Revista Fraternidad Vol. 11

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Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 1 Breves de la curia Decreto de cambios y nombramientos 34 Historias de vida Mario Peresson Tonelli, SDB Padre Jaime de Jesús Díaz Castañeda 32 Centenario del cardenal Mario Revollo Bravo 19 Seab 60 años del Colegio Parroquial Santa Isabel de Hungría 30 Seminaros El corazón de la Arquidiócesis y su equipo formador 24 Parroquias San Marcelino Champagnat Sagrada Familia 17 Detrás del Pastor 4 Conociendo la curia 7 Por las vicarías Cien familias en formación 10 Perfiles Monseñor Alberto Forero Castro 12

La solidaridad entre los sacerdotes

Desde las primeras líneas del Evangelio se lee que Jesús eligió a algunos para estar con él y enviarlos a predicar después. Y a lo largo del ministerio del Señor, estos primeros llamados permanecieron unidos, se dispersaron en los días de la pasión, pero retomaron sus vínculos después de ver al Resucitado. Y siempre juntos emprendieron la misión de llevar la Palabra de Dios a todas las gentes.

Y hasta en el momento de la muerte y del martirio se hicieron uno solo, bien fuera en la entrega sangrienta o en la oración por quienes sufrían la misma suerte de Jesús. Esta primera comunidad apostólica fue solidaria, fraterna, unida. Y fue así por mandato de Jesús, quien oró por su unidad. Pero también lo fue por comu nión de propósitos, por lo enorme del reto evangelizador, por los mil peligros que acompañaron los primeros momentos del anuncio del Evangelio a los israelitas y a los gentiles. En este tema, la comunidad apostólica también es modelo para la vida de los ministros de la Iglesia.

En los obispos y sacerdotes del clero diocesano existe una vaga idea de que su estado natural es la soledad, la autonomía total, la independencia de toda otra per sona y de cualquier circunstancia condicionante. Sin embargo, a medida que se desarrolla la vida ministerial se va descubriendo la importancia grande de vivir en plena comunicación, comunión y solidaridad con los hermanos obispos y sacer dotes. Y esto en el campo pastoral y apostólico. También en la misma condición humana, necesitada de amistad, confianza y apoyo. Y no menor es la necesidad en temas materiales, económicos y también cuando llegan los momentos de fragilidad como la enfermedad, la vejez, la crisis vocacional, el cansancio. Resulta de la mayor importancia que tanto los obispos como los sacerdotes comprendan esta dimen sión de la necesidad que se tiene de los demás, de sus hermanos en el ministerio, de los amigos y por supuesto de la propia familia.

Son múltiples las ocasiones que tienen los sacerdotes de ejercer su solidaridad efectiva. Quizás la primera sea en la oración de unos por otros y en la hermandad eucarística. También se ejerce y crece la solidaridad en la sincera amistad sacerdotal vivida cada día, acrecentada en los acontecimientos importantes de la vida. Se hace más fuerte cuando alguna necesidad grande toca a las puertas de cada uno y se hace necesaria una mano amiga, un reemplazo, unos pesos, un buen escucha. Con frecuencia la solidaridad se manifiesta en forma de descanso, de paseo, de almuer zo, de vida cultural. Y siempre debería estar activa cuando el luto se presenta en personas cercanas a los sacerdotes. Y no menos importante será para la vejez, ese fantasma que agobia al clero diocesano en muchas ocasiones y que todavía busca respuestas, y definitivas, para alejar temores y tristezas. Pero, insistamos, lo impor tante es aprovechar cada momento para que los obispos y los sacerdotes se hagan solidarios en toda ocasión unos con otros.

Hoy en día, las circunstancias en que se ejercen los ministerios sagrados, hacen aún más necesaria y recomendable la solidaridad sacerdotal. Son tiempos de cues tionamientos, de incertidumbre, de dudas profundas, de indiferencia. Un sacerdo te, un obispo, respirando continuamente ese ambiente puede caer fácilmente en un sentimiento de soledad y hasta de falta de sentido. En ocasiones, el iniciar las labores de una parroquia nueva, o estar a cargo de una que está despoblándose, o en aquellas que solo hay personas de paso y también en las que el trabajo es agobiante, la cercanía de los hermanos ordenados es de la mayor importancia. En fin, un clero solidario es un cuerpo lleno de vida y pronto a dar razón de su vocación. Sacer dotes y obispos caminando juntos, unidos por la fe, hermanados por la misión, apretujados por las necesidades y retos, constituyen una bellísima imagen del deseo inicial de Jesús de que todos sean uno, como el Padre y Él lo son. Aboguemos, pues, porque en el clero de la arquidiócesis der Bogotá, la solidaridad sea una virtud, un modo de existir y la mejor muestra de que se ha entendido bien lo que Jesús quiso desde el inicio para sus apóstoles y discípulos: una comunidad fraterna, solidaria, donde a nadie le falte lo necesario para ser y vivir felizmente.

Editorial 2 - Fraternidad - Julio de 2019

La teología del medio ambiente se toma el Templete

El Templete Eucarístico Vínculo de Amor es el espacio per fecto para encontrarse con la naturaleza y sentir el llamado para cuidarla, por eso el Encuentro Anual para animar a los voluntarios, cuidadores y gestores del medio ambiente se reunió allí.

Oikos es un mimo enamorado de la creación que en sus ra tos libres es el diácono Alirio Cáceres, ingeniero químico y padre de la ecoteología en la arquidiócesis de Bogotá. Entre ambos citaron, congregaron y dirigieron el encuentro anual de amantes de la creación el Templete, ese mismo hermoso edificio lleno de historia, cultura y arte, que pertenece a la parroquia Santa María del Cenáculo, cuyo párroco es el in cansable padre Luis Ángel Cuenca.

Al menos diez representantes de cada vicaría atendieron la convocatoria en la que se hizo una “oda” al agua, por lo que ella significa en la vida biológica y espiritual, luego se reunie ron en torno a un mapa de su vicaría para ubicar las cuencas de sus ríos e identificar los problemas que le aquejan. Final mente, pusieron en la mesa las soluciones, ya como propues tas o como proyectos que se van desarrollando.

LaudatoSi’ y el servicio al mundo

En la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia tuvo lugar el Seminario LaudatoSi’ y el servicio al mundo, en el que participaron los más importantes pensadores del tema ecológico en Latinoamérica.

El cardenal Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S.J., arzobis po de Huancayo, Perú; monseñor Jaime Mancera, Vicario de la Dimensión Social de la Evangelización de la arqui diócesis de Bogotá; el profesor Eduardo Gudynas, consul tor e investigador de temas ambientales; el padre Francisco de Roux, de la Comisión de la Verdad; el señor Jaime Díaz

de la Corporación Podion; la doctora Claudia Lücking Mi chel de AGH brindaron su saber y su experiencia, además de la esperanza cristiana por una vida y un trato ético a la naturaleza y el medio ambiente.

El cardenal Barreto es conocido como el cardenal de eco logía, por su compromiso con el cuidado de la Casa Co mún y el Medio Ambiente, es el delegado del CELAM para el Sínodo de la Amazonia, expuso con gran pedagogía el compromiso cristiano sobre el cuidado de la vida.

Otro expositor fue el investigador uruguayo Eduardo Gudynas, quien habló sobre la ética en el desarrollo minero energético, el impacto violento del extractivismo en el Me dio Ambiente y la degradación de la Tierra. La complicidad de los gobiernos corruptos que han permitido cualquier tipo de desarrollo y de interpretación de la ciencia en la búsqueda del dinero abundante, fácil y rápido. F

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Notas arquidiocesanas
Detrás del Pastor "El Señor ha sido grande conmigo, porque me ha permitido servir a la Iglesia en muchos frentes" 4 - Fraternidad - Julio de 2019

En la Sala Blanca del Palacio Arzobis pal, en un ambiente de arte e historia, el señor cardenal Rubén Salazar res pondió a la entrevista de Fraternidad.

Fraternidad (F): Al terminar su ser vicio en el CELAM, como Presidente, cuéntenos sobre esa experiencia, co menzando por algo muy general, ya que muchas veces no se sabe qué es el CELAM.

Señor Cardenal Rubén (SCR): CE LAM es la sigla para Consejo Epis copal Latinoamericano, se añade y del Caribe, puesto que el Caribe no es propiamente Latinoamérica; espe cialmente lo que es el Caribe anglófo no y francófono.

Congrega a veintidós conferencias episcopales, que son las que existen en esta zona. Son todos los países de esta zona y de las Antillas Mayores; de la Antillas Menores es una sola con ferencia episcopal. ¿Por qué Consejo Episcopal?, ahí empieza lo que hay que precisar. No es una Conferencia Episcopal, porque a veces dicen que el CELAM es la Conferencia Episcopal

de América Latina, pero no, no lo es. Es un Consejo; es un organismo que tiene como miembros a los Presiden tes y delegados de las conferencias episcopales para decidir los apoyos fundamentales que la Iglesia latinoa mericana y del Caribe necesita para cumplir su tarea de evangelización.

Es fundamentalmente un apoyo a la tarea de la Conferencias Episcopales.

(F): Eminencia, ¿de qué año a qué año presidió el CELAM?

(SCR): Durante cuatro años. Del 2015 al 2019. Acabo de entregar la presidencia.

(F): ¿Qué percepción le queda del es tado de la Iglesia, hoy en día, en Amé rica latina?

(SCR): La situación es como siem pre, no fácil de definir, porque hay elementos sumamente positivos, pero al mismo tiempo hay problemas serios, graves. Yo pienso que el prin cipal reto que tiene la Iglesia en este momento en América latina y el Ca ribe es el de llegar con una auténtica evangelización a la gente.

Nosotros, aunque Aparecida lo ha dicho ya hace doce años, seguimos teniendo una evangelización que po dríamos llamar de conservación; no es lo suficientemente misionera.

Ustedes saben que el papa Francis co, durante todo su pontificado ha insistido muchísimo en la necesidad de una Iglesia en salida… pues bien, eso es lo que nos hace falta hoy en día, creo que es el gran desafío que tiene la Iglesia en América latina. Ser de verdad una Iglesia misionera, en salida. Que vaya, ya Juan Pablo II lo decía en una de sus exhortaciones apostólicas al empezar el milenio, que vaya a los nuevos areópagos, que vaya a todos estos escenarios modernos, a los cuales, sencillamente, el Evangelio no llega.

Ese es el gran reto.

(F): Y qué percepción le queda del estado de la Iglesia católica en Colom bia en el contexto de la Iglesia latinoa mericana.

(SCR): Yo creo que en Colombia hemos hecho y seguimos haciendo esfuerzos muy serios de una Iglesia en salida, pero nos falta muchísimo todavía. Pienso que todavía hay una mentalidad de cristiandad, de pensar que la Iglesia debe ser protegida por el Estado o por las Instituciones, de que la Iglesia tiene que, prácticamen te, conservarse en el estado en el vie ne hace mucho tiempo; le falta más empuje misionero. Le falta más em puje, yo diría, de una cierta pobreza para renunciar a ciertos apoyos que podría estar recibiendo la Iglesia y no me refiero al campo económico, por que ahí nunca hemos tenido apoyo, pero sí ciertos apoyos institucionales.

Ser una Iglesia un poquito más li bre, más profética, más lanzada a anunciar el Evangelio allí donde este no llega.

(F): Eminencia, ¿cuáles considera que fueron sus logros más específicos al frente del CELAM?

(SCR): Bueno… hubo un chiste al final de la Asamblea en la que se eli gió la nueva presidencia, que decía que cuando Rubén llegara al cielo san Pedro diría: “Ay, ya nos llegó el que nos va a reestructurar” (risas). Esa en un poquito mi experiencia. Llegué la Conferencia Episcopal y traté de reestructurarla; a la arquidiócesis de Bogotá he tratado de reestructurarla, sobre todo desde el punto de vista de su capacidad de evangelización y, en el CELAM pasó un poco lo mismo.

Pero cuatro años no son mucho tiempo y apenas fueron suficientes para tomar conciencia de que había que reestructurar y crear al final una especie de propuesta y decir “haga mos borrón y cuenta nueva en el CE LAM”, y eso fue lo que aprobamos en

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Detrás del Pastor

la Asamblea pasada: que el CELAM entrara en un pequeño receso para que, con la ayuda no solamente de la Presidencia que entra, sino de ocho obispos que se eligieron expresamen te se hiciera una reestructuración.

Se dejaron, indudablemente toda una serie de elementos fundamenta les para que se pueda hacer ese tra bajo. Yo pienso que el CELAM ha vivido más como una Conferencia Episcopal que como un Consejo, ha tratado de reproducir las estructuras de las conferencias episcopales y eso ha hecho que en este momento haya un montaje institucional muy fuerte, pero que está en crisis porque se ve que es poco eficaz. No es lo que la Iglesia en América Latina y el caribe necesitan.

(F): ¿Qué concepto tiene el papa Francisco del CELAM, con el cual Us ted ha tenido una comunicación muy amplia sobre esta institución?

(SCR): El Santo Padre es consciente de que el CELAM está pasando por un momento difícil, de comprensión de sí mismo, de su misión, de su ta rea, de su acción, de lo que verdade ramente debe significar para América Latina.

Yo, el año pasado en noviembre, tuve la oportunidad de explicárselo muy claramente, en una audiencia que él me concedió en Roma, habla mos casi una hora, y la mayor parte del tiempo fue sobre el CELAM. El santo padre es consciente de que el CELAM debe entrar en esa reestruc turación. Está muy ilusionado de que se pueda lograr un Consejo que verdaderamente sea mucho más ágil, más eficaz, más apoyo a la evangeliza ción en América Latina.

(F): Señor Cardenal, ¿cuál es el es tado del tema de la nueva sede del CE LAM, que se está empezando a cons truir?

(SCR): Eso tiene dos aspectos que son muy importantes. Primero, el CELAM tenía dos sedes, una en Usaquén, donde estaba toda la parte administrativa, y otra en la Avenida Boyacá con calle 170. Esto creaba una repetición de cosas, personal que ha bía que repetir; pero sobre todo una gran dificultad de articular las dos sedes. Ahora, hace ya ocho años, se aprobó el unificarlas; esto quiere de cir que estaremos en la sede de la 170.

