VÍNCULO n°30

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JUNIO 2018

N° 30

Francisco saludo a Venezuela por beatificación de Madre Carmen

UCAT juramente sus autoridades rectorales

En la casa episcopal de la Diócesis de San Cristóbal se efectuó, el 8 de junio, la toma de posesión y juramentación de las autoridades rectorales y decanales de la Universidad AÑO 2017 - ENERO Católica del Táchira (UCAT), el sacerdote diocesano Dr. Javier Rey Yonekura Shimizu renovó su juramentación como Rector para el nuevo periodo 2018-2022. “La UCAT está llamada a ser un icono de esperanza para sumir los retos difíciles de este momento que vivimos”, indicó monseñor Mario Moronta.

Beatificación de Madre Carmen Rendiles

El Sacramento de la Nueva Alianza Mirando al que traspasaron Sembrando el Reino de Dios Desde el vientre materno Nota Pastoral sobre el respeto a la vida

Fiesta patronal en La Fría “El aborto es un asesinato” Semana en honor a la Beata Carmen Premio mención “periodismo impreso” a Diario Católico


El Papa saluda la beatificación de la Madre María Carmen Rendiles Martínez

Durante el Ángelus este 17 de junio de, 2018, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco celebró la beatificación de la venezolana Madre María Carmen Rendiles Martínez (1903-1977), fundadora de las Siervas de Jesús, que tuvo lugar ayer en Caracas.

en Francia y reconoció a las hermanas en América como una nueva congregación. La madre Carmen se convierte en la primera Superiora general y lo seguirá siendo hasta el final de su vida. Fue declarada “venerable” por el Papa Francisco el 5 de julio de 2013.

Fue a la edad de 15 años cuando la joven Carmen escuchó el llamado de Dios a la vida consagrada. Ingresó a la Congregación de las Siervas de Jesús el 25 de febrero de 1927 y se fue a Francia durante 2 años para consolidar su formación.

“Queridos hermanos y hermanas: Ayer, en Caracas, María Carmen Rendíles Martínez, fundadora de las Hermanas Siervas de Jesús de Venezuela, fue proclamada beata. Madre Carmen, nacida y muerta en Caracas en el siglo pasado, sirvió con amor a sus hermanas, en las parroquias, en las escuelas y al lado de los más necesitados. Alabemos al Señor por esta fiel discípula y encomiende a su intercesión nuestras oraciones por el pueblo venezolano. Y saludemos a la nueva Bienaventurada y al pueblo venezolano con aplausos”. (Zenit)

Cuando regresó en 1934, se encarga de las novicias. En 1944, se fue a Valencia (Venezuela) para fundar la primera casa de la congregación. De vuelta en la casa madre en Caracas, ella reemplaza a la madre superiora. En 1966, obtuvo la aprobación pontificia que trajo el decreto de separación de la casa madre


Venezuela fue bendecida con la beatificación de Madre Carmen

“Venezuela es una tierra bendecida con la beatificación de la Madre Carmen Rendiles”, afirmó el sábado 16 de junio, el cardenal Angelo Amato, prefecto de la congregación para la causa de los santos, quien declaró oficialmente como nueva beata de la Iglesia Universal a la fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús, durante una ceremonia en el estadio de béisbol de la UCV, en Caracas. El enviado papal expresó regocijo por el gran acontecimiento que vive el país suramericano con la subida a los altares de la primera caraqueña y la tercera venezolana a la que se le reconocen sus “virtudes heroicas”. En ese sentido, recordó a María de San José, beatificada el 7 de mayo de 1995 en Roma, perteneciente a la Congregación de las Agustinas Recolectas y Corazón de Jesús; y a Madre Candelaria de San José, ocurrida el 27

de abril de 2008, quien perteneció a las Hermanas Carmelitas, cuya ceremonia también se desarrolló en estas mismas instalaciones deportivas. Destacó que la Iglesia venezolana se siente alegre con la beatificación de la Madre Carmen Rendiles, quien en vida fue una espléndida mujer que trabajó sirviendo a los más pobres, y se entregó en cuerpo y alma al servicio de la obra de Jesús Hostia. A pesar de la crisis que agobia el país, en Venezuela florece la santidad, porque hay padres, madres de familia, jóvenes que ennoblecen la sociedad a través de la misericordia de Dios. “Para el Papa Francisco la santidad es el rostro más bello de la Iglesia”, y por tanto consideró que “los santos son el rostro más bello de Venezuela, ya que a través de sus vidas han hecho el bien al prójimo sufriente, tal como lo


hizo la Madre Carmen Rendiles”, expresó generando aplausos de las más de 15 mil almas que llenaron el campo deportivo más importante de Caracas. Hizo referencia a las afirmaciones que pronunciaba la beata en su interés de ser santa, cualidad que logró a través de su fe auténtica y madura, “confiaba en Dios y se dedicaba a ayudar a los más necesitados y olvidados de la sociedad”, señaló. Contó que la Madre Rendiles era muy buena y caritativa, con sus “hijas espirituales” tenía en su trato especial y respetuoso, y les inculcó valores de unidad, fraternidad, de fe para hacer frente las dificultades de la vida.

