Revista Fraternidad Vol. 20

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Detrás del pastor

Conversaciones

Especial

Nuestros Hermanos Mayores

Historias de vida

Parroquias

Seminario Mayor Servidores en la fe

en

Fraternidad,

Entrevista

Cardenal
una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 1
Parroquia Jesucristo Liberador Desafíos pastorales en Ciudad Bolívar 27 Jubileo Sacerdotal 2021 Cardenal Pedro Rubiano Sáenz 26
P. Adriano Tarrarán 22
P. Rafael Sanabria, P. Alejandro Londoño, Monseñor Alirio López 12
Monseñor Germán Medina Acosta 18
Un pastor en las calles 4
Colombia renovó su consagración al Sagrado Corazón de Jesús 10
Formar un sacerdote, fibra de fuerza y misericordia 34
y
el amor 24
Beniamino Stella

La incesante vida sacerdotal en Bogotá

El contenido de este volumen de la Revista Fraternidad nos permite admirarnos y alegrarnos de la forma como fluye sin cesar la vida sacerdotal en la Arquidiócesis de Bogotá.

La revista está pensada precisamente para el clero de esta iglesia particular, de modo que, viendo la tarea que desempeñan como cuerpo sacerdotal, se ale gren en Cristo por haberlos llamado a una vocación tan sublime. Y esto sucede no solo ahora, sino que es una historia que ya se lee con más de cuatro siglos y vislumbrando en un horizonte, no muy lejano, el cumplimiento de 500 años de servicio en estas alturas de la cordillera de los Andes. Aunque todo comenzó en Santa Marta.

En las siguientes páginas podrá reconocer el lector al patriarca de la Arquidióce sis de Bogotá, cardenal Pedro Rubiano que, en su retiro, llega a los cincuenta años de vida episcopal y quien ha completado 65 de vida sacerdotal. Al mismo tiempo, verá con alegría y esperanza a quienes han llegado al orden diaconal, dando inicio a su servicio ministerial en la Iglesia arquidiocesana.

En medio del anciano sabio y los jóvenes impetuosos, encontramos a un párroco de Ciudad Bolívar haciendo progresar su comunidad. Vemos también con justo agradecimiento a tres sacerdotes que, habiendo llegado a la edad canónica de retiro, dejan sus cargos, llenos de méritos y de obras de la más diversa índole. No sin pesar, registramos en estas páginas la muerte de otros ilustres padres que lo dejaron todo para servir a Cristo y que ahora han vivido su Pascua y nos han dejado, pero sus huellas han hecho más grande la historia de la Arquidiócesis de Bogotá. Como si lo anterior fuera poco, también contienen estas páginas los pasos del arzobispo primado, y, como si poco tuviera que hacer, ahora presidente de la Con ferencia Episcopal de Colombia, en compañía de su auxiliar como secretario de la misma. Y veremos el nacer al episcopado de un sacerdote del puro clero bogotano, lleno de vigor e ilusión. A la par, nos enteraremos en estas páginas de iniciativas muy diversas de los obispos y sacerdotes de Bogotá, para sostener las obras a favor de los pobres, para escuchar a los angustiados, para que no se pierda la esperanza. Se reflejan los esfuerzos por seguir acompañado a la población penitenciaria y a sus familias, lo mismo que a los migrantes, que requieren amparo, alimento y forma ción para el trabajo. En fin, la vida sacerdotal en Bogotá goza de una dinámica que es realmente admirable a la vez que humilde y sencilla. Es un clero trabajador, ale gre, entregado, fraterno y que, por lo visto, no le tiene miedo a la misión, al trabajo, a la pobreza, a la donación total de su vida.

En tiempos complejos como los que ahora corren, los sacerdotes de Dios no tie nen otra carta de presentación que su obra apostólica. Y por eso mismo la destaca mos y lo seguiremos haciendo en estas páginas.

Para las críticas y momentos amargos sobran los que se han erigido a sí mismos en jueces del estado sacerdotal. El Evangelio, por boca de Jesús, pide que las obras brillen para que los hijos de Dios alaben al Padre Celestial y, desde luego, para que hombres y mujeres de hoy experimentan por mano de sus sacerdotes el amor y la cercanía de Dios. Aunque estamos en una época de grandes cambios, está claro que la misión sacerdotal debe continuar como ahora se realiza, aún con mayor com promiso.

Si la Arquidiócesis de Bogotá tiene hoy una gran vitalidad, sin duda, eso se debe en buena medida a que sus sacerdotes y obispos viven con alegría su ministerio y aman la misión recibida. Ya que casi nunca se quedan quietos, como ese gran cami nante que fue Jesús de Nazaret.

Editorial
2 - Fraternidad - Agosto 2021

Arquidiócesis de Bogotá activa ‘Línea de la Esperanza’

En el desarrollo del compro miso social de las comunidades parroquiales y, en general, de la familia arquidiocesana, orienta do y animado por los proyectos del Plan de Evangelización, se ha hecho evidente y necesario un trabajo enfocado en el culti vo y promoción de cualidades y capacidades fundamentales para el crecimiento personal y comu nitario, que desafortunadamen te, en los últimos tiempos, no se ha enseñado suficientemente en la casa, en el contexto familiar, ni en otros contextos sociales, evidenciándose graves efectos a causa de su falta de ejercicio.

Muchos de los problemas so ciales, que requieren nuestro compromiso, como por ejemplo la violencia intrafamiliar, los consumos adictivos, la explo tación sexual de niños, niñas y adolescentes, la habitabilidad en calle, etc., encuentran sus raíces, junto a las causas estructurales, en la falta del desarrollo de estas habilidades básica: la capacidad de diálogo, la capacidad de es cucha, la capacidad de cuidar de sí mismos y de los otros, la ca pacidad del buen trato y el ma nejo adecuado de los conflictos.

Es por eso que el Centro para la Dimensión Social de la Evan gelización ha impulsado la crea ción de un proyecto en favor de la cultura de la escucha y el diálogo, cuyo servicio principal será el ofrecer una línea telefó nica de atención en situaciones de crisis, que brinde la ayuda de

los primeros auxilios psicológi cos, así como la orientación ha cia los servicios de ayuda de las redes de apoyo de organizaciones sociales católicas y de la Alcaldía mayor de Bogotá.

Además, se brindará un proce so formativo que promueva una cultura del encuentro, de la escu cha y del diálogo, mediante talle res virtuales y presenciales que se irán programando en cada una de las Vicarías Territoriales.

También, se hará un proceso de difusión de mensajes, a través de las redes sociales, en favor de una buena salud mental, de la cultura del encuentro, la escucha y del diálogo.

Agradecemos a las diócesis de Suiza que nos han apoyado eco nómicamente para hacer posible este servicio y oramos por sus intenciones. Ponemos en las ma nos del Señor Jesús este proyecto para que Él mismo lo lleve a fe liz término. Agradecemos a todos sus oraciones.

La Línea de la Esperanza, cuyo número es +57 (1) 4842094, pres tará su servicio de lunes a vier nes, de 10 de la mañana a 10 de la noche, y será atendida por tres profesionales en psicología clí nica y asesoría familiar.

Adicionalmente, desde el micro sitio de la línea de la esperanza (lineadelaesperanza.arquibogo ta.org.co) se seguirá ofreciendo la posibilidad de llamar directa mente a uno de nuestros presbí teros, de acuerdo con los horarios suministrados, para que puedan brindar un apoyo espiritual a quienes lo requieran.

Notas arquidiocesanas

Bendición y relanzamiento

La eucaristía en acción de gracias fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y concelebrada por monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC, y por monseñor Jaime Mancera Casas, director de la Línea de la Esperanza.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 3

Detrás del pastor

Un pastor en las calles

Siguiendo la impronta que el papa Francisco ha querido darle a toda la Iglesia: una iglesia en salida y con ella, especialmente, sus pastores, monseñor Luis José Rueda Aparicio cumplió, el 11 de junio 2021, su primer año de servicio en la Arquidiócesis.

4 - Fraternidad - Agosto 2021

“Vengo a caminar con ustedes, a orar con ustedes, a evangelizar con ustedes…”

Siendo fiel a las palabras que pro nunció a su llegada a la capital colombiana, el prelado se ha ca racterizado por su cercanía con la comunidad, con su presbiterio, con los religiosos y religiosas, con los grupos apostólicos y eclesiales, con los colaboradores de la curia diocesana y demás estamentos u organizaciones sociales y civiles en la llamada ciudad-región.

Gracias a su sencillez y carisma ha llevado el mensaje de Jesús a los lugares más recónditos de Bo gotá, conociendo y entendiendo los distintos contextos y sus habi tantes. Ha sido un caminante de las calles siempre presto al auxilio espiritual, pastoral y social.

Un año de aprendizaje, de conocer la Arquidiócesis con sus problemáticas y sus bondades

En estos 12 meses, monseñor Luis José ha mostrado una enor me capacidad de trabajo y su agenda así lo demuestra. Desde las primeras horas del día hasta entrada la noche, suele estar ocu

pado en la tarea pastoral. Ha visi tado las instituciones de servicio: migrantes, alimentos, educación; las distintas estructuras diocesa nas; ha acompañado en la forma ción y vivencia del ministerio a sus sacerdotes, seminaristas, a las comunidades religiosas, asocia ciones de laicos; y ha compartido con comunidades parroquiales, haciendo siempre manifiesto su compromiso con la reconcilia ción y la unidad.

También, ha logrado entablar una relación constructiva con las dife rentes instancias del Estado que tienen sede en Bogotá, siendo un efectivo generador de encuentro y diálogo para la solución ante la crisis social que vive el país y la compleja situación que afronta el mundo ante la pandemia por COVID-19.

Su tarea pastoral en este tiempo de confinamiento, medidas sani tarias y restricciones de aforo, lo ha dejado ver, además, como ex celente comunicador, muestra de ello, son las distintas estrategias comunicativas a las que se ha su mado para continuar su acompa ñamiento a las comunidades. En esta línea, se destaca su partici pación en producciones pastora les, espirituales y formativas; así como el eco que ha encontrado

en los medios de comunicación. La eucaristía dominical, celebrada en la Capilla del Sagrario, anexa a la Catedral, transmitida por RCN Televisión, tiene una audiencia alta y creciente.

En su vida personal, monseñor Luis José Rueda es un hombre humilde, sencillo y de mucha oración. Tiene un trato cercano, respetuoso y servicial con las per sonas, tratando siempre de en contrar solución favorable, inclu so, a las situaciones más difíciles.

Habiendo dejado el cardenal Ru bén Salazar Gómez una huella muy profunda en la Arquidióce sis de Bogotá, su sucesor, el arzo bispo Rueda Aparicio, la ha pro longado manteniendo la vitalidad de una iglesia que, por muchos motivos, es de alguna manera un referente para todas diócesis de Colombia y también para la vida pública de la nación.

Gracias monseñor

Luis José por un año de servicio en la Arquidiócesis de Bogotá
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
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Detrás del pastor

Imposición del palio arzobispal

El 29 de mayo 2021, en la Catedral Primada de Bogotá, el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, impuso el palio arzobispal a monseñor Luis José Rueda.

Este símbolo de comunión con el santo padre y con los obispos hermanos, es llevado por el arzobispo so bre sus hombros. Tiene forma de cinta, de unos cinco centímetros de ancho con unas cruces de color negro.

“El palio se debe usar en toda celebración litúrgica, es como un lazo de unión hecho de la lana de los corderitos que el papa bendice en la fiesta de Santa Inés. Nos recuerda el santo padre, el Pastor debe te ner olor a oveja, que no solo guía a su rebaño, sino que va en búsqueda de la oveja perdida que ha des viado su camino y en vez de regañarla la pone en sus hombros y la lleva de vuelta a casa con un cariño especial”, explicó monseñor Montemayor, durante la celebración eucarística.

Finalmente, precisó que “la imposición del palio arzobispal simboliza la autoridad de un arzobispo como metropolitano en una Provincia Eclesiástica”

Cristo es el Buen Pastor y nosotros su rebaño

Concluido el rito de imposición del palio, monse ñor Luis José Rueda presidió la sagrada eucaristía, concelebrada por el señor cardenal Rubén Salazar Gómez; los obispos auxiliares de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí y monseñor Pedro Salamanca; y por monseñor Luis Mariano Montemayor, nuncio apos tólico en Colombia. Acompañaron esta celebración,

Es así como, al recibir esta misión, monseñor Luis José Rueda asume el cuidado de las diócesis de Engativá, Facatativá, Fontibón, Girardot y Soacha, para que caminen juntas en el desafío de evangelizar una realidad territorial y social bastante similar que comparten todas en su diario vivir. Se trata de caminar delante de Dios unidas entre sí y en comunión con el Papa

también, monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón; los vicarios episcopales y algunos sa cerdotes.

Durante su homilía, monseñor Luis José recordó que “Cristo es el Buen Pastor (…) que conoce sus ovejas, que les habla, que las busca y que está dis puesto, por amor, a entregar la vida por la salvación de su rebaño. No quiere que ninguno se pierda”. En un segundo momento, recordó que la Iglesia, pueblo de Dios, es el rebaño que pastorea Cristo. “Nosotros los pastores, el arzobispo de Bogotá, el papa Francisco, todos nosotros con nuestra misión, somos pueblo, somos rebaño, somos corderos, pero a la vez tenemos la tarea que el Señor en su mise ricordia nos ha confiado de pastorear al pueblo de Dios, para que se cumpla lo que el Señor dice en la oración sacerdotal: que todos sean uno para que el mundo crea. Somos signo e instrumento de la co munión de la humanidad entre sí y con Dios”

Finalmente, elevó una oración pidiendo al Señor “que ustedes y yo podamos vivir con fe y con amor a Cristo Jesús en todos los acontecimientos, gozos, fatigas, cansancios, luchas, desesperos... Esto le dará sentido a nuestra vida e incluso a nuestra muerte”.

6 - Fraternidad - Agosto 2021

Del arzobispo de Bogotá Mensaje a los sacerdotes

Hermanos en el sacerdocio ministerial: obispos, presbíteros y diáconos, servidores de Jesucristo, el Señor, caminantes con el pueblo de Dios en la Ar quidiócesis de Bogotá, reciban mi saludo al llegar al primer año de mi posesión canónica como arzobis po, compañero en los duros y fascinantes trabajos del Evangelio.

Gratitud con los servidores del pueblo de Dios

Les manifiesto que profeso gratitud en Cristo por cada uno de ustedes, ministros ordenados, con quie nes me he encontrado en las parroquias, en los arci prestazgos, en las reuniones de vicaría episcopal, en diversos escenarios de servicio evangelizador, en las localidades de la ciudad y en los municipios de nues tra geografía arquidiocesana, en los hospitales, en las universidades, en los colegios, en las cárceles, junto a los migrantes, animando fundaciones que tienen rostro cercano al dolor y al sufruniento de tantas personas.

Les agradezco, junto al Sagrario cada día, desde mi corazón de obrero de Cristo, porque son cercanos a los fieles laicos en los EPEM, en los COPAE y de diversas formas cuidan a las familias confiadas a su pastoreo.

Les agradezco por compartir el camino con la Vida Consagrada en su rica y múltiple presencia, mujeres y hombres que dan testimonio esperanzado del Rei no de Dios.

Les agradezco por acompañar con fraternidad a quienes están en proceso de formación para el sacer docio o para la Vida Consagrada.

Les agradezco porque me abrieron un espacio en su corazón, en su oración y en su misión evangelizado ra, con lo cual me hacen sentir pueblo de Dios, fa milia del Señor, compañero de camino, buscador del Reino, en estos tiempos caracterizados por nuevos desafíos: la pandemia del COVID-19; el incremento

de la pobreza; las crisis en salud, economía, educa ción; las movilizaciones sociales; y tantos clamores humanos.

Avancemos amando y sirviendo

Les propongo hermanos que sigamos en actitud de discernimiento, oración y servicio, para que el Es píritu Santo conduzca nuestra vida. No es tiempo para mirar atrás con nostalgia. Avancemos gozosos con el Plan E, que nos conduce a renovar la adhe sión consciente a la persona de Jesús el Hijo de Dios, único redentor de la humanidad.

El Plan E es un don de Dios para nuestra Iglesia y para la sociedad que necesita hombres y mujeres con realismo esperanzado, con capacidad de diá logo y encuentro. El Plan E es ante todo un estilo de vida que se fundamenta en la espiritualidad de comunión misionera, una espiritualidad que nos exige a todos cultivar la condición sinodal del pue blo de Dios con mística y servicio; es un paradigma evangelizador que nos impulsa a salir al encuentro de Dios en la vida concreta de nuestras comunida des humanas, a hacernos compañeros de camino de todos y a ser fermento de la sociedad, buscando en todo amar y servir, para contribuir a la extensión del Reino de Dios, recordando las palabras del Apóstol: “Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve” (l Cor 13,3).

Hermanos, con ustedes dirijo una oración a Nuestra Señora

Madre de la Iglesia servidora, danos el gozo de com partir como hermanos nuestro tiempo, nuestro tra bajo y el pan; no nos dejes caer en la indiferencia y tampoco en la rivalidad; aleja de nuestros pueblos la oscura confusión de la guerra; alumbre nuestras mentes la claridad de la fe; la amistad crezca en no sotros, con la justicia y la verdad; condúcenos, oh Santa Madre, a la reconciliación y a la fraternidad. Amén.

+Luis José Rueda Aparicio Arzobispo de Bogotá 11 de junio 2021.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 7

Detrás del pastor Un nuevo servicio pastoral para la Iglesia católica en Colombia

En desarrollo de la CXI asamblea plenaria del epis copado colombiano, realizada del 5 al 7 de julio, en Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, fue ele gido presidente de la Conferencia Episcopal de Co lombia (CEC) para el trienio 2021-2024, sucediendo en el cargo al arzobispo de Villavicencio, monseñor Óscar Urbina Ortega, quien ocupaba la presidencia desde el 2017.

De la nueva directiva también, hacen parte monse ñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, elegido como vicepresidente, y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, quien ocupará el cargo de secretario general de la CEC.

Comunión permanente, verdad y respeto a la vida

Serán los criterios que marcarán la ruta de trabajo de la Iglesia colombiana en los próximos años, con miras a avanzar en la reconciliación, señaló monse ñor Rueda Aparicio, en su primer mensaje tras asu mir el nuevo servicio encomendado.

Afirmó que, entre todos, como miembros de la Igle sia, se tiene la tarea de buscar la verdad (…) que solo se logra a través del diálogo, de las diversidades, de los distintos puntos de vista que se tienen, del respe to y la escucha. En este propósito “es fundamenta el papel de la familia (…) desde donde se debe empe zar a cultivar la sabiduría social unida a la amistad social, que son caminos, herramientas, para poner las al servicio de la Iglesia y de la sociedad”, enfatizó. Dirigiéndose a los jóvenes señaló que son los prota gonistas de este momento histórico que vive el país:

“Ustedes son los constructores de la paz, construc tores de un país que merece vivir bien. Ustedes tie nen todos los elementos para poder vivir en unidad, justicia y respeto”.

Nosotros como Iglesia, agregó: “¡Queremos acom pañarlos! Los que ya tuvimos una época de juventud, de trabajo, de anhelos, los entendemos y queremos estar sirviéndoles a ustedes en todos los caminos que sean de bien común; en todos los caminos que sean búsquedas honestas para tener regiones en paz, para tener familias en paz, tener un país mejor y donde todos quepamos”.

En esta línea, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, in vitó a los jóvenes a caminar de manera sinodal con la Iglesia, siendo parte activa, dinámica y crítica de ella.

Los animó a realizar sus aportes en lo que será la próxima Asamblea Eclesial Latinoamericana, que se realizará del 21 al 28 de noviembre en México. “A partir del mes de octubre vamos a iniciar el camino sinodal que nos propone el Papa Francisco; por eso, en estas iniciativas de Iglesia, queremos que los jóve nes nos acompañen, que caminen junto a nosotros y también sean Iglesia con nosotros”.

A su turno, monseñor Omar Alberto Sánchez Cu billos, explicó el término ‘sinodalidad’, que marca la apuesta del Iglesia católica e indica “un caminar jun tos, una capacidad de lectura del otro, de integrar al otro, leer su diferencia y no escandalizarse”.

“Será nuestra responsabilidad, animar a todo el episcopado recogiendo los intereses, las visiones, las preocupaciones y todas las apuestas posibles”, con cluyó.

Nueva directiva del episcopado colombiano De izquierda a derecha: Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos y Monseñor Luis Manuel Alí Herrera
8 - Fraternidad - Agosto 2021

En la Catedral Primada de Bogotá, en una ceremonia presidi da por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, el 21 de junio 2021, fueron ordenados diáconos permanentes: Herley Aguilar Rueda, José Antonio Arcos, Víctor Uriel González, Marco Alfredo Martínez, Alejandro Nieto, Orlando Rincón y Marco Antonio Rodríguez.

Cumpliendo los protocolos de bioseguridad, familiares, amigos y algunos sacerdotes, entre ellos, monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, y monseñor Juan Álvaro Zapata, director del Diaconado Permanente, participaron en la so lemne eucaristía.

Durante su homilía, monseñor Luis José Rueda destacó el dia conado como un regalo de Dios: “Es Cristo Jesús, el Buen Pastor, quien nos congrega, quien nos llama, el que nos motiva como pue blo de Dios a servirle y sirviendo encontrar la santidad. Porque el diaconado permanente es un regalo de Dios, que conjuga el amor nupcial consagrado en el sacramento del matrimonio y la vida sa cerdotal ministerial dentro de la Iglesia”.

Siete nuevos diáconos permanentes para el servicio de la Arquidiócesis
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá
Notas arquidiocesanas
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Colombia renovó su consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Unidad, reconciliación y fin de la pandemia, peticiones de los colombianos al Sagrado Corazón de Jesús

En una solemne eucaristía, en la Catedral Primada de Bogotá, presidida por monseñor Óscar Urbina Orte ga, arzobispo de Villavicencio, el 11 de junio 2021, se renovó la consagración de la nación al Sagrado Co razón de Jesús.

Unidos, a través de plataformas digitales de las dis tintas jurisdicciones eclesiásticas y siguiendo la trans misión conjunta de canales católicos y nacionales, familias, comunidades religiosas, movimientos apos tólicos, grupos eclesiales y fieles en general, se acogie ron, una vez más, al amor misericordioso del Padre, encomendándose a su Sagrado Corazón.

“Que tu dolorosa pasión transforme nuestra indife rencia ante el hermano que sufre y nos conceda ser artesanos de paz”, fue la súplica del pueblo colombia no, durante la eucaristía concelebrada por el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor; el señor cardenal, Rubén Salazar Gó mez; y monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobis

14 jóvenes, en representación de las provincias eclesiásticas que conforman la Iglesia católica en Colombia, participaron en la oración de los fieles.

El 22 de junio de 1902, por iniciativa del entonces arzobispo de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo, se consagró el país al Sagrado Corazón de Jesús. Esta tradición se mantiene independientemente del carácter pluralista de Colombia.

po de Bogotá. También, estuvieron presentes obispos titulares y auxiliares, sacerdotes, religiosos y laicos, cumpliendo los protocolos de bioseguridad exigidos.

Es necesario favorecer un desarrollo integral como nuevo nombre de la paz

Durante su homilía, monseñor Óscar Urbina señaló que “lo que hoy vivimos en la nación es fruto de las decisiones de nuestro corazón humano”; por ello, agregó, “frente a lo que ya no aceptamos, se hace imperioso engendrar corazones nuevos, que renue ven los sistemas sociales, económicos, políticos (…) teniendo como centro la persona humana, su digni dad, valor y los métodos que permitan caminos de diálogo, respeto, escucha y construcción conjunta”. Refiriéndose a los desafíos que afronta el país y a la realidad que vive el mundo a cuenta de la pandemia por COVID -19, el arzobispo pidió valentía y sen satez ante la inmensa tarea de procurar un corazón

10 - Fraternidad - Agosto 2021 Notas arquidiocesanas

El mundo de justicia y paz que añoramos no puede ser creado solo con palabras y menos impuesto por fuerzas externas, debe ser fruto del trabajo de todos

nuevo, que garantice una visión nueva, libertad pro funda, sentido de justicia, respeto de los Derechos Humanos, solidaridad con los más desprotegidos y descartados y “la confianza que brota de reconocer nos hermanos”.

“Todos somos responsables de esa inmensa tarea: los dirigentes del país, las diversas organizaciones y la educación, que no debe ser para un país ideal sino real”.

En este propósito destacó el aporte de los jóvenes, a los que describió como “los mejores pedagogos”, cuya participación “es piedra fundamental en la construc ción de una Colombia justa, fraterna y en paz (...) Los valores, que les ayudemos a descubrir, acompañarán sus decisiones que afectan no solo su vida personal, sino las políticas y estrategias necesarias para recons

truir la vida agobiada y doliente de nuestra sociedad”. “El mundo de justicia y paz que añoramos no pue de ser creado solo con palabras y menos impuesto por fuerzas externas, debe ser fruto del trabajo de todos”.

Finalmente, el jerarca de la Iglesia católica expli có que renovar este 2021 la consagración del país al amor de Cristo, simbolizado en su corazón, es signo de esperanza; por ello, “colocamos en el co razón mismo de Dios a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, pues el futuro de nuestra sociedad de pende de las opciones audaces y fundamentales que hoy tengamos con ellos”.

“Que la fuerza de la Eucaristía, en los 119 años de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús, nos convierta a todos en artesanos de paz”.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 11

Historias de vida

Padre Rafael Sanabria

25 años de trabajo pastoral

Fue p rofesor en el Colegio San Viator y en el Seminario de El Espinal; promotor y direc tor de vocaciones de los cléri gos de San Viator; formador de los postulantes de los clérigos de San Viator; párroco en San Juan María Vianney; capellán en el colegio La Presentación y en el Colegio San Viator.

Dedicó gran parte de su vida a animar a muchos jóvenes para que entraran a la vida re ligiosa viatoriana o al semina rio, acompañando a muchos de ellos en sus procesos de forma ción inicial.

Asegura el padre Pedro E. Herrera, CSV., gran amigo del padre Rafael Sanabria Rojas, C.S.V., quien falleció el 26 de junio 2021.

El religioso nació en Fusaga sugá (Cundinamarca), el 26 de junio de 1962. Realizó sus estu dios de primaria en Concentra ción Escolar de Fusagasugá; sus estudios secundarios en el Cole gio Diocesano Ricaurte. Fue or denado el 23 de marzo de 1996 por monseñor Abraham Es cudero, en El Espinal (Tolima) para la Congregación de los Clé rigos de San Viator.

En las celebraciones litúrgi cas, en las parroquias donde estuvo como pastor, gustaba de los adornos, las flores (espe cialmente las crisantemas chi rozas) y se preocupaba por su organización, por los acólitos y ministros de la Palabra y de la Comunión.

La noticia de su partida fue devastadora: “Nuestra comu nidad viatoriana de Colom bia está de luto acá en la tierra, ustedes —la familia de Rafa, los amigos de Rafa, los fieles del padre Rafael— y nosotros, sus hermanos de comunidad hemos sentido un estrujón bien

fuerte. Pero, sabemos que hay una fiesta grande en el cielo por su llegada”, recalcó el padre Herrera.

Será recordado como un gran amigo y un hombre lleno de vida: “Rafael, un hombre, que apenas cumplía 59 años la se mana anterior a su muerte, siempre estaba lleno de sue ños e ilusiones para él y para su comunidad religiosa. Desde pequeño estuvo cercano a los sacerdotes y a sus parroquias, donde fue descubriendo el lla mado de Dios, la vocación al servicio en la vida religiosa y el sacerdocio. Disfrutaba es tar rodeado de sus hermanos y amigos, le encantaba dar abra zos fuertes”.

El padre Rafael Sanabria, C.S.V. falleció el 26 de junio a sus 59 años. Fue un fiel sirviente, listo a prestar su último servicio en esta tierra: iluminar el camino del Señor, a adorarlo y amarlo, para ser así invitado a las Bodas Eternas

“Sabemos que hay una fiesta grande en el cielo por su llegada”
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Padre Alejandro Londoño

Alejito, como lo llamaron todos con cariño, fue un religioso sencillo y alegre, tuvo especial sensibilidad por los pobres y la ecología. Sirvió en el medio juvenil, las parroquias y colaboró en la formación de los Jesuitas

Historias de vida

Así será recordado el padre Ale jandro Londoño Posada, SJ, quien falleció el 4 de junio 2021, a los 89 años de edad, en la ciudad de Me dellín.

El padre Alejandro Londoño Posada, SJ nació en Medellín el 21 de abril de 1932, en el hogar de don Alejandro Londoño y doña Caro lina Posada. Tuvo tres hermanos: Fernando, María y Álvaro.

Ingresó a la Compañía de Jesús en el Noviciado de Santa Rosa de Viterbo, el 24 de di ciembre de 1949. Allí adelantó el Juniorado entre 1952 y 1954. Estudió la Filosofía en Chapine ro (1955-58); realizó el Magis terio en El Mortiño (1959-60); y la Teología en Bogotá (1961-64). Fue ordenado el 3 de diciem bre de 1963 en Bogotá y realizó la Tercera Probación en 1965 en La Ceja; se incorporó definitiva mente por los últimos votos el 18 de agosto de 1977.

Trabajo pastoral

El padre Londoño inició su vida pastoral como profesor

en la Apostólica de El Mortiño (1966-68); luego en Manizales (1969-70; después en la Casa de la Juventud (1971-75), de la cual fue cofundador y se man tuvo vinculado por cerca de 30 años, impartiendo cursos de asesores juveniles.

Fue miembro de la Comisión Bíblica de la CRC (1992-94); profesor de teología pastoral en la Javeriana y asesor de CVX (1992-99). Luego colaboró como vicario en la parroquia de San Javier en Bogotá (1998-2008) y de 2004 a 2010 en la parroquia San Alberto Hurtado, como coordinador de párrocos. Desde el 2010 apoyó la formación de los jóvenes jesuitas en Bogotá y la pastoral parroquial y eco lógica en San Javier. A lo largo de su vida apostólica escribió numerosas obras sobre pasto ral juvenil, biblia y ecología. Su último destino fue la Casa Pedro Arrupe.

El padre Víctor Martínez, SJ lo recuerda como una persona alegre y servicial “Su sonrisa en los labios era la manifesta ción de un gozo muy profundo, de un jubilo interior que trans mitía una gran esperanza”. Además, destaca la sencillez del padre Londoño “Alejo tenía

una actitud muy empática con las personas, nunca le escuché hablar mal de alguien. Su vida sencilla y austera se manifes taba en compartir, particular mente, con los más pobres y necesitados, su mesada”.

“Lo recordaré como una per sona entregada a los jóvenes, a los más pobres y necesitados” indicó el padre Martínez.

El padre Alejandro Londoño Posada había cumplido 71 años en la Compañía y tenía 43 años de últimos votos.

(Jesuitas Colombia)

Algunas publicaciones

Deporte,personaysociedad (1978)

• Haciaunafecomprometidahoy (1979)

• AsambleaFamiliaralaluzde Puebla(1980)

• Elcompromisosociopolíticode lajuventud(1985)

Diálogoconlosjóvenesdesdela fe(1985)

Unaespiritualidadecológica (2009)

• Animacióndegruposylideraz go (2012).

Sencillo, alegre y entregado a los más pobres y necesitados Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 13

Historias de vida

Monseñor Alirio López Aguilera

das, movilizando acciones en favor de la sana convivencia, la reconciliación y el rescate de la juventud.

“Yo encontré en el padre Alirio un asomo de bondad, que nos hacía falta y nos hace falta a todos. Era un ser bueno en el sentido extenso de la palabra, era una especie de papá presta do. Cuando él falleció me impresionó ver cuánto había impac tado en la gente”, manifestó Er nesto Cortés, Editor General de El Tiempo, en entrevista con este medio.

lantó varias apuestas pastorales, enfocadas en acompañar a los jó venes, promover en ellos la sana convivencia y hacerle frente a la compleja realidad de las llama das barras bravas. Era hincha de Millonarios y fiel seguidor de la selección Colombia.

Siendo el quinto de siete her manos, monseñor Alirio López Aguilera nació el 19 de julio de 1954 en Bogotá (Colombia), en el seno de una familia católica, pro fundamente piadosa y solida ria, conformada por Florentino López y Rosalía Aguilera.

Alegre, carismático y con gran don de gentes, este sacer dote, en 38 años de ministerio, logró impactar de manera posi tiva la vida de cientos de jóvenes y familias en sectores vulnera bles de la capital colombiana. De igual modo, sus palabras y enseñanzas tocaron el corazón de distintos niveles sociales e instituciones públicas y priva

Las injusticias, la violencia, la corrupción, le quitaban el sueño, recuerda su hermano, también sacerdote, padre Luis Eduardo López Aguilera.

Un legado de trabajo, servicio y compromiso por el respeto de la vida

Inició su formación sacerdotal en el 1978, en el Seminario Conciliar de Bogotá. Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de agosto de 1983, de manos del cardenal Aníbal Muñoz Duque. En el 2001 recibió el título de es pecialista en bioética.

Su vida y ministerio estuvieron marcados por sus dos grandes pasiones: la respuesta alegre y generosa al llamado vocacional y el fútbol, deporte con el que ade

“Necesitamos entender que por encima de la camiseta están la fa milia, los amigos, los vecinos, que no tengamos que llorar a nadie por la violencia (...). El fútbol es un escenario de paz, de integra ción, donde solamente deberían existir los tiros libres y el tiro penal” insistía monseñor Alirio, al ser interrogado sobre su desa fiante trabajo con los hinchas de los equipos capitalinos y la juventud de comunidades vul nerables.

‘Goles en Paz’

Fue el nombre del programa in signia por la reconciliación y la sana convivencia en Bogotá, que lideró entre el 2001 y 2008, lo grando la participación de más de 2.300 jóvenes, en diferentes torneos.

Con esta iniciativa, que unió el aporte de la iglesia local, a ni vel pastoral, y distintas acciones de la administración distrital del momento, se lograron pactos de convivencia en distintas locali dades y encuentros culturales,

Partió al encuentro con el Señor, el 15 de junio 2021, tras luchar contra una penosa enfermedad, que lo mantuvo en delicado estado de salud por largos meses.

Defensor de los derechos humanos, amigo y guía de la juventud Monseñor Alirio López, en ejercicio de su ministerio sacerdotal, acompañó procesos de convivencia, seguridad ciudanía, resocialización, resolución de conflictos y desarme. Fotografía: Guillermo Torres Imagen: Paola Castaño. Revista Semana
14 - Fraternidad - Agosto 2021

deportivos y formativos, orienta dos al liderazgo, la autorregula ción, la hospitalidad y la creati vidad, con barras de Millonarios, Santa Fe y América.

cercano y a quienes, en repetidas ocasiones, pidió el desarme de la palabra, recordándoles el llama do y compromiso social a crear puentes de caridad, de unidad, no de odios ni rivalidades.

Manifestó en una de sus últi mas intervenciones en medios de comunicación, a los que era muy

Este mismo llamado lo repli có, de manera insistente, a la fa milia, considerada núcleo vital en la formación de la persona, y a las distintas instituciones y es tamentos, responsables de con tribuir en el desarrollo integral de las comunidades.

Una pastoral dinámica y cercana

“Bogotá perdió a un gran hombre, pero estoy seguro de que lo supo valorar y lo quiso. Porque la ciudad era su verdadero hogar, y sacar a los jóvenes de los oscuros laberintos en que se hallaban, su verdadera misión. Barrios como el Country Sur le deben mucho y todas las parroquias donde ofició lo recuerdan con cariño (…) En sus últimos mensajes en la iglesia de San Ambrosio, pronunció unas palabras que caen como anillo a nuestra situación actual: Jesús ejerce su autoridad de hijo de Dios y nos invita a reconocer que con la violencia no hay diálogo. Paz en su tumba”.

Columna de Opinión ‘En homenaje al padre Alirio/Voy y vuelvo’, Ernesto Cortés.

Sonriente y cálido, al tiempo que contundente y preciso en sus pa labras, fue un pastor querido, que ha dejado un legado de tra bajo, servicio y compromiso por la unidad, la justicia y el respeto por la vida.

Inició su servicio pastoral como Vicario Parroquial en Nues tra Señora de Egipto (1983). Du rante su ministerio fue párroco en San Juan Bautista de la Salle (1985); miembro de la Comisión Ejecutora del Programa de Dia conado Permanente (1995); re presentante de la Arquidiócesis en el Comité Distrital de Dere chos Humanos (1995); párro co en la Natividad de Nuestra Señora (1999); párroco en la Ve racruz (2001); miembro del Con

Cenizarios

La parroquia Cristo Rey dispone de una bella cripta con cenizarios para la venta.

Mayor información en el despacho parroquial: Transversal 18 No. 96-90 Teléfono: 2579144

sejo del Diaconado Permanente (2003); miembro del Consejo Presbiteral (2008); párroco en Dei Verbum (2008); suplente del señor arzobispo en la Junta Ad ministradora de la Fundación Hospital San Carlos (2012); re presentante del señor arzobis po en la Junta Directiva de la Fundación Nuevo Mary Mount (2014); párroco en San Ambro sio (2014); suplente del repre sentante del señor Arzobispo en la Junta Administradora de la Fundación Hospital San Carlos (2014); arcipreste del Arcipres tazgo 5.10 (2015). En el 2016, fue ratificado como arcipreste del Arciprestazgo No. 5.10 y como su plente representante del señor Arzobispo en la Junta Directi va de la Fundación Hospital San Carlos. En el 2017, fue designa do arcipreste del Arciprestazgo 5.1 y miembro del Consejo Pres biteral en representación de la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro. En el 2020, fue rati ficado como arcipreste del Arci prestazgo 5.1 (2020) y nombrado párroco en San Diego.

Acompañó espacios televisivos de encuentro y formación en va lores humano - cristianos. Hizo parte de la mesa principal del programa Arriba Bogotá, de City TV, y por varios años compar tió con los televidentes la oración diaria.

"Este país necesita aprender a vivir la esperanza"
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 15

Notas arquidiocesanas

Centro Pastoral de Capacitación de la FAMIG busca padrinos

Con el objetivo de continuar apo yando la formación de estudiantes de bajos recursos, de migrantes, des plazados y personas en condición de vulnerabilidad, en diferentes áreas, con miras a mejorar sus condicio nes de vida y las de sus familias, el Centro Pastoral de Capacitación (CEPCA), de la Fundación de Aten ción al Migrante de la Arquidiócesis de Bogotá, ha puesto en marcha ha puesto en marcha el 'Plan Padrino', una estrategia que busca... que per sonas o empresas puedan donar el 50 por ciento o el 100 por ciento de la matrícula.

“Con los aportes logrados a través de esta campaña se prevé formar a 70 estudiantes en las áreas de ma nicure, belleza capilar y confección, teniendo en cuenta que son oficios con facilidad para la vinculación la boral, lo que posibilitará mejorar las condiciones económicas de las per sonas que los realizan”, explicó Juan

Esteban López Maldonado, comuni cador social de la Fundación.

Ante la difícil situación que viven cientos de migrantes y desplazados, agudizada por la pandemia, el FA MIG, en línea con las distintas accio nes de acompañamiento que lidera en beneficio de esta población, invita a apoyar la iniciativa.

Esperanza para migrantes y desplazados

En sus 19 años de servicio y ayu da, la Fundación de Atención al Mi grante, (FAMIG), ha brindado aco gida, orientación, formación y ayuda humanitaria a miles “de a miles” de personas en condición de movilidad humana, que han llegado a la capital colombiana, buscando oportunida des para su futuro y el de sus familias.

En medio de la pandemia, genera da por la COVID-19, y el aumento del flujo de esta población en la ciu dad, especialmente de hermanos ve nezolanos, FAMIG no ha detenido su acompañamiento, tanto a perso nas y familias en tránsito como con vocación de permanencia.

“En solo el año pasado acompa ñamos cerca de 3 mil 800 familias”, indicó el padre Wilfran Oyola, di rector ejecutivo de la Fundación y coordinador arquidiocesano de Pas toral de Movilidad Humana.

El sacerdote, también, precisó que se avanza en el fortalecimiento de la línea de proyección y desarrollo humano, económico, desde la for mación para medios de vida, para emprendimientos, con el objetivo de ofrecer un acompañamiento in tegral, que supere la respuesta de emergencia.

Por más de 20 años, el CEPCA ha contribuido a la dignificación y reconstrucción del tejido social en comunidades migrantes, población en situación de desplazamiento forzado y vulnerabilidad.

Como fruto del ciclo formativo desarrollado durante el primer semestre de 2021, se graduarán 118 estudiantes.

16 - Fraternidad - Agosto 2021

La fe es acción

Como respuesta a la necesidad de apoyar las obras educativas, sociales, humanitarias y pastorales que se adelantan en esta jurisdicción eclesiástica, la Arquidiócesis de Bogotá puso en marcha la oficina Acción y Participación de los Fieles (APF). La estructura se encargará de la consecución derecursos; identificación de necesidades; diversificación de acciones y fortalecimiento de fuentes de ingresos, promoviendo la participación de las organizaciones privadas, agencias nacionales e internacionales, públicas y privadas; así como la participación de la comunidad católica, a través de medios digitales.

Líneas de Acción

Alianzas y Cooperación, promue ve la participación de las empresas, entidades, agencias nacionales e in ternacionales, públicas y privadas, para la atención de las grandes nece sidades de la población en el territo rio arquidiocesano.

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Camino, Verdad y Vida, se en carga de fomentar la participación de los fieles en las distintas acciones de la Iglesia, a través de campañas de donación y fidelización. Así mismo, busca que las personas se compro metan con alguno de los tres compo nentes del programa en los que se en cuentran identificadas y clasificadas las obras arquidiocesanas, según su objetivo: evangelizar (Camino), educar (Verdad) y servir (Vida).

Plataforma de crowdfunding, lí nea de participación que busca fa cilitar y servir de intermediario o puente en la financiación de proyec tos promovidos por entidades de la

Arquidiócesis. También, apoya la vi sibilización de las necesidades pun tuales de las obras sociales en esta Iglesia Particular.

Invitación a plasmar en obras nuestra fe

Es el llamado a la acción que hace esta oficina arquidiocesana al ani mar a los bautizados y comunidad en general a conocer y participar en las distintas iniciativas para apoyar las obras, instituciones y parroquias ¡juntos podemos ayudar a muchos más!

Mayor información en: www.accionyparticipacion.org

arquidiocesanas

Notas arquidiocesanas

de Bogotá
Má s d e 77. 0 0 0 j ó v e n e s y a d u l t o s b e n e f i c i a d o s Má s d e 2 4 . 0 0 0 f a m i l i a s b e n e f i c i a d a s Má s d e 2 7 0 . 0 0 0 m i g r a n t e s y d e s p l a z a d o s b e n e f i c i a d o s Má s d e 2 6 . 0 0 0 Ni ñ o s , n i ñ a s y a d o l e s c e n t e s b e n e f i c i a d o s Má s d e 2 ’5 0 0 . 0 0 0 p e r s o n a s a t e n d i d a s a t r a v é s d e l a s p a r r o q u i a s La A r q u i d i ó c e s i s d e Bo g o t á a t i e n d e e n s u s a c t i v i d a d e s p a s t o r a l e s , s o c i a l e s y e d u c a t i v a sa m á s d e 3 0 0 0 . 0 0 0 d
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’ Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis
- 17 Notas

CONVERSACIONES

Monseñor Germán Medina Acosta

“Me pongo al servicio de nuestro presbiterio, juntos podemos asumir los desafíos del tiempo presente”
18 - Fraternidad - Agosto 2021

Con gran compromiso y gratitud con el Señor, con la Iglesia y con el papa Francisco, que le ha enco mendado un nuevo servicio en la Iglesia Católica colombiana, como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, monseñor Germán Medina Acosta, compartió detalles de su historia familiar, de su des pertar vocacional y de su servicio pastoral, en 38 años de ministerio sacerdotal. También, se refirió a los sentimientos y expectativas que le suscitan su nombramiento.

La entrevista, realizada por el padre Rafael De Brigard, se desa rrolló en la Vicaría Episcopal Te rritorial de San Pedro, en la que monseñor Medina es Vicario Epis copal

Padre Rafael De Brigard (RDB): Iniciemos este encuentro con un re corrido por su vida. Cuéntenos de su historia familiar.

Monseñor Germán Medina Acosta (MGM): Soy hijo de Manuel Medina y Marina Acosta. Mi padre es de Chi quinquirá y mi mamá de Bogotá, pero mis abuelos son boyacenses.

Tengo cinco hermanos, todos varo nes. Decíamos que teníamos equipo de microfútbol con reserva. El de porte siempre fue algo muy impor tante para nosotros.

Vivimos mucho tiempo en Fontibón, unos 20 años. Mi abuelo era ingeniero de los ferrocarriles y a través de uno de los proyectos de vivienda tuvieron la casa, que heredó mi padre.

(PRD): Creció, entonces, cerca a pá rrocos notables que había en Fonti bón.

(MGM): Claro, monseñor Manuel Ricaurte, monseñor Rafael Ovalle, monseñor Luis Carlos Manrique y monseñor Álvaro Fandiño, fueron pá rrocos muy queridos.

Desde niño se suscitó en mí una sensi bilidad y familiaridad muy grande hacia las cosas de nuestro Señor. Mi mamá me llevaba a una capillita preciosa, que que daba cerca al barrio, acompañada por unas hermanas que servían en la zona.

Luego fui creciendo y haciendo cla ridad. Fui conociendo los párrocos, los sacerdotes, y su testimonio fue gene rando en mí una impresión muy posi tiva.

(PRD): Monseñor, ahora hablemos de su formación académica.

(MGM): Mis primeros años de Semi nario los hice en el instituto Tihamer Toth, allí cursé primero, segundo y ter cero de bachillerato, pero era la década del 70, en ese momento se cerraron muchos Seminarios y yo mantenía la inquietud vocacional; entonces, pasé al Seminario Menor Arquidiocesano.

Luego, en el Seminario Mayor de Bogotá, realicé mis estudios de filo sofía y teología. Me ordené en 1983.

Los primeros años de mi forma ción fueron dados por los padres Sulpicianos, que sembraron im pronta en nosotros, ayudándonos a plantear las preguntas de fondo sobre el sentido de la vida, el sentido de la muerte y el sentido de la fe.

Recién ordenado me confiaron el trabajo con la juventud. Estuve más de 11 años trabajando con los jóve nes de la Arquidiócesis. En este ca minar me iba dando cuenta que, para entender la realidad juvenil y para prestarles un mejor servicio, necesitaba estudiar, entonces, ade lanté la Licenciatura de Teología en la Javeriana.

Luego, una Especialización en Pedagogía para el Trabajo con los Jóvenes. Posteriormente, hice la Maestría en Psicología Comuni taria, porque muchos de los temas tenían que ver con la realidad per sonal, pero también con las di námicas sociales. Finalmente, el arzobispo de entonces me envió a estudiar el Doctorado en Teología Pastoral, que hice con los Herma nos Salesianos en Roma.

Siento que en 38 años nuestro Señor ha sido fiel conmigo, ha estado ahí, me ha auxiliado, me ha tendido la mano.

Siento que es verdad lo que Él ha dicho: No los dejaré solos, yo estaré con ustedes

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 19

(PRD): A propósito de estudios, ¿su biblioteca en qué es fuerte?

(MGM): Tengo mucha bibliogra fía en ‘Estudios Culturales y Sociales’, tratando de entender lo que está pa sando, en qué momento estamos vi viendo, qué nos ocurre, También, en Teología Pastoral.

(PRD): Amplia preparación aca démica. ¿Cómo han sido sus cargos a lo largo de estos 38 años de vida sa cerdotal?

(MGM): Comencé en Ciudad Bo lívar, nos tocó fundar la experiencia de parroquias in solidum, que eran cuatro parroquias hermanas, confia das a cuatro sacerdotes. Yo era el más joven en ese momento. Estaba Jorge Pacheco, Germán Sosa, Hernán Ci madevilla. Fue una experiencia muy linda, en un tiempo muy difícil, por la situación social del lugar.

Luego, me mandaron a una parro quia cerca a Bosa, la parroquia de barrio Madelena, Nuestra Señora del Ave María. Con territorio separado, me confiaban el Olarte para construir un templo, estuve allá un año muy in tenso de trabajo. Ricardo Pulido fue mi acólito en el barrio Olarte, hoy canciller de la Arquidiócesis.

Después, pasé al Seminario Menor, un año. Fui capellán del cole gio del Rosario, dedicado de lleno al trabajo con la juventud; era 1985 y me correspondió el Año Internacio nal de la Juventud, que fue un des pertar de la acción evangelizadora con los jóvenes.

Posteriormente, me confiaron la sección de Juventud del Conferencia Episcopal, fueron tres años sirviendo a nivel nacional, una experiencia muy linda de conocer el país en su diver sidad.

También, fui capellán de la Uni versidad Nacional, tres años. Simul táneamente, párroco de los Santos

Ángeles Custodios. Luego, me envia ron a estudiar a Roma el doctorado y al regresar, me enviaron al Seminario Mayor, donde estuve 14 años, ocho como miembro del equipo de forma dores; luego, fui rector del mismo Se minario.

Estuve en la parroquia San Juan de Ávila dos años. Posteriormente, me enviaron como Vicario Episcopal de la Vicaría de San Pedro, cuatro años.

En 11 de junio, el día que celebro mi aniversario sacerdotal, me nom bran obispo auxiliar de Bogotá.