La sede de Usaquén quedará para vender o arrendar… ojalá para arren dar, así el CELAM tendrá unos ingre sos adicionales en pesos colombianos que le permitan el funcionamiento

aquí en Colombia. Ese trabajo no ha sido fácil.

Nos hemos gastado cuatro años en lograr que haya planos viables, el per miso de construcción, y ya, si Dios quiere, se empieza con el acta de ini cio de obras.

Pero ya se ha empezado el trabajo porque había que hacer unas obras de urbanismo y ya están en marcha.

(F): Alguna vez le oímos hablar de unas estrecheces económicas del CE LAM, ¿cuál es el estado actual del Con sejo?

(SCR): El funcionamiento del CE LAM es muy costoso, uno de los as pectos que hay que reestructurar es el funcionamiento, es muy costoso porque tiene una estructura de Con ferencia Episcopal, al hacerlo más dinámico, más ágil y ligera, entonces podrá ser menos costosa. También la unificación de las dos sedes permiti rá disponer de mayor dinero para los planes específicos de apoyo a las con ferencias episcopales en las tareas de evangelización.

(F): Eminencia, ya para terminar, una pregunta de orden personal, Usted tiene una historia con muchos nom bres de lugares como Ibagué, Cúcuta, Barranquilla, Bogotá en la Arquidió cesis, en la Conferencia Episcopal y en el CELAM, el Vaticano en los que Usted ha prestado su servicio pastoral. ¿Cómo se siente hoy en día después de este largo recorrido?

Muchos recuerdos de una vida plena de servicio, podría decirse que en todos los niveles de la Iglesia, desde lo parroquial en Ibagué hasta los dicasterios vaticanos.

(SCR): Me siento realmente muy bien, muy contento. Si miro hacia atrás veo que el Señor ha sido gran de conmigo, porque me ha permitido servir a la Iglesia en muchos frentes. En este momento estamos viviendo un momento interesante en la Arqui diócesis, de empuje, de entusiasmo, de mirar hacia a delante y dispues to a que el Señor me deje todavía el tiempo que Él crea conveniente. F

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Honestidad y ética, premisas contables

Las cuatro profesionales todas son Contadoras Públicas y desarrollan labores puntuales como María Efigenia Garzón, quien es la directora contable. Marcela Vanegas Vargas, tesorera y Mercedes Cueto Torres quien se encuentra como auditora de todo lo relacionado con el SEAB.

La oficina de contabilidad de la arquidiócesis de Bogotá la integran cua tro mujeres profesionales con un gran sentido de responsabilidad frente a su labor, la cual abarca el manejo contable y financiero de la curia, de 300 parroquias y todo el Sistema Educativo Arquidiocesano- SEAB.

Esta oficina de contabilidad analiza y consolida todos los ingresos y gas tos de los 19 colegios y de la Universidad Unimonserrate, enmarcado den tro del Sistema Educativo de la arquidiócesis de Bogotá el SEAB. Una vez revisados los estados financieros, esta oficina genera las observaciones y recomendaciones pertinentes.

Así mismo, a las ocho vicarías episcopales territoriales y a cerca de las 300 parroquias arquidiocesanas. Esta información recogida permite pre sentar informes globales y particulares relevantes, oportunos, concisos, claros y fiables al Consejo Episcopal Arquidiocesano, para que a la vez este consejo, genere las estrategias y toma de decisiones, en cuanto al ma nejo de los recursos de la Arquidiócesis.

Información confiable

Cabe resaltar que en los últimos años se han generado más controles y procedimientos para un mejor y eficiente flujo de la información contable en la curia arzobispal.

La Oficina se rige y acata todas las normas legales y tributarias dando así cumplimiento a lo exigido por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales-DIAN y con otras entidades fiscalizadoras.

¿No le funciona la impresora?

El departamento de Sistemas es el soporte tecnológico de toda la arquidiócesis de Bogotá. No se ocupa sólo de hacer mantenimiento o prestar “primeros auxilios”, tal vez eso es lo más cuotidiano, pero no lo único ni lo más importante

Viviana Bocanegra Arias es la in geniera a cargo del Departamento. Andrés Muñoz Caballero es el téc nico auxiliar. Este reducido equi po mantiene funcionando cuanto equipo se enciende en la Arquidió cesis, también ha creado progra mas especiales para que todo fun cione a la perfección, como el que permite la elaboración y registro de las partidas de bautismo.

La arquidiócesis de Bogotá tie ne unos sitios web y ellos, a su vez, tienen subsitios. Viviana es la en cargada de su funcionalidad, man tenimiento, en algunos casos de su alimentación y, lo más importante, la capacitación para los usuarios con el fin de que los lectores en cuentren actualizado su contenido, caso específico de las páginas de las vicarías y las parroquias.

El departamento tiene la gran res ponsabilidad del manejo de las bases de datos de parroquias, presbíteros, diáconos, comunidades, etc., de ma nera permanente para su actuali zación. Son miles de datos los que se mueven por sus teclados diaria mente. F

Conociendo la curia

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Además de comenzar la historia personal de la salvación con la llamada a la existencia, Dios comunica su ser al hombre a través de la gracia, y es así como la gracia, manifestada en las virtudes, desarrolla a la persona, la humaniza y la perfecciona.

Tadeo Albarracín, Pbro. Doctor en Liturgia

Creer en Dios y creerle a Dios

En controversia con los judíos, a la pregunta de ellos «¿Qué hemos de hacer para obrar en las obras de Dios?" Jesús revela que la obra de Dios consiste en llevar al hombre a creer en Cristo: "La obra de Dios es que crean en el que Él ha envia do" (ver Jn 6, 28.29). Comentando esta expresión de Jesús, san Agustín explica que esta obra de Dios en el ser humano impli ca dos aspectos: creer en Cristo y creerle a Cristo. "Que crean en él, no que le crean. Pero, si creen en él, le creen; en cambio, quien le cree, no cree en Él al instante. De hecho, incluso los demonios le creían, mas no creían en él" (Tratados sobre el evangelio de san Juan, 29, 6). Con base en esta precisión san Agustín advierte que, si bien hay una diferencia entre creer en la existencia de Cristo y creer en Cristo, el acto de fe cristiana implica creer en Cristo, esperar en Cristo, amar a Cristo; de modo que la fe cristiana es inseparable de la esperanza y de la caridad (Sermón 144, 2).

Sobre esta elaboración de san Agustín los escolásticos lle garon a formular las proposiciones: Credere Deum, credere Deo y credere in Deum (Creer por Dios, creer a Dios, creer en Dios). En las cuestiones sobre la moral de la Suma de teología, santo Tomás desarrolla el tema de la virtud de la fe a partir de la noción agustiniana: "creer es pensar con asentimiento" y esta opción lo lleva a sentar que las facultades intelectuales del hombre no deben ser ajenas al acto de creer, pero es la volun tad la que impele al entendimiento para que el acto de creer llegue a ser pensar con asentimiento. Aquino expone que la fe cristiana implica creer por Dios, pues es Dios a quien el pensar con asentimiento busca conocer; creerle a Dios, en el sentido que por la virtud de la fe es como el hombre llega a adherirse a Dios para asentir a las verdades reveladas por Él y finalmente la fe conlleva creer en Dios, en cuanto el entendimiento mue ve a la voluntad a buscar el fin racional reconocido por la fe, que en últimas consiste en participar de la vida de Dios (S Th, II-II, 2,2). De esta manera argumenta santo Tomás que la virtud moral es la base de la existencia moral toda vez que la virtud moral dispone al hombre hacia el fin último. Ya san Agustín había apuntado en esta dirección cuando, al presen tar los mandamientos contenidos en la sagrada Escritura dis tinguió dos tipos de preceptos: unos que mandan cumplir con

ritos o ceremonias y otros preceptos que tienen que ver con la moral; la diferencia está en que el ser humano no puede prac ticar la moral si no es por la gracia (ver El espejo de la sagrada Escritura, Prólogo).

La desconfianza hacia la razón y la autonomía del individuo hacen trasegar nuestra historia por senderos de la ‘posverdad’; en este escenario hay que reconocer un reto para la evange lización en general y para la vida moral de los cristianos, en particular. Un reto que tiene que apasionar a los pastores. Hay que recuperar el ministerio del presbítero en la presidencia de la liturgia superando cierto infantilismo de la fe (el que peca y reza empata) para hacer de la celebración litúrgica un encuen tro de gracia que ayude al creyente a reconocer la obra que Dios viene realizando en él: el cristiano ha sido invitado a par ticipar de la vida divina y este llamado comenzó a concretizar se en la llamada a la existencia, entonces es preciso reconocer, o ayudar a reconocer, la revelación de Dios –su manifestación salvando– en la historia de cada persona. Además de comen zar la historia personal de la salvación con la llamada a la exis tencia, Dios comunica su ser al hombre a través de la gracia, y es así como la gracia, manifestada en las virtudes, desarrolla a la persona, la humaniza y la perfecciona.

Al recordar la tarea primordial de la Iglesia, el papa Fran cisco en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, desta ca que esta manifestación de la salvación en la historia de los pueblos genera procesos de inculturación de la fe que se ma nifiestan de manera privilegiada en la piedad popular como forma de traducir en la vida la fe recibida; sirviéndose de las conclusiones de Aparecida, el papa afirma que la piedad po pular es una verdadera "espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos", que acude a expresiones simbólicas más que a contenidos elaborados por una razón instrumental, motivo por el cual para la piedad popular "en el acto de fe se acentúa más el credere in Deum que el credere Deum" (Evangelii gau dium, 124). Esta puntualización del papa Francisco exhorta a cuidar los procesos mistagógicos para que la celebración de la fe lleve a los discípulos a asumir decididamente el plan de Dios. Una adecuada comprensión del misterio despierta vivos deseos de una vida plena en Dios. F

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mientos juveniles participaron en un encuentro orga nizado por Puente J y realizado en el Seminario Mayor de Bogotá.

El encuentro, llamado de La Liga los Súper Líderes, es un evento orga nizado por Puente J (proyecto Juve nil de la Arquidiócesis), en la rama de los movimientos juveniles de la arquidiócesis de Bogotá, a través del cual se convocaron a varios líderes de diferentes movimientos.

Los jóvenes tuvieron la oportuni dad de vivir varias actividades, re flexionando y entrando en todo lo que es el dinamismo misionero de un líder “Estamos hoy teniendo la oportunidad de revivir todo ese fue go divino esa llama el Espíritu Santo de motivarnos para seguir adelante y sobre todo de articular un solo cuer po, una sola iglesia local de Bogotá con los muchos movimientos llenos de unos carismas espectaculares que tienen mucho para aportar, por eso están llamados hoy a caminar con nosotros”, señaló el padre Edgar Rive ra, quien hace parte de Puente J. Rivera extendió la invitación para los movimientos que no pudieron asistir, y reiteró que son bienvenidos a este caminar de Puente J: “Los movi mientos que no pudieron asistir, son bienvenidos para que juntos sigamos evangelizando, hagamos lío como dice el papa Francisco y nos lancemos a vivir esta experiencia maravillosa en la comunidad de la evangelización unidos todos en una sola Iglesia”. F

En el Colegio San Tarsicio, ubicado al norte de Bogotá, se realizó la primera versión del MeetingFestival (Festival del Encuentro) organizado por la Vi caría Territorial de San Pedro.

Allí, más de 150 estudiantes, pertenecientes a 14 colegios de la zona, parti ciparon de una jornada con diferentes actividades que los invitaron a ser gestores de la cultura del encuentro, a derribar muros y construir puentes, a globalizar la solidaridad y la gratuidad.

El principal objetivo del encuentro fue reconocer el valor de los jóvenes, su protagonismo en el cuidado de la casa común y en el fomento de la cultura del encuentro. Para monseñor Germán Medina, Vicario Territorial de San Pedro esta jornada va acorde con la propuesta del papa Francisco con la juventud “Hemos querido tomar muy en serio la propuesta del Papa a la juventud, cuando él los invita a ser constructores de la cultura del encuen tro. Creemos que los jóvenes son y pueden ser cada vez mejores gestores de esta cultura por eso nuestro festival se llama Meeting Festival es decir Festival del Encuentro”.

Hubo tres momentos fundamentales: el primero de oración, sensibilizando sobre el cuidado de la casa común. Luego, un momento de reflexión sobre la importancia de tejer el puente humano con el fin de acercarse, derribar muros y construir la fraternidad. Para finalizar, hubo un último momen to donde algunos estudiantes de los colegios presentes participaron en un festival de la canción. F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 9

Al encuentro con nuestros jóvenes
La liga de los súper líderes se toma la Arquidiócesis

La Vicaría del Espíritu Santo no tiene un territorio tan amplio, pero sí densamente poblado. Muchas de las parroquias tradicionales del sur de Bogotá, creadas en las décadas del 40 y 50, que pertenecieron a la Unión Parroquial del Sur, que se crearon en medio de grandes y tradicionales barrios, con templo, colegio y coliseo son las parroquias históricas de esta Vicaría. En todo este camino, se ha caracterizado por ser movilizadora de muchos procesos de evangelización, y por construir procesos comunitarios y de desarrollo humano y social encaminados a la población más vulnerable de la ciudad

Por las vicarías episcopales

Cien familias en formación

El proyecto para la evangelización de las familias en la vicaría del Espíritu Santo se desarrolla desde varios ángulos: la formación con base en los principios y niveles propuestos por la Coordinación Arquidiocesana; el itinerario de Alpha; el Instituto para la Familia Juan Pablo II.

Zulma Castañeda es la responsable de la creación y desarrollo de este trabajo evangelizador. Es psicóloga, esposa y madre, lleva ya muchos años vinculada al trabajo pastoral de la familia y encontró todo el apoyo de monseñor Augusto Campos en la vicaría del Espíritu Santo.

El inicio de todo proyecto es formar a los evangelizadores, crear un equipo sólido en la fe, pero también en los co nocimientos. Por eso se empezó con la invitación a unas parejas de diferentes parroquias del territorio vicarial para ser evangelizadas y formadas. De las que iniciaron se quedaron unas 12 que con forman el equipo de formación y apoyo para otras parejas, el segundo grupo, que Fraternidad acompañó en su cena del pasado julio 5 y son nada menos que 90. Un número muy serio de trabajado res en la evangelización de la familia.