Expuso que las riquezas que caracterizaron el corazón de la religiosa beatificada estaban dedicadas a la devoción mariana, el inagotable amor a Dios, la obediencia religiosa, la práctica de la caridad y el espíritu de humildad. También resaltó su acentuada pobreza, su celo por alimentar en medio del pueblo de Dios una profunda devoción eucarística y su preocupación por dar a los miembros de su congregación una sólida y recta formación religiosa, una constante oración dedicada a la santificación de los sacerdotes. Expresó que, pese al defecto físico de carecer la religiosa de su brazo derecho al nacer, eso no la amilanó a trabajar por el pueblo de Dios y su Iglesia; y ante ello, el cardenal Amato, concientizó a los venezolanos a que “todos estamos llamados a ser santos, especialmente en nuestra vida diaria”.

Falta el milagro de José Gregorio Hernández Fue inevitable que hablara del caso del venerable José Gregorio Hernández, y expuso que su causa aún sigue abierta porque falta un milagro, por lo cual instó a la feligresía a continuar orándole a Dios para que el médico y científico logre como sus antecesoras las religiosas ser subido a los altares. La concurrencia se puso de pie y durante más de dos minutos pedían ante el enviado del Santo Padre la pronta beatificación del “médico de los pobres”.

Solicitud de Beatificación… Las palabras del Cardenal Amato, estuvieron precedidas por el acto de beatificación. El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, solicitó ante el enviado papal, inscribir entre el número de los beatos a la fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús e hizo una reseña de la biografía y obra de la religiosa nacida en Caracas el 11 de agosto de 1903. En respuesta, y “ante el ejemplo” de la Madre Carmen Rendiles Martínez “de vivir en santidad dedicada a Jesucristo y al prójimo”, el cardenal Amato, dijo que “a partir de ahora será proclamada beata de la iglesia universal cuya fiesta litúrgica será celebrada todos los años el 9 de mayo” (cuando falleció).


Conferencia Episcopal Venezolana, agradeció profundamente el gesto de aprobatoria de Su Santidad el papa Francisco para que Venezuela pueda contar con una nueva beata, “cuya vida es testimonio de fe, especialmente para el venezolano actual”. (Aleteia)

Una vez proclamada beata, fue develada una nueva imagen de la religiosa que aparece con más edad y madura, la cual pudo ser observada por la feligresía presente a través de dos pantallas gigantes dispuestas para tal fin en las instalaciones del recinto deportivo. De inmediato se difundió el canto: “Si hay santos en mi tierra”, interpretada por la Coral Misa Criolla, que dirigió el profesor Luis Eduardo Galián, sumándose todos los fieles en una sola voz. Igualmente fueron trasladadas al altar las reliquias pertenecientes a la religiosa por parte de sus hijas espirituales”, y la doctora Trinette Durán de Branger, en quien ocurrió el portentoso milagro que elevó a los altares a la fundadora de las Sierva de Jesús, mientras se entonaba el himno de la congregación.

Finalmente, el cardenal Jorge Urosa Savino, visiblemente emocionado y acompañado en el altar por sus hermanos obispos de la


El sacramento de la Nueva Alianza En el Antiguo Testamento se anuncia la Nueva Alianza que se escribirá no en piedras sino en el corazón. Esa nueva alianza la realizará Jesucristo con su muerte y resurrección. Como en los sacrificios de la antigua alianza, cuando se sacrificaba un cordero del cual participaban los sacerdotes y los oferentes y se les rociaba con la sangre del mismo, con Cristo sucede lo mismo, pero de manera más plena. Él es el Cordero de Dios, inmolado para nuestra salvación. Su cuerpo ha sido entregado en ofrenda (Él mismo es la Víctima y el Sacerdote que lo hace) y su sangre derramada para la redención de la humanidad. Este hecho es único y definitivo. Sin embargo, Jesús fue preparando a sus discípulos para dejarles una herencia, como nos lo recuerda el Apóstol Pablo: es la herencia de la Cena eucarística y pascual. El Señor instituye la Eucaristía y permite que todas las generaciones subsiguientes puedan participar de manera sacramental y litúrgica de la cena pascual. Así, como hizo en aquella Cena pascual con sus discípulos, hace posible que el pan y el vino se transforme en su cuerpo y sangre. Entonces instituye el sacramento de la Nueva Alianza. Esta es la definitiva y eterna, la cual se inscribe en el corazón de los creyentes. La celebración continua de la eucaristía, de generación en generación, hace realidad en la

