4 minute read

La inflación interanual bajó a 3.95% en julio

El

María del Carmen Guillén

Advertisement

SD. El Banco Central informó ayer que la inflación interanual medida desde julio de 2022 hasta julio de 2023 se ubicó en 3.95 %, por debajo del punto central del rango meta de 4.0 %±1.0 %, establecido en el Programa Monetario.

Esta cifra representa la tasa más baja verificada desde julio de 2020, lo que indica un comportamiento favorable en el índice de precios. A través de un comunicado de prensa, la entidad resaltó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) experimentó una variación mensual de 0.45 % en el pasado mes de julio. De acuerdo con las estadísticas de la institución monetaria, la fluctuación de la inflación alcanzó los niveles más bajos en julio de 2019, comparado con igual mes de los cuatro años siguientes. El punto más alto de la escala inflacionaria se experimentó en el 2022, cuando se ubicó en 9.43 %.

Los que más subieron En el análisis de los resultados del IPC general del mes de julio de 2023, se identificaron los grupos de bienes y servicios que más incidieron en la inflación. Los productos que más bajaron de precio fueron:

- Vivienda: Variación de0.16 %, principalmente debido a la reducción en el precio del gas licuado de petróleo (GLP) de uso doméstico y la caída observada en el kerosene.

-Transporte: Aumento de 0.41 %, impulsado por los incrementos en los precios de los automóviles, pasajes aéreos y servi-

Inflación interanual a julio de cada año 2019-2023 Cifras en porcentajes

cios de transporte terrestre en taxi.

-Bienes y Servicios Diversos: Crecimiento de 0.33 %, por mayores precios en los servicios y artículos de cuidado personal.

Por otro lado, los productos que más subieron de precio fueron:

-Alimentos y Bebidas no Alcohólicas: Variación de 1.08 %, impulsada por las alzas de precios observadas en algunos bienes como el pollo fresco, plátanos verdes, tomates, azúcar, ajíes, cebollas, papas, arroz, entre otros.

-Restaurantes y Hoteles: Aumento de 0.53 %, debido a los incrementos en los precios de los servicios de comidas preparadas fuera del hogar.

Al detallar los renglones de mayor variación, el Banco destacó como impacto la variación en los precios de los combustibles en los hogares, lo que se reflejó con el aumento de 0.41 % en el citado grupo de Transporte: “Como resultado de los ajustes semanales dispuestos por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), se verificaron ligeros ajustes de precios en las gasolinas Premium (0.05 %) y regular (0.04 %), así como en el gasoil (0.02 %); mientras, el precio del gas licuado de petróleo (GLP) para vehículos bajó 2.22 %”.

En el reporte agrega que el comportamiento del IPC por estratos socioeconómicos revela que los quintiles de menores ingresos muestran crecimientos de 0.48 % el quintil 1, 0.47 % el quintil 2 y de 0.42 % el quintil 3, ex- plicados en mayor medida por los aumentos de precios del grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas.

Asimismo, añade que los índices de los quintiles de mayores ingresos (4 y 5), experimentaron incrementos de 0.43 % y 0.44 %, respectivamente, producto de la combinación de las alzas de precios de los bienes alimenticios y del grupo Transporte. 

Sobre la subyacente

4El Banco Central precisó que la inflación subyacente interanual mantiene una tendencia descendente, al situarse en 5.05 % en julio de 2023, con una reducción de 224 puntos básicos en comparación con el máximo de 7.29 % en mayo de 2022. El indicador permite extraer señales más claras para la política monetaria, debido a que excluye artículos que normalmente no responden a las condiciones monetarias o de liquidez en la economía, como son los alimentos con gran variabilidad en sus precios, los combustibles y servicios con precios regulados como la tarifa eléctrica, el transporte, bebidas alcohólicas y tabaco.

Global y Variable

Gustavo Volmar

Sin preocupaciones

Sólo hay que velar porque el PIB se expanda, y dejar que los políticos manejen las deudas según entiendan apropiado

El crecimiento de la deuda pública no preocupa a toda la población por igual. Es usual que inquiete mayormente a quienes piensan que van a tener, de un modo u otro, que pagarla. Ya que, en países emergentes, la clase media es la que dedica un mayor porcentaje de sus ingresos al pago de impuestos, eso se traduce en que es principalmente esa clase la que manifiesta más interés en que sean establecidos límites a la concertación de nuevos endeudamientos. La clase pobre no suele cuantificar los impuestos indirectos que paga, gran parte de ellos incluidos en los precios de los artículos que adquiere, ni tampoco acostumbra vincular la deuda pública con sus ingresos y gastos personales. Y la clase más pudiente posee los recursos para afrontar los gravámenes, y cuenta con mecanismos fiscales para reducir las cargas tributarias directas que se le puedan aplicar.

En vista de esa diferencia en el nivel de atención y preocupación, es evidente que para los gobiernos proclives a incurrir en deudas sería muy conveniente lograr que la inquietud de la clase media desapareciera o disminuyera. Enfrentarían, de esa forma, una menor resistencia de la opinión pública y un menor costo político derivado de su afición por los gastos. Y con ese propósito, nada sería más efectivo que convencer a los preocupados de que en realidad la deuda no tendrá que ser pagada.

En efecto, en muchas economías ha ganado terreno la noción de que las deudas gubernamentales son permanentes, y que su magnitud es limitada únicamente por la dimensión del PIB del país correspondiente. Si el PIB aumenta, se postula que la deuda puede, y hasta debe, crecer también, y utilizar las nuevas emisiones a fin de llevar a cabo nuevas erogaciones y obtener los fondos para cubrir los vencimientos de las obligaciones contraídas previamente.

Desde ese punto de vista, no hay razón por la que preocuparse. Sólo hay que velar porque el PIB se expanda, y dejar que los políticos manejen las deudas según entiendan apropiado.  gvolmar@diariolibre.com

This article is from: