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Almacenamiento: el reto para sostener el “boom” de energías renovables
En el barrio La Uva hay gente que creyó que recibiría su factura energética más barata por la instalación en el sector de un inmenso parque de energía solar con 268,200 módulos fotovoltaicos en 220 hectáreas que antes eran dedicadas al cultivo de caña.
En este sector de Yaguate, San Cristóbal, conocen al Parque Solar Girasol como “Los paneles”. Comenzó a operar en 2021 por la empresa EGE Haina y es considerada la central fotovoltaica más grande de las Antillas, con 120 megavatios de capacidad instalada que pueden darle energía a un equivalente de 100,000 hogares. Hay moradores que aseguran que los aguaceros en la zona “han disminuido” por algún efecto que le atribuyen a esas largas planchas, parecidas a espejos, que se inclinan 104 grados siguiendo los rayos del sol en el día, para captar su energía e inyectarla al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI). La inyección se hace a través de una línea de transmisión de 10 kilómetros de longitud.
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“Ellos (los paneles), lo que ‘jalan’ es luz, energía. No entendemos mucho esas cosas, pero en realidad ya tenemos que entenderlo, porque ya están”, dice Bienvenido
A lo que se enfrenta
Mateo, un residente en el barrio. La realidad es que el número de grandes parques de energía fotovoltaica, existentes y en desarrollo, se ha disparado en el país, impulsado, en parte, por una disminución en el costo de la tecnología necesaria para estos proyectos. Cuando en 2017 solo había uno en Monte Plata aportando al SENI, al cierre del 2022 eran nueve en distintas localidades del país.
En conjunto, la capacidad instalada bruta era de 405 megavatios en el 2022. En ese año, la generación por fuentes renovables tuvo una participación de 16.1 % en la generación total del SENI, aportando el sol el 3.3 %. Aunque el porcentaje es bajo, para este 2023 el gobierno procura que la energía solar se duplique a 16 % en términos de su capacidad instalada, que actualmente representa el 8 % del pastel, y sobrepase a la eólica, que se quedaría con una representación también del 8 %.
Actualmente, hay 17 proyectos de energía renovable en construcción. Dieciséis de estos suman 885 megavatios, siendo 836 solares, destaca Alfonso Rodríguez, viceministro de Ahorro y Eficiencia Energética del Ministerio de Energía y Minas.
Lo próximo: guardar Todo este “boom de las renovables” trae consigo el desafío de no restar a la productividad terrenos con vocación agrícola u ocupar espacios protegidos medioambientalmente para instalar los proyectos.
A eso se suma el reto de almacenar una energía que no se preserva, sino que se manda en tiempo real al SENI. Esta, además, no se capta las 24 horas del día y su producción puede disminuir por algo natural como un cielo nublado o el paso esporádico de nubes que bloqueen la luz, en el caso de los fotovoltaicos.
El ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, advirtió la se-
Almonte adelantó que, después de que se instalen en este año más de 1,000 megavatios de energía renovable en construcción, no se deberían añadir más que no incluyan baterías, para garantizar la estabilidad del sistema.
La CNE ha entregado 68 concesiones para proyectos fotovoltaicos, de los que 33 son provisionales. Siete de ellos incluyen sistemas de almacenamiento, a los que se les realizan las prospectivas, análisis y estudios de los recursos.
Andrés Gluski y Rolando González-Bunster, presidentes de las empresas energéticas AES Corporation e InterEnergy Group, respectivamente, observaron recientemente que el uso de baterías tiene un alto consumo del recurso producido, por lo que evalúan estrategias para evitar que su inclusión disminuya la potencia servida.
“Como la energía renovable básicamente es una energía no gestionable en su forma natural (...), con la tecnología de almacenamiento de energía tú puedes almacenar energía durante la etapa de poca demanda (...) y despacharla durante las horas del día donde la demanda se incrementa”, explica Bryan Henríquez, gerente de PMO de Construcción para México, Centroamérica y el Caribe de AES Dominicana.
Impacto en el precio
La introducción de las baterías garantiza la estabilidad del servicio y que se podrá consumir “energía renovable barata” que puede ser volcada a la red horas después de ocultarse el sol, señaló el ministro de Energía y Minas en una entrevista televisiva. “Y, por consiguiente, vamos a tener mucho más horas consumiendo energía de menor precio”. Edward Veras, director ejecutivo de la CNE, pinta un panorama económico prometedor. “Hoy, sin almacenamiento, pudiéramos decir que las centrales renovables que se encuentran en producción y que recientemente firmaron contratos a los Precios de Referencia publicados por CNE, están vendiendo energía a las empresas distribuidoras a la mitad del precio a la cual las mismas distribuidoras acceden a la energía térmica”, dice. Reporta que el año pasado se cerró ese precio en unos 17 centavos de dólar, pero las energías renovables fotovoltaica y eólica venden entre 8 y 10 centavos de dólar el kilovatio hora. “A futuro (...) es probable que tenga un precio muy por debajo todavía ese costo del kilovatio hora vendido a la distribuidora con el uso de almacenamiento, comparado con la energía térmica, que aún estará en el mercado spot y en el mercado de contrato”, estima. El ministro de Energía y Minas destacó el Decreto 65-23, de febre-
Todos los planes e inversiones en energía solar se enfrentan con la necesidad de expandir la infraestructura eléctrica con que cuenta el país para transmitir la energía. El propio administrador de la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana, Martín Robles, reconoció a Diario Libre que el sistema de transmisión del país no estaba preparado para la avalancha de energía renovable que se produce y se producirá con nuevos proyectos, pero se trabaja en ello. El gobierno deberá acelerar al 2030 la millonaria inversión prevista hasta el 2035 para adecuarla y expandirla. Ege Haina también cita el cambio climático y sus efectos como otro desafío que puede afectar la disponibilidad de los recursos renovables para producir energía. Los representantes de AES Dominicana aseguran que sus parques solares pueden soportar huracanes de categoría 4 y terremotos por ser estructuras de baja altura. A nivel de empleomanía, un parque solar requiere una cantidad mínima de trabajadores para su operación, por lo que no son una fuente permanente de dinamización del empleo.