PARA HACER DESPUÉS DE LEER
¿Cómo son los personajes?
2.
Recuerde a los estudiantes cuáles son los personajes principales de esta obra. Anote en la pizarra sus nombres y la relación que tienen con Julia. Coménteles que el lector o lectora muchas veces se identifica con los personajes, no necesariamente con el protagonista. Hay muchas razones por las que establecemos empatía con un perso naje, porque nos cae bien su forma de ser, porque se parece a alguien que conocemos, porque nos muestra una parte de nosotros mismos… Luego, pida a sus alumnos y alumnas que escojan el personaje que más le haya llama do la atención y que escriban en una ficha una breve semblanza sobre ese personaje y por qué lo han escogido.
• Julia, la protagonista.
• Carlos, su hermano.
• Berta, la madre.
• José, el padre.
• Ruth, la amiga de Julia.
• Adel, el primer novio de Julia.
• Fabián, el segundo novio de Julia.
Carta a la chica del ajenjo
1.
Ficha del personaje
¿Cómo es físicamente el personaje?
¿Cómo es su carácter?
¿Tiene un rasgo en particular que se destaca?
¿Qué hizo que me conectara con ese personaje?
En distintas oportunidades Julia se dirige a la chica del cuadro, le cuenta sus proble mas y se imagina cómo sería la vida de esta chica de mirada triste que está en un bar frente a una copa de ajenjo. Pida a los estudiantes que miren con atención de nuevo a la chica del cuadro y traten de responder en su mente algunas preguntas.
Guía didáctica. La muchacha del ajenjo
| 5
• ¿Cómo es la expresión del rostro de la mujer que está en el cuadro?
• ¿Qué relación tiene con el hombre que está a su lado?
• ¿Por qué creen que su mirada está como perdida?
• ¿En qué creen que estará pensando en ese momento?
Luego, invite al grupo a pensar en la vida de este personaje: por qué situaciones creen que estará pasando, dónde creen que vivirá, cómo será su vida en familia…
Invite al alumnado a escribir una carta a la mujer del ajenjo donde le expresen solida ridad o empatía sobre su estado de ánimo, sobre algún aspecto que hayan imaginado o sobre una situación que les recuerde.
Por último, los estudiantes que lo deseen pueden leer la carta al resto del grupo.
COMPRENDO LO QUE LEO
Pida a sus alumnos y alumnas que lean el primer párrafo del capítulo V, en el que Julia cuenta su visita al Museo de Orsay.
“Frente al jardín de las Tullerías, al otro lado del Sena, el Museo de Orsay se ofrecía con su plazoleta salpicada de esculturas en bronce de animales que parecían defender la entrada de indeseables intrusos. Era un día gris, pero de un gris luminoso que prometía una mañana sin lluvia. Una claridad tenue imponía en mí un estado de ánimo especial que, por lo que comprobé, no era compartido por la mayoría de mis compañeros, que no paraban de hacer bromas o de mirar con fastidio los bulevares que, según ellos, y a pesar de lo poco frecuentados, no amaban ni les atraían, más bien les producían ese rechazo de lo ajeno. Un rechazo que escondía una gran dosis de desconsuelo que intentaban disimular u olvidar con risas y frases desdeñosas que todos celebraban pero que, en el fondo, la mayoría no compartía. Yo imaginaba ser una turista más, o una auténtica parisién que vuelve a sus lugares preferidos, como algo cotidiano pero siempre atrayente. Realmente los entendía, y me hubiera gustado unirme a aquel coro de risas y comentarios, pero me sentía una extraña, incluso entre ellos. Preferí no pensar.”
6 | Diego Pun Ediciones
1. 2. 3. 4.
Una vez que hayan leído el texto y visto la imagen, pídales que comenten los siguien tes aspectos:
a. ¿Por qué piensa Julia que las estatuas de animales parecían defender la entra da de indeseables intrusos?
b. ¿Qué tipo de estado de ánimo producía el ambiente en Julia?
c. ¿Cuál es el tipo de rechazo que ella cree que sienten sus compañeros?
d. ¿Qué sentido tiene en este momento que Julia se imagine que es una turista?
e. ¿Por qué Julia se sentía una extraña más, incluso entre ellos?
ANALIZO LO QUE LEO
Pida a sus estudiantes que lean este párrafo en el que Julia describe aquello que ve en una segunda visita que hace al centro de la ciudad, esta vez sin Adel.