Además, el encuentro fue Sui Gene ris, un coliseo adornado como para la celebración de una fiesta matrimonial, bello, acogedor, íntimo. Así como se realizan las cenas Alpha, en cuyo estilo de formación y reflexión se ha basado este proyecto. Noventa parejas que se forman en la fe y en la evangelización de la familia para mayor gloria de Dios.

Del Vicario

Nació en Bogotá, el 23 de agosto de 1958, en el hogar conformado por don Justiniano y doña Isabel; es el menor de cinco hermanos, bachiller del Semina rio Menor de Bogotá. Estudió Filosofía (1976 - 1978) y Teología (1979 - 1982), en el Seminario Mayor de San José de Bogotá. Fue ordenado presbítero para el servicio de la arquidiócesis de Bogotá, el 8 de diciembre de 1982, por el eminen tísimo señor cardenal Aníbal Muñoz Duque. Es licenciado en Filosofía, con especialización en Filosofía Cristiana, de la Pontificia Universidad Gregoria na, de Roma (1986-1988). Adelantó estudios de doctorado en Filosofía en el Instituto Católico de París (1997-2000 y 2002- 2004).

Desde marzo de 2011 es vicario epis copal de la vicaría episcopal territorial de Espíritu Santo y vicario general de la arquidiócesis de Bogotá.

En junio del 2007, es designado cape llán de su santidad Benedicto XVI. Fue director de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús y actualmente perte nece a algunas fundaciones e institu ciones, como representante del Señor Cardenal, como director o miembro de la junta directiva. F las

V.E.T. de Cristo Sacerdote V.E.T. de San José V.E.T. del Padre Misericordioso V.E.T. de la Inmaculada Concepción V.E.T. del Espíritu Santo V.E.T. de San Pablo V.E.T. de Santa Isabel de Hungría V.E.T. de San Pedro
Por
vicarías 10 - Fraternidad - Julio de 2019 VET Espíritu Santo

La paradoja salta a la vista: un país y ciudad llena de injusticias y de violencias de todo género, que se dice cristiana y que nosotros decimos que hemos evangelizado

Dedicar tiempo a lo esencial

Es habitual entre nosotros conversar sobre lo que pasa y acontece no solo en nuestras comunidades, sino también, y con mirada más amplia, sobre lo que pasa en nuestra ciudad, país y mundo.

Hoy día las noticias vuelan y pasan como sentimos pasar el tiempo: velozmente. No acabamos de conversar y seguir una noticia, cuando ya otra se convierte en motivo de atención y de discusión, y así sucesivamente.

Y así, a ese ritmo demoledor e incontrolado, hacemos todo el esfuerzo para cumplir con nuestras tareas evangelizadoras. Como se dice comúnmente: el tiempo no nos alcanza para nada. Y pareciera que menos aún, para reflexionar y orar so bre el sentido más profundo de nuestra vocación y misión. Y es bueno y sano hacerlo. De lo contrario con demasiada facili dad caemos o en la inmediatez o en la desesperanza.

Para mantener presente ante nuestros ojos ese horizonte amplio de sentido, traigamos a la memoria algunas frases del papa Pablo VI de Evangelii Nuntiandi:

La primera: “Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma huma nidad: La finalidad de la evangelización es por consiguiente este cambio interior y, si hubiera que resumirlo en una pala bra, lo mejor sería decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del Mensaje que proclama, trata de con vertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos (EN 18).

La segunda: “Para la Iglesia no se trata solamente de pre dicar el Evangelio en zonas geográficas cada vez más vastas o poblaciones cada vez más numerosas, sino de alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida

de la humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación” (EN 19).

Estas breves pero contundentes afirmaciones no sólo ponen en cuestión modo de acción pastoral de conservación, sino por sobre todo el alcance humano y social de lo que somos y hace mos, más en un país como Colombia, y en una ciudad como Bogotá que nosotros aún consideramos en su gran mayoría católica o de raíces católicas, o por lo menos con influjo del cristianismo. Pues la paradoja salta a la vista: un país y ciudad llena de injusticias y de violencias de todo género, que se dice cristiana y que nosotros decimos que hemos evangelizado.

Las palabras citadas del papa Pablo VI han de suscitar en nosotros preguntas de tipo de sentido y de horizonte y no solo de carácter funcional o instrumental. Aún hoy son repetidas las ocasiones en donde esperamos encontrar la receta mágica que solucione de modo inmediato y sin mayor reflexión lo que nos preocupa en el campo de la evangelización, pero evi tando preguntarnos el por qué y para qué de lo que somos y a lo que estamos llamados.

Con el papa Pablo VI entendemos cada vez que el asunto no es retornar a la cristiandad ni como realidad geográfica, ni po blacional, ni pastoral y mucho menos espiritual. Es abrirnos a horizontes más amplios de sentido, es asumir el Reino de Dios como categoría centrante y crítica de nuestra realidad social y eclesial. Es un llamado a superar el modo “conservador” de ser y de hacer.

Llevamos varios años apostando entre nosotros por un nuevo paradigma de evangelización. Hemos dedicado todos tiempo, estudio, reflexión y oración para asumirlo e interiori zarlo. Es cierto que este es un esfuerzo continuo y al que aún nos falta mucho por hacer. Sin embargo, hay que reconocer con honestidad que nosotros los presbíteros somos uno de los mayores obstáculos para su implementación. Parece que nos falta aún mucho para superar la pastoral de las recetas y asumir la pastoral de las preguntas. Dejamos de irnos por las ramas y asumir lo esencial y fundamental. F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 11 Manuel José Jiménez R. Presbítero

Monseñor Alberto Forero Castro

Hablar con Alberto Forero es siempre una cátedra, a veces de arte, de historia, de arquitectura, de restauración… pero siempre de vida.

Perfiles 12 - Fraternidad - Julio de 2019

Monseñor Alberto es bogotano, ya cumplió 59 años, es hijo de Pablo Fore ro y Beatriz Castro. Estudió en el Insti tuto Tecnológico del Sur (1976 - 1981), Filosofía en la Universidad de la Salle (1982 - 1985) y Teología en el Semi nario Mayor de Bogotá (1986 - 1989). Licenciado en Ciencias Religiosas con énfasis en Catequesis y Educación Se xual (1997 - 1998) de la Universidad Gran Colombia. Magíster en Adminis tración y Supervisión Educativa (1999 - 2001) de la Universidad Externado de Colombia. Ordenado presbítero el 1 de diciembre de 1990, por el eminentísi mo señor cardenal Mario Revollo Bra vo, para el servicio de la arquidiócesis de Bogotá.

Inició su servicio pastoral siendo diá cono en Jesús Amor Misericordioso en 1989, vicario parroquial en Santiago Apóstol en 1990 y párroco en Madre y Reina del Carmelo en 1991, templo que construyo con tesón, amor y puso a prueba todo su saber en el diseño; miembro de la Comisión de Pasto ral Sacerdotal arquidiocesana, miem bro del Consejo Presbiteral, miembro de la Junta Directiva de la Fundación Instituto Tecnológico del Sur y canci ller de la Curia Arzobispal en el 2000;

delegado arzobispal con funciones de Vicario General de la Arquidiócesis de Bogotá en 2004, miembro de la Junta Directiva, secretario de la Fundación El Catolicismo y miembro de la Junta Di rectiva de la Fundación para la Solida ridad Buen Samaritano en 2005, rector de la Fundación Instituto Tecnológico del Sur en 2007, párroco en la Sagrada Familia, director ejecutivo de la Fun dación Instituto Tecnológico del Sur y nombrado en octubre de 2013 por el señor cardenal Rubén Salazar Gómez como Vicario Episcopal de la Vicaría Episcopal Territorial San Pablo.

Siendo canciller emprendió la res tauración del templo de San Juan de Dios, conocido popularmente como de San Judas Tadeo, tal como lo hiciera Domingo de Petrés siglos antes. Con la construcción y ampliación de la Carre ra Décima se hacía necesaria esta inter vención.

Como primer vicario de San Pablo decidió hacer una sede pensada desde

lo estético y funcional, pero sobre todo una sede sustentable, amable y con fu turo, el mejor sitio de reunión y servi cio a los párrocos y fieles.

Cuenta monseñor Alberto Forero que el origen de la creación de la Vi caría de San Pablo se debió a la gran extensión de la vicaría de San José; era ya imposible hacer un adecuado acom pañamiento espiritual y pastoral a los presbíteros, a los fieles y a las comuni dades religiosas de este territorio, que abarcaba el páramo de Sumapaz, Usme, los municipios del Oriente de Cundi namarca, las localidades de Rafael Uri be Uribe, Tunjuelito

Hay 34 parroquias en este territorio vicarial, que formaban parte de San José y el Espíritu Santo. Entre ellas está la parroquia de San Pedro de Usme, que ya cumplió 300 años, y otras históricas como Santa Lucía, El Divino Rostro y San Judas Tadeo, otras son de reciente creación, muy jóvenes y en proceso de consolidación.

Monseñor Forero recibió las comunidades parroquiales y se empeñó en darles el mejor sitio de reunión y servicio a los párrocos y fieles, diseñó un moderno, bello y funcional edificio proyectado al futuro, para que sirva por muchos años. F

una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 13 Restauración de patrimonio arquidocesano de San Juan de Dios, capilla de la vicaría.

La nostalgia suele ser una trampa, mientras el tiempo sigue transcurriendo y el mundo, transformándose. La propuesta del Evangelio no es la descripción de una época ni un modelo social único, sino una permanente profecía respecto al mundo presente y una invocación al Reino.

Las trampas de la nostalgia

Un fantasma recorre nuestras parroquias: el integrismo. Cada tanto como párrocos escucha mos sotto voce y en proclama comentarios contra el papa actual, la apertura a ciertos problemas pastorales y sociales y la necesaria adaptación de nuestra liturgia a la evolución de la cultura. En un momento u otro, vemos que nuestros fe ligreses, afectados por la opinión de grupos o lí deres “iluminados” se dejan llevar por el anhelo (muchas veces creado) de revivir tipos religiosos del pasado o expresiones devocionales que tienen más de concentración de poder que de búsquedas espirituales de conversión y evangelización.

Y justamente allí radica uno de sus mayores in convenientes: fuera del daño psicológico y moral que puede hacer todo esto, el llamado a la Iglesia a la evangelización de todos los pueblos puede verse frustrado por la cerrazón y la terquedad. La Iglesia no vive para ella misma: existe para permitir que el Evangelio llegue a la vida de todos y esto sólo es posible con la actitud de apertura y diálogo que indicó el Concilio Vaticano II.

La nostalgia suele ser una trampa, mientras el tiempo sigue transcurriendo y el mundo, transfor mándose. La propuesta del Evangelio no es la des cripción de una época ni un modelo social único, sino una permanente profecía respecto al mundo presente y una invocación al Reino (Mt 6,10). No hay ni habrá forma cultural que case perfecta mente con el Evangelio, porque el Espíritu sobre pasa toda concreción humana y nos guía libre mente hacia la Verdad plena (Jn 16,13-15), que no es propiedad de este mundo ni de sus siglos.

El integrismo no es, en realidad, una postura in telectual o religiosa, sino un miedo al camino que debemos recorrer en la actualidad. Es una debili dad de temperamento que nos lleva al refugio y la evasión, sin enfrentar el justo reclamo a dar razón

de nuestra esperanza (1Pe 3,15). El integrismo es, en verdad, la forma más obtusa de ignorar el man dato del Señor de proclamar el Evangelio a todas las gentes, cerrando así las puertas del Reino, al que tampoco nosotros quisimos entrar.

La vía de resistencia a esta lamentable tenden cia integrista está en la formación teológica y en la educación espiritual de nuestras comunidades. Allí donde hay inteligencia de la fe y una celebra ción consciente, activa y fructuosa (SC 11) de los Sacramentos como médula de la existencia cris tiana, nace la libertad del Espíritu y se consolida el rostro de una Iglesia abierta y madura, capaz de hablar al mundo con propiedad y mostrar un testimonio de grandeza de ánimo y verdadera bon dad.

Para tener en cuenta, una cita del beato John Henry Newman (1801-1890):

Aún no he descrito del estado de debilidad extrema que genera el don bendito de la paz en los cristianos imprudentes. Estos se vuel ven no solo temerarios en el conocimiento de los caminos de Dios sino excluyentes por su exceso de confianza. No les gusta que contra digan sus opiniones y, en general, se apegan singularmente a ciertas ideas que ellos han desarrollado. Se les olvida que los hombres somos, como mucho, alumnos en la escuela de la Verdad Divina y que también ellos de berían estar aprendiendo, y que pueden es tar seguros de la verdad de su credo sin que haga falta una seguridad parecida en puntos de la religión que son opinables. Encuen tran que es mucho más cómodo, mucho más agradable para la indolencia del hombre, de jar de buscar y creer que no hay nada más que encontrar. Una fe auténtica está siempre alerta y a la busca, con ojos y oídos despier tos en busca de señas del querer divino, ya hable a través de la naturaleza o de la gracia (Sermones parroquiales/3. Madrid: Encuen tro, 2009, 119). F

Martín Gil, Pbro. Párroco en Santa Gema Galgani
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Una verdadera comunidad es aquella que se hace misionera

El seminario estuvo dirigido a to dos los miembros de los movimien tos, asociaciones y comunidades laicales pertenecientes al Consejo de Laicos de la Arquidiócesis de Bogotá -CLAB, espacio de formación convo cado y apoyado por el Centro estraté gico de comunión y participación de la arquidiócesis de Bogotá, la coordi nación de vida laical arquidiocesana y la junta directiva del CLAB.

Con la Sagrada Eucaristía presidida por monseñor Jorge Humberto Ace vedo en la Basílica Menor de Nuestra Señora de Lourdes se dio inició este seminario que giró en torno a las en señanzas desarrolladas por el forma dor, padre Fidel Oñoro.

Es necesario que la comunidad se congregue para escuchar la Palabra de Dios. Debe Anunciar la Palabra de Dios. Debe alabar la Palabra del Señor, la alabanza es un signo y una actitud de fe. Y, finalmente, debe di fundir la Palabra del Señor. F

En el auditorio de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Lourdes, el pasado sábado primero de junio, se realizó el seminario de actualización bíblico teológica, a cargo del padre eudista Fidel Oñoro, como formador invitado.

El padre Fidel, doctor en Biblia, entre otros estudios, resaltó que toda comunidad debe estar centrada en la Palabra de Dios, ya que se necesita anunciarla, difundirla y entregarla, ya que la comunidad debe ser misionera

El padre Oñoro se refirió al dina mismo que contiene la Palabra de Dios: “Servir la Palabra es narrar la obra de Dios. El evangelio es una his toria que transforma todas las histo rias de vida”, enfatizó.

Si no hay transformación de las personas, no hay evangelización, ni conversión de la comunidad. Expli có el padre eudista. La Palabra de Dios tiene un dinamismo. Y, ¿cómo se sirve la Palabra de Dios? A través de la narración y ésta es una acción que conlleva a la evangelización que

Cenizarios

La parroquia Cristo Rey dispone de una bella cripta con cenizarios para la venta. Mayor información en el despacho parroquial: Transversal 18 No. 96-90 Teléfono: 2579144

no es otra cosa sino contar la historia de Dios para que la historia del que la escucha, se transforme. Sin embargo, la misión nos convier te en signos de contradicción, porque habrá unos que crean y otros que no crean. El misionero tiene una iden tidad: ser luz y ser salvación. Habló además de la actitud frente al fracaso, cuando la comunidad no da frutos o no crece, entre otros apartes de sus enseñanzas cargadas de mensajes cla ros y, por supuesto, de conocimiento de la Palabra y sabiduría Divina. F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá -
Notas arquidiocesanas
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Parroquias

Las parroquias bogotanas

Trabajando por el bienestar de la comunidad

La parroquia San Marcelino Cham pagnat hace parte de la Vicaría Episco pal de San José y se encuentra ubicada en la localidad de Usme, al sur orien te de la ciudad, en el barrio Alfonso López.

La parroquia inició la labor evangeli zadora y de carácter social con el padre Pablo José Tovar Arias, continuando el trabajo que otros sacerdotes habían iniciado anteriormente en el sector.

Siendo vicario parroquial de San Ata nasio, en el barrio Yomasa, el padre Tovar empezó su labor pastoral en el sector en l998, formando la comuni dad con proyección hacia la creación de una parroquia, comenzando con la construcción de la casa cural, cuya obra terminó en el año 2000, y conti nuando con la construcción del templo parroquial.

La parroquia fue erigida el 2 de fe brero de 2000, bajo el patrocinio de San Marcelino Champagnat, por los vínculos que el padre Tovar tenía con la comunidad de los Hermanos Maris tas, y con motivo de la canonización de San Marcelino en el año 1999. La obra culminó en el año 2002, y fue consa grada el 16 de agosto de 2003 por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, siendo Vicario Episcopal de la Zona de San José monseñor Jaime Pinilla Monroy.

Actualidad

Actualmente, la parroquia cuenta con 14 sectores habitados por unas 20 mil per sonas y su párroco es el padre Luis Alfonso Canedo. La parroquia mantiene un trabajo fuerte en evangelización con varios grupos establecidos como la pastoral juvenil, la legión de María y un grupo misionero, entre otros.

Así mismo, la labor social en el sector es grande, se realiza un trabajo con 250 fa milias venezolanas, las cuales ya están censadas, y se hace un acompañamiento y atención con mercados. Con la Fundación Acción contra el Hambre se trabaja conjuntamente dando un subsidio para el arriendo. Hasta el momento se han be neficiado 50 familias

Por otro lado, con el programa Canas Doradas, se atiende a un grupo de personas de la tercera edad en terapia ocupacional. La parroquia también acoge a un con junto de familias del sector, se les brinda un mercado y se realizan visitas especia les de acompañamiento.

Con el mercado campesino, que se inició hace pocos días, se motiva a la comuni dad a adquirir los productos que se ofrecen. En esta actividad también se adhirie ron varios microempresarios del sector.

Además, según el padre Canedo, se iniciará un programa de donación de refrige rios a varios niños de familias que habitan en un sector de invasión. Allí, con varios voluntarios de la parroquia se repartirán los alimentos de lunes a viernes. F

El padre Luis Alfonso Canedo es un cucuteño ordenado para los padres redentoristas, pero desde el 2011 está trabajando por la dignidad de sus hermanos en la arquidiócesis de Bogotá, a través de diferentes compromisos pastorales, tanto parroquiales como en la coordinación de la dimensión social, con migrantes y desplazados.

16 - Fraternidad - Julio de 2019

La vida de la Sagrada Familia

La historia de esta tradicional parro quia bogotana empieza con el nombre y la presencia de un gran pastor: mon señor Sebastián Bonjorn Sales, misio nero español que llegó a esta ciudad hacia el año 1964, movido por una de sus corazonadas, las cuales le hicieron dedicar su vida a la juventud, la fami lia y la ancianidad, mejor dicho, a la vida. Monseñor Sebastián de la nada sacó el Instituto Tecnológico del Sur, la parroquia y dos ancianatos.

El párroco actual, el padre Carrillo, hace memoria de Bonjorn, pero no se queda allí, con la permanente presen cia de su equipo de trabajo, los padres Pedro Luis Arias Durán y Andrés Fe lipe Arias Leal, ha desarrollado una pastoral misionera que lo lleva tra bajar con la familia, cómo no, si es la

patrona de su parroquia; los jóvenes a través del colegio y los mayores desde los hogares “La casa nostra” en la sede de Bogotá y la de Chinauta.

El Tecnológico, que es uno de los me jores colegios de Bogotá, calificado A+ por las pruebas Saber, tiene 2.300 estudiantes, que con sus familias, empleados y maestros conforma una gran fuerza, tanto para recibir las pas torales, como para ser punta de lanza del testimonio de la evangelización. También los más de 200 ancianos, la mayoría muy enfermos y solos, que son objeto del amor, la pastoral más importante, luego bien el cuidado de la salud y la fe.

Las comunidades religiosas presen tes en la parroquia son las Misioneras de María Mediadora y las Siervas del Santísimo y la Caridad, comunidad fundada por una tía de la Madre Laura, santa Laura Montoya.

Como buen pastor, el padre Carri llo recibió con tiempo y paciencia a Fraternidad, la llevó por su territorio parroquial, por el templo, el hogar ge riátrico, el colegio y habló de una de las realidades pastorales nuevas, la funeraria, debido a que este sector se ha poblado de este necesario servicio, la parroquia y sus padres brindan con suelo, apoyo espiritual y reúnen a los deudos una vez a la semana en torno a la eucaristía. F

El padre José del Carmen Carrillo ha sido el párroco de la Sagrada Familia por más de cinco años, también rector del Instituto Técnico del Sur. Entre sus sueños pastorales -que se van realizando- vale resaltar el trabajo del equipo de liturgia, los coros y la música con lo que se ha resaltado de manera especial lo bello de la celebración eucarística.

Parroquias

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 17

Centenario del cardenal Mario Revollo Bravo:

humanitario, generoso y de maravilloso humor

Para la arquidiócesis de Bogotá hablar de Mario Revollo es hacerlo de uno de sus más queridos pastores, tan discreto como grande.

De su historia

El pequeño Mario nació en Géno va, Italia, donde don Enrique Revo llo del Castillo -su padre- era cónsul, barranquillero él y casado con doña Soledad Bravo Arbeláez (sobrina nieta del arzobispo Vicente Arbe láez). Ingresó al Seminario Menor y allí terminó el bachillerato. Cuando entró al Seminario Mayor, su familia pensaba que lo hacía para acompañar a su hermano, pero él era el llamado, así que terminó sus estudios básicos y viajó a Italia, que ya no era la mis ma de su infancia. Tanto así que fue ordenado en 1943, en medio de la Segunda Guerra Mundial.

Poseedor de una personalidad ge nial, profunda, de buen humor –fa moso por sus apuntes, ácidos a veces, siempre oportunos y muy cachacos-, tranquilo, “jamás lo vi alterado”, dice monseñor Suescún, y profundamen te humanitario, cualidad esta que lo llevó a crear una de las obras con más visión en Bogotá, la Fundación de Atención al Migrante –FAMIG.

Ya en Bogotá, en ejercicio de su pres biterado, fue llamado por el arzobispo Concha para dirigir el histórico perió dico arquidiocesano, El Catolicismo. Estuvo 17 años al frente, haciendo del semanario un periódico moderno, beligerante, si se quiere, con rotativas propias y un análisis permanente de la realidad nacional, así como de la actua lidad de la Iglesia universal; informó juiciosamente sobre uno de los hechos históricos más importantes: El Conci lio Vaticano II. Eso mismo hizo que se precipitara su cierre. Los comentarios de un sector preconciliar del clero de jaban percibir una división del presbi terado bogotano y el arzobispo prefirió sacrificar el periódico. Pero ese ejerci cio le sirvió para meterse el país, sus problemas y posibles soluciones en la cabeza. Apenas para quien sería obispo, presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal de la Iglesia.

Fue nombrado como arzobispo de Bogotá el 25 de junio de 1984 y se ro deó de jóvenes obispos que le dieron un importante impulso a esta Iglesia particular, con nuevos bríos e ideas y, finalmente con la preparación del sí nodo arquidiocesano. Él, que siempre dio testimonio de los valores cristianos, siendo un gran imitador de Jesús y un ejemplo para la familia y el país no po día dejar a esta Iglesia caminando pa ralela a la realidad socio cultural, tenía que insertarla en el tejido social.

Sobre el Sínodo

“Él decidió hacer el sínodo de la ar quidiócesis de Bogotá y los obispos au xiliares nos dedicamos colaborar con él

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en la preparación. Fue una época muy rica, de mucha reflexión. Desafortuna damente se prolongó, a mi parecer, mu cho tiempo” (Exmo. Sr. Fabio Suescún Mutis).

El secretario del sínodo fue el padre Germán Isaza Vélez. Y la presenta ción y convocatoria llevó por nombre “Anuncio”, así a secas. El padre Isaza, en la Revista Theologica Xaveriana 49, presentó así el contenido del sínodo:

“Ante el riesgo de perder el contacto con la realidad circundante y por tanto de marchar en un camino paralelo pero no convergente con el de los hombres de hoy, a quienes la Iglesia debe llevar el mensaje de salvación, en la arquidióce sis de Bogotá fue convocado un sínodo. Su propósito fue responder pastoral mente, por fidelidad al Señor y al hom bre de hoy, con la participación de to dos los que estuvieran en capacidad de hacerlo, a los desafíos que la estructura y la cultura de la metrópoli plantean a la comunión y misión de la Iglesia”.

Desde el 17 de noviembre de 1989 hasta el 9 de julio de 1998 se desarro lló el sínodo, el cual quería “sentar las bases de una verdadera renovación de acuerdo con las enseñanzas y directivas del Concilio Vaticano II, en cuya com prensión y asimilación debemos com prometernos”.

La visita papal

Juan Pablo vino luego de un año es pantoso para nuestra historia. Se lla maron los días blancos… un contraste para esa historia tan oscura de atenta

dos, muertes, secuestros, y hasta desas tres naturales.

Su llegada a Bogotá, el 1° de julio de 1986, fue cuidadosamente planeada. Saludó desde el balcón de la casa ar zobispal, y tal vez miró sin querer ver las ruinas del Palacio de Justicia. “Es urgente reconstruir y hacer más prós pera y más justa vuestra nación”, dijo entonces papa.

El cardenal Revollo, hombre de paz, ya hacía lo suyo en las incipientes comi siones de paz y de “notables”, buscando que respetasen la vida de los secuestra dos, que volvieran al seno de sus fami lias, en una de las más convulsas épocas de nuestra historia abogando por la vida y la libertad de los secuestrados por el Cartel de Medellín… siempre con la mayor discreción y la mayor eficiencia

“La distensión que estos diálogos produjeron sirvió para llegar a la solu ción consistente en la entrega incondi cional de los secuestrados de Medellín y, muy posteriormente, a la de Pablo Escobar. La autoridad de su eminencia, el cardenal, sirvió en todo momento para dirimir nuestras divergencias in ternas. Aun cuando autoridad no es, tal vez, la palabra apropiada. Era su poder de persuasión y la claridad de su pen samiento sobre la situación por la que atravesaba Colombia lo que le permitía unificar criterios y obtener resultados inolvidables para quienes nos benefi ciamos con su consejo.

Lo extraordinario de todo este episo dio fue la discreción con que procedió en tan disímiles circunstancias. Para

quienes lean el libro de García Márquez (Noticia de un Secuestro, GGM 1996) será una sorpresa, una revelación, el papel del más alto jerarca de la Iglesia colombiana en la mediación que con cluyó al rescate de los secuestrados que, con excepción de doña Diana Turbay, regresaron sanos y salvos a sus hogares sin haber tenido que pagar el consabi do tributo a los criminales” (Alfonso López Michelsen, El Tiempo, en la muerte del cardenal Revollo).

La casa del migrante

Preocupado por el desplazamiento de perseguidos por la violencia, que ataca a los más débiles siempre desde todas sus esquinas, creó la Casa del Migrante. Hoy es una de las fundaciones más sólidas de la Arquidiócesis y que más ayuda ha prestado a propios y extranjeros.

A lo largo de la historia, FAMIG ha atendido a los desplazados internos, ya que Bogotá ha sido siempre destino esperanzador. Hoy en día el FAMIG cuenta con cuatro centros de apoyo.

El rescate patrimonial

Además de todo su empeño pasto ral, empezó el rescate patrimonial de la Arquidiócesis, labor encomendada a monseñor Juan Miguel Huertas, quien recogió las obras de arte abandona das, perdidas, olvidadas y dañadas, colecciones maravillosas restauradas a tiempo y de las que hoy se puede orgu llecer todo bogotano.

Días antes de su muerte le fue entre gada la Cruz de Boyacá, como agrade cimiento sincero por todo lo hecho por el país, en su casa y como siempre, den tro la más grande discreción. F

Algunos datos Jun. 1919 Oct. 1943 Dic. Feb. Pamplona Jun. Bogotá Jun. Ag. Nov.

