en medio de los avatares del destino. Ahora, hoy, cuando el viejo en la recta final de su existencia mira a sus nietos pequeños afirma: “Mijo, yo podría decir lo mismo que decía mi abuelo cuando era niño: ¿Qué será de la vida de estas juventudes?, sin embargo, tengo la certeza de que, así como yo encontré un camino para hacer mi vida con sentido, ellos encontrarán rutas para hacer su vida con un propósito.” Es decir, evidencio que él tuvo la opción de escoger como marco de referencia para su vida, la propuesta incierta y posiblemente desesperanzadora de su abuelo o la igualmente desconcertante y desafiante que finalmente vivió, asumió y llevó con entereza y coraje para su vida y la de los suyos.

Desconcierto que mete miedo Así como sucede con esta realidad particular, sucede con el momento actual-global-planetario. Vivimos una época de incertidumbre, de inseguridad, de miedo, de desconcierto; quizás este sea el alma de ese mundo posmoderno del que tanto se habla. Ya lo dice de forma muy atinada el filósofo español Emilio Lledó a sus 93 años en medio de la realidad en que nos ha situado esta pandemia: “Este es un miedo abstracto, difuso, extraño. Por eso estamos tan desconcertados. Estoy desconcertado… Y este es el gran problema. El desconcierto DIMENSIÓN MISIONERA | 6 | MAYO - JUNIO 2021

Fotos: Archivo Consolata Colombia

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Entre la incertidumbre y la esperanza

Hace ya unos años escuché a mi padre, un hombre de origen campesino cercano a los 90 años, recordar las palabras de su abuelo, cuando siendo un niño le decía: “No sé cómo será la vida para Ud., mijo, la vida no es nada fácil y quien sabe qué cosas le toque vivir; es que les tocó una época muy difícil; ¿qué será la vida de Uds., en el futuro?” no ayuda a pensar bien, cuando lo que más necesitamos en este momento es justo lo contrario: la razón contra el caos”. Y es verdad, vivimos una actualidad que nos ha evidenciado con crudeza nuestra fragilidad, nuestra miseria, nuestras flaquezas y carencias más profundas, nuestro lado más oscuro: “Y el mundo sigue girando. Así lo viene haciendo hace millones de años, observando cómo todo fue evolucionando. En estos momentos sigue girando, viendo cómo desde que nos convencimos de que éramos los reyes de la creación empezamos a matarnos unos a otros, a codiciar riquezas y poder, a exprimir la tierra sin consideración alguna, a envenenar el aire, a destruir bosques y especies, a llenar de venenos los ríos y los mares. Guerras y más guerras. Armas y más armas, destrucción, desolación, fosas comunes, huérfanos, desplazados, desaparecidos. Arcas llenas

de dinero mal distribuido, hambrunas y riquezas vergonzosas, odio, odio, odio...” Es verdad, nos hemos estrellado de frente con nuestra propia finitud. Basta dar una ojeada a un periódico física o virtualmente, encender la radio o la tv, o simplemente conversar con los vecinos para entender lo complejo de vivir en este tiempo. Nada será igual después de esta pandemia afirman algunos soñadores. Otros, reconociendo esta condición humana, señalan que esta experiencia de miedo, enfermedad, encierro y quietud no servirá de nada y todo seguirá igual o peor: “Si una enfermedad, un duelo, un caballo desbocado nos hacen ver la muerte de cerca, cuánto gozaríamos de todo eso que vamos a perder. Y una vez pasado el peligro lo que encontramos de nuevo es la misma vida monótona en la que nada de aquello existía para nosotros.”


Actualidad Misionera

Fotos: Elijah O’Donnell

Encontrar alegría en el pensamiento y hacerle frente a la vida en medio del caos y la desesperanza. Este es el desafío, esta es la misión de quien se arriesga a vivir a pesar de todo.

Nuevas miradas, nuevos sentidos Frente a esta realidad evidente y desoladora por todos conocida y vivida ¿qué camino seguir?; ¿es posible encontrar señales que nos permitan pensarnos, sentirnos y actuarnos de otras maneras? ¿hay algo que hacer para impedir que el miedo y la desesperanzan nos inmovilicen? Si observamos un vaso de agua llenado a la mitad, podemos decir que está medio lleno o medio vacío; depende de lo que queramos destacar, la carencia o la presencia. Sin duda, como lo evidenció mi padre; todo es un asunto de perspectiva. Es innegable reconocer que, si bien el panorama aparece sombrío, es posible cambiar las miradas después de profundas experiencias de vida como la que nos ha tocado vivir. Depende de cada uno escoger las que tengan más sentido. Decía George Santayana (1863-1952): ‘Vivimos dramáticamente en un mundo que no es dramático’. Así es que todo depende del ‘drama’ con que queramos colorear la existencia propia y de los otros. Es posible como también lo propone E. Lledó, encontrar alegría en el pensamiento y hacerle frente a la vida en medio del caos y la desesperanza. Este es el desafío, esta es la misión de quien se arriesga a vivir a pesar de todo. Con la filósofa española Adela Cortina podemos afirmar que: Tenemos más bien que colocarnos en una posición ilustrada: crítica, pero a la vez con sentido de futuro. Y, sobre todo, dialogante… Debemos recuperar el concepto de ‘amistad cívica’ de Aristóteles. Vivimos en un mundo demasiado polarizado, el enfrentamiento es constante, no hay diálogo sino batalla, los vínculos están rotos. Y no nos damos cuenta de lo importante que es la cohesión social hasta que llega una catástrofe como la que vivimos”. La invitación es entonces, a pensar el mundo, la vida y los sujetos en un sentido realista y crítico de forma proactiva y constructiva en donde nos hagamos cargo de la realidad para intentar mejorarla. ‘El bien hay que hacerlo bien y sin ruido’ decía el beato Allamano y es verdad. En esta simple pero sabia frase, podemos encontrar huellas de sentido en medio del caos. Vemos las cosas no como son sino como somos. Vemos la realidad y la actualidad desde nuestra limitada estructura mental y nuestros paradigmas. Así es que Ud., elige comprender el momento actual como una desgracia o una oportunidad, como una mala jugada del destino o una ocasión para revisar la vida y darle un sentido distinto. Tenemos la posibilidad de actualizar/revisar nuestro modelo de vida personal y social e intentar mejorarlo de algún modo o volver a la monotonía prepandemia de siempre; es la elección que cada uno de nosotros tiene que hacer. DM Por: Fernando Duque es Psicólogo, educador universitario colombiano MAYO - JUNIO 2021 | 7 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera de una vida

“El gusano que le muerde a uno el corazón, es la vocación”

DM: ¿Cómo surgió su vocación misionera? P. Juan Gabriel: Mi experiencia de fe siempre ha estado ligada a los Misioneros de La Consolata, porque mi familia vive en barrio Mutis y los Misioneros de La Consolata fundaron esa parroquia y siempre la han acompañado. Ahí yo recibí mi bautismo y mi primera comunión; la confirmación la hice en el colegio, pero a raíz de esa experiencia, queriendo vivir lo que acababa de celebrar, decidí unirme al grupo de los nazarenos; allí comencé a tomar a consciencia de lo que significa el discipulado misionero, mediante experiencias de contacto con realidades sociales, como la de habitantes de calle, desde acciones muy sencillas pero que nos llevaban a traducir la fe en un compromiso real.

DM: ¿En qué momento decidió ingresar a la vida religiosa? P. Juan Gabriel: Yo terminé el colegio y cuando estás en 11 tienes la pregunta de ¿qué vas a hacer? en ese momento yo consideré la vida religiosa, pero no pensé necesariamente en los Misioneros de La Consolata, lo que yo percibí fue que chévere consagrarme, pero no le colocaba un carisma específico. Investigué bastante, pero en ese momento no me decidí, entonces comencé a estudiar ingeniería electrónica en la UIS. Hice dos semestres, cuando nuevamente empezó la inquietud, ahora con mucha más fuerza; viéndolo ahora si como un posible proyecto de vida, así que me decidí y empecé a hacer una exploración vocacional más detallada, ahí descubrí que mi vocación era misionera y decidí hacerle justicia a esa inquietud, aunque en principio fuera mas pensando en que más adelante no me volviera a suceder, como para descartar. Suspendí la universidad por dos años y ya han pasado 16 años después de eso. DIMENSIÓN MISIONERA | 8 | MAYO - JUNIO 2021

Fotos: Juan Gabriel Acosta

B

umangués de nacimiento y actualmente Misionero de La Consolata, desde 2019 en Nairobi, Kenia, el P. Juan Gabriel Acosta descubrió su vocación a partir de la acción social y de la fe hecha práctica. Desde su experiencia señala que “En la misión de la familia Consolata tu descubres en la diversidad que es un desafío, una vocación común y te das cuenta que la misión es relación, y que aun en medio de esas realidades diversas no te sientes ajeno y eso es algo muy bonito, porque al final ese el proyecto de Dios, que toda la humanidad nos sintamos una gran familia”.


Dimensión Misionera de una vida

DM: ¿Cómo tomó su familia esta decisión? P. Juan Gabriel: Mi familia tiene una vivencia fuerte de fe y aunque no era que yo me la pasara metido en la iglesia todo el tiempo o que desde niño siempre lo soñara, yo creo que esa experiencia empezó desde mucho antes, como el Padre Allamano dice: “El gusano que le muerde a uno el corazón es la vocación”, entonces ese mordisco empezó en mi desde esas experiencias que comentaba anteriormente, así que siempre me apoyaron, aunque me decían, piénsalo bien porque es una opción de vida, no es que camisa me voy a poner mañana.

DM: ¿Cómo ha sido su proceso de adaptación en Kenia? P. Juan Gabriel: Es complejo porque, es un proceso en el que todavía siento que estoy entrando, entonces, por ejemplo, hay una diferencia con las experiencias anteriores que había tenido, porque he estado en contexto cristianos en su mayoría, en cambio, la realidad religiosa acá es otra, no es raro que en las mañanas me despierte el llamado de una mezquita para orar y es algo totalmente nuevo para mí. Antes de estar en Nairobi estaba en un pueblo pequeño llamado Rumburuti y esa realidad multireligiosa es muy marcada, pero la convivencia es bastante pacifica, yo no he vivido una realidad conflictiva con relaciona la diversidad de creencias.

DM: ¿Qué es lo que más extraña de Colombia. P. Juan Gabriel: Extraño a mi familia, a mis amigos, quizás en algunos momentos, me pasaba también en Italia, como nosotros celebramos la navidad, es muy distinto, las novenas de navidad para nosotros son todo un cuento, aquí no, realmente es una cosa que pasa, el pesebre, que no es el pesebre en sí mismo sino lo que representa, que la familia se reúna al rededor, que los niños canten, entonces lo que más extraño es la gente, porque a los tuyos los llevas en tu corazón, después antojos, un mute, una aguapanela, un patacón; pero son cosas que en tu itinerario misionero no es un extrañar melancólico.

