
1 minute read
Pacientes de cardiología deben esperar dos meses para una cita en el Pina
Otros se quejan por falta de ventilación y déficit en el personal de enfermería
Claudia Fernández Soto
Advertisement
SAN CRISTÓBAL. Francisco Marte es un paciente hipertenso y a pesar de estar al tanto de su condición, no sigue un tratamiento médico que le ayude a mantener regulada la presión, alegando falta de recursos económicos.
El residente en Mata Naranjo, Hatillo, se trasladó hasta el Hospital Juan Pablo Pina, en San Cristóbal, porque no contaba con los tres mil pesos que le pedían para consultarse en una clínica privada.
Estaré muerto
“Tengo problemas de circulación, ya esta mano y esta pierna no me funcionan”, dijo señalando el lado izquierdo de su cuerpo.
La preocupación de Mar- te es que luego de pasar por la Emergencia del Pina, lo refirieron a un cardiólogo, asignándole una cita para el próximo 3 de agosto, fecha para la que aún faltan más de dos meses.
“Ya yo estaré muerto de aquí a allá. ¿Se cura un paciente así?”, dijo en tono furioso a la salida del hospital.
A su lado se encontraba Ana Suárez, una jovencita intervenida de emergencia por una apendicitis.
ACEVEDO humanidad en el trato”, declaró Ana, quien se encontraba en su chequeo postoperatorio.
Asimismo, un colectivo de enfermeras, encabezado por la licenciada Luz Placencio, de la seccional del Colegio de Enfermería en San Cristóbal, reclamó la falta de un espacio para su descanso, así como la disponibilidad de equipos, materiales e insumos que les permitan realizar su trabajo de manera adecuada.
Suárez, oriunda de Madre Vieja, se quejaba de que al llegar a Emergencia solo había una enfermera disponible, lo que retrasaba la atención a los pacientes. Al salir del quirófano, dice que fue trasladada a una habitación con dos pacientes más y poca ventilación.
“No había privacidad. Mi hermana tenía que echarme aire. Falta espacio, personal para poner los medicamentos y más
“Ya no hay ni vestidores, antes teníamos un área privada”, aseguraron las enfermeras.
En cuanto a la estructura, el hospital se nota bien cuidado, excepto por la presencia de filtraciones visibles en el edificio donde está el Departamento de Imágenes y detalles de pintura fácilmente corregibles.
Diario Libre intentó conversar con la doctora Montserrat Santana, directora del hospital, pero no fue posible localizarla.