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REVISTA

El Ministerio de Cultura anunció que retomará el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña. La intención es reconocer la productividad, trayectoria y excelencia literaria.

El virtuoso violinista libanés-armenio se presentará este sábado 29 de abril en el Teatro Nacional Eduardo Brito. En su debut en la República Dominicana promete un concierto en el que reflejará sus vivencias

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SANTO DOMINGO. El laureado violinista libanés-armenio, Ara Malikian, visitará por primera vez la República Dominicana para presentarse este sábado en el Teatro Nacional Eduardo Brito.

Aclamado por más de un millón de personas, el artista que ofrece al público un viaje musical en el que va de lo clásico hasta el rock, habló para Diario Libre y mostró un gran entusiasmo de poder reunirse con los dominicanos.

Malikian hace pocos días fue reconocido en Zaragoza, España, con la Medalla de las Cortes de Aragón y expresó gratitud a las autoridades de la ciudad, un lugar que ya se ha convertido en su casa.

“Recibir un reconocimiento así es un honor y a su vez representa un estímulo para seguir trabajando. Es importante estar consciente de que un premio no lo es todo, hay que seguir creando, aprendiendo. Creo que los premios te motivan, pero uno no tiene que creer que es el objetivo de la carrera”, reflexionó.

Malikian es reconocido como uno de los más grandes violinistas de este tiempo, sin embargo, rechaza esa distinción.

“Eso no es verdad, es más, pienso que es una exageración porque no existe tal cosa. Uno puede ser considerado uno de los mejores y al día siguiente uno de los peores, lo más importante es que tu música llegue a las personas que te escuchan y que se emocionen. Hay que ser impermeable a todo lo que se dice de uno, ya sea lo malo o lo bueno”, comentó el artista.

Ara Malikian, quien debió refugiarse en otro país por los conflictos bélicos de Beirut, comenzó su viaje en la música clásica cuando tenía 12 años de edad.

Más allá de la música

Cuando revisa su huella en la música, asegura sentirse afortunado.

“Amo lo que hago. Todo en lo que me involucro lo hago con pasión, me encanta hacer música y compartirla con el público. Cuando tienes la posi- bilidad de llegar a mucha gente uno tiene el deber de intentar sanar a las personas a través de la música y llevar un mensaje positivo”, reflexionó. Contó que al ser un refugiado tiene un pasado con mucha experiencia.

“Si puedo ayudar con alguna causa humanitaria, contar mi experiencia, pues hacemos el esfuerzo. Cuando uno vive momentos difíciles y ya se han ido, uno agradece lo que tiene porque sé de dónde he venido, por eso sé que es importante ayudar”, comentó. 

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