DM: ¿Qué mensaje les daría a los jóvenes que presentan inquietud vocacional? P. Juan Gabriel: Que no se queden con las ganas, que se regalen esa experiencia para ellos mismos, no es necesariamente decir si, sino vamos a intentar, a probarlo, quizás se inicia también con algunas dudadas, pero yo creo que hay que hacerles jusDM: ¿Ha vivido alguna experiencia significativa ticia a esas inquietudes, la vida durante su estadía en Kenia? misionera es apasionante y uno poco a poco va respondiendo, P. Juan Gabriel: En Rumburiti hay distintas tribus dentro de nuesqueriendo también conocer que tra parroquia; comunidades Zamboru; Turcana; Kikuyu, entre otras, es lo que Dios quiere; él nos quiepero, yo me sentí particularmente conectado con la tribu Turcana. res felices, pero dónde y cómo Ellos son pastores, viven en territorios semi áridos, una realidad por el tenemos que discernirlo. Muchas contexto geográfico bastante difícil, pero vivir la celebración eucarístiveces esas experiencias pueden ca con estas comunidades era una experiencia bastante bonita, porque ser para descubrir que quizás es para ellos el bailar y el cantar es realmente una cuestión festiva y eso un no a la vida sacerdotal, porque hacía parte de la liturgia, principalmente desde las madres y abuelas. la vocación misionera es para toYo vine en Kenia a aprender inglés, no aprendí suajili (lengua común dos los cristianos, pero puede ser de las tribus africanas), entonces yo hacía mi pequeña homilía en inen el matrimonio o desde la proglés y el catequista me traducía, pero en el momento del canto no era fesión; entonces yo les diría que necesario ni el inglés ni el suajili, porque se baila y se danza y en ese se boten y que se dejen sorprenmomento oramos. Evidenciar que a pesar de la precariedad la eucarisder, vengan y vean dice Jesús y tía se celebra con alegría y se reconoce que Dios está con nosotros, es en ese venir y ver, con amplitud algo que me llevo, el que te incluyan y te hagan parte es una experiende corazón van a ver cono Jesús cia muy bonita, de fe, de misión, de acogida y de consolación, no de mi nos guía. DM hacia ellos, sino de ellos hacia mí. Por: Paula Andrea Martínez es Comunicadora Social MAYO - JUNIO 2021 | 9 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera del Voluntariado

L

a frase citada nos plantea un escenario de reflexión apropiado para plantearnos preguntas en torno al voluntariado, que muchas veces, por el afán del activismo en el que vivimos inmersos no nos hacemos, ¿por qué y para qué hacemos voluntariado? Existe todo un abanico de posibilidades de respuestas y razones que pasan por las más utilitaristas, sublimes, altruistas, conservadoras, contestarías, religiosas, ateas, entre muchas otras. Ubicándonos en la realidad colombiana se evidencia que mayoritariamente las organizaciones que desarrollan acciones en lo que hoy llamamos “voluntariado” se mueven por concepciones enraizadas con la caridad, la beneficencia y el asistencialismo, muy DIMENSIÓN MISIONERA | 10 | MAYO - JUNIO 2021

Fotos: Lagos food bank initiative

Ética y política del voluntariado

alineadas con la frase “lo que importa es la buena voluntad”. Estas intentan dar respuestas a las consecuencias de infinitos problemas sociales, pero que distan en muchos casos de conocer las causas estructurales de estas problemáticas, fortaleciendo de manera inconsciente y muchas veces inocente la dependencia y la desigualdad. En esta misma línea se ubica el denominado voluntariado “post-moderno” motivado esencialmente por la autorrealización personal, narcisista, con una mirada acrítica de la realidad, esteticista y mediática. Debemos también reconocer la presencia, a menor escala, de iniciativas y proyectos de voluntariado enfocado en la transformación social y al que algunos lo rotulan

como “disidente”, este se caracteriza por actuar desde el “nosotros”, se involucra vitalmente en los procesos, trabaja desde una postura crítica y ética, identifica las causas de las diversas problemáticas, no impone, construye colaborativamente, no busca ser el vocero de los vulnerables, no pretende empoderar, reconoce el poder y capacidades de todos y todas. Con los escenarios descritos se plantean a continuación algunas reflexiones sobre las implicaciones que conllevaría movilizar un voluntariado que actúa desde una visión asistencialista, mediática, abstraída de la realidad, hacia un voluntariado que tiene conciencia del impacto de su quehacer como acción ética, política y social.


Dimensión Misionera del Voluntariado

El voluntariado sólo tiene sentido cuando no pierde de vista el horizonte de la emancipación. Es necesario darle ternura a un enfermo terminal o acoger a una persona que lucha contra su adicción, pero ello sólo merece la pena si es un paso más en la remoción de las causas de la marginalidad y del sufrimiento innecesario. . Joaquín García Roca

En la dimensión ética es imperativo incorporar en nuestras motivaciones para hacer voluntariado, el concepto y la práctica del “nosotros”, trascendiendo la mirada del “yo” de la afirmación individual como oportunidad de logros meramente personales. Implica promover la solidaridad como encuentro y no como espectáculo que de manera trivial presenta la carencia, la pobreza, el sufrimiento como un producto más para comercializar; implica fortalecer y privilegiar el vínculo humano sobre la productividad y el rendimiento. Es una realidad, el voluntariado también se ha ido permeando por la lógica mercantilista, individualista en la que nos vemos inmersos en la actualidad. En la dimensión política, entendida como el espacio para el desarrollo de las posturas éticas del individuo y la sociedad, involucra reconocer la acción voluntaria como una acción política y al voluntario/a como un sujeto político. Es usual en organizaciones de voluntariado expresiones como “el voluntariado es apolítico y neutral”. A propósito de esto García Roca afirma que ser voluntario/a es, simplemente, la consecuencia de tomarse en serio la condición de ciudadano (Guardiola y Dieguez, 1.999). Sumado a lo anterior es necesario para las organizaciones de voluntariado, voluntarias y voluntarios trascender de la mirada de la “buena obra” hacia la comprensión y trabajo sobre las causas de los problemas, fruto de la lectura crítica de la realidad, que le permita a las comunidades y grupos sociales generar procesos organizativos para estar presentes en el escenario de lo público; allí donde se toman las decisiones que pueden transformar sus condiciones de vida. Es perentorio para el voluntariado colombiano, y puntualmente más para aquel que ha sido desarrollado históricamente desde la sociedad civil, enfocar sus esfuerzos, construir un proyecto conjunto, tener identidad en medio de la diversidad -aspecto que es riqueza y debilidad- rescatar y fortalecer el diálogo constructivo y afectivo, tan necesario en este momento de infinita fragilidad social e incertidumbre ante los cambios inminentes. No podemos dejar de mencionar que el logro de los anteriores desafíos requiere del concurso y compromiso de los diferentes actores -Estado, sector privado, ONG, academia, entre otros-La responsabilidad de trabajar por una país más justo, equitativo y solidario es tarea de todos. DM

Por: María Patricia Goyeneche es Trabajadora Social Especialista en Gerencia Social y Especialista en Voluntariado MAYO - JUNIO 2021 | 11 | DIMENSIÓN MISIONERA


El fundador en la Misión

“Quiero vivir” Milagro en la selva E

l Equipo de Comunicación del CMC le ha enviado cuatro preguntas al P. Michelangelo Piovano, Misionero de la Consolata, integrante de la Comisión investigadora, para la etapa diocesana, en el proceso de Canonización del Bienaventurado José Allamano, Fundador de los Misioneros y Misioneras de la Consolata. ¿Cómo se llegó a individuar este caso, posible milagro de José Allamano? El hecho tuvo lugar el 7 de febrero de 1996 en la Misión Catrimani y era conocido por las Hermanas y los Misioneros que trabajaban en esa misión y en Boa Vista. Sin embargo, fueron las Hermanas de Consolata, las primeras y más implicadas en el caso, las que pidieron la gracia de la sanación mediante la intercesión del bienaventurado José Allamano. La primera fue la Hermana Felicita Muthoni Nyaga quien ayudó a Sorino en su maloca, todo ensangrentado, con la cobertura del cráneo abierta y la masa cerebral expuesta. Fue ella a convencer a los “chamanes” que Sorino tenía que ir pronto a Boa Vista para ser atendido. Ellos querían que se quedara en la selva para morir allí, acompañado de uno de ellos, como es su tradición cultural. Los chamanes aceptaron que fuera Boa Vista, pero amenazaron de muerte a la Hermana, en caso que muriera en Boa Vista, lejos de su comunidad. Tan pronto como Sorino pudo volar a Boa Vista para ser atendido, la Hermana corrió a la Capilla de la misión para pedir la curación de indígena y su regreso, sano y salvo, para continuar su vida en la selva. Su oración de petición dirigida a Dios, por intercesión de José Allamano, rogándole que hiciera algo ante esta situación, sobre todo por la salud de Sorino y también por la consecuente seguridad para ella y los misioneros que trabajaban allí. Al mismo tiempo, las Hermanas que estaban en Boa Vista se unieron a la oración de petición, incluyéndola el primer día de la Novena al Fundador, con la fe y la confianza que

DIMENSIÓN MISIONERA | 12 | MAYO - JUNIO 2021

Hoy, después de 25 años de la fatídica tragedia, Sorino continúa con salud


El Fundador en la Misión José Allamano miraría a Sorino y este saldría con vida y salud de tan grave incidente. Cada día, debajo de la almohada, en la cama del Hospital, le ponían la reliquia del P. Allamano. Unos días después de la cirugía para limpiar y reconstruir la corteza del cráneo, Sorino despertó sin consecuencias en el habla ni en la locomoción, sin convulsiones, como sería normal después de todo lo que le había sucedido, especialmente a causa de la pérdida de algunas partes de la masa cerebral. Aunque con los problemas de salud normales en una persona mayor de 66 años, que vive en la selva. Ninguno de ellos relacionado con lo sucedido y narrado aquí. Desde mayo de ese 1.996, Sorino regresó a su maloca y retomó su vida normal, cazando, pescando y cuidando de su huerta y sus cultivos. Las Misioneras/os que acompañaron el acontecimiento, en el momento, inmediatamente se dieron cuenta que algo extraordinario había sucedido, que se trataba de una sanación milagrosa y, desde un inicio, se lo atribuyeron a la intercesión del Bienaventurado José Allamano. De hecho, antes de terminar el año (1996), la Hermana Rosa Aurea Longo publicó, en la Revista del Instituto sobre el Fundador, una narración testimonial de lo acontecido, resaltando la gracia de la curación recibida por el indígena yanomami. La misma Hermana Felicita Muthoni Nyaga escribía en el 2007, en la misma Revista, agradeciendo lo sucedido. Y, entonces, ¿por qué esperaron tanto? Para quienes conocen la historia y la realidad de Roraima, lo mismo que la presencia y participación de los Misioneros en esta región, podrán saber de las pruebas y dificultades que enfrentaron debido a la Campaña para la delimitación y homologación de las tierras indígenas, de la persecución por parte de hacendados y explotadores de oro (garimpeiros), con acusaciones inicuas e injustas, que golpeaban

