16 Mestros del periodismo Fotografía: Cortesía Alberto Salcedo
Alberto Salcedo Ramos
ante los cronistas
Con el libro sobre Pambelé, El Oro y La Sangre, Alberto Salcedo ganó el Premio Internacional de Periodismo Rey de España.
Valeria Fuenmayor vfuenma@gmail.com
E
Alberto Salcedo Ramos es cronista, uno de los mejores periodistas narrativos de Latinoamérica. Fue redactor del periódico El Universal de Cartagena y actualmente sus crónicas aparecen en las revistas culturales más importantes del continente como El Malpensante, Gatopardo y Etiqueta Negra. Cada vez que le preguntan por el día que dará el salto a la literatura, se extraña: para él tan literatura es la de ficción como la de no ficción.
stábamos en el auditorio más grande del edificio de Extensión de la Universidad de Antioquia y la cátedra del Diplomado de Periodismo Literario debía empezar. El maestro buscaba en su memoria USB un vallenato, “Matilde Lina”, para explicar algo importante, pero la canción no reproducía. Resignado decidió leer un cuento corto, “Verdugo” ¿Qué debería, entonces, buscar el periodismo? de Arthur Koestler, para comenzar la segunda de las El periodismo debería volver a sus orígenes, mantres clases que dictaría en Medellín. dar a la gente a viajar, hacer más presencia en las reAlberto Salcedo Ramos es un contador de histogiones, hacer un tipo de periodismo donde haya un rias, por eso narra una por lo menos cada tres minuencuentro más frontal entre el periodista y los personatos –o cada vez que necesita tomar aire–. Hace más de jes, las fuentes, las comunidades. Ahora veo periodistas veinte años que escribió su primer libro, Diez juglares que cuando me entrevistan, por ejemplo, y les digo una en su patio, como homenaje a los cantores raizales de frase, están más interesados en montar un tweet que la costa Caribe y a las tantísimas tertulias que escuchó en oírme. Se ha ido atrofiando la capacidad del oído, en la finca de su abuelo en Arenal. El mismo pueblo todo se ha ido volviendo inmediatista. donde conoció a Socorrito Pino, se encandiló con la fiCuando yo era niño, cuando yo era muchacho, la gura de Pambelé y escuchó los vallenatos de Diomedes palabra ‘diario’ era una palabra actual; ahora es un y Lisandro Díaz. anacronismo porque el diario que sale hoy a las dos “De la calidad de los conflictos depende la belleza horas ya es viejo: hoy los contenidos se renuevan de de una crónica”, dice Salcedo a los veinte cronistas del manera vertiginosa en las redes. Entonces, por ejemdiplomado, “sin conflictos no hay historia”. Y enseguiplo, Héctor Lavoe cantó una canción de salsa donde le da les recuerda que deben dice a una mujer: “Tu amor confiar más en la realidad, es un periódico de ayer”; que las historias están ahí “El primer consejo que les doy es que prohoy en día tendría que dey hay que saberlas ver. La cirle: “Tu amor es un tweet curen hacerse a una disciplina de estudio primera parte de la clase de hace 10 minutos” porque se va en encantos y desenlos contenidos se envejecen que vaya más allá de la responsabilidad cantos del oficio, en el sudemasiado pronto y se endor de la investigación, en vejecen tan pronto porque académica o universitaria, que sea una la pasión por la escritura y están apegados a la inmeen el recuerdo de Wikdi, la diatez. Casi que hemos ido disciplina que implique lecturas, búsqueda”. crónica que hace un año le despreciando lo importante mereció el premio Ortega y se le está dando más valor y Gasset por la travesía de a lo urgente. un niño que debe caminar ¿Qué consejo le darías cinco horas diarias para ir a la escuela: “La crónica no a quienes están comenzando en este camino? está obligada a ser arte, pero la buena escritura es arte”. El primer consejo que les doy es que procuren haAlberto Salcedo Ramos es un hombre que no sabe cerse a una disciplina de estudio que vaya más allá de guardar secretos, nació para saber y contar