Revista Fraternidad - Volumen 27

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Fraternidad

(4 de marzo 2023)

Marzo 2023-Vol. 27 año 6
“Festejar la vida con ellos es sentirnos hermanos… Me anima como sacerdote a reconocer mis faltas, a vivir la humildad, a convertir el Evangelio en palabras y actos”.
Monseñor
Luís José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá

Fraternidad

Tel.: (+57) 601350 55 11 Ext.: 1096

Revista de la O�cina Arquidiocesana de Comunicaciones

Año 6 No. 27

Issn: 2619-6352

Con autorización del arzobispo de Bogotá

DIRECTOR

Monseñor Rafael De Brigard Merchán

Correo electrónico: comunicaciones@arquibogota.org.co

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O�cina Arquidiocesana de Comunicaciones

Colaboradores: Diana Álvarez, Doris Hernández y Nicolás Ruiz

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Arquidiócesis de Bogota (o�cial)

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Editorial 2

Notas Arquidiocesanas

Más de 600 consagrados agradecieron el don de su vocación

3

CCCB 2023: “Ayudar las Iglesias hermanas es nuestra mejor Cuaresma”

5

Con cantos, fruto de la fase de escucha, Arquidiócesis anima proceso sinodal

21

Columnistas

¿Por qué quieres hacer la Primera Comunión? Pbro. Tadeo Albarracín

19

Una Arquidiócesis con Editorial Pbro. Jesús Arroyave Restrepo

30

Publicaciones

Hacia una pastoral para la reconciliación y la paz

28

Miradas sobre la Catedral Primada de Bogotá 28

Cultura del cuidado en la Iglesia Católica

Colombiana: Líneas Guía

29

Desde la Cancillería

CONTENIDO
31 En Imágenes 33

Iglesia en Obras

Arquidiócesis de Bogotá promueve Distrito de la Misericordia

Conversaciones

Nuestros hermanos mayores Parroquias

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de
- 1
Bogotá
Padre Luis Fernando Múnera, S.J. Nuevo rector de la Pontificia Universidad Javeriana Detrás del Pastor
las Vicarías Episcopales: Desafíos y Proyección
Un pastor que camina al lado de su comunidad
Por
4 24 26 6 22 10 12 14 16
Parroquia San Mario Una comunidad generosa, que crece en la fe VET San Pablo Monseñor Alejandro Díaz García VET Inmaculada Concepción Monseñor Darío Álvarez Botero VET Santa Isabel de Hungría Monseñor Rubén Darío Hernández Padre Silvio Herrera Herrera Padre Rogelio Garzón Alfonso

El sacerdocio en tiempos de participación

Un rasgo característico de la cultura actual es el deseo de las personas de involucrarse vivamente en todo lo que toque su propia vida. De ahí que, en su gran mayoría, hayan abandonado toda actitud sumisa y silenciosa cuando de la suerte de su vida se trata.

Esto lo notan los padres de familia con las actitudes de sus hijos; los maestros con sus discípulos o alumnos; los gobernantes con los ciudadanos; los médicos con los pacientes; etc.

Es mi vida, dice cada persona, y tengo todo el derecho y hasta el deber de ser el primer actor en su desarrollo.

En el ámbito espiritual y religioso la situación también tiende a crecer y, por lo mismo, a poner bajo examen riguroso toda relación demasiado vertical entre los pastores y el pueblo santo de Dios.

El Sínodo de la Sinodalidad viene siendo, en este contexto, un paso de verdadera sincronía del Santo Padre, su promotor, y de la Iglesia, su realizadora, con la cultura actual. Es el reconocimiento de que en realidad en la Iglesia caminamos juntos y, si se quiere, decidimos juntos, desde la fe y desde la Palabra revelada.

Sin embargo, esta no ha sido la práctica habitual en la Iglesia, aunque en las últimas décadas se han dado pasos muy significativos para involucrar más a los bautizados en la suerte de su propia vida de fe y la de los demás.

No hay duda de que el espíritu que ha primado por siglos dentro de la Iglesia ha sido el de una verticalidad casi que absoluta. Esto parece no dar ya respuesta a las grandes inquietudes de las personas que conforman la Iglesia y que esperan de ella alimento espiritual para sus vidas.

En la Arquidiócesis de Bogotá se están dando pasos muy concretos para que la participación de los laicos, en unión con los pastores, sea cada vez mayor. Esto significa un gran esfuerzo de ambos lados. Por una parte, los obispos, sacerdotes y diáconos están llamados a abrirse con confianza a la presencia, a la palabra, a los proyectos, a las sensibilidades y, aún, a las debilidades de los bautizados que aman su Iglesia y velan por la salvación de todos.

Por otra parte, los laicos comprometidos están también llamados a abandonar la mentalidad clerical que los hace excesivamente dependientes del clero para sus caminos espirituales. Llamados a levantar la voz para llenar de vida todos los ámbitos eclesiales y a llenar la Iglesia con sus historias de vida, con su percepción de lo espiritual, con sus ansiedades y preocupaciones, también, con sus disensos para que la santidad distinga al pueblo de Dios congregado en la Iglesia.

El sacerdocio en tiempos de participación de los laicos requiere fortalecer varios aspectos. En primer lugar, el sentido claro y los límites de la propia vocación y misión. En segundo lugar, la capacidad de entrar en relación sincera, profunda y constante con el laicado y también con las periferias existenciales que hoy en día albergan a tantas personas. En tercer lugar, la capacidad de adaptación y cambio para situarse en modelos diferentes de trabajo y realización de la misión. Esta adaptación puede implicar el desechar, de una vez y para siempre, algunos modos de trabajo que quizás ya no responden a las necesidades del hoy de las personas. En cuarto lugar, la capacidad de escuchar con respeto, apertura y deseo de aprendizaje al laicado comprometido.

Finalmente, se ha de fortalecer la existencia de instancias dentro de la vida de la Iglesia que garanticen que laicos y pastores estén en constante diálogo propositivo para conservar la vitalidad de la Iglesia.

En palabras un poco imprecisas se podría decir que, en tiempos de participación, el sacerdocio tiene que ceder su poder absoluto para que otros también puedan velar por la vida de la Iglesia. Esto, que pueda sonar en principio como pérdida, quizás sea una ganancia fabulosa para que obispos, sacerdotes y diáconos ejerzan a fondo su verdadero ministerio o servicio, sin ocuparse tanto de lo que en realidad corresponde a otros miembros de la Iglesia.

Más aún, debe significar que el clero no tendrá que cargar solo con la pesada misión recibida de Jesucristo, sino que podrá contar con innumerables manos, brazos, bocas, pies, espíritus, para cumplir el mandato de predicar a todas las gentes la buena nueva de salvación.

No son pocas las experiencias actuales que han demostrado que cuando los laicos asumen plenamente su papel en la Iglesia, la Palabra de Dios llega hasta los rincones más lejanos de la vida humana; la caridad se hace ilimitada; y donde parecía que el Reino de Dios no crecía, ahora hay verdaderos vergeles.

Cuando se va a elegir al Papa, el encargado de organizar grita en la puerta de la capilla Sixtina: “fuera todos”; en este momento habría que clamar en la Iglesia: “entren todos”.

Editorial
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Más de 600 consagrados agradecieron el don de su vocación

Reafirmaron su compromiso con la pastoral arquidiocesana.

Alegría, compartir fraterno y deseo de continuar aportando en la construcción de una Iglesia en comunión, participación y misión, marcaron el encuentro arquidiocesano de Vida Consagrada, realizado el 4 de febrero, en el colegio Nuestra Señora del Pilar, localidad de Chapinero, en el norte de Bogotá.

Vida Consagrada, ¡Levántate! ¡Caminemos Juntos!, fue el lema de la jornada en la que se destacó el rol de los religiosos, religiosas, de los miembros de Institutos de Vida Consagrada y de Sociedades de Vida Apostólica, en la dinámica pastoral y evangelizadora de la Arquidiócesis de Bogotá.

diendo lo que somos y lo que hacemos (…) desde una experiencia de fraternidad, que nos debe caracterizar”.

“¡La Iglesia sin ustedes no sería! Los laicos, los consagrados, los ordenados sacerdotes, todos somos fundamentales en la Iglesia, somos pueblo de Dios, nos necesitamos todos”. agregó.

Fueron dos de los llamados hechos a estos hombres y mujeres quienes, dando un sí generoso al Señor, sirven a la Iglesia y a las comunidades, buscando llevar la fe y testimonio que necesita el mundo, “que necesita esta única historia, la historia de salvación”.

“Pido al Señor por cada uno de ustedes (…) necesitamos hombres y mujeres valientes, sembradores de esperanza”, señaló monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, al tiempo que recordó el momento especial que vive la Iglesia universal y que acoge esta Iglesia particular de «caminar juntos», de vivir un camino de discipulado misionero”.

A su turno, monseñor Daniel Arturo Delgado Guana, vicario episcopal para la comunión y participación, les animó a apoyarse en el servicio, “valorando, reconociendo y compren-

Se repitió de manera insistente, en tono de gratitud e invitación al trabajo articulado, durante el encuentro en el que, también, se presentaron las cuatro decisiones que orientarán el itinerario pastoral arquidiocesano en los próximos años: cultivar la espiritualidad sinodal; formar a todos los miembros del pueblo de Dios como discípulos misioneros y ciudadanos; contribuir al desarrollo humano integral; salir al encuentro de los niños, adolescentes y jóvenes.

“El mundo necesita alegría”

Con una puesta en escena inspirada en terapia clown (terapia de la risa) la religiosa Blanca Cely, perteneciente a la Orden de la Compañía de María Nuestra Señora – Hermanas de la Enseñanza, recordó que la novedad y la alegría del Evangelio debe siempre brotar en la vida, servicio y testimonio de los consagrados”.

Finalmente, la religiosa afirmó que, como consagrados, “en un mundo de polarizaciones e individualismo, la comunión es el mayor testimonio que podemos dar”.

También, acompañaron el encuentro, que finalizó con la santa misa, monseñor Germán Medina, obispo auxiliar y vicario episcopal de evangelización; los arciprestes para la vida consagrada; vicarios episcopales; párrocos e invitados especiales.

Actualmente, en la Arquidiócesis de Bogotá hay:

126 congregaciones femeninas;

54 comunidades masculinas;

7 institutos seculares;

21 asociaciones de vida apostólica;

3 asociaciones de fieles que están en proceso de constituirse.

Son 211 experiencias carismáticas, que representan don, gracia y riqueza para esta iglesia.

“Sean valientes de corazón” y no pierdan la alegría
“La vida consagrada está en corazón de la Iglesia”
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 3 Notas Arquidiocesanas

Detrás del Pastor

Un pastor que camina al lado de su comunidad

Cercano, alegre y siempre dispuesto a compartir, a llevar el Evangelio y la misericordia de Dios a todos los rincones, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano, visitó el sector de Tocaimita, en la localidad de Usme, sur de Bogotá.

Este fue un encuentro pastoral marcado por un deseo especial: dar gracias a Dios por el don de su vida, reconociendo que su misión, su vocación, siempre se renuevan en el encuentro con sus hermanos sacerdotes, con las comunidades y con el rostro sufriente, necesitado de acogida y solidaridad.

“Festejar la vida con ellos es sentirnos hermanos, es estrechar los lazos de unidad, y es decirles que los amamos en Cristo (…) La cercanía con ellos me anima, como sacerdote, a reconocer mis faltas; a vivir la humildad; a compartir de verdad; a convertir el Evangelio en palabras, en actos. Esto me fortalece”, precisó.

Esta visita coincidió con la celebración del cumpleaños del arzobispo, quien quiso aprovechar la ocasión para, de la mano del párroco de El Señor del Monte de Galilea, el sacerdote Juan Carlos Matiz, y del Banco de Alimentos de Bogotá, manifestar un gesto de solidaridad con las familias vulnerables del sector.

La distancia entre los sectores, el frío y la lluvia, no mermaron el deseo de niños, jóvenes, adultos y personas mayores de encontrarse con su pastor. Desde tempranas horas, el sábado 4 de marzo, arribaron al templo llenos de gozo y ansiedad por el compartir que vivirían.

“Quiero agradecer al arzobispo porque son las bendiciones que llegan al barrio”, manifestó María Helena Herrera.

A su turno, Wilfrido Dueñas se mostró muy contento y agradecido con la visita; con la oportunidad de participar en la Sagrada Eucaristía presidida por el arzobispo; con el compartir posterior; y con el mercado recibido.

Al cierre de la jornada, 150 familias en situación de vulnerabilidad recibieron un mercado, por parte de la Arquidiócesis de Bogotá y del Banco de Alimentos.