(PRD): ¿Qué sentimientos hay con ese nombramiento tan bonito, pero tan comprometedor?

(MGM): Me sorprendió porque ya tengo mis añitos y entiendo que el santo padre está queriendo hacer como un relevo generacional en el Episcopado. Yo tengo 63 años.

Lo asumí como una confirma ción del llamado que el Señor me ha hecho. Esa coincidencia providencial

del nombramiento con mi aniversa rio, la leí como un decirme el Señor: Mira, yo te necesito y te confirmo en el Ministerio, vamos para adelante; entonces, gratitud al Señor, gratitud con la Iglesia, con el santo padre, que me llama y me confía este ministerio.

También siento serenidad porque, después de 38 años, uno como sacer dote vive situaciones muy diversas, de tensión, de dificultad, pero tam bién de una evidente acción de nues tro Señor.

(PRD): ¿Cuándo va a ser la or denación episcopal y quién será el obispo consagrante?

(MGM): El 14 de agosto, a las 10 de la mañana, en la Catedral Primada.

Yo he querido que sea nuestro actual arzobispo, monseñor Luis José Rueda Aparicio. Voy a servir a la Igle sia de Bogotá y este sería un signo para la Arquidiócesis. Tengo enten dido que será la primera Ordenación Episcopal que él va a tener.

Lo acompañará el señor cardenal Rubén Salazar Gómez y el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor.

(PRD): Le deseamos todos los éxi tos en el servicio pastoral y que po damos gozar en la Arquidiócesis de Bogotá de su presencia mucho tiempo, porque es parte de nues tro clero y lo conocemos, pero so bre todo nos conoce, entonces sabe cómo es esta tarea.

(MGM): Gracias por tus palabras, lo que dices es muy cierto, parte de mi serenidad es saber que quedo en mi Arquidiócesis, con el clero con el que nos conocemos mutuamente, cre cimos juntos, nos formamos juntos en el Seminario. Me pongo al servi cio de nuestro presbiterio y creo que juntos podemos asumir los desafíos del tiempo presente.

Esa coincidencia providencial del nombramiento con mi aniversario la leí como un decirme el Señor: Mira, yo te necesito y te confirmo en el Ministerio
Conversaciones
20 - Fraternidad - Agosto 2021

Notas arquidiocesanas

Tres sacerdotes de la Arquidiócesis ahora son eméritos

Monseñor Carlos Leal, fue ordenado el 2 de febrero de 1974 por monseñor Jesús Jarami llo. Actualmente es párroco en San Antonio de Padua.

El padre Gabriel Pérez Pérez, fue ordenado el 10 de noviembre de 1973, por el entonces car denal Aníbal Muñoz Duque. Su servicio pas toral más reciente fue como párroco en San Vicente de Paúl.

El padre Adriano Tarrarán, por más de 50 años trabajó por la humanización en el acom pañamiento a los enfermos, a su familia; a los trabajadores de la salud; y voluntarios laicos. Su servicio en esta Iglesia Particular se centró en la dirección del Centro Camiliano de Humanización y Pastoral de la Salud.

Recordemos que a los 75 años los obispos y sacerdotes deben renunciar a su cargo y podrán dedicarse al descanso y actividades personales. También, al ponerse a disposición del Papa, en el caso de los obispos, y del obispo, en el caso de los presbíteros, podrán prolongar el tiempo de servicio.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 21

Nuestros Hermanos Mayores

Padre Adriano Tarrarán

Con una actitud serena y unos ojos que aún brillan ante el an helo de servir y desgastarse por la vida y por los más necesitados, el padre Tarrarán, pionero en la propuesta de humanización de los servicios sociosanitarios en América Latina, hoy recoge sus pasos, entendiendo que aun que la misión se ha cumplido por su parte, el desafío es continuar trabajando para que “la Pastoral de la Salud ocupe el lugar que le corresponde, para que los enfer mos, los pobres, los necesitados, no sean unos desechables y ocu pen el primer lugar, ya que son los preferidos del Reino”.

Grandes aprendizajes, momentos de desconcierto y un trabajo incesante han marcado su vida desde aquel enero de 1967, cuando arribó en barco a Cartagena para emprender una misión que ratificó el sentido de su vocación. “Nunca pude pensar llegar a tanto, pasar de una Pastoral de Enfermos a una Pastoral de la Salud, me he sentido protegido y superado. Dios me ha animado en este trabajo, me ha orientado”, señala al

hacer remembranza de sus primeros días en el país.

“Legué al Hospital de la Hortúa - Hospital de San Juan de Dios- y la situación que me tocó vivir fue para mi traumática. Era para mí el hospital de los más pobres, de los heridos. Nos tocaba correr día y noche para socorrer, administrar a los enfermos que llegaban heridos de toda parte y eso me traumatizó, no estaba acostumbrado a tanta violencia. Frente a esta situación me preguntaba

22 - Fraternidad - Agosto 2021

¿Cuál podría ser mi misión en una realidad tan compleja, difícil? No me sentía preparado”.

Este contexto y su celo pastoral, el mismo que lo llevó a convencer a sus Superiores que podría servir en circunstancias de necesidad concretas, más allá del acompañamiento como formador en el Seminario, tarea que desempeñó recién ordenado, le dieron el coraje y horizonte para tocar las puertas necesarias, formarse e iniciar una experiencia de acompañamiento pastoral nueva, pero necesaria.

“Soñaba acompañar no solo a los enfermos sino a los médicos, enfermeras, a todo el que hace parte del mundo de la salud”.

“San Camilo decía a los médicos, a los que cuidaban a los enfermos <<Más corazón en esas manos>>, era esa la filosofía que me guiaba, y que yo busqué animar en esa Pastoral”.

Luego de adelantar actualizaciones ofrecidas por el CELAM y una formación intensiva de Pastoral de la Salud en Canadá, regresó al país y con la colaboración, inicialmente de religiosas, emprendió su recorrido por todos los hospitales de Colombia brindando cursos de humanización para los servicios sociosanitarios. Posteriormente, se fueron

vinculando los laicos, conformándose a nivel nacional un comité especial para la humanización de los servicios de salud.

Fue en ese entonces, cuando la Conferencia Episcopal acudió a ellos; sin embargo, la proyección de esta Pastoral, que seguía el carisma de San Camilo de Lelis: “Recuperar el respeto por la dignidad y sacralidad de la persona humana, la asistencia integral al enfermo y su familia, la formación humana y ética de los trabajadores de la salud y el compromiso gratuito y voluntario de los laicos al servicio de los enfermos”, se había empezado a gestar años atrás.

En 1981 la Orden Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos), crea el Centro Camiliano de Humanización y Pastoral de la Salud y el padre Tarrarán asume como su director. En 1986, es nombrado coordinador de Pastoral de la Salud en la Arquidiócesis de Bogotá. En 1994 asume la animación de esta Pastoral a nivel nacional y elabora los manuales con el objetivo de apoyar la formación y capacitación en todas las diócesis del país. Durante ese mismo año el CELAM le solicita coordinar el equipo de apoyo para animar esta Pastoral en América Latina y elaborar una guía partiendo

del nuevo concepto y dimensiones.

En 1995 logra la sede propia para el Centro Camiliano.

En 2009 se inaugura la Casa de Espiritualidad Camiliana y el Centro de Escucha San Camilo, para acompañar a personas que viven situaciones difíciles, pérdidas y duelos.

“Yo buscaba responder a las necesidades y la colaboración de tantos laicos ha hecho posible que pudiéramos realizar todo un proceso de Pastoral de la Salud y crear una estructura a nivel nacional, diocesano y parroquial”.

Ahora, “regreso a mi país, dejo a los compañeros Camilos, a los laicos, agentes pastorales, la tarea de poder continuar con este trabajo, para que siga creciendo (…) Es una humanidad que sufre y el Papa insiste mucho en <<ser personas que sanan tantas heridas, en medio de tanto sufrimiento y angustia>>.

En su natal Italia, descansará, retomará fuerzas y espera poder continuar sirviendo, desde una propuesta que le ha hecho su Provincial de integrarse a un ancianato en el que acompañan a religiosos enfermos o mayores que aún asisten pastoralmente comunidades cercanas. “El provincial me deja toda la libertad, el futuro está en las manos de Dios”

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 23

Seminario Agostor Seminario Mayor

Servidores en la fe y en el amor

Formados en el Seminario Conciliar de Bogotá, ocho jóvenes seminaristas recibieron el orden del diaconado, para el servicio en la Iglesia, a través del culto divino, la predicación, la orientación y la caridad. La solemne eucaristía se llevó a cabo el 24 de agosto de 2021, en la Catedral Primada, cumpliendo el aforo y las medidas de bioseguridad. Fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, y concelebrada por monseñor Pedro Salamanca y monseñor Luis Manuel Alí, obispos auxiliares. Estuvo presente el Consejo Episcopal Arquidiocesano; el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral; los rectores de los dos Seminarios de la Arquidiócesis de Bogotá: padre Edwin Vanegas del Seminario Mayor de San José, y padre José Vicente Sandino, del Seminario Redemptoris Mater.También, asistieron presbíteros invitados, formadores y familiares.

24 - Fraternidad - Agosto 2021

Diaconía de la cruz

Durante la celebración eucarísti ca, monseñor Luis José insistió en la importancia de vivir la diaconía en oración plena, dirigida al Señor, “por que es la oración la que da la fuerza, la valentía, la alegría misionera. Ora ción en comunión con la Iglesia y la Virgen María, de esta manera se ha rán compañeros de camino dentro de la Arquidiócesis de Bogotá y la Iglesia Universal”.

Oración con espíritu de esperanza para que sean diáconos orantes

Con un diálogo constante con la santísima Trinidad, en medio de las tribulaciones del mundo, pero con la consolación de Dios y guiados por el Espíritu Santo. “Perseveren siempre en la oración”, les pidió el arzobispo.

Así mismo, monseñor afirmó: “Us tedes vivirán una diaconía con Jesús desde la cruz, unido al dolor de la Virgen María, para que la vanidad no llegue. Diaconía y servicio con cruz hasta la muerte”.

Los nuevos diáconos

Luego de varios años de camino, tiempo transcurrido en la formación inicial al interior del Seminario Mayor, las historias de estos jóvenes son diversas, pero su vocación es la misma: ser sacerdotes y servir a la Iglesia, ser servidores de Cristo en medio del mundo. Este es el llamado que han aceptado Diego Armando Jiménez Melo, Juan Carlos Matiz, Camilo Andrés Torres González, Camilo Agudelo Linares, Juan Felipe Garzón Gutiérrez, Juan Sebastián Romero Araque, Edison Fabián Buitrago Bautista, Jonathan Alexander Rozo García, quienes reafirmaron su compromiso y recibieron el orden del diaconado con alegría, gozo, humildad y espíritu misionero.

El orden del diaconado lo vemos ates tiguado en las Sagradas Escrituras en la elección de los primeros siete diáconos destinados para atender las mesas en el servicio a la caridad de la comunidad cristiana (Hch 6, 3). Desde los comien zos, se reconoce su profundo valor pues to que es la necesidad de servidores al interior de la Iglesia la que exige minis tros que hagan visible el amor y la mise ricordia de Dios por los que sufren.

Los diáconos reciben la imposición de las manos «no en orden al sacerdo cio, sino en orden al ministerio» Así, confortados con la gracia sacramental, en comunión con el Obispo y su pres biterio, sirven al Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad.

Es oficio propio del diácono, según le fuere asignado por la autoridad compe tente, administrar solemnemente el bau tismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura (Lu men gentium 29, Concilio Vaticano II).

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 25

Jubileo sacerdotal

La presidencia de la Conferencia Episcopal, a nombre de toda la Iglesia católica, que peregrina en Colombia, expresa su más sentida acción de gracias por la vida y ministerio de su eminencia, el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz con motivo de sus 50 años de ministerio episcopal, efemérides que ocurren este 11 de julio de 2021.

Es un compromiso de cada creyente de nuestra tierra colombiana, a solicitud de la Palabra de Dios, acordarnos de todo el servicio y bien que prestó y presta con su vida y testimonio el eminentísimo cardenal Pedro Rubiano, quien el pasado 8 de junio celebró 65 años de vida sacerdotal, y en esta concurrencia sus bodas de oro episcopales. Toda una vida entregada al servicio de Dios y de su pueblo.

