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Elly de la Cruz, nos ha inyectado de chauvinismo
“Dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado”. Fito Páez
El “pega chucho” de Sabana Grande Boya, Elly de la Cruz, sin tener que apoyarnos en las estadísticas de nueva generación, o en las del viejo testamento del bèisbol, es un potencial candidato al premio de Novato del Año del viejo circuito.
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El electrizante bateador ambidiestro de los Rojos de Cincinnati ha dominado los paquetes destacados desde que fue convocado el 6 de junio y llega al 1 de agosto con 46 juegos jugados, 188 turnos, 37 anotadas, 52 hits, 10 dobles, 3 triples, 7 jonrones. 20 remolcadas, 17 hurtos, 65 ponches, .277 de promedio.
En su primer juego, recordaos que el “Chico Bomba de Boyá” conectó un doble al jardín central para su primer hit en las Grandes Ligas y coronó además el primer jonrón de su carrera, que voló 458 pies y salió de su bate a 114.8 mph. Desde que tocó el pentágono de las Mayores, los Rojos tienen récord de 30-16 y sus tiros por terreno de nadie, no son solitarios como los de la Mami Jordan.
De La Cruz puede hacerlo todo en el campo y se lo demostró el domingo a los Dodgers a pesar de los abucheos, donde les peló el plátano con un 5-4 con jonrón incluido.
Pero, aquí viene la pregunta. Como le decía Pildorín al Veterano:
“Mete la manita”.