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Duquela: “Los resultados han estado por debajo de lo que somos

Carlos Sánchez G.

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SD. Una conversación con el legendario entrenador Osiris Duquela Canó es como consultar un gigantesco libro del baloncesto. Y de forma inagotable.

El entrenador giró una visita a Diario Libre en la que fueron tocados varios temas, aunque por obsesión personal nos enfocaremos en la dinastía que por cuatro años levantó en San Carlos para cuatro títulos corrido y dejó las bases para un quinto que ganó el técnico Sergio Abreu. Una marca aún histórica.

Pudieron ser cinco, si no es que en el quinto año se marcha a Arroyo Hondo, presumiblemente atraído por Vinicio Muñoz, que es quien lo convence.

Antes de zambullirnos en el pasado, es prudente conversar con Duquela (El Duque) como llaman muchos, sobre la actualidad del baloncesto dominicano. Amparado en la pregunta: ¿Estamos donde debemos?

20-4

Tuvo San Carlos en 1980: 13-2 en la regular; 3-0 en semifinal y en la final 4-2 tuvo Osiris Duquela.

“Siempre he creído que los resultados han estado por debajo de lo que somos”, opina el técnico de origen azuano, quien reside en Estados Unidos.

“Nosotros hemos tenido en determinados momentos, un caudal y una calidad de atletas, de jugadores, que por diversos motivos nunca los podemos reunir y no podemos prepararnos lo suficiente”, señala el técnico.

Es lo que muy probablemente ocurrirá para la pró-

A dos toques

Francisco Lapouble

Notas sueltas del amistoso con Chile

NELSON PULIDO de máxima competencia. Vinicio Muñoz, Evaristo Pérez, Víctor Gerónimo, Edgar de la Rosa, Luis Cruz, Héctor Monegro, entre otros se combinaron en su momento para ser guiados por Duquela.

“El trabajo, el esfuerzo, el amor propio porque nos cansamos de perder”, señala Duquela las claves para triunfar.

“Mucho esfuerzo que desgastaba: luchar en lo competitivo y en lo administrativo todavía se complica más la cosa”, señala.

Fue una fría noche de viernes en Viña del Mar a estadio lleno. Un público local que con cautela va sintiendo el compromiso de ir renovando el interés por su selección luego de la no clasificación a una cita mundialista por segunda eliminatoria consecutiva. El rival, República Dominicana, para ellos el sparring inidóneo con quien probar nuevos nombres y esquemas de juego. ¿Y para nosotros? ¿De qué sirvió ese amistoso contra un equipo del nivel de Chile?

Sin hacer mucho hincapié en el resultado, la goleada era algo previsible, no solo por la diferencia en todos los aspectos que nos separan de los chilenos, también porque nuestra selección absoluta hace tiempo que viene jugando un fútbol muy pobre. En esta ocasión, desde el inicio del encuentro fuimos avasallados por un rival que no nos dio el más mínimo respiro, las pocas veces que alcanzamos a tener posesión de la pelota fuimos incapaces de hilvanar más de tres pases seguidos.

xima Copa Mundial de Baloncesto: Al Horford ya dijo que no estará; Karl-Anthony Towns es una duda, entre otros jugadores, aunque Chris Duarte luce con posibilidades de sumarse.

Aún así, la selección dominicana de algún lado saca energías para algunos logros significativos.

Duquela, en una ocasión había comentado con otros entrenadores de otros países a los que les cuestionaba: “¿Qué ustedes nos ven, que siempre nos respetan?” y agrega: “y la mayoría me contestaban: el corazón. Ustedes no se doblan, siempre están ahí, luchan. Le pueden ganar a cualquiera y pueden perder de cualquiera”.

Y la razón reposa en que “no tienen la estabilidad que da un juego continuo”.

La dinastía Duquela fue responsable de una seguidilla de cuatro campeonatos, la primera del baloncesto distrital nacional y lo hizo con el Club San Carlos.

Primero pasaron por momentos difíciles, derrotas y derrotas, hasta que se recompusieron. “Todo en la vida cuesta trabajo”, señala. Duquela se remonta primero al inicio. Cuando llegó a San Carlos, club que resultó de “una unidad con las Gacelas, que era el equipo de Frank Kranwinkel”. Para entonces “el panorama no era muy prometedor con relación a la posibilidad”.

El primer año, sostiene “fue más o menos estable” al no clasificar y quedar en un quinto lugar. Luego de ahí suspendieron los refuerzos y eso le quitó el equilibrio a los equipos, explica El Duque, convirtió el torneo en dos grupos, estaba San Lázaro, Naco y Los Astros y el resto era San Carlos.

“Pero el deseo mismo de superación nos llevó a seguir trabajando con mucho esfuerzo y a partir del ’78 comenzaron a llegar los triunfos, ’78, 79, 80 y 81, esos fueron los cuatro años en que yo participé y el club todavía ganó un quinto”, pero ya Duquela había pasado a Arroyo Hondo.

El dinero: un tormento Se hizo necesario una motivación extra para catapultar a San Carlos a un nivel

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