HERMANOS HERIDOS

Queremos orar, María por quienes nos persiguen, dura tarea es esta, tú bien lo sabes Madre, porque muchas veces el rencor y la venganza nos impiden bendecir. Madre, esta oración desde dentro hecha con valentía, con humildad y lágrimas, un día nos traiga la paz. A los hermanos heridos que nos persiguen, te los presentamos Madre. Por los hermanos heridos que nos calumnian, te suplicamos Madre de Dios. A los hermanos heridos que nos miran con odio, bendícelos Madre del Eterno Amor.

Madre, rescátanos con tu ternura del rencor y la venganza, que nuestros pasos cansados encuentren al fin reposo, para avanzar con gozo y caminar el Evangelio paso a paso junto a ti.

Amén

4 - Fraternidad - marzo 2023
+Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá 19 de febrero de 2023
aleD m anoconmaría

“Ayudar las Iglesias hermanas es nuestra

mejor Cuaresma”

En Cuaresma 2023, la Arquidiócesis de Bogotá anima la solidaridad con la Iglesia en Tibú (Norte de Santander), a través de la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes (CCCB).

Esta colecta solidaria se realiza a nivel nacional, desde hace 42 años, con el propósito de brindar ayuda a comunidades vulnerables, afectadas por realidades sociales y emergencias ambientales.

Este año, a la luz de las enseñanzas de Jesús, Buen Samaritano, y por iniciativa del arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, el recaudo de la campaña en esta Iglesia particular se destinará al apoyo de la acción pastoral y evangelizadora en la Diócesis de Tibú, ubicada en El Catatumbo colombiano, territorio que ha sufrido las inclemencias del conflicto armado; del narcotráfico; y el desarrollo de proyectos de minería e hidrocarburos que atentan con la riqueza natural del territorio.

El acompañamiento a comunidades; la atención invernal; la formación de laicos; y la construcción del templo de San Marcos, en el corregimiento de Filo Gringo, son algunas de las acciones concretas que se apoyarán a través de esta iniciativa, a la que los bautizados están llamados a vincularse como expresión de una de las prácticas cuaresmales: la caridad, que junto a la oración, la penitencia y el ayuno, nos preparan para la vivencia del misterio central de nuestra fe: la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

La Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, o Campaña de Cuaresma, inició el 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, y finaliza el Lunes de Pascua. Los aportes se están recibiendo en las parroquias y capillas de esta Arquidiócesis.

UN DATO HISTÓRICO

El 13 de diciembre de 1988, el papa Juan Pablo II erige como Diócesis la Prelatura de Tibú, y el 6 de marzo de 1999, se erige de forma canónica la jurisdicción como Diócesis de Tibú. Pertenece a la provincia eclesiástica de Nueva Pamplona.

Vea video de la Campaña, adelantado por la Diócesis de Tibú. Vea mensaje para el Tiempo de Cuaresma, de monseñor Luis José Rueda Aparicio.
Notas Arquidiocesanas
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 5

Iglesia en Obras

Arquidiócesis de Bogotá promueve Distrito de la Misericordia

Surgido en uno de los sectores de mayor vulnerabilidad de la capital colombiana, el centro de Bogotá, este Distrito, impulsado y acompañado por la Iglesia católica, en un trabajo articulado entre la Arquidiócesis y distintas comunidades religiosas, continúa extendiéndose en atención a niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, que afrontan realidades sociales complejas.

El Distrito de la Misericordia se activa en un espacio físico que, como lo describe el padre Jorge Eliécer Arias Toro, animador de la Coordinación Arquidiocesana del Cuidado de la Dignidad Humana y director de la Fundación Domus Colombia, está marcado por la necesidad. Se trata de un territorio donde se hace palpable la pobreza extrema, “que mueve nuestras entrañas de misericordia para ayudar a otros que tanto lo necesitan”.

“La zona presenta muchas problemáticas de toda índole. Hay pobreza moral, pobreza física; hay muchos ancianos en abandono; consumo de sustancias, por consiguiente, mucho habitante de calle; desplazados; migrantes; niños y jóvenes desescolarizados”, agrega el sacerdote.

Ante esta realidad, el naciente Distrito, que tiene como eje central de funcionamiento el tradicional barrio Las Cruces, construido a finales del siglo XIX y principios del XX, en la zona suroriental del centro de Bogotá, brinda acogida; ayuda física (material) en atención a las necesidades básicas; orientación espiritual; procesos terapéuticos; apoyo al restablecimiento de derechos; formación académica y humano - cristiana.

¿Cómo funciona el Distrito de la Misericordia?

Dentro de las comunidades religiosas que lideran la obra se encuentra la Congregación Siervas de Cristo Sacerdote, que brinda atención a adultos mayores y a niños, niñas y adolescentes, a través de tres centros de atención, ubicados en casas interconectadas, alrededor de una de las manzanas del sector:

‚ Centro de Pastoral y Desarrollo Emaús: brinda atención a adultos mayores y a habitantes de calle, con desayuno diario; apoya cerca de 80 niños, niñas y adolescentes con nivelación escolar, integración al sistema educativo, desayuno y almuerzo; y a madres cabeza de familia, proporcionando acompañamiento y orientación.

‚ Hogar Sagrada Familia: es una institución de protección a niñas con derechos vulnerados entre los 7 y 21 años. Un equipo interdisciplinario de 35 profesionales atiende y orienta a las 95 niñas, que viven en este hogar.

‚ Hogar Clarita Santos: atención a menores con discapacidad cognitiva, múltiple y sensorial. El programa atiende 49 menores en esta condición, desde las 6 de la mañana, hora en la que los recoge la ruta, hasta las 4 de la tarde. Se les proporciona refrigerio, con el aporte nutricional requerido; se realizan actividades físicas, terapéuticas (a nivel sensorial – motor). También, se orienta a los padres en aspectos de corresponsabilidad en el cuidado a estos menores.

A unos metros del complejo solidario acompañado por la congregación Siervas de Cristo Sacerdote, se ubica la Casa de la Esperanza ‘Hermano Ettore’, que acoge a mujeres familiares de personas internadas en los hospitales de la zona o que requieren algún tratamiento médico y no cuentan con hospedaje. Esta obra es acompañada por las Hermanas Pequeñas Apóstoles de la Rendeción.

También, se encuentra el Centro Pastoral para el Cuidado de la Tercera Edad ‘Hermano Ettore’ , en el que se brinda vivienda permanente (modalidad interna) a 15 abuelas en situación vulnerable o de abandono.

Este centro pastoral también brinda 100 almuerzos a habitantes de calle, cada sábado; y 200 desayunos a personas vulnerables, los domingos.

Estas dos obras son lideradas por la Coordinación del Cuidado de la Dignidad Humana de la Arquidiocesis de Bogotá.

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Centro de Pastoral y Desarrollo Emaús

POBLACIÓN

ACOGIDA

-Adultos mayores

-Niños, niñas, adolescentes desescolarizados y con necesidad de acompañamiento académico

-Menores en situación de discapacidad

-Niñas con derechos vulnerados entre los 7 y 21 años

congregaciónSiervaSDecriSto

Distrito de la Misericordia

DigniDaDHumana(arquiDióceSiS

De Bogotá)

Casa de la Esperanza ‘Hermano Ettore’

POBLACIÓN

ACOGIDA

-Mujeres familiares de personas internadas en los hospitales de la zona

-Abuelas en situación vulnerable

-Habitantes de calle

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SacerDo t
Hogar Clarita Santos Hogar Sagrada Familia
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 7
Centro Pastoral para el Cuidado de la Tercera Edad ‘Hermano Ettore’

Como pilar de evangelización y acompañamiento pastoral, se ubica la parroquia Nuestra Señora del Carmen - Las Cruces, erigida én 1902, por el entonces arzobispo de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo. Su actual párroco es el sacerdote Fabio de Jesús Sepúlveda.

Paralelo al anuncio del Evangelio, de la mano del presbítero y con el apoyo de animadores de la evangelización y de personas de buena voluntad, se busca la promoción de la dignidad humana, atendiendo socialmente necesidades palpables en el sector.

Actualmente, 150 familias reciben un mercado mensual. También, cuentan con un ropero, en donde la comunidad puede adquirir, a bajo costo, ropa de segundo uso, en buen estado, que ha sido donada. “Soy un convencido de que la fe actúa por la caridad. El apóstol Santiago decía «muéstrame tu fe sin obras que yo por las obras te muestro mi fe»”, afirma el padre Sepúlveda.

Unas cuadras hacia el nororiente, el Distrito de la Misericordia es acompañado por los Misioneros Montfortianos, específicamente por el padre Oswaldo Jaramillo Osorio, S.M.M., párroco en Nuestra Señora de Belén.

Esta parroquia, que hace parte de la Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo y atiende los barrios Lourdes, Guavio, Mirador y Nueva Santa Fe, lidera varios programas sociales, que benefician a la población más necesitada del sector.

Se cuenta con un comedor para personas de la tercera edad y para habitante de calle, que funciona desde hace más de 20 años, los sábados; allí se sirven más de 200 almuerzos y se realizan jornadas de recreación y salud.

“Ellos llegan los sábados a las 10 de la mañana, toman un refrigerio mientras esperan el almuerzo. En este tiempo son acompañados por un grupo de laicos, que dirigen dinámicas, actividades recreativas o atención en programas de aseo personal”, explica el padre Oswaldo.

Otras acciones adelantadas en el sector son: el programa ‘Chocoabuelitos’, que beneficia a alrededor de 60 ancianos y habitantes de calle, los miércoles en la tarde.

Con los jóvenes del sector, el año anterior, se retomó el proyecto de la banda marcial, que en su primera fase funcionó entre 1994 y 2011. “Estamos retomando este proyecto porque nos dimos cuenta que muchos de los muchachos que formaron parte de la banda marcial ahora son muy buenos profesionales. La banda les enseña disciplina, cumplimiento y responsabilidad”. En este momento se cuenta con la participación de 25 jóvenes y son formados por un profesor gracias a un convenio con el Instituto Distrital de las Artes (IDARTES)”, explica el padre Oswaldo, al tiempo que manifiesta inquietud ante las posibilidades de mantener esta iniciativa, por las dificultades de sostenimiento que presenta el programa.

Nuestra Señora del Carmen -Las Cruces

“La fe sin obras está muerta y al final vamos a ser juzgados por la caridad. «Tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; estuve desnudo y me vestiste»”, afirma el padre Fabio de Jesús Sepúlveda, párroco.

La apuesta de misericordia sigue creciendo

En la localidad de Santa Fe, el Distrito de la Misericordia también tiene eco a partir del trabajo adelantado por la Congregación de Jesús y María - Padres Eudistas -, en alianza con distintas comunidades religiosas.

En la Casa ‘El Refugio’, en alianza con la Red Tamar, y programas de la administración municipal, se atiende a mujeres en situación de calle, personas vulnerables, personas con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, y población de distinta edad en situación de pobreza.

Los lunes funciona el ‘Proyecto Aurora’, para 70 mujeres migrantes, en ejercicio de prostitución.

Los martes se desarrollan actividades con la Red Tamar, con las Hermanas del Buen Pastor; Hermanas Adoratrices, Hermanas Oblatas, entre otras comunidades religiosas. En este grupo se acompaña con procesos psicólogicos, médicos, y en temas de emprendimiento.

Los miércoles, con las Hermanas del Buen Pastor, se brinda acompañamiento espiritual y psicológico.

Además, se hace entrega de mercados y de artículos de aseo, con el apoyo del Banco de Alimentos.

Son centenares las obras de Iglesia católica que, calladamente, se van extendiendo a lo largo y ancho de la capital colombiana. Este Distrito de la Misericordia es una significativa muestra del compromiso pastoral, social y evangelizador de una Iglesia que busca transparentar el rostro de Cristo, y avanzar hacia una realidad de comunión, participación y misión

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Iglesia en obras

POBLACIÓN ACOGIDA

-Personas de la tercera edad

-Habitantes de calle

-Jóvenes

Refrigerios y almuerzo Banda Marcial

n i a n o S

miSioneroS montf

Jornadas de recreación

Distrito de la Misericordia

o ngregaciónDeJeSúSymaría–euDiStaS

Apoyo a mujeres gestantes

Brigadas de salud Acompañamiento espiritual

POBLACIÓN ACOGIDA

-Personas en situación de vulnerabilidad

-Personas con SIDA

-Mujeres en situación de calle, migrantes y gestantes

-Mujeres cabeza de familia

Atención psicológica

c
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VET: Desafíos y proyección

Afirma monseñor Alejandro Díaz García, nuevo vicario en la VET San Pablo, estructura arquidiocesana desde la que se acompaña la acción pastoral y evangelizadora en la zona suroriental de Bogotá.