a los líderes, a los misioneros/as e incluso al obispo Aldo Mongiano. Por eso el caso Sorino fue dejado a un lado, guardado en los archivos de la memoria, de unos y otros. Tal vez esperando tiempos mejores, tiempos de gracia, que Dios conoce y prepara. ¿Qué es un proceso diocesano, con miras a una canonización, y cómo lo vivió? El Bienaventurado José Allamano, beatificado el 7 de octubre de 1990, lleva mucho tiempo esperando el momento de la canonización, es decir, ser proclamado Santo por la Iglesia. Para que esto suceda se necesita un milagro, reconocido como tal. Con tal fin, en la Diócesis de Boa Vista – Roraima (Brasil), donde aconteció el incidente y la supuesta curación milagrosa, de la que ya hablamos, se recogieron pruebas como, declaraciones de testigos e informes de médicos que asistieron, personalmente, a Sorino en aquel momento, junto con exámenes y consultas médicas recientes. De acuerdo con las reglas de la Congregación para las Causas de los Santos, por petición del Postulador de la Causa de Canonización de José Allamano, el Obispo Diocesano de la jurisdicción implicada, debe constituir una Comisión encargada de realizar una investigación, escuchando testigos confiables, recogiendo y presentando, ordenadamente, todos los documentos relacionados con el caso estudiado. Ese fue el trabajo realizado en Boa Vista, del 7 al 15 de marzo de 2021. De cada una de las sesiones se labraba un Acta que se iba adjuntando a todo el material producido que, al final, es vino juntado, ordenado, autenticado por un Notario y sellado, preservando el original en la misma Diócesis y enviando dos copias, certificadas, a la Congregación para las Causas de los Santos, en el Vaticano. Terminada la fase “diocesana”, pasa ahora a la denominada fase “romana”, en la cual el Postulador prepara una “Positio” (presentación organizada de los hechos y los documentos). Luego vendrá el estudio y evaluación de un Comité de Siete Médicos, sobre la naturaleza de la presunta curación milagrosa y de Siete Teólogos, sobre la parte teológica, lo mismo que la invocación de José Allamano en el caso referido.

Para mí fue una gran gracia haber sido llamado a integrar esta Comisión de investigación.

MAYO - JUNIO 2021 | 13 | DIMENSIÓN MISIONERA


El fundador en la Misión Como Notario, participé en las 20 sesiones, elaborando el Acta de cada una. Escuchar al propio Sorino y a los testigos, lo mismo que el relato de los médicos, varias veces, fue algo emocionante, lo mismo que para toda la Comisión. Descubrí a personas, misioneras y misioneros, de grande fe, amor y pasión por la misión y los Pueblos indígenas. Me di cuenta de lo mucho que es querido José Allamano y cómo cada uno lo consideran “padre” y o sientenens vida y misión. ¿Qué puede significar para los dos Institutos y la Iglesia Católica, la posible canonización del Padre Fundador, precisamente en la Amazonía y específicamente en el mundo indígena?

indígenas, lo que nuestros Institutos han venido haciendo, durante más de 70 años, en Roraima y otros territorios de la Amazonía. Conocí a Sorino y a su esposa Helena, escuché su testimonio, me impactó su sencillez y humildad. Recordé entonces, lo que le dijo a la Hermana Felicita cuando tuvo que ser llevado a Boa Vista:

“Irmã eu quero viver”. Recuerdo la campaña “Nós existimos” que, como Institutos lideramos hace algunos años, también en defensa de los Pueblos indígenas. Estamos entre los Pueblos indígenas para que el mundo sepa que ellos existen, para que puedan vivir. Sorino, que regresa a su maloca con vida y salud, se convierte en el “sacramento” de la acción de Dios entre estos pueblos. En los días que Sorino estaba en el Hospital, entre la vida y la muerte, la Hermana Lisadele Mantoet, al ver que sus condiciones eran graves y comprometidas, realizó el gesto sacramental de la vida: tomó un vaso con agua y bautizó a Sorino con el nombre de Giuseppe. También esto le ayudó en su recuperación y total restablecimiento.

El milagro que permitió la Beatificación de José Allamano fue en el Kenia - África, puede ser que el que lo lleve a la Canonización, sea en esta América y, más precisamente, en la Amazonía. Esto significaría que el Fundador acompaña y sigue a todos y cada uno de sus misioneros, en los diversos Continentes donde trabajan y, como dijo el Obispo de Roraima, monseñor Mario Mi estadía en el Brasil, después de tantos años Antonio da Silva, está presente en la vida de sus hijos e hijas, que Por todo lo que he compartido encima, por las personas encontradas viven su carisma y sus intuiciones y las comunidades visitadas y con las conviví durante estos tres meses misioneras. que pasé en Brasil, sólo me resta dar gracias a Dios y a los Superiores Hemos reanudado los que me pidieron ayudar en este servicio, sin saber exactamente trabajos sobre este caso, con lo que me esperaba. Volví a ver a misioneras/os muy queridos, con una investigación preparatoria, quienes había trabajado por varios años, encontré varios jóvenes llevada a cabo en Boa Vista en misioneros que viven con dedicación y pasión la misión que se les ha 2019, el mismo año del Sínodo confiado. Admiré el trabajo sencillo, humilde y paciente que realizan para la Amazonia, convocado en las Comunidades indígenas, siendo una presencia de consolación. en Roma. Toda esta sincronía Evangelizar con la vida, en primer lugar, y ayudar a las comunidades suena como la voz de Dios que a ser fieles a los principios de la justicia, al compartir y al compromiso. nos confirma que Él está con los Estuvimos en plena pandemia, con mucho cuidado. Gracias a Dios, pobres, con los humildes, en la pudimos hacer todo con seguridad y salud. Ruego por todos aquellos vida de los Pueblos indígenas, que están sufriendo, también misioneros/as que durante estos días que no los olvida y que, a través nos sirvieron y que hoy están luchando con el virus en el hospital, de la misión evangelizadora de esperando a que la Covid19 los dejes libres para volver, con salud y la Iglesia, está a su lado para fuerza, a la misión. que puedan vivir y ofrecer sus 70 años de nuestra presencia en Roraima y con los pueblos riquezas culturales, humanas y indígenas: este es el gran milagro de José Allamano, de Jesús que pasa religiosas. La supuesta curación haciendo el bien, sanando y consolando. Que, presionado por la oración milagrosa de Sorino es la insistente, fruto de fe, hace que el cielo se abra y la vida resplandezca. confirmación, el sello de Dios, Misterio de Pascua en la vida de esta humanidad herida y enferma, en en la obra de todos aquellos que la vida de la Iglesia y en la vida de los Pueblos indígenas. DM dan su vida entre los Pueblos Por: P. Miguel Ángel Piovano, es Misionero de la Consolata en Italia. Traducción, P. Salvador Medina imc (.) DIMENSIÓN MISIONERA | 14 | MAYO - JUNIO 2021


Altibajos

Silencio

Esta película estadounidense de drama histórico, dirigida por Martin Scorsese y escrita por Jay Cocks y Scorsese, basada en la novela homónima de 1966 escrita por Shūsaku Endō, narra la travesía de dos sacerdotes Jesuitas Portugueses, quienes se embarcan en una peligrosa aventura en Japón por la búsqueda de su mentor, quien habría dedicado su vida a la conversión de japoneses a la fe cristiana, sin embargo, tras sufrir diversas torturas a manos del gobierno japones, por ser considerado el cristianismo como anatema, decide renunciar a su fe.

El Cristo del Poncho y los Pueblos latinoamericanos

Una obra realizada por el premio Nobel de la Paz y artista plástico Adolfo Pérez Esquivel, donde se presenta a Cristo en medio de las gentes de Latinoamérica; indígenas, campesinos, profetas y mártires de la actualidad (1986) “El Cristo está en la Cruz, pero no está crucificado, es el Cristo de la Esperanza en los pueblos.” (Adolfo Pérez)

Arte

Mision

Comunicar la esperanza Camino al Buen (con)Vivir La editorial Aler presenta este título como respuesta a una etapa de transición hacia otra época histórica, cuestionando la normalización del capitalismo, modelo económico sin vocación de cambio y presentando diversas alternativas para la consecución de otro mundo que no es solo posible sino, urgente para la sostenibilidad de todas las formas de vida en el planeta, mediante la deconstrucción de paradigmas y la construcción del camino del buen vivir.

Conversaciones con Dios

Tetralogía escrita por Neale Donald Walsch, quien asegura que no se consideraba una persona particularmente espiritual, sin embargo, un día, con lápiz y papel en mano, comenzó a escribir todas sus preguntas y poco a poco comenzó a sentir como el mismo Dios guiaba su mano para dar respuesta a estos interrogantes. ABRIL - MAYO 2020 | 15 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera en la Frontera

Misión de frontera en la frontera

Lo que la Covid 19 nos va dejando

Reflexiones de un joven Obispo al sur de la Amazonia colombiana, donde convergen Pueblos y poblaciones de tres Departamentos nacionales, Putumayo, Caquetá y Amazonas y se entremezclan gentes de Colombia, Ecuador y Perú, conformando el Vicariato de Puerto Leguízamo – Solano, aglutinador de la tri-frontera nacional e internacional, con sus bondades y dificultades.

Entre la resistencia y el temor Eso de que “todo está conectado”, recordado sabiamente por el Papa Francisco, nos ayuda a entender mejor que las dinámicas vitales, generadas en cualquier parte del planeta, como la Covid 19, nos afectan a todos, hasta en “estas lejanías”, último rincón de la geografía nacional y “punto de encuentro” o convergencia internacional, convirtiéndolo en centro, en lugar de rincón. En este espacio de vida, donde las fronteras políticas no pasan, muchas veces, de realidades imaginarias, ni los confines entran en la mentalidad de las personas ni de los pueblos, se nos impuso un duro confinamiento. De repente, vimos limitadas nuestras interacciones y movimientos. Nadie podía salir DIMENSIÓN MISIONERA | 16 | MAYO - JUNIO 2021

ni entrar. Entendimos, entonces que, aunque esta Amazonía sea ancha, también podía tener límites de movimiento y condiciones de relacionalidad. De un momento a otro cobraban vigencia y vida las fronteras nacionales e internacionales. Sí, la borrosidad y relatividad de las fronteras se diluían ante nuestra mirada atónita e impotente. Ahora el río que nos unía, no solo nos separó, sino que también nos distanció, sacando a flote los nacionalismos que de nada ayudan a la hora de buscar soluciones a problemáticas compartidas y sufridas por los de una orilla y los de la otra. Ahora la reciprocidad y la armonía, aunque parcialmente vividas, cedían lugar al aislamiento y a las tensiones personales y comunitarias, locales, nacionales e internacionales. La pandemia generada por

la Covid 19 no sólo evidenció las diferencias entre los países, sino también entre nosotros los colombianos departamentales. Comprendimos que la categoría de “habitantes en una lejanía” era, no solo un calificativo, sino algo real. Se puso de manifiesto el histórico abandono en el que nos ha mantenido el Estado, igual que a otros lugares de la periferia colombiana. Así fue como nuestro territorio irrumpió, con todo su resplandecer, como “marginal”, de la “lejanía”, como verdadera “frontera”. Los servicios sanitarios se mostraron muy incipientes para responder a un problema de tamaña envergadura. No se cuenta con la infraestructura ni con el personal suficiente, ni mucho menos con los equipos e insumos necesarios, para garantizar un servicio adecuado a los habitantes del territorio.