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 19
Fecha Edad Evento 15
Nacimiento 31
24 Ordenación Presbiteral 2
1973 54 Ordenación Episcopal 28
1978 58 Nombramiento en Nueva
25
1984 65 Arzobispo en
28
1988 69 Creado Cardenal 13
1994 75 Retiro Emérito 3
1995 76 Fallecimiento

En cinco minutos

El CEPCAM abre sus puertas

El Centro de Estudios Pastorales Car denal Aníbal Muñoz Duque brinda formación teológico-pastoral con cur sos de educación no formal para reli giosos, laicos y agentes de pastoral al servicio de la Iglesia arquidiocesana. Ofrece las instalaciones para retiros, convivencias, eventos, seminarios em presariales y reuniones de trabajo. Allí también funciona la parte administra tiva de la vicaría episcopal territorial Padre Misericordioso y es la sede del diaconado permanente desde hace más de 20 años.

Calle 119 con carrera 5a, en la localidad de Usaquén.

¿Por qué ellos y no yo?

La expresión del papa Francisco es la frase bandera de la campaña arqui diocesana para recordar y ayudar a los hermanos privados de libertad, a tra vés de la compra de un bono para un kit de aseo.

En este mes de agosto, en cada una de las 300 parroquias bogotanas, se encontrarán los bonos de la Funda ción Caminos de Libertad a un costo de $12.000. Se beneficiarán cerca de 18.000 personas de las cuatro cárceles que hay en Bogotá, La Picota, La Mode lo, la cárcel de Mujeres el Buen Pastor y Distrital.

Escapulario del Carmen, amor y devoción

Durante todo el año hay demanda de escapularios, trabajo que realizan en algunos momentos del día las quince hermanas que viven actualmente en el monasterio San José, en Usaquén. Son hermanas de diferentes edades y que proceden de diferentes regiones del país. La confección de escapularios, para fomentar la devoción y el amor a la Virgen María, se realiza durante todo el año. En el monasterio San José, cada una de las hermanas tiene asig nada la realización de una parte del escapulario, aunque todas saben con feccionarlo de principio a fin.

Santa María Goretti reúne a sus pastores

En la fiesta patronal de Santa María Goretti, en el templo a ella dedicado, en el barrio La Castellana de Bogotá, su párroco, monseñor Álvaro Vidales, propició un grato encuentro de su co munidad con el señor cardenal Rubén Salazar y los párrocos anteriores.

En 1966, el arzobispo de Bogotá, car denal Luis Concha Córdoba, erigió la parroquia dedicada a Santa maría Go retti en el norte bogotano, para atender una población que cada vez buscaba estar más lejos del centro de la ciudad.

Teleamiga, el buen hijo vuelve a casa

El padre Juan Guillermo García Álva rez, de fuertes nexos con Teleamiga, ha vuelto a ser nombrado capellán en ese canal de televisión, propiedad de la Universidad La Gran Colombia. Los directivos han vuelto a reconocer a la Iglesia, al Papa y a la jerarquía arqui diocesana como legítimas autoridades eclesiales.

También volvió la Eucaristía de cara al pueblo y en lengua vernácula, presidia por el padre García, todos los días a las 12:30 p.m.

¡No la bote, por favor!

Según un estudio realizado por el De partamento Nacional de Planeación (DNP), en el país se desperdician 9,76 millones de toneladas de alimentos al año, es decir que, por cada 3 toneladas de comida disponible en Colombia, una va a la basura

Según cifras publicadas en la Encues ta Nacional de Situación Nutricional, el 54% de los hogares viven en inse guridad alimentaria y 3,2 millones de colombianos se acuestan con hambre.

Juan Carlos Buitrago es el director ejecutivo de ABACO, líder en la lucha contra el hambre y salvar a los alimen tos de ir a la basura en nuestro país. F

20 - Fraternidad - Julio de 2019

Si el modelo inspirador de la catequesis en general es el catecumenado y este fue estructurado en función de los adultos que decidían hacerse bautizar, debíamos comenzar por el reto de la catequesis de adultos.

Reflexiones

Pedro Manuel Salamanca Mantilla, obispo auxiliar

La apuesta por la iniciación cristiana y las apuestas de la iniciación cristiana

Uno de los diez proyectos fundamentales de nuestro plan lleva por nombre Comunidades que inician en la fe. Este es, sin duda, un proyecto absolutamente decisivo para el futuro de nuestra la bor evangelizadora. Si bien es cierto, son necesarias las acciones específicamente misioneras para atraer a la fe a los no creyentes o alejados y, si bien es cierto, la iniciación no es el final del proceso, sin ella carecen de sentido las primeras y se vuelven insustanciales las acciones de formación permanente de la fe.

¿Qué sentido tendría suscitar el interés por la persona de Cristo si luego no le damos a la gente lo necesario para que es tructuren su adhesión al Señor y asuman el estilo de vida pro pio de los discípulos de Jesucristo? ¿Cómo sostener la fe si no ha llegado a su maduración básica por medio de la iniciación cristiana?

En la Arquidiócesis hemos hecho apuesta por la iniciación cristiana y al hacerla hemos hecho otras como criterios para promover su renovación.

La apuesta por crear mentalidad. Cuando se habla de renova ción de la catequesis muchos esperan rápidamente nuevas car tillas. Nosotros quisimos comenzar por crear una mentalidad nueva, conscientes de que necesitábamos cambiar el chip y en tender que más que nuevas cartillas, requeríamos de una nueva forma de entender y vivir la iniciación como un proceso amplio a cuyo servicio está la iniciación cristiana. Por eso se redacta ron, publicaron y socializaron las orientaciones arquidiocesanas para la iniciación cristiana.

La apuesta por una iniciación cristiana inspirada en el mo delo catecumenal con toda su riqueza bíblica y simbólica y con la sabia pedagogía de sus etapas marcadas por escrutinios y en tregas. Si queremos encontrar en el catecumenado de adultos una inspiración para todos nuestros procesos catequísticos, en tonces, tenemos que renovar el catecumenado que se realizaba en las distintitas vicarías episcopales territoriales. Así lo hemos comenzado a hacer con resultados muy valiosos: formación es pecífica para catequistas acompañantes del catecumenado, ra dicación del catecumenado en las parroquias y participación de la comunidad parroquial en sus diversas etapas, etc.

La apuesta por la comunidad cristiana como sujeto de la ini ciación cristiana. Es la comunidad la que inicia y esto significa

que no es posible delegar la iniciación cristiana a un catequista que entra en contacto con las personas, sin favorecer la relación viva de los catequizandos con la comunidad cristiana y la inser ción paulatina en las formas y estilos de vida propios de quienes hemos hecho adhesión por la persona de Cristo. La comunidad debe acoger a las personas interesadas en adherirse a Jesucristo y participar en la vida de la Iglesia, debe, además, contagiarlos con su alegría, con su espíritu de piedad, con su fraternidad y sentido de la solidaridad. Esto significa escuetamente que sin renovación de nuestras comunidades difícilmente tendremos renovación de la iniciación cristiana.

La apuesta por comenzar el proceso de renovación de la ca tequesis por la de adultos. Si el modelo inspirador de la cate quesis en general es el catecumenado y este fue estructurado en función de los adultos que decidían hacerse bautizar, debíamos comenzar por el reto de la catequesis de adultos. Además la flo ración de diversas experiencias kerigmáticas como los retiros de Emaús, Alpha o Juan XXIII y tantas otras, comenzaron a dejar una serie de personas entusiasmadas por la fe cristiana y con la necesidad de darle continuidad al camino iniciado. Se dise ñaron entonces unos itinerarios y se prepararon acompañan tes para la iniciación cristiana de adultos, algunas parroquias han comenzado a formar grupos para realizar este itinerario, se están revisando los manuales del primer año de itinerario. El desafío aquí está en aprovechar los subsidios sin dejar de lado el espíritu de renovación que los ha inspirado y en mantener la oferta, pues son programas de ejecución continuada; no basta proponerlos una vez…

La apuesta por la superación del modelo de la catequesis pre sacramental para niños y jóvenes en función de una catequesis al servicio de la iniciación cristiana. Aspiramos a que los niños y jóvenes vivan procesos de formación en la fe tan adecuados para ellos y tan permanentes que no sea en un futuro necesa rio hacer una catequesis específica sólo para “hacer la primera comunión” o la confirmación, sino que de acuerdo con la ma durez que la persona vaya alcanzando se sienta llamada a dar los pasos sacramentales de su camino de iniciación cristiana. Mientras caminamos hacia este ideal, queremos ir renovando nuestras catequesis y para ello se publicó la caja de herramien tas que ha venido inspirando propuestas que han enriquecido nuestras actuales catequesis pre sacramentales.

El proceso está en marcha, no nos privemos de participar en él y de hacerlo ocasión para la renovación de nuestras comuni dades. Sumémonos, lo que hacemos cuenta F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 21

Iglesia en obras

Alegría y fiesta

para niños y adolescentes de la Fundación San Antonio

En 1894 nace la Obra del Niño Jesús, donde su objetivo fue amparar a la infancia y la juventud en condición de pobreza y enseñarles un oficio para su subsistencia. Esta aventura se inició con tan solo 12 niños y niñas, haciendo alusión a los 12 apóstoles, los cuales Monseñor Manuel María Camargo llamado el “Apóstol de la Caridad”, acogió para brindarles abrigo y oportunidades de mejorar su calidad de vida.

En 1894 nace la Obra del Niño Jesús, donde su objetivo fue amparar a la infancia y la juventud en condición de pobreza y enseñarles un oficio para su subsistencia. Esta aventura se inició con tan solo 12 niños y niñas, haciendo alusión a los 12 apóstoles, los cuales Monseñor Manuel María Camargo llamado el “Apóstol de la Caridad”, acogió para brindarles abrigo y oportunidades de mejorar su calidad de vida.

Cerca de 5.000 niños y adolescen tes que hacen parte de la fundación San Antonio celebraron con alegría, diversión, música y juegos los 125 años de labores de esta obra de la Iglesia católica en Bogotá.

Esta labor, que comenzó en el año 1894 bajo la iniciativa de monseñor Manuel María Camargo, es hoy una sólida institución, fiel a los principios de su fundador: ofrecer atención in tegral a los niños y adolescentes más necesitados de la ciudad de Bogotá brindando protección, mecanismos de inclusión, prevención, educación y capacitación para la vida.

La Fundación San Antonio, en tema de servicios educativos forma les, cuenta actualmente con el Gim nasio Manuel María Camargo, donde se educan 1.150 niños, el colegio está ubicado en el barrio San Antonio, al sur de la ciudad.

Así mismo, en educación informal trabaja desde el año 2003 con el pro grama “Redes” en 12 Centros Redes, escuelas para el acompañamiento del tiempo libre de los niños y adoles centes con espacios de reforzamiento escolar, de formación y recreación fuera del horario escolar. Se trabaja con niños entre 5 y 17 años, que vi

ven en barrios marginados al sur de Bogotá y en el municipio de Soacha. Haciendo historia

Monseñor Manuel María Camar go fue el gestor de la Fundación San Antonio, que anualmente acoge más de 5.500 niños en sus programas de atención integral. Su efectiva gestión se ha logrado gracias a la orientación de la Arquidiócesis de Bogotá, sus di rectivas y colaboradores de la Obra.

Gracias a un trabajo transparente, comprometido y apasionado, cada vez son más los niños que sonríen en Bogotá. Nuestros programas de educación formal, aprovechamiento del tiempo libre y de cooperación in terinstitucional siguen buscando for talecer el capital humano más impor tante de nuestra ciudad: la infancia y la juventud.

La Obra no termina y el legado que nos dejó Monseñor Manuel María Camargo nos sigue inspirando a tra vés de cada niño y cada niña, para nunca olvidarnos de nuestra misión y recordar que aún nos faltan muchos más por ayudar.

Belén, allí comenzó todo

El programa Redes empezó con un comedor para poder ayudar a niños con la alimentación, poder superar las cadenas de pobreza y entregar una

22 - Fraternidad - Julio de 2019

formación en valores, cristiana y aca démica, mejorando su calidad de vida.

Actualmente, este punto de Belén hace parte de los 12 centros del pro grama Redes que se encuentran dis tribuidos en Bogotá y el municipio de Soacha. Allí se brinda alimentación a los niños en la mañana y en la tarde, hay asesoría académica, refuerzo es colar, clases de música, arte, danza, deporte y tecnología con el objetivo de que los niños desarrollen habilida des diferentes.

Así mismo, el centro cuenta con servicios de psicología, servicio social y trabajo social a través de los cuales, tanto los niños como sus familias, pueden recibir orientación y asesoría para mejorar los esquemas de educa ción y crianza.

Laura Buitrago es quien lidera el programa en este centro y explica el impacto que tiene el programa en los niños y jóvenes “El impacto que tiene el programa Redes es muy alto, debido a que los niños que nosotros atendemos son niños vulnerables, el conocer y el permitirles desarrollarse en otras áreas ayuda a que los niños puedan superar las cadenas de po breza y puedan a salir adelante en sus deberes académicos”.

Los niños pueden ingresar desde los 6 años hasta los 17 y durar en el pro grama el tiempo que ellos deseen. F

Tercera edición de la revista Faro

En el Aula Magna de la Universidad Santo Tomás de Aquino se realizó el lanzamiento del tercer número de la revista Faro. Iniciativa creada por el Observatorio arquidiocesano de evangelización.

En el evento participaron sacerdo tes, diáconos y laicos. Entre los invi tados especiales asistieron los obispos auxiliares de la arquidiócesis de Bo gotá, monseñor Pedro Salamanca y monseñor Luis Manuel Alí. Así mis mo, monseñor Juan Álvaro Zapata, vicario episcopal de Cristo Sacerdote y monseñor Julio Solórzano vicario episcopal de San José, monseñor Jai me Mancera director del Centro de Dimensión Social y monseñor Ceci lio Raúl Berzosa, obispo emérito de Ciudad Rodrigo, España.

El evento estuvo divido en tres mo mentos, el primero fue el saludo de monseñor Pedro Salamanca; el se gundo, copado por los comentarios del padre Edwin Vanegas, rector del Seminario Conciliar de Bogotá y Ale jandra Fierro, doctora en Filosofía de la Universidad de Navarra, España. Ellos hicieron una lectura previa del tercer número de la Revista Faro.