Al referirse a la manera en la que recibió esta nueva misión y a la proyección de trabajo, que empieza a perfilar en estos dos primeros meses de su llegada al territorio, el sacerdote manifiesta alegría y gratitud con Dios: “Siempre he sentido que todos los encargos que los obispos me han hecho contienen la voluntad de Dios para mi vida y para mi existencia sacerdotal”, precisa.

“Cuando el señor arzobispo me propuso asumir una vicaría, yo no tuve más que disponibilidad, la disponibilidad para poder servir en la Iglesia, en lo que necesite la Iglesia”.

Esta apertura y disposición de trabajo se ha fortalecido al encontrar “el mejor ambiente, la mejor disposición, la mejor acogida, de parte de mis hermanos sacerdotes, de muchos fieles, que poco a poco voy conociendo”, señala.

Aunque el sector presenta la multiplicidad de realidades sociales, culturales, económicas, religiosas, que se registran en una ciudad como Bogotá, monseñor Alejandro afirma que “se puede percibir, tanto, la grandeza del espíritu humano en estos sectores, como todas las dificultades, especialmente, la pobreza, los problemas sociales asociados al microtráfico, por ejemplo, la degradación social en algunas zonas”.

Desafíos y fortalezas a nivel pastoral y social

Reconociendo y agradeciendo el trabajo y servicio de los anteriores vicarios: monseñor Alberto Forero Castro y monseñor Nelson Enrique Ortiz Rozo, el nuevo vicario precisa que “yo no llego a iniciar nada, sino a continuar los esfuerzos evangelizadores de muchas personas (…) Me he encontrado con muy buenos sacerdotes, mis hermanos en el presbiterio son grandes trabajadores, realmente consagrados. También, me he encontrado con una presencia significativa de la vida religiosa, son consagrados y consagradas volcados hacia lo social. Veo, además, una fuerza evangelizadora en los diáconos permanentes, en los laicos, en muchos agentes pastorales comprometidos a nivel vicarial y parroquial”.

“Pienso que todo esto es una muestra que Dios hace su obra. De que el Espíritu Santo está moviéndose en toda nuestra ciudad y también aquí en este sector”, agrega.

10 - Fraternidad - marzo 2023
“Recibo una vicaría muy rica en fuerza evangelizadora”
V.E.T. de Cristo Sacerdote V.E.T. Padre Misericordioso V.E.T. Inmaculada Concepción  V.E.T. Espíritu Santo V.E.T. San Pablo V.E.T. Santa Isabel de Hungría V.E.T. San Pedro
V E T SAN PABLO
V.E.T. San José
Episcopales Nuevos
Por las Vicarías

40 sacerdotes, entre párrocos, vicarios parroquiales, sacerdotes adscritos y estudiantes, acompañan la tarea evangelizadora en el territorio, animados, en este momento por la propuesta arquidiocesana de “caminar juntos”.

“Estamos tratando de decantar y de articular el camino discipular misionero, comenzando por este tiempo en el cual el señor arzobispo nos ha invitado a vivir y a profundizar en la realidad de la esperanza cristiana. Con ese horizonte y asumiendo las decisiones que se han tomado para nuestra Iglesia particular, promover también las actitudes evangelizadoras. Entonces, el derrotero y los lineamientos del trabajo pastoral en nuestra vicaría están en plena consonancia, en plena comunión, con nuestra Iglesia arquidiocesana”, precisa.

Sobre los desafíos, explica, se centran en lograr “aterrizar y articular esta propuesta pastoral y evangelizadora en las realidades de los arciprestazgos, de las parroquias, de las comunidades”.

Dentro del trabajo retomado e impulsado desde la vicaría se encuentra: la promoción vocacional, la iniciación cristiana, el trabajo con los catequistas, la escuela de animadores de la evangelización, la pastoral familiar, entre otros frentes que, de la mano de sacerdotes, consagrados y animadores pastorales, se van reactivando.

Mensaje para sus hermanos en el ministerio, que le acompañan en esta VET

“Pienso que nuestros fieles y la Iglesia siguen esperando mucho de nosotros. Buena parte de la esperanza de los fieles está depositada en nosotros, que somos los instrumentos de Dios y que estamos llamados a ser hombres de Dios… Yo los invito a que sigamos cultivando ese espíritu de profunda fraternidad, de unidad como clero. Antes de cualquier cosa, sentir que estamos en la misma barca, acompañándonos, y que, si bien cada uno tiene sus funciones, su oficio particular, sus tiempos, en el fondo estamos todos unidos al misterio del sacerdocio de Cristo, y esto debe inspirar una mística de entrega, de misión, de darlo todo por nuestra gente”.

En nuevo vicario

Monseñor Alejandro Díaz García, oriundo de Bogotá, sintió surgir su vocación a temprana edad. Sin ser consciente de lo que significaba el sentimiento que le embargaba, se sentía “unido a una realidad superior a mí mismo, superior a cualquier persona, a cualquier realidad temporal. Algo que es muy grande, es como una vinculación al absoluto. Y cuando yo le pude dar rostro a ese sentimiento, que desde muy pequeñito me

ha acompañado, pues descubrí que era el Señor Jesús llamándome”, afirma al referirse a su llamado vocacional. Realizó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Bogotá (1990), institución en la que, afirma, logró discernir su llamado. “Llegué por algunas casualidades, sin tener todavía la certeza vocacional, pero fue en el Seminario Menor donde, gracias a mis formadores y al ambiente que allí se vivía, pude darle rostro y ponerle un nombre a algo que desde pequeño me acompañaba, y cuando descubrí que era la persona del Señor Jesús, no tuve otra opción que decidir: quiero estar siempre con Jesús y consagrar toda mi vida a esto”.

Fue ordenado Sacerdote el 4 de diciembre de 1999, por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, para el servicio en la Arquidiócesis de Bogotá.

Sobre su experiencia de servicio en la Santa Sede

“El aprendizaje principal estando en Roma, que es como una tribuna a toda la vida de la Iglesia en este planeta tierra, es darse cuenta que realmente Dios existe, y que su Espíritu Santo está continuamente trabajando, inspirando muchas obras, inspirando la fidelidad de muchos corazones al Evangelio. Eso en Roma se puede tocar, se puede palpar… Y, por eso, yo confío mucho en que aquí también, en Bogotá, en este pedacito de la Iglesia Universal, ese mismo Espíritu Santo seguirá sembrando y haciendo cosechar cosas hermosas, cosas buenas”.

Estudios y servicio pastoral

Licenciatura en Teología Moral (2004), en la Universidad Gregoriana (Roma); Master en Bioética (2008), en la Universidad del Bosque; Doctorado en Teología Moral (2012), en la Academia Alfonsiana de Roma. Sus estudios de filosofía (1993) y teología (1999) los adelantó en el Seminario Mayor de Bogotá.

Inició su servicio pastoral como vicario parroquial en San Juan Bautista de la Estrada (1999), fue párroco en Cristo Misionero (2000), miembro del equipo de formadores del Seminario Mayor (2004) y párroco en San Marcelino Champagnat (2012). Nombrado Oficial del Pontificio Consejo para Promoción de la Nueva Evangelización en Roma (2012), por un periodo de 5 años. Formador en el Seminario Conciliar de Bogotá desde el 2019; animador del equipo arquidiocesano para la Formación Permanente (2021); actualmente es vicario episcopal territorial en San Pablo.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 11

Consciente de los cambios a nivel cultural y social que el mundo enfrenta, a causa de diversas realidades tecnológicas, ambientales y humanas, el sacerdote destaca la importancia de conocer los nuevos lenguajes en los que el mundo se mueve, a fin de orientar con eficacia la acción pastoral y evangelizadora.

En esta línea, precisa que, además de comprender los contextos, apoyarse en las herramientas disponibles, es necesario que los sacerdotes se reconozcan como “sanadores heridos, sembradores de la esperanza”. Desde esta conciencia, anima a sus hermanos en el ministerio a vivir la alegría de sentirse como “el Buen Pastor; el sembrador que cada mañana siembra, esperando que caiga la semilla en buen terreno”.

“Desde el saludo a una persona; desde la predicación amable, generosa, alegre, se siembra esperanza en medio del dolor en el que estamos”, afirma.

“Todos somos imagen de Cristo y estamos llamados a hacer presencia de Él, a ser sal de la tierra y luz del mundo. Esto es, también, ser hombres y mujeres de esperanza”.

Realidad social y pastoral en la VET

Aunque no cumple tres meses en este territorio, monseñor Darío se ha dado a la tarea de recorrer los distintos sectores, visitar los arciprestazgos; encontrarse con los sacerdotes que acompañan la acción evangelizadora y pastoral en la zona; adelantar encuentros con pequeños grupos: diáconos permanentes, comisión de la vida religiosa, entre otros. Todo esto, desde un apostolado de la escucha, del encuentro fraterno, con miras a reconocer el camino recorrido, identificar desafíos y fortalezas, y trazar un trabajo de acompañamiento en la misión.

12 - Fraternidad - marzo 2023
“Uno de los grandes retos es acompañar desde la Vicaría una nueva manera de ser sacerdote y de ser Iglesia”
V.E.T. Cristo Sacerdote Padre Misericordioso V.E.T. Inmaculada Concepción  V.E.T. Espíritu Santo V.E.T. San Pablo V.E.T. Santa Isabel de Hungría
V.E.T. San Pedro V.E.T. San José T INMACULADA C O NCEPCIÓN
V E Afirma monseñor Darío Álvarez Botero, nuevo vicario en la VET Inmaculada Concepción, estructura pastoral al servicio de la evangelización en el centro de Bogotá.

En este acercamiento inicial, ha logrado identificar tres realidades centrales: la primera, enmarcada en la dinámica del centro de Bogotá, en la que convergen espacios culturales, religiosos, educativos, tradicionales y estructuras de Estado, con realidades sociales complejas de mendicidad, informalidad, deterioro del espacio público, delincuencia, pobreza, prostitución, microtráfico. Escenario en el que, además, transita un importante número de personas en calidad de turistas y peregrinos.

“Hay parroquias que no tienen feligreses, otras en las que las personas van de paso, como peregrinos o turistas. Creo que en este sector hay que pensar en una pastoral distinta a la del grupo de parroquias ubicadas en barrios tradicionales”, explica.

Otra realidad identificada es la transformación que se ha generado en la zona, en la que “el mundo laboral, las empresas, las industrias, las fábricas, van absorbiendo los sectores”.

Sumado a lo anterior, se encuentra el escenario educativo, el mundo de las universidades y algunos colegios tradicionales de Bogotá.

Estructura y organización pastoral

La VET Inmaculada Concepción está conformada por 45 parroquias; los Santuarios de Monserrate y Guadalupe; alrededor de 6 rectorías; y cuenta con una destacada presencia religiosa.

Con el apoyo de las comunidades religiosas se están adelantando diversas iniciativas en colegios y universidades, animando la participación juvenil; además de acciones sociales y pastorales de impacto en la zona.

El tema de las comunicaciones es otro eje de trabajo que se espera fortalecer, como herramienta en la misión pastoral. En este aspecto, la formación de sacerdotes es el principal desafío identificado como prioritario para trabajar.

En nuevo vicario

Monseñor Darío Álvarez Botero, nació en Ipiales (Nariño), en medio de una familia católica. Adelantó sus estudios de secundaria en el Colegio San Bartolomé - La Merced (1976); filosofía (1979) y teología (1983) en el Seminario Mayor de Bogotá.

Fue ordenado sacerdote el 20 de noviembre de 1983, por el cardenal Aníbal Muñoz Duque, para el servicio en la Arquidiócesis de Bogotá.

Su mayor satisfacción: Contar con la amistad de sus hermanos sacerdotes; de muchas personas, en las distintas comunidades que ha acompañado; y ver en el

ejercicio del ministerio a sacerdotes que fueron sus estudiantes de derecho canónico en el Seminario Mayor.

La nueva misión la recibe con alegría y compromiso, esperando servir desde la cercanía, la escucha y el trabajo colaborativo.

Estudios y servicio pastoral

Especialización en Jurisprudencia Canónica, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1995); Licenciatura en Derecho Canónico, en la Pontificia Universidad Javeriana (1999); Doctorado en Derecho Canónico, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2000).