Dimensión Misionera en la Frontera Si de algo nos ha servido la pandemia, ha sido para poner de manifiesto la precariedad de nuestro sistema sanitario. Desbordados se vieron también los servicios educativos. Presumimos poder ofrecer una educación virtual a nuestros niños y jóvenes, pero no se ocurrió pensar que, para que pueda darse, debía haber una buena conectividad y, por aquí más allá de las vallas publicitarias “Leguizamo vive digital”, no contamos con servicio de internet a la altura, ni con los equipos computadores o celulares que permitan una plataforma desde donde conectarse. Si la deficiencia se vivió en los centros urbanos, ¿qué decir de los caseríos y comunidades más alejadas, en donde no llega ni la señal telefónica? Se trató de un fenómeno que vino a agudizar problemas ya existentes de un sistema educativo de muy baja calidad, con muchas limitaciones

materiales y humanas; un sistema que sobrevive gracias a los ingentes esfuerzos de los maestros. En medio de este panorama no podemos perder de vista la gran deserción, muchos estudiantes, desmotivados por no contar con los medios para estudiar de manera adecuada, prefirieron irse a trabajar a las fincas, o aceptar ofertas laborales en la minería o en los cultivos ilícitos. El confinamiento acarreó también consecuencias sociales. Trajo hambre para los que viven del día a día (sobre todo en los centros poblados), quienes se vieron imposibilitados de garantizar un mínimo vital para su subsistencia y la de sus familias. En este sentido, debemos agradecer enormemente la generosidad que fue naciendo como consecuencia de la realidad que vivían muchas familias. El valor de la solidaridad se hizo visible tanto de personas de dentro como de fuera del territorio.

No todas las realidades entraron en confinamiento Las dinámicas del narcotráfico, por ejemplo, han seguido su curso normal. El cultivo, procesamiento y comercialización de las drogas, continúa, aunque para muchos sea un secreto que para otros grita. Este robustece un problema más dramático, el de la violencia, otra pandemia que ha generado más muertes que la Covid 19, sobre todo entre los jóvenes. Sus consecuencias se reflejan en la capacidad para incentivar personas, sobre todo las más jóvenes, a entrar en el mundo de lo fácil, desarrollando la llamada “narcomentalidad”, propia de quien quiere tener mucha riqueza en poco tiempo y con poco esfuerzo. Todo junto aumenta la descomposición familiar y social visto que las comunidades, tanto campesinas como urbanas e indígenas, inmersas en dicha problemática, resultan involucradas y afectadas.

El Estado no fue capaz de hacer llegar la institucionalidad a estos territorios alejados de los centros de poder. MAYO - JUNIO 2021 | 17 | DIMENSIÓN MISIONERA


Otra realidad que no ha vivido el confinamiento, muy en relación con la anterior, es la de las dinámicas de la guerra. Ellas han seguido su curso “normal” en esta Amazonia, sembrando muerte por doquier. Los efectos del acuerdo de paz, adelantando con la guerrilla de las Farc, en fase de implementación, los sentimos efectivamente cuando este grupo insurgente decidió entregar las armas. Vivimos un período de armonía en el territorio y pudimos experimentar una cierta tranquilidad. Pero se trató de algo efímero, pasajero, sintetizado así por uno de nuestros campesinos: “Tanta dicha no podía ser tan duradera”. Desafortunadamente el proceso no contempló la manera cómo se debería continuar manteniendo el control y garantizando el orden en los territorios, antes en poder de las Farc. El Estado no fue capaz de hacer llegar la institucionalidad a estos territorios alejados de los centros de poder y estratégicos por su ubicación geográfica, pasando a constituirse en objeto de disputa entre varios actores, como las disidencias de las Farc y los grupos ligados al narcotráfico (sin identificación concreta). Todos ellos motivados por el lucro que representan las economías ilegales. Todos generando miedo, zozobra, caos y muerte. “Antes estábamos mejor, por lo menos sabíamos a quién obedecer; ahora ni eso lo sabemos”, afirmaba un decepcionado habitante de la zona. El “pueblo”, sin embargo, vive consciente de que no hay otra alternativa que la de resistir, con sabiduría y prudencia, como lo ha sabido hacer durante décadas y ahora ante la Covid 19. Sí, este pueblo ha encontrado en la sabiduría ancestral y en sus recursos naturales y espirituales las medicinas curativas, como lo ha hecho siempre, ante viejas y nuevas pandemias. Ahora se respira algo de calma a pesar de la alarma que representa la llegada a Leticia de la cepa brasilera y el empuje de algunas olas migratorias. DIMENSIÓN MISIONERA | 18 | MAYO - JUNIO 2021

Fotos: Alberto Cancian

Dimensión Misionera en la Frontera

Perspectivas de futuro Ante la exuberancia natural de la madre tierra y la belleza del don de la vida, se erigen, poderosas y casi agobiantes, las fragilidades y precariedades para cuidarlas y cultivarlas. Pero aparece, mezclada en la misma realidad desesperante, la resiliencia de la gente, que mira con esperanza el futuro. Viajando por el río Caquetá en el deslizador, transporte fluvial utilizado en estos territorios, fui testigo de la conversación entre algunas personas que viajaban en el mismo vehículo. Una frase, de alguna señora, Para otros, sin embargo, me llamó poderosamente la atención:

“¿De qué nos sirvió todo esto, si no aprendemos nada? Seguimos igual que antes”. La verdad es que para muchos todo lo vivido ha sido sólo un paréntesis que habrá que cerrar cuanto antes, para volver a la “vida normal”. Para otros, sin embargo, esta experiencia ha servido, sobre todo, para pensar y repensar nuestro estilo de vida política, económica y social; para valorar la vida por encima de todo y luchar por ella, individual y colectivamente.


Dimensión Misionera en la Frontera

Nos apremiará, para ello, hacer de nuestras comunidades espacios de vida y de comunión, espacios de transmisión y cultivo de valores que concurran para la emergencia y el desarrollo de una humanidad solidaria.

La incertidumbre es lo que caracteriza nuestro futuro como territorio. Es incierto el destino de la guerra y del narcotráfico; es incierta la situación de abandono estatal y la condición de los servicios educativos y sanitarios. Sí, todo es incierto, y cualquier proyección que se haga por aquí, se inscribirá siempre en el horizonte de las probabilidades, de las utopías que a veces se transforman en quimeras. Sin embargo, como Iglesia, creemos que la coyuntura que estamos viviendo es un espacio propicio para desarrollar una espiritualidad que nos permita hacerle frente a esta situación. Definimos como algo prioritario fortalecer las espiritualidades de los Pueblos, dentro de ellas proponer de manera decidida la espiritualidad del cuidado, la reconciliación, la comunión y el seguimiento del Crucificado Resucitado. Apremia soñar aquí, diseñar y poner en marcha proyectos evangelizadores que formen y alimenten la vida de los creyentes como pueblo y como discípulos. Fortalecer la conciencia de familia humana, que se afianza con la fraternidad y la amistad social. Será apremiante, en nuestro Vicariato, la formación y el fortalecimiento de la conciencia comunitaria, el respeto por la vida en todas sus manifestaciones. Nos urge tomar consciencia de que todos vamos en la misma barca y que las problemáticas de unos nos afectan a todos, como lo viene señalando el Papa Francisco. En otras palabras, se hace necesario fortalecer entre nosotros la utopía de la fraternidad, fraternidad entre los humanos, y entre éstos y la naturaleza. Nos apremiará, para ello, hacer de nuestras comunidades espacios de vida y de comunión, espacios de transmisión y cultivo de valores que concurran para la emergencia y el desarrollo de una humanidad solidaria. No obstante, los motivos para creer son muchos, tantos como para hacer de la resistencia fortaleza y del temor esperanza. DM

Por: Mons. Joaquín Humberto Pinzón IMC Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo Solano MAYO - JUNIO 2021 | 19 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera de la Ecología

Foto: Green Assistance SAS

Vida, trabajo y vocación

Sin lugar a dudas, nos enfrentarnos por primera vez a la realidad de que la profesión puede significar un verdadero reto, así como el cumplimiento de expectativas y metas anheladas. Desde mi papel como recien egresada, he comprendido como poco a poco, en medio de un proceso de aprendizaje y adaptación, mi concepto y posición como profesional se amolda a la exigencia de lo que se me es requerido. He comprendido que el apasionamiento por ejercer desde mi vocación como ingeniera, puede verse afectado cuando mi deseo por proteger, conservar y mitigar impactos, debe realizarse desde otros ámbitos, que incluyen el repensarse, aceptar situaciones o proponer alternativas, para lograr mi misión profesional, sin impedir el desarrollo de un mundo cambiante y que no para. Es lamentable, que la importancia o la responsabilidad por lo ambiental sea tenida encuenta en menor valor en relación a aspectos economicos, incluso culturales, que finalmente terminan haciendo daño a los mas vulnerables, los mismos seres humanos y tambien grandemente a la biodiversidad, situación que es de resaltar, cuando las recientes cifras de pérdida de ecosistemas, fragmentación y degradación en latinoamerica y el caribe, lugar de gran pertenencia de especies, corresponden según el informe “Planeta vivo“, publicado por WWF (organización Fondo Mundial para la Naturaleza) a la tan dramática reducción del 94% en poblaciones de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, sumando a esto las impactantes cifras de deforestación desde 1990 a la fecha, de 178 millones de hectáreas de bosque, según el reporte de la evaluación de los recursos forestales mundiales 2020 (FRA 2020), realizado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). DIMENSIÓN MISIONERA | 20 | MAYO - JUNIO 2021

Foto: Lisa Fotios

El choque con la realidad


Dimensión Misionera de la Ecología

Es de considerar que, toda actividad economica implicitamente tendrá afectaciones ambientales, por lo cual, la forma de recudirlos implicará que se analicen las implicaciones y posibilidades, de la manera en que se nos sea posible, desde nuestros conocimientos y de los de muchos colaboradores con el mismo sentir y deseo. Es asi como, a pesar de mi corta experiencia, he encontrado las cualidades que en un sector demandante como es la construcción, se requieren para asesorar, acompañar y tomar decisiones determinantes para disminuir las afectaciones dadas por todas sus actividades. A medida que avanza el crecimiento urbanístico y de vivienda, se privilegiará siempre la infraestructura sobre la permanencia de la vegetación y por ende de la fauna que ahí se alberga, esto es debido a los usos de suelo habilitados por las formas de ordenamiento del territorio, donde se ubican los suelos de expansión urbana, que comunmente pueden ser lugares de presencia de relictos boscosos y zonas de aguas superficiales, que al encontrarse en esa categoria, carecen de protección o conservación perpetua de alguna forma. SI bien es cierto, los procesos de crecimiento poblacional no pueden detenerse, no obstante, los altos impactos generados son considerados y monitoreados por las autoridades ambientales, esto ocurre en un país como Colombia, que, al encontrarse en una zona estratégica y ecuatorial, es uno de los paises mas biodiversos del mundo. Igualmente, la normatividad nacional soporta y exige permisos a los grandes y pequeños constructores, asi como procesos de compensación por todos los daños. De esta forma, y con este gran soporte que sirve de apoyo a nuestro que hacer, hemos podido desde la consultora Ambiental Green Assistance S.A.S donde me desempeño, asesorar a más de 20 constructoras, con hasta 100

Foto: Yogendra Singh

Enfrentando y superando retos

proyectos en todo el pais, logrando cambiar impactos por beneficios, trayendo grandes logros en temas de biodiversidad como el rescate continuo de fauna como lo son tortugas, serpientes, aves, abejas, iguanas y hasta zarigüeyas, como requerimiento normativo a toda intervención arborea donde se solicitan permisos de aprovechamiento forestal para ejecutar talas y traslados de árboles, que habiliten el acceso a los lotes de obras civiles, donde también se analiza estrategicamente la decisión sobre cuáles deben afectarse y cuales arboles pueden ser incluso movilizados desde sus raices a otros sitios de adaptación, sumado a los grandes procesos de siembra, exigidos para lograr reforestar otras zonas donde puedan crecer siendo áreas de conservación forestal.