historia posterior la acción salvífica que nos transforma en nuevas criaturas. En toda alianza, quienes la firman o la pactan se comprometen a hacerla conocer y, con sus acciones, a mantenerla viva. Eso hizo Moisés como nos lo recuerda el libro del Éxodo: “Haremos todo lo que manda el Señor y le obedeceremos”. Así no sólo daba a conocer el documento de la alianza, sino que se creaba el compromiso de mantener viva la alianza. Los profetas, en especial Jeremías, anuncian que en el tiempo futuro se realizará una nueva alianza que sea del todo perenne. Un nuevo documento de compromiso entre Dios y la humanidad, pero escrito no en piedras sino en el corazón de los seres humanos. Es lo que hizo Jesús en la Última Cena, cuando mandó “Hagan esto en memoria mía”. Esta última expresión asegura que existe el compromiso de mantener viva la alianza. Por eso, en la teología se considera que es el momento en que Jesús abre las puertas para que se experimente en el tiempo su sacerdocio. Para que se haga permanentemente presente la eucaristía y, con ella, la Nueva Alianza instituye el sacramento del sacerdocio. Si bien todos los bautizados participamos de su sacerdocio, hace posible que algunos de los bautizados puedan ejercer el ministerio


sacerdotal: con él, hacen memoria de su acción redentora y pascual a lo largo de los siglos.

Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, mediador de la nueva alianza.

Día a día, pero especialmente domingo a domingo, la Iglesia renueva de modo sacramental la Nueva Alianza. Con la eucaristía, al hacerse presente Cristo de manera real y sacramental, además de renovar la Nueva Alianza, se tiene la plena seguridad de que Él sigue en medio de los suyos. El pan y el vino eucarísticos son alimento y bebida de vida eterna y salvación. Al participar de ellos, los creyentes, reciben una especial manifestación de la gracia del Señor y, a la vez, siguen disfrutando de los beneficios de la Nueva Alianza.

La Iglesia nos invita no sólo a recordar la profundidad del misterio de la eucaristía, sino también a renovar nuestro compromiso de mantener viva la Nueva Alianza. Como Moisés lo hizo para animar a su gente, hoy la Iglesia lo vuelve a hacer para alentarnos a todos a seguir anunciando la victoria pascual de Cristo, sino también nos convoca para hacer real nuestra comunión con Él y seguir manifestando con nuestra vida testimonial, personal y comunitariamente, la nueva alianza. Para ello, “hay que seguir haciendo esto en memoria del Señor Jesús”.

El Cristo presente en la Eucaristía hace la Iglesia y, ésta recibe de Él, la potestad de hacer la Eucaristía. Todo con la finalidad de mantener viva la nueva alianza y, con ella, saber que el Señor permanece siempre entre nosotros dándonos los frutos de su entrega pascual y redentora. A la vez, como nos enseña Pablo y la Liturgia de la Iglesia, “cada vez que comemos de este pan y bebemos de este vino, anunciamos su muerte y resurrección hasta su venida al final de los tiempos”. No es otra cosa, sino mantener siempre viva, como ya se ha indicado, la Nueva Alianza. Con la fiesta de Corpus Christi, la Iglesia quiere invitar a los creyentes a recordar esta realidad de la que todos disfrutamos y salimos beneficiados; ello nos lleva a reafirmar nuestra fe en la eucaristía, como sacramento de la presencia actuante del Señor Jesús en medio de nosotros. Con la Eucaristía, celebrada como Iglesia, los creyentes renuevan su adhesión a

+Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal. 3 de junio de 2018


Mirando al que traspasaron

Ha concluido el drama de la Cruz. Jesús ha muerto y el soldado romano, con una lanza, hace la última herida en el cuerpo aún caliente del Crucificado. No rompe los huesos, como hicieron con los otros malhechores compañeros del suplicio. Así se cumplía la Escritura. La lanza llega al corazón y de allí mana agua y sangre… lo que aún quedaba en Jesús. También se hace realidad lo anunciado por la misma Escritura: “Mirarán al que traspasaron”. Queda abierta la herida y se puede contemplar el corazón. Los Padres de la Iglesia y la exégesis bíblica han sabido interpretar en este gesto, sobre todo con lo del agua y la sangre que manaron del costado abierto del redentor, el nacimiento de la Iglesia y el origen de los sacramentos. En todo caso, es un gesto concreto con el cual se mide la intensidad de la salvación: la Víctima ha sido ofrecida totalmente para la Salvación de la humanidad.

Siguiendo a la Escritura, se nos invita a contemplar al traspasado. Y los padres espirituales de la Iglesia de todos los tiempos han logrado palpar en esta escena la fuerza del amor de Dios. El corazón es donde reside el amor. El amor del Dios humanado se hace sentir por su inmensa misericordia, de la cual nos habla el profeta Oseas. Ver el corazón traspasado de Jesús se contemplan las entrañas del Señor. Su amor misericordioso brota desde sus entrañas y el corazón es lo que hace sentir el amor del Señor a toda la humanidad: particularmente ese amor se dirige a los más pequeños, a los débiles y debilitados por el pecado, a quienes estaban en oscuridad. Al contemplar esta escena se puede seguir lo que Pablo recomienda a los Efesios: doblar las rodillas ante Dios y pedir que Jesús, el Cristo, habite por la fe en cada uno de nuestros corazones. Esto hace pensar que sólo se puede contemplar el corazón abierto de Jesús, desde el mismo corazón de cada quien, lleno de la presencia salvífica del Señor.


