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Evocan con libro y exposición a la revista “Viceversa”

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Fue parte de la última generación de revistas mexicanas impresas, las cuales configuran un mundo que ya no existe: Fernando Fernández

Entrevista

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Eleane Herrera Montejano Carolina.herrera.montejano@gmail.com

Este sábado 11 de marzo a las 12:00 horas, en las instalaciones del Seminario de Cultura Mexicana (Presidente Masaryk #526) se presentarán las 120 fotografías que conformarán el libro “Viceversa, la historia de la revista contada por sus fotos”.

Asimismo, se llevará a cabo un conversatorio con Mónica Braun, Cristina Faesler, Camilo Lara y Fernanda Solórzano, bajo la moderación de Fernando Fernández; y la inauguración de una exposición con las 96 portadas que tuvo esta publicación cultural “Viceversa” de

1992 al 2001.

“A fines del año pasado se cumplieron 30 años de la fundación de la revista “Viceversa”, publicación mexicana de circulación nacional que fue bimestral en su primer año (1992) y luego se volvió mensual hasta su última impresión en mayo de 2001”, comenta el locutor, escritor y editor Fernando Fernández, quien fue director de “Viceversa” y dirige ahora Ediciones Cataria.

“Esa editorial es la que va a lanzar el libro a mediados de año”, anuncia el editor.

A estas alturas del partido, gracias a un premio literario que recibió el año pasado (ganador del Premio Iberoamericano Ramón López Velarde 2022) y que invirtió por completo en este proyecto, Fernando ya ha pagado el diseño y escaneos, etc.

“Tenemos todo listo para entrar a imprenta, solo falta cubrir la imprenta”, asegura, “pero es un libro costoso porque será a color, en el mejor papel, en una de las mejores imprentas de la ciudad, con la idea de hacer un libro bello. Vamos a hacer mil ejemplares, 250 páginas con las mejores fotos de 80 autores del archivo, con algunos comentarios”.

VICEVERSA: QUÉ TIEMPOS

“Hicimos un número especial sobre sexo y Sanborns nos obligó a que el número estuviera cerrado y nadie lo pudiera hojear en la tienda”, recuerda Fernando sobre el proyecto que pretendía actualizar el lenguaje de su tiempo, para hablar de la Cultura en términos mucho más relajados y anti solemnes.

“En sus páginas no sólo publicó mucha gente -particularmente jóvenes que se convirtieron en periodistas, artistas y fotógrafos importantes- sino que intentó hacer un dialogo intergeneracional y disciplinaria para dar cuenta de esa época que fue muy renovadora y loca: fue cuando llegaron los celulares, internet, la década del condón y de una serie de cambios”, detalla quien fuera el director de la revista.

Ahonda que fue una época de convulsión política en México, durante la cual sucedieron el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; la firma del Tratado de Libre Comercio, así como el asesinato del candidato a presidencia, Luis Donaldo Colosio.

“El primer número que apareció de periodicidad mensual, que traía en portada a Elena Poniatowksa, el número 8 de Viceversa apareció el 1 de enero de 1994, día que entró en vigencia el TLC y surgió el EZLN. En febrero del 94 publicamos unas fotos del alzamiento zapatista y en la portada estaba Gloria Trevi”.

“Lo que ahora es común de mezclar alta cultura con cultura popular, en los 90s no era tan común y lo hicimos todo el tiempo. Tratamos de quitarle solemnidad a la cultura y bajarla a la sobremesa, al intercambio espontáneo”, continúa.

La duración proyecto fue corta por una asociación que salió mal. En un inicio, la empresa era completamente familiar, pero en 2000 una empresa más grande compró la revista y Fernando se quedó como director editorial. Sin embargo, la sociedad no funcionó, “entonces al año de asociarnos con una empresa editorial más grande decidimos de común acuerdo cerrarla”.

“Por eso desapareció Viceversa. La verdad, la vendí porque estaba cansado. Yo estudié literatura y siempre quise leer, escribir y viajar, no ser el dueño de la empresa o negocio”, agrega.

Las Revistas Morir N

En conversación sobre el panorama de las revistas impresas, Fernando Fernández considera que son un producto del pasado.

“Nosotros no podíamos entender el mundo sin las revistas. No solo cuando fuimos jóvenes y nos encantaba hojearlas y comprarlas, sino que además, en México las generaciones literarias se manifestaron siempre a través de las revistas, hay una fuerte tradición mexicana literaria de las revistas”, observa.

“Los nuevos tiempos se han llevado muchas cosas que resultaron ser superfluas y una parece que van a ser las revistas, como ya lo son diccionarios y enciclopedias. Esto no tiene que asustarnos ni espantarnos, así es la realidad: así como ya nadie compra enciclopedias, cada vez van a comprar menos revistas. Ahora circulan muy bien en línea, pero significa un cambio poderoso”, añade.

En ese sentido, resalta que “Viceversa” perteneció a la última generación de revistas mexicanas impresas, las cuales configuran un mundo que ya no existe.

¿Entonces no van a sobrevivir, ni a regresar las revistas impresas?

“Yo creo que sí se van a morir, lamentablemente: así como el libro es poderosísimo y no hay nada que lo sustituya, parece ser que las revistas ya se fueron. No me parece tan grave”, opina .

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