Agentes de cambio y evangelización

Considero que es valioso todo aquello que se suma a actos de cuidado y preservación de lo que es en sí la creación, estamos invitados a generar incluso desde acciones cotidianas, como separar nuestros residuos, no botar basura en la calle o cerrar la llave del agua, cambios que sumados por muchos generen verdaderos aportes. Cabe resaltar, que no solo aplica en un área como lo ambiental, nuestra responsabilidad está en la forma de comunicar un estilo de vida de forma integral, que sea ético, con valor y respeto por la sociedad, las necesidades de los demas y la preocupación por lo que ocurre en nuestro entorno, en nuestras manos está hacer las cosas diferentes y ser parte del propósito para el cual también hemos sido llamados. Tomó, pues, el Señor al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo cuidara (Génesis 2:15-17 DHH). DM Por: Melannie Valbuena Molina es Ingeniera Ambiental MAYO - JUNIO 2021 | 21 | DIMENSIÓN MISIONERA


Altibajos

De espaldas al mensaje de Jesús

A

los más de dos mil años de la venida de Jesucristo, caminamos en contravía de su legado. La plenitud humana que Jesús quiso que alcanzáramos se difumina en la historia reciente; pierde importancia la ética y con ella decrece la moral. El “tener más” se impone sobre el “ser más”. La vida misma se convierte en un artículo más del mercado.

La tarea primordial de Jesús en esta tierra, esencia de su misión entre nosotros, palidece y se invisibiliza. “Me sacrifico, doy mi vida para que la de ustedes sea pletórica, ABUNDANTE”. Vida concreta, corpórea y espiritual, que debe realizarse en el acá, en el presente, en el ahora… NO en el más allá. Erróneamente coadyuvamos al concepto de que los padecimientos, las necesidades más elementales que padecemos, vale la pena soportarlos, porque en el más allá recibiremos un gran premio. Jesús no dijo que esperáramos al más allá, brindó soluciones inmediatas para el acá, para el día a día; curó enfermos, brindó consuelo, lideró una forma de pensar concorde con la justicia, la honestidad, el respeto y la fraternidad; denunció, protestó. Los ciegos volvieron a ver, los mudos hablaron, los sordos oyeron, los paralíticos caminaron, y, hasta los muertos, en aras de realzar el valor de la vida misma, volvieron a vivir.

La vida en el juego de la competencia La realidad que estamos viviendo nos grita a voz en cuello que, un mundo en donde se concibe la vida del ser humano como un objeto que se manipula, se compra, se vende, se aniquila, debe ser abortado; un mundo en DIMENSIÓN MISIONERA | 22 | MAYO - JUNIO 2021

Foto: Policraticus

La vida en abundancia

el que se desarrolla una pandemia en la que, en vez de cohesionar las relaciones fraternas entre todas las personas para luchar solidariamente contra un enemigo común, más bien nos hace presenciar, tristemente y con asombro, una competencia científica que busca obtener, con el temor a la muerte, réditos económicos que empoderarán más a quienes tienen en sus manos el destino de la humanidad, el futuro de todos nosotros.

¿Qué podemos hacer? Esta realidad de pandemias polifacéticas, micros y macros, causadas por quienes buscan sólo acumular riqueza y ejercer dominio sobre millones y millones de seres humanos, realidad cruel y avasalladora, nos demanda con afán la tarea inmediata e inaplazable; individual y de grupo; desde la familia, el trabajo, el barrio, la comunidad eclesiástica, etc.., aquí, allá y acullá, cada uno desde su rincón, SENTAR CÁTEDRA IMPERANTE por el respeto íntegro, total, de los valores que encierran nuestro ser vital, para que un rotundo NO, retumbe sonoramente por todos los rincones del planeta. DM

No a la reducción del ser humano como cosa No a la ruina moral No a la negación de la vida en el aquí y en el ahora ¡Cristo Vive! Por: Albercio Grajales Chica es educador



Dimensión Misionera de la Ciencia

Científicos y Misioneros al servicio de la VIDA Cuando desde nuestra Revista tratamos de escudriñar la Dimensión Misionera de las actividades humanas y hasta de la vida misma, lo hacemos con la convicción que lo propiamente humano tiene una misión, una intención y una dirección, que lo hace, al mismo tiempo, divino. Misión, servicio a la vida Como la palabra misión viene siendo ampliamente empleada para determinar la tarea, función o encargo que recibe o descubre una persona, un país, una empresa, una institución o, incluso, una profesión, nos parece oportuno aclarar que, cuando nuestra Revista trata el tema misión, lo hace consciente de que esa es su identidad y al mismo tiempo su tarea y finalidad. Trata de la Misión de Dios, confiada al Señor Jesús y, por medio de él, a su Comunidad de discípulos misioneros, la Iglesia. Misión, entonces, que la podemos resumir en servicio: a la vida en todas sus manifestaciones, a la justicia, en todas las relaciones, al amor, en toda convivencia, a la verdad y a la paz, en toda construcción colectiva. Este conjunto de dimensiones existenciales manifestaría la presencia del Reino o reinado de Dios en la historia, en medio de las sociedades, culturas y en cada persona. Siendo así, la misión debería llegar a ocupar el centro de todo el actuar humano relacionado con la vida plena y feliz de las personas, el cuidado integral de toda “la comunidad de la vida” (Carta de la Tierra, 1999), e inclusive la denuncia de todo aquello que, aun camuflado de artificio legal, atente contra cualquier ser vivo. DIMENSIÓN MISIONERA | 24 | MAYO - JUNIO 2021


Dimensión Misionera de la Ciencia

La misión de la ciencia Con esta comprensión de fondo, reconociendo que muchos investigadores, rigurosamente científicos en diferentes áreas de las ciencias, han pertenecido o pertenecen a la “comunidad de fe católica” y sin entrar en las discusiones, convergentes o divergentes, tan comunes a lo largo de la historia, entre fe y razón, religión y ciencia, teología y ciencia (cfr. Veritatis Splendor (1993) y Fides et ratio (1998), que inicia así: “La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”) nos adentraremos un poco en la misión de la ciencia. El físico Daniel Jafman del Instituto Weizmann de Ciencias, localizado en Rehovot, Israel, importante institución en la investigación básica, que desde 1934, año de su fundación, ha ofrecido aportes importantes al conocimiento científico, hasta merecer tres premios Nobel y tres premios Turing en el campo de la computación, siendo su presidente identificaba la misión de la ciencia con “convertir dinero en conocimiento”. Para ello, decía, “la estrategia que aplicamos en el instituto no es científica sino humana. Muchos creen que en ciencia hay que elegir un tema e invertir en los laboratorios adecuados, para en última instancia hacer descubrimientos. Nosotros no. Desde el principio decidimos que no sabemos lo que hay que investigar. Lo que aprendimos de la historia de la ciencia es que, si contamos con científicos de alto calibre, que tengan curiosidad y pasión por lo que hacen, esas personas tendrán éxito en lo que sea que quieran investigar. En lugar de preocuparnos por cuáles son los campos más interesantes de la ciencia tratamos de encontrar a los individuos más excepcionales, porque los grandes descubrimientos siempre los hacen las personas excepcionales”. “La estrategia no está centrada en la ciencia sino en los hombres y mujeres que hacen ciencia.

Nosotros buscamos los mejores científicos en el campo que sea; luego les brindamos un laboratorio con equipamiento de última generación, una buena infraestructura y, lo más importante, les damos libertad para pensar durante todo el tiempo que necesiten. Nuestra estrategia se resume en esta fórmula: Curiosidad + pasión + libertad + infraestructura + largo plazo”. Si a este proyecto científico, humano y tecnológicamente articulado, responsable de desvelar lo que hay en el mundo y cómo funcionan, de “racionalizar los hechos empíricos objetivos” a través de la descripción, explicación, predicción y control de los fenómenos naturales, como lo describe el filósofo estadounidense de la Universidad de Pittsburgh, Nicholas Resher, le reconocemos que es también un proyecto humano y, por lo mismo, diríamos nosotros, simultáneamente divino, tendríamos definida la Dimensión Misionera de la ciencia: desvelar el rostro público de los fenómenos naturales, sus facetas objetivas, al servicio de la vida integral y plena. El mismo proyecto de Jesús, el Misionero enviado del Dios Padre maternal: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10,10). Esta dimensión misionera de la ciencia ha sido, también, integrada a la práctica de muchos misioneros que, respetando y valorando los pueblos con sus culturas, tradiciones y territorios, han gastado sus años en rigurosas investigaciones científicas, generalmente con recursos mínimos, al servicio de la vida y de la humanidad. DM Por: P. Salvador Medina es Misionero de la Consolata MAYO - JUNIO 2021 | 25 | DIMENSIÓN MISIONERA


V

ivir según el espíritu es el primer concepto subyacente que encontramos al acercarnos a la espiritualidad. Concebirlo como un estilo de vida, o como la identidad que podemos entregar a quienes comparten de forma activa o pasiva el hecho de vivir en común-unión, de existir. Si pudiéramos adentrarnos de una forma simplificada, sería comprender lo que soy, como ser individual y como ser social; los valores y características que me identifican y el sentido que doy, fruto del significado de lo anterior. Pero la cualidad de ser espiritual va generalmente acuñado a una forma de creer o de entender la realidad que se encuentra a mí alrededor y esta, generalmente, tiene efectos positivos sobre sí mismo, los otros y el planeta que habito. El bienestar que genera es intrínseco, especialmente porque lleva consigo la promoción y el crecimiento de la persona y la comunidad que converge, frente a unas particularidades espirituales específicas. Como sucede por ejemplo al comprender la espiritualidad en distintas religiones o culturas. Hay un elemento que es transversal en la puesta en práctica de cada una de ellas, ponen al ser humano en dimensión trascendental, que no niega la materialidad, pero si lo ubica dentro de un acto humanizador, a través del cual el ser consigo mismo y el estar con el otro, en medio del vínculo con lo creado, forjan un lazo especial y de valía, que nos hace “ser” por encima de “tener”. Esto es la bondad y la compasión como camino en la búsqueda del tesoro espiritual.

