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El encuentro de 1977 que cambió la vida por completo a José Vargas

en La Romana otro similar.

El profesor Arturo Morales, director de deportes de la G&W, entonces, le habló a Gómez de “El Grillo”, un niño algo, con manos y pies grandes.

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SD. Con poco más de 12 años, José -Grillo- Vargas escuchó una pregunta fundamental para su vida, tanto fue que gracias a esa interrogante, hoy es una celebridad.

“¿Qué tú quieres en la vida, qué te gustaría ser?”, fue la pregunta que escuchó de labios de Eduardo Gómez, un exjugador de baloncesto e inmortal del deporte.

“A mí me gustaría hablar muchos idiomas y viajar el mundo, porque los turistas me decían que es muy diferente allá en Italia, en Alemania, Estados Unidos a lo que es aquí”, le respondió Vargas.

Y es entonces, aunque llegó a tomar algunas prácticas, que es introducido al baloncesto. El resto es historia.

Gracias al baloncesto, Vargas ha viajado por varios países y se maneja con siete idiomas (español, inglés, italiano, alemán, francés, hebreo y portugués).

Pero también es padre de familia, seis hijos y un empresario. Todo vino a través del baloncesto y aquél encuentro con Gómez, alrededor de 1977. Eso fue salvador.

Fue Gómez, quien a solicitud de Carlos Morales, quien era funcionario de la Gulf & Western y luego vicepresidente de la República, narra Vargas en una visita que realizó a Diario Libre.

“Sí, pero no fui yo”

En el año mencionado la Gulf & Western realizó un campamento de baloncesto en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y a solicitud de Morales se realizó

Tardó “10 meses” ese encuentro, según señala Vargas. Y la razón fue por su abuelo. “Mi abuelo siempre me trató de mi hijo y me dijo: cuando te estén buscando intensamente no es para nada bueno, porque las cosas buenas vienen con trabajo”, dijo.

Aquí vino

En una ocasión, “y voy a hacer hincapié en el plan divino”, Gómez dejó su carro y decidió caminar en La Romana. Entonces, en su trayecto vio al chico espigado que concordaba con la descripción ya dada.

“Y me dijo: ¿mira, tú eres el Grillo?

Y recordando la sugerencia de su abuelo, ya que no se crió con su padre, dio su respuesta: “Yo le dije: sí, pero no fui yo”.

7Idiomas habla José Vargas, quien en sus contratos pedía un tutor o que le asignaran un curso.

Y sigue el diálogo:

-No fuiste tú qué. Mira yo soy Eduardo Gómez.

-Yo sé, ustedes me han estado buscando. No fui yo.

-Y Eduardo me dice: No te preocupes, te estoy buscando para ponerte a jugar baloncesto. 

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