Su eminencia, inició su ministerio sacerdotal en la Arquidiócesis de Cali, donde sirvió por espacio de 15 años en diversos encargos pastorales antes de ser consa grado como obispo, el 11 de julio de 1971; como sucesor de los apóstoles se desem peñó como obispo de Cúcuta de 1971 a 1983; arzobispo coadjutor de Cali de 1983 a 1985; arzobispo metropolitano de Cali de 1985 a 1994; y arzobispo de Bogotá y pri mado de Colombia de 1995 a 2010. Fue creado cardenal de la santa iglesia católica el 21 de febrero de 2001.

Monseñor Pedro Rubiano con su palabra, testimonio y acciones acompañó diversos momentos de la vida de nuestra Iglesia en Colombia, en tres oportunidades orientó los destinos de la Conferencia Episcopal como presidente de la misma, dos periodos consecutivos de 1990 a 1996; y el periodo de 2002 a 2005.

Motivos, estos entre otros muchos, suficientes para elevar nuestra acción de gracias a Dios por su vida y ministerio, seguir orando por su bienestar y salud. Al expresar nuestro reconocimiento por su entrega generosa en el anuncio del Evangelio, en estas bodas de oro, hacemos llegar nuestro saludo, gratitud y felicitación a su fami lia y a las iglesias particulares de Cali, Cúcuta y Bogotá donde sirvió como pastor.

Invitamos a todo el pueblo santo de Dios a elevar una oración de gratitud por su eminencia en el día de sus bodas de oro.

Con afecto sincero en Cristo Jesús,

+ Luis José Rueda Aparicio , arzobispo de Bogotá y primado de Colombia presidente de la Conferencia Episcopal

+ Omar Alberto Sánchez Cubillos, OP arzobispo de Popayán vicepresidente de la Conferencia Episcopal

+ Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá secretario general de la Conferencia Episcopal Bogotá, D. C.,11 de julio de 2021

Mensaje con ocasión de las bodas de oro episcopales del eminentísimo señor carde nal Pedro Rubiano Sáenz
“Acuérdensedesusdirigentes,quelesanunciaron laPalabradeDios;tenganencuentacómo culminaron su vida e imiten su fe” (Hb 13,7)
26 - Fraternidad - Agosto 2021

Parroquia Jesucristo Liberador Desafíos pastorales en Ciudad Bolívar

Después de varios años de presencia y acompañamiento pastoral, el territo rio de Jesucristo Liberador, en el barrio Divino Niño – Ciudad Bolívar, cuenta con un templo digno para la vivencia de su fe.

La parroquia, perteneciente a la Vica ría Santa Isabel de Hungría, fue erigida en 2009, pero desde el 2002 empezó a gestarse la acción pastoral y evangeli zadora con los padres Capuchinos. Lue go, los padres Franciscanos hicieron presencia y, desde hace cuatro años, la comunidad es acompañada por sacer dotes de la Arquidiócesis de Bogotá.

“Uno de los mayores desafíos es estar presente en los sectores, estar incul cándole a la gente la necesidad de acer carse a Dios. Romper un poco la indife rencia que hay, para que puedan tener a Dios en su vida, en su familia”, ha pre cisado el padre Faustino Torres Millán, párroco de esta comunidad.

Aunque el fortalecimiento de la diná mica pastoral se vio afectado por la pandemia, el sacerdote destaca el com promiso del reducido número de agen tes pastorales, 30 en la actualidad, que apoyan la tarea evangelizadora, a tra vés del grupo de lectores, de jóvenes, de catequesis y del coro.

“La pandemia ha representado un mo mento muy difícil en Ciudad Bolívar, porque muchas de las familias viven de la informalidad. Personas que con 10 mil o 15 mil pesos al día, que logren con seguir, se sostienen”.

“Un vendedor ambulante, un recicla dor, en tiempo de pandemia no pudo conseguir su sustento. Ellos no pudie ron trabajar. Pero, gracias a Dios, con el vínculo que se tiene con el Banco de Alimentos se pudo ayudar a estas fami

lias en la parte económica. Poder cubrir las necesidades básicas de alimenta ción, que era y sigue siendo lo más ur gente”, afirma el sacerdote al referirse a la acción social y humanitaria que adelanta la Iglesia Católica en la zona, con el apoyo de instituciones arquidio cesanas, comunidades religiosas y, a través de alianzas estratégicas, para la atención y acompañamiento en tiempo de confinamiento.

Adicionalmente, explica el padre Faus tino, se apoya la vinculación al SENA, como otro espacio formativo, de pro yección de medios de vida y laboral

A espera de la bendición y consagración

“Gracias a Dios, con la ayuda de la Ar quidiócesis, de unos benefactores, se pudo construir el templo parroquial, que se estaba esperando por muchos años (…) Se hizo un templo sencillo, un templo digno para la comunidad y se espera que la consagración sea este año”, afirmó el sacerdote.

Parroquias

El trabajo con los jóvenes y las familias no ha sido fácil, dadas las condicio nes socio-económicas y las realidades complejas de violencia que se gestan en el territorio, el compromiso con esta po blación está trazado y como Iglesia en Salida, “se les busca y acompaña, desde las posibilidades que se van suscitando y que ellos acogen”.

Con el apoyo del Centro de Capacita ción y Promoción Popular Juan Bosco Obrero, desde su propuesta formativa para el trabajo y el desarrollo humano, se ha logrado la capacitación de jóvenes en distintas áreas, artes u oficios, pro moviendo su vinculación laboral.

El templo tiene una capacidad de 250 personas sentadas, pero por pandemia participan, de manera presencial, en la celebración eucarística un máximo de 120 personas, siguiendo los protocolos de bioseguridad.

Esta reactivación ha sido fundamental para la pastoral en el territorio, ya que por las características de la zona, expli ca el padre, el tema de acompañamien to virtual no tuvo mayor aceptación.

El párroco

Formado en el Seminario Mayor de Bogotá, el padre Faustino Torres Millán recibió la ordenación sacerdotal el 2 de diciembre de 2006. Su primer servicio pastoral fue como vicario parroquial en Nuestra Señora del Rosario, en La Calera; posteriormente, fue párroco en María Estrella de la Evangelización, durante seis años. Luego, en la parroquia San Valentín de Berriocha, seis años; y, actualmente, es párroco en Jesucristo Liberador.

Un dato:

A la fecha, tres sacerdotes arquidiocesanos han acompañado esta comunidad, conformada por alrededor de mil familias: el padre Gonzalo Arias, el padre Carlos Mario Charry y el padre Faustino Torres, quien llegó a la comunidad en julio de 2019.

Una Iglesia en salida por las familias, los niños, jóvenes, adultos y ancianos
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Notas arquidiocesanas

Segundo año de las Semanas Sociales en la Arquidiócesis

Luego de estar acostumbrados, a celebrar septiembre como el mes bíblico, en los últimos años este mes ha adquirido un sentido social, marcado por una serie de semanas del calendario universal y nacional, dedicadas a celebrar el servicio de la caridad de la Iglesia hacia distintos grupos de personas en situaciones de sufrimiento y vulnerabilidad; así como, sus trabajos en favor de la pa z y el cuidado de la Casa Común.

Es por eso que en la Arquidió cesis, desde el año pasado, hemos querido dar unidad a estas con memoraciones e integrarlas bajo un mismo lema, de tal manera que se conviertan en un momento de sensibilización social de los fieles; de celebración del compromiso que se está llevando a cabo; y de motivación a la acción solidaria concreta y efectiva para con aque llos que sufren en nuestros territo rios de la ciudad región de Bogotá.

En el año 2020, el lema fue: Se manas Sociales de la Arquidióce sis: ‘Con Cristo en el corazón cui damos la vida’.

En el año 2021, el lema que in tegra el conjunto de seis semanas será: ‘Caravana de la amistad so cial: Del yo y los otros al nosotros’.

Este lema está inspirado en la última carta encíclica que nos ha entregado el papa Francisco: Fra telli Tutti (Hermanos todos) so bre la fraternidad y la amistad so cial. En esta el santo padre, frente a los dramas sociales que vive el

mundo, acrecentados por la pan demia del COVID-19, nos llama a afrontarlos como una oportunidad de transformación hacia mejores condiciones de vida para todos. Y, para ello, es necesario recordar la igualdad que existe entre todos los miembros de la familia huma na, como obra del Creador, por la cual todos somos hermanos, iguales en dignidad y llamados a participar en el desarrollo in tegral de la sociedad, desde una auténtica amistad social.

Para difundir este mensaje se ha tomado entonces el concepto de “amistad social”, y el de “carava na”, por cuanto se quiere difundir el mensaje en un contexto festivo, celebrativo. Se ha agregado la ex presión: “Del yo y los otros al no sotros”, para proponer un marco de comprensión y búsqueda de soluciones diferente a muchos de los enfoques desde los cuales se han abordado los problemas que estamos viviendo en nuestro país y en nuestra ciudad región en los últimos meses.

La amistad social, que parte del reconocimiento de nuestra igual dad en la dignidad, no desde la polarización “yo y los otros”, y camina no hacia la derrota de los otros, sino hacia la construcción del “nosotros social”, fundamento de la vida en sociedad y del senti do de pertenencia que le es propio.

Como lo ha señalado el papa Francisco en su documento, la vi vencia de la fraternidad universal comienza por asumir la actitud del buen samaritano como crite rio de ciudadanía, que vuelve la mirada hacia los débiles, a los que sufren, aunque yo nos los conoz ca, aunque estén lejos de mí, y no sean de mi grupo de personas cer canas, pero a quienes reconozco como hermanos, que me perte necen, y me siento comprometido con ellos.

Actitud de cercanía, de aper tura al diálogo, que me lleva a la vivencia de una amistad social, de una economía con alma y de una nueva política, al servicio del bien común.

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Semana Nacional de la Pastoral de la Salud Nos acercaremos, con nuestra oración y compromiso, a las personas enfermas, a los adultos mayores, a sus familias y a quienes los cuidan de muchas formas.

Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Casa Común Reflexionaremos y oraremos sobre el compromiso de todos en el cuidado de la Casa Común, puesto que los problemas ecológicos son problemas sociales, el grito de la tierra es el grito de los pobres (cf. LS 139).

Semana Nacional por la Paz Estaremos reconociendo nuestro compromiso como artesanos de la paz, servidores del diálogo social, único camino efectivo para alcanzar la resolución de nuestros conflictos, el perdón, la reconciliación y la paz.

Estaremos orando y volviendo la mirada hacia el drama de las adicciones, que causa tanto daño en las personas, y sus familias, y ante lo cual, como comunidades de fe, tenemos mucho que aportar tanto en la prevención como en el acompañamiento inicial.

Fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de las personas privadas de la libertad. Nos acercaremos en la oración, la reflexión y el compromiso solidario a las personas privadas de la libertad que están en los cuatro centros penitenciarios de nuestra ciudad, así como a los capellanes y el equipo de voluntarios de la evangelización del mundo penitenciario.

Cada una de las seis semanas será inaugurada el domingo en la misa presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano, a las 9 de la mañana, a través de RCN Televisión.

Durante los demás días se tendrá en las redes sociales de la arquidiócesis un momento de oración, diá logo y reflexión, y un espacio para conocer la acción de nuestra iglesia en esos campos.

Los invitamos, como es propio de la pedagogía de las celebraciones anuales, a promover estas sema nas sociales como un momento para avivar nuestro compromiso social como bautizados, discípulos misioneros de Jesús, y para difundir el criterio de la fraternidad universal y de la amistad social como fundamentales para aportar en la construcción de una sociedad más justa, reconciliada, solidaria, y que cuida de la creación.

Jornada Mundial de los Migrantes, Desplazados y Refugiados 2021, cuyo lema es “Hacia un nosotros cada vez más grande”. Estaremos centrando nuestra atención en los hermanos que han llegado a nuestra ciudad región por causa de desplazamiento forzado interno o externo y que están buscando mejores condiciones de vida para sus familias.

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Entrevista

Formar un sacerdote, fibra de fuerza y misericordia

La Carta escrita el 4 de agosto de 2019, con motivo del 160 aniversario de la muerte del Cura de Ars, repre senta una pequeña “summa” pas toral y espiritual del magisterio del Papa Francisco sobre el sacerdocio; ¿cuál es el identikit del sacerdote que se extrae de ella?

Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano (Vaticannews)

El cardenal Beniamino Stella, prefecto del Dicasterio, explica el trabajo de sus colaboradores en el camino indicado por el papa Francisco, el de una Iglesia servida y animada por inteligencias y brazos que reavivan, en cualquier parte del mundo, la figura del buen samaritano.

