el desarrollo de un programa por competencias

BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO” Licenciatura en educación preescolar Tercer semestre Danna Gabriela Jaime Flores

DESARROLLO DE UN PROGRAMA POR COMPETENCIAS: DE LA INTENCIÓN A SU IMPLEMENTACIÓN Jacques Tardif Se pretende caracterizar diversas etapas para elaborar programas basados en el desarrollo de competencias para ofrecer a los alumnos el soporte necesario para alcanzar las finalidades de la formación.

Las competencias como tales no se han aceptado en el mundo de la educación ni en el de la formación.

1.- EL CONCEPTO DE COMPETENCIA. Boutin y Julián perciben en las competencias una orientación conductista, una forma de regreso al comportamentalismo, mientras que Legendre afirma que las competencias generan una relación pragmática con el saber centrando a la escuela “sobre la formación del pensamiento, las vías de aprendizaje del alumno y el sentido de los saberes en relación con los contextos y las condiciones de utilización”.

El saber actuar hace surgir la noción que cada competencia esta especialmente ligada a la acción otorgándole un carácter más global; las competencias están situadas en una orden heurística mas que de algoritmia y para su adecuación se debe recurrir a recursos internos y externos.

Un error cometido en el proceso de elaboración de programas por competencias es el tener un alto numero de competencias, reduciendo su carácter integrador de los aprendizajes.

Le Boterf menciona que es necesario saber hacer reglas de suspensión de la descomposición de recursos.

2.- SOBRE LAS NUMEROSAS ETAPAS A FRANQUEAR Se exige que los docentes involucrados en el la elaboración de programas por competencias, franqueen etapas antes de proceder a la puesta en funcionamiento y que se respetar la lógica inherente al desarrollo de las competencias.

Etapas de desarrollo de un programa de competencias:

1) Determinación de las competencias que componen el programa.

2) Determinación del grado de desarrollo esperado por cada una de las competencias al termino del programa de formación.

3) Determinación de los recursos internos – conocimientos, actitudes, conductas – a movilizar por las competencias.

4) Escalamiento de las competencias en el conjunto de la formación.

5) Determinación de las modalidades pedagógicas en el conjunto del programa.

6) Determinación de las modalidades de evaluación de las competencias en curso de la formación y al término de la misma.

7) Determinación de la organización del trabajo de docentes y estudiantes en el marco de las diversas actividades de aprendizaje.

8) Establecimiento de modalidades de acompañamiento de los aprendizajes de los estudiantes.

a) La determinación de las competencias Los formadores no tienen la necesidad de construir una concepción del concepto de competencia; ya que estas ya han sido determinadas considerando la concepción del aprendizaje, de la enseñanza y de la evaluación de los aprendizajes o bien estarían claramente ausentes. b) Determinación del grado de desarrollo esperado al final de la formación.

El desarrollo de una competencia nunca concluye, además moviliza recursos, conocimientos, actitudes y conductas. si competencia corresponde a un saber actual complejo, su desarrollo se proseguirá a lo largo de toda su vida.

El docente tiene la tarea de desarrollar actividades para cumplir con las competencias del programa y para ello deben conocer a profundidad y de manera global los aprendizajes esperados de sus estudiantes. c) Determinación de los recursos internos a movilizar.

Los recursos internos corresponden a la base de conocimientos, actitudes y comportamientos aprendidos e integrados en el sujeto. Estos aseguran la reflexión sobre la acción y la reflexión en la acción, la reflexión a partir de la acción, condiciones estimadas acertadas a toda competencia.

Los recursos externos se relacionan con todo lo que ofrece el medio como apoyo para actuar: recursos humanos, materiales, tecnológicos, etc. d) Escalamiento de las competencias en el conjunto de formación.

A partir de las competencias se debe determinar cuáles de ellas serán objetos de aprendizaje en cada periodo del programa estableciéndose en dos criterios: la

dinámica del desarrollo de cada competencia y los lazos de complementariedad de cada competencia con las otras competencias.

El carácter claro y operativo de esas proposiciones significa que las mismas deben precisar los recursos como objeto de aprendizaje cada vez que la competencia se integra en un periodo de formación. e) Determinación de la metodología didáctica.

El proceso conviene ocuparse de metodologías didácticas que serán puestas en marcha de manera que la vida del programa y, sobre todo, los recorridos de aprendizajes para que así logren un nivel mas alto de coherencia entre intenciones y las acciones de formación. f) Determinación de las modalidades de evaluación.

El criterio principal en las modalidades de evaluación es la coherencia estableciéndose entre el desarrollo de competencias y los recursos a movilizar así como las modalidades pedagógicas a privilegiar y por otra parte las modalidades o practicas evaluativas.

Es necesario considerar la necesidad de una evaluación para la certificación de las competencias desarrolladas. g) Determinación de la organización del trabajo de docentes y estudiantes.

Los docentes se pondrán de acuerdo sobre la cultura profesional sobre el continuo que va del individualismo o la llamada “libertad académica” así como la interdependencia profesional. Además de reflexionar sobre lo necesario sobre el funcionamiento para ayudarlos a desarrollar la cultura esperada y las estrategias necesarias para que tengan éxito en un programa por competencias. h) Establecimiento de modalidades de acompañamiento de los aprendizajes.

Antes de que el programa sea puesto en marcha debe ser aprobado y se termina con una toma de decisiones con respecto a las modalidades de aprendizaje y estas modalidades difieren sobre lo previsto en la evaluación de aprendizajes y estas modalidades de seguimiento constituyen un excelente mecanismo de regulación del programa.

Las experiencias han permitido tomar conciencia de dos tendencias fuertes: 1) La coherencia del conjunto de opciones realizadas en tremendamente compleja para todos los equipos docentes.

2) Los cambios relacionados con la cultura profesional son más exigentes y crean más resistencia que los cambios de naturaleza pedagógica.

El aprendizaje primero, luego la enseñanza.

Los programas por competencias, el medio educativo y la formaciรณn se somete a una lรณgica sustractiva.