A lo largo de los tiempos, la Iglesia ha visto en esta imagen todo lo que se refiere al amor profundo y decidido de Jesús. Para ello, se ha promovido la devoción al Corazón de Jesús. Y, al hacerlo, sencillamente, se ha aceptado la invitación a mirar, contemplar y saborear las riquezas del corazón traspasado. No es otra cosa sino seguir poniendo la mira de fe en quien nos dio las consecuencias radicales del amor redentor. Pero, al contemplar el corazón traspasado del Señor, no nos debemos quedar sólo en un aspecto piadoso. Tenemos que ir más allá. Contemplar supone dejarse llenar de la fuerza de lo contemplado. Es mirar y ser mirado; es abrir las posibilidades para crecer y animarse a un enriquecimiento personal. Es volver a sentir, en el caso del Corazón de Jesús, el porqué de su acción salvífica… y, sin lugar a dudas, volver a ver en Él los rostros de quienes han sido asumidos por el dolor salvífico del Señor: todos y cada uno de los seres humanos, particularmente los más pequeños, los pecadores, los menospreciados. Hoy, en Venezuela, donde se le rinde un especial tributo al Sagrado Corazón de Jesús, mirar y contemplar al que traspasaron debe llevarnos a varias acciones. Una primera, volver a descubrir en ese Corazón de amor el rostro de tantas personas que están sufriendo

el menosprecio y los efectos del pecado del mundo… los pobres, los que pasan hambre, los enfermos sin atención médica, los presos, los abandonados por quienes se consideran grandes… Otra acción, es la de dejarnos conmover por la misericordia de dicho Corazón, y, entonces, dejarnos invadir por la fuerza de esa misma misericordia: así, no sólo podremos poner en práctica el amor, sino hacerlo en el nombre del mismo Señor. Esto nos llevará a un compromiso cierto y seguro, para que los hermanos sientan que todo viene de Dios. Y, hacernos eco de lo que aconteció en aquel momento del Viernes Santo. Ser instrumentos para que la gente pueda ver, contemplar y dejarse llenar por el Corazón del Sumo Sacerdote quien ofrendó su vida por toda la humanidad. Mirar al que traspasaron no es un simple slogan o frase para recordar. Encierra un desafío: una contemplación que va a conllevar una comunión entre el contemplado y quien ve al traspasado corazón lleno de misericordia. De allí una hermosa y clara conclusión: dicha comunión hará posible que quien contempla no sólo se llene de la misericordia sino que sea capaz de transmitirla con la práctica de la caridad operante. +Mario Moronta R. Obispo de San Cristóbal 10 de junio de 2018


Sembrar el Reino de Dios

La Palabra de Dios nos habla con frecuencia de cómo hay que sembrar el Reino de Dios. Jesús se vale de varias de sus parábolas para demostrar que el Reino de Dios es como la semilla que se siembra y va germinando hasta crecer, madurar y dar fruto. Incluso la más pequeña de todas, la de la mostaza: ésta produce un arbusto grande, donde incluso pueden anidar los pájaros del cielo. En otra oportunidad, hace referencia a la Palabra de Dios, la cual se siembra en el terreno de cada ser humano, con la finalidad de que pueda fructificar. Esta hermosa imagen nos sale al encuentro para recordarnos a todos los creyentes cómo hemos de hacer realidad en nuestros días la siembra del Reino de Dios.

preocupa por su pueblo y hace que todos permanezcan lozanos y productores de frutos innumerables.

El Profeta Ezequiel nos recuerda cómo también Dios hizo arrancar una rama del alto cedro para sembrarla en lo alto de la montaña “para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble”. Con esta imagen profética, se nos presenta la realidad de un Dios que se

Esto conlleva sembrar la Palabra en todo tiempo y circunstancia que vive la humanidad. En los tiempos de crisis que golpea a nuestra nación, la tarea de la Iglesia no puede dejar a un lado esta labor de sembrar el Reino de Dios. Podrá haber aridez, o podremos encontrarnos

En los tiempos que vive la humanidad, ésta es la misión de la Iglesia: hacer posible la presencia del Reino de Dios en todos los lugares hasta los confines de la tierra. Es la misión de la evangelización. Esta no puede reducirse a un mero anuncio intelectual y teórico de la Palabra. Va más allá: sembrar la Palabra en el corazón de la humanidad y abonarla para que pueda ir dando los frutos propios de la evangelización, como lo son la salvación y liberación de todos los seres humanos.


terrenos pedregosos, o también podremos conseguir rechazo de la semilla… pero aun así, es necesario salir al encuentro de todos para ofrecer la Palabra viva de Dios e ir sembrando el reino, sabiendo que éste lo es de justicia, paz y amor. Cuando se produce una crisis como la que se vive en el país, puede surgir la tentación de querer atender sólo lo político, lo social, lo económico. Esto, ciertamente, hay que atenderlo. Pero, desde nuestra propia fe y auxiliados por la Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia, hoy es más urgente que nunca sembrar el Reino. Esto se podrá hacer si se toma en serio la propuesta de Francisco de una Iglesia en salida. No hay que dejarse llevar por el pesimismo y el desaliento, aunque el trabajo resulte duro y fatigoso. Desde las propias familias, las escuelas, parroquias, instituciones y comunidades, los creyentes discípulos de Jesús, por ser también misioneros, hemos de hacer realidad el Reino de Dios, con su justicia, con sus expresiones de caridad… Esto conlleva sembrar ramas donde sea necesario para poder así brindar vida donde aparentemente hay infertilidad en los terrenos de la convivencia humana. Sembrar el Reino de Dios conlleva sembrar con esperanza. No podemos reducir el trabajo de