El cierre estuvo a cargo de mon señor Daniel Delgado, director de la Revista, quien presentó oficialmente a todos los asistentes la tercera edi ción.

Monseñor Delgado no pudo con tener la alegría por el lanzamiento de

la revista “la sensación que tengo en este momento es de alegría mater na, porque de verdad que producir un documento de esta calidad, con esta profundidad, gestarlo con tanto tiempo y con tanto esfuerzo, implica mucho el trabajo, la dedicación de horas y horas de esfuerzo”.

La revista tiene dos líneas funda mentales, la primera es la investiga tiva en torno a la juventud, con varias colaboraciones, y la segunda línea es basada en Diálogos en la Ciudad, conversatorios realizados a lo largo del año por el Observatorio Arqui diocesano de Evangelización.

Así mismo, explica monseñor Del gado, los lectores van a encontrar “Un espacio sobre la Conferencia de Me dellín, la corrupción y el cuidado de la casa común. Hay unas entrevistas a dos mujeres comprometidas con el trabajo contra la corrupción, que ayudan mucho y alegran todo este diálogo, todo este lenguaje que a ve ces es un poquito fuerte y pesado en las investigaciones”. F

Notas

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 23

arquidiocesanas

El corazón de la Arquidiócesis y su equipo formador

Este nuevo equipo forma a los futuros presbíteros de Bogotá, En gativá y Facatativá

Desde que se fundó el primer se minario, por Fray Luis Zapata de Cárdenas en el 1581-segundo pas tor de la Arquidiócesis-, el Semina rio conciliar ha sido cuna de fieles pastores anónimos, famosos, hu mildes, insignes, e incontables obis pos para el servicio de la Iglesia en Colombia y el mundo y, el equipo de formadores ha sido siempre pilar fundamental.

El equipo actual está de tiempo completo dedicado a la formación sacerdotal inicial para seminaristas y atiende no solamente la arquidió cesis de Bogotá, sino también, a las diócesis de Engativá y de Facatativá.

El padre Edwin Vanegas, rector del Seminario Conciliar de Bogo tá y miembro de la Comisión de Formación Permanente del Clero,

nos presenta su equipo de trabajo y los lineamientos que actualmente se están realizando para la formación inicial de los seminaristas.

Las etapas de esta formación son, explica el padre Edwin Vanegas, las siguientes:

El año propedéutico es el año in troductorio que se realiza con una dinámica y una pedagogía particular muy propia para lo que significa el inicio de la formación.

La etapa disculpar, que corresponde al ciclo filosófico. Son dos años en los cuales se adelantan estudios filosófi cos en la base, pero también un año llamado de inserción que es una ex periencia que tienen los seminaristas en las parroquias para perfeccionar, sobre todo, la decisión vocacional.

La etapa configurativa, que corres ponde al ciclo teológico, son cuatro años en los cuales ya se profundiza

en el tema teológico y en la configu ración propiamente dicha con el mi nisterio sacerdotal.

Explica el padre Vanegas que al fi nal de esos cuatro años los semina ristas viven un año que se llama de síntesis vocacional “En una mayoría de los casos, si el proceso ha venido regular, coincide con el año del dia conado y luego ya podríamos estar pensando en la ordenación presbite ral, donde los jóvenes se incorporan a la vida total del presbiterio”.

El padre Vanegas recalca del pro ceso y el camino que recorre el se minarista “Lo importante es saber que cada uno de los seminaristas van marcando su proceso, no solamente académico sino un proceso integral, por eso se observa toda la madurez de la vida en las cuatro dimensiones para poder así tener una respuesta más adecuada a la vocación sacerdotal

Seminario Mayor 24 - Fraternidad -

Quienes son los formadores

Padre Edwin Raúl Vanegas Cuervo. Nació en Bogotá D.C., el 21 de mayo de 1975 y fue ordenado para la arquidiócesis de Bogotá el 4 de diciembre de 1999. Es licen ciado en Teología con Especialización en Teología Fundamental en la Pontificia Universidad Gregoriana. Ha realizado cursos de Pastoral Vocacional en el Institu to Teológico Pastoral para América Latina – ITEPAL y, de Ética Social Cristiana en Alemania con Adveniat – Konrad Adenauer Stiftung; participó en el XXXIV Curso Latinoamericano para Formadores de Seminarios Mayores (Luján, Buenos Aires, Argentina 2013) y es candidato a doctor en Teología en la Universidad Pontificia de Comillas en España. Es el Coordinador de la Formación Permanente en la arquidió cesis de Bogotá y de la Pastoral Vocacional y miembro del Consejo del Diaconado Permanente.

Monseñor Alejandro Díaz García. Presbítero de la arquidiócesis de Bogotá, nacido en esta ciudad el 1° de junio de 1974 y ordenado el 4 de diciembre de 1999. Es licen ciado en Teología con Especialización en Teología Moral de la Pontificia Universi dad Gregoriana de Roma, especialista en bioética y doctorado en Teología Moral de la Pontificia Academia Alfonsiana de Roma. Es el secretario académico, coordina dor de Vida Académica y Director Espiritual. Acaba de integrarse al equipo de for madores, luego de su servicio en el Vaticano en el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

Padre Germán Humberto Barbosa Mora. Ordenado presbítero el 2 de diciembre del 2000 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz, originalmente para el servicio de la arquidiócesis de Bogotá, siendo párroco en la zona pastoral de la Sagrada Eu caristía, al convertirse esta en la diócesis de Engativá, quedó incardinado en ella. Licenciado en Teología con Especialización en Teología Moral en la Pontificia Uni versidad Gregoriana de Roma, teólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana y doctor en Teología Moral de la Pontificia Universidad Gregoriana. Es el delegado de la diócesis de Engativá para la formación y promoción vocacional, coordinador de la Vida Pastoral. Desde enero de 2017 es Formador del Seminario Conciliar de Bogotá.

Padre Mauricio Andrés Fontalvo Florián. Ordenado presbítero el 28 de noviembre de 2009 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz y desde mayo de 2012 es for mador del Seminario. Teólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, participan te en el XXXIII Curso Latinoamericano para Formadores de Seminarios Mayores (Santo Domingo, República Dominicana, 2012) y licenciado en Teología con Espe cialización en Teología Moral. Es el secretario del Consejo de Formadores, director del propedéutico y coordinador de vida espiritual.

Padre José Edilberto Palacios Corzo. Santandereano de Ragonvalia, ordenado presbítero el 19 de diciembre de 1996 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz y desde mayo del 2012 es formador del Seminario Conciliar de Bogotá. Licenciado en Teología de la Pontificia Universidad Javeriana y magíster Teología de la Uni versidad Pontificia Bolivariana y participante en el XXXIV Curso Latinoamericano para Formadores de Seminarios Mayores (Luján, Buenos Aires, Argentina 2013). Ecónomo del seminario, encargado de la comunidad de comunicaciones, Director Espiritual y Coordinador de la Vida Comunitaria. F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 25

Verdadera conversión del corazón Notas arquidiocesanas

En la celebración de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, que se conmemoró en la Iglesia católica el 28 de junio, el llamado fue a la verdadera conversión del corazón y a unirnos a la jornada mundial de oración por la santificación de los sacerdotes

Solemnidad que también se vivió en la Catedral Primada de Colombia, donde con lleno total, ferviente devo ción y por supuesto unión fraternal, fueron llegando quienes decidieron reunirse para esta solemnidad ante el sacrificio eucarístico y el rezo del san to rosario, a las 12 del mediodía.

En esta ocasión, la Sagrada Eucaris tía fue presidida por el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Bogotá, mon señor Luis Manuel Alí, y concelebra da por monseñor Germán Medina Acosta, vicario episcopal territorial de San Pedro y el padre Edwin Vane gas, rector del Seminario Conciliar de Bogotá.

Y, no era para menos, esta celebra ción del Sagrado Corazón, también se realizó en unión por la Jornada Mun dial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, por su ministerio, y por su corazón. “Jesús nos mira, nos ama y nos espera”, escribió el papa Francisco quien destacó también en esta solemnidad: que Jesús es “todo corazón y todo misericordia” e invitó

a los sacerdotes a “hacer memoria del don recibido y redescubrirlo de ma nera nueva, para compartir las fatigas y los gozos del ministerio pastoral”.

Y fue parte también de la reflexión que monseñor Luis Manuel Alí reali zó en la homilía.

El promover esta devoción corres ponde más que nunca a tener espe ranza en nuestro tiempo y se funda menta, según el pensamiento del papa Francisco, en dos motivos, principal mente: Los elementos esenciales de esta devoción “pertenecen de manera permanente a la espiritualidad propia de la Iglesia a lo largo de toda la his toria”, pues, desde siempre, la Iglesia ha visto en el Corazón de Cristo, del cual brotó sangre y agua, el símbolo de los sacramentos que constituyen la Iglesia; y, además, los Santos Padres han visto en el Corazón del Verbo en carnado “el comienzo de toda la obra de nuestra salvación, fruto del amor del Divino Redentor del que este Co razón traspasado es un símbolo par ticularmente expresivo”.

Tal como afirma el Vaticano II, el mensaje de Cristo, el Verbo encar nado, que nos amó “con corazón de hombre”, lejos de empequeñecer al hombre, difunde luz, vida y libertad para el progreso humano y, fuera de Él, nada puede llenar el corazón del

Amar al Amor Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostró su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del mismo, salía una cruz.

hombre (Gaudium et spes 21). Es de cir, junto al Corazón de Cristo, “el co razón del hombre aprende a conocer el sentido de su vida y de su destino”. Nuestro país consagrado al Cora zón de Jesús

Cabe recordar que Colombia fue consagrada al Sagrado Corazón de Je sús, el 22 de junio de 1902, acto que se llevó a cabo en la Basílica Menor del Voto Nacional, construido a petición de todos los colombianos pidiendo el fin de la Guerra de los Mil Días, por iniciativa, del arzobispo de entonces, Bernardo Herrera Restrepo.

Es así como la Iglesia católica, dedi ca el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, para que los fieles veneren, honren e imiten más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas, a través de su co razón. F

26 - Fraternidad - Julio de 2019

Entre los desafíos que debemos asumir a la hora de decidir ser una Iglesia en salida, una parroquia en salida, una capellanía en salida, un creyente en salida en medio del mundo contemporáneo, está precisamente el de recuperar la dimensión social que atraviesa todos los aspectos de la vida de la fe y del compromiso evangelizador; la caridad, como corazón de la fe.

Ser una Iglesia en salida por el anuncio y el servicio de la caridad

“Ser una Iglesia en salida” es una expresión que recoge los anhelos de conversión y renovación que muchos sienten a la hora de pensar en la relación de la Iglesia con el mundo con temporáneo. Una expresión que nos remite, tanto a la necesi dad de implementar una acción misionera que proponga la fe en Jesucristo de forma creativa y audaz en medio de las trans formaciones que vive la experiencia religiosa, como a la forma ción, proyección y desarrollo de la solidaridad y el compromiso con la construcción de la sociedad que debe caracterizar a todo discípulo misionero y a la comunidad eclesial en su conjunto.

Sin duda el mundo ha cambiado y nos ha costado trabajo aceptar, comprender, saber interpretar esos cambios para saber replantear nuestro lugar como comunidad de discípulos misio neros en este nuevo mundo, que nace todos los días, impulsado sobre todo por el desarrollo de las tecnologías y la globalización. Pero esos cambios sí nos han afectado en la comprensión y vi vencia de la fe; nos han enriquecido de muchas maneras, pero también han generado mal interpretaciones o tergiversaciones de aspectos centrales de nuestra experiencia de seguimiento del Señor Jesucristo, como por ejemplo la visión individualista e in timista de la fe que se propaga en muchos espacios, que oculta e invisibiliza la vida de comunión, la dimensión social intrínseca que contiene el Evangelio, como lo ha señalado el papa Francis co en varias ocasiones.

Por tanto, entre los desafíos que debemos asumir a la hora de decidir ser una Iglesia en salida, una parroquia en salida, una capellanía en salida, un creyente en salida en medio del mundo contemporáneo, está precisamente el de recuperar la dimensión social que atraviesa todos los aspectos de la vida de la fe y del compromiso evangelizador; la caridad, como co razón de la fe.

La caridad es fundamentalmente un movimiento en salida hacia los otros, para buscar su bien, su crecimiento, su desa rrollo integral como Jesucristo lo vivió desde su misma encar nación. Un movimiento primero hacia quienes están en las periferias del sufrimiento, de la pobreza, de la vulnerabilidad, pero también un movimiento hacia el trabajo comunitario, hacia la construcción del bien común, hacia la participación en los espacios de nuestra vida social, para buscar con otros una convivencia en paz, un desarrollo integral para todos, el cuidado de la casa común.

Particularmente, ante este desafío, las comunidades parro quiales están llamadas a ser una escuela de la caridad, un espa cio donde se aprenda la alegría del construir la vida sirviendo a los otros, a los más débiles, a quienes sufren, así como donde se aprende a vivir la fe como fermento de transformación de la sociedad, de acuerdo con el proyecto del Reino.

Podemos pensar que ese aprendizaje del compromiso so cial llega sólo después de una adhesión al Señor Jesucristo, y que por tanto será necesario trabajar primero en el anuncio y dejar para adelante el compromiso social. Pero no hay que olvidar, que la primera acción misionera es la presencia y testimonio de la caridad (cf. AG 11-12). Una caridad efectiva por parte de los creyentes es el primer anuncio que atrae y hace significativo todo el quehacer evangelizador. Por tan to, más que discutir qué va primero, se trata de desarrollar conjuntamente ambas tareas: un primer anuncio vigoroso y renovado, y un compromiso con la justicia y la solidaridad que dé testimonio del valor de la fe. Ambas tareas convocan nuevos miembros para la comunidad y consolidan los pro cesos de conversión, y hacen posible llegar a ser una Iglesia en salida. F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 27 Monseñor Jaime Mancera Casas. Vicario Episcopal de Evangelización

Notas

Revitalizando la acción pastoral de la Iglesia

En la Catedral Primada de Bogotá se congregaron todos los caminantes que han realizado el retiro de Emaús, en una eucaristía presidida por el se ñor cardenal Rubén Salazar Gómez.