Inició su servicio pastoral en esta Arquidiócesis como vicario parroquial en Santa Cecilia (1983); fue párroco en el grupo de parroquias In Solidum de la Vicaria Episcopal Territorial Espíritu Santo (1984); director del área de formación en la delegación arquidiocesana de Pastoral Social (1988); capellán auxiliar en el Santuario el Señor de Monserrate (1989); rector en Santa María del Cenáculo (1990); párroco en Nuestra Señora del Rosario de Fátima (1991); defensor del vínculo del Tribunal Eclesiástico Regional de Bogotá (1991); miembro de la Junta Directiva de la Fundación Obra Nuestra Señora de Fátima (1991); párroco en San Alberto Magno (1995); delegado para la atención de los matrimonios con extranjeros (1996); administrador parroquial en San Lorenzo Diácono y Mártir (2000); vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de Bogotá (2001); levantamiento de vetos en el Tribunal Eclesiástico Regional de Bogotá (2002); miembro del Consejo Presbiteral (2002); párroco en los Santos Cosme y Damián (2004); miembro del Colegio de Consultores (2005); reelegido como vicario judicial del Tribunal Interdiocesano de Bogotá (2007); miembro de la Comisión Auxiliar para la Causa de Beatificación del Siervo de Dios Rafael Almansa (2008); párroco en La Veracruz (2008); párroco en Cristo Rey (2009); Promotor de Justicia para las Causas de los Clérigos (2009); vicario judicial del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Bogotá (2010); administrador de los bienes de la parroquia Santa Gema Galgani (2014); miembro del Consejo Presbiteral (2014); miembro de la comisión para la Formación Permanente del Clero, en representación de la Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote (2016); animador del equipo para la Formación Permanente (2017); párroco en la Inmaculada Concepción de Chicó (2017); miembro del Consejo Presbiteral en representación de la Vicaria Episcopal Territorial Cristo Sacerdote (2017); miembro de la Junta Directiva de la Fundación Instituto Tecnológico del Sur (2018); arcipreste del Arciprestazgo 2.3 (2020); vicario episcopal territorial en la Inmaculada Concepción (2023).

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 13

La vocación de monseñor Rubén Darío Hernández

Perdomo, surgida y fortalecida en un hogar católico, piadoso y generoso, tras 30 años de ministerio, encuentra especial resonancia en la nueva misión encomendada: acompañar como vicario la VET Santa Isabel de Hungría, ubicada al sur de Bogotá, localidad Ciudad Bolívar.

El sacerdote manifiesta su alegría, compromiso y deseo de servicio en esta vicaría “que tiene unas características particulares de misión en el ambiente popular, que presenta una gran dificultad social”, pero también unos interesantes frutos de presencia de Iglesia, especialmente cultivados por la vida religiosa.

“Toda mi vida sacerdotal he sido misionero, entonces me descubro identificado con mi vocación natural”, afirma.

“Cuando soy enviado como vicario episcopal, el motivo de mayor alegría no es el cargo, sino el lugar, porque ser vicario episcopal es una función que tiene una misionalidad

y una identidad propia: ser la voz del obispo; el corazón, el brazo, la mano del obispo… Es el pastoreo del obispo en un territorio”.

Realidad, desafíos y proyección

Con “aproximadamente 713.764 habitantes, distribuidos en 13 mil hectáreas”, según datos de la Secretaria Distrital de Integración Social, esta localidad, la número 19, es considerada una de las más “extensas, dinámicas, diversas y complejas del Distrito Capital”.

“Aquí la tradición nace urbana, en el contexto de los años 70 y 80, época de las migraciones populares de la gente que se viene del campo, buscando asentarse con los recursos que tienen. Unos, lícitamente con titulaciones, y otros ilícitamente en invasiones”, explica el sacerdote.

Dentro de los desafíos sociales identificados, monseñor Rubén Darío destaca: el desafío en la solución de conflictos barriales, de la paz y resolución no armada de la diferencia; la recreación sin estimulación activa de sustancias psicoactivas; y el desafío de la promoción humana, de la dignidad de la persona y del entorno.

A nivel cristiano, la participación de los bautizados en la vida de la Iglesia, es uno de los grandes retos, precisa. Las dinámicas sociales y laborales, que implican largos desplazamientos a diversos puntos de la ciudad, las condiciones de pobreza, las dificultades de conectividad, entre otros aspectos, dificultan el encuentro en jornadas pastorales presenciales y/o virtuales, y la vinculación de jóvenes y adultos.

Episcopales 14 - Fraternidad - marzo 2023
Por las Vicarías
“Acojo esta misión con gran alegría y compromiso”
V.E.T. Cristo Sacerdote V.E.T. Padre Misericordioso V.E.T. Inmaculada Concepción  V.E.T. Espíritu Santo V.E.T. San Pablo V.E.T. Santa Isabel de Hungría V.E.T. San Pedro
V ET SANTAISABEL DE HUNGRÍA
V.E.T. San José

Sin embargo, “creo que tenemos unas ventajas y un camino recorrido. Aquí los sacerdotes, en la mayoría de los casos, somos queridos, acogidos”.

En cuanto a la proyección, articulándose con la apuesta arquidiocesana, el tema formativo en relación a la espiritualidad de la sinodalidad, ocupa un lugar central en la planeación pastoral.

“Lo primero que se tiene que dar es un cultivo interior… Antes de cultivar se tiene que hacer un alistamiento del terreno; y el terreno es cada sujeto. Implica la singularidad, que lleva a la transformación comunitaria”.

“Creo que la sinodalidad implica empezar por lo primero, que es cultivar la espiritualidad de la sinodalidad, Y eso implica unas renuncias”.

Desde esta perspectiva, en la vicaría se está apostando a la formación interna - espiritual, pero también por el ejercicio explícito de acompañar, escuchar y orientar a la comunidad.

“Le decía a los sacerdotes: se forma cuando a cada persona que llega al despacho lo acojo. Me siento y lo atiendo, esa tarea es nuestra. La secretaria tiene solo una función administrativa – informativa, no formativa”.

Esta vicaría está conformada por 31 parroquias, de las cuales están activas 29, “porque dos están suprimidas por distintas razones pastorales y administrativas”.

La acción pastoral y evangelizadora es apoyada, además, por la vida consagrada. Comunidades como los Salesianos, Eudistas, Somascos, Dominicos, hacen presencia, con importantes iniciativas sociales, especialmente en el ámbito educativo y de la dignificación de la persona.

“Hay iniciativas sociales interesantes como El Pan Compartido”, que consiste en entrega de mercados, a un costo inferior al comercial, que se adelanta con el apoyo del Banco de Alimentos. En este proceso, de manera paralela, se va formando humana y espiritualmente a la comunidad.

“Estamos tratando que toda esa labor de ayuda vaya acompañado con una labor de dignificación, y que se reconozca lo que en trabajo social se llama grupo y comunidad, que se haga tejido entre ellos”.

El nuevo vicario

Monseñor Rubén Darío Hernández Perdomo nació en Bogotá, en una familia numerosa, de origen tolimense. De sus padres aprendió la solidaridad y el silencio; así como el valor de la oración, de la piedad. Junto a esta experiencia familiar, a su vinculación al Movimiento Scout y a la vida parroquial, fue descubriendo el llamado que el Señor le hacía.

Realizó sus estudios de secundaria en el INEM de Kennedy (1981 – 1986); filosofía (1987 – 1989) y Teología (1990 – 1993) en el Seminario Mayor de Bogotá.

Fue ordenado sacerdote el 4 de diciembre de 1993, por monseñor Enrique Sarmiento Angulo, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá.

Estudios y servicio pastoral

Licenciatura en Teología, en la Pontificia Universidad Javeriana (1994 – 1996); Licenciatura en Derecho Canónico, en la Pontificia Universidad Javeriana (1999 – 2001); Especialización en Educación Sexual, en la Universidad Antonio Nariño (1998 – 1999); Diplomado en Docencia Universitaria, en la Universidad Javeriana (2001); Máster en Derecho Canónico, en la Pontificia Universidad Javeriana (2002); Licenciatura en Sociología y Ciencias Sociales, en el Instituto Católico de París (2006); Maestría en Sociología de la Religión, en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (2007); Maestría en Evaluación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación, en la Universidad Externado de Colombia (2015).

Inició su servicio pastoral en la Arquidiócesis de Bogotá como vicario parroquial en San Juan Nepomuceno (1993); fue párroco en San Juan Nepomuceno (1995); arcipreste del Arciprestazgo No. 3.5. (1996); párroco Ad Tempus en Santo Cristo (1997); arcipreste del Arciprestazgo No. 3.3. (1998); capellán en el Colegio Helvetia (2000); miembro del equipo de formadores del Seminario Mayor y miembro del equipo de Pastoral de la Vocación Arquidiocesana (2001); Miembro del Consejo Presbiteral (2002); arcipreste del Arciprestazgo No. 4.6. y párroco en María Estrella de la Evangelización (2007); administrador parroquial en María Auxilio de los Cristianos (2008); párroco en María Auxilio de los Cristianos (2009); miembro suplente en la Junta Directiva de la Fundación de la Joven – Amparo de Niñas (2010); párroco en San Juan Bautista de la Salle; rector en el Colegio Parroquial San Juan Bautista de la Salle y administrador periódico “El Catolicismo”(2011); miembro del Consejo Presbiteral (2012 – 2014); capellán en el Colegio la Presentación de Sans Façón y párroco en Santos Timoteo y Tito (2014); capellán general del Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá (SEAB) y miembro principal en la Junta Directiva de la Fundación de la Joven – Amparo de Niñas (2015); párroco en San Ambrosio (2020); administrador parroquial en Santa María de la Alhambra (2021); Vicario Episcopal Territorial en Santa Isabel de Hungría (2023).

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 15

Padre

Fernando

Congote, S.J.

Nuevo rector de la Pontificia Universidad

CONVERSACIONES
Luis
Múnera
16 - Fraternidad - marzo 2023
Javeriana

El padre Luis Fernando, doctor en filosofía política, del Centro Sèvres de París, asumió el nuevo servicio el 13 de marzo del 2023, sucediendo al padre Jorge Humberto Peláez Piedrahíta, S.J., quien acompañó la rectoría de esta institución por 9 años.

El nuevo rector, de 53 años, oriundo de Medellín, fue decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, entre septiembre de 2016 y diciembre de 2020; asesor del vicerrector académico; codirector del Programa de Planeación Universitaria sobre Paz y Reconciliación; director ejecutivo del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús en Colombia, entre 2001 y 2003; asistente para la Formación; superior del Filosofado; ha trabajado en la formación de los jesuitas del país; hizo parte del Consejo de Regentes de la Javeriana, entre agosto de 2012 y noviembre de 2019.

Recientemente, sirvió como asistente para el Discernimiento y la Planificación Apostólica de la Provincia. Profesor asociado de la Facultad de Filosofía de la Javeriana, donde ocupó el cargo de director de carrera.

En la Javeriana - seccional Cali, el religioso trabajó en el área de formación social y coordinó la Especialización en Ética y Valores, en la que también se desempeñó como profesor de ética, política y filosofía.

Fraternidad conversó con él sobre la manera como recibe esta nueva misión, la realidad y proyección de la universidad, así como la apuesta que desea desarrollar durante su gestión.

Monseñor Rafael De Brigard

(MRDB): Padre Luis Fernando, ¿qué recibe del padre Peláez?, ¿cuál es el gran legado en su rectoría?

Padre Luis Fernando Múnera Congote (PLFMC): El gran legado del padre Peláez es la solidez de la universidad, su posicionamiento. Para nosotros es precioso ser unas de las pocas universidades en el mundo comprometida en la promoción del Pacto Educativo Global.

Además, tenemos un trabajo muy interesante con Laudato si’, y todo el tema del medioambiente, entre muchas otras realizaciones. Yo diría que recibo una universidad sólida y un gran equipo de trabajo.

(MRDB): ¿Cuántos alumnos tiene la universidad?

(PLFMC): Más de 18 mil estudiantes de pregrado y un poco más de 4 mil en posgrado.

(MRDB): ¿Cuántos profesores con doctorado?

(PLFMC): En total la planta es de unos 1300 profesores, y alrededor del 60 por ciento de ellos tienen doctorado.

(MRDB): ¿Cómo siente la relación de la Universidad Javeriana con la ciudad, con Bogotá?

(PLFMC): La Universidad Javeriana tiene relación con la ciudad y con el país, pero con Bogotá, por supuesto, tiene una relación muy estrecha. Yo diría que es muy significativo el trabajo que hacemos en ‘Bogotá como vamos’, nosotros hacemos parte de ese grupo. Además, con las universidades de la ciudad estamos involucrados en varios temas.

Con esta zona del Parque Nacional, de los barrios circundantes, tenemos una relación estrecha, como de vecindario.

Fraternidad,
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Recibo una universidad sólida y un gran equipo de trabajo
una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá

(MRDB): Han inaugurado un edificio nuevo en el norte de la ciudad, ¿de qué se trata?

(PLFMC): Ubicada en la Autopista Norte con calle 125, la llamamos la Torre Sapiencia. Allí esperamos ofrecer programas de educación continua.

En este edificio, también, funciona una sede de Javesalud, que es una promotora de salud, fundamentada en la prevención; y tenemos unos pisos arrendados que nos van a ayudar con el fondo de ahorro de la universidad, cuyos rendimientos se destinan fundamentalmente a las becas, a las ayudas a los estudiantes, y a la investigación.

(MRDB): ¿Qué avances se han logrado en el Plan Maestro de Desarrollo de la infraestructura de la universidad?

(PLFMC): Estamos en revisión del Plan Maestro de Desarrollo de la Universidad, pero el gran avance ahora es el edificio de ciencias, que es un edificio para laboratorios. Ya se inauguró el edificio de laboratorios de ingeniería, y otros más. También, tenemos una gran pregunta sobre cuándo vamos a construir el hospital San Ignacio.

(MRDB): Al ser una universidad católica, ¿cómo ve el aporte a la evangelización que hace la institución?

(PLFMC): Nuestro aporte principal es ser un espacio abierto; un espacio de diálogo, de ayuda para construir una secularidad madura en esta ciudad; para ayudar a que los creyentes tengamos una voz, y que sea una voz abierta y dialogante con las personas que no son creyentes.

(MRDB): Siempre que salen las estadísticas de las mejores universidades, ahí está la Javeriana, a nivel nacional e internacional, ¿cuáles son las claves para que esto ocurra?

(PLFMC): Los rankings deben ser el resultado de lo que uno hace porque está convencido de que es lo que se tiene que hacer.

No se debe trabajar para los rankings, pero es clave la investigación de alta calidad; la calidad de nuestros profesores y de nuestros estudiantes.

Hay unos rasgos importantes: el medioambiente; la investigación, su impacto; la proyección social y el servicio de la universidad. También, es clave la empleabilidad, es decir, cómo nuestros estudiantes se pueden integrar después de terminar la universidad al mercado laboral.

(MRDB): ¿Qué ha pensado que le gustaría dejar como huella en esta universidad?

(PLFMC): Como huella quisiera dejar un proyecto de formación muy consolidado, unos programas nuevos más flexibles; y una idea que hemos venido trabajando hace tiempo, que es la formación a lo largo de la vida; es decir, que la universidad se abra no solo a los jóvenes que vienen a hacer el pregrado, sus maestrías y doctorados, sino también a otro tipo de gente, que quiere profundizar en su formación.

(MRDB): Finalmente, ¿por qué escoger la Universidad Javeriana para formarse?

(PLFMC): Lo que es clave en la Universidad Javeriana es el proyecto de formación, la posibilidad de tener una experiencia universitaria con múltiples dimensiones, de encontrarse, dialogar con mucha gente y, por supuesto, la calidad académica.

(MRDB): Padre Luis Fernando, gracias y felicitaciones. Esperamos continuar la comunicación fluida entre la comunidad de los Padres Jesuitas y la Arquidiócesis de Bogotá.

(PLFMC): Gracias, esta también es una casa para la Arquidiócesis de Bogotá. El arzobispo de Bogotá tiene un rol importante en la institución, se llama el ‘Patrono de la Universidad’.

18 - Fraternidad - marzo 2023
Conversaciones

¿Por qué quieres hacer la Primera Comunión?

Hace algunos años en la parroquia se refundió la lista de un grupo de niños que se preparaban para la Comunión, información que, además de los datos básicos, incluía contacto de emergencia, intolerancia a algunos alimentos y otras restricciones que los papás creen que puede tener un espíritu encarnado en una infantil humanidad. Para recuperar la información básica se me ocurrió pedir a los nóveles catecúmenos rellenar una ficha con los datos primarios. Una de las catequistas sugirió incluir otras preguntas que tuvieran que ver más directamente con la catequesis, para que aquel instrumento no pareciera el cabezote de la declaración de renta. Acogimos la sugerencia y entre las preguntas ‘pastorales’ indagábamos sobre los ‘motivos que tienes para comenzar a comulgar’. Evito decir ‘Primera Comunión’. Aplicada la encuesta notamos que algunos niños tienen dificultades para identificar al papá, pero quise saber sobre los motivos para comenzar a comulgar. Aquí una de las catequistas dijo que unos niños respondieron bien y otros mal. A la explicación solicitada por el grupo de mistagogos la compañera osó decir que unas respuestas reconocían que Dios es amigo de los niños, que Jesús los espera en el sagrario, que la Eucaristía es el alimento del alma. Pero otras respuestas estaban mal porque se quería acercar al Sacramento para recibir un ‘smartphone’ como el que le regalaron por la Primera Comunión a un primo, otro prospecto de comulgante atisbaba la ocasión de la reconciliación de los papás. Una niña prefería la parroquia porque en el colegio tocaba ir con el uniforme. Estas respuestas nos ponen delante de la verdad, nada menos que la verdad de los niños.

Ahora llego a comprender que cuando se nos trataba de convencer sobre el cambio de paradigma este cambio principiaba por darnos cuenta de donde está la gente y valorar ‘su verdad’. Somos beneficiarios de la larga tradición de la filosofía perenne, pensamos que hemos tenido acceso a la verdad eterna y ello nos hace desconfiar del acontecimiento de la revelación hoy. A comienzos del siglo XX M. Heidegger propuso buscar un camino alterno a lo que él llamó ‘onto-teología’, este nuevo camino comenzaba cambiando la pregunta.

La tradición metafísica se inició con los presocráticos que indagaban sobre la posibilidad de un conocimiento cierto y fundado, y esto los llevó a la pregunta: ¿Qué es el ser?

El filósofo alemán invita a preguntarnos ¿Por qué el ser y no la nada? La primera pregunta busca la esencia, la sustancia de las cosas, la nueva pregunta averigua por el sentido de las cosas.

De alguna manera este cambio de pregunta se puede reconocer precisamente en el contexto de la parábola del samaritano (Lc 9, 25-37). A la inquietud del legista, Jesús responde con dos preguntas: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?». Esta manera de responder lleva al legista ante la alternativa de paradigmas: la materialidad de un texto y el sentido de este. El maestro de la Ley probablemente ha sido formado para ser fiel al texto y lo recita de memoria. Jesús le confirma que eso puede ser suficiente si se pone por obra. Seguramente el legista ha venido experimentando el desgaste de la fórmula y lo arduo del trabajo de la conversión hacia el amor y desde esta situación esperaría más comprensión del Nazareno para no verse confrontado con la propia historia. Es como si quisiera que las cosas ocurrieran allá afuera y no tuvieran que ver con uno. Para ello vuelve con una pregunta sobre el ser del prójimo. Sabemos que Jesús no respondió con una definición sino con una historia de la que se vale para proponerle al legista la pregunta sobre el sentido: ¿Quién te parece a ti que se portó como prójimo de quien cayó en manos de los bandidos?

Lo que llamamos el nuevo paradigma nos hace comprender que, más que un premio que Dios concede a los buenos, la salvación consiste en la acción de la gracia que obra la conversión del ser humano a partir de su historia personal. Con el grupo de niños las catequistas se apoyaron en recursos pedagógicos para profundizar en el Evangelio y llegar a que este relato explique y dé sentido a la vida y a la cotidianidad; en la preparación para comulgar los niños llegaron a valorar su historia personal como el ‘lugar’ en donde Dios se está manifestando y realizando la salvación.

La salvación consiste en la acción de la gracia, que obra la conversión del ser humano, a partir de su historia personal
Fraternidad,
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Tadeo Albarracín ■ Presbítero ■ Doctor en Liturgia
una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá -

UN PUENTE DE CARIDAD

Desde 1947, por medio de la oración, la información y la caridad, la Fundación ACN, Ayuda a la Iglesia que Sufre, se dedica al servicio de los cristianos en todo el mundo, especialmente donde son perseguidos, discriminados o sufren necesidad material. Anualmente, ACN apoya alrededor de 5.000 proyectos pastorales en cerca de 150 países, gracias a la generosidad de sus benefactores.

Dar la mano a los necesitados, llevar la esperanza verdadera a donde quiera que vaya, y apoyar acciones de asistencia social en todo el mundo hacen parte de la naturaleza de la Iglesia desde sus orígenes. Pero lo que poco se sabe es que la propia Iglesia necesita, con frecuencia, ayuda urgente, principalmente en los países en desarrollo y en aquellos afectados por desplazamientos forzados, persecución o catástrofes.

Estos contextos, sobre todo los que tienen que ver con comunidades pobres y apartadas, son una realidad cercana para la Iglesia colombiana. En este ámbito, Ayuda a la Iglesia que Sufre construye puentes entre aquellos que tienen necesidades y aquellos que pueden ayudar.

ACN ofrece distintas formas de ayuda: estipendios de Misas; formación de sacerdotes y religiosos; ayuda asistencial para religiosas; formación en la fe de los laicos; distribución de biblias y literatura religiosa; apoyo a los medios de comunicación para la evangelización; medios de transporte; construcción o renovación de infraestructuras religiosas.

Si desea conocer más sobre ACN , enterarse cómo ser beneficiario o difundir cómo hacer parte de este puente de caridad, ingrese a

www.acncolombia.org

País: Ucrania - Comunidad Siervas de María Inmaculada distribuye ayuda humanitaria en el este de Ucrania. Fotografía: ACN. País: Colombia El Padre Miguel Molina, en Tumaco, lleva suministros de socorro en una lancha con motor fuera de borda, donada por ACN. Fotografía: ACN. País: Siria - Fadi Alabbas, seminarista de la Facultad de Teología, durante la preparación de la Santa Misa en Damasco, Siria. Fotografía: Piotr Wolski.
PUBLIRREPORTAJE
País: Nicaragua - Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, en las ruinas de un local de caridad. Fotografía: Inés San Martín
20 - Fraternidad - marzo 2023
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/Caminemos juntos como Iglesia, caminemos juntos como hermanos. Con tu Santo Espíritu y tu gracia caminemos todos juntos, todos juntos de tu mano. / Señor somos tu pueblo elegido hijos tuyos llamados por igual. En comunión nos sentimos a tu lado escuchando tu palabra en unidad. Señor nos has creado diferentes, para así poder servir a los demás. En participación ponemos nuestros dones, valorar, escuchar y dialogar. Señor nos has llamado a proclamar a todo el mundo del Evangelio la verdad. En comunión nos sentimos a tu amor, en fe, esperanza y caridad. Caminando junto al salvador, caminando en la resurrección, caminando el camino del perdón, caminando la senda de tu amor.

Letra: Monseñor Germán Medina Música: Moisés Herrera

https://www.youtube.com/watch?v=uVBfr4XX2lE

Letra: Monseñor Germán Medina

Música: Moisés Herrera

Realización: Vicaría de Evangelización

Arquidiócesis de Bogotá

Iglesia Sinodal y Caminemos Juntos, son los nombres de estas composiciones, en las que se recoge el sentir y aporte de los bautizados de esta Iglesia particular, quienes hicieron parte de la fase diocesana de escucha del Sínodo de la Sinodalidad, por una Iglesia en comunión, participación y misión.

Avivar el espíritu de renovación, reconociendo que “caminamos juntos y que el Señor sigue guiando con bondad y generosidad esta porción del pueblo de Dios”, es el principal propósito de estos cantos, proyectados para acompañar las celebraciones litúrgicas y las jornadas de encuentro pastoral.

“El primer canto, Iglesia Sinodal es un himno de la liturgia, particularmente de las Laudes. Es muy bello; habla del nuevo pueblo de Dios, a partir de la resurrección. «Somos el pueblo de la Pascua», eso es lo que queremos narrar, contar, celebrar; eso es la Iglesia, el pueblo de la Pascua, el pueblo que da testimonio de la novedad que Jesucristo resucitado nos trae a toda la humanidad (…) Este canto puede ser usado al comenzar y finalizar la eucaristía, explica monseñor Germán Medina, obispo auxiliar y vicario episcopal de evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá.

La letra del segundo canto, Caminemos Juntos, agrega el prelado, es fruto de nuestra reflexión y busca animar en ámbitos distintos a la liturgia. Lo podemos usar en las reuniones de los grupos; los ritmos fueron pensados para animar, son más festivos.

/Somos el pueblo de la pascua. Aleluya es nuestra canción Cristo nos trae la alegría levantemos el corazón. / El Señor ha vencido al mundo muerto en la cruz por nuestro amor resucitado de la muerte y de la muerte vencedor. Él ha venido a hacernos libres con libertad de hijos de Dios, desata nuestras cadenas; alegrémonos en el Señor. Sin conocerle muchos siguen rutas de desesperación no han escuchado la noticia de Jesucristo redentor Misioneros de la alegría de la esperanza y del amor mensajeros del Evangelio somos testigos del Señor Letra:

Letra: Himno de Laudes

Música: Moisés Herrera

Realización: Vicaría de Evangelización

Arquidiócesis de Bogotá

La música de estos cantos fue producida por el maestro Moisés Herrera, en un trabajo conjunto con el equipo base de la vicaría de evangelización de la Arquidiócesis y de un grupo de músicos católicos invitados.