los cristianos a un mero pietismo o a falsas esperanzas. Llama la atención que muchos grupos se esconden detrás de falsas manifestaciones de piedad y compromiso cristiano, como si con eso se va a resolver la situación. Es necesario acompañar con una ferviente oración la siembra de las semillas del Reino de Dios. Y, junto a esto, resolverse a ser testigos, que acompañan el crecimiento de la semilla, día a día. Es curioso cómo muchos cristianos católicos que proponen “soluciones políticas y económicas” a la crisis que vivimos, ni siquiera hacen referencia a la Doctrina Social de la Iglesia. Puede ser por ignorancia o porque piensan que es secundario. Sin embargo, sembrar esa semilla del Reino exige que, junto a la Palabra de Dios se haga sentir la fuerza renovadora de la Doctrina Social de la Iglesia… Esto conducirá a un verdadero compromiso social de todos en los caminos de la justicia, de la defensa de la dignidad humana, de la solidaridad fraterna… Aunque parezca lento, de verdad se producirá frutos, porque estaremos haciéndolo en el nombre del Señor Jesús. Es tiempo de sembrar el Reino… no lo dejemos para más tarde. +Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal. 17 de junio de 2018


Desde el vientre materno…

Es frecuente, en el Antiguo Testamento, que se haga referencia a la elección y consagración desde el vientre materno por parte de Dios hacia algunos personajes importantes. Ejemplo claro de ellos lo vemos en los relatos o referencias a su vocación en los profetas Jeremías e Isaías. Con ello, además se subraya la fuerza que reciben para cumplir la misión que se les encarga. En el caso de Isaías, se trata de ser “luz de las naciones, para que la salvación llegue hasta los últimos rincones de la tierra”. Jeremías es tocado por la gracia de Dios para convertirse en columna férrea que sostenga al pueblo en su tribulación; por eso, también está llamado a edificar y plantar. Los relatos vocacionales que refieren la consagración de algunos personajes desde el vientre materno hablan directamente de cómo el Dios de la vida los ha elegido, pronunciando su nombre; esto es, dándole una personalidad misionera, lo que significa que han sido destinados para cumplir con una tarea en beneficio del pueblo de Dios. A la vez, esta designación temprana, nos indica que para Dios no hay nada imposible, como tampoco hay acepción de personas. El elige a quien quiere y sin condiciones de ningún tipo. Su verdadera preocupación es la de demostrar

que es un servidor ya marcado desde sus orígenes humanos. Esto se repite en diversos momentos de la historia bíblica. Se puede aplicar lo mismo en el caso de Juan el Bautista. Engendrado en condiciones nada favorables, ya que sus padres estaban en edad avanzada, es consagrado en el vientre de Isabel para una misión peculiar. En el encuentro de Isabel con su prima María, siente cómo el niño que viene en camino ha sido marcado por la presencia de Dios. Zacarías, su padre, lo ratificará luego de su nacimiento al entonar un himno de gratitud y alabanza: “Bendito el Dios de Israel porque ha visitado a su pueblo”. La gente, luego del nacimiento de Juan, reconocía que la mano de Dios estaba con él. El libro del Apocalipsis, posteriormente, hará una referencia a los que una mujer vestida de sol engendrará para una misión concreta. Si bien, se le puede dar una connotación mariana, el símbolo de dicha mujer está orientado a identificar a la Iglesia, la madre de los nuevos creyentes. Desde su seno, los que nacerán gracias al bautismo, son dedicados y ungidos por el Espíritu para cumplir con la misión que todos los discípulos de Jesús han recibido: anunciar el Evangelio a todas las criaturas,


llegando a ser “luz del mundo” y “columna” de apoyo para toda la humanidad. Este mensaje de la Palabra de Dios, iluminado por el episodio del Bautista, nos permite a todos los cristianos a experimentar la llamada de Dios para ser santos como Él y dar testimonio suyo en todo tiempo y lugar. Es importante reconocer que esa experiencia la podemos vivir desde dos perspectivas. Una, más personal, ya que hemos sido elegidos todos por Dios para ser sus hijos y para convertirnos en discípulos misioneros de Jesús. Aunque se concretiza en el bautismo, ya desde el vientre materno el Dios de la vida nos elige. Nos marca como sucedió con el Bautista, gracias a la acción redentora de Jesús. Por eso, no sólo hemos de estar agradecidos a Dios, sino tener la conciencia de un compromiso al cual nos ha invitado. Pero, a la vez, no se trata de un hecho aislado en la historia personal de cada uno. El hecho de ser hijos de la Iglesia, nos recuerda que también hemos sido bendecidos y consagrados desde su seno maternal. Ello nos hace entender cómo cada uno de los cristianos bautizados hemos recibido la llamada a hacer realidad el Reino de Dios, el anuncio del