R. - El papa Francisco está siem pre muy atento a los sacerdotes y a su ministerio. De hecho, les ha hablado en varias ocasiones, destacando cier tos aspectos de la vida sacerdotal. La Carta con motivo del 160 aniversa rio de la muerte de San Juan María Vianney es un regalo especial del Santo padre, que se dirige a los sacer dotes partiendo, en primer lugar, de su propia experiencia vital. Leyendo el texto del papa, parece que “ve” a sus “hermanos sacerdotes”, que “sin hacer ruido” lo dejan todo para com prometerse al servicio de las comu nidades y trabajar “en las trincheras”, expuestos a las más variadas situacio nes, poniendo “la cara”, pero sin darse “demasiada importancia, para que el pueblo de Dios sea cuidado y acom pañado”.

El papa Francisco ofrece así un identikit “existencial” del sacerdote. No habla, en efecto, de un sacerdote ideal, que no existe, sino que se dirige en realidad a la multitud de sacer dotes que “en muchas ocasiones, de manera silenciosa y sacrificada”, comprometiéndose en el “servicio a Dios y a su pueblo”, en el anuncio del Evangelio, en la celebración de los Sacramentos y en el testimonio de la caridad, escriben “las páginas más bellas de la vida sacerdotal”. A pesar de los pecados e incluso a veces de los delitos de algunos miembros del clero, sobre los que el santo padre no se calla, señala que hay “muchos sacerdotes que, de manera constante e integral (...), hacen de su vida una obra de misericordia”.

Precisamente la misericordia, dice el santo padre, después del don de la propia vida, es otra “cualidad ex quisita” del sacerdote, que lo confi gura con Cristo Buen Pastor. Es una actitud alegre, que saca su fuerza de la oración y de los sacramentos, que se concreta en la comunión con el obispo y sus hermanos, que se rea liza en el entusiasmo por la evange lización y que, en la perseverancia y la “paciencia”, se convierte en proxi midad y cercanía “a la carne del her mano que sufre”.

Otra característica indicada por el santo padre es la “valentía sacerdotal”, que la Ratio Fundamentalis Institu tionis Sacerdotalis sitúa dentro de la necesaria madurez humana exigida a los candidatos a las órdenes sagra das. El papa Francisco explica que el ministerio sacerdotal no es inmune “al sufrimiento, al dolor e incluso a la incomprensión”, que son medios de configuración con Cristo, cuando se asumen y se integran en el camino de la fe y de la oración, a través del cual el sacerdote, huyendo de la acedia -que el Papa llama “tristeza dulcificada”-, permanece “ante el Señor”, que cura su corazón herido y lava sus pies en suciados por la “mundanidad”.

Finalmente, el identikit que ofrece la Carta, al describir, sin citarla, la experiencia de santidad del Cura de Ars, hace explícitos “dos vínculos constitutivos” de la identidad sacer dotal: el vínculo personal, íntimo y profundo con Jesús, y el vínculo con el Pueblo de Dios. La actitud que el santo padre propone para concluir, siguiendo el ejemplo de la Madre de Dios, es la alabanza. Podríamos decir, resumiendo los rasgos de la vida sa cerdotal presentados en la Carta, que el papa Francisco pide a los sacerdo tes de hoy que sean sacerdotes del Magnificat.

Apartes de una entrevista al prefecto de la Congregación para el clero, cardenal Beniamino Stella.
Fuente: foto de archivo (Vatican Media) Fuente: https://www.agensir.it 30 - Fraternidad - Agosto 2021

La cuestión del celibato sacerdotal vuelve cíclicamente al centro del de bate de la Iglesia. El papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones su valor como “don” y -haciendo suya una clara postura de San Pablo VIsiempre ha excluido un cambio en la actual disciplina eclesiástica. ¿De qué manera la Congregación relanza el Magisterio del Papa y promueve la reflexión entre los sacerdotes sobre el valor de la opción celibataria?

R. - El tema de la vida célibe de los sacerdotes surge cíclicamente, también porque es un “signo de contradicción” respecto a la mentalidad mundana, como lo es el matrimonio fiel, indi soluble y abierto a la vida. Además, las incoherencias y a veces incluso los delitos de los sacerdotes podrían hacer pensar que el problema radica precisamente en el hecho de que el sacerdote es célibe. Sin embargo, los Pontífices del último siglo han reafir mado y motivado, incluso en tiempos no fáciles, el valor del celibato como donación total a Dios y, en conse cuencia, como espacio de libertad para el ministerio.

La Congregación para el Clero contribuye a la reafirmación de este valor en primer lugar con un trabajo constante de estudio, por así decirlo, interno: los funcionarios -teólogos,

canonistas, psicólogos, formadoresse aplican a un examen continuo del tema, con la contribución de los Miembros y Consultores, para que la elección del celibato sea comprendida en su autenticidad, pero también en su actualidad. El fruto de este trabajo se presenta en los Cursos promovidos por el Dicasterio y compartidos con las Conferencias Episcopales, con los Formadores de los Seminarios y con las Universidades. Un aspecto funda mental es la formación para el celi bato sacerdotal.

La formación al celibato sacerdo tal, en efecto, no puede limitarse al tiempo del seminario (formación inicial), sino que debe continuar a lo largo de toda la vida del sacerdote (formación permanente), para que los presbíteros asuman y renueven constantemente su conciencia de estar “enraizados en Cristo Esposo y totalmente consagrados al servicio del Pueblo de Dios”, precisamente en tendiendo “el celibato como un don especial de Dios”, según la enseñanza de la Ratio, n. 110.

No se trata, sin embargo, de obser var exteriormente una pura disciplina, sino de captar y asimilar siempre y de nuevo, como ya exhortaba San Juan Pablo II en Pastores dabo vobis, n. 29, “la motivación teológica de la ley eclesiástica sobre el celibato”. Se trata,

por así decirlo, de vivir un misterio, que tal vez “no es dado a todos enten der” (Mt 19 11-12), pero que preci samente por ello exige una profunda madurez humana y espiritual, que la Congregación se compromete a pro mover a través de los diversos canales de formación y apoyo a las Iglesias lo cales. Hay una bella imagen utilizada por el papa Francisco en la Exhorta ción Apostólica Postsinodal Querida Amazonia, en el n. 101: “Jesús se pre senta como el Esposo de la comuni dad que celebra la Eucaristía, a través de la figura de un hombre que la pre side como signo del único Sacerdote.”

Por eso el sacerdote célibe no sólo representa, sino que vive, podríamos decir, la representación viva de “este diálogo entre el esposo y la esposa”.

El tema de los abusos a menores por parte de sacerdotes sigue siendo una herida abierta en el corazón de la Iglesia. ¿Cuál es la contribución específica que su Dicasterio puede ofrecer a la labor de prevención y erradicación de este doloroso fenó meno?

R. - La prevención de estos delitos por parte de los clérigos se encuentra en una cuidadosa formación sacer dotal. Hay que precisar, sin embargo, que la formación no significa simple mente la comunicación de conceptos,

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desde el punto de vista de la informa ción o de la actualización, sino -tanto en el seminario como después de la ordenación- una formación integral, es decir, relativa a todos los aspectos de la persona, incluyendo también la dimensión humana en los aspectos de la afectividad, la sexualidad y la voluntad. El seminarista, primero, y el sacerdote, después, están llamados a crecer armónicamente como hom bres dotados de un sano equilibrio psicológico, de madurez afectiva y de capacidad relacional.

La Congregación para el Clero pro pone este tipo de educación de la per sonalidad en los seminarios y en los cursos de formación permanente del clero. La Ratio, de hecho, reclama “la mayor atención” en este campo, ex cluye de las órdenes sagradas a quie nes “hayan estado de alguna manera implicados en delitos o situaciones problemáticas en este ámbito”, y prevé “en el programa de formación, tanto inicial como permanente” unas adecuadas “lecciones, seminarios o cursos específicos sobre la protección de los menores”, interesándose tam bién “por ámbitos de posible explota ción o violencia” como “por ejemplo, la trata de menores” o “el trabajo infantil” (Ratio, 202). La figura del sacerdote que propone la Ratio Fun damentalis, en este sentido, es la de un padre y Pastor que se ocupa de los fieles, defensor de los más pobres y más débiles.

El ámbito de actividad de la Con gregación incluye también el diaco nado permanente. ¿Cuál es la reali dad de este ministerio en la Iglesia de hoy? ¿Y qué lugar específico hay que dar a los diáconos para evitar el ries go de que su papel quede suspendido entre el de sacerdote y el de laico?

R. - El papa Francisco lo dijo abier tamente: “Debemos tener cuidado de no ver a los diáconos como medio sa cerdotes y medio laicos”. E identificó

su principal característica: son “los custodios del servicio en la Iglesia”. Para algunos, conocidos como diáco nos transitorios, la ordenación diaco nal es una etapa en el camino hacia el sacerdocio ministerial, en la que se asume la actitud de Cristo Siervo de por vida, imitando al Señor Jesús también en el celibato.

El Concilio Vaticano II, entonces, siguiendo la Tradición de la Iglesia, restableció la posibilidad del diaco nado permanente, es decir, de hom bres, incluso casados, ordenados no para el sacerdocio, sino precisa mente para el servicio en la Iglesia. De hecho, ejercen su ministerio en las celebraciones y la predicación, en las obras de caridad, en la atención a los pobres y en la colaboración com petente en la administración de los bienes de la Iglesia.

La Congregación para el Clero, en su reciente Instrucción sobre la renovación de la comunidad parro quial  (nn. 79-82), presentando una visión ministerial de la Iglesia, y en la estela de la enseñanza del Con cilio y de los papas, ha subrayado la tarea de los diáconos permanentes como profetas del servicio. Su minis terio, además, debe ir más allá de los confines de la comunidad eclesial; de hecho, son enviados a las “periferias” y están marcados por un carisma misionero, especialmente para el “primer anuncio” del Evangelio en los lugares de frontera y en los ambien tes de la vida ordinaria de la gente. Pienso en los diáconos permanentes comprometidos en los hospitales, en las cárceles, en la acogida de los emi grantes, en el mundo de la educación y en los centros de escucha de Cáritas: hoy continúan, en nombre de toda la Iglesia, la obra del buen samaritano.

Para realizar esta vocación espe cífica, es necesaria una formación que no sólo se refiera a la dimensión intelectual, sino también a la madu rez humana y espiritual, con vistas

a la evangelización. Por esta razón, el Dicasterio acompaña a las Confe rencias Episcopales en la elaboración de una Ratio para la formación de los diáconos permanentes, con el fin de realizar plenamente el potencial inherente a su vocación. Además, la Congregación está en diálogo con los episcopados locales para que en todo el mundo se instituya el orden de los diáconos permanentes, que en algu nas Iglesias locales aún no han sido restaurados. De hecho, es responsabi lidad de las Conferencias Episcopales proveer a la promoción del diaco nado permanente en cada país.

Además, un aspecto único del dia conado permanente es el hecho de que los hombres casados también pueden ser admitidos a este minis terio. Esta opción los distingue cla ramente de los sacerdotes, que son siempre célibes en la Iglesia latina. Además, el diácono permanente que tiene familia y ejerce su profe sión es un testigo privilegiado de la llamada universal a la santidad en la vida ordinaria. Sin embargo, exis ten, aunque en menor número, diá conos permanentes célibes, que dan testimonio del valor de la virgini dad para el Reino de los Cielos, asu miendo el compromiso del celibato en el momento de la ordenación, para dedicarse con mayor libertad a las exigencias del ministerio.

La Congregación para el Clero se compromete a promover el diaco nado permanente en toda su riqueza y relevancia: estos hombres, de hecho, no son “monaguillos con estola”, sino que son cristianos comprometidos en manifestar -en comunión con el Obispo y el presbiterio diocesano- el rostro de Jesús, que no vino a ser ser vido, sino a servir y a dar su vida, si guiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que fue diácono permanente y que, motivando el servicio con la fraternidad, nos enseña a dirigirnos a los demás llamándolos Fratelli tutti

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Desconectarse para cantarle a Dios

Su rostro es familiar y su voz, aún más, ya que acompaña con el ministerio de música la euca ristía dominical, transmitida por RCN Televisión, desde la capilla del Sagrario, ubicada junto a la Catedral Metropolitana de Bogotá y Primada de Colombia.

Este bogotano, de 40 años de edad, recuerda que, desde pequeño, en el colegio, le gustaba la música y pertenecía al coro. De esta manera fue cultivando el don que Dios le había otorgado. De cide, entonces, formarse y, al día de hoy, tiene dos especialidades: canto lírico y dirección de coros.

También, realizó un diplomado en música li túrgica y estudios de latín, filosofía y canto gre goriano en el Seminario de Nuestra Señora de Buenos Aires en Argentina.