DIMENSIÓN MISIONERA | 26 | ABRIL - MAYO 2021

Foto: Arina krasnikova

Espiritualidad para la vida y la misión

Dimensión Misionera de la Espiritualidad


Dimensión Misionera de la Espiritualidad

La Espiritualidad en acción

Promueve la inteligencia: entendida esta como la capacidad de discernir o de asumir lo que es verdaderamente importante de una situación, saber leer lo que está más allá de lo evidente.

Lo anterior nos lleva a identificar una serie de rasgos o propuestas que nos ayudan a explicar de forma sencilla, la comprensión del ser espiritual.

Se vive a través de las actitudes: la espiritualidad se enraiza o cobra importancia al comprenderlo desde el pensamiento, la afectividad y las manifestaciones conductuales. Esto es entenderlo como una idea o creencia particular que anima a sentir y actuar de determinada manera. Asume una condición teórica y práctica: el alimento o proceso continuo se da a través del “logos” o conocimiento, pero también a través de la práctica, y estas dos se conectan por valores y virtudes, tales como la bondad y la compasión. Va de lo personal a lo comunitario: la incidencia de la espiritualidad debe darse en el ser particular y tener efectos en la vida comunitaria; familiar y social. Pues es en medio del grupo donde hay revelación o manifestación del ser espiritual.

Dimensión misionera de la espiritualidad

Lo anterior, así como el Reino de Dios en la persona de Jesús se configura y codifica en un proyecto, se convierte en el plan para responder al llamado al que todos hemos sido convocados. A ser y estar en medio de las gentes. La espiritualidad es acción concreta, cuando es apropiada en el proyecto personal y comunitario de vida. Se convierte en un ideal real que anima y libera., que ahonda en el ser inmanente y abre a los “otros” diferentes, al “Otro” trascendente y lo “otro” contextual y material, generando y afianzando el vínculo y abriendo a la solidaridad compasiva y bondadosa, a la manera del Dios de Jesús, Padre maternal. DM

Por: Cindy Aguirre es Psicóloga, animadora misionera juvenil con los Misioneros de la Consolata ABRIL - MAYO 2021 | 27 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera de la Iglesia

La Iglesia es Misión

L

Foto: Moisés Becerra

a Iglesia Católica o universal, conformada por las diversas Iglesias Particulares o comunidades eclesiásticas de fieles confiada pastoralmente a un Obispo, está llamada a una doble fidelidad misionera: la primera, la fidelidad al mandato de su Señor: “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos” (Mt. 28,19) y, la segunda, la fidelidad a sí misma, a su identidad más profunda: “La Iglesia existe para evangelizar”, como insistentemente lo recordó San Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi. (cfr. 14)

“Pasemos a la otra orilla” Esta doble exigencia de fidelidad puede ser traducida al interno de su actividad misionera por cada Iglesia particular mediante estas dos consignas programáticas: “pasemos a la otra orilla” (Mc 4, 35-41), que evoca el llamado permanente a sus discípulos de parte del Señor en su incansable actividad misionera para que no se dejen atrapar en la orilla de lo cómodo, de lo conocido, del ambiente familiar o del círculo geográfico étnico, racial, de la propia cultura y patria. Hoy con términos modernos, se llamaría “la zona de confort”. La otra consigna hace más bien referencia a una actitud espiritual indispensable y que cualifica la acción misionera de una Iglesia particular: la expresó muy bellamente San Pablo, el Apóstol de los Gentiles por excelencia, dando testimonio de su actuar misionero: “Me he hecho todo a todos para salvar a algunos al precio que sea” (1Co. 9,22). Con esta claridad básica y fundamental, toda Iglesia particular es invitada a hacer sus opciones específicamente misioneras, primero, “ad intra”, es decir, al interior de su propio ámbito humano, social, cultural y geoDIMENSIÓN MISIONERA | 28 | MAYO - JUNIO 2021

gráfico; luego también, “ad extra”, esto es, sintiéndose llamada a involucrarse con generosidad en la preocupación solidaria por las demás Iglesias, más pobres y necesitadas y, sobre todo, por compartir con el Sucesor de Pedro el ansia por los que todavía no conocen a Jesucristo, El Evangelio del Padre Dios, para toda la humanidad.

Lugares o ámbitos de primer anuncio (Kerigma) Por lo tanto, al interno de su propio ámbito humano y territorial, cada Iglesia particular debe identificar, los nuevos “areópagos” con los que debe entrar en diálogo, como nos lo insistió San Juan Pablo II en la “Redemptoris Missio”, inspirado precisamente en el encuentro de Pablo con los atenienses (Cf. Hch. 17, 22 – 31)), poniendo en evidencia que “el areópago”, “hoy puede ser tomado como símbolo de los nuevos ambientes donde debe proclamarse el Evangelio” (R.M. 37). Además del “mundo de la comunicación”, él señala, a modo

de ejemplo, “el compromiso por la paz, el desarrollo y la liberación de los pueblos; los derechos del hombre y de los pueblos, sobre todo los de las minorías; la promoción de la mujer y del niño; la salvaguardia de la creación, (que) son otros tantos sectores que han de ser iluminados con la luz del Evangelio. Allí el Papa continúa explicitando las inmensas posibilidades que ofrece al diálogo evangelizador el vastísimo areópago de la cultura y el fenómeno del “retorno religioso”. Siguiendo las intuiciones del Papa Francisco en la Evangelii Gaudium, la Iglesia particular debe también confrontarse con sus propias periferias geográficas y existenciales para configurarse verdaderamente como “Iglesia en salida misionera” y no quedarse tranquila y ensimismada en su propia autrorreferencialidad. La invitación del Papa Francisco es contundente: “todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (E.G. 20).


Dimensión Misionera de la Iglesia

La misión más allá de las fronteras Por lo que se refiere a la dimensión “ad extra” de su responsabilidad misionera, cada Iglesia particular está llamada a comprometerse con las Iglesias más pobres y necesitadas, que sufren la carencia de agentes evangelizadores y de recursos económicos para llevar a cabo la propia acción misionera y evangelizadora. Esto es lo que se llama la “Cooperación misionera” entre jurisdicciones hermanas que puede encontrar diversas formas de hermanamiento, padrinazgo o madrinazgo pero que en su espíritu debe ser actuado no de manera vertical y simplemente asistencialista sino en el espíritu de comunión, comunicación e intercambio de bienes espirituales y materiales, esto es, en la reciprocidad de los dones compartidos. A este respecto, un paso muy significativo es el que se viene dando al interior de nuestra Iglesia colombiana, motivada por el XII Congreso Nacional Misionero de Bucaramanga de Mayo de 2016 y por la visita del Santo Padre a Colombia en septiembre de 2017. De hecho, acogiendo el llamado del Papa a todos los Obispos de ser “El otro brazo” de las Iglesias de la Amazonía, se viene configurando una novedosa experiencia de hermanamiento misionero entre las Provincias eclesiásticas y los Vicariatos y Diócesis de las regiones más periféricas del país. Esta nueva manera solidaria y fraterna de ser Iglesia, sin lugar a dudas, traerá muchas bendiciones a nuestra Iglesia que camina en Colombia. Finalmente, ninguna Iglesia particular puede excluirse de su participación y corresponsabilidad con la Misión específicamente “Ad gentes”, esto es, con el Anuncio del Evangelio a los que todavía no tienen la dicha de haber encontrado a Jesucristo y su propuesta de vida plena para todo hombre y para todos los hombres. Esta responsabilidad es compartida con el Sucesor de Pedro, conscientes de que la solicitud por todas las Iglesias debe estar atravesada en el corazón de todo ministro ordenado, según lo señala el Decreto Conciliar Presbiterorum Ordinis, 10, en virtud de su participación al sacerdocio de Jesucristo, “Sumo y eterno Sacerdote según el Rito de Melquisedec”. De igual manera, debe estar en el corazón y la conciencia de todo bautizado, llamado a ser discípulo misionero, testigo y anunciador de la Buena Noticia.

Conclusión

Foto: Caro Mendoza

Es importante resaltar que si una Iglesia particular quiere vivir plenamente y reflejar la Catolicidad no puede descuidar absolutamente su deber misionero al interior de sí misma y fuera de sí. Debe ser, por tanto, una Iglesia plenamente inculturada e inserta en su propio contexto particular y, a la vez, siempre abierta a escuchar y acoger el clamor misionero de quienes, como el Macedonio con Pablo, continúan invocando evangelizadores dispuestos a ir a su encuentro: “Pasa a Macedonia y ayúdanos” (Hech. 16, 9). DM Por: Mons. Francisco Javier Múnera Correa, IMC - Presidente de la Comisión Episcopal de Animación Misionera

MAYO - JUNIO 2021 | 29 | DIMENSIÓN MISIONERA


Misioneros de la Consolata en el Mundo

Dirección General vigente, elegida en el Capítulo General realizado en Roma - 2017: Superior General P. Stefano Carmerlengo Vice Superior General P. Bhola James Lengarin Consejeros P. Godfrey Alois Msumange P. Jaime Carlos Patias P. Antonio Rovelli Administrador General P. Rinaldo Cogliati Secretario General P. Pedro José da Silva Louro

Los primeros cinco Misioneros de La Consolata en Colombia, arribaron en el puerto de Buenaventura en el año 1947 e iniciaron su misión en el Magdalena Medio.

Canadá Estados Unidos

El Instituto Misiones Consolata fue fundado en 1901 en la ciudad de Turín, Italia.

México Colombia Venezuela Brasil Ecuador Perú Argentina

Su Fundador, el Beato José Allamano, presbítero diocesano, sin haber ido personalmente en misión, supo hacerse discípulo de los misioneros enviados y construir, con ellos un estilo, una espiritualidad y una metodología misionera.

Actualmente el IMC cuenta con 904 misioneros extendidos a lo largo de 4 continentes (África, América, Asia y Europa) y 26 países.

La Familia Consolata está conformada por Consagrados/as, Sacerdotes y Laicos, quienes comparten el ideal de ser instrumentos de consolación, propagando el mensaje de Jesús entre los pueblos.


El Instituto Misionero lleva el nombre de la Consolata, título que identifica a María como la mujer consolada y consoladora. Con ella los misioneros /as se sienten partícipes en su misión martena de llevar al mundo la verdadera consolación, Cristo Salvador.

En el 2020 se concretizó el acompañamiento de migrantes en Oujda, ciudad marroquí en el extremo oriente. A unos 15 km de la frontera con Argelia y 60 km al sur del mar Mediterráneo. Punto de paso para muchos emigrantes de varios países del África subsahariana, que buscan llegar a Europa.

Portugal Italia

Polonia

España

Mongolia Korea del Sur Taiwan

Etiopía Kenia

Costa de Marfil

Tanzania

Uganda Angola

Swatini Sudáfrica

R. D. del Congo La primera misión ad-gentes, de los Misioneros de la Consolata inició entre los Kikuyu del Kenia África, el 3 de mayo de 1902.