Evangelio y la presencia viva de un Dios de amor mediante nuestro propio testimonio. Se trata de una experiencia de vida. No es un mero protocolo que se queda en alguno que otro rito o en las páginas de un libro de registro… Se trata de una consagración, lo cual conlleva que hemos sido marcados para poder realizar una misión que forma parte de nuestra propia identidad y vocación. La persona y ejemplo de Juan el Bautista nos recuerda que también cada uno de nosotros ha sido elegido y marcado desde el vientre materno. Cada uno de nosotros está llamado a hacer lo mismo que él realizó: anunciar la presencia salvadora de Jesús y construir los caminos en medio del desierto. Para ello, además de dar gracias a Dios, sencillamente tenemos que tener una actitud: plena apertura de corazón y mente, conciencia de que somos elegidos y marcados por la gracia y, sin duda, total disponibilidad para que Dios actúe hoy, como siempre, por medio de nosotros. +Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal. 24 de junio de 2018


Nota Pastoral leída el domingo 24 de junio de 2018 en cada Eucaristía de la Diócesis de San Cristóbal

En Venezuela siempre hemos defendido la vida en todas sus hermosas expresiones. Somos defensores de la vida humana desde su concepción en el vientre materno hasta cuando pasa a la eternidad. En esto somos fieles a la enseñanza que nos da la Palabra de Dios y el magisterio de la Iglesia. La Constitución Bolivariana de Venezuela defiende y protege la vida humana desde los inicios de la misma. Desde esta perspectiva, consideramos que el aborto, como la eutanasia son contrarios al designio de Dios y son tipificados como asesinatos de personas que tienen una dignidad que les viene de Dios. La dignidad humana de donde se desprenden los derechos del hombre -y el primero es el derecho a la vida- debe ser respetada en todo momento. El tema del aborto no puede caer en la diatriba política. No es ni de izquierdas ni de derechas. Es un atentado contra un ser totalmente vulnerable y con su dignidad de imagen y semejanza de Dios. En estos días algunos grupos sociales han introducido ante la Asamblea Nacional Constituyente la solicitud de que se estudie la aprobación del aborto. Los argumentos que se esgrimen suelen ser los mismos de otros lugares. Movidos por nuestra fidelidad al Dios de la vida y en conciencia los cristianos católicos debemos oponernos a esta solicitud y manifestarlo públicamente. El aborto no es un derecho humano como tampoco es una manera de defender a los más pobres. Generalmente cargamos las tintas contra la mujer que aborta. Ella tiene su gran responsabilidad. Pero los médicos, enfermeros y todos los que realizan esta criminal praxis así como quienes ejercen presión sobre la madre para abortar son tanto o hasta más responsables de un vil asesinato. Por eso, también ellos cometen un gravísimo pecado pues rompen con uno de los mandamientos de la Ley de Dios y pretenden suplantar el papel del mismo Dios creyéndose dueños de la vida. Lo mismo acontece con los dirigentes políticos y

legisladores que aprueban leyes en favor del aborto. Dado el inminente peligro de que en nuestra patria se apruebe la despenalización del aborto – lo que vendría a acrecentar la inmensa cantidad de problemas que atentan contra la dignidad humana en la crisis que sufrimos- es necesario no sólo estar prevenidos sino hacernos eco fuerte del rechazo a esta posibilidad. Todos hemos de expresar por los medios a nuestro alcancé el total rechazo al aborto y nuestro si a la vida en todas sus expresiones Además de elevar nuestra oración al Señor para que esto no se de, es importante que en cada parroquia e instancia eclesial se organicen charlas para informarse bien acerca del tema de la defensa de la vida. Pedimos a los médicos, abogados y maestros, comunicadores sociales y enfermeros, dirigentes políticos y sociales que, de acuerdo a su fe y como miembros de la Iglesia, se pronuncien contundentemente sobre el tema. Para ello, por mensajes en los medios de comunicación y por las redes sociales hagan sentir la voz y el mensaje en defensa de la vida. No se debe esperar más tiempo. Hay que adelantarse. Pedimos que el domingo 15 y el lunes 16 de julio en torno a la fiesta de N Sra. Del Carmen los sacerdotes y sus cooperadores laicos, además de elevar oraciones, aprovechen la ocasión para orientar a la feligresía sobre el tema. El Dios de la vida y del amor ciertamente nos acompaña en esta tarea. Digamos siempre SI A LA VIDA. +Mario, Obispo de San Cristóbal 22 de junio 2018


Autoridades rectorales de la UCAT se juramentaron para el período 2018-2022

En la casa episcopal de la Diócesis de San Cristóbal se efectuó, el 8 de junio, la toma de posesión y juramentación de las autoridades rectorales y decanales de la Universidad Católica del Táchira (UCAT), el sacerdote diocesano Dr. Javier Rey Yonekura Shimizu renovó su juramentación como Rector para el nuevo periodo 2018-2022. La ceremonia la presidió el Gran Canciller de esta casa de estudio, el Obispo Mario del Valle Moronta Rodríguez, comenzando con la

celebración de la Eucaristía, invocando la luz del Espíritu Santo sobre las autoridades rectorales ante los desafíos actuales que debe afrontar. “La UCAT está llamada a ser un icono de esperanza para sumir los retos difíciles de este momento que vivimos, pero sobre todo que sean capaz de ser una luz para el Táchira y Venezuela en medio de la oscuridad”, expresó el Gran Canciller.


