3 minute read

Hermandad Mayor de Ntra. Sra. de Setefilla

Jesús Varea Ramírez - Secretario

Quisiera, una vez más, agradecer a la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Lora del Río el poder darnos la oportunidad a todos los colectivos, a asociaciones y Hermandades, de comunicarnos a través de este tradicional y entrañable “Libro de la Feria”, como le llamamos cariñosamente a esta publicación en nuestro pueblo, aunque esta situación sanitaria no nos deje vivir, por segundo año consecutivo, nuestra particular “Feria de Lora”. Parece mentira que llegara la fecha de la celebración de la Novena y que tuviéramos que celebrarla como la hemos celebrado, con esa separación entre los hermanos en el interior del templo, pero, eso sí, no faltando una pizca de Fe y Devoción a la Serranita Hermosa. Desde estas líneas, agradecer la predicación en estos momentos tan delicados al Rvdo. Sr. D. Alfredo Morillas, el cual nos transmitió, con una calidad humana extraordinaria, sus alabanzas a la Virgen.

Advertisement

Seguimos siendo azotados con esta pandemia a causa del COVID-19, en general todas las personas del mundo y, en particular, nuestra localidad de Lora del Río.

Camino de dos años en el que se nos ha privado de saludar cariñosamente a un familiar, a un amigo, de poder salir con absoluta libertad como antes, de poder realizar nuestras tareas, nuestros quehaceres diarios, nuestro ocio, en definitiva, nuestra vida normal, en la cual éramos felices y no lo sabíamos…. Y, cómo no, también se ha resentido el poder realizar y celebrar con imperiosa normalidad nuestros cultos y, sobre todo, nuestra singular y querida Romería en honor a nuestra Madre, Celestial y Amada Patrona, María Santísima de Setefilla.

Era una cosa tan impensable en la mente de un loreño o setefillano el no poder celebrar Romería y estar con el Lucerito de la Sierra, que parece mentira todo lo que estamos viviendo y padeciendo. Parece mentira que llegara un ocho de septiembre, Día de la Natividad de la Santísima Virgen, y que no estuviéramos todos sus hijos juntos alrededor de sus andas para vitorearla y aclamarla, pero ni la pandemia impidió, el pasado ocho de septiembre, la llegada desde primeras horas de la mañana de loreños y setefillanos para visitar, rezar y felicitar a la Reina de los Cielos, en su santuario de la Sierra.

El pueblo de Lora del Río, en general, los Hermanos y Devotos de nuestra Madre están mostrando un comportamiento ejemplar en los cultos y actos que estamos celebrando en honor a la Virgen, siempre teniendo en cuenta las medidas sanitarias a causa de la pandemia por el COVID-19. Desde estas líneas, nuestro más fraternal agradecimiento a todo el pueblo de Lora en general por su buen hacer con las “Cosas de la Virgen” y comportamiento en general.

Esta Junta de Gobierno seguirá trabajando en varios proyectos para bien de nuestra Hermandad y al Servicio de nuestra Madre, entendemos

que la vida de la Hermandad debe seguir hacia adelante en la medida de lo posible. Siempre estaremos al servicio de nuestros Hermanos, resaltando la gran labor que se está realizando desde la Obra Social “Proyecto Escalereta”, sobre todo, con esta situación económica que sufren muchos hermanos nuestros, que va acompañada de la gran crisis sanitaria que estamos padeciendo.

No queda otra que seguir atendiendo las normas sanitarias para terminar con esta pesadilla que nos azota, pero nada ni nadie podrá con la Fe y Devoción que Lora del Río profesa a su querida y amada patrona María Santísima de Setefilla. En estos momentos es cuando más tenemos que demostrar esa confianza que tenemos depositada en nuestra celestial Señora. Estamos seguros de que ELLA, desde su santuario de la sierra, está extendiendo su manto por su pueblo de Lora, tengamos esa esperanza, y a la vez alegría, de poder estar pronto muy cerca de nuestra Madre como siempre hemos estado y estaremos.

No quisiera terminar sin pedir a María Santísima de Setefilla consuelo para todas estas personas que han padecido o padecen en la actualidad esta enfermedad. Estamos convencidos de que las personas que, desgraciadamente, han fallecido gozarán de su presencia en el Reino de los Cielos.