“Anunciarán mi gloria a las naciones”Is 66,19

Familia Intercultural

Canadá 7 Colombia 70 Korea del Sur 7 El Salvador 1 Eritrea 1 Brasil 38 Inglaterra 1 Italia 214 Kenia 252 México 3 Marruecos 1

Etiopía 26 Portugal 47 R. D.Congo 58 España 19 Venezuela 3 Uruguay 1 Mozambique 35 EE. UU 4 Uganda 29 Argentina 13 Tanzania 74

Ilustración por: Jorge Iván Romero

Mozambique

El padre José Allamano fue proclamado “Beato” por el Papa Juan Pablo II el 7 de octubre de 1990. Actualmente ha concluido el proceso para su canonización en la diócesis de Boa Vista Brasil con la supuesta curación milagrosa del indígena Sorino Yanomami y se ha iniciado, en Roma, la última etapa.


Dimensión Misionera de los pueblos

Fotos: Juan Antonio Sozzi

¡Siquiera vino!

La misión en el entramado humano

y pueblos con los que he caminado y camino en la cordillera y en la amazonia. Siquiera vino a estar con nosotros, a vivir con nosotros, a sentir con nosotros. Todo un programa de vida.

Cuando me pidieron escribir estas líneas sobre la dimensión misionera de los pueblos, por haber acompañado durante años a pueblos originarios de nuestra Ameríndia, me quedé pensando: ¿Cómo podría enfocar esta reflexión? Mientras pensaba percibí que, al igual que como la persona, que más que estar formada por dimensiones es corporeidad, los Pueblos, desde la diversidad cultural, forman el entramado humano y desde ese tejido vital, se alimentan entre sí con los hilos de las relaciones. Uno de estos hilos es la misión de Dios: la “Buena Noticia” de liberación, justicia, paz y fraternidad, para toda la humanidad. Esta Buena Noticia, desde mi experiencia, la puedo sintetizar en un saludo coloquial, lleno de dinamismo espiritual, escuchado frecuentemente de individuos y comunidades: ¡“Siquiera vino”! Esta sencilla frase, encierra para mí la dimensión misionera de las personas, familias, comunidades

El reinado de Jesús hecho Camino

DIMENSIÓN MISIONERA | 32 | MAYO - JUNIO 2021

Un programa que lo podemos enmarcar en dos cuadros bíblicos conmovedores, uno del Primer Testamento: “El Señor todopoderoso (prefiero decir Dios Madre Padre), ofrece a todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos añejados, manjares deliciosos, vinos generosos” (Isaías 25, 6). El otro, del Segundo testamento: “Jesús se retiró a un monte y allí se sentó con sus discípulos. Levantando la vista y viendo el gentío que acudía a él, dice a Felipe: ¿dónde compraremos pan para darles de comer? Felipe le contestó: Doscientas monedas de pan no bastarían para que a cada uno le tocase un pedazo. Uno de los discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dice: aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es eso para tantos? Jesús dijo: Hagan que la gente se siente. Había hierba abundante en el lugar. Se sentaron, entonces Jesús tomó los panes, dio gracias y los repartió a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados: Dándoles todo lo que quisieron. Cuando quedaron satisfechos, dice Jesús a los discípulos: Recojan las sobras para que no se desaproveche nada” (Juan 6, 3-12). Estas imágenes de fraternidad y sororidad universal han sido la respuesta a mi constante preguntar: ¿Qué es la misión? Simplemente, caminar el Reinado de Jesús de Nazaret, y, en esta caminada, contemplar no sólo las semillas del Verbo, como nos hemos acostumbrado a decir desde una mirada vertical y no exenta de prepotencia, sino, el Reinado de Jesús hecho camino. En ese encuentro de relaciones he descubierto el banquete preparado para todos los Pueblos y culturas, en la riqueza de sus espiritualidades, en el misterio de su sacramentalidad, en la contemplación del pluriverso, no un mundo uno y único, sino uno en el que caben muchos mundos.


Dimensión Misionera de los pueblos

La misión de los pueblos originarios Desde la caminada por las montañas y la navegada por los ríos, habla mi experiencia de vida: las comunidades en sus diversas culturas, me han evangelizado, en la charla sencilla y alegre alrededor del fogón, donde se conversa y se reciben los consejos de los abuelos y abuelas. Me han dado la Buena Noticia en el corro de sudor y risas, después de un día de trabajo comunitario en la chagra, saboreando el tazón de chicha de yuca, la planta sagrada del Pueblo Kichwa, como la celebración sacramental de la amistad y de la vida. Los Pueblos originarios me han anunciado la “Buena Noticia” del mundo sin males, del otro mundo posible, del suma kawsai, en la minga, marchando bajo el sol o la lluvia, durmiendo en los cambuches, comiendo un plato de mote que repare las fuerzas para seguir caminando, bailando y cantando al son de chirimías y tambores, exigiendo el derecho a la dignidad y el respeto a la vida de todos los Pueblos, hijos todos de la misma Madre Tierra, con la cultura humana de los pobres; los pobres de todos los tiempos, que ofrecen sus cinco panes de cebada, para que en el mundo haya menos hambre. El Pueblo Nasa, del Norte del Cuaca – Colombia, me ha donado la “Buena Noticia” en el espiral de la tulpa, palabreando la reflexión, leyendo la realidad, evaluando su camino, soñando su proyecto, mascando la hoja de coca, su materia sacramental; al igual que los Pueblos amazónicos, mambeando y danzando en la maloca, en la fiesta de la unidad y en el fortalecimiento de sus tradiciones sagradas. Me han anunciado la Buena Noticia las mujeres, como María de Nazaret a la prima Isabel, cuando en las cocinas formamos “círculo de Sara” y me cuentan sus historias tejidas muchas veces de dolor y lágrimas, pero también de esperanzas y sueños. Me han evangelizado los Pueblos cuando al despedirme, después de unos días de caminada en sus comunidades, con la mano extendida y la sonrisa abierta, como Pedro Casaldáliga, me dicen: “¡Siquiera vino! Gracias por la visita”. DM Por: María Esperanza Córdoba Sosa es Misionera Laica de la Consolata, en medio de los Pueblos. MAYO - JUNIO 2021 | 33 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera Altermundialista

Entre la utopía y la esperanza La forja de un mundo nuevo

Alerta y resistencia América latina fue el epicentro donde resonaron las voces de millones de hombres y mujeres que hicieron frente a la lógica criminal del capitalismo neoliberal y a toda expresión de totalitarismo. Comunidades indígenas de toda nuestra América tenían mucho que decir ante la racionalidad del hombre blanco que depreda la naturaleza y apuesta más al capital que a la vida. Fueron ellos quienes, desde la selva de Lacandona, hasta la araucanía mapuche del Sur, pasando por la inmensidad de la Amazonía, levantaron las banderas de que otro mundo, mejor, es posible. Fueron las comunidades indígenas del continente quienes alertaron sobre el ecocidio que las grandes trasnacionales mineras, forestales y agroindustriales, venían perpetrando sobre extensos territorios que ponían en riesgo la vida de sus comunidades y el equilibrio de todo el planeta. Esas luchas han estado cimentadas en profundos pensamientos utópicos, que predibujan un mundo sin violencia y, una férrea actitud profética de denuncia contra DIMENSIÓN MISIONERA | 34 | MAYO - JUNIO 2021

Foto: Mohamed

E

l desplome del Muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría, el fracaso del socialismo totalitario, acontecimientos que dibujaron la década de 1990 y las siguientes, hicieron surgir el mito del fin de la historia y con ello se impuso un asedio constante a la utopía y a la esperanza en un mundo mejor. El triunfalismo de esa ideología, según la cual, el capitalismo se constituía como el único modelo para el desarrollo pleno de la humanidad, pronto chocaría con los anhelos de los pueblos que reclamaron la urgencia de una sociedad mejor.

las injusticias múltiples que padecen los pobres de la tierra, así como la esperanza en un mundo mejor. Innumerables han sido los sacrificios, muchos los mártires que, desde la convicción de salvar a sus comunidades, han ofrendado sus vidas.

Semilla de una nueva sociedad Pero ello, nuestros indígenas, no han estado solos en esta lucha. Pronto el continente vio surgir, por doquier, múltiples manifestaciones que apuntaban a la alborada de una nueva sociedad. Los jóvenes colmaron las calles de las grandes ciudades, desde Chile hasta México, pasando por Argentina, Colombia y Honduras, exigiendo el derecho a una educación pública y de calidad, a una vida sin violencia, a reales alternativas laborales, a ser tomados en cuenta en el debate político. Ellos encarnan la rebeldía, la pasión; están frescos y llenos de vida, gritan contra las injusticias, transforman constantemente el presente y se oponen a todo aquello que, aun con bellas palabras, detiene el curso inevitable de la construcción de una nueva sociedad.

Así se han venido sumando voluntades, por todo el continente la semilla de una nueva sociedad calló en tierra fértil. Fueron millones de campesinos que, aferrados a su tierra y al trabajo laborioso, con fuerza telúrica estremecieron los campos. En sus reclamos está “la tierra es de quien la trabaja” como grito contra el latifundio y el despojo de las tierras. Van al centro del problema, denuncian la acumulación en pocas manos de millones de hectáreas, el robo de sus semillas tradicionales, el uso de pesticidas, el monocultivo, los desplazamientos y desapariciones forzadas. Aun así, en medio de estas luchas, son expresión de vida. También ellas, las mujeres, han hecho lo suyo en este proyecto de construir un mundo diferente y mejor. Vienen exigiendo durante muchos años respeto y dignidad, el cese a la violencia patriarcal, al machismo que las esclaviza y les arrebata la vida. Son ellas la expresión de nuevos horizontes, de nuevas voces siempre silenciadas, que ahora vienen ganando espacios en todas las tribunas donde se defiende la vida y se lucha por un mundo de justicia e igualdad de oportunidades para todos y todas.


Dimensión Misionera Altermundialista

Así se viene labrando el porvenir En medio de innumerables luchas por el reconocimiento a la diversidad, por el respeto a la vida, en medio de mejores condiciones materiales y espirituales para los que aún están en condiciones vulnerables, para los afrodescendientes, para los obreros, desempleados, los habitantes de las calles, sus sueños y sus luchas pregonan las injusticias de este modelo de civilización que idolatra el dinero y el poder. En ese constante andar, abriendo caminos está la presencia profética de miles de cristianos, que asumen la opción preferencial por los pobres y la denuncia de las injusticias institucionalizadas. Se trata de hombres y mujeres, inspirados en los evangelios, que han marchado

contra corriente a lo establecido y viven junto a los empobrecidos, enfrentando la violencia. Se trata de una Iglesia que camina junto a los pobres, quienes representan el rostro, continuamente crucificado de Cristo, que ha sido encontrado en el mundo como expresión del pecado en nuestras sociedades. Es el reconocer el Jesús histórico, aquel que contra la pobreza y los falsos profetas no dudó en oponer su encendido mensaje de rebeldía; un Jesús que hizo causa común con los empobrecidos y excluidos. Una Iglesia que comprende su misión, pasa por el compromiso social y político de denunciar las injusticias, suma voluntades al lado del pueblo como sujeto de su historia y a su vez refuerza el mensaje esperanzador de la liberación, una liberación que empieza por superar las condiciones materiales, ideo-

lógicas y culturales, que imponen pobreza y marginación a las grandes mayorías, Iglesia que no sólo opta preferencialmente por los pobres y les da una esperanza, sino que asume la defensa de sus vidas al denunciar la opresión de la que son víctimas por las políticas económicas y sociales, que se imponen para el beneficio de unos pocos. Una Iglesia que anuncia la salvación plena en la presencia de Dios y la construcción de su Reino, y que reconoce la pobreza como expresión de la injusticia, como negación de los derechos elementales para la vida y la obra creadora de Dios, mientras al mismo tiempo reconoce en los pobres la fuerza transformadora de la historia. Ellos, quienes padecen las injusticias, están llamados a ser los portadores de una nueva sociedad. DM

Foto: Markus

Por: Lino E. Morán Beltrán, Ex Rector de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt” (Unermb), en Venezuela.