“El gran desafió que tenemos -dijo monseñor Mario Moronta- es dar ejemplo de cómo se da una respuesta en medio de la crisis”. El Obispo también agradeció al padre Wilfredo Gonzáles SJ por el trabajo desempeñado en la UCAT, y quien ahora asumirá nuevos compromisos pastorales. Luego de la Eucarística las autoridades de la UCAT, pasaron al Salón Mudéjar para juramentarse ante el Gran Canciller y firmar el acta que acredita el comienzo de sus funciones respectivas. El Rector de la UCAT, Javier Yonekura, manifestó su agradecimiento y compromiso al comienzo de este nuevo periodo: “un agradecimiento al señor Obispo de la Diócesis de San Cristóbal y Gran Canciller de la UCAT por renovar su confianza en el equipo rectoral junto a los nuevos miembros, además del nuevo equipo decanal que dirigen las distintas facultades”.

“Nuestro compromiso será seguir sirviendo el pueblo de Dios a través de la academia, ciertamente en momentos difíciles, pero sabiendo que Dios nunca desampara, sentimos su presencia y vale la pena seguir trabajando y aportando para sacar el país adelante”, indicó Yonekura. También juramentaron en el equipo rectoral de la UCAT, como Vicerrectora Académica, la Abogada Especialista Annalisa Poles de Graciotti; Vicerrectora Administrativa, Abogada Especialista Félida Roa de Roa; Secretario General, Abogado Especialista Jesús Gerardo Díaz. Las autoridades realizaron su profesión de fe y juramento según lo establecido en el Código de Derecho Canónico, las leyes de la República Bolivariana de Venezuela, y el Estatuto Orgánico de la UCAT. (Prensa DiócesisSC)


Población de La Fría celebró fiesta patronal del Sagrado Corazón de Jesús

“Contemplemos el corazón de Jesucristo”, fue la exhortación del Obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, durante la fiesta patronal de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en la población de La Fría. Los fieles participaron fervorosamente, manifestando su fe a la misericordia del Hijo de Dios. La misa fue celebrada el domingo, 10 de junio, en el templo parroquial que rinde honor y devoción al Sagrado Corazón de Jesús, a quien está consagrada esta comunidad. El Obispo en su reflexión manifestó: “miremos y contemplemos el corazón de Jesucristo. Y

con nuestra vida y actos mostremos la fuerza y el amor de ese corazón misericordioso y traspasado de Jesús”. Así mismo, monseñor Moronta invitó a “sentirnos amados por el corazón misericordioso de Señor”. En la celebración un grupo de fieles fueron bendecidos para realizar sus servicios cómo proclamadores de la Palabra de Dios durante las ceremonias litúrgicas. El párroco de la comunidad, presbítero Jairo Contreras, agradeció al Obispo y a las comunidades por la participación en la fiesta patronal y pidió seguir orando e imitando el Sagrado Corazón. (Prensa DiócesisSC)


Obispo Mario Moronta: “el aborto es un asesinato”

“No es un problema de oficialismo ni de oposición, es un problema de humanidad. El que defiende la vida, lo hace no solamente por ser creyente o de algún partido político, sino sencillamente porque respeta la vida, sabiendo que es Dios el dueño de la vida”, expresó monseñor Mario Moronta -Obispo de San Cristóbal- a la prensa, con motivo de la presentación por parte de grupos abortistas, de la propuesta ante la Asamblea Nacional Constituyente para legalizar el aborto en Venezuela.

posibilidad de defenderse en el vientre materno, nosotros sostenemos que desde el momento de la concepción ya hay una vida humana que va creciente, el niño recién nacido aún no tiene la capacidad que tienen un adulto, pero es un ser humano. Está formándose, y no es como dicen algunos un trozo de carne, es una vida. Todos hemos pasado por esa experiencia. Cuando el espermatozoide y el ovulo se unen comienza la explosión de la vida y que termina en la eternidad”, explicó.

Denunció el Obispo el negocio que se encuentra detrás del aborto: “El problema no es solamente de la persona, de la mujer que aborta, sino de todas las personas que cooperan muchas veces presionando o negociando. Detrás del aborto también hay un comercio, con el material orgánico para ser empleado para otros fines. Lamentablemente existe también este comercio de muerte para justificar gran parte de las coas que se hacen con el aborto”, dijo.

Insistió el Obispo de San Cristóbal que “todos aquellos médicos, enfermeros o personas que practiquen el aborto son asesinos. No hay justificación, nadie es dueño de la vida”.