“Me bajé. Quería hacer el mismo recorrido que había hecho con Adel el mis mo día en que me anunció su inminente marcha. Atravesé el puente contem plando el Sena a mis pies, sin fijarme en la gente, con la vista puesta en el río, que a esta hora de la tarde se llenaba de estelas de paquebotes que iban y venían, de música y ruidos de motores que ocultaban el sonido de sus pasos hacia el mar. Se notaba el inicio de la primavera, no solo en el aire más cálido
Guía didáctica. La muchacha del ajenjo | 7
2. 1.
y en los cielos sin tantas nubes grises, sino también en la nueva llegada de turistas procedentes de otros países europeos, algunos americanos y, sobre todo, japoneses con las típicas cámaras colgadas de sus hombros o dirigidas a objetivos que querían atrapar para cuando fuera el tiempo de los recuerdos. De los restaurantes flotantes del Sena subía un olor a fritos con mantequilla, a pan y confituras y, sobre los puentes, un cada vez mayor número de africa nos ofrecían su mercancía: cintos, bolsos, figuras de madera, collares… No me explicaba cómo podían transportar tal cantidad de cosas en sus brazos. Dudo que les compraran algo y menos en esta época, pero deseé que lo hicieran.”
Invite a su alumnado a ver las imágenes que se muestran abajo.2.
3. 4.
Ahora que han visto las imágenes y han leído el texto, invítelos a conversar acerca de cómo se crea una imagen con las palabras, qué sensaciones se intentan atrapar, si las imágenes son solamente visuales o entran otros sentidos para darles mayor fuerza.
Pídales que lean este otro párrafo acerca de la visita de Julia al centro de la ciudad, y que hagan un análisis del texto para ver el tipo de imágenes que se crean y los recur sos literarios que se emplean.
“Sobre los muelles, parejas o grupos de jóvenes esperaban la caída de la tar de. Algunos habían extendido un mantel y sobre él habían puesto botellas y envases con comida, y se disponían a esperar el ocaso entre conversacio nes y risas que me llenaron por unos segundos de envidia. El recuerdo de mi hermano se interpuso de nuevo, como un enemigo que procurara estro pearme la tarde. «¡Pues no lo va a conseguir ese niñato!», pensé y volví a arrepentirme. Me estaba portando como una egoísta; al fin y al cabo, ¿qué había hecho yo?”
8 | Diego Pun Ediciones
INTERPRETO LO QUE LEO
Lea en voz alta el párrafo donde Julia se para por primera vez frente al cuadro del pintor Degas.
“No sé cómo, pero lo cierto es que abandoné el grupo y cuando me di cuen ta estaba totalmente absorta en aquel cuadro. Era Dans un café o L’Ab sente, de Degas. Una mujer joven, algo desplazada del centro del cuadro, estaba sentada frente a una mesa de mármol, junto a un hombre que no parecía acompañarla y cuya figura no estaba totalmente completa en el lienzo, como si no fuese voluntaria aquella situación que lo colocó al lado de la muchacha. La mujer tenía frente a ella un vaso de absenta, una bebi da alcohólica hecha con una planta llamada ajenjo, que no había tocado. Su mirada triste y ausente se perdía más allá de aquel piso de un amarillo su cio. Los brazos, abandonados sobre su falda, acentuaban más su abandono. ¿Por qué ese cuadro?”
Si puede, muestre de nuevo el cuadro a su alumnado y establezca un debate con res pecto a la pregunta final que se hace Julia: “¿Por qué ese cuadro?”. Explore junto a sus estudiantes las razones que pueden haber llevado a Julia a encontrarse con el cuadro.
¿Qué tiene que ver el azar con este encuentro? ¿De qué manera este encuentro define el desarrollo del personaje?
En una segunda visita que hace Julia al museo, establece un diálogo con la chica del cuadro. Lea en voz alta lo que ella le comenta:
“«Sí, la noche sería el mejor momento para contemplarte, a la luz de una lin terna, con la emoción añadida de lo prohibido. Sé que entonces me hablarías de tu tristeza, de tu lejanía, de tu desolación, que, tal vez sin saberlo, o sí, cap tó el pintor. Qué escondes en el abandono de tus manos sobre el regazo; de dónde viene, por qué esa copa de ajenjo frente a ti, esperándote. Acaso fuese una despedida, o la certeza de una ausencia que apenas puedes soportar; la incertidumbre por todo, por los demás, por ti misma. Te preguntaría el por qué de tu indefensión, si realmente esperabas que el hada verde te abriese horizontes más claros».”
Platee una nueva conversación alrededor de esto que Julia le expresa en este momen to al personaje del cuadro. Trate de orientar las respuestas del alumnado alrededor de las preguntas que Julia formula:
• ¿Qué creen ellos que la chica esconde en el gesto de abandonar sus manos en el regazo?
• ¿Por qué parece no estar interesada en la bebida?
• ¿Qué quiere decir con la pregunta de si el hada verde pudiese abrirle horizontes más claros a esta chica en el bar?
Guía didáctica. La muchacha del ajenjo
| 9
1. 2. 3. 4.