Antes de esta, en el auditorio del Colegio San Bartolomé, se reunieron cerca de 100 rectores y coordinadores parroquiales del retiro de Emaús.

El objetivo de este encuentro fue congregar a los coordinadores y rec tores de los retiros de Emaús para te ner un fraterno diálogo y animarlos en su importante tarea evangeliza dora en la Arquidiócesis “nos encon tramos para animarnos mutuamente en el servicio, en la tarea que todos tenemos en orden a la promoción de este ministerio, de este carisma parroquial en la Iglesia y a la edifi

cación de nuestra arquidiócesis de Bogotá”, dijo monseñor Pedro Sala manca obispo auxiliar de la arqui diócesis de Bogotá y quien estuvo presente en el encuentro.

Además, para monseñor Salaman ca estos retiros han contribuido a revitalizar las parroquias “Es muy importante que el retiro, como expe riencia de Iglesia, se incorpore cada vez más al dinamismo evangelizador de la Arquidiócesis y por eso nos reunimos, no solamente hoy sino periódicamente, para recordarles cuáles son las orientaciones de la Ar quidiócesis para el retiro de Emaús”.

Posteriormente, se celebró la euca ristía en la Catedral Primada, presidi da por el señor cardenal Rubén Sala zar Gómez, con todos los caminantes de Emaús y sus familias.

Con la Catedral completamente llena de caminantes de Emaús, el Señor Cardenal, durante su ho milía, recordó la importancia de la fuerza que el Señor nos brinda en la eucaristía “Nos reunimos cada año con todos aquellos que han participado en los retiros de Emaús y que se han integrado en la vida de sus parroquias, para vi vir allí todo el proceso de ser discí pulo del Señor y misioneros de su amor en el mundo. Que el Señor nos permita vivir este encuentro fraterno con Él y con nuestros hermanos y que nos permita ce lebrar esta eucaristía, para que ustedes lleven a sus familias y a sus parroquias esa nueva fuerza que el Señor nos da, que es el es píritu mismo de Dios que viene a nosotros para transformarnos y purificarnos. F

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arquidiocesanas 28 - Fraternidad - Julio de 2019

En imágenes

Año 1929. Procesión de Corpus en El Ocaso. Monseñor José I. López da la bendición con el Santísimo Sacarmaento. F

60 años del Colegio Parroquial Santa Isabel de Hungría

Historia

El entonces señor cardenal Crisanto Luque Sánchez, arzobispo de Bogotá, se gún el decreto 96 del 5 de noviembre de 1953, erigió canónicamente la parroquia de Santa Isabel de Hungría, en el centro de la naciente urbanización del barrio Muzú, y nombró como su primer párro co al padre Luis Valenzuela, quien ejerció su ministerio sacerdotal por cinco años entregándose abnegadamente por el ser vicio a su comunidad.

En 1958, quedó a cargo de la parroquia el padre Manuel Estévez Bretón, ya que el padre Luis Valenzuela se había tenido que retirar por enfermedad. Él, siendo coadju tor del padre Valenzuela, soñaba con fun dar un colegio que respondiera a las nece sidades de los niños y de las familias que se asentaban en la nueva urbanización.

Ya a cargo, inició con la construcción de un pequeño colegio hecho de unas casas de lata y teja que se tenían como cam pamento cuando se construyó el templo parroquial; de esta manera comenzó la obra educativa oficialmente el 3 de fe brero de 1959.

Cuando fue nombrado el padre Pedro Abel Amaya, en octubre de 1980, y quien estaría al frente de esta obra por 23 años, se empeñó en construir la segunda eta pa del edificio de bachillerato y un nue vo edificio para alojar a los estudiantes de primaria; en el año 1988 inaugura la sección del pre-escolar para que los niños de esta etapa tengan un espacio adecuado que responda a las necesidades que exi gían los tiempos.

Con la llegada de la tecnología y de los medios audiovisuales, se vio en la obliga ción de construir un edificio de informá tica y audiovisuales que con orgullo en tregó a la comunidad educativa en el año 1989.Bajo la gestión del padre Amaya, se ve la urgencia de construir un Coliseo que tenga la capacidad de más de 2.500 personas, no solo para el Colegio sino como una necesidad del sur de la ciu dad y la Arquidiócesis, que no contaba con escenarios para actividades de gran envergadura. Por ello, decide construir el Coliseo Parroquial llamado Centro de Cultura, Fe y Recreación el cual es entre gado a la comunidad en el año 2001.

Como sexto párroco fue nombrado, por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáe nz, el padre Daniel Arturo Delgado desde el 4 de agosto de 2003 hasta el 26 de oc tubre de 2010. En su gestión, el Colegio alcanza los más altos reconocimientos como el Premio Iberoamericano a la Ca lidad Educativa, el Galardón a la Exce lencia y alcanzó el nivel muy superior en las pruebas saber ICFES. Diseñó y desa rrolló el edificio Bodas de Oro en la cele bración de los 50 años de labor educativa

Con casi 2.000 estudiantes en la actualidad, el Colegio Parroquial Santa Isabel de Hungría, se convierte en un pilar importante en educación evangelizadora para la arquidiócesis de Bogotá
Sistema Educativo de la A rquidiócesis de Bogotá
30 - Fraternidad - Julio de 2019

de la parroquia. Un edificio con espacios de lectura, reflexión e investigación, con oratorio, laboratorios y la biblioteca.

Desde diciembre de 2018, el señor ar zobispo Rubén Salazar Gómez, nombró párroco y rector del colegio a monseñor Jorge Humberto Acevedo, quien continúa con esta obra de fe y educación cristiana en la arquidiócesis de Bogotá.

Actualidad

Actualmente, el Colegio cuenta con casi 2.000 estudiantes, en preescolar, primaria y bachillerato, y por quinto año consecuti vo se ubica en el nivel muy superior en las pruebas SABER ICFES.

Por su parte, monseñor Acevedo quiere continuar con los proyectos de sus ante cesores y cumplir con la misión funda mental de una institución educativa de la Arquidiócesis “Pienso que estamos en un buen tono como no solo con la alegría de celebrar 60 años, sino que también tene mos unas expectativas muy interesantes, cumpliendo metas y proyectos de admi nistraciones anteriores y también hacien do que el Colegio cumpla la misión que le

corresponde como institución educativa de nuestra Arquidiócesis”.

Además, dado que el Colegio está en comunión con todos los criterios y linea mientos del SEAB (Sistema Educativo de la arquidiócesis de Bogotá), se pretende continuar todos los proyectos en las dis tintas gestiones que se solicitan, como en la parte administrativa, académica y de evangelización, que es la columna verte bral del trabajo.

Para monseñor Acevedo, un proyecto fundamental es la construcción de un nuevo edificio junto al coliseo. Allí, se podrá contar con nuevos salones de lú dica, arte y de tecnología “este año tam bién queremos realizar una construcción nueva, que monseñor Casas, desde el año pasado dejó en trámite la licencia, con la expectativa de que tengamos unos nue vos salones que nos darían mayor capaci dad para prestar servicios sobre todo en la parte lúdica, artística y tecnológica”.

También, en la parte académica se tie ne como objetivo para el año 2021 ser un colegio bilingüe, proyecto que se em pezó a trabajar con monseñor William Casas desde enero del 2014

Celebración de sus 60 años

La celebración inició desde el 3 de febrero “haciendo alusión a que ese día precisamente, con el padre fundador del Colegio, nosotros iniciamos un trabajo de memoria agradecida, con todos los que han estado aquí: sacerdotes, docentes, padres de familia, estudiantes y autorida des del Distrito que han apoya do la obra”.

Se pretende que la celebra ción será a lo largo del año. El próximo domingo 9 de junio, se realizará el encuentro de las familias del Colegio cuando se tendrá un espacio para conme morar todo lo que ha pasado durante 60 años y lo que está sucediendo. Así mismo, el 17 de noviembre con motivo de la fiesta Santa Isabel de Hungría, habrá tres días de celebración “tendremos tres días para cele brar, para que podamos subra yar algunos aspectos e invitar también algunas personas de la Arquidiócesis, especialmente al señor cardenal Rubén Salazar Gómez que es nuestro pastor y que está muy pendiente tam bién de nuestras instituciones educativas”. F

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 31

Historias de vida Mario Peresson Tonelli, SDB

El padre Mario nació en Mosquera, Cundinamarca, pero igual habría podi do nacer en alguna pequeña ciudad del Piamonte italiano, ya que sus padres, que vinieron a trabajar con los salesia nos, llegaron de allí.

Su vida estuvo marcada por el caris ma de Don Bosco desde que entró al colegio a hacer la primaria. Se destacó por su creatividad y su acento artísti co siempre, pero la lucha la libró por la educación. Sin ella, creía, no habría jamás ni paz ni justicia social.

Fue discreto, sencillo y divertido. Te nía la palabra amable y oportuna. El padre Jorge Enrique Morales, también hijo de Don Bosco y su compañero por muchos años, lo recuerda como un gran innovador, que sorprendía siem pre por el planteamiento y desarrollo de sus clases, pero también de sus pro puestas pedagógicas y conferencias.

Estudió Filosofía en el Filosofado Salesiano (1959) y Teología en la Uni versidad Pontificia Salesiana, Roma (1966). Fue ordenado presbítero el 6 de marzo de 1966 en Roma, –Italia, por el cardenal Luigi Traglia, para el servicio de la Sociedad Salesiana. Doctor en Teología de la Universidad Católica de París (1969) y Licenciado en Ciencias de la Educación de la Pontificia Univer sidad Javeriana (1987).

Su partida, el pasado 30 de abril, deja un gran vacío en la escuela católica y la vida eclesial, ya que fue un apóstol sin gular de la pedagogía cristiana, con sus escritos, ensayos y realizaciones aportó decididamente a la identidad de la es cuela católica.

Mario, como prefería que le llamaran, fue docente e investigador y se destacó en la patrística, la catequesis y la mario logía. Pero su amor por las artes hizo que se crearan las orquestas y bandas sinfónicas salesianas, que en Bogotá son 16, como medio de gozo y de transmi sión cultural, pero también para alejar a la juventud del ocio y de la calle.

Fue Director del Colegio León XIII y del Centro Don Bosco, también Pro vincial de la Comunidad Salesiana.

Padre Jaime de Jesús Díaz Castañeda

Historias de vida

Padre Jaime de Jesús Díaz Castañeda

El padre Díaz tenía 87 años cuando falleció, el 1° de julio, en su retiro de San Petersburgo, en la Florida norteamerica na. Era emérito desde el año 2007.

Había nacido en la población cundi namarquesa de Manta en el hogar de don Joselyn y María de Jesús. Tuvo dos hermanos.

Se educó en Tibirita, allí hizo la pri maria, requisito para llegar al semina rio en donde cursó el bachillerato, Fi losofía y Teología, para ser ordenado presbítero el 6 de diciembre de 1955 por el cardenal Crisanto Luque.

Su ministerio pastoral empezó en Fómeque, en 1956. Después en Santa Isabel de Hungría y en Gachetá.

El padre Jaime fue director espiritual del preseminario en 1959 y director del

Seminario Mayor en 1960; una de sus principales facetas fue la Catequesis y como tal, profesor del Instituto de Es pecialización del Magisterio en el año 62. También fue profesor y capellán en el Instituto Pedagógico y en el Instituto de Religión IPLA.

Su última parroquia fue San Alberto Magno, recién creada en 1969. Sin em bargo, siguió trabajando como director de la Corporación Integral para el De sarrollo Cultural y Social “CODECAL” y como Secretario Ejecutivo de la Co misión de Estudios de Historia de la Iglesia.

Su contemporáneo, el padre Ismael Peña, lo recuerda como un hombre de gran gentileza y simpatía y por la fácil y amable relación con los demás. F

La Arquidiócesis amplía atención a migrantes venezolanos

Por medio de cinco centros, que funcionan aproximadamente hace dos me ses en varias parroquias de la ciudad, la arquidiócesis de Bogotá extiende su apoyo a todos los hermanos migrantes venezolanos que requieren asisten cia prioritaria.

Los cinco centros de atención a migrantes venezolanos funcionan en la pa rroquia Nuestra Señora de los Dolores, (Santa Fe), San Marcelino Champag nat (Usme), Pedro Julián Eymard (Ciudad Bolívar), San Juan Diego (Usa quén) y San Mario (San Cristóbal). En cada una de las parroquias se atienden en promedio a unas 30 familias “Allí se les brinda atención psicosocial, se realizan las visitas domiciliarias, se verifican las condiciones en las que vive la familia y también se les brinda atención, más individual para casos espe cíficos de problemas familiares y personales”, indicó Diego Fernando Loza da, trabajador social y quien se encuentra al frente de esta labor.

El principal objetivo de esta iniciativa es prestar una atención psicosocial a todas las familias migrantes y consolidar en cada uno los centros una red de apoyo “Lo que se busca dentro de cada una de los centros es que se logre consolidar un grupo y encuentren en ellos una red de apoyo, es decir, que la misma comunidad que se conforma, sea el mecanismo de solución para muchas de las situaciones y problemas que encuentran diariamente” afir mó Lozada. El centro que reúne una mayor actividad es el de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, ubicada en el barrio San Bernardo (centro de Bogotá) debido a su ubicación y, además, por la red de apoyo y asistencia que tienen los migrantes en ese centro, gracias a los profesionales que allí se encuentran.

Explica Lozada que debido al alto número de migrantes venezolanos en Bo gotá se tomó la decisión de abrir los cinco centros en estas localidades “Se identificaron los lugares de mayor confluencia de población venezolana en la ciudad, allí llegan porque es más económico el arriendo, los servicios y por otro tipo de cosas llegan a estos territorios, por esas razones se abrieron los cinco centros en estas parroquias”. F

Notas

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 33

arquidiocesanas

Breves de la Curia

Decreto de cambios y nombramientos

El señor cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, ha hecho los siguientes nombramientos, cambios y decretos: Párrocos

Reverendo padre Carlos Arturo Zulua ga Cárdenas, C.J.M., en Jesús y María, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Reverendo padre Eduard Alfredo Rias cos Cárdenas, M.S.C., en San Antonio –Fosca, Vicaría Episcopal Territorial de San José.