historias. Llela responsabilidad académica o universitaria, que sea gado el momento del descanso, nos sentamos a conversar. una disciplina que implique lecturas, búsqueda. Cuando digo búsqueda me refiero a tener claro lo que se ¿Qué es más importante, el tema o la redacción quiere en este oficio, y una vez se identifique eso tratar de una crónica? de preguntarse cuáles son los referentes en eso que yo Todo, todo. Para mí conforman una unidad indiviquiero. sible. Una buena historia debe estar bien escrita y un ¿En este momento hacia dónde apunta el periobuen texto debe ocuparse de una buena historia. dismo colombiano? ¿Cuáles son los pasos que usted identifica en la Yo noto muchos cambios jalonados por la transforelaboración de una crónica? mación tecnológica, han cobrado mucha fuerza los weLo primero es la elección de un tema –todo en lo bsites de los medios. También ha tomado mucha fuerza que no pueda dejar de pensar el periodista, ese es su el trabajo de difusión de contenidos que se hace a través tema–, luego vienen el trabajo de campo, la planeación de las redes sociales, pero ha perdido fuerza el trabajo de la historia, la escritura y la edición final. Esos son de reportería, el enfrentamiento directo del reportero los pasos que yo identifico y que sigo. con la realidad. Ya a los periodistas no los mandan a viajar.
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No. 68 Abril de 2014
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¿Qué ha pasado con los grandes géneros? Digamos que se reactivó la crónica, que era un género que se daba por muerto, y volvió a sonar en los medios. Curiosamente, la desmesura tecnológica ha traído también el auge de los grandes géneros. Digamos que hoy el periodista perdió el monopolio de la información, hoy cualquiera pone un tweet para informar con una foto sobre una inundación o un trancón. Eso es informar, pero no cualquiera puede dar información profunda y de calidad y por eso es que se necesitan los grandes géneros. ¿Qué debería incentivar la academia? Lo que debe buscar es que los alumnos sean acuciosos, que los alumnos vayan más allá de ese facilismo del periodismo de los últimos años donde basta con tener un iphone o un blackberry para tomar una foto y montarla a las redes sociales. Se acaba el descanso y así nuestra conversación, Alberto vuelve a la clase y repite que su definición favorita sobre contar historias la hace Robert Louis Stevenson: “Contar historias es escribir sobre gente en acción”. Porque toda buena historia debe tener algún obstáculo, algo que ponga a los personajes en acción. Son las 8:20 p.m. y la canción de Matilde Lina, en la versión que hace Carlos Vives, al fin reproduce. Con el vallenato y algunas fotografías, le cuenta a sus estudiantes el proceso de investigación y escritura de la crónica “Matilde Lina por Lisandro Díaz” que escribió para la revista Soho hace un par de años. A Matilde Lina, Salcedo la puso a caminar, la acompañó a hacer el café, la visitó durante cuatro días: “Los periodistas casi nunca nos preocupamos por lo que sucede en la cabeza del otro. Hay que tener curiosidad genuina por el otro”. Alberto es obsesivo, disciplinado y atento, por eso antes de entrevistar a sus personajes, los observa, los acompaña, está con ellos: “Más que entrevistar, lo que hacemos los cronistas es conversar”. Para darse cuenta de esto basta leer su más reciente libro, La eterna parranda, esa selección de sus crónicas publicadas entre 1997 y 2011 en las que comparte su vida con personajes como Emiliano Zuleta, Diomedes Díaz, Rocky Valdez, William Pérez –El enfermero de los secuestrados–, y con historias sobre el conflicto armado en el país, masacres y dramas diarios como el de las minas antipersona. Termina la clase, minutos después de las nueve. Los estudiantes siguen rodeando al maestro. Aunque le corten la cabeza, Salcedo Ramos seguirá contando historias. Por fortuna.