“No a la muerte, si a la vida”, reitera monseñor Moronta. “El aborto es un asesinato, se está asesinado a una persona que no tiene la

Lamentó también que algunas mujeres “acuden al aborto, por ignorancia, presión o porque hay condicionamiento. Y generalmente ponemos todas nuestras fuerzas contra las mujeres, cuando es mejor ayudarlas, por el fenómeno post-aborto, pues quedan con la culpabilidad, el remordimiento, que es una situación bien difícil”. (Prensa DiócesisSC)


Semana en honor a la “Beata Carmen Rendiles” en el Seminario Diocesano

Con una procesión junto a la Reliquia de primer grado -un fragmento del cuerpo- de la Beata Madre Carmen Rendiles, desde la entrada del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino hasta la Capilla Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, se dio inicio el viernes 22 de Junio, a la semana en homenaje a la nueva Beata venezolana. En este homenaje participaron las congregaciones religiosas que hacen vida en la Diócesis de San Cristóbal, así como laicos comprometidos de los diversos grupos de apostolado, seminaristas, sacerdotes y amigos del seminario. La Eucaristía solemne fue presidida por monseñor Mario Moronta quien recordó que todos estamos llamados a ser santos, citado la exhortación apostólica Gaudete et Exultate del Papa Francisco. El Obispo también resaltó las virtudes de Madre Carmen, especialmente “la sabiduría y sencillez de la religiosa, cuya sabiduría le vino de parte de Dios en la abnegación a Jesús Hostia”.

Así mismo recordó su experiencia con Madre Carmen, a quien conoció siendo seminarista, recordando con especial cariño la sonrisa con la que permanecía la religiosa: “una sonrisa que proviene del amor de Dios”. Exhortó a los feligreses a recordar con especial afecto, la entrega y el valor que tenía Madre Carmen al sacerdocio: “cosa que nos hace falta”, insistió el Obispo. En la ceremonia también administró el Sacramento de la Confirmación y Primera Comunión a algunos semanistas, a quienes invitó a tener como modelo a la Beata. Con el inicio de la semana de homenajes, la Reliquia de la Beata Carmen reposará en la Capilla del Seminario Diocesano del 22 al 30 de Junio. Informó el comité organizador que las Eucaristías se realizarán a las 5:30 pm, y la actividad de clausura se efectuará en la Casa de Retiros El Sembrador en la comunidad de Patiecitos. (Prensa DiócesisSC)


152 aspirante al Seminario Diocesano del Táchira participaron de convivencia vocacional

El Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino realizó el 22 y 23 de junio, la segunda convivencia vocacional con la participación de 16 jóvenes aspirantes al seminario mayor y 136 niños aspirantes al seminario mayor. La Pastoral Vocacional orientó el encuentro con el lema: “Te seguiré Señor a donde quiera que vayas”. El Rector del Seminario Diocesano, presbítero José Lucio León Duque, en la celebración Eucarística celebrada durante la convivencia expresó que “Dios en su Divina Providencia seguirá suscitando vocaciones en el mundo, indiferentemente en el tiempo en el que nos encontremos, si nosotros con gran fervor y devoción oramos al dueño de la mies”. Además, exhortó a utilizar las redes sociales para realizar la campaña vocacional, es el

tiempo de la tecnología y no la podemos desaprovechar. En esta ceremonia estuvo una representación de religiosas pertenecientes a la Congregación Siervas de Jesús que participaban del homenaje que se realiza esta semana en la capilla del seminario en honor a la Beata Carmen Rendiles. Al final de la convivencia, el Director del Secretariado Diocesano de Pastoral Vocacional, presbítero Jesús Romero, informó que el Cursillo de Admisión se realizará el próximo 16 de Julio en las instalaciones del seminario; e invitó a seguir informándose a través de las redes sociales de esta institución: “Se Sacerdote San Cristóbal” en Facebook, y “@SesacerdoteSC” en Instagram. (Prensa DiócesisSC)


Otorgan premio al Diario Católico “mención periodismo impreso”

El Diario Católico conocido como “el decano de la prensa tachirense” por sus 94 años de trayectoria, recibió el premio mención periodismo impreso: “Pedro Julián Borges Zurita” que otorga el Colegio Nacional de Periodismo, seccional Táchira. “Es un reconocimiento a la continuidad del Diario Católico, con sus 94 años de trayectoria, que a pesar de las adversidades no ha dejado de lado su labor periodística en favor de las comunidades de la frontera colombo venezolana, la difusión de los valores del Evangelio y las noticias de la Iglesia católica”, expresó el sacerdote y periodista Johan Pacheco, gerente editor del Diario Católico. El acto se efectuó en la Casa del Periodista, en la ciudad de San Cristóbal, donde los

periodistas agremiados de la entidad se congregaron para celebrar su día. Los periodistas también participaron de la Misa que presidió el sacerdote y periodista José Vicente Carvajal, de la pastoral de medios de comunicación de la Diócesis de San Cristóbal, quien los exhortó a vivir la profesión como anunciadores de la verdad y de la paz. Diario Católico en su edición impresa actualmente circula semanalmente, pero diariamente hace cobertura de las noticias de la frontera, de Venezuela y de la Iglesia a través de su página web. (Prensa DiócesisSC)


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