En el segundo caso son 32 monjas incluida la abadesa: Teresa üombalt de Enten/a. Amada Dezpont. priora. Urraca Sánchez de Huerta subpriora, Isabel de Villa sacristana, María Pérez de Odina. María Pérez de Atacu. Inglesa Pérez de Mayssen, Urraca Jiménez de Castillazuelo. Sancha Figaruela, Ferraria Balcovin. Belenguera de Biel, Alamanda de Villafranca. Teresa Fcrrández. Navarra Sánchez de Torres. Hocenda Gra^ana. Urraca Ferrández de Castro cantora, Martina Pérez de Salas, Gracia de Oz, Toda Ortiz de la Costa. Constanza de Ayerbc, Elvira Sánchez de Pisa, Loruna Sánchez de Aguas. Sancha Martínez de Peralta, Sancha Garcés de la Sierra. Sancha Pérez de Artasona. Constanza de Muro, Sievania de Lacano de Atrosillo, Inés Pérez de la Sosa, Galia de Riglos. Beatriz de Castro, Marquesa Pérez de Puértolas. Stevania de Laguniella. Como vemos, hay veintitrés nombres que se repiten, algunos de ellos un poco cambiados, pero que evidentemente corresponden a las mismas monjas. Los nueve restantes serían los de las monjas ingresadas en los siete años que hay de diferencia entre uno y otro documento. A ocho de ellas las veremos todavía en 1350. 2. Hermanas conversas En el citado documento de la elección de Teresa de Entenza. además de los treinta y cuatro nombres de las monjas, aparecen al final de la lista, los nombres de cuatro «sórores converse»: Jordana de Estre, María de Tena, María de Ponzano y Sancha Ramón, ésta última con el calificativo de portera. Es la única noticia que tenemos de ellas, y por tanto, no podemos precisar cuáles eran sus atribuciones, pero el hecho de que Sandra Ramón fuera portera indica que ayudaría a la monja que ostentara entonces ese cargo. Estas cuatro hermanas conversas hacen la genuflexión en el acto de promesa de obediencia a la recién elegida abadesa, junto con todas las demás, pero sin embargo, no participan en la votación. 3. Los capítulos Las monjas se reunían en capitulo, bajo la dirección de la abadesa, para decidir asuntos importantes, tales como nombrar procuradores, resolver un problema interno de la comunidad u otorgar licencia a la abadesa para dar o vender bienes del monasterio, que es el caso que mejor conocemos4. La reunión era convocada haciendo sonar la campana y las religiosas acudían al lugar donde ésta fuera a celebrarse, lugar que parece llamarse 4
A.M.C.. 1338. noviembre v 1350. mayo. 29. 93