Señor presbítero Alejandro de Jesús Olivera Manjarrés, en San Gregorio Magno, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción.

Señor presbítero Carlos Mario Charry Rodríguez, en San Cipriano, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Señor presbítero Edgar Alberto Ga leano Pérez, en María Reina, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmacula da Concepción.

Señor presbítero Faustino Torres Mi llán, en Jesucristo Liberador, Vicaría Episcopal Territorial de Santa Isabel de Hungría.

Señor presbítero Héctor Manuel Quin tero Galvis, en San Valentín de Berrio choa, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.

Señor presbítero Jonathan Jairo Luzar do Martínez, en Jesucristo de Betania, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.

Señor presbítero Luis Alfonso Ciro Montoya, en San Victorino – La Capu china, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción.

Administradores

Parroquiales

Reverendo padre Carlos Arturo Zulua ga Cárdenas, C.J.M., en La Ascensión del Señor, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Señor presbítero Juan Miguel Blandón Ruiz, en El Señor del Monte de Galilea, Vicaría Episcopal Territorial de San Pablo.

Señor presbítero Miguel Ángel Cabre ra Campos, en Santa María de Jerusa lén, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Vicarios Parroquiales

Reverendo padre Jairo de Jesús Casta ño Valencia, S.D.S., en Madre del Sal vador, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Reverendo padre José Ángel Carrillo Gómez, C.J.M., en La Ascensión del Se ñor, Vicaría Episcopal Territorial San ta Isabel de Hungría.

Reverendo padre Luis Eduardo López Aguilera, C.S.V., en Santa María del Camino, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Reverendo padre Milton César Peña Perdomo, S.D.S., en Madre del Salva dor, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Señor presbítero Agustín Rodríguez Trujillo, en Nuestra Señora del Rosario – La Calera, Vicaría Episcopal Territo rial de Cristo Sacerdote.

Adscritos

Reverendo padre James Edwin Gay nor, C.PP.S., en Nuestra Señora de los Alpes, Vicaría Episcopal Territorial de San José.

Señor presbítero Luis Carlos Hinojosa Moreno, en Jesucristo Nuestra Pascua (Convenio Interdiocesano), Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo.

Señor presbítero Miguel Antonio Mato Menéndez, en Santa María del Prado (Convenio Interdiocesano), Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Capellanes

Ilustrísimo monseñor Gabriel Londo ño Sepúlveda, Universitaria Colom bia, Vicaría Episcopal Territorial de la Inmaculada Concepción.

Reverendo padre Alexis Javier Ortiz Álvarez, O.M.D., Colegio Pureza de María, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.

Reverendo padre Edwin de Jesús Ruiz Montes, C.S.V., Santa Mariana de Je sús, Vicaría Episcopal Territorial Pa dre Misericordioso.

Reverendo padre Fabián López Arias, M.X.Y., Hospitales de Campo.

Reverendo padre Juan Alejandro Ro dríguez, M.C.M., Clínica del Country, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Señor presbítero Alejandro de Jesús Olivera Manjarrés, Colegio Nuestra Señora de la Presentación – sede calle 19, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción.

Señor presbítero Carlos Santiago Gra nados Rocha, Colegio San Mateo, Vica ría Episcopal Territorial de San Pedro.

Señor presbítero Heldirbrando Cuéllar Amézquita, Colegio Nuestra Señora del Pilar – sede Sur, Vicaría Episcopal Territorial de San José.

Señor presbítero Henry Rojas Becerra, Colegio El Divino Salvador, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Señor presbítero John Dairo Laguna Barreto, Colegio Fundación Colombia, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Desde la cancillería
34 - Fraternidad - Julio de 2019

Señor presbítero José Hernando Gómez Ojeda, Instituto de Estudios Comercia les INESCO, Vicaría Episcopal Territo rial de La Inmaculada Concepción.

Señor presbítero Juan Guillermo Gar cía Álvarez, Canal Teleamiga, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacer dote.

Señor presbítero Juan Miguel Blandón Ruiz, Colegio Parroquial El Inmaculado Corazón de María – SEAB, Vicaría Epis copal Territorial del Espíritu Santo.

Señor presbítero Luis Alfonso Ciro Montoya, Centro de Gestión Adminis trativa – SENA, Vicaría Episcopal Te rritorial de La Inmaculada Concepción.

Señor presbítero Nelson Humberto Torres González, Gimnasio Femenino, Vicaría Episcopal Territorial Padre Mi sericordioso.

Señor presbítero Néstor de Jesús To rres Garzón, Universidad La Gran Co lombia, Vicaría Episcopal Territorial de la Inmaculada Concepción

Señor presbítero Yarolt Dalberto Con treras Morantes, Fundación Univer sitaria San Martín, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Licencia de Estudios

Señor presbítero Edgardo Robles To rrecilla, por dos (2) años, para que adelante estudios de Licenciatura en Espiritualidad, con especialización en formación sacerdotal y vocacional, en la Pontificia Universidad Gregoriana –Centro San Pedro Fabro de Roma.

Diáconos Permanentes

Señor Diácono Permanente Gustavo Alonzo Carrillo León, adscrito en la pa rroquia San Nicolás, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Ratificación de cargos del Tribunal Eclesiástico Arquidicesano de Bogotá

Ilustrísimo monseñor Pedro Fernan do Mercado Cepeda como Vicario Ju dicial de la Arquidiócesis de Bogotá y Presidente del Tribunal Eclesiástico Arquidiocesano

Doctor Carlos Francisco Rojas Rojas, Juez.

Doctor Daniel Fernando Gómez Ta mayo, Defensor del Vínculo.

Doctor Jaime Rafael Cubillos Peña, Defensor del Vínculo.

Doctora Martha Clemencia Tamayo, Juez.

Reverendo padre Alfredo Niño Orte ga, C.Ss.R., Juez.

Reverendo padre Carlos Alberto Ro dríguez Laitón, M.S.A., Vicario Judi cial Adjunto.

Reverendo padre Luis Bernardo Mur Malagón, S.D.B., Defensor del Víncu lo.

Señor presbítero Carlos Mauricio Uri be Blanco, Juez.

Señor presbítero Jorge Gonzalo Marín García, Juez.

Señor presbítero Octavio Soler Espi nosa, Vicario Judicial Adjunto.

Señor presbítero Mario Rodríguez Ve negas, Juez.

Vicaría de Evangelización

Para el Centro Estratégico de Comunión y Participación

Ilustrísimo monseñor Nelson Enrique Ortiz Rozo, Coordinador Arquidioce sano de la Evangelización de la Fami lia.

Ilustrísimo monseñor Jaime Alberto Mancera Casas, Coordinador Arqui diocesano de Vida Parroquial.

Ilustrísimo monseñor Jorge Humberto Acevedo Quintero, Coordinador Ar quidiocesano de Vida Laical.

Ilustrísimo monseñor Julio Alejandro Henao De Brigard, Coordinador Arqui diocesano de Vida Consagrada.

Señor presbítero Edwin Raúl Vanegas Cuervo, Coordinador Arquidiocesano de Ministerios Ordenados.

Señor presbítero Laureano Barón Ca sas, Animador del Equipo Arquidioce sano para la Formación Permanente.

Ilustrísimo monseñor Juan Álvaro Za pata Torres, Animador del Equipo Ar quidiocesano para el Diaconado Per manente.

Para el Centro Estratégico de la Dimensión Social de la Evangelización

Diácono permanente Alirio Cáceres Aguirre, Coordinador Arquidiocesano del Cuidado de la Casa Común.

Reverendo padre Adriano Tarrarán Reginato, M.I., Coordinador Arquidio cesano de Evangelización de la Salud.

Señor presbítero Jesús Alberto Pinzón Calderón, Coordinador Arquidioce sano de la Promoción de la Vida y de la Dignidad Humana.

Señor presbítero Pedro Antonio Prado López, Coordinador Arquidiocesano de Evangelización de la Vida Económica.

Diácono permanente Rafael Guzmán Navarro, Coordinador Arquidiocesano de Cultura Ciudadana e Incidencia Po lítica y Coordinador Arquidiocesano de Justicia, Reconciliación y Paz.

Señor presbítero Wilson Castaño Montoya, Coordinador Arquidioce sano de Evangelización del Mundo Pe nitenciario.

Señor presbítero Wilfran Oyola Gar cía, Coordinador Arquidiocesano de Acción Solidaria y Director de la Ofici na Red de Organizaciones de Servicio Social.

Señor presbítero Jorge Eliécer Arias Toro, Director de la Oficina de Promo ción del Voluntariado.

Señor presbítero Daniel Alirio Salda rriaga Molina, Director de la Ofici na para la Atención Humanitaria en Emergencias.

Ilustrísimo monseñor Jaime Alberto Mancera Casas, Director de la Oficina para el Buen Trato.

Para el Centro Estratégico de Anuncio, Formación en la Fe y Diálogo con la Cultura

Señor presbítero Jerson Rincón Umba rila, Coordinador de Animación Bíblica. Señor presbítero Hernán Eduardo Báez Álvarez, Director de la Oficina de Ani mación Misionera – Obras Misionales Pontificias.

Fraternidad, una revista para el clero de la arquidiócesis de Bogotá - 35

Señor presbítero Wilson Cobaleda Cár denas, Coordinador de Vida Litúrgica y Oración.

Señor presbítero Ancízar Martí nez Blandón, Coordinador de Primer Anuncio.

Señor presbítero Manuel José Jiménez Rodríguez, Coordinador de Iniciación Cristiana.

Señor presbítero Gonzalo Barón Gallo, Coordinador de Evangelización de la Infancia y Adolescencia.

Señor presbítero Jorge Luis Páez Cogo llo, Coordinador de Evangelización de la Juventud.

Ilustrísimo monseñor Juan Álvaro Za pata Torres, Director de la Escuela de Animadores de la Evangelización.

Reverenda hermana Isabel García de la Parte, Coordinadora de Evangeliza ción de la Educación.

Señor presbítero Martín Gil Plata, Di rector de la Oficina para el Diálogo Ecuménico e Interreligioso.

Señor presbítero Campo Elías Robayo Cruz, Coordinador de Diálogo, Mundo Universitario y Ciencia.

Reverendo padre Carlos Alberto Jimé nez Zapata, C.J.M., Coordinador de Diálogo con las Artes, Coordinador de Diálogo con las Étnias y Coordinador de Diálogo con el Deporte.

Señor presbítero Luis Alfonso Canedo Restrepo, representante de la Vicaría Episcopal Territorial San Pablo.

Señor presbítero Héctor de Jesús Arbe láez Arenas, representante de la Vica ría Episcopal Territorial Padre Miseri cordioso.

Señor presbítero Edgar Javier Barbosa Morales, representante de la Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Reverendo padre Carlos Alonso Var gas Staper, S.D.C., representante de la Vida Consagrada.

Señor Fabio Camacho Pardo, repre sentante de la Vida Laical.

Ratifíquese

Señor presbítero César Iván Carrillo Rey, Animador del Equipo Arquidio cesano para la Animación Vocacional.

Señor presbítero Wilfran Oyola García, Coordinador Arquidiocesano de Evan gelización de la Movilidad Humana Señor presbítero Ricardo Alonso Puli do Aguilar, Director del Sistema Edu cativo de la Arquidiócesis de Bogotá – SEAB.

Causas de Canonización

A los señores Jorge Yecid Triana Ro dríguez y Luis Mauricio Becerra León, Censores teólogos de la Causa de Ca nonización del Siervo de Dios Enrique Alberto Higuera Barrera.

Señor presbítero Julián Andrés More no Rodríguez, Arcipreste del Arcipres tazgo 1.8.

Señor Jorge Enrique Galindo Neira, Notario Auxiliar de la Vicaría Episco pal Territorial Padre Misericordioso. Señor presbítero Alejandro Díaz Gar cía, Formador en el Seminario Conci liar de Bogotá.

Señor presbítero Faustino Torres Mi llán, moderador de la comunidad de vida sacerdotal No. 20.

Ilustrísimo monseñor Gabriel Londo ño Sepúlveda, miembro del Consejo Presbiteral en representación de la Vi caría Episcopal Territorial de La Inma culada Concepción.

Señor presbítero Yoany Víctor Cupitra Díaz, miembro del Consejo Presbiteral en representación de la Vicaría Epis copal Territorial de La Inmaculada Concepción.

Señor presbítero Fabi Said Castro Cas tilla, Director Espiritual de la Funda ción Kolping, Vicaría Episcopal Terri torial de La Inmaculada Concepción.

Señora Diana Yurley Latorre, como Revisor Fiscal Principal de la Funda ción San Antonio.

Señora Jennifer Galindo Cardona, como Revisor Fiscal Suplente de la Fundación San Antonio.

Cambio de Nombre

Restáurese el nombre de la Parroquia a Santa María La Antigua.

Señor presbítero Jorge Gustavo Ca margo Navarro, representante de la Vicaría Episcopal Territorial Inmacu lada Concepción.

Señor presbítero Justiniano Sanabria Torres, representante de la Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Señor presbítero Pablo Enrique Pin zón Pérez, representante de la Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo.

Señor presbítero Iván Ramiro Sola no Parra, representante de la Vicaría Episcopal Territorial San José.

Señor presbítero Hernán Eduardo Báez Álvarez, representante de la Vicaría Episcopal Territorial San Pedro.

Al señor Daniel Guillermo Turriago Rojas, al Reverendo Padre Juan Pablo Jiménez y al señor Luis Mauricio Be cerra León, miembros de la Comisión Histórica de la Causa de Canonización del Siervo de Dios Enrique Alberto Hi guera Barrera.

Cambio Arciprestazgo

Parroquia Nuestra Señora de la Can delaria, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría del Arcipres tazgo 8.7. al Arciprestazgo 8.5.

Otros cargos

Señor Germán Oviedo Moreno, su plente en la Junta Directiva de la Fun dación Clínica David Restrepo.

Incardinaciones

Reverendo padre Faiden Antonio Sala zar Andrades.

Señor presbítero Jesús Guillermo Sala zar Montenegro.

Señor presbítero Juan Carlos Carballo Pérez.

Julio 5 de 2019 F

Para la Comisión Arquidiocesana de Evangelización:
36 - Fraternidad - Julio de 2019

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