Se cuenta con las partituras de los cantos y dos producciones audiovisuales, que acompañan las melodías.

Finalmente, monseñor Medina invita a hacer uso, a aprovechar, estos insumos de apoyo a la pastoral. Además, anuncia que se está trabajando en un tercer canto relacionado con el itinerario pastoral que inicia en el 2023, centrado en “sembrar la esperanza”, desde los cuatro acentos o decisiones fundamentales asumidas: cultivar la espiritualidad sinodal; formar a todos los miembros del pueblo de Dios; contribuir al desarrollo humano integral; y salir al encuentro de los niños, adolescentes y jóvenes.

Caminemos Juntos
Caminemos Juntos
Con cantos, fruto de la fase de escucha, Arquidiócesis anima proceso sinodal
de
Música: Moisés Herrera Iglesia Sinodal https://youtu.be/AktOeAWFrkg Iglesia Sinodal Video Descargue las partituras aquí Video
Himno
Laúdes
Fraternidad,
revista
el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 21
Arquidiocesanas
una
para
Notas

Parroquias

Parroquia

San Mario Una comunidad generosa, que crece en la fe

Ubicada en el suroriente de la ciudad de Bogotá, en territorio de San Cristóbal Sur, esta parroquia fue erigida el 14 de enero de 1992, bajo decreto N° 422.

Con una población aproximada de 20 mil habitantes, condiciones sociales complejas, marginación a nivel estatal, pobreza y temas de seguridad delicados, esta comunidad se caracteriza por ser trabajadora y generosa, con sueños y deseo de salir adelante, así lo destaca su párroco, el sacerdote Jesús Arroyave Restrepo.

“Son barrios que han estado al margen de Bogotá por muchos años (…) Es una zona que está creciendo, porque hay muchos proyectos de edificios de inversión social; sin embargo, afrontan el problema de la

marginación, que se ve, por ejemplo, en que la gente no tiene dónde echar sus basuras; en el estado de las calles, cerca del 40 por ciento de las vías en estos barrios está sin pavimentar”.

A ello se suma las pocas oportunidades para acceder a la educación superior por parte de los jóvenes. También, las dinámicas de familia en cuanto al cuidado de los pequeños, quienes quedan a cargo de sus abuelos mientras sus padres se trasladan largas distancias para llegar a sus trabajos.

No obstante, “la comunidad parroquial de San Mario es muy sencilla, muy generosa. Lo que se ha construido ha sido gracias ellos”, precisa el sacerdote.

En medio de este contexto, el anuncio del Evangelio, el acompañamiento en la vivencia de la fe, se convierte en motor de crecimiento humano, espiritual y social.

Centro de culto y cultura

Es la visión y sueño del párroco de esta comunidad, perteneciente a la Vicaría Episcopal Territorial San José, arciprestazgo 4.2.

“Una vez escuché de mi papá, cuando era niño, que dijo que la parroquia, con los años, se va a convertir en un centro cultural de las naciones, de los pueblos. Y yo me sueño así la parroquia, que sea un centro no solo de culto sino cultural. Que las personas puedan venir a ver cine; que hagan exposiciones; que sirva para la resolución de conflictos dentro de la comunidad; que sea biblioteca, que sea un lugar donde la gente explore, desafíe la inteligencia y crezca en la fe”.

El párroco

Oriundo de Medellín (Antioquia), el padre Jesús Arroyave Restrepo fue ordenado sacerdote el 1 de diciembre de 2018, por el cardenal Rubén Salazar Gómez, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá. Desde este año, asumió como párroco en San Mario, servicio que manifiesta le llena de gozo, al vivir su vocación y ministerio de la mano de una comunidad cercana y solidaria. El padre Jesús, también, sirve como administrador parroquial en Santa María Micaela y es capellán en el Colegio Parroquial Adveniat, perteneciente al Sistema Educativo de esta Arquidiócesis (SEAB).

22 - Fraternidad - marzo 2023

Siguiendo esta línea, desde la parroquia se han impulsado iniciativas culturales, educativas, deportivas, medioambientales, de sostenibilidad; jornadas sociales; encuentros de formación, de catequesis, lideradas por el padre Jesús.

Algunas de estas son: escuela de fútbol para niños; becas universitarias; biblioteca y sala de juegos; encuentros juveniles, infantiles; ropero; asesoría psicológica; escuela de niños; vivero-café; programa de reciclaje; jornada de solidaridad con adultos mayores (“tamaladas”); y se proyecta, a mediano o largo plazo, una propuesta para tratamiento

de residuos sólidos, se trata de “un proceso de corte industrial, de tratamiento de llantas. Es un proceso que esperamos poder patentar, para empezar a capitalizar y dar un apoyo a la parroquia”, precisa el sacerdote. Actualmente funciona el ropero, el proyecto de reciclaje, la biblioteca y sala de juegos, la asesoría psicológica, y la búsqueda de becas educativas; sin embargo, es fundamental el apoyo de corazones solidarios para retomar los distintos procesos. “Es importante tanto el recurso económico como humano”, estaca el párroco.

Un proyecto adicional, que espera iniciar a mitad de año, es la construcción de una capilla, desde la que se apoyará la acción evangelizadora en la zona.

MARÍA, SERENA LUZ

María, serena luz de amananecer, aurora de la humanidad renovada, ciudad en lo alto del monte lámpara inagotable del mundo: brilla tu humildad y vences el odio, brilla tu amor fiel y vences la guerra.

Tu luz, Santa Madre, en las tinieblas de la indiferencia nos ilumine para compartir el pan, para hospedar a los hermanos y disponernos a acompañar el viaje de los más frágiles.

¡El candelero de la verdad está vacío, ven Virgen María, trae tu luz a nuestra razón!

¡El candelero de la unidad está vacío, ven Virgen María, trae tu luz a nuestro corazón!

¡El candelero del servicio está vacío, ven Virgen María, trae tu luz a nuestras manos!

Tu luz, Virgen María, es llama viva de esperanza, de fortaleza y sabiduría.

Amén

+Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá 5 de febrero de 2023

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 23
amaleD noconmaría

Mayores

Nuestros Hermanos

Padre

Silvio Herrera Herrera

Gratitud al padre

Silvio Herrera Herrera, por estos 60 años de vida sacerdotal, de compromiso y servicio evangelizador, social y misionero

24 - Fraternidad - marzo 2023

El 17 de febrero de 1963, un domingo, a las 10:00 a.m. fue ordenado en Bogotá, por monseñor Emilio De Brigard, el primer sacerdote de la Comunidad Asuncionista en Colombia: el padre Silvio Herrera Herrera.

Oriundo de Santa Rosa de Cabal (Caldas), el sacerdote, hijo de Juan Antonio Herrera y Julia Rosa Herrera García, adelantó estudios humanísticos en el Instituto Nacional Francisco José de Caldas, de Santa Rosa, obteniendo el título de bachiller en 1955. Ingresó a la facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1956.

Fue allí donde, llevado por el deseo de una comprensión más profunda de los problemas humanos, descubrió su vocación al sacerdocio.

Poco después de ingresar a la Comunidad Asuncionista, de reciente existencia en Colombia, fue enviado a cursar sus estudios de filosofía y teología en la Universidad de Chile.

Al regresar al país, retomó sus estudios en la Universidad Javeriana y se dedicó, de forma paralela, a la docencia en el colegio de esta comunidad: ‘Emmanuel d’Alzón’, y a la obra del Seminario Asuncionista. Fue rector en el colegio desde 1999 hasta 2005. Se le reconoce por su obra invaluable en estas aulas y por ser el autor del himno de los Dalzonianos.

Grandes retos y logros pastorales

El padre Silvio creó el Departamento de la Juventud de la Conferencia Episcopal de Colombia, donde por primera vez realizó un trabajo intenso con la pastoral juvenil en todo el país.

En 1978, desde el episcopado colombiano, fue llamado al mundo de la educación, para trabajar por la enseñanza religiosa escolar; la presencia de la Iglesia en la educación básica en los colegios del Estado.

Trabajó con el Ministerio de Educación por 20 años, siendo Supervisor Nacional de Educación y miembro de la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED). Fue director en los Departamentos de Educación y Cultura del

Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano –SPEC. Acompañamiento a enfermos y guía para las familias

Antes de dedicar su vida al servicio de Dios y de la Iglesia, el padre Silvio soñó con ser médico, pero Dios lo condujo a salvar almas. Desde la pastoral de la salud, acompañó a pacientes terminales y tuvo innumerables experiencias, a través del Sacramento de la Unción de los Enfermos, al ser testigo de que al imponer los Santos Óleos, a algunos pacientes se les prolongaba su vida. Además, pudo palpar la diferencia entre un enfermo terminal creyente y un paciente que no “cree en Dios”.

Pero su bondad infinita con los enfermos de clínicas y hospitales, que él solía visitar, fue más allá, ejerciendo el “apostolado de la oreja”, otra gran virtud que lo caracteriza. Es un excelente confesor.

La pastoral familiar fue, también, una de sus prioridades. Ayudó por más de 10 años a las familias a través de los Equipos deNuestraSeñora, guiando a las parejas en su vida y caminar espiritual.

¡Realmente es un hombre lleno de Dios!

El padre Silvio Herrera Herrera, actualmente, es sacerdote emérito; cumple 60 años de servicio sacerdotal y 88 años de edad, el próximo 19 de junio. Se encuentra con fragilidad en su salud y pasa sus días en la casa de los Padres Asuncionistas, en el sector de Niza, al norte de la ciudad.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 25

Mi mayor alegría la he sentido siempre sirviendo, ayudando a la gente Nuestros

Padre Rogelio Garzón Alfonso

M ayores 26 - Fraternidad - marzo 2023
H ermanos

Tras más de 50 años de ministerio, el padre Rogelio Garzón Alfonso manifiesta alegría y gratitud con Dios; con su familia, núcleo en el que surgió su vocación; con las comunidades que ha acompañado; y con sus hermanos en el ministerio.

Alegre, descomplicado - con alma campesina -, como él mismo se describe, recuerda que la oración, el trabajo y el servicio, han estado siempre presentes en su vida. “Yo soy de una familia campesina, y para mí es muy grato recordar que mi papá nos enseñó a trabajar.

Si queríamos tener algo debíamos trabajar… Nos levantaban a las 3 de la mañana a rezar el Rosario; luego ir a cuidar los bueyes, caballos, el ganado; a coger maíz; a arrancar arveja, ¡aprendimos a trabajar!, y esa es la mejor herencia, señala.

Esta experiencia la llevó a su ministerio, buscando siempre ser cercano a sus comunidades, manteniendo el espíritu misionero que marcó inicialmente su formación sacerdotal, de la mano de jesuitas y capuchinos. El ejemplo de su hermano sacerdote le animó, de manera especial, a buscar dar una respuesta generosa al Señor.

Aunque su proceso formativo, en tiempos de post Concilio, no fue fácil, dada su personalidad inquieta y ávida de conocimiento, debate y discernimiento, fue ordenado sacerdote el 12 de diciembre de 1971, para el servicio en la Diócesis de Barrancabermeja.

Formación

Realizó sus estudios de secundaria en el Colegio San Lorenzo de Brindis (Chía), en 1962; filosofía en el Seminario Intermisional -Bogotá, 1967; teología en el Seminario Mayor de Pamplona y de Tunja en 1971.

“Trabajé 8 años como sacerdote en Barrancabermeja, pero las circunstancias de salud, de política… Barranca es Magdalena Medio, muy politizado”, aceleraron su deseo de continuar formándose.

Con autorización de su obispo, viajó a Bogotá, para estudiar psicología en la universidad Javeriana.

La llegada a la capital no tuvo retorno. Fue incardinado a esta Arquidiócesis el 24 de mayo de 1990.

A sus hermanos sacerdotes

Les anima a “redescubrir la mística, el ser misioneros, el gozo de la evangelización (…) A ser Cristocéntricos”.

“… Los llama a estar con Él, a estar con Cristo; luego los envía a trabajar… Que uno sienta eso: aprender a estar con Jesús, a amarlo, a ser alegres con Él, no cariacontecidos, sino con vitalidad, con alegría. Y luego nos envía a la misión”. “A evangelizar se aprende evangelizando, no es una teoría, sino es una práctica”, insiste.

