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Fallece el escenógrafo y docente Arturo Nava
El escenógrafo, arquitecto teatral, iluminador, y docente mexicano, Arturo Nava Astudillo (1944-2023) falleció este jueves 26 de enero.
“Ahora es el gran Arturo Nava Astudillo quien parte hacia la luz. Un privilegio haber sido su editor en sus dos estupendos libros de iluminación y escenografía a través de PASODEGATO. Gracias por la confianza, Arturo queridísimo. QEPD”, notificó el dramaturgo Jaime Chaubaud, fundador de la revista y editorial especializada en teatro, Paso de Gato.
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Por su parte, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) lamentó el sensible deceso del escenógrafo, quien en 2019 fue galardonado con la Medalla Xavier Villaurrutia “por su trayectoria y contribución a las artes escénicas en todo el país. Enviamos un abrazo solidario a su familia”.
Arturo Nava Astudillo se licenció en Arquitectura, en la UNAM, especializado en Arquitectura Teatral, diseñador de Escenografía e Iluminación. Llegó a participar en más de 350 obras de teatro, danza y ópera. También fue maestro en la licenciatura de Escenografía de la ENAT; impartió cursos y fue coordinador técnico en varios festivales, así como diseñador de teatros o adecuaciones teatrales.

“El gran escenógrafo, arqui- tecto y creador de espacios luminosos, Arturo Nava se ha marchado. Con más de tres décadas de trayectoria (…). Generoso maestro de varias generaciones. DEP ”, añadió la directora del INBAL, Lucina Jiménez, desde su cuenta personal.
Asimismo, la Compañía Nacional de Teatro, Teatro UNAM, el Centro Nacional de las Artes (Cenart), el Foro Shakespeare, el sistema de Teatros de la CDMX y el Centro Cultural Helénico, entre otras instituciones dramáticas expresaron su pérdida y condolencias En redes sociales . (Eleane Herrera Montejano) metros que los separan y el desconocimiento que cada uno tiene de la verdadera vida del otro llevarán a S a enfrentarse a circunstancias que no hubiera podido imaginar.
“Nunca había encontrado un título perfecto para una novela mía, como en esta ocasión. Es exactamente lo que es: este libro no es sobre la naturaleza del amor, sino del deseo”, expresa Carla Guelfenbein.
Vivimos en un momento en el siglo 21 en que hemos normado todo, añade la escritora chilena
Carla Guelfenbein
Eleane Herrera Montejano Carolina.herrera.montejano@gmail.com
“El objetivo de toda normativa es evitar el dolor, evitar que el otro te hiera; mientras que el amor es, básicamente, un riesgo”, opina la escritora Carla Guelfenbein.
En conversación por su reciente publicación “La naturaleza del deseo” (Alfaguara, 2022), la autora expresa que tanto la convencional exclusividad en las relaciones como el poliamor son modelos que buscan establecer límites para protegernos del otro. “Vivimos en un momento en el siglo 21 en que hemos normado todo”, señala.
Considera que en la idea del amor moderno hay una cantidad de premisas que nos ha confundido, como que el amor pasional implica “fundirse con el otro” –“lo dice Rilke, que cuando un ser se funde en otro, desaparece”- y advierte que este libro no alza la bandera en favor del maltrato emocional, pero sí parte de que el amor y las relaciones humanas conllevan un riesgo de ser maltratados emocionalmente.
“El silencio, establecer una barrera y no mostrarse por miedo o por pudor ante el otro puede terminar siendo maltrato emocional para alguien que necesita conversar y poner palabras a lo que está pasando. Los matices son infinitos y no creo que uno pueda establecer una línea perfecta”.
Entonces, ¿cómo se soluciona el problema del dolor?
“No tiene solución. Obviamente que uno puede trabajarse en diferentes aspectos y formas. Hay quienes meditan, para mí la meditación es un lugar en el que encuentro mi centro, cierta claridad mental que me permite discernir, pero no necesariamente me protege del dolor”.
“Mi espacio interior lo culti- vo muchísimo porque de ahí saco fuerza para resistir los embates de la vida. Yo siempre estoy tomando riesgos, con dolor, pérdidas, errores, pero creo que lo que siempre me ha resguardado ha sido mi mundo interior, que siempre he alimentado y de ahí voy sacando instrumentos para paliar un poco el efecto del mundo, porque el mundo duele”, continúa.
Apunta que “el contacto con el otro” duele, así como duelen las emociones y las relaciones con las parejas, con los hijos, con los padres… “porque somos seres complejos, profundamente insatisfechos, por lo tanto siempre hay una carencia y ahí creo que hay un desarrollo de un trabajo personal profundo”.
NATURALEZA DEL DESEO
La novela presenta a los amantes S y F. La primera es una escritora que vive en Londres. Ha perdido a un hijo y con él todo lo que la ataba a la vida, incluido su matrimonio.F es abogado y lleva un “pasar tranquilo” junto a su mujer, en Santiago de Chile.
S y F se conocen en Londres y comienzan a reunirse clandestinamente en distintas ciudades, al tiempo que mantienen comunicación a la distancia. Junto a F, ella recobra el impulso erótico y las ganas de sentir, de asomarse al mundo. Sin embargo, los kiló-
Detalla que, a diferencia del amor, el deseo tiene la particularidad de buscar algo que está fuera de uno mismo, pero que cuando llega termina con el deseo.
“Para generar de nuevo este deseo tiene que haber cierta distancia. Hay una exploración bastante extensa porque me interesaba lo que está dentro del ser humano, sus aspectos y la pulsión sexual”, ahonda.
A lo largo de la narración, la sexualidad de los amantes se describe de manera explícita y audaz, para explorar sin tapujos el poder enceguecedor de las ilusiones y de las historias que nos inventamos con tal de poder seguir viviendo.
“Nunca vas a tener de otro lo que necesitas y ese no-calce es lo que produce también el deseo porque uno desea a otro, no desea lo mismo y entonces hay una suerte de paradoja en el deseo que cuando lo tienes, ya no deseas. Estamos llenos de paradojas que no sé quién nos hizo así, yo no creo en Dios, pero explíquenme, ¿por qué esta psicología tan compleja de la constante y total carencia?”.
“A diferencia del amor, el deseo tiene la particularidad de buscar algo que está fuera de uno mismo, pero que cuando llega termina con el deseo”