eligieron al sofá como su fuente de inspiración. Los conceptos que revolucionaron la arquitectura y el diseño se trasladaron al mobiliario para ofrecer un estilo depurado, elegante, de líneas limpias y sobrias que se mantienen en el gusto actual. En la evolución de este asiento, el siglo XX, y en especial los años 60, han marcado un hito impor-
tante hasta hoy en día. Su diseño experimentó los cambios que lo introducen en la estética contemporánea, donde la belleza y la comodidad van de la mano. Ya son habituales los modelos de líneas ergonómicas que se adaptan más y mejor al cuerpo, con asientos más completos y profundos, que permiten descansar mejor.
Masculino y británico
Es uno de los muebles más famoso de todos los tiempos: el sofá Chesterfield. Sus orígenes datan de mediados del siglo XVIII cuando el cuarto Conde de Chesterfield, Philip Dormer Stanhope (1694-1773), mecenas de Voltaire y estadista británico, le encargó a un prestigioso ebanista un sofá especial que permitiera a los caballeros de la alta sociedad sentarse en él,
con la espalda recta y así no estropear su distinguido atuendo. El Chester, como se le conoce actualmente, es un sofá eminentemente masculino, entre otras cosas, porque adquirió su fama al ser el mueble exclusivo en el que se sentaban las élites de los clubes privados de Londres, en donde solo podían entrar hombres. Más de dos siglos des-
pués, su diseño robusto con tapizado de cuero y botones es reconocido, asociado a la cultura británica y mil veces versionado. Símbolo del diseño británico, es un icono que ha logrado conquistar los más variados estilos, desde el moderno al industrial; belleza, sobriedad inglesa y distinción convierten a este sofá en un mueble muy cotizado.
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