Nivaldo fue fundador y director del coro filar mónico prejuvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y artista formador de la misma. Ha sido docente universitario, director asistente de la so ciedad coral Santa Cecilia y del coro de la Funda ción Orquesta Sinfónica de Bogotá.

Conectarse con las personas a través de música

En su trayectoria musical se destaca la partici pación en el Coro de la Opera de Colombia, du rante más de 10 años; ha sido conferencista en talleres pedagógicos en torno al Festival Interna cional de Música de Cartagena; profesor invitado del Conservatorio del Huila; y asesor de la agen cia de publicidad de la Secretaría de Gobierno de Bogotá.

La experiencia de participar en la eucaristía que preside monseñor Luis José Rueda Aparicio, pre sidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y arzobispo de Bogotá, todos los domingos, a las 9:00 de la mañana, con transmisión nacional, le ha enseñado que es importante desconectarse de las cámaras, del equipo de producción, para po der conectarse con Dios y con la comunidad, a través de la música litúrgica y su talento puesto al servicio de Dios y de la evangelización.

Nivaldo Guinche González es, desde hace 5 años, el director del coro de la Catedral Primada de Bogotá.

Arte y cultura

Ante la pandemia

La virtualidad, a la que el mundo se vio abocado a cuenta del COVID-19, señala, significó para su servicio en la Catedral, desde el arte y música, un fortalecimiento técnico y grandes desafíos para las agrupaciones y coros, que debieron cesar sus acti vidades y que, tras año y medio de pandemia, es peran poder reactivarse, por lo que se encuentran adelantando algunos pilotos, inicialmente con el coro de adultos.

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Desde la Cancillería

Nombramientos

A través del comunicado No. 043/2021, el señor canciller ha informado sobre diferentes decretos del señor arzobispo, Luis José Rueda Aparicio:

Incardinaciones

Al reverendo padre Arnulfo Guaraca Narváez.

Párrocos

Al reverendo padre Fr. Jorge Israel Gómez Otálora, O.P., en la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá, Vi caría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Oswaldo Jaramillo Osorio, S.M.M., en la parroquia Nues tra Señora de Belén, Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo.

Al Señor presbítero Francisco José Aguirre de la Torre, en la parroquia San Josemaría Escrivá de Balaguer, Vi caría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Al señor presbítero Edgar Alberto Ga leano Pérez, en la parroquia Santa Ana, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción.

Al señor presbítero Carlos Tadeo Alba rracín Montañez, en la parroquia El Es píritu Santo, Vicaría Episcopal Territo rial de La Inmaculada Concepción.

Al señor presbítero Pablo Enrique Pin zón Pérez, en la parroquia San Diego, Vicaría Episcopal Territorial de La In maculada Concepción.

Al reverendo padre Jesús Erasmo Sa linas Hernández, C.S., en la parroquia María Reina, Vicaría Episcopal Terri torial de La Inmaculada Concepción.

Al señor presbítero Manuel Mora La guado, en la parroquia San Vicente de Paúl, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al señor presbítero Libardo Valencia Hincapié, en la parroquia San Antonio de Padua, Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo.

Al señor presbítero Edgardo Robles Torrecilla, en la parroquia San Jeró nimo, Vicaría Episcopal Territorial de San José.

Al señor presbítero Edwin Germán Chaves Quintero, en la parroquia San ta Amelia, Vicaría Episcopal Territo rial de San Pedro.

Al señor presbítero John Álvaro Jimé nez Carvajal, en la parroquia San Isi doro de Sevilla, Vicaría Episcopal Te rritorial padre Misericordioso.

Al señor presbítero Néstor Fernando Peña Rodríguez, en la parroquia San Manuel Morales, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericordioso.

Al reverendo padre Fray Mario Wilson Ramos Novoa, O.F.M. en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles – La Porciúncula, Vicaría Episcopal Terri torial de Cristo Sacerdote.

Administradores parroquiales

Al Ilustrísimo monseñor Julio Alejan dro Henao de Brigard, en la parroquia Santa María Madre Admirable, Vica ría Episcopal Territorial padre Miseri cordioso.

Al señor presbítero Néstor Fernando Peña Rodríguez, en la parroquia San ta Mariana de Jesús, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericordioso.

Vicarios parroquiales

Al reverendo César Bolívar Sánchez Suárez, C.J.M., en la parroquia Nues tra Señora del Monte Carmelo, Vica ría Episcopal Territorial padre Miseri cordioso.

Al reverendo padre Carlos Alberto Vi lla Jaramillo, O.C.D., en la parroquia Nuestra Señora del Carmen – Iglesia Santa Teresita, Vicaría Episcopal Te rritorial de Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Rafael Tadeo Ca rrillo Gómez, S.M.M., en la parroquia Nuestra Señora de Belén, Vicaría Epis copal Territorial del Espíritu Santo.

Al reverendo padre Fr. Anderson Agui rre Sánchez, O.P., en la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá, Vi caría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Al señor presbítero Mario Rodríguez Venegas, en la parroquia Cristo Rey, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Florenzo Rigoni, C.S.., en la parroquia María Reina, Vi caría Episcopal Territorial de La Inma culada Concepción.

Al reverendo padre Gerardo Amado Parra, C.J.M., en la parroquia Santa Bárbara de Usaquén, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericordioso.

Al reverendo padre Fray Luis Alberto Toro Valencia, O.F.M., en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles – la Porciúncula, Vicaría Episcopal Terri torial de Cristo Sacerdote.

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Al reverendo padre Edgar Orozco Bal cázar, S.D.S., en la parroquia El Divino Salvador, Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Gustavo Alonso Ruiz Cano, S.D.S., en la parroquia El Divino Salvador, Vicaría Episcopal Te rritorial de Cristo Sacerdote.

Otros Cargos

Al reverendo padre Fray Jesús María Peña Granados, O.F.M., Rector de los Templos San Francisco y La Tercera, Vicaría Episcopal Territorial de la In maculada Concepción.

Al señor presbítero Guillermo Gómez López, Capellán en el Colegio Campes tre San José, Vicaría Episcopal Territo rial padre Misericordioso.

Al señor presbítero Reinaldo Antonio Moncada Torres, Capellán en el Hogar “Mi Casa” de las Hermanitas de los Po bres, Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo.

Al reverendo padre Franki Javier Pena gos Caicedo, M.I., Capellán en el Centro Policlínico del Olaya, Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo.

Al señor presbítero Edgardo Robles To rrecilla, Capellán en el Colegio El Car men Teresiano, Vicaría Episcopal Te rritorial de San José.

Al señor presbítero John Álvaro Jimé nez Carvajal, Capellán en la Funda ción Cardio Infantil, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericordioso.

Al señor presbítero Jorge Martín Bel trán Figueredo, adscrito en la parro quia San Diego, Vicaría Episcopal Te rritorial de la Inmaculada Concepción.

Al diácono Transitorio Jonathan Alexander Sánchez Ojeda, adscrito en la parroquia Santa María de Caná, Vica ría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Edison Fabiany Buitrago Bautista, ads crito en la parroquia Nuestra Señora

del Rosario – Chipaque, Vicaría Epis copal Territorial San José.

Al señor presbítero Mauricio Lizarazo Cordero, adscrito en la parroquia San ta Bibiana, Vicaría Episcopal Territo rial padre Misericordioso.

Al señor presbítero Luis Alfonso Mo yano Alvarado, arcipreste del Arcipre tazgo 5.5., Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Al señor presbítero John Álvaro Jimé nez Carvajal, miembro del Equipo Ar quidiocesano de Vida Litúrgica.

Diáconos permanentes

Al señor diácono permanente Marco Alfredo Martínez Rodríguez, para que preste sus servicios diaconales adscri to en la parroquia La Catedral de Bogo tá - San Pedro, Vicaría Episcopal Terri torial de La Inmaculada Concepción.

Al señor diácono permanente Marco Antonio Rodríguez Cortés, para que preste sus servicios diaconales adscri to en la parroquia La Santa Cruz, Vica ría Episcopal Territorial de San Pedro.

Al señor diácono permanente Luis Eduardo Heredia Díaz, para que pres te sus servicios diaconales adscrito en la parroquia Nuestra Señora de Apa recida, Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro.

Al señor diácono permanente Herley Aguilar Rueda, para que preste sus servicios diaconales adscrito en la pa rroquia Santa María Mazzarello, Vi caría Episcopal Territorial padre Mise ricordioso.

Al señor diácono permanente José Antonio Arcos Guevara, para que preste sus servicios diaconales adscri to en la parroquia San Manuel Mora les, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericordioso.

Al señor diácono permanente Víctor Uriel González Ríos, para que preste sus servicios diaconales adscrito en

la parroquia San Wenceslao, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericor dioso.

Al señor diácono permanente Alejan dro Nieto Martínez, para que preste sus servicios diaconales adscrito en la parroquia Santa Rafaela María del Sa grado Corazón de Jesús, Vicaría Epis copal Territorial padre Misericordioso.

Al señor diácono permanente Orlan do Antonio Rincón Martínez, para que preste sus servicios diaconales adscri to en la parroquia San Isidoro de Sevi lla, Vicaría Episcopal Territorial padre Misericordioso.

Al señor diácono permanente Luis Er nesto González Pérez, para que preste sus servicios diaconales adscrito en la parroquia Santa Amelia, Vicaría Epis copal Territorial de San Pedro.

Causas de beatificación y canonización

Aceptar como Vice – Postulador al se ñor presbítero Leonardo Cárdenas Té llez, de la Causa de Beatificación y Ca nonización del Siervo de Dios Ismael Perdomo Borrero.

Admisiones

Admitir al Sagrado Orden del Diaco nado Permanente, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá, a los seño res Herley Aguilar Rueda, José Antonio Arcos Guevara, Víctor Uriel González Rios, Marco Alfredo Martínez Ro dríguez, Alejandro Nieto Martínez, Orlando Antonio Rincón Martínez y Marco Antonio Rodríguez Cortés.

Licencias

Conceder la debida licencia para que, en la nueva sede de la Congregación Siervas de Cristo Sacerdote, ubicada en la Calle 12 No. 2 – 88, barrio La Cande laria, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmaculada Concepción, se mantenga

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 35

Desde la Cancillería

la Reserva del Santísimo Sacramento. Sin embargo, en esta capilla no habrá culto público sino privado.

Conceder la debida licencia para que, en la capilla de la Casa San José del Ins tituto del Buen Pastor, ubicada en la Avenida Calle 34 No. 28 – 32, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmacula da Concepción, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento. Sin embar go, en esta capilla no habrá culto públi co sino privado.

Conceder la debida licencia por tres (3) años renovables para que, en la capilla del Centro Policlínico del Olaya de Bo gotá, ubicado en la Carrera 20 No. 23 –23 Sur, Vicaría Episcopal Territorial del Espíritu Santo, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento. Sin embar go, en esta capilla no habrá culto públi co sino privado.

Conceder la debida licencia por tres (3) años renovables para que, en la capi lla Nuestra Señora de Guadalupe del Centro Comercial Puerto Rico, ubica do en la Carrera 20 No. 13 – 58, Vicaría Episcopal Territorial de La Inmacula da Concepción, se mantenga la Reser va del Santísimo Sacramento.

Conceder la debida licencia para que, en el oratorio de la casa de la Obra San Juan de Ávila, ubicada en la Carrera 27A No. 1A – 20, barrio Santa Isabel, Vicaría Episcopal Territorial de La In maculada Concepción, se mantenga la Reserva del Santísimo Sacramento. Sin embargo, en esta capilla no habrá culto público sino privado.

Bogotá, 19 de julio de 2021.

Notas arquidiocesanas

¡Ya no estamos solos!

Enfatizó monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano, en la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, al explicar que con el SI de la Virgen María, se rompió la soledad de la humanidad (…) Dios tomó la iniciativa de venir hacia nosotros”, prodigio que debemos agradecer.

En esta línea, “si queremos honrar a la Virgen María, debemos ser hombres y mujeres servidores del diálogo, de la fra ternidad, de no abandonar al que está solo, afirmó, al tiempo que invitó a orar por la reconciliación de Colombia y la su peración de la pandemia.

La solemne eucaristía, celebrada en Catedral Primada de Bogotá, fue concelebrada por monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC; monseñor Rafael Cotrino, Vicario de Administra ción de la Arquidiócesis de Bogotá; monseñor Álvaro Vida les, canónigo encargado del culto mariano y de la devoción a Nuestra Señora del Carmen en la Catedral de Bogotá; y por el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral.

36 - Fraternidad - Agosto 2021

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