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De ocios y ociosidades compartidas MARCIO VELOZ MAGGIOLO 1 primer tratado sobre el ocio, Teoria de la clase ociosa, fue escri to por Thornstein Veblen, quien en 1899 analizo su importancia valorandola como el periodo en el cual, por oposicion al trabajo, usamos de un tiempo para el esparcirniento y la entretencion. Sin embargo, con el paso de los alios y la complejizacion social, el ocio vino a convertirse en un producto de la sociedad de consumo. Mientras las sociedades precapitalistas vieron el ocio como un vicio social, como una remora que atentaba contra el progreso, -vision que el mismo Marx sustentaba-, las sociedades capitalistas desarrolladas terminaron viendolo como un sistema que podia cambiar el perfil comercial. Asf el ocio, como sobrante de un tiempo relacionable con el trabajo, se lleno de un nuevo contenido en el presente siglo. De ser un espacio-tiempo vergonzante paso a ser debido a los logros sindicales, a la disrninuicion de horas de trabajo, y la institucionalizacion de los espacios vacacionales- una ventaja que tarde 0 temprano abrirfa las puertas de un nuevo mercado, el de los productos y formas de entretenirniento para las horas "no laborales". En los alios 60, estudiando sociologia de la cornunicacion en CIESPAL, Universidad Central de Ecuador, entre mis profesores figuraba uno considerado el gran experto en cuestiones del ocio. Se trataba de Joffre Dumazedier, quien en su famoso libro titulado Hacia una civil;izaci6n del ocio aseguraba que estabamos al borde de nuevas civilizaciones posindustriales con cada vez menos horas de trabajo y mas horas de ocio, en las que el ser humano desarrollarfa libertades que mejorarfan todas sus capacidades como creador. Pero no resulto asf. El sofiado "derecho a la pereza", la utopia proclamada por La Fargue en 1884, no
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despunto, y la creciente ola de ocio naciente en los pafses que lograron reducir el horario semanal debido a la automatizacion se morigero, equilibrandose. La reduccion de las horas de trabajo y el crecimiento del ocio afectaron la productividad en muchos casos y encarecieron los costos, generando en las sociedades posindustriales miedo a la competitividad de sociedades menos industrializadas y con mas bajos costos. El suefio de Dumazedier y de sus seguidores se deshizo. El ocio, sin embargo, se habfa alojado en los desvaneo de la clase media, y ha sido ella la que 10 ha disfrutado con madurez y persistencia. El primer aparato consumidor de ocio es la television. Una vez que el ocio se transforrno en "materia prima" para el consumo, los paquetes turfsticos, los juegos electronicos, los mas diversos tipos de juegos infantiles y adultos, emergieron como un ejercito temporero que atacara por todos los flancos a los poseedores de ocio haciendolos gastar su cuota. Existe por 10 tanto 10 que llamarfa la "ociofagia industrial". Si en un principio el ocio fue entretenimiento creativo, 0 bien el resultado creativo de un tiempo marginal, hoy alcanza niveles tales de masificacion que miles de programas, formas culturales, juegos, modelos informaticos definen un parametro similar para millones de usuarios.j Cuidado, el contenido del ocio puede ser uniformizado! El derecho al ocio -implfcitamente exigido por los sindicatos que lucharon por reducir el tiempo laboralalcanzo los espacios del "jogging" y los "aerobicos". La sutil formulacion de una industria que absorbe planificadamente el ocio transformandolo en creciente capital, atenta igualmente contra toda creatividad personal. A partir de la transformacion del campo del ocio en negocio, la caracterfstica de diversion personal durante el tiempo libre se transforma en diversion "cautiva". Consumimos el ocio para que el ocio nos consuma. Cuando en 1899 Thorstein Veblen escribio su tratado resalto algunos puntos del naciente sistema de consumo y del uso del ocio por la burguesia europea de su epoca. Veblen consideraba que el ocio se manifestaba ya mediante un consumo orientado a identificar cierta distincion
DEL 16 AL 22 DE AGOSTO
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social. El llamo este modelo de la burguesia consumista inicial "consume ostentatorio". El ocio obligaba a la burguesia a consumir 10 mas destacable para hacer notar su posicion clasista. El ocio se transformaba en un sello de clase. El fenomeno -y aunque la clase media ha crecido y ejerce similares patronesa1canza todavia la mas alta sociedad. El Estado 0 los estados se han encargado de institucionalizar el ocio abriendo espacios publicos -parques, centros deportivos y culturales, sociedades y modelos de diversionque muchas veces no cumplen el cometido de "canalizar el ocio" sino de abortarlo, ya que la creatividad personal se obnubila. La masificacion del ocio, despersonaliza la individualidad creadora. El ocio institucionalizado es sin dudas el creador de un creciente proceso de dispersion que se origina en los Estados. El uso sugerido de areas que atraen a los que tienen tiempo libre, transforma el ocio en una respuesta parecida al trabajo, por 10 que para muchos investigadores el ocio es tambien un modelo mental. El problema del ocio no es de facil analisis. Las sociedades europeas han sido analizadas de frente a "su" problema, pero no las subdesarrolladas 0 las llamadas de manera pedante "sociedades en vias de desarro110". Habria que pensar que los ocios de estas sociedades son hfbridos, en los que se amalgaman el repudio a la vagancia (tan rural como precapitalista) y el deseo citadino de que las jornadas de trabajo se reduzcan a toda velocidad. A mi juicio son muchos los tipos de ocio. El ocio internacionalizado generado por los cupones del "security" merece un estudio. El ocio como canal de la droga, tambien, Los estupefacientes y el comercio ilfcito de suefios inducidos no eran comunes en la epoca de Veblen. Querer tipificar los ocios en base a modelos y definiciones preindustriales y posindustriales ahora resulta fallido. Segun las evidencias historicas el ocio existia como forma vital en viejas sociedades medievales y pre-hispanicas, en las que el trabajo era una forma despreciable de actividad, rnientras que el sector aristocratico manipulaba el ocio para llevar a cabo su entretenida vida sustentada por el trabajo ajeno .•