Servicio pastoral

Inició su servicio como vicario cooperador en la parroquia Sagrada Eucaristía (1980); fue vicario parroquial en Cristo Resucitado (1986); capellán del Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón y párroco en San Juan María Vianney (1987); párroco Ad Tempus en la Divina Providencia (1998); arcipreste del Arciprestaazgo No. 2.7 (1999); arcipreste del Arciprestazgo No. 2.7 (2001); reelegido como Arcipreste del Arciprestazgo No. 2.7 (2003); párroco en la Visitación de Nuestra Señora (2007); párroco en San Benito Abad (2012); administrador parroquial en San Fernando Rey (2013); párroco en San Fernando Rey (2016).

Desde hace 5 años y medio, como sacerdote emérito, vive en la sede, en Bogotá, de La Fraternidad Sacerdotal, congregación religiosa consagrada al servicio de los clérigos.

Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 27

unido al tema de la paz”, explicó monseñor Juan Carlos Barreto, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social - Cáritas Colombiana, durante la socialización de la publicación, realizada en el marco de la 114 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano.

“No pretende ser una enciclopedia sobre la reconciliación y la paz, ni un recetario detallado de lo que se debe hacer en cada caso, pues se orienta a dar criterios generales que inspiren el discernimiento eclesial en cada jurisdicción eclesiástica del país, teniendo en cuenta las adaptaciones y complementos necesarios”, precisó el prelado.

Desde esta perspectiva, el documento “sintetiza contenidos esenciales sobre el pensamiento y el actuar de la Iglesia en la construcción de la paz y la vivencia de la reconciliación en el contexto nacional. Estas reflexiones han sido fruto de un trabajo colectivo en el que se consultaron diferentes instancias al interior de la Iglesia; además, se tuvo en cuenta opiniones y prácticas de sectores de la sociedad civil y la comunidad internacional”.

El documento se encuentra estructurado en cinco secciones:

‚ Marco conceptual para la reconciliación y paz

‚ Importancia y alcance de una pastoral para la reconciliación y la paz

‚ Criterios eclesiales para la construcción de la paz

‚ Pedagogía para la construcción de la paz

‚ Acciones conjuntas para construir la paz integral

El documento se encuentra disponible en la librería de la Conferencia Episcopal de Colombia

Dirección: Carrera 58 # 80-87

PBX: (601) 437 5540 Ext. 264

Correo: Libreria@cec.org.co

Miradas sobre la Catedral Primada de Bogotá, que recoge varios trabajos en torno a la Catedral y la conmemoración del bicentenario de la consagración de su cuarto templo (1823-2023), que se celebrará este 19 de abril, dando a conocer no solo aspectos de su historia sino también de la riqueza documental de su archivo histórico. Esta compilación, coordinada por el padre Martín Gil Plata y Camilo Moreno Bogoya, reúne los trabajos del padre Martín Gil, quien da comienzo con un texto sobre la teología de las catedrales, luego; Adrián Contreras-Guerrero, doctor de la Universidad de Granada (España), que habla de la segunda edificación en un capítulo titulado traza, condiciones y subasta para la construcción de la segunda catedral (1571), teniendo como fuente un documento inédito que confirma la fecha y el autor de la traza del edificio; Diana Rodríguez Muñoz, magister en Historia de la Universidad de Los Andes, especializada en artesanos en el Nuevo Reino de Granada, habla sobre el gremio de plateros en Santafé a través de un pleito conservado en el Archivo Histórico de la Catedral, donde se devela algunos nuevos nombres de artesanos, aspectos acerca de las relaciones entre estos, la composición de las herramientas del taller de un platero bogotano en el siglo XVIII e incluso el lugar exacto de su taller y vivienda en el barrio de Santa Bárbara en inmediaciones a la iglesia, también es interesante ver que algunos de los protagonistas de estos documentos, fueron plateros que elaboraron piezas para la catedral que aún hoy se conservan,

Publicación Publicación Publicaciones 28 - Fraternidad - marzo 2023

mento contemporáneo al pleito que habla sobre el culto del gremio de platero a San Eloy en la iglesia de San Francisco; Olga Lucía González, restauradora de Bienes Muebles y quien ha intervenido algunas piezas de la Catedral, hablará junto con Camilo Moreno, de la restauración de bienes muebles comenzando desde la intervención de obras de la Catedral por parte de pintores, principalmente, cuando aún no existía la disciplina de restauración hasta la profesionalización de esta labor en el siglo XX; Camilo Moreno Bogoya, bibliotecólogo y archivista, escribe sobre los órganos tubulares que ha tenido el templo, desde las primeras referencias de instrumentos en el siglo XVII que sobrevivieron hasta el siglo XIX en las desaparecidas tribunas del coro alto o de la capilla de Nuestra Señora del Topo, reemplazados por el órgano construido por Aquilino Amezua en 1890 y que supuso no solo el cambio de un instrumento sino la posibilidad de interpretación de otro tipo de repertorio musical. Finalmente, se incluye en los anexos, el listado de los curas y párrocos que han servido a las parroquias de la Catedral en los más de cuatro siglos de existencia, donde se puede encontrar a cronistas, músicos, rectores de la hoy Universidad del Rosario e incluso presbíteros que ocuparon sedes episcopales de Bogotá, Tunja, entre otras. Esperando que estos textos estimulen las investigaciones sobre la rica historia de la catedral, sus colecciones y los personajes que han contribuido con este legado.

La publicación fue socializada en el marco de la Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, desarrollada del 6 al 10 de febrero en Bogotá.

Las Líneas Guía fueron presentadas de manera digital en septiembre de 2023, pero la publicación impresa se socializó a obispos de Colombia y medios de comunicación nacional el 9 de febrero de 2023.

Se trata, precisa la presentación del documento, de un paso más al camino emprendido en 2013 cuando se adoptaron las Líneas Guía para la Redacción de los Decretos Diocesano de Protección de Menores.

“Son orientaciones generales para las distintas jurisdicciones eclesiásticas del país. Implementan protocolos, procedimientos, acciones y estrategias en el marco de un Sistema para la Cultura del Cuidado”.

“Se construyeron de la mano del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, que cuenta con la participación de laicos con distinto perfil: psicólogos, trabajadores sociales, abogados, sacerdotes, canonistas, juristas”, explicó monseñor Luis Manuel Alí Herrera, director de la Oficina para el Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

El prelado, también, precisó que estas Líneas Guía empezaron a regir en todo el territorio nacional el 1 de enero de 2023, en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios.

Implementación de las Líneas Guía

Conscientes de la importancia de hacer pedagogía del documento, desde finales del año anterior, por un periodo de dos años, se visitarán las regiones, a través del proyecto ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’, formando a quienes trabajan en las instituciones católicas con niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables. “Se busca hacer vida estas Líneas Guía”.

Se espera capacitar a más de 2.500 personas para consolidar los equipos diocesanos de protección de menores.

Estructura del documento:

‚ Introducción – presentación

‚ Sistema para la cultura del cuidado

‚ La prevención en el marco de la cultura del cuidado

‚ Pedagogía para el cuidado

‚ Institucionalidad para el cuidado

‚ Reparación para el cuidado

‚ Conclusiones y exhortación final

‚ Anexos y futuros documentos.

Vea la presentación del documento aquí

Publicación
Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá - 29

Una Arquidiócesis con Editorial

La ventaja de los niños es que pueden equivocarse en temas serios, pues su emoción, sus incursiones en el mundo adulto es tolerado fácilmente ya que su nivel de ignorancia suele coincidir con el de su entusiasmo. Cuando ya se ha superado el umbral de la infancia, al entusiasta se le reprocha todo atrevimiento. Y creo que este último será mi caso, aunque guardo la esperanza de que, adivinando mi ignorancia, atiendan mejor a mi entusiasmo. Aquí va: creo en la posibilidad y la pertinencia de una Editorialpara la Arquidiócesis de Bogotá.

Sí, Editorialpara la publicación de libros. Y que el libro fue el rey se da por sentado. Pero de que conserve, hoy por hoy, su hegemonía…Pues bien, concluyámoslo de lo siguiente. La Cámara Colombiana del Libro nos regala las siguientes cifras: en el 2021 en Colombia se publicaron alrededor de 19.000 libros (con el mismo número de registros), y se imprimieron aproximadamente 31 millones. Los libros digitales van en crecida, con una cifra de 7%. También estamos entre los primeros veinticinco países que más publican, aun cuando los colombianos tienen un promedio de lectura de solo un libro al año, lo que nos deja como el cuarto país con más nivel de lectura en Latinoamérica (que Dios tenga piedad de ahí para abajo).

Ojo, hablo de pertinencia y no propiamente de “obligatoriedad”, aunque en un caso como el nuestro están implícitas algunas gotas de urgencia, por el hecho de que podría convenir asegurar la publicación de textos antes de que sea casi imposible. En otras palabras: una apuesta por una Casa EditorialArquidiocesana podría estar muy de acuerdo con la libre expresión de los cristianos, un derecho acorralado hoy día.

Se trata de postular lo siguiente (y Dios me libre de paranoias y victimismos): el compromiso de nuestra Iglesia lo es también con la cultura, con garantizar estructuras que posibiliten la producción de material intelectual que coincida con una visión particularmente cristiana. En otras palabras, garantizar los respiraderos antes de la inundación, pues es posible que, si no nos damos a la tarea, aun teniendo qué decir, nos quedemos sin cómo decirlo.

No lo neguemos, ya hay editoriales católicas, o si se quiere (aunque a mí me suene feo) «confesionales». Sin embargo, ¿no parece que las editoriales católicas han terminado por convertirse en librerías? Y estas librerías ¿no han degenerado en el «Abastos» de las sacristías de

parroquia rica, para la casulla, para el devocionario y las hostias?

Cuando hablamos de pertinencia de una Editorial, la enmarcamos en una posible tarea evangelizadora, amén de su eventual articulación con elementos de los que ya disponemos. Veamos algunos ejemplos, pero enunciemos, solo de paso, el de las parroquias con todo su esfuerzo de formación de agentes de pastoral y catequistas.

La universidad es un ámbito que de por sí requiere siempre la posibilidad de publicación: el material científico deberá surgir en un contexto que se vea libre de la censura de visiones populares, garantizándonos que cada publicación ha recorrido un camino de investigación crítica y no un certamen de ideologías.

Evidentemente, lo anterior aplica por igual al SEAB: ante el desmesurado crecimiento de las logias del Libro Texto –cada vez más omnipresentes y cada vez más persuasivas– nos apoyemos unánimemente en una Editorial, que, además, podría garantizar la democratización de la educación, como lo propone el mismo Papa Francisco. Recordemos que hablamos de un sistema con más de 17 mil estudiantes, 20 instituciones y 900 profesores.

Por último, el mundo de la literatura: Las casas editoriales se han convertido en industrias que algunos no dudan de acusar de mafiosas y nepotistas, que promueven tendencias a ritmo de premios. Ante este panorama, ¿cómo garantizar la publicación de escritores con formación cristiana, que en nada se acomodan a la cultura de la cancelación, a una corriente a la que acusan de someter al miedo, de aniquilar el pensamiento crítico? ¿cómo publicar si se es de los escritores no-alineados? ¿cómo sobrevivir sin necesidad de aumentar la horda de escritores que tiene que apuntarle a guion de Netflix, como la oruga debe aspirar a mariposa?

Evidentemente, no estoy desarrollando un estudio de mercadeo, solo opino con respecto a lo que me parece una posibilidad. ¿Es simple elucubración? Pienso que existen posibilidades reales para soñarlo. ¿Y cómo empezar? Con lo pequeño, sin complejos, y con determinación. Hace falta echar un vistazo a las editoriales pequeñas (Frailejón Editores, Barba de la Abeja, Rey Naranjo, entre otros) que nacieron sin grandes recursos (económicos y humanos), y hoy, estas librerías casi artesanales, algunas inclusive unipersonales, van creciendo y nos van mostrando la estatura que en la cultura toman las iniciativas honestas.

Párroco en San Mario y capellán en el Colegio Parroquial
30 - Fraternidad - marzo 2023

Desde la Cancillería

COMUNICADO No. 005 / 2023 Incardinaciones

Al señor presbítero Gonzalo Arias Cárdenas

Párroco

Al reverendo padre Leiner de Jesús Castaño García, C.Ss.R., en la parroquia San Gerardo Mayela, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Jairo Enrique Navarro Nieto, O.C.D., en la parroquia Nuestra Señora del Carmen – Iglesia Santa Teresita, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al reverendo fray Argiro de Jesús Escobar Giraldo, O.S.A., en la parroquia Santa Mónica, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Sanín Dávila Baldovino, C.J.M., en la parroquia Santa Bárbara – Usaquén, Vicaría Episcopal Padre Misericordioso.

Al reverendo padre Naftaly Mung´Athia Matogi, I.M.C., en la parroquia Nuestra Señora de la Consolata, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Al reverendo padre Pedro Miguel Mora Medina, C.S.B., en la parroquia Nuestra Señora de Egipto, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Al reverendo fray Miguel Ángel Ciaurriz Labiano, O.A.R., en la parroquia San Nicolás, Vicaría Episcopal Territorial San Pedro. Al señor presbítero Raúl Mejía Valencia, en la parroquia San Agustín de Hipona, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Al reverendo padre Jean Dieulhomme Duverseau, O.M.I., párroco en la parroquia Madre del Divino Amor, Vicaría Episcopal Territorial San José.

Vicarios parroquiales

Al reverendo padre Rodrigo Antonio Betancur Arango, S.M., en la parroquia Beato Guillermo José Chaminade, Vicaría Episcopal Territorial San Pablo.

Al reverendo padre Edgar Enrique Velásquez Camelo, S.D.B., en la parroquia San Juan Bosco, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.

Al reverendo padre Carlos Roberto Plata Guillén, O.C.D., en la parroquia Nuestra Señora del Carmen – Iglesia Santa Teresita, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Nelson Bernardo Rozo Suárez, C.Ss.R., en la parroquia San Alfonso María de Ligorio, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Al señor presbítero Andrea Sidoti, F.S.C.B., en la parroquia Nuestra Señora de Las Aguas, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Al reverendo padre Juan José Medina Sánchez, C.Ss.R., en la parroquia San Gerardo Mayela, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Juan Carlos Rojas Ramos, C.S.B., en la parroquia Nuestra Señora de Egipto, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Al reverendo padre Álvaro Humberto Vásquez Sarmiento, S.S.S., en la parroquia Corpus Christi, Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote.

Al reverendo padre Richard Terán Aguiar, C.J.M., en la parroquia La Ascensión del Señor, Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Al reverendo fray Nairo Hernán Lara Malagón, O.A.R., en la parroquia San Nicolás, Vicaría Episcopal Territorial San Pedro.

Al reverendo padre José Lorenzo Gómez Sánchez, I.M.C., vicario parroquial en la parroquia Nuestra Señora de la Consolata, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Otros Cargos

Al reverendo fray Miguel Ángel Hernández López, O.F.M. Cap., rector del templo La Concepción, Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción.

Al reverendo fray José María Sepúlveda Manrique, O.S.A., rector del templo de San Agustín, Vicaría Episcopal Territorial laInmaculada Concepción.

Al señor presbítero Lucas Blanch Queral, capellán en el Colegio Parroquial del Inmaculado Corazón de María – SEAB, Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo.

Al señor presbítero Juan Carlos Matiz Matiz, capellán en el Colegio Parroquial San Juan Bautista de la Salle – SEAB, Vicaría Episcopal Territorial San José.

Al señor presbítero Ramón Alexis Rojas Araujo, capellán en el Gimnasio Monseñor Manuel María Camargo – SEAB, Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo.

Al señor presbítero Daniel Fernando Almanza Romero, capellán en el Colegio Parroquial Monseñor Emilio de Brigard – SEAB, Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo.

A la señora Gilma Lucía Arias Cortés, como presidente y al señor Juan Carlos Rubiano Ardila, como vicepresidente, del Movimiento Cursillos de Cristiandad.

Al señor presbítero Edwin Nebardo Vega Machado, capellán general encargado del Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá – SEAB.

Al diácono permanente Jhon Fredy Vargas Lozano, asesor para la participación ciudadana y los derechos humanos.

Al diácono permanente David Méndez Urrego, adscrito en la parroquia San Tarsicio, Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso.

Notarios Auxiliares

A la señora Diana Paola Castellanos Saldarriaga, notaria auxiliar de la Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría.

Al señor Luis Miguel Ortiz Devia, notario auxiliar de la Delegación Arzobispal para la Causa de Partidas.

A la señora Nancy Melina Naizaque Useche, notaria auxiliar de la Cancillería de la Arquidiócesis de Bogotá.

Licencias

Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la capilla de la Casa Quinta El Rosario, ubicada en la Calle 166 No. 67 – 55 Barrio Colina Bacatá, jurisdicción de la parroquia Santísimo Redentor, se celebre el sacramento del matrimonio exclusivamente para el culto católico; sin embargo, en esta capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramentos.

Conceder la debida licencia por un (1) año para que, en la capilla de la Hacienda Monteleón, ubicada en la carrera 80 No. 152 – 20 Cerros de Suba Barrio Casablanca, jurisdicción de la parroquia La Santa Cruz, se celebre el sacramento del matrimonio exclusivamente para el culto católico, sin embargo, en esta capilla no se autoriza la celebración de los demás sacramentos.

Comité Arquidiocesano para el acompañamiento de los retiros de Emaús

Ratificar como animador

Al señor presbítero Néstor Fernando Peña Rodríguez, párroco en la parroquia San Manuel Morales y administrador parroquial en Santa Mariana de Jesús.

Nombrar como animador

Al señor presbítero Gonzalo Arias Cárdenas, párroco en la parroquia Santa María La Antigua.

Ratificar a los siguientes laicos como representantes de las parroquias

A la señora Claudia Oliveros y al señor Diego Molina, de la parroquia Santa Bárbara – Usaquén.

A la señora Nubia Gómez y al señor Celestino Cerón, de la parroquia San Tarsicio.

A la señora Ana Zamora y al señor Álvaro Mateus, de la parroquia Santa Amelia.

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Fraternidad, una revista para el clero de la Arquidiócesis de Bogotá -

Desde la C ancillería

A la señora Ángela Gaitán y al señor Francisco Toro, de la parroquia Inmaculada Concepción – Chicó.

A la señora Rosalba Hoyos y al señor Miguel Alberto Ceballos, de la parroquia Nuestra Señora de Aparecida.

A la señora Adriana Rodríguez y al señor Jimmy García, de la Pastoral Penitenciaria.

A la señora Amalia Filomena, al señor Martín Darío Neira y al señor Mario Reina, de los ámbitos supra-parroquiales.

Nombrar a los laicos representantes de las parroquias

A la señora Adriana Ceballos y al señor Luis Estupiñán, de la parroquia San Manuel Morales.

A la señora Luz Stella Salinas y al señor Ricardo Ruiz, de la parroquia El Señor de las Bienaventuranzas.

A la señora Janeth Martínez, en representación de la parroquia Inmaculada Concepción – Chicó

A la señora Lizbeth Barreneche, en representación de la Pastoral Penitenciaria.

Arciprestes

Nombrar Arciprestes para un periodo estatutario de tres años

Vicaría Episcopal Territorial Inmaculada Concepción

Al señor canónigo Sergio Raúl Pulido Gutiérrez, en el Arciprestazgo 1.1.

Al reverendo padre Rubén Roncolato, F.S.C.B., en el Arciprestazgo 1.2.

Al señor presbítero Carlos Tadeo Albarracín Montañéz, en el Arciprestazgo 1.3.

Al señor presbítero Carlos Alberto Calero Vélez, en el Arciprestazgo 1.6.

Vicaría Episcopal Territorial de Cristo Sacerdote

Al señor presbítero Jorge Gustavo Camargo Navarro, en el Arciprestazgo 2.1.

Al señor presbítero Carlos Arévalo Gil, en el Arciprestazgo 2.2.

Al señor presbítero Ancízar Martínez Blandón, en el Arciprestazgo 2.3.

Al señor presbítero Daniel Rodrigo Bustamante Goyeneche, en el Arciprestazgo 2.4.

Al señor presbítero Roque Jacinto Rodríguez Sierra, en Arciprestazgo 2.6.

Al reverendo padre Juan Carrasquilla Ossa, S.D.S., Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo

Al señor presbítero Luis Ángel Cuenca, en el Arciprestazgo 3.2.

Al señor presbítero Jerson Rincón Umbarila, en el Arciprestazgo 3.4.

Al señor presbítero Fabio de Jesús Sepúlveda Cardona, en el Arciprestazgo 3.6.

Al señor presbítero Edgar Francisco Romero Lara, en el Arciprestazgo 3.7.

Al señor presbítero Raúl Omar Gélvez Ordóñez, Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial San José

Al señor presbítero Elkin Iván Guevara Romero, en el Arciprestazgo 4.1.

Al señor presbítero Jesús Arroyave Restrepo, en el Arciprestazgo 4.2.

Al señor presbítero Óscar Enrique Lozano Sandoval, en el Arciprestazgo 4.4.

Al señor presbítero Raúl Alzate Alzate, en el Arciprestazgo 4.5.

Al señor presbítero Juan Felipe Quevedo Rubiano, Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial San Pedro

Al reverendo padre Luis Eduardo López Aguilera, C.S.V., en el Arciprestazgo 5.2.

Al señor presbítero Mauricio Urbina Villamil, en el Arciprestazgo 5.3.

Vicaría Episcopal Territorial San Pablo

Al señor presbítero Eliécer Montañéz Grimaldos, en el Arciprestazgo 6.3.

Al señor presbítero Over Rafael Tovar Galindo, en el Arciprestazgo 6.5.

Al señor presbítero Luis Alfonso Canedo Restrepo, en el Arciprestazgo 6.6.

Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso

Al señor presbítero César Augusto Baracaldo Vega, en el Arciprestazgo 7.1.

Al señor presbítero José Orlando Cruz Báez, en el Arciprestazgo 7.2.

Al señor presbítero Néstor Fernando Peña Rodríguez, en el Arciprestazgo 7.3.

Al señor presbítero José del Carmen Carrillo Romero, en el Arciprestazgo 7.4.

Al reverendo padre Alexis Javier Ortiz Álvarez, O.M.D., en el Arciprestazgo 7.5.

Al señor presbítero Guillermo Gómez López, en el Arciprestazgo 7.6.

Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría

Al reverendo padre Edgar Gómez Salcedo, I.M.C., en el Arciprestazgo 8.1.

Al señor presbítero José Tomás Arce Castro, en el Arciprestazgo 8.3.

Al señor presbítero Facundo Medina Blanco, en el Arciprestazgo 8.4.

Al señor presbítero Fabi Said Castro Castilla, en el Arciprestazgo 8.5.

Al señor presbítero José Basilio Gutiérrez Hernández, en el Arciprestazgo 8.6.

Ratificar Arciprestes para un período de tres años

Vicaría Episcopal Territorial de la Inmaculada Concepción

Al señor presbítero Guillermo Andrés Rodríguez Giraldo, en el Arciprestazgo 1.4.

Al señor presbítero Gabriel Londoño Sepúlveda, en el Arciprestazgo 1.5.

Al señor presbítero Julio César Montilla Riveros, en el Arciprestazgo 1.7.

Al reverendo padre José María Sepúlveda Manrique, O.S.A., Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial Cristo Sacerdote

Al señor presbítero Porfirio Ramírez Paredes, en el Arciprestazgo 2.5.

Al señor presbítero Angelino Sanjuanés Flórez, en el Arciprestazgo 2.7.

Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo

Al señor presbítero José Luis Vergara Acosta, en el Arciprestazgo 3.1.

Al señor presbítero Alberto Sanabria Parra, en el Arciprestazgo 3.3.

Al señor presbítero Marcos Mauricio Cuéllar Díaz, en el Arciprestazgo 3.5.

Vicaría Episcopal Territorial San José

Al señor presbítero Gabriel Enrique Méndez Álvarez, en el Arciprestazgo 4.3.

Al señor presbítero Uriel Fernando Alonso Rivera, en el Arciprestazgo 4.6.

Al señor presbítero Pablo José Tovar Arias, en el Arciprestazgo 4.7.

Vicaría Episcopal Territorial San Pedro

Al señor presbítero Mauricio Dueñas Pérez, en el Arciprestazgo 5.1.

Al señor presbítero Carlos Mario Charry Rodríguez, en el Arciprestazgo 5.4.

Al señor presbítero Luis Alfonso Moyano Alvarado, en el Arciprestazgo 5.5.

Al reverendo padre Édgar Orlando Suárez, C.S.V., Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial San Pablo

Al señor presbítero Orlando Alfonso Aguilar Barrios, en el Arciprestazgo 6.1.

Al señor presbítero Juan Carlos Carballo Pérez, en el Arciprestazgo 6.2.

Al señor presbítero Pedro Antonio Prado López, en el Arciprestazgo 6.4.

Al señor presbítero Marti Colom Marti, Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso

Al señor presbítero Omar Enrique Cristancho Gómez, Arcipreste de la Vida Consagrada.

Vicaría Episcopal Territorial Santa Isabel de Hungría

Al señor presbítero Julio Hernando Castillo Guerrero, en el Arciprestazgo 8.2.

Al reverendo padre Milton David López Mora, C.J.M., Arcipreste de la Vida Consagrada.

Bogotá D.C., 10 de marzo de 2023.

32 - Fraternidad - marzo 2023
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