MAYO - JUNIO 2021 | 35 | DIMENSIÓN MISIONERA


Dimensión Misionera de la Juventud

La misión en pascua, venciendo las tinieblas de la apatía

L

a situación actual del mundo ha enfrentado a la humanidad a una realidad de alejamiento, exclusión y deterioro de las relaciones sociales; el planeta atraviesa una crisis sin precedentes en materia ecológica, sin contar con la creciente brecha social que margina a cientos de poblaciones, limitando sus posibilidades de desarrollo y vulnerando sus derechos. El panorama luce sombrío, en ocasiones pareciese que a nadie le importa, que lo sustancial es el bienestar propio, el individual, sin embargo, en medio de la oscuridad, tal y como Jesús venció las tinieblas de la muerte, hoy, sus propuestas logran vencer las tinieblas de la apatía, reflejadas en un grupo de 39 jóvenes y sacerdotes de diferentes partes del país, quienes con valentía, decidieron aceptar el llamado de Jesús, salir de su zona de confort, alejarse de sus familias, desapegarse de sus trabajos e incluso arriesgarse en medio de una pandemia, todo con el fin de llevar ánimo misionero a las comunidades de LabranzagrandeBoyacá, San Rafael-Santander, Florencia-Caquetá y la Parroquia Cristo Maestro-Cali; compartir con la gente, conocer de cerca sus realidades y participar de ellas, pero por sobre todo, ser instrumento de consolación, al mismo tiempo que fueron consolados, gracias a la bondad y la hospitalidad de cada una de las personas que les acogieron y que abrieron sus corazones a la promesa del Reino. A continuación, presentamos algunas de las experiencias misioneras en los diferentes territorios. DIMENSIÓN MISIONERA | 36 | ABRIL - MAYO 2021

Vocación en acción Kevin Polo - Labranzagrande, Boyacá Al principio creía que todo en la persona de Jesús era muy divino, pero conviviendo con la gente me fui dando cuenta que también es persona, fue un nuevo horizonte verlo tan claro en mi primera misión con el Instituto. Desde el primer día me quería devolver, sentí esa molestia de alejarme de la ciudad, pero quitar toda esa comodidad en mi vida, en vez de debilitarme, cada día me fortaleció, en gran parte gracias al amor de los demás misioneros; recordé el por qué había decidido participar de esta misión, no era que yo quisiera, era Jesús que me estaba llevando para que viera la otra cara del mundo. Fue muy bonito por qué realmente vivimos la fraternidad, fuimos 12 y volvimos miles; personalmente regresé con el recuerdo tan especial de cada persona nueva con quien conviví, pero sin duda, el momento que más me marco y me confirmó el sí al Señor, fue el día del Viernes Santo, cuando conmemoramos el camino al calvario de nuestro Señor; ese día mi compañero y yo madrugamos para ir a comer, a tan solo 10 minutos de distancia, o eso nos dijeron, pero para mí fue un caminar con El Maestro, porque me fui a ciegas, solo confiando en mi compañero, dispuesto aprender; cuando íbamos en el camino fui como el cirineo, me sentía obligado y renegué bastante, pero lo bonito de la misión es volverse discípulo y esperar al maestro y en ese momento, mi maestro fue mi compañero. Cuando llegó el momento de orar reflexionaba, en ese cansancio sentía el llamado de Dios, y así como en Juan 15:16. “Ahora digo, Señor, gracias por llevarme y llamarme si no, estaría perdido”.


Dimensión Misionera de la Juventud

La magia de lo cotidiano Carmen Sofía Espinosa -San Rafael, Santander Este año, la misión de Semana Santa se realizó en un pueblo llamado San Rafael, en donde compartí con sus habitantes y escuché las historias que ellos tenían con respecto a la religión y algunas historias mágicas con las que se podía chocar o estar de acuerdo; cuentos sobre cómo se vive la relación con Dios y los demás, cómo conviven en la familia, buscando acercarse entre ellos por medio de oraciones que a uno le parecen un poco raras, pero que de verdad generan un lazo entre ellos; historias místicas sobre cosas que uno no imagina poder ver o sobre la relación que tienen en una vereda con el río Lebrija y cómo este es un regalo de Dios para ellos. Todas y cada una de ellas me llegaron al corazón y me enseñaron que a Dios no solo se le puede ver en el altar, también tiene su tinte fantasioso, en donde las personas tienen un medio de comunicación con Él, para vivir su fe de una manera plena. En pocas palabras, la misión de Semana Santa me enseñó que Dios no solo se encuentra en lo tradicional, sino que también, lo puedo buscar en la magia cotidiana.

La hija pródiga regresa a casa Jennifer Palomeque -Parroquia Cristo Maestro, Cali Se acerca Semana Santa y mi corazón ardía por la misión, aunque me lo quisiera negar a mí misma. Empecé a sentir un deseo inmenso por servir, por salir de mi zona de confort e ir detrás de la construcción del reino de Dios, fue ese el momento en que se me ocurrió contactar a la coordinadora del grupo de animación de Cali y mi corazón saltó de alegría al escuchar que sus palabras fueron “te tenía en cuenta para llamarte a hacer esta misión con nosotros”, me sentí bienvenida, acogida y bien recibida. fue ahí donde sentí que todavía era importante en este grupo, me di cuenta que ni mi distancia, ni mi apatía habían afectado como yo me lo imaginaba. Empezando la misión recordé lo mucho que amo servir, lo mucho que amo hablar de Aquel que me ha salvado de tantas situaciones de crisis, pero que también me alienta siempre en medio del camino. Recordé que todos hacemos parte del cuerpo de Dios y que cada uno tiene su función específica dentro de él, no todos podemos pretender ser la cabeza, porque el cuerpo estaría incompleto. Transcurrieron los días y cada vez más me sentía en familia, sentí que el liderazgo que creía muerto en mí, seguía vivo y más fuerte que nunca. Recordé lo fuerte y poderosa que soy como mujer y sobre todo que soy útil para la construcción del Reino de Dios.

No dejemos que la vida nos pase Ana María Cárdenas Florencia, Caquetá La misión para mí, es la forma en la que podemos compartir y hacer tangible nuestra relación con Dios. Es poner al servicio los talentos que Él mismo nos dio, y sobre todo es el tiempo de reconocer nuestra humanidad y desde allí hacer parte de la construcción del Reino. La Semana Santa en Florencia, después de más de un año de inactividad por los confinamientos y la cuarentena, debido a la pandemia, me sirvió para recordar lo feliz que me hace la misión; la verdad es que la cotidianidad, el trabajo, y las ocupaciones, muchas veces nublan nuestro sentido/objetivo de vida, empezamos a andar en piloto automático y, justamente volver a la misión es reencontrar ese sentido, es literalmente frenar y darle importancia a ese llamado interior. Una de las apreciaciones más impactantes para mi durante estos días, fue la riqueza ambiental y humana de Florencia, ellos viven en una ciudad privilegiada, la llaman la Puerta de oro a la Amazonia, y cuando vemos los ríos, las montañas, esos paisajes… ese nombre tiene mucho sentido, pero el verdadero oro, la riqueza real, son sus corazones dispuestos, y la búsqueda por ser parte de la gran misión de seguir a Jesús y sus propuestas. Por último, una de las frases que me marcó y que escuché de una gran amiga misionera: No dejemos que la vida nos pase… pasemos por la vida.

ABRIL - MAYO 2021 | 37 | DIMENSIÓN MISIONERA


Pasatiempo misionero 2

3 5

4 7

6 10 8 1 9

11 Horizontales:

Verticales

1.Acto de consolación realizado por jóvenes Misioneros de la Consolata para ser presencia, compañía y solidaridad en medio de los empobrecidos. 4.Ciudad italiana donde el P. Allamano fundó los Misioneros de la Consolata. 5.Símbolo secreto de los cristianos con forma de pez.

primeros

7.Encuentro de personas que interactúan y conviven con otras, formando tejidos sociales influyentes. 9.Acción de salir al encuentro con el otro. 11.Acción de poner ánimo misionero en el corazón de las gentes.

2. Opción del IMC perteneciente a una población originaria de cierto territorio. 3. Acción de poner sol en el corazón de los otros. 6. Continente insular donde los Misioneros de la Consolata aun no tienen presencia. 8. Territorio selvático extendido por nueve países, lugar de amplia acción de los misioneros de la Consolata en Colombia. 10. Inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo.


Centro de Misión y Culturas

El Centro de Misión y Cuturas - CMC, en Modelia - Bogotá, está coordinado por un Equipo interdisciplinar de Animadores Misioneros, inspirado y guiado por el Discípulado Misionero, comprometidos en la animación de “Otro Mundo Posible”.

Propuesta Te ofrecemos nuestros servicios de manera presencial (bioseguridad garantizada) y virtual.

Nuestros servicios

Animación de la Catequesis Pastoral Juvenil Voluntariado Misionero Acompañamiento Vocacional Retiros Convivencias

Formación Laical Jornadas pedagógicas Escuela de padres Formación Misionera Club Infantil Eucaristías

Para: Colegios Parroquias Comunidades Religiosas Empresas Familias

Conoce, Cotiza y Contrata Contacto: amjv@consolataandina.org / 3103129304 / 3204218869


Beato José Beato José Allamano Espiritualidad Misionera

Oración

Dios de la vida, Padre maternal. Fuente fecundante de felicidad camino, verdad y vida para la humanidad. Saliste de ti y viniste entre nosotros, María te acogió y aceptó tu plan: ser la madre de tu Consolación, consoladora, con el Otro Consolador. José Allamano, sacerdote italiano, la encontró en Turín ¡Tú serás la Fundadora y yo el fundidor! Trato hecho, alianza fecunda: una Familia Misionera al servicio de tu misión. Los Hijos y amigos de la Consolata y José Allamano, portadores de la verdadera Consolación: tu Hijo, te pedimos la gracia de la Canonización católica de nuestro Bienaventurado Fundador.

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@ConsolataColombia DIMENSIÓN MISIONERA | 40 | FEBRERO - ABRIL 2018

Allamano


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