LYGEUM SPARTUM L. Gramíneas Nombres populares en la comarca: esparto. VILLAR el al. (1987) dan como nombre aragonés «albardín» y como castellano «esparto», pero en esta comarca, quizá por confusión, el «albardín» es Thypha sp., en castellano «anea»; a este respecto, ANDOLZ mezcla ambos términos. El esparto es una hierba perenne que echa muchos tallos de hasta 70 cm de altura a partir de un rizoma horizontal escamoso; las hojas son envainan tes, están enrolladas y acaban en punta. En el ápice de cada tallo aparece en primavera una espiga, con dos flores de estambres salientes en forma de X encerradas en una vaina ancha que a las ovejas les gusta mucho, llamada «capullo» en la comarca. Es una gramínea que en Europa sólo vive en los enclaves más áridos que rodean al Mediterráneo (en España, centro, sur, valle del Ebro y Baleares; además, en el sur de Italia, Córcega, Sicilia y Creta); tiene una distribución preferentemente norteafricana (BRAUN-BLANQUET & BOLOS, 1957). No pasa al norte del Somontano y vive en suelos secos, salinizados, arcillosos y también en yesos; abunda en los Monegros y en nuestra comarca es frecuente en el llano, quedándose en las faldas meridionales de La Carrodilla. Se usó mucho antaño para hacer «soguetas» o «fenzejo s» «<benzejos»), que en Monzón vendían en la plaza de Sa n Juan (también llamada por ello «plaza de los bencejos») el día de la Ascensión, pues se acercaba la siega y había que hacer provisión. Los «fenzejos » se ataban alrededor del vientre de las ovejas para que tiraran las «esparrias» (placenta o «parias») cuando abortaban o parían, completando el rito con una rama de ruda atada al lomo con un vellón de la propia lana; una variante consiste en atar la «sogueta» al cuello del animal. En Monzón ataban una «sogueta» de esparto alrededor de la tripa de las cabras y ovejas cuando les querían «secar» (retirar) la leche; en Alfántega y Azanuy, se les ataba al cuello de las perras a las que se les mataba la camada, con idéntica finalidad. Otras aplicaciones. Se recolectaban los tallos con hoz y se ponían en agua; después se «mallaban» y se trenzaban. Con las soguetas se ataba la «garba» (gavillas de trigo u «ordio») y el «alfalz»; de esparto se hacían los «bagariles» (especie de sogas) para atar las cargas en las caballerías, a las que se ponían «albardas» también de esparto; se fabricaban también «espuertas» (esteras) para los molinos de aceite. En los pueblos donde no había esparto (los de La Carrodilla, por ejemplo), los «benzejos» los hacían, entre otras cosas, con paja de centeno